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❛ Cuando las damas
discrepan ❜

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LONDRES, MANSIÓN BASSET
13 DE DICIEMBRE DE 1814
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Queridos lectores,

Oh, tengo una historia increíblemente fascinante para compartir con todos ustedes hoy. Una historia que involucra un lago congelado, una valerosa dama y un caballero misterioso. ¡La intriga está servida!

El escenario de este inusual incidente fue nada menos que el Serpentine en Londres, un lugar conocido por su belleza, pero que en ocasiones puede resultar traicionero. Mientras muchos disfrutaban de la tranquila postal invernal, la tragedia estaba a punto de desatarse.

Un inocente niño jugaba despreocupadamente cerca de la orilla del lago congelado cuando el hielo cedió bajo sus pequeños pies. ¡Horror! Las frías aguas amenazaban con engullir al pequeño, enviando ondas de pánico a quienes presenciaron el incidente.

Pero antes de que el miedo pudiera apoderarse de todos los presentes, una valiente dama se abalanzó al rescate sin pensarlo dos veces. El aplauso debe resonar para esta noble persona cuya audacia le permitió llegar al niño a tiempo y sacarlo del agua helada. Su identidad sigue siendo un enigma, aunque se rumorea que su belleza rivaliza con la de las estrellas en el firmamento. Sin embargo, lo que hace que esta historia sea aún más intrigante es el caballero misterioso que también saltó al lago congelado para ayudar en el rescate del pequeño.

Queridos lectores, ¿quién es esta misteriosa dama dispuesta a arriesgarlo todo por un niño en apuros? ¿Qué insospechadas conexiones pueden haber entre estos dos héroes desconocidos? Los suspiros de expectación llenan el aire mientras esperamos ansiosos nuevos detalles sobre su identidad.

Está claro que el amor altruista y la valentía desinteresada están vivos y prosperan en las calles de nuestra amada ciudad. Aquí, en un rincón de Londres, el coraje y la compasión nos enseñan una vez más que la bondad humana supera cualquier adversidad.

Como siempre, les prometo mantenerlos informados sobre los desarrollos más emocionantes de esta historia. Mantengan sus oídos y ojos bien abiertos, queridos lectores, porque el misterio y el romance están a punto de envolvernos en su encanto.

CRÓNICAS DE SOCIEDAD DE LADY WHISTLEDOWN
15 DE DICIEMBRE DE 1814

ELIANA LUCHABA por controlar los escalofríos que recorrían su cuerpo mientras el trineo se alejaba lentamente de Hyde Park. Las secuelas del arriesgado rescate en el que se había involucrado la hacían sentir mareada y débil. El terror, como una garra implacable, había apretado su garganta durante todo el tiempo que estuvo en el lago congelado. Sin embargo, se obligó a seguir adelante, una rodilla tras otra, venciendo sus propios miedos. No podía permitirse que ese niño sufriera el mismo destino que ella estuvo a punto de enfrentar años atrás. Aunque el solo hecho de darse cuenta de que era ella quien debía adentrarse en las aguas congeladas del Serpentine casi la paralizó del terror.

Cada paso que daba hacia el niño era un recordatorio vivo de aquel fatídico día en el que ella misma casi perece. La memoria del agua helada engulléndola, arrastrándola hacia lo desconocido, seguía fresca en su mente. Pero, a pesar de los recuerdos aterradores que se ciñeron a ella, la fuerza de su determinación superó cualquier rastro de miedo. Respira, se había dicho a sí misma. No pienses en el agua que te espera abajo. Mientras avanzaba, cada pequeño avance llevaba consigo un torrente de emociones encontradas: el temor de revivir aquellos momentos de angustia, la valentía de enfrentar sus propios demonios internos y la gratitud de poder ser la salvación de alguien más. Al final, alcanzó al niño, agarrando su pequeño cuerpo congelado con el último hilo de energía que le quedaba. El alivio inundó tanto su corazón como sus lágrimas mientras salía arrastrándose del lago helado, habiendo superado el miedo que amenazaba con dominarla.

Lo único que había hecho soportable la situación era la presencia sólida y firme del Príncipe Friedrich. Él se había quitado la bufanda y el abrigo sin pensarlo dos veces. Si el hielo se hubiera roto bajo de ella, tenía la certeza de que él se habría lanzado inmediatamente a salvarla. Ese conocimiento la había ayudado a avanzar con sus manos enguantadas resbalando en el hielo y con el aire quemándole la garganta, hasta que por fin se había acercado lo suficiente como para lanzar la capa de Hetty al muchacho. Pero en el momento en que Friedrich la había puesto a salvo, no pudo dejar de imaginarse atrapada bajo el hielo, sin aire y con el agua oscura tirando de ella hacia las profundidades, y con aquellos pensamientos fatídicos, también vino la claridad... Eliana aprendió en ese momento que, a veces, es necesario enfrentar nuestros mayores temores para salvar a otros. Su valor y sacrificio no solo rescataron a ese niño, sino que también liberaron parte de la carga que ella había llevado consigo durante tanto tiempo.

━━Gire aquí ━━le indicó Hetty al príncipe.

Eliana se estremeció. La ordalía había terminado, y era una tontería enredarse en un nudo inútil de miedo. Se obligó a inhalar profundamente, luego a exhalar y a prestar atención a su entorno. ━━Es la casa que está más adelante, a la derecha ━━explicó a Friedrich━━. Esa, con el árbol en la ventana ━━La visión la hizo sentirse un poco mejor.

Con una maniobra suave pero enérgica, él detuvo el trineo y ágilmente saltó para ayudar a Eliana a descender. Ella sintió el impulso de aferrarse a su fuerza y protección, pero en lugar de eso, decidió tomar las riendas de la situación. Sin dudarlo, giró sobre sus talones y ascendió rápidamente por el camino, luchando por mantener el equilibrio sobre la resbaladiza nieve. Finalmente, llegó a la imponente puerta principal, donde alzó con determinación la aldaba esculpida con forma de la cabeza de un león y se dispuso a esperar. El suspenso duró apenas un instante, ya que bastó con un golpe para que el mayordomo abriera la puerta.

━━Lo siento, Lewis ━━expresó━━, pero se trata de una emergencia. Hemos salvado a un niño de ahogarse en el Serpentine y está medio muerto de frío.

Lewis, un anciano caballero con un flequillo de pelo blanco impoluto, parpadeó un momento y luego asintió. ━━Por supuesto, señorita Eliana ━━le dijo━━. Pase. Lleve al niño al salón delantero. Avisaré a Lord y Lady Basset de su llegada, y enviaré un mozo de cuadra para el trineo inmediatamente.

━━Gracias ━━musitó, entrando en la casa. El reconfortante olor a canela y a hoja perenne llenó el aire.

El príncipe la siguió llevando a un Theo inconsciente con Madame Pare a su lado. Hetty iba en la retaguardia, deteniéndose un momento para hablar con el mayordomo. ━━Por aquí ━━Eliana los condujo a la primera puerta de la izquierda y la mantuvo abierta mientras el Príncipe Friedrich la atravesaba.

━━¿Respira? ━━Madame Pare se acercó al codo del príncipe, con la mirada clavada en su joven pupilo━━. ¡Oh, cómo lamento este día!

Eliana los acompañó al salón y cerró la puerta tras ellos, sintiendo un suspiro de alivio al encontrar que el calor del fuego llenaba la habitación. A través de la ventana, los rayos dorados del sol de la tarde iluminaban delicadamente el árbol de Navidad, decorado con cuentas brillantes, hebras de oropel plateado y almendras envueltas en papel de oro. Las velas cremosas en soportes de lata pulida esperaban ser encendidas, prometiendo una atmósfera acogedora. Con cuidado, el príncipe se arrodilló frente al fuego y depositó suavemente a Theo en la cálida alfombra. Eliana rápidamente tomó una almohada del sofá cercano y la colocó bajo la cabeza del niño, asegurándose de que estuviera cómodo. Deslizó suavemente su mano por su frente empapada de sudor frío, notando la terrible sensación de frío que emanaba de él.

La preocupación se apoderó de Eliana mientras pensaba en las dificultades que habían enfrentado para llegar a salvo hasta allí.  Pero ahora, en aquel salón resguardado, había un atisbo de esperanza. Eliana se mantuvo a su lado, observando cómo el fuego danzaba y lanzaba destellos de luz a través de la habitación. Los crujidos reconfortantes y el calor reconfortante le brindaban un respiro necesario después de la angustia vivida. Se prometió a sí misma que haría todo lo posible para calmar el sufrimiento de Theo y ayudarlo a recuperarse.

━━¿Theo? ━━Madame Pare se quitó los guantes y tomó las manos de su pupilo, frotándolas enérgicamente entre las suyas━━. Despierta, mi querido niño.

Eliana miró el árbol que se veía como una mancha brillante detrás de las súbitas lágrimas de sus ojos y elevó una oración silenciosa a todos los ángeles. Por favor, que el niño viva. A su lado, Friedrich se percató de su mirada con una expresión tensa. La oscuridad artificial de su pelo hacía que su piel pareciera pálida.

━━Apenas respira ━━dijo él en voz baja.

No tenía ni idea de qué hacer. Con cierto esfuerzo, ella se incorporó y sintió cómo todo a su alrededor comenzaba a dar vueltas. Friedrich, rápido como un relámpago, se puso en pie de un salto y rodeó sus hombros con uno de sus brazos para brindarle estabilidad. Eliana se inclinó hacia él por un instante, agradecida por el apoyo inesperado. Justo en ese preciso momento, su hermana decidió hacer acto de presencia en la habitación. Sus ojos se fijaron primero en Eliana y luego en el príncipe, abriéndose de par en par en señal de sorpresa. Eliana dio un paso hacia atrás, intentando poner distancia entre ella y Friedrich, pero lamentablemente era demasiado tarde. Afortunadamente, Daphne optó por no mencionar nada acerca de aquel abrazo algo impropio.

━━¿Cómo se encuentra el niño? ━━preguntó ella, con un cambio de tono en su voz━━. He solicitado que llamen a nuestro médico de confianza y a sus padres, gracias a que Hetty encontró la dirección de Madame Pare.

━━No está bien ━━respondió Friedrich━━. Agradezco su hospitalidad, Lady Basset. Sé que todo ha sido un tanto abrupto.

Ella agitó una mano. ━━Estamos felices de ser de ayuda, su alteza. Por favor, cuéntenme qué pasó.

Mientras Friedrich relataba a su hermana el emocionante rescate de Theo, Eliana se acercó al elegante aparador de bebidas ubicado en la esquina de la habitación. Con un leve temblor en las manos, pero con decisión, vertió cuidadosamente una porción de brandy y lo llevó hacia Madame Pare. ━━Ven, cariño ━━dijo la institutriz, levantando la cabeza de Theo y convenciéndolo de que tomara un sorbo.

Un poco del líquido goteó por la comisura de su boca. Eliana contuvo la respiración, esperando. El chico tragó y luego tosió, abriendo los ojos de golpe. Miró sin comprender el salón y luego su mirada se fijó en el resplandeciente árbol. ━━¿He muerto? ━━preguntó con voz débil━━ ¿Esto es el cielo?

━━No, querido, estás vivo y en el salón del Duque de Hastings ━━dijo Madame Pare, acercándolo hacía sí.

Las lágrimas picaron las esquinas de los ojos de Eliana. Gracias al cielo. Los ángeles habían escuchado sus plegarias. El doctor llegó con paso ligero, seguido por Hetty y el Duque de Hastings. Tras un breve alboroto mientras sus anfitriones se hacían cargo, Eliana se encontró reposando en un sillón junto al árbol con una manta de cachemira sobre las piernas. El Príncipe Friedrich estaba sentado frente a ella, con las mangas y el chaleco moteados por la humedad. Se dio cuenta de que habían dejado su gabán y su bufanda al borde del Serpentine. Hetty se unió a Madame Pare en el sofá, dándole consuelo mientras el doctor se arrodillaba ante Theo, haciendo su diagnóstico. El Duque y la Duquesa permanecieron juntos y Eliana notó que la mirada de su hermana se posaba pensativa sobre el príncipe.

━━El niño se pondrá bien ━━sentenció finalmente el doctor━━. Necesita descansar y mantenerse caliente, pero ya tiene mejor color. Creo que se recuperará completamente.

Su institutriz soltó un grito de alivio y Eliana se dejó caer en su silla.

Friedrich le dedicó una leve sonrisa. ━━Bien hecho, Eliana.

━━Todos hicimos nuestra parte ━━musitó ella.

━━Tú fuiste la que más se arriesgó ━━afirmó con seriedad━━. Te admiro mucho por tu rapidez y valentía.

Nerviosa, giró la cabeza para mirar el árbol de Navidad. Ahora que había recuperado la cordura, no quería la admiración de Friedrich. Y, sobre todo, no quería la calidez que sus palabras le hacían sentir. ━━Príncipe Friedrich ━━exclamó Daphne, acercándose a Eliana━━. Perdone mi curiosidad, pero ¿por qué tiene el pelo teñido de negro?

Su boca se torció. ━━Un pobre intento de disfraz, me temo.

Daphne parpadeó. ━━¿Para salir con mi hermana?

━━Oh, cielos ━━Eliana agarró la falda de su hermana y le dio un tirón de advertencia━━. El Príncipe Friedrich no me está cortejando, así que destierra esa idea de tu mente.

Las cejas de Daphne se alzaron.

━━Aunque así fuera ━━confesó el príncipe━━, me temo que la señorita Eliana no me aceptaría.

━━Eso es correcto ━━increpó Eliana. Por alguna razón, se le hizo un nudo en la garganta━━. Tengo excelentes razones para ello y para insistir en que no vuelva a buscarme.

Los ojos de Friedrich se oscurecieron y asintió brevemente.

━━Pero... ━━Daphne farfullo.

━━¿Ofrecemos a nuestros invitados un poco de vino caliente? ━━interrumpió Simon.

━━Por supuesto ━━Daphne lanzó a Eliana una mirada que prometía que hablarían más del tema━━. El vino caliente es justo lo que necesitamos, y he hecho que las cocinas preparen un poco de inmediato. De hecho, creo que el lacayo lo está trayendo ahora.

El aire del salón se llenó con el aroma del clavo y la canela cuando el hombre trajo una bandeja con copas de vino. Todos tomaron una, incluso el doctor, y Madame Pare compartió la suya con Theo, con un brazo alrededor de sus hombros. El Príncipe Friedrich miró su copa con expresión ensimismada.

━━No tema, su alteza ━━dijo Eliana en voz baja━━. Esta es una mejor versión de la bebida que probó antes.

A pesar de su intento de no ser escuchada, su hermana respondió. ━━Sí, es una antigua receta familiar. Nosotros sólo utilizamos el mejor vino y el mejor brandy, se lo aseguro.

Eliana rodeó la copa con las manos y bebió un sorbo. El sabor de las especias le calentó la boca, luego se extendió y dejó escapar un suspiro. Menuda tarde había pasado. Lo único que deseaba era volver a casa y meterse bajo las sábanas. Con una expresión de duda, el Príncipe Friedrich levantó su copa y bebió un trago. Eliana lo observó atentamente. Le había prometido que no sería terrible, después de todo.

━━¿Qué le parece? ━━preguntó el duque━━. Confieso que yo mismo no soy un fanático de la bebida, pero la receta de la familia Bridgerton es algo apetecible.

━━¿Algo? ━━Daphne dio un codazo a su marido━━. Me decías que la encontrabas deliciosa.

━━Es el vino caliente más delicioso que he probado nunca ━━acotó el duque━━. Aunque no estuviéramos casados, me tomaría una taza.

Daphne se rió, e incluso el príncipe parecía divertido.

━━No es desagradable ━━mencionó Friedrich, tomando otro trago.

━━A mí me gusta mucho ━━se oyó decir inesperadamente a Theo, y todos le sonrieron.

━━El muchacho tiene futuro como diplomático ━━opinó Simon.

Casi al borde del agotamiento, Eliana dejó a un lado su copa vacía. Friedrich la miró y se levantó. ━━Creo que debo llevar a la señorita Eliana y a su acompañante a casa ━━declaró━━. Lord Basset, ¿podría pedirle prestado un abrigo? El mío parece haberse extraviado.

━━Por supuesto ━━dijo el duque━━. Encontraremos algo que sirva.

━━Yo también debería irme ━━dijo el doctor━━. Visitaré al señorito Theo mañana. En Plumley House, ¿es correcto?

━━Sí ━━afirmó Madame Pare━━. Estoy segura de que sus padres vendrán pronto a recogernos. Muchas gracias.

━━Buenos tardes a todos ━━El doctor se inclinó ante las damas.

Lord Basset, acompañado por el Príncipe Friedrich, acompañó al doctor fuera del salón. Theo, ahora envuelto en una acogedora manta, fue a admirar el árbol, mientras Madame Pare y Hetty conversaban tranquilamente en el sofá.

━━Así que, hermana mía ━━dijo Daphne, ocupando la silla que Friedrich había abandonado━━, ¿qué pasa entre el príncipe Friedrich de Prusia y tú?

━━Nada ━━Eliana pasó los dedos de un lado a otro sobre el suave borde de su túnica de regazo.

━━No parece que no sea nada. Te mira como un hombre enamorado.

━━¡Esa es una idea ridícula! ━━Eliana sacudió la cabeza bruscamente━━. El Príncipe de Hielo no es capaz de tales sentimientos. ¿Recuerdas lo que le hizo a Peony?

Los ojos de Daphne se entrecerraron. ━━Sé que él parece haber cometido un error, pero yo pensaba lo mismo de Simon cuando empezamos. Debes darle al príncipe la oportunidad de explicarse.

━━No hay nada que explicar.

━━Eliana, nunca te he visto así. ¿Estás segura de que conoces tu propio corazón?

━━Disculpen la interrupción ━━dijo el mayordomo desde la puerta━━. El Príncipe Friedrich desea informar a la señorita Eliana y a la señora Hetty de que las espera a su disposición.

━━No podemos dejarle esperando en el frío ━━Eliana apartó la manta de su falda y se puso en pie, contenta de poner fin al interrogatorio de su hermana.

━━Esta conversación no ha terminado ━━refutó Daphne.

Eliana ignoró la nota de advertencia en la voz de su hermana. Por lo que a ella respecta, no había nada más que discutir. ━━¡Muchas gracias, señorita Bridgerton! ━━Madame Pare se levantó y le hizo una reverencia baja con lágrimas aún brillando en sus ojos━━. Usted salvó a Theo, y estoy segura de que sus padres la visitarán para expresarle su extrema gratitud. Desde luego, tiene la mía por siempre.

━━Me alegro de que estuviera allí para rescatarme ━━dijo Theo, corriendo a abrazar a Eliana por la cintura.

Ella le dio un apretón al niño a cambio. ━━Yo también, pero fue un esfuerzo de grupo. El Príncipe Friedrich merece el mismo agradecimiento por ponernos a salvo.

━━¿Es realmente un príncipe? ━━Theo parpadeó hacia ella━━. ¿Dónde está su corona?

━━Tendrás que preguntárselo tú mismo la próxima vez que lo veas. Pero por ahora, debemos irnos.

━━Les visitaré pronto en casa ━━añadió Daphne, acompañándoles a la puerta principal.

━━Estoy segura de que todos estarán encantados de verlos ━━dijo Eliana.

Su hermana le dirigió una mirada ligeramente exasperada mientras Hetty iba a recuperar su capa del mayordomo. ━━Debes perdonar a tu príncipe ━━murmuró Daphne━━. Sea lo que sea que haya hecho, debes descubrir si había una buena razón para ello.

━━Él no es mi príncipe.

━━Y Simon tampoco era mi duque, pero le perdoné sus desatinos. No dejes que esto se interponga en tu felicidad, hermanita.

━━No puede haber felicidad construida con mentiras ━━Eliana se volvió hacia Hetty━━. ¿Estás preparada?

━━Lo suficientemente preparada ━━Hetty se quitó la capa, que todavía tenía una gran mancha de humedad por su participación en el rescate.

━━Al menos no está lejos de Bridgerton House ━━Eliana, a pesar de su irritación, besó a su hermana en la mejilla━━. Gracias a ti y a Simon por la ayuda.

━━Por supuesto ━━Daphne estrechó las manos de Eliana━━. No hagas ninguna tontería irremediable.

¿Como besar al Príncipe Friedrich de Prusia?

Demasiado tarde.

Eliana exhaló un suspiro que se convirtió en una nube blanca, la temperatura exterior era tan fría que el aire parecía congelar sus palabras. Friedrich estaba esperando en la acera, listo para llevarlas en su trineo. Con un tintineo de campanillas, emprendieron el camino. Eliana no podía evitar sentir que ese sonido ya no era tan alegre como solía ser. A medida que avanzaban por las calles de Mayfair, Eliana luchaba contra el impulso de aferrarse a Friedrich, buscando la calidez y seguridad de su costado. Sabía que sus aventuras habían llegado a su fin. Y aunque a su hermana pudiera parecerle diferente, Eliana sabía que no había lugar para un futuro entre ellos.

Miró hacia adelante, tratando de mantener la vista fija en el paisaje que pasaba rápidamente. Los edificios majestuosos y los transeúntes apresurados parecían simplemente formas borrosas, mientras sus pensamientos se debatían en la encrucijada de sus emociones. El corazón de Eliana dolía ante la realidad que se afianzaba en su mente. El afecto que compartían, lleno de pasión y complicidad, había sido eclipsado por obstáculos insuperables. La sociedad, las lealtades y las expectativas, todo había conspirado para separarlos.

Las lágrimas amenazaron con asomarse a los ojos de Eliana, pero ella se negó a permitirse derramarlas. Sabía que tenía que aceptar la triste verdad y seguir adelante. Aunque el futuro pudiera parecer oscuro e incierto, Eliana encontraría la fuerza para atravesarlo. Friedrich por otro lado, notó la lucha interna de Eliana y deseó poder cambiar las circunstancias, pero sabía que era imposible. Todo lo que quedaba era seguir adelante, cada uno por su camino, soportando el dolor en silencio.

El viaje continuó en medio de aquel silencio opresivo, con una despedida no pronunciada flotando en el aire. Eliana se aferró a su resolución, dispuesta a enfrentar cualquier cosa que la vida le presentara. Aunque el destino los hubiera separado, el destello de los sentimientos que habían surgido en ambos corazones nunca desaparecería... Deberían conformarse con eso.

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