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❛ Un paseo en trineo ❜

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LONDRES, CASA BRIDGERTON
13 DE DICIEMBRE DE 1814
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Queridos lectores,

Permítanme compartir con ustedes los intrigantes detalles que se han suscitado en la última velada de la alta sociedad. El afamado Baile de Invierno, más conocido como la Mascarada del Solsticio de Invierno, celebrado en el majestuoso salón del señor y la señora Entwhistle, ha dejado a más de uno suspirando de emoción.

Entre las parejas que destacaron durante la noche, se encontraba el apuesto y encantador señor Montrose, quien no pudo apartar su mirada de la hermosa señorita Clarissa. Los rumores sobre un posible romance entre ambos no tardaron en propagarse, y con justa razón, pues en su elegante danza demostraron una química innegable, y cabe mencionar que no fue la única vez en toda la noche que compartieron una pieza juntos en la pista de baile. Y por supuesto, no debo ignorar los estimados duques de Hastings, quiénes, efectivamente se presentaron como un «Un Poeta y su Musa», literalmente. ¿No es algo terriblemente romántico por parte de alguien como el Duque? Está autora sospecha que el hombre fue sometido a algún tipo de presión por parte de la Duquesa.

Sin embargo, no todo fue armonía y felicidad. Una disputa entre dos caballeros de renombre captó la atención de todos los presentes. El honor del señor Claybourne, conocido por su agudo ingenio, fue desafiado por el valiente y temperamental Lord Abernathy. Las palabras afiladas llenaron el aire y solo el tiempo dirá si esta rivalidad se limitará al terreno verbal o culminará en un duelo.

Citando a la señora Entwhistle: «Las mujeres pueden hacer volar miradas y provocar suspiros a su paso». Y así fue como una dama en particular, con su belleza cautivadora y sus modales encantadores, consiguió acaparar la atención de los caballeros más codiciados de la ciudad. Se rumorea que incluso un misterioso y reservado caballero disfrazado de lobo sintió la necesidad de dedicarle una sonrisa de complicidad y hacerle compañía. Dicho sea de paso, la jovencita en cuestión llevaba esa noche nada más y nada menos que un disfraz de Caperucita Roja... ¿Podría esto ser el inicio de un amorío digno de los mejores cotilleos?

Pero no todo gira en torno a los romances. La señorita Felicity Hershey, con su conocido inusual gusto y estilo inigualable, ha dejado a todos boquiabiertos con su elección de vestido. La misteriosa dama llegó al evento envuelta en un vestido de terciopelo negro adornado con hilos dorados y plateados relucientes. Sin embargo, lo que realmente llamó la atención fue su elegante máscara, que representaba el rostro de un fénix flamante.

La combinación del negro (un color escandaloso para una mujer soltera) y los destellos plateados creaban un efecto hipnotizante que era difícil de ignorar. El impacto fue innegable: aquí había una mujer que desafiaba las normas, trascendiendo los límites de lo convencional y elevando el arte de los disfraces a un nivel simbólicamente nuevo. Algunos la consideraban una inspiración, mientras que otros se escandalizaban ante su osadía. Pero sin importar las opiniones divergentes, nadie podía negar que su aparición había desatado una chispa de vida en un baile que de otra manera sería simplemente memorable.

Como testigo de estas intrigas y curiosidades, me siento complacida de poder compartir con ustedes estos emocionantes sucesos. Permaneced atentos, queridos lectores, pues el mundo de la alta sociedad siempre tiene nuevas sorpresas y enredos por descubrir.

CRÓNICAS DE SOCIEDAD DE LADY WHISTLEDOWN
13 DE DICIEMBRE DE 1814

AL DESPERTAR A LA MAÑANA siguiente, Eliana abrió los ojos y se encontró con un resplandor que inundaba su dormitorio. Se levantó y se dirigió al lugar junto a la ventana, dónde ondeaban las cortinas. La claridad envolvía el mundo entero. La ventisca había cesado, dejando una espesa capa blanca sobre calles y arbustos. Los rayos del sol brillaban sobre los cristales escarchados esparcidos por la nieve, como si fueran diamantes cosidos en la falda de un elegante vestido de baile. El cielo se desplegaba en todo su esplendor, pintado de un azul tan cautivador que evocaba los mismos tonos hipnóticos que podía recordar en los ojos del Conde Nikolai. E inclinándose hacia adelante, Eliana dejó escapar un suspiro que empañó de humedad el cristal con su aliento. ¿Por qué todo tenía que recordarle a él? A pesar de sus esfuerzos por no pensarlo, cada intento solo lo mantenía más presente en su mente.

Mientras la nieve brillaba más allá de su ventana, se encontró reflexionando sobre sus conocimientos acerca del misterioso Conde Nikolai. Aunque afirmaba ser originario de Kiev, ahora se daba cuenta de que nunca había revelado detalles concretos acerca de su procedencia y hogar. Sin embargo, sus manos largas y fuertes, junto con su comportamiento casi majestuoso, dejaban una profunda impresión en ella; definitivamente debía ser alguien de buena alcurnia. En sus recuerdos, su voz resonaba con cautela y un matiz melancólico, mientras que sus ojos azules y su cabello tan negro como las alas de un cuervo le conferían un aire arrebatador. Su estatura imponente exigía inclinar el rostro para poder besarle, y sus labios eran absolutamente tentadores. Pero, sobre todo, eran sus brazos los que la hacían sentir segura y, al mismo tiempo, peligrosamente viva.

Oh, cielos. 

Esto no serviría nunca. No podía pasar el resto de las navidades suspirando por un caballero al que sólo había visto una vez y al que nunca había llegado a conocer del todo.

━━Buenos días, señorita Eliana ━━Hetty entró con una bandeja━━. ¡Caramba, a la cama otra vez niña! Tus dedos deben estar congelados... Aquí tienes tu chocolate matutino. ¡Vamos!

━━No hace tanto frío aquí ━━se excusó en defensa━━. La mucama estuvo antes aquí para avivar el fuego.

Aun así, volvió a meterse obedientemente entre las sábanas. Realmente, ¿qué podría ser mejor que una taza de chocolate caliente en la cama en una fría mañana? «Ver al Conde Nikolai de nuevo», su mente traidora le susurró.

━━Espero que hayas disfrutado de la mascarada de anoche ━━mencionó Hetty━━. Me temo que tal vez no fui una carabina tan atenta como debería haber sido. Confieso que te perdí de vista por un tiempo.

━━Bailé... probé el vino caliente y salí al jardín con los demás para ver caer la nieve ━━informó Eliana.

━━¡Ese vino! ━━Hetty hizo una mueca━━. En serio, la cocinera de Lady Entwhistle tiene que encontrar una receta mejor. ¿Con quién saliste al jardín?

Eliana tomó un sorbo de su chocolate para posponer la respuesta. Hetty era demasiado perspicaz, a pesar de sus afirmaciones de ser una acompañante poco atenta.

━━Un grupo de señoritas... Y un caballero conocido como el Conde Nikolai.

Las cejas de Hetty se alzaron. ━━Creo que no conozco al hombre.

━━Tampoco lo conocerás. Se va hoy de Londres ━━Sin duda ya se habría ido para ese entonces.

━━No estés tan desanimada, querida. Tal vez regrese pronto. Ahora, ¿qué vestido te gustaría hoy? ¿El de lana verde?

La siguiente media hora la pasó vistiéndose y arreglándose el pelo, y cuando Eliana bajó a desayunar se sintió algo restablecida.

El olor a bizcocho recién horneado y a canela llenaba la sala de desayuno, junto con los rayos de sol que entraban por las ventanas. La calidez de la escena (su madre y su hermano Anthony sentados cada uno en un extremo de la mesa enfrascados en una amena conversación con Benedict, su hermana Eloise con una taza de té a mano mientras en la otra sostenía una hoja de papel con el Whitledown del día, Hyacinth y Gregory peleándose por el último panecillo que al final se lo termino robando Colin cuando éstos se encontraban distraídos y, por último y no menos importante su sabueso Bruce reposando cerca de la chimenea) ayudó a aliviar la opresión que rodeaba el corazón de Eliana.

━━¡Qué maravilloso día! ━━exclamó Lady Bridgerton, su voz llena de entusiasmo━━. La inspiración ha invadido a nuestra cocinera y nos ha deleitado con deliciosos panecillos dulces.

Colin, satisfecho después de saborear uno de los panecillos, comentó: ━━Es una lástima que no nieve con más frecuencia en esta tierra ━━Puso una mano sobre su estómago, complacido.

Lady Bridgerton miró a su hijo con afecto y reflexionó: ━━Quizás sea mejor de esta manera ━━Sabía que a Colin le encantaba la repostería de la cocinera y temía que su gusto por las delicias endulzadas pudiera causarle problemas. Aunque incluso así, ella amaría a sus hijos de cualquier forma.

De repente, Anthony irrumpió en la conversación, señalando con la cabeza un sobre de color crema que yacía tendido junto a una pequeña bandeja de plata. ━━Por cierto, Eliana, ha llegado una carta para ti esta mañana ━━informó, como si hubiera recordado algo importante.

«Señorita Eliana Bridgerton» estaba escrito con letra en negrita, acompañado de su dirección.

━━No reconozco la letra ━━profirió Lady Bridgerton alzando ligeramente la cabeza sobre su hombro.

━━Yo tampoco ━━replicó Eliana mientras recogía el sobre.

¿Podría ser del Conde Nikolai? Su pulso se aceleró al pensarlo. Abrió el papel y sacó la breve carta.

«Mademoiselle Roja», comenzaba, y su corazón latía tan fuerte que Eliana estaba segura de que toda su familia lo oirían.

       Mademoiselle Roja,

       Confieso que desde anoche su imagen no ha abandonado mis pensamientos. Tanto así que he persuadido a Lady Entwhistle para que me revelara la identidad de la dama de la capa roja y su dirección. Ahora le escribo para decirle que me quedaré en Londres un día más con la esperanza de que nuestras miradas puedan encontrarse una vez más. Anhelo un encuentro en Hyde Park para disfrutar juntos de un paseo en trineo bajo el cálido resplandor del sol de invierno.

       Sin importar su respuesta a esta humilde solicitud, me permitiré visitarla a la una de la tarde. Sería inconcebible para mí marcharme de la ciudad sin tener la oportunidad de volver a verla, aunque solo sea para que usted me mande de paseo.

Suyo respetuosamente,
Conde Nikolai

Eliana sintió como si se hubiera tragado un rayo de luz: caliente, brillante y penetrante. Volvió a doblar el papel, con dedos tremulos.

━━¿Qué pasa, querida? ━━preguntó su madre━━. ¿Va todo bien?

━━Sí... He recibido una invitación para ir a montar en trineo esta tarde.

━━¿De quién? ━━La voz de Anthony tenía filo.

━━Del conde Nikolai de Kiev ━━Eliana se aclaró la garganta━━. Me lo presentaron anoche en el baile... Parece ser un caballero respetable.

La situación fue, ciertamente, un tanto compleja y quizás incluso más intensa de lo que describía. Especialmente considerando el momento mágico en el jardín, cuando sus labios se encontraron. En ese instante, Eliana notó cómo los ojos de su madre se entrecerraban ligeramente, como si percibiera algún indicio de que Eliana no estaba siendo completamente veraz en sus palabras.

━━¿Quieres ir?

━━Oh, sí ━━Eliana sospechó que había hablado demasiado rápido━━. Es decir, hace un día precioso para salir... y el conde es una compañía agradable... Eso creo, por lo poco que he conocido de él.

La sensación del rubor quemando sus mejillas fue abrumadora. Se apresuró a devorar lo que había en su plato para dejar entrever la tranquilidad que decididamente no sentía, aunque en su corazón sabía que su madre no se dejaría engañar tan fácilmente.

Benedict soltó una pequeña tos que sonó sospechosamente como una risa. ━━Si tú lo dices.

Mientras tanto, la viuda vizcondesa solo asintió recatadamente y le dirigió una mirada conciliadora cruzando los ojos entre Eliana y su hijo mayor.

━━El caballero en cuestión se presentará ante mí inmediatamente después de su llegada ━━exigió Anthony en su papel del Vizconde Bridgerton al cabo de un momento━━. Y Hetty irá contigo, claramente.

━━Por supuesto ━━dijo Eliana aliviada de que su hermano no armara un escándalo porque un caballero desconocido viniera a visitarla más tarde. Tal vez su madre estuviera dándole patadas suavemente por debajo de la mesa━━. No hay de que preocuparse en compañía del conde y, estoy segura, que Hetty también disfrutará del paseo en trineo.

━━¿De Kiev, dices? ━━Colin dejó escapar un arrumaco━━. Me temo que los rusos no son los aliados más confiables. Están enzarzados con los otomanos.

━━Seguramente se trata de otro admirador que ha caído rendido ante las encantadoras ilusiones de cortejar a la bella y deseada Eliana Bridgerton. ━━musitó Eloise distraídamente, con los ojos enfocados en su lectura antes de abandonar finalmente la hoja de papel y expresar abiertamente su opinión━━. Apuesto a que no durará ni siquiera tres efímeros días. El último pretendiente apenas aguantó una semana antes de arrojar la toalla y dejar de presentarse

Benedict asintió vehementemente, compartiendo sus pensamientos, y desafió a Eloise a apostar algunas monedas por el desenvolvimiento del supuesto cortejo en ciernes.

━━Estoy de acuerdo en que la situación en el Bósforo puede parecer inestable ━━intercede Lady Bridgerton dirigiéndose hacía sus hijos━━. Pero quizás podríamos abstenernos de la discusión política en la mesa del desayuno. ¡Y Benedict y Eloise! Sería maravilloso que desistan de usar los asuntos personales de su hermana para su propia diversión.

━━Esta bien, no me molesta ━━refutó Eliana y dio un último mordisco a su comida━━. Tengo que prepararme para la visita del Conde Nikolai, así que, si me disculpan, me retiraré de la mesa en éste momento.

Claramente no le tomaría más de tres horas prepararse para la inminente visita, pero urgía huir antes de que más de sus familiares comenzaran a formular inquisitivas preguntas que la dejarían en una posición incómoda, y que cuyas respuestas ella no podría brindar.

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