21. LIBERANDO A ELECTRO

GIRANDO LA PERILLA DE LA estufa, la chica apagó el fuego. Sacó el plato del armario y puso un poco de pasta en el recipiente. Como ya se había bañado por la mañana, no necesitaría hacerlo ahora al mediodía.

Había llegado a casa hacía unas horas y estaba tumbada en el sofá de la sala leyendo su libro que había llegado ese mismo día, minutos después de que Grace cerrara la puerta del apartamento. No podía contar cuántos ataques de pánico había tenido con sólo diez capítulos leídos, pero ya estaba acostumbrada a esas cosas.

Miró el reloj y vio que tenía media hora para regresar a los Oscorps pero esta vez para poder comenzar su turno de trabajo, tal vez llamaría a Gwen para que pudieran salir en la noche si Peter no aparecía. o llamarla. Grace se cepilló los dientes y se ató sus mechones casi negros en una coleta para salir nuevamente a las calles de la gran ciudad. Tendría que darse prisa para no llegar tarde al trabajo, casi entraba al lugar cuando un ruido sonó detrás de ella y la chica se giró con el ceño fruncido, viendo a Peter recuperarse luego de haberse golpeado contra la pared al bajar de un árbol.

—Hola, ¿puedo hablar contigo un minuto?—preguntó acercándose mientras mantenía el ceño fruncido.

—Necesito ir a Oscorp, ya di mi horario de trabajo, ¿Está bien podemos hablar más tarde?—Grace ya había vuelto a caminar con el chico a su alcance.

—Sólo tomará un segundo, prometo que no tardaré. Sólo necesito hablar contigo un minuto—se puso frente a ella impidiéndole seguir caminando y ella parpadeó.

—¿Qué ocurre?—Barnes miró su reloj por un segundo y luego volvió a mirar a Peter.

—Mi vida es un desastre. Mi vida es una locura. ¿Y mi padre... mi madre... todo lo que sabía sobre ellos? ¡Eran mentiras!—comenzó a contar emocionado, Grace alzó las cejas tratando de seguir todo—Mentiras, mentiras, mentiras... Eso no tiene ningún sentido—Parker se pasó las manos por la cara—Pero aquí estamos. Tengo que decidir qué voy a hacer con Harry. Porque claro que quiero salvarlo, ¿sabes?—Peter vio a su novia negar con la cabeza, viéndose nerviosa también—Quiero salvarlo, porque es mi mejor amigo... ¿Pero y si mi sangre funciona? ¿y si no funciona? No sé. No tengo ni idea.

Peter abrió los brazos y soltó una risa nerviosa, acompañado de Grace que lo observaba sin saber qué hacer ni qué decir. Porque tenía que incorporarse al servicio, pero no quería dejarlo solo en esa situación porque cuando era ella, Peter estaba ahí en todo momento.

—No tengo idea, no tengo idea. Lo único que me asegura todo es...

—¿Señorita, Barnes?—otra voz interrumpió a Peter y Grace tragó, al ver a Harry en la puerta del edificio detrás de Parker, se giró para mirar hacia atrás también—¿Planea tardar mucho?

—Hola—Barnes sonrió nerviosamente saludándolo y luego negó con la cabeza—No, claro que no. ¿Puedes darme sólo un minuto más, por favor?—el asintió y metió las manos en los bolsillos del pantalón, Harry tenía una bufanda alrededor del cuello.

—Lo siento, oh Dios mío. Lo siento mucho, Grace, te estoy haciendo llegar tarde, ¿verdad?—Peter se había tapado la boca con las manos y la estaba mirando, se volvió hacia su amigo—¡Lo siento, Harry!—Parker habló un poco más alto para poder escuchar y el otro le estrechó la mano como diciendo que todo estaba bien.

—Oye... —tocó el brazo de Peter, pero él se alejó, retrocediendo unos pasos.

—Está bien, pasaré por tu apartamento cuando llegues del trabajo, no hay problema.

—No, Peter. Espera un minuto—lo mantuvo en su lugar cuando corrió un poco para alcanzarlo. —¿Qué decias?—Parker la miró por unos segundos y negó con la cabeza.

—Nada, te amo, ¿bien?—se acercó y le dio un beso en el cabello.

—Te vas a casa por la noche, ¿no? Cuenta esta historia directa y tranquilamente... —Grace tomó las manos de Peter entre las suyas y lo observó.

—Sí, lo haré. Tenemos mucho tiempo para contarles todo lo que descubrí sobre mis padres.

Se despidieron con un beso y Barnes se dio vuelta, caminando rápidamente hacia la empresa, logrando ver a Gwen bajar las escaleras mecánicas y sonreírle, caminando luego hacia su amiga.

—¿Tienes planes para esta noche?—unos mechones rubios habían aparecido en su campo de visión con unos papeles en la mano.

—No sé. Peter dijo que iría allí hoy, pero estaba demasiado emocionado y tal vez necesitara algo de tiempo a solas. Te mando mensaje para cualquier cosa, y podemos ir a ver una película al cine, ¿Qué te parece?—Grace se había levantado de la silla giratoria con una carpeta que se suponía debía darle a Harry.

—También es bueno. No me voy a alejar de mi celular, avísame lo más pronto que puedas— asintió la morena y caminó hacia el ascensor que la llevaría al último piso.

Levantó las cejas cuando escuchó un alboroto en la oficina de su jefe y apuró sus pasos para poder llegar. Había agentes en la oficina de Osborn y Harry estaba parado allí, no luciendo muy feliz con la visita.

—Un empleado fue asesinado y su primera acción como presidente fue encubrirlo—dijo el hombre que parecía ser el líder.

—¡No, tú arreglaste todo y lo enterraste en ese asilo usando mi nombre!—Harry lo señaló, y Barnes levantó las cejas, repitiendo su conversación anterior con Gwen en su cabeza.

—Ravencroft es una valiosa institución dedicada a la mejora mental—explicó.

—Allí están haciendo experimentos con personas—Harry se acercó con pasos rápidos y dos policías lo sujetaron por los brazos, alejándolo de su líder. Grace entró en la habitación.

—El progreso tiene varios pasos—Osborn soltó las otras manos enojado—Ahora gracias a tus acciones criminalmente fraudulentas, estás... ¿Cómo decirlo?—el hombre pareció pensar por unas milésimas—Despedido.

—Oscorp Industries es legítimamente de Harry. Con todo respeto, pero no puede venir aquí y hacer todo este escándalo sin ninguna prueba. Contéstame una cosa, si el señor Osborn está tan equivocado como usted lo pinta, ¿Cómo se enteró del empleado muerto y dónde lo enterró? — Barnes había llamado la atención del grupo hacia sí mismo. El hombre ladeó la cabeza, observándola, pero no respondió directamente.

—¿Cómo se llama la señorita? No es necesario que respondas, no cambiará nada. La llevarán junto con Harry Osborn, acusado de complicidad—Grace arqueó las cejas.

—Perdón, ¿qué? No pueden hacer eso.

—Aquí somos las autoridades, señorita. Podemos hacer lo que queramos y ni siquiera el alto cargo que ocupa el señor Osborn le detendrá de su destino.

—Tú tampoco me vas a enterrar— dijo Harry en voz baja detrás del hombre.

—Por lo que puedo ver, ya estás medio bajo tierra. es sólo cuestión de tiempo. Sufrirás una muerte terrible. Igual que tu padre—Grace había ajustado su postura, observando y escuchando la conversación de manera incrédula—La diferencia... es que nadie te extrañará.

Harry sintió que la ira se apoderaba de su cuerpo y huesos y atacó al hombre, pero pronto los agentes de policía se lo llevaron nuevamente y lo sujetaron con más fuerza.

—Llévenselo—los hombres estaban listos para seguir sus órdenes cuando Harry les susurró que esperaran.

—Conozco la salida—dio una pequeña sonrisa cuando el hombre saludó a los demás y Osborn fue liberado. Grace suspiró, dejó la carpeta que había traído allí en una silla y siguió a Harry, ya que no tenía otra opción—Lo siento mucho por eso. Pero sé que tendremos mucho de qué hablar en el camino, Chica de las Sombras.

Grace había estado tensa durante todo el camino a Ravencroft después del discurso de Harry. Si sabía de ella, incluso si no podía decir cómo se había enterado el chico, Osborn bien podría saber de Peter, sólo que no había dicho nada hasta ese momento, o lo había descubierto esta tarde. Harry probablemente no quería hablar mientras tanto y solo decía esas cosas en la industria para demostrar que sabía sobre ella. Barnes observó cómo un oficial de policía se acercaba al auto mientras el conductor se detenía frente a Ravencroft.

—¿Puedo ayudarle?

—Claro que puede. Puedes abrir la puerta. Soy Harry Osborn, tengo un paciente en la sala de aislamiento que quiero ver—El hombre lo miró un rato y miró a Grace quien estaba apoyada en la tapicería del auto, al lado de Osborn Harry pareció entender porque rápidamente respondió:—Esa es la señorita Barnes, ella es mi secretaria.

El oficial de policía asintió y se alejó del auto, luego abrió la puerta para que el auto pudiera pasar. La chica sintió la mirada del chico a su lado sobre ella por un tiempo antes de que la puerta se abriera y él se fuera, Grace lo siguió mirando el lugar a su alrededor mientras las sombras se agitaban en su interior.

—Joe, este es el Sr. Osborn de Oscorp—informó el agente cuando llegaron cerca de otro hombre. El lugar tenía el piso revestido con algún tipo de piedra y las paredes eran negras con una reja al frente.

—Lo siento señor, pero nadie puede pasar la puerta sin la insignia amarilla...—entonces Harry lo interrumpió, sacando rápidamente su dispositivo paralizante del bolsillo del hombre y clavándolo en su cintura, se giró para evitar el ataque del otro y Inmediatamente lo noqueó de inmediato.

—¿Qué...?—Grace se había alejado dos pasos debido a la repentina sorpresa y ahora lo estaba mirando.

—Ven, rápido—la tomo por la muñeca por las escaleras.

Unos minutos más tarde, Harry había desmayado a otro agente, sin embargo, esta vez estaba enfermo y había recogido su bata blanca y su máscara. Le entregó la ropa de la mujer que lo acompañaba a Grace, quien la tomó de mala gana. No tenía idea de lo que estaba haciendo, pero era amigo de Peter, así que podía confiar en él y no es que esa gente en Ravencroft fuera buena y digna de confianza.

—Mantenga a Electro incubado con 400 miligramos de tiopental sódico y fernobarbital—un médico informó a otra persona tan pronto como la pareja pasó junto a ellos con máscaras que cubrían sus rostros.

Harry lo siguió con pasos rápidos, superando una cerca y dirigiéndose hacia una alarma de incendio, la gente pronto comenzó a correr de un lado a otro. Osborn bajó unas escaleras y se quitó la ropa blanca, seguido por Grace que estaba detrás de él. Barnes movió la cabeza mirando hacia donde se había ido el chico y vio al hombre azulado adelante, atado a algunos tipos de equipo. Harry jugueteó con algunos botones.

—Sedación desactivada—sonó una voz robótica.

—Harry...—Grace había hablado como en una señal de advertencia.

—No pasará nada, después de todo, estás aquí, ¿no?—el la miró con una especie de sarcasmo en los ojos y un atisbo de sonrisa en los labios. Ella juntó las cejas. —Psi...

Harry llamó la atención del otro que todavía tenía los ojos cerrados, pero pronto los abrió.

—Voy a sacarte de aquí, ¿bien? Pero no tenemos mucho tiempo—dijo mirando las escaleras por donde acababan de pasar.

—¿Quién eres?—preguntó Max.

—Soy Harry Osborn. Quiero hacer un trato contigo—Harry sonrió mirándolo, la chica tragó saliva sintiendo que algo malo saldría de todo eso.

—Debería matarte—dijo Electro mirando hacia abajo mientras aún estaba atrapado, Osborn negó con la cabeza.

—Oh, vamos... Piénsalo, Max. No soy a quien quieres. Quieres al Hombre Araña—Grace se acercó, ciertamente no sabía que era Peter. Porque... Él nunca le haría algo así a su mejor amiga, al menos ella esperaba eso.

—Harry, será mejor que pares esto ahora... —Osborn levantó la mano, impidiendo que ella siguiera hablando. Max se había movido y la electricidad rugió por lo bajo.

—Pero... necesito algo primero. Necesito que me lleves a Oscorp.

—¿Llevarte? Es tu empresa—dijo Electro mirando a Harry.

—Ah, ya no—sonrió enojado—Oscorp nos traicionó a los dos, así que no puedo entrar allí sin ti y tú no puedes salir de aquí sin mí.

—Es imposible que sepas lo que quiero.

—Presentaste un proyecto a la red y te lo robaron, y ahora lo quieres de vuelta. Sólo quieres lo que es tuyo—la voz del amigo de Peter había aumentado de tono debido a las prisas que tenía, Grace negó negativamente con la cabeza, mirándolos.

No podía sacarlos de allí, ciertamente había cámaras filmándolos y si exponía a Tissila y las sombras, todo se iría por el desagüe.

—¿Cómo?

—Es toda la energía de la ciudad, Max—informó sobre el equipo que lo retenía allí, Barnes observó mejor el lugar a su alrededor. Incluso si no hubiera cámaras, estaba Electro a quien no le gustaba su poder y podía irritarlo—Está a tu alcance. Cuando desactives la red, Spider-Man vendrá hacia ti y quiero que lo hagas sangrar.

Harry dijo enojado al final de la oración, luego jaló a Grace del brazo dejándola a la vista de Max.

—Y por si fuera poco, tenemos a su doble para llamar tu atención—Osborn sonrió sin mirarla. Grace negó con la cabeza.

—No, Harry, basta...

—¡Cierra la boca!—gritó, ella lo vio repensar en usar sus sombras—No quiero hacer esto, de verdad que no, Grace... me gustas—Harry tomó su rostro entre sus manos. Ambos miraron hacia arriba, donde estaban las escaleras, cuando oyeron romperse el cristal de la puerta indicando que llegaban los agentes—¡Max, no tenemos mucho tiempo!

—¿Por qué debería confiar en ti?

—Porque te necesito—el tono de ira aún se notaba en su voz.

—¿Me necesitas?—Max pareció pensar.

—¡Eso! Te necesito—los agentes bajaron las escaleras y un policía apartó a Grace de Harry—¡Por favor, te necesito!—continuó gritando cuando los hombres lo alejaron, pero Osborn logró inyectarle un pequeño shock a Max con el mismo dispositivo que había usado para noquear a los hombres de abajo.

—Déjame ir, maldita sea—Grace pisó el pie de un agente y concentró sombras en sus palmas, haciéndolo soltarse debido a la presión ejercida en sus antebrazos. Todavía podía escuchar a Harry gritando pidiendo ayuda a Electro, luego el propio Max gritó, causando que la electricidad explotara sobre todos los hombres en la habitación. Barnes bajó al suelo, formando un escudo a su alrededor y protegiéndose de los rayos.

Los hombres cayeron muertos al suelo y Harry también había caído tras ser liberado brutalmente por los agentes que lo retenían. Max tomó la delantera del dúo, reintegrándose lentamente, haciendo que Osborn sonriera victorioso.

—¿Qué hiciste? —le susurró Grace a Harry quien ni siquiera la había mirado.

Un movimiento en el rabillo del ojo había llamado la atención de la chica, un único médico sobreviviente se había levantado y se disponía a correr, pero Max—que ya había puesto ambos pies en el suelo—levantó una mano hacia el hombre. A Grace no le importaba proteger al doctor, él no era una buena persona y ella no tenía nada que ver con eso. Le guste o no, Max había sido su víctima. Electro lo había trasladado a la prisión donde él mismo estuvo recluido antes.

—¿Quieres ser mi amigo?—le preguntó a Harry cuando Osborn se acercó.

—Pensé que ya éramos amigos—un susto recorrió la mano del chico y la bajó renunciando a tocar el hombro de Max.

—Ya tenía un amigo y no funcionó.

—Sí, yo también—Estuvo de acuerdo con Max. Grace levantó las cejas recordando las cosas que Peter buscaba para saber si era posible darle su sangre a Harry, pero él no lo sabía.

—Entonces vamos por la araña.