12. REVELACIÓN DE CAÍDA LIBRE.

GRACE PUSO CARA DE DISGUTO cuando vio un ratón cerca de su pie, tirándolo un poco hacia un lado al pasar junto a él. El único ruido que había allí, además de los de su caminar, era el del agua que caía y corría por el suelo. Peter la había asustado una vez deslizando lenta y silenciosamente una red hasta su tobillo, haciendo que el hilo blanco se pegara allí. Lo que resultó en una Barnes enojada porque odiaba tener miedo, y un Parker riéndose de su reacción y abrazándola.

El sonido de un teléfono celular distrajo su atención, y Grace sacó el teléfono celular de su chaqueta y miró el nombre que parpadeaba en la pantalla. 

—¿Dónde estás?—fue lo primero que Grace escuchó de su amiga, apenas presionó el botón verde.

—Estoy en la alcantarilla con P... ¡Spider-Man!—se corrigió rápidamente la chica, y Parker la observó.

—¿Conoces a Spider-Man?—Grace incluso podría darse cuenta de que Gwen tenía las cejas arqueadas si la estuviera mirando ahora. Ella parpadeó y suspiró.

—Eh, ¿sí? Gwen, estoy bien, los dos lo estamos. Intentemos rastrear al lagarto y poner fin a todo esto, te daré nueva información en cuanto salgamos de aquí... —Peter comenzó a hacer gestos tratando de comunicarse con Grace. Ella alzó las cejas—¿Qué pasó?—susurró, quitándose el micrófono de la boca.

—Necesito hablar con Gwen.

—¿No hubiera sido más fácil haber dicho eso?—Peter abrió la boca, pero no salió nada—Gwen, quiere hablar contigo.

—¿Qué? ¿Enserio?—Barnes le entregó el celular a Parker y este inmediatamente lo tomó.

—Gwen, necesitamos el antídoto y como trabajas con el Doctor Connors, pensé que podrías ayudarnos—explicó.

—¿Peter?—el chico abrió mucho los ojos y luego se los rascó. Había olvidado el hecho de que se podía reconocer tu voz.

—N-no, sin Peter aquí. Solo Spider-Man y Grace, su amiga. ¿Sabes cómo preparar el suero?—Peter cambió de tema lo más rápido que pudo.

—Sí, practicaba con Connor casi todo el tiempo—la voz de la rubia aún destilaba sospecha.

—Está bien, está bien, está bien... Genial. Escucha, necesito que vayas a Oscorp y accedas al archivo entre especies. Es un suero azul. Expediente 12389—Grace lo miró ansiosamente.

—Está bien. Entiendo. Yo voy. Pero ustedes dos todavía tienen mucho que decirme—Gwen colgó el celular, y Peter se lo sacó de la oreja y se lo entregó a Grace nuevamente.

—¿Qué paso? ¿Se enteró?—preguntó Barnes apenas volvió a guardar el objeto en su bolsillo.

—No... No lo creo... O tal vez sí—Peter parpadeó confundido y moviendo la cabeza.

—Alto ahi Peter. Vámonos. Tenemos que darnos prisa—el asintió y la pareja aceleró el paso.

Después de un tiempo de caminar y observar cada rincón, y sospechar de cada matón que encontraban en el camino—Grace siempre se esforzaba en matar a cada uno que encontraba—, Peter se detuvo cuando vio un lugar diferente, doblando una curva por la que entraron. Parker sigue haciendo todo lo posible para mantener a Grace detrás de él o al menos cerca.

Subió el escalón necesario y comenzó a observar los materiales que allí se encontraban. La chica subió justo detrás y tragó saliva cuando vio los sueros a medio terminar sobre una mesa.

—Dios mío...—Grace pasó sus dedos por los tubos transparentes y las notas en los cuadernos. Peter reprodujo un vídeo tan pronto como lo encontró pausado en la computadora que estaba instalada allí.

—Pasé mi vida intentando crear un mundo sin debilidades. Ningún excluido—sonó la voz del Doctor—Intenté crear un ser humano más fuerte, pero eso no existe. Los seres humanos son criaturas débiles, patéticas y de mente débil. ¿Por qué ser seres humanos cuando podemos ser mucho más?

—En mi caso no tuve mucha opción, amigo. Acabo de nacer—murmuró Grace acercándose a la computadora.

—¡Más fuerte! ¡Más rápido! ¡Más inteligente! Este es mi regalo para ustedes—Peter se agachó, entrecerrando los ojos. Grace lo miró como si le preguntara qué había pasado, pero el chico retrocedió el video y amplió la imagen. Barnes se inclinó para ver mejor.

—Mira... Aquí mismo—colocó su dedo en la pantalla, antes de presionar play nuevamente.

La imagen del Doctor había sido cortada debido al zoom y ahora sólo se escuchaba su voz. Pero Grace prestó atención y entonces vio. Una figura de cabello corto y rubio, seguida de un cuerpo que miró a la cámara y luego se fue rápidamente. Si no hubieran estado prestando atención, no habrían visto quién estaba allí. Aunque Grace ya lo sabía, la chica puso el video en cámara lenta y lo detuvo en el momento en que apareció la mujer.

Caroline. Ella era la que estaba allí. Y no como prisionero, sino como asistente del doctor Connors.

El mundo que la rodeaba parecía cerrarse cada vez más, y esto provocó que le robaran todo el aire que Grace tenía en sus pulmones. Ella parpadeó varias veces mientras retrocedía el video, solo para asegurarse de que realmente era Caroline la que aparecía en el video.

Grace se alejó de la computadora, con los ojos de Peter puestos en ella. Tu corazón saltó en tu pecho cuando el sudor comenzó a correr por tu cara.

—¿Grace?—el chico intentó acercarse, tocando ligeramente su brazo. Pero la chica no podía respirar con facilidad. Ella respiró hondo y miró a su alrededor.—Hey...

Parker se acercó, preocupado. Aunque no sé qué hacer, ni mucho menos decir, para ayudarla. Grace sollozó.

—Respira... Lentamente... Sígueme.

Comenzó a respirar profundamente y cuando la chica lo miró, le pasó la mano por la cara. Grace empezó a poder respirar poco a poco, sus ojos estaban rojos porque quería llorar pero las lágrimas no caían. Pero las imágenes del vídeo volvieron a ella.

—Ella... —la chica volvió a sollozar, mientras una lágrima caía—Confié en ella... —su voz se había apagado.

Peter frunció el ceño con frustración e ira. Ira contra Caroline y Connors.

Parker envolvió sus brazos alrededor de la espalda de Grace cuando las rodillas de la chica cedieron y sus piernas temblaban demasiado para soportar su propio peso. Luego pasó su otro brazo libre alrededor de las piernas de Barnes y la levantó, llevándola a una silla allí.

—No puedo respirar—volvió a abrir los labios, pero no entró aire, lo que provocó que Grace entrara en completa desesperación. El llanto se intensificó.

—¿Recuerdas cuando nos conocimos?—la chica intentó respirar, levantando las cejas confundida.

—¿Qué?—Peter tomó ambas manos de ella y se arrodilló frente a Grace.

—Nos conocimos en el colegio, el primer día—la vio tragar mientras ella lo miraba—Cuando encontraste tu casillero había una pareja besándose frente a él y el mío. ¿Te acuerdas?—ella sintió con la cabeza—No podía abrir mi casillero por culpa de ellos, y cuando lo intenté su peso me aplastó y me dolió mucho. Pero luego llegaste y peleaste con ellos, como si hubieras estado en esa escuela desde que naciste.

Grace se lamió los labios, todavía tratando de entender a qué se refería. Sin siquiera darse cuenta, había detenido la crisis y su respiración volvía a la normalidad.

—Fue la primera vez que me sentí realmente importante en esa escuela. Incluso si no peleaste con ellos por mi culpa. Luego en mi pelea con Flash, donde se rompió mi cámara. Cuando obtuve mis poderes. Luego, cuando mi tío murió... Tú también estabas allí, estuviste allí cuando lo necesité—Peter colocó ambos codos a cada lado de las piernas de Grace, donde había espacio. Juntó las manos de la chica, cubriéndolas con las suyas y dándole un beso allí. Quiero que sepas que yo también estoy aquí para ti. Independientemente de la situación—Siempre estaré aquí.

Grace respiró hondo y sintió que le ardían los ojos. Se inclinó hacia adelante y colocó su frente contra la de Peter. Simplemente se quedaron allí por un tiempo, hasta que todo volvió a la superficie.

—Tenemos que irnos—el asintió y la ayudó a levantarse.

—¿De verdad quieres ir? Podemos pasar por tu apartamento, te dejaré allí e iré con el doctor Connors—Parker la miró.

—Caroline es mi problema, Peter. Quiero estar allí y lo estaré.

Antes de salir de la alcantarilla, Tissila había salido y se había recostado en el hombro de Grace como si la consolara también. Luego aparecieron nuevamente las sombras, creando un disfraz. La chica sonrió, levantando los brazos y observando el leotardo negro de manga larga. Sus piernas estaban cubiertas por una falda corta que llegaba hasta la mitad del muslo.

Peter se había apartado para mirar el uniforme de Grace, podría haber jurado que vio los ojos del chico iluminarse antes de sonreír y levantar el pulgar con las manos. Finalmente, apareció una máscara en la región de sus ojos, cubriendo poco pero lo suficiente.

—¿Qué opinas?—la chica se rió un poco, con los brazos abiertos. Luego movió sus dedos para abrir la tapa de la alcantarilla y Peter se acercó.

—Eres hermosa—la besó, antes de bajarle la máscara y sujetarla por la cintura, lanzando una red hacia arriba, sacándolos del agujero.

Peter dejó a Grace parada en el suelo y evaluó la situación a su alrededor. La chica murmuró una maldición observando todo.

—Llama a Gwen y dile que deje Oscorp. El Lagarto se dirige hacia allí—explicó Parker.

—¿Cómo sabes eso?—preguntó Barnes mientras tecleaba el número de su amiga, y acercaba el celular a su oreja.

—Estaba en el vídeo que estábamos viendo en la computadora—ella no se había dado cuenta, estaba demasiado inmersa en Caroline para darse cuenta.

—¡Hola!—la voz de la rubia sonó desde el otro lado.

—¿Dónde estás?

—En Oscorp.

—Sal de ahí ahora mismo, ¿bien?—Grace levantó la cabeza cuando el sonido de un coche de policía llamó su atención.

—Estoy haciendo el antídoto—explicó Gwen, confundida.

—No, no. Connors va allí, ella va allí ahora. Necesita el dispositivo de dispersión, va a infectar a toda la ciudad—Grace leyó lo que Tissila escribió en el aire, mientras Peter le hacía una señal a la Sombra. Aunque Barnes no sabía cómo la chica podía entender los gestos confusos de Parker, sabía que los dos formaban una buena pareja.

—Pero aún quedan ocho minutos—Grace perdió la sonrisa que tenía cuando vio a Peter y Tissila aplaudir en celebración.

—¡¿Todavía vas a esperar ocho minutos después de lo que dije?!— levantó la voz—¡La gente va a morir! ¡Sal de ahí ahora! Es una orden, ¿bien?—Barnes sintió su corazón latir contra su pecho.

—Voy a sacar a todos de aquí.

—Escuchaste... —la frase de Grace fue interrumpida por el sonido de la llamada terminando de la rubia—¿Gwen? ¿Gwen? Oh, qué chica más testaruda. No lo puedo creer...—Barnes resopló en su celular cuando solo recibió silencio a cambio, Peter la miró esperando una respuesta—Va a sacar a todos de Oscorp, y quiere esperar a que esté listo el antídoto.

—¡¿Qué tienen ustedes chicas que les encanta ponerse en peligro, eh?!—gritó Parker cuando Grace concentró sombras en sus manos y comenzó a volar, llamando la atención de los grupos de personas cercanas.

Grace respiró hondo mientras intentaba prometerse a sí misma que Gwen estaría bien y que no perdería a nadie más.

Peter soltó telarañas sobre los edificios, saltando de un lado a otro. En algún momento Tissila salió y saludó a Grace quien le sonrió a la Sombra. La iluminación detrás del trío llamó la atención de Barnes.

—¡Ríndete o dispararemos!—la chica tragó, mirando los helicópteros detrás de ellos—¡Estás rodeado, no hay forma de escapar!

—¡PETER!—gritó Grace por encima del ruido.

—¡SÍ, YA ME DI CUENTA!—la chica miró hacia abajo viendo a los soldados empuñando armas en mano.

Barnes ladeó la cabeza y juntó las cejas. Cuando se dio cuenta ya habían empezado a disparar. La chica de repente dejó de volar rápido, haciéndola quedar más detrás de Peter. Las municiones de choque comenzaron a golpear la pared cuando Grace y Peter las esquivaron.

Sus entrañas se contrajeron y un escalofrío recorrió su espalda, el viento de la noche se volvió demasiado familiar pero también desconocido. Grace comenzó a volar detrás de Parker más rápido, pero el mal presentimiento aún la perseguía así que un helicóptero entró frente a Peter. Habían tomado la calle equivocada y terminaron en problemas. Barnes movió sus manos más rápido que nunca antes, las sombras sostenían la munición paralizante que estaba destinada a golpear el abdomen de Peter.

Pero entonces, algo chocó contra su costado. Una energía que recorría su cuerpo era demasiado fuerte, provocando que Grace desestabilizara su vuelo y las sombras perdieran su fuerza, simplemente evaporándose. Barnes dejó escapar un suspiro por los labios y luego su cuerpo comenzó a caer. Su visión estaba borrosa y la luz del faro del helicóptero sobre la chica no ayudó mucho.

Su cuerpo parecía arder de adentro hacia afuera, como si no fuera un shock normal el despertar.

Tal vez Peter había gritado su nombre, no sabía si era una alucinación en su cabeza por el susto que la había golpeado o si realmente había sucedido. Pero vio las lentes reflectantes del uniforme de Peter caer hacia ella mientras la red se extendía hacia ella. Grace recordó las palabras del chico de antes y por un momento su interior se sintió en paz y bien.

❝Quiero que sepas que yo también estoy aquí para ti. Independientemente de la situación, siempre estaré aquí. ❞

Peter estaba allí, pero Grace estaba en caída libre. Con kilómetros que recorre tu cuerpo, apuntando hacia el cielo nocturno. El viento le parecía familiar, como todos los demás que Barnes siempre sintió y ahora las sensaciones parecían tener sentido para él.

La chica se permitió respirar profundamente, observar las estrellas y oler la noche. Siempre estuvo encantada por el perfume que la noche le ofrecía, muchas personas no lo entendían, pero Grace se sentía libre y en paz cuando miraba el cielo nocturno y respiraba el aire puro de la noche, con Peter allí frente a ella parecía para completar aún más su vida en casa.

El helicóptero aún los iluminaba y la red de Peter parecía demasiado cerca de Grace, pero al mismo tiempo lejana. Cerró los ojos y el último recuerdo que le vino a la mente fue el de Agnes. Porque de repente, el mundo que lo rodeaba parecía tranquilo y la última frase de su madre parecía susurrarle al oído.