
Ciro Immobile
What a shame by Leyla Blue
-Felicidades por tu triunfo, Ciro- felicito al italiano.
-Gracias, milady- se acerca a besarme lo cual yo lo acepto y el llamarme milady me lleva directamente a la vez que nos conocimos.
Dortmund, año 2014, año donde pasó la Copa Mundial de Brazil, justamente después de aquella copa, el italiano fichó con el Borussia Dortmund dónde yo apenas iniciaba mi carrera de reportera para el club, nos conocimos en su primer día donde ofreció una rueda de prensa a la cual asistí.
-Otras preguntas?- él cuestiona y yo levanto la mano y cuando me mira se le escapa una sonrisa pícara -Si? Diga.
-Soy Gwen Kramer, reportera oficial del Borussia Dortmund. Mi pregunta es: Cuáles son tus pasos a seguir en cuanto a adaptarse a una liga tan competitiva como lo es la Bundesliga? Un consejo para los futuros fichajes que se realizarían?- bueno, siempre me encanta dividir mis preguntas en dos partes.
-Bueno- el italiano me mira de pies a cabeza -Pues supongo que jamás es fácil adaptarse a otras ligas, en especial la Bundesliga, lo cual lo hace un reto, y a mi me encanta conllevar retos durante mi vida para así estar obligado a dar siempre lo mejor de mi- responde con profesionalidad y yo termino de grabar su respuesta.
Durante la conferencia de prensa, Immobile no dejaba de echarme miraditas disimuladamente, pero yo lo ignoraba pues estaba más atenta a retomar lo que la conferencia dejaba para escribir el artículo.
Esto al fin se acaba y yo me dispongo a ir a mi oficina a trabajar en este artículo.
Los días pasaban y durante una sesión de entrenamiento, Immobile decidió hacer una pequeña visita.
-Hey...- saluda con tono coqueto.
-Sr. Immobile, hay algo en que pueda ayudarlo?- empezaba a notar que este tipo no era de fiar.
-Si, yo, quería saber si le gustaría salir conmigo a una cita?- pregunta y yo no despego mi vista de mi ordenador.
-Lo siento, sr. Immobile, pero me temo que el club tiene prohibido relaciones amorosas entre los empleados y futbolistas- para nada estaba interesada en él y menos por la actitud que demostraba tener.
-No precisamente se tienen que enterar- se acerca a mi escrito.
-Disculpe, sr. Immobile, pero tendré que pedir que salga de mi oficina si es que no tiene una duda relacionada a mi trabajo- creo que fui algo ruda con él, pero es que no entiende.
El estaba a punto de salir, pero en eso se detiene -Gwen- algo en su voz hace que se oiga sincera provocando que lo voltee a ver -Podemos ser amigos? Me interesa tener algo contigo, al menos como amigos.
-De acuerdo- al final acepté pues no me vendría mal un amigo.
-Muy bien, milady- sonríe de lado.
-Huh? Por qué "milady"? No soy tu chica- dejo en claro.
-Bueno, viendo tu oficina, me di cuenta que te gusta leer cultura medieval, así que de ahora en adelante serás "mi-lady" y lo digo en serio- me guiña el ojo y yo solo ruedo los ojos.
Aquello fue el comienzo de nuestra amistad cercana, se podía decir que se convirtió en un amigo muy cercano, pues incluso cuando estaba a punto de perder mi apartamento, Ciro se ofreció a darme alojo, me negué rotundas veces, pero el italiano insistió. Pero todo cambio cuando se fue a España, él me invitó a ir con él, le dije que no gracias, pero con lo testarudo que es, me obligó pues no quiere perderme de vista por si algo me pasa.
Una vez que ambos estábamos en Sevilla, Ciro se volvió mujeriego pues lo volví a rechazar de ser su novia, él no estaba listo a tener una relación formal como yo quería, sabía que lo que él quería era solo para pasar el tiempo. Así que empezó a llevar zorras a la casa, al principio no me di cuenta, pero empecé a notar ropa interior mientras hacía la lavandería.
Discutimos acerca de eso -Joder, Ciro. Con el puto dinero que tienes al menos renta un cuarto de hotel y ahí llevas a tus zorras!- espeté.
-Pensé que no te darías cuenta- baja la mirada.
-Mierda! Cómo no me voy a dar cuenta, tonto!! Vivimos juntos, te conozco al pie de la letra. Además, se cuando ocultas algo- ruedo los ojos decepcionada.
-Si quieres puedes tener hombres aquí- ofrece de manera celosa.
-A mi no me interesa eso- respondo confundida y sorprendida por su respuesta.
-Ya, perdón, milady...
-Estoy cansada de esto!!- digo desesperada, Ciro abre los ojos -Siempre es la misma contigo!! Por eso no estoy contigo, eres un inmaduro y si te lo propusieras, ya estuviéramos juntos!! No te puedo esperar toda la puta vida por ti!! Joder! Me gustas!!! Pero tu comportamiento nos impide estar juntos!!- grito mis sentimientos y poco a poco las lagrimas empiezan a salir.
-Milady...
-No! Ni lo intentes- empujo su brazo el cual tenía intenciones de abrazarme.
-Gwen!!- intenta llamar mi atención ya que estaba a punto de salir de la casa -Gwen!! Mierda, Gwen!!- logra alcanzarme y yo evito su mirada a toda costa pues logró atraparme en sus brazos -Así que, me quieres?- pregunta coqueto y yo bufo de decepción intentando escapar -Espera! Pido perdón. Escucha, sabia que tú serías un sueño posible, todos me dijeron lo mismo, que tenías sentimientos por mi, pero que no saldrás conmigo por lo mujeriego que soy. Esperaste a que cambiara, sin embargo aun estaba cegado por los celos que provocabas cuando no eras mía. Intenté olvidarte, pero me acabo de dar cuenta que no puedo vivir sin ti. Te amo. Eres milady, la única chica que amaré el resto de mi vida- sin que yo notara, sus manos ya cubrían mis mejillas y nuestra distancia se había acortado.
-Crees que con eso estás perdonado?- cuestiono aun con el remordimiento.
-Así es. Y sabes? Sé que me perdonarás porque tú deseas esto al igual que yo- poco a poco sus labios se acercan a los míos.
-No! Ciro! Detente...- pido nerviosa ante su acción, pero era demasiado tarde, me estaba besando.
En principio, me negué a darle lo que quería, pero no me resistí y le seguí el beso. Diablos! Quería esto desde hace años y al fin lo tenían.
-Te prometo que seré mejor hombre solo por ti, milady- promete.
-Aún así me burlaré de la vez que eras mujeriego- condiciono y él ríe.
Y ahora aquí estamos, celebrando su victoria en la Euro 2020 contra Inglaterra, se le veía de lo más feliz del mundo y yo no podía estar más orgullosa de mi italiano.
-Qué? El campeón no merece que lo consientan?- alza la ceja picara.
-Ay Ciro, jamás cambias, cierto?- ruedo los ojos mientras río.
-Puede que no. Pero mis coqueteos y atributos solo le pertenecen a milady- me guiña el ojo a y me toma de la cintura para besarme apasionadamente dando comienzo a una fantástica noche.
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