⊹ ₊ ⋆𝐌𝐄𝐋𝐀𝐍𝐈𝐄 𝐄𝐒𝐓𝐀𝐁𝐀 𝐃𝐄 𝐏𝐈𝐄 𝐂𝐎𝐍 𝐒𝐔𝐒 𝐁𝐑𝐀𝐙𝐎𝐒 𝐄𝐍𝐕𝐔𝐄𝐋𝐓𝐎𝐒 alrededor de los hombros de Alice desde atrás, su barbilla descansaba cómodamente sobre la de la chica más pequeña. La tensión en el aire era espesa, los recién nacidos estaban llegando.

—— Casi están aquí. —— Dijo Melanie mientras la avalancha de pensamientos de cientos de recién nacidos entraba en su mente. Le dio un beso en la cabeza a Alice antes de hacer que la más pequeña se diera la vuelta para que la mirara. —— Ten cuidado, ¿De acuerdo?. Sé que puedes protegerte, pero.       .no sé qué haría si algo te sucediera.

Alice asintió, sonriendo levemente, antes de soltar a Melanie. Ambas adoptaron una postura protectora como el resto de la familia.

Ellos tenían la ventaja, tenían a los lobos y tenían a Melanie, cuyos poderes solo parecían crecer cuanto más los practicaba, y eso era lo que había pasado los últimos cuatro días haciendo, casi cada minuto de cada día practicaba sus poderes en caso de que tuviera que proteger a Alice.

𝙳𝚎 𝚎𝚜𝚘 𝚜𝚎 𝚝𝚛𝚊𝚝𝚊𝚋𝚊 𝚝𝚘𝚍𝚘, 𝙰𝚕𝚒𝚌𝚎.

Los Cullen podían oírlos mientras se acercaban, sus pies golpeando rápidamente el suelo mientras corrían, pisoteando las hojas bajo sus pies, era solo cuestión de un segundo antes de que los vieran.

Tan pronto como los recién nacidos emergieron de los árboles, los vampiros corrieron hacia ellos, Melanie golpeó al primer recién nacido con el que entró en contacto, rompiendo su cabeza fría como una piedra y arrancándola de su cuerpo.

Mientras los demás luchaban cuerpo a cuerpo, Melanie usó sus habilidades ya que era más fácil y rápido. Estaba viendo como la energía roja envolvía a tres vampiros a la vez, aplastándolos en pedazos.

Los lobos saltaron sobre una gran roca, gruñendo. Se podía oír el crujido cuando sus grandes caninos rompieron sus cuerpos de piedra en un instante.

Melanie usó su telequinesis para lanzar a un recién nacido al aire, al mismo tiempo que Sam apareció saltando, arrancándole la cabeza con los dientes.

Un recién nacido emergió de los árboles mientras Melanie usaba sus poderes en otro, logrando tomarla desprevenida y poner sus brazos alrededor del cuello de Melanie, pero antes de que pudiera aplastarla, usó su energía, golpeándose en el estómago, la energía roja la atravesó directamente y empujó al recién nacido hacia atrás, luego agarró ambos brazos, desgarrándolos y luego usando el costado de su mano, cortándole la cabeza limpiamente.

Justo cuando estaba a punto de atacar más, vio a un recién nacido persiguiendo a Alice. Ella lo persiguió, saltando en el aire, empujándolo al suelo y luego envolviendo su brazo alrededor de su cabeza en una llave de cabeza y arrancándole la cabeza.

Pudo ver a un lobo blanco específico, luchando contra tres recién nacidos. Usando su energía telequinética roja, rompió todas sus cabezas con un movimiento de su muñeca, asintiendo con la cabeza al lobo blanco antes de correr en otra dirección.

Ella notó que Victoria corría en dirección a Edward y Bella. Podía ver que su lado ganaba y corrió tras ella, sabiendo que la humana y su cuñado necesitarían ayuda.

Llegó justo a tiempo, Victoria tenía sus manos envueltas alrededor del cuello de Edward y Riley sujetando sus brazos hacia atrás, corrió y tiró a la pelirroja al suelo.

—— Llamaremos a esto venganza de alguna manera, tu compañero persiguió al mío, lo maté y ahora te mataré a ti. —— Melanie se enfureció, inclinó la cabeza hacia un lado, sus ojos brillaron rojos y la energía mágica crecía desde sus manos.

Bella observó en estado de shock como Melanie se lanzaba contra Victoria. No sabía a quién mirar, si a las dos chicas peleando o a su novio peleando con Riley.

Mantuvo sus ojos en Melanie, mirando de un lado a otro de vez en cuando para asegurarse de que Edward estaba bien. Apenas podía ver a las dos chicas peleando debido a la velocidad a la que se movían, no podía decir quién estaba ganando.

Eso fue hasta que una cabeza gris y agrietada rodó hacia los pies de Bella. Ella jadeó y miró hacia abajo, a la cabeza decapitada de Victoria. Melanie envolvió sus brazos alrededor de la cabeza de Riley; La ira que corría por sus venas hizo que fuera más fácil arrancarla.

—— De nada. —— Le dijo a Edward, jadeando levemente mientras sus ojos, que alguna vez brillaron, se tiñeron del habitual rubí mezclado con topacio. —— Puedes prenderles fuego, necesito ver a mi esposa.

Con esas últimas palabras, Melanie corrió de regreso al campo. Corrió hacia su esposa, envolviendo a la más pequeña en sus brazos antes de revisarla en busca de lesiones.

El grupo se quedó de pie junto al fuego, observando cómo ardían sus cuerpos fríos, hasta que llegó Edward, abrazando a Bella.

—— ¿Cuánto tiempo?.

—— ¿Unos minutos, quizá diez? —— Respondió Alice que había tenido una visión de los Volturi llegando.

—— La manada debe irse. —— Avisó Melanie, mirando a Sam.

Carlisle asintió con la cabeza.

—— Los Volturi no respetarán una tregua con los hombres lobo.

En ese momento, un recién nacido salió de entre los árboles. El lobo blanco que Melanie había salvado antes se lanzó.

—— ¡Leah, no lo hagas! —— Gritó Edward.

El vampiro tenía sus brazos alrededor de Leah, listo para aplastarla hasta que Jacob corrió y lo empujó lejos de ella. Los dos rodaron, hasta que el vampiro mordió a Jacob con sus dientes, lo que hizo que el lobo aullara mientras sus huesos crujían. Melanie usó su telequinesis para empujar al vampiro, mientras dos hombres lobo lo mataban.

—— ¡Jacob! —— Gritó Bella, corriendo hacia su amigo que había vuelto a su forma humana, rodando por el suelo de dolor.

—— Los huesos de la mitad derecha de su cuerpo están destrozados. —— Explicó Carlisle.

Melanie notó que la manada también había retrocedido y marchaba hacia Jacob.

—— Jacob, idiota, ¡Lo tenía! —— Gritó Leah.

—— ¡Leah! —— Espetó Sam.

—— Necesito arreglar los huesos antes de que su curación acelerada comience a surtir efecto. Ya está comenzando. —— Explicó Carlisle, ignorando las discusiones que se estaban produciendo a su alrededor.

—— Tenemos que sacarlo de aquí. No vamos a ganar una pelea contra los Volturi. —— Dijo Edward.

Sam asintió.

—— Lo llevaremos de vuelta a casa de Billy.

—— Estaré allí tan pronto como pueda.

—— ¡Ya vienen! —— Gritó Alice, atrayendo la atención de todos hacia el asunto más serio.

Una vez que los lobos estuvieron fuera de la vista, los Cullen, incluyendo a Bella, Melanie y otra chica, estaban todos parados uno al lado del otro, mirando a los cuatro guardias Volturi caminar hacia adelante, Melanie no se perdió la sonrisa que Jane tenía una vez que notó a su vampiro favorito.

—— Impresionante. —— Dijo la vampira rubia con calma, mirando a Melanie más que a los demás. —— Nunca he visto a un aquelarre escapar intacto de un asalto de esta magnitud.

—— Tuvimos suerte. —— Dijo Carlisle.

—— Lo dudo.

—— Parece que nos perdimos una pelea entretenida. —— Dijo Alec, con una sonrisa en su rostro muy parecida a la de su gemela.

—— Sí. —— Convino Jane. —— No es frecuente que nos volvamos innecesarios.

Melanie aprovechó la oportunidad para decir lo que pensaba.

—— Si hubieras llegado hace media hora, habrías cumplido con tu propósito, eso si te hubieras molestado en hacerlo.

Jane le sonrió, pero la sonrisa desapareció rápidamente cuando vio que su brazo rodeaba la cintura de Alice.

—— Qué lástima. —— Se burló. —— Te perdiste una. —— Habló de nuevo, mirando a la pequeña niña que estaba literalmente, temblando en sus botas, detrás de los Cullen.

—— Le ofrecimos asilo a cambio de que se entregara. —— Intervino Carlisle.

—— Eso no te correspondía ofrecerlo.

Melanie puso los ojos en blanco y miró a la rubia con enojo. —— No seas una mocosa.

Jane sonrió satisfecha, no le importaba cómo conseguir la atención de Melanie, Melanie podía golpearla, insultarla, mientras la tuviera, ella era feliz.

Volvió su atención a la recién nacida y una sonrisa cómplice apareció en su rostro.

—— ¿Por qué viniste? —— Preguntó, usando sus ilusiones para hacer que la niña cayera al suelo de dolor. —— ¿Quién te creó?.

Los gritos de la niña solo enojaban más a Melanie, ella dio un paso hacia adelante lista para atacar a Jane, pero Alice la detuvo, sacudiendo la cabeza y diciéndole que no lo hiciera.

—— No tienes por qué hacerlo. Ella te dirá todo lo que quieras saber. —— Suplicó Esme.

Jane sonrió maliciosamente.

—— Lo sé.

Bree tosió, intentando controlar su respiración por el dolor que acababa de sentir.

—— ¡No lo sé! —— Balbuceó. —— Riley no nos lo dijo. Dijo que nuestros pensamientos no estaban a salvo.

—— Se llamaba Victoria. —— Dijo Edward. —— Quizá la conocías.

—— Edward. —— Dijo Carlisle, dándole a su hijo una sutil mirada de advertencia. —— Sí los Volturi hubieran sabido algo de Victoria, la habrían detenido. ¿No es así, Jane?.

—— Por supuesto. —— Dijo la rubia al instante. —— Félix.

El vampiro grande dio un paso hacia adelante, pero se detuvo cuando Esme gritó de repente.

—— ¡No sabía lo que estaba haciendo! Nos haremos responsables de ella. Démosle una oportunidad.

—— Los Volturi no dan segundas oportunidades. —— Dijo Jane, antes de centrar su atención en Edward y Bella. —— Tenerlo en cuenta. A Caius le interesará saber que ella sigue siendo humana.

—— La fecha está fijada. —— Dijo Bella.

Jane suspiró y miró a Melanie por última vez.

—— Encárgate de eso, Félix. Me gustaría irme a casa.

Alice mantuvo un fuerte control sobre su esposa, susurrándole palabras dulces al oído en un intento de calmarla para que no comenzara una pelea con los Volturi.

Felix se dirigió hacia la niña que todavía yacía en el suelo dolorida. Antes de que pudiera matarla, Melanie corrió hacia Jasper y Caroline, abrazando a la vampiresa rubia. Sabía lo difícil que debía ser esto.

Ella sostuvo su mano, podía sentirlo apretando más el agarre en ella una vez que los gritos de Bree se detuvieron. Todo lo que se escuchó fue un fuerte crujido.

Después de que los Volturi se fueron, Melanie fue a la casa de Billy con Carlisle y Bella. Hubo algunas horas de gritos de parte de Jacob, mientras Melanie estaba afuera con la manada, sorprendentemente sosteniendo la mano de Billy todo el tiempo.

Lo único bueno que quedó de ese fin de semana fue que Bella dijo que sí a la propuesta de Edward. Ella sabía lo feliz que estaba Edward por eso, pero ella parecía tener el presentimiento.

Que sólo traería más problemas.