Día 6: Amigos de internet ✝️
<<────≪𝐀𝐦𝐢𝐠𝐨𝐬 𝐝𝐞 𝐢𝐧𝐭𝐞𝐫𝐧𝐞𝐭≫────>>
Conocerte fue la mejor
fortuna que trajo la vida.
Los padres siempre advierten a sus hijos de las consecuencias que trae el internet a su vida si no se ingresa com responsabilidad y madurez, un ejemplo son las plataformas digitales que han evolucionado a tal punto que contactarse con un desconocido hasta el otro lado del mundo es tan fácil que con click estas al tanto del mundo exterior.
Takemichi es un chico que va en primer semestre de la universidad, pero tuvo un problema que ahora en su adultez sufre las consecuencias, nunca se había creado una cuenta o había formado parte de alguna red social, solo contaba con su correo electrónico para las tareas de las escuela. Nada más.
Le atemorizo tanto las historias que sus padres le decían sobre las consecuencias graves que traía el internet consigo que lo asustó y no se atrevió a abrir ninguna cuenta. No le gustaría ser secuestrado o amenazado por un extraño, mucho peor ser parte de las víctimas que día a día pasan en las noticias donde aparecen sin un órgano del cuerpo. ¡No!
Regresando al inicio, Takemichi moría de nervios al decirle a su nuevo amigo de carrera, Chifuyu que no contaba con ningún tipo de medio de comunicación más que mensajes de texto o correo electrónico. Es más él a un contaba con los teléfonos de teclas y tapa. Se sentía a gusto con ello, hasta esté día.
─Vamos Takemichi, dame tu nombre de usuario en Facebook o como estas en Instagram para seguirte.─ mencionó el moreno a la vez que movía sus dedos por su teléfono digital. Si, era 2018 y ya había tal formado de móviles, desde hace años.
─A-ah, sí... lo que pasa... verás...─ le avergonzaba admitir su miedo al medio virtual, también admitir que ni tenía un teléfono así de avanzado. Prefería ser tachado de raro pero no de un cavernícola.
─No te hagas del rogar, ya no estás en Japón. Ahora sí puedes hablarme con mayor confianza.─ agregó el chico bebiendo de su Starbucks, ambos jóvenes se encontraban en Estados Unidos, los dos ingresaron a la universidad de Carolina del Norte por una beca estudiantil que ganaron por sus altos puntajes, era día domingo por lo que tuvieron la oportunidad de salir del campus y disfrutar del día en la ciudad.
─S-si... lo que pasa es que... no tengo.─ dijo al final con la voz apagada y las mejillas encendidas de la pena, cerró sus ojos en espera de la risa o carcajada de la vida. Pero no escucho nada, solo silencio. Silencio de Chifuyu.
─Mmm... no se que decir.─ dijo finalmente luego de un prolongado silencio. De unos dos minutos quizás. Y la verdad es que estaba atónito y sin palabras, no conoció jamás a una persona que no tenga o este al tanto del crecimiento de la red.
Takemichi si que es una caja de sorpresa, una llena de cualidades únicas y de una vida un tanto primitiva.
Chifuyu se emocionó, tenía a una persona que podría enseñarle las maravillas del mundo digital y más de los videojuegos, si Matsuno no solo es un estudiante universitario de la facultad de veterinaria si no que también un stremer en potencia que hacía directos de vez en cuando en Twich. Un chico gamer, con Takemichi podría formar un famoso dúo de jugadores y así participar en concursos de juegos famosos para ganar dinero y fama.
Takemichi veía a su amigo tirar brillitos de sus ojos cian, le dio miedo. Y más le dio cuando el joven le observó fijamente con una sonrisa muy en grande.
¿Por qué diablos tenía la boca tan suelta?
Incapaz de imaginar las consecuencias trató de evitar el tema pero fue imposible, Chifuyu insistió tanto en ayudarle en ese ámbito que terminó por aceptar ser parte de ese duo que tan entusiasmado tenía al azabache, no negará que lo pensó unas cinco veces antes de caer en las redes de los videojuegos.
Los próximos meses fueron de arduo trabajo de aprender, desde juegos simples como Mario Bross y Pacman hasta Sonic para manejar con precisión sus dedos en el mando, el siguiente fue avanzar con las luchas de jugadores aleatorios como Mortal Comback y de agilidad con los DiRT Rally en la hora de conducir. Así fue ingresando a ese mundo gamer y lo bueno fue que le gusto tanto que por si solo ya iba jugando otros juegos para de esa forma estar a la par de su mejor amigo y no quedarle mal.
Ahora jugaba en línea con otros jugadores del mundo en el mundial famoso de Fortnite, era un sábado por la noche así que no tenía mejor cosa que seguir jugando con desconocidos mientras se mataban los unos a los otros, cosa de hombres.
Siguió acabado con los enemigos y a medida que se acercaba a su objetivo principal más emocion creía en su ser, sería la primera vez que obtendría una "Victoria" en el juego, además de que sus patrocinadores le ofrecieron una jugosa recompensa por lograr más victorias en la semana, tenía mucho por ganar así que siguió acabando con los demás hasta quedar cinco con vida.
Los jugadores que quedaban aún eran los mismos de siempre, los más veteranos o los que mayor experiencia tenían a la hora de disparar y defenderse. No había problema, práctico para ese momento. En su silla delante del PC acomodó sus audífonos para escuchar con mayor facilidad a los demás, en la zona que estaba era fácil esconderse. Espero por unos minutos hasta que apareció el jugador número tres de la plataforma, y como si los dioses le iluminaron disparo dando en el blanco, el jugador cayó y desapareció luego de haber muerto.
Takemichi pasó de ser el número cinco al tres por esa 'kill', avanzó un poco más. Oía los disparos de los otros. Paso así otros diez minutos en búsqueda de los demás aunque al ver la pantalla de estadísticas se mostraba que quedaba él y otro jugador, el número 1.
Llego a una zona de construcción por lo que invocó su mapa para saber exactamente dónde se encontraba hasta que un disparo impactó a unos metros de él. Rápidamente busco refugio en una construcción aledaña, la tensión era palpable y más cuando el mejor jugador del juego lo estaba cansado tal venado.
Su directo de Twich era visto por casi 8 mil personas que lo animaban a que no se deje de "Mikey", nombre del último jugador en pie. Hanagaki al no conocer tanto del tema en Fortnite no supo que se enfrentaba al actual campeón del juego.
Aún así sus seguidores lo apoyaban en el chat a que no se rinda.
No sabe cuando tiempo paso entre huida y la búsqueda de un refugio que olvido por completo cuidarse la espalda, lamentablemente un disparo impacto en su espalda y murió. No gano, perdió estando tan cerca de esa Victoria.
El pobre se dejó caer contra su silla con cansancio y decepción palpable, le hubiera gustado poder presumirle de su logró a su amigo y ganar así una recompensa que sus patrocinadores le otorgaban una vez gane.
Se despidió de su directo, su ánimo había caído en picada. Se había esforzado mucho por quedar hasta tal punto a un así perdió ante el mejor jugador del mundo, un paso para haber sido el mejor él. Entró a su Discord para despedirse de sus moderadores y descansar hasta el domingo en la tarde. Aunque un mensaje le quitó el aliento.
Una cuenta que no conocía pero daba la impresión de hacerlo le había mandado un mensaje por ese medio, el nombre de usuario le sorprendió. "Mikey Sano".
Abrió el mensaje, que decía.
"─Hi Takemichi, I've seen you play and I'd be interested in you being part of my squad, do you dare?"
Sus zafiros no creían lo que veían, es más ni siquiera podían creer que la llamada que justo ahora le ingresaba se trate de la persona que lo mató antes.
Con dudas atendió al llamado. Una voz...
Una voz... grave y aterciopelada fue lo que oidos lograron captar en la llamada.
─Hello, sorry for the inconvenience but you caught my attention in the game and I did not wait to contact you.─ dijo una vez que Takemichi permitió la llamada, el de mechas quedó perplejo al escuchar a Mikey como se hacía llamar, lo malo es que entendía Inglés pero no lo hablaba con fluidez además de confundir las palabras con otras.
Si un genio y eso, pero aún se le complicaba el idioma nativo del país, ni él sabe como fue que paso la entrevista.
Ni modo.
─Oh I'm sorry. I don't speak English fluently. Could we talk via message?─ pidió el muchacho aborchonado por no poder hablar debidamente con Mikey, por estar tan concentrado en jugar se olvidó de seguir con sus clases para no estar dependiendo de un traductor para expresarse.
─¿No puedes hablar ingles? Y eso que te creí un genio.─ increíblemente el sujeto del otro lado hablo con fluidez japones, su idioma materno.
─¿Eh? ¡Claro que puedo! Solo que olvido y confundo palabras en ocasiones, aún estoy aprendiendo. ¡Pero lo entiendo!─ le aclaró al chico que soltó un risita, risa que hizo sonrojar a Takemichi por ser demasiado linda y tierna.
─Ya ya, fue para molestar. No hay problema, puedo hablar japonés también.─ comentó el joven.
Mikey o Manjiro dependiendo de donde se encuentre era uno de los mejores del mundo en el juego, vivía en Estados Unidos con su familia ya que hace unos años migraron de Japón hasta la capital del mundo para mejores oportunidades, su padre al ser ciudadano del país norteamericano pudo ayudar a su esposa con los trámites para obtener la ciudadanía, de tal forma él nació en Estados Unidos con su hermana, en cambio su hermano mayor fue nacido en Japón.
💙
Manjiro tenía una vida casi perfecta exceptuando que sus gustos eran un tanto excéntricos por tener en su habitación una colección enorme de figuras de colección de One Pice y Naruto, además de ser un reconocido gamer y multijugador de miles de competiciones a nivel mundial, su talento era natural por lo que no deseaba ocultar su talento. Demostró ser un monstruo a la hora de jugar una partida y de tener habilidades nunca antes puestas en escena por una persona. Su comunidad en habla inglesa es tan grande que su popularidad llegó hasta todos los rincones del mundo, pero excepciones como Takemichi aparecían.
Eso fue lo que llamó la atención de Sano. Ser reconocido por muchos le da un título de intocable en los juegos que él participa, cuando ven su usuario o a su personaje jugar los demás dejan la partida o se dejan morir sin importar más. Le aburría tener que lidiar con ese tipo de personas débiles. Hasta que apareció Takemichi a hacerle frente sin importar que, le dio una batalla difícil y aún así apesar de que el ojiazul perdió la contienda le abrió una nueva esperanza de jugador.
Además de que Takemichi le pareció demasiado lindo y quería al menos saber un poco más de él por medio de mensajes. Por lo menos...
Así comenzó su "amistad" donde Takemichi aceptó ser parte del equipo de Sano y participar en los concursos que se realizaban en el medio y ganar más popularidad. También de que al estar tanto tiempo en línea iniciaron una conversación donde llegaron a conocerse más, a saber sobre sus gustos, disgustos, sus hobbies o que hacían en sus ratos libres.
El menor de ojos claros estaba más que feliz de tener un amigo tan genial como Manjiro, le gustaba que alguien aparte de Chifuyu le tenga tanta confianza para hablar cómodamente, su relación llego a tal punto que hasta llegaron a hablar por llamada personal durante las noches.
Lo que creyó que solo iba a ser una amistad más por internet terminó siendo un enamoramiento a la distancia, ambos se sentían atraídos aún sin conocerse personalmente o haberse visto como son en realidad. Takemichi supo que había caído enamorado de Mikey una vez que corrió el rumor de que el mencionado jugador estrella tenía una relación amorosa con una chica, eso desató que Takemichi se ponga mal y no quiera hablar con el joven por días al pensar que esos mensajes lindos o las madrugadas donde platicaban era solo un juego para verle la cara de idiota. Se sintió usado por el mayor.
Pero todo fue un falso rumor que una seguidora creo al tomar una imagen a Mikey con su hermana menor en una tienda de modas, creyó que eran una pareja de novios solo porque Mikey iba de la mano con la chica y reía de vez en cuando en compañía de la fémina que más que feliz le hacía detalles.
La relación con su hermana menor es de las mejores así que estar así de juntos es normal para él ya que fue de recibir mucho apegó con sus familiares, un rumor que hizo enojar a Sano por lo que en uno de sus directos aclaro y dejo muy bien puesta su postura de que no anden inventando cosas sin sentido no sin antes haber investigado la fuente. Su linda hermanita Emma era una joven de 18 años que a su edad aparentemente ya tenía una pareja sentimental con uno de sus amigos, Ken.
No tenía tiempo para estar alargando una mentira que él no creo.
Una vez dicha la verdad volvieron a hablar, aunque cambio el trato. Manjiro fue más dulce y atento con él. Le gustó más que al saber su inquietud y su estado civil actual Takemichi haya tenido celos, por lo que le supo decir la verdad para que no siguiera molesto. No deseaba decepcionar al pelinegro con mentiras que dañaban las imagen de su familia o reputaciones.
Y lo más esperado llegó. Verse en persona.
En uno de los tantos concursos a los que participaron le otorgó un premio fabuloso, ir a un concierto en primera fila de Arctic Monkeys. Una banda bastante popular en la actualidad y la favorita de Takemichi, gracias a ellos se empeñó en aprender inglés para cantar a todo pulmón el repertorio de canciones de la agrupación.
Decir que gritó de la emoción es poco, salto de la cama y llamo a Chifuyu para contarle la gra novedad. Pero yendo a lo importante vería por primera vez su amigo de internet, Manjiro. Le preocupaba no llenar las expectativas del rubio o lo que formaron simplemente haya sido un juego y ya.
Sentía miedo.
El día del concierto llegó, sería en la ciudad de Nueva York en el estadio de la ciudad, al ser un concierto especial de multijugadores ganadores de cada región y estado del país hubo una gran multitud. El premio se le dio a todo el escuadrón de Mikey, un total de 15 personas tenían un boleto asegurado para el concierto.
Se preparó para el viaje en avión que lo llevaría hasta su destino en Nueva York, una maleta para tres días. Chifuyu también fue invitado al ser también parte de otro escuadrón, además de que su novio le había invitado para que vayan juntos ese día.
Cuando llegó lo primero que hizo fue cambiarse ya que iría a ver a Mikey para ir juntos, se colocó una ropa más estética. Cortesía de su mejor amigo.
Una ramera roja con el estampado de unas letras aleatorias en ingles que se apegaba a su cuerpo, unos jeans azules que levanto la vasta hasta el tobillo dándole un aire fresco y poco conversador, unas zapatillas negras con el logo de una marca popular del país. Fue vestido como nunca lo haría en Japón, su delgado cuerpo se adaptó al repentino cambio, le gustó como se sentía con esa ropa.
Fue hasta su lugar de encuentro con Sano, al puerto de Nueva York y Nueva Jersey. Llevo un abrigo para las bajas temperaturas que exista en la mañana.
Llegó aproximadamente a las 10 de la mañana al punto, no miró a nadie con las características de Mikey, espero por unos largos 45 minutos pero no había rastro del famoso gamer y menos de alguno del equipo al que pertenecía.
En su espera miró el océano que cubría gran parte del mundo. Un azul muy bonito que reflejaba el cielo.
Sin darse cuenta de que alguien a atrás le observaba con atención. Mikey llegó hace unos cinco minutos y al ver a Takemichi quedó anonadado por la belleza que este tenía. Se acercó hasta el joven azabache de risos no tan marcados, mientras lo hacía más rápido latía su corazón y sus manos picaban por tocar aunque sea el hombro del más alto.
Un poco más.
Al estar a unos centímetros de él. Paso sus brazos por la cintura del ojiazul que al sentirse atrapado en un abrazo por detrás intentó safarse del agarre y huir.
─Soy yo.
Y quedó quieto luego de oír esa profunda voz que le ayudaba a dormir en las noches.
─¿Manjiro? ¿Cuándo llegaste?─ preguntó asimilando la presencia del chico y tratando de alejar esos pensamientos que surgían al sentir los brazos del contrario en su cuerpo y la calidez que este le dejaba.
─Hace cinco minutos, no te muevas déjame estar así un poco más.─ pidió el ahora pelinegro, desde atrás podía oler el dulce aroma que tenía su chico de ojos azules. Además de ser suavecito bajo su toque.
Detrás de ellos los amigos de Mikey admiraban la escena de su amigo por fin con su flechazo de hace unos meses, Draken como era conocido por el medio sonreía felizmente al poder estar presente en el encuentro de la pareja de jóvenes.
A su lado Emma sonreía alegremente y con inocencia agarró su mano, después de todo era su novio y que más feliz estaría si no que teniendo contacto con el serio de Ken. El alto muchacho le permitió, ya debía dejar de fingir desinterés. Su hermosa Emma merecía ser amada como se debía.
Pasó un tiempo en el que quedaron juntos, luego se separaron y se miraron por primera vez en persona.
Tal y como lo imaginó Manjiro, su Takemichi era demasiado lindo y muy hermoso a la vista, sus ojos tales como el mar lo encantaban a hundirse en la claridad de esos ojos, en cambio Takemichi estaba más que encantado por la imponente presencia de Manjiro, un joven no tan alto pero si que daba confianza con su porte fiero, sus ojos similares al cielo nocturno donde de vez en cuando las estrellas jugaban un papel importante iluminando esos orbes. Cabello negro ébano y corto hasta la altura de las orejas, le gustó demasiado estando con ese nuevo look.
─Esperaba verte Takemicchi, gracias por venir.─ habló el pelinegro luego de un prolongado silencio donde se miraban mutuamente guardando así la imagen de su pareja en sus memorias.
─Yo... no tengo mucho que decir.─ se sonrojo inevitablemente al verse patético con sus nervios, ya había tenido parejas en la preparatoria pero nunca con un chico tan apuesto como Mikey, a su lado debía mirarse tonto.
─Tranquilo, es hora. Dame tu mano.─ pidió el ojinegro al muchacho avergonzado.
Así pasaron horas conociéndose más. El grupo de amigos de Mikey resultó ser un grupo de personas muy agradables, desde Pah y Peh que eran quienes administraban sus salidas a lugares emblemáticos, hasta los gemelos Kawata con sus gustos por las comidas más picantes que hayan.
Le agradó mucho sentirse bienvenido, a su lado Mikey sonreía feliz de que sus amigos apoyen su relación con el moreno.
La hora del concierto llegó más rápido de la esperado. Se colocaron en sus lugares cada uno en pareja por si acaso se perdían con la cantidad de personas que asistió ese día.
Los altavoces y la buen música le dio el ambiente a la celebración de los ganadores, el repertorio de música del grupo llenó hasta el más aburrido.
A todo pulmón cantaron las famosas canciones de Arctic Monkeys, así como moverse al ritmo de las mismas con movimientos suaves y muy apegados.
Takemichi se divertía, mucho más cuando Mikey es quien está a su lado disfrutando con él.
Siguieron de esa misma forma hasta que hubo un punto donde los fuegos artificiales adornaron el cielo nocturno de esa bella noche de concierto.
En una de las canciones más sonadas de la agrupación Manjiro se puso en movimiento, con I Wanna Be Yours de fondo dio el siguiente paso en su relación con Hanagaki.
Tomó entre sus manos el rostro del menor y lo atrajo hasta el suyo donde fundió un beso en los belbos suaves del joven. El contacto de sus bocas fue ardiente que no dudaron en darle continuidad al beso, abrieron sus labios para mezclar sus alientos en uno solo, el picor de sus labios que en el olvido al saber que los labios de su pareja eran la gloria bajo su junte. Entre mordidas por aquí, pequeños gemidos por allá cerraron sus bocas para mirarse mutuamente.
Las mejillas de ambos estaban rojas, sus labios rojizos por el beso anterior fue la mejor imagen que tendría de ambos.
─Manjiro...─ el de mechas no espero que su novio se atreva a darle un beso así de apasionado.
Pero deseaba más de Mikey.
─Es mi cumpleaños Takemicchi.─ dijo después de un rato.
¡¿Su cumpleaños?!
Los ojos azules casi saltaron de sus cuencas al saber del cumpleaños de su novio. No le dijo nada así que no tenía un regalo o algo que ofrecerle.
Sintió vergüenza al ser tan descuidado como para no tener idea del cumpleaños de Mikey. ¡Pero tampoco esperaba que sea ese día!
─No tengo nada que darte. Dime lo que quieres y te lo daré.─ dijo sin medir las personas que decía, prácticamente si Mikey le pedía ir corriendo por toda el Times Square, lo haría.
Sonrio con diversión al imaginarse un escenario así.
Sin más pretextos agarro nuevamente el rostro del azabache entre sus manos y le acaricio las mejillas con sus pulgares, la tersa piel era caliente.
─Un beso tuyo es más que suficiente. ¿Me lo das?─ susurró a unos centímetros de los labios del más alto. Su cordura se perdía cuando tenía esos acercamientos con el ojiazul.
─Todos los que quieras.
Un beso entre los dos fue el despliegue de muchas aventuras próximas, una relación que en el principio fue más de juegos se convirtió en personal donde dos personas buscaban encontrar a alguien con gustos similares pero completamente diferentes entre sí.
El amorío de Takemichi y Mikey fue el bum del momento, un fan había ido al concierto y no dudó en fotografiar el íntimo momento de los dos.
Las redes sociales explotaron al día siguiente con el #Mikeyboyfriend, miles de personas reaccionaron de diferentes formas.
Aunque eso no afectó en nada a la relación de los chicos, les pareció único que sean tendencia solo por demostrarse lo mucho que se querían.
Después de todo, su relación nació por ser "amigos de internet".
N.a
Se que ya no es el día pero me quedé dormida.
Perdón, culpa mía.
Gracias por leerme. ♡
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