El día había sido largo, agotador y, sobre todo, bastante intenso debido a un par de intercambios de palabras entre los mayores y JungWon, quien continuaba con un carácter abrumador en ciertos momentos. Esto había hecho que se atrasaran un poco en las prácticas. El camino de regreso al departamento había sido silencioso; estaban lo suficientemente cansados como para no tener energía para hablar. Aun así, Niki sentía la mirada de los mayores instándolo a que hablara con JungWon, algo que había estado evitando ante el repentino carácter sensible del mayor.

En cuanto entraron al departamento, algunos se fueron hacia sus habitaciones, otros a la cocina, y Niki tomó la mano de JungWon para ir a su habitación y poder hablar. El omega estaba un poco ansioso e incómodo ante la charla que sabía que tendría con Niki; era consciente de que no se había comportado de la mejor manera y que parecía un niño pequeño, pero había algo en su pecho que no le permitía pensar con claridad, como si todo lo que quería decir se estuviese acumulando en su interior.

Niki entró a la habitación y le indicó la cama al mayor, haciendo que el omega tomara aire y se sentara allí, evitando la mirada del menor.

— Wonnie, sé que no quieres hablar de esto, pero debemos hacerlo —habló en un tono suave el alfa, intentando buscar la mirada del mayor— Por favor, mírame.

— Lo sé... —soltó aire, mirando al menor mientras apretaba sus manos—. Sé que actué mal y sin pensar; soy consciente de mi actitud infantil con HeeSeung hyung y que los metí en problemas solo porque me sentía molesto y quería estar cerca de ti.

— No hablo de eso, Wonnie, sé que lo sabes —tomó aire suavemente—. Quiero saber por qué de pronto tienes todas estas actitudes; peleas y discutes con los demás para luego buscar la razón en mí, aunque sabes que sueles estar equivocado. —Se acercó al mayor, llevando su mano al rostro de este.

— Sé que parezco un niño pequeño y que no actuaba así ni siquiera de adolescente, pero no puedo explicar lo que siento; es como... —apretó sus labios levemente—. Es como si de pronto sintiera todo con demasiada fuerza y se quedara atorado en mi pecho, y de pronto todo me molesta. Hago cosas sin pensar y... y te extraño más que antes.

La voz de JungWon se apagó un poco ante lo último; sentía mucho dolor por la ausencia de Niki y no sabía cómo ponerlo en palabras claramente. Niki alejó su mano del rostro del omega, sentándose junto a este en la cama y abrazándolo sobre los hombros mientras intentaba encontrar las palabras adecuadas para que el mayor no se sintiera incomprendido en esta situación.

— Estoy aquí para ti, Wonnie; siempre lo estaré, pero tengo responsabilidades que cumplir y no puedo estar todo el tiempo aquí contigo —acarició el brazo del omega—. Sé que no es suficiente que te lo diga y que necesitas más de mi presencia, pero hago lo mejor que puedo para estarlo.

— Es que... yo sé eso, Niki; sé que lo intentas y que no quieres que me sienta solo, pero no puedo evitarlo —hizo un leve puchero, volteándose para mirar al menor—. Me siento igual que cuando no podía entender lo que sentía por ti; estoy ignorando cosas importantes y... y es frustrante, porque sé que los demás solo quieren ayudarme.

El omega apoyó su cabeza en el hombro del alfa, cerrando los ojos ante el suave toque que este le proporcionaba. JungWon intentaba mantener su mente en orden y sus sentimientos también, pero como si fueran hojas en otoño, todo se iba con una suave brisa. Niki no quería que el mayor se sintiera así; sabía lo frustrante que era para JungWon no entender lo que sentía y actuar de forma irracional, pero sentía que todo se estaba escapando de sus manos.

JungWon se sentía frustrado cada vez que Niki tenía que irse o si le prestaba un poco de atención extra a los otros dos omegas de su grupo. No entendía la razón de eso. JungWon sabía que Niki no lo cambiaría; estaba consciente de que el menor lo quería y que no haría nada para lastimarlo, pero en esos momentos en que creía tener todo en orden, todo volvía a desordenarse. Se sentía cansado, abrumado y, a veces, la presencia de los demás lo ponía de mal humor sin razón.

Nishimura había intentado hablar con los demás acerca de JungWon, pero nadie sabía qué le podía estar pasando. Como si fuera una tragicomedia, los dos alfas mayores —Jay y SungHoon— también tenían problemas con los otros dos omegas —Jake y SuNoo—. El único que parecía tener los pies en la tierra y, aún así, estar perdido era HeeSeung, quien parecía estar agobiado por estar rodeado de problemas que no podía resolver.

— Daremos pasos pequeños —soltó Niki luego de un largo silencio—. Comencemos con que debes tomar un baño para quitarte mi aroma, ¿sí? —sonrió gentilmente hacia el omega, quien asintió.

— Está bien —suspiró—. Daremos pasos pequeños, tomaré un baño. —sonrió apretando sus labios, mirando al alfa.

— Luego daremos otro pequeño paso, y así todos los días. Lo haremos juntos —se movió un poco para poder mirar mejor al omega.

— De acuerdo, me gusta... me gusta ese plan —rió suavemente, haciendo que Niki sonriera.

— Muy bien, lo bueno es que mañana tenemos el día libre y podremos comenzar lentamente —se alejó del mayor—. Mientras tomas un baño, veré qué sucede con SungHoon hyung, que parece molesto, ¿sí?

— Creo... saber por qué está molesto —entrecerró sus ojos—. Intenta acercarse a SuNoo, pero Ddeonu lo ignora o se acerca a HeeSeung hyung.

— Yo creo que el problema es que quiere la atención del omega equivocado. Supongo que tú sabes esas cosas; ustedes tres hablan de todo —rió levemente, haciendo que JungWon sonriera y asintiera.

— En realidad... hay un plan malévolo entre Jake y SuNoo hacia SungHoon hyung y Jay hyung —rió suavemente—. Pero no les digas que yo te lo dije.

— Nunca te expondría a eso —rió levemente.

— Ambos quieren ignorar a los alfas porque quieren asegurarse de que-

La puerta de la habitación se abrió, haciendo que ambos miraran hacia allí y notaran a HeeSeung completamente mojado y con un gesto serio, buscando la mirada de Niki.

— Jay y SungHoon pelean en la cocina —anunció, para luego voltearse y alejarse.

— Bueno... tengo que ver eso —sonrió Niki hacia JungWon—. Toma un baño y relájate, ¿sí?

Niki se levantó de la cama mientras veía a JungWon asentir con la cabeza. Yang observó al alfa alejarse, soltando un poco de aire mientras oía algunas quejas provenientes de la cocina.