Ya han transcurrido dos semanas desde la desaparición de Chikane. Sus padres y amigos están muy preocupados. Colocaron volantes con su foto en todas las columnas de la ciudad, publicaron en Facebook un anuncio diciendo que por favor encuentren a la chica de la foto, incluso en su escuela circula la noticia de su desaparición.

Yukari fue la última persona en tener contacto con ella, por lo que sus padres están al rojo vivo con ella.

─Le juro que es la verdad─ le dijo a un oficial de policía.

─¿Entonces la señorita Shinkai fue a su casa a terminar un proyecto, y se fue sola?

Asintió.

─Gracias por decirnos. La estamos buscando más que nunca. No se preocupen. Aparecerá─ dijo, y se fue de la casa.

─Chikane... Por favor que estés bien...─ posó su mano en su ventana y observó el atardecer con preocupación.

El señor Wakabayashi invitó a cien amigos a venir mañana para divertirse con Chikane. Va a ser una orgía masiva. Ella se asustó demasiado, pero sus gritos hicieron que la volvieran a encerrar y a abusar de ella.

El que más lo ha hecho fue Soda. Chikane ahora vive en su habitación. Le cuesta mucho caminar para llegar al baño. No sabe cuánto tiempo más va a resistir su intimidad de tantas veces que la han lastimado.

Justo ahora Soda terminó de cogerla.

─De-detente─ ruega con un hilo de voz.

─Pero esto es muy divertido, y no me gusta cuando se acaba la diversión.

Sale de la habitación, y Chikane se levanta, apoyándose contra la pared, para comenzar a caminar con dirección al baño.

Le toma alrededor de diez minutos, puesto que el baño está al final del pasillo. Cuando está por abrir la puerta, Hyuga y Wakashimazu la detienen.

─Oye, rubia─ dijo Ken.

─¿Qué? ¿No ves que quiero ir al baño?

─En ese caso, no hay problema que lo hagamos ahí─ ríe el moreno, y la empuja adentro. Ella cae al piso, y ellos entran, cerrando la puerta. Hyuga la agarra de la cintura, estando Chikane de espalda, y Ken se agacha frente a su cara para meter su miembro en su boca. Kojiro inserta su miembro en el ano y Wakashimazu mete y saca su miembro. Chikane quiere gritar, pero el miembro de Ken la ahoga.

Estuvieron así un rato hasta que ambos se retiraron de su interior y se corrieron en el piso. Se fueron del lugar dejándola tirada en el piso. Sus ojos están apagados, tiene semen en la cara y sale una gran cantidad de sangre de su entrada.

Unos minutos más tarde, Genzo encuentra a la rubia tirada en el piso. La carga en sus brazos y la lleva de nuevo a su habitación. La deja en la cama y va a ver a su padre al despacho donde está siempre.

─Papá.

─Genzo─ se da la vuelta para mirarlo en su silla giratoria─. ¿Qué se te ofrece?

─¿Será mañana que vendrán para violar a Chikane?

─Así es. Nunca antes habíamos secuestrado a una chica tan suculenta, hasta ahora. Si la hubiésemos dejado virgen, pudimos haberla vendido a otro país y que nos paguen millones, pero bueno, la plata nos sobra, sólo nosotros tenemos el derecho de profanarla hasta que nos duela el pene─ mostró una gran sonrisa.

─Tienes razón, nos la quedaremos para siempre. Aunque nunca entendí la raíz de todo esto, ¿por qué de la nada empezamos a hacer el mal?

─Porque es divertido ser malo. Amo ver a la gente sufrir─ ríe.

─Sí. Es muy divertido. En fin, volveré para jugar con Chikane antes de que la dejen sin caminar mañana─ se va del despacho de su padre.

Regresa a la habitación, donde está la rubia, apenas recuperando el brillo en sus ojos.

─Oye, Chikane.

─¡No! ¡Por favor! ¡No más!

─Descuida, seré suave, ya que tengo sueño, pero tengo una molestia en mi entrepierna y necesito deshacerme de ella. 

─N-no, por favor, me duele todo el cuerpo, no voy a resistir más...

─Qué pena, porque mañana van a venir cien hombres más que ansían jugar contigo. 

─¡¿QUÉ?!

─Así que hay que aprovechar antes de que se llene el cuarto. Quiero ver si eres tan buena en la cama como dicen Hyuga y los demás─ se coloca encima de ella, sonriéndole con malicia.

─¡No, por favor! ¡No me hagas más daño del que ya me hicieron!

Genzo no para de reír diabólico.

─¡POR FAVOR, NO LO HAGAS!

─¡CÁLLATE!─ la abofetea─¡Dios, cómo me molesta mi miembro! ¡Voy a ponerle fin a esta incomodidad ahora!

─¡NOOO, POR FAVOR!─ continúa rogándole. Se sacude para tratar de quitárselo de encima, pero Genzo la tiene sujeta de las muñecas fuertemente. Está apunto de meter su enorme miembro en su ya maltratada entrada.

─¡PREPÁRATE, CHIKANE SHINKAI!

─¡Lo único que quiero es volver a casa! ¡Estar con mis amigos, con papá, Y CON MAMÁAAA!

Genzo se detiene. 

─¿E-eh?

Deja de agarrar fuertemente a la rubia.

─Mamá... Yo era así una vez...

Se levanta de la cama, y camina hacia su mueble. Abre el primer cajón, y saca una foto de él cuando era un niño y una mujer de no más de treinta años; ambos sonriendo.

─Mi madre... Ella era la mejor persona del mundo─ muestra una sonrisa débil.

─¿D-de qué hablas?

Se voltea y queda mirando a Chikane.

─Yo de niño era muy feliz a su lado. Cuando tenía pesadillas, ella me acomodaba en su regazo y me tarareaba una dulce melodía que hasta el día de hoy la recuerdo...─ comienza a cantar su parte favorita de esa melodía tan suave que tanta melancolía le produce.

Llega un momento en el que la rubia se emociona.

─Papá era muy distante, así que dependía constantemente de ella. Pero un día inesperado... ella murió...

─¿De qué murió?

─La policía dijo que había sido atropellada por un auto... Pero esa historia fue una farsa...─ su voz comienza a sonar quebrada.

─Genzo...

─¡PAPÁ LA ASESINÓ!─ su rostro se llena de lágrimas.

La rubia queda shockeada al oír eso. 

─Me enteré cuando tenía doce años, había escuchado una conversación entre él y un amigo suyo, que es miembro de este cártel, diciendo que él la había asesinado.

─¡Es un maldito!

─Durante estos años se dedicó a destruir familias, y con el paso del tiempo fue torturándome, hasta que llegó un momento en el que me volví como él─ se cubre el rostro con una mano. Acto seguido, se acerca a Chikane y la abraza─. Sé que no puedo pedirte disculpas luego de todo lo que te he hecho estas dos semanas, merezco algo igual o peor que lo que te hicimos. No tengo derecho a abrazarte tampoco, pero quiero que sepas que realmente lamento haberte secuestrado, dejar que el resto de violara todos los días, haber matado a las demás chicas...─ rompe en llanto.

Chikane le acaricia la cabeza.

─No te echo la culpa de esto. El único monstruo aquí es tu padre. Hizo cosas obscenas que no te dejaron otra opción que comportarte así. Es entendible. El entorno influye mucho en la conducta de una persona.

─¡Me da asco ser hijo de esa persona! ¡Quiero a mi mamá de vuelta! ¡Es lo único que le pido a este mundo cruel!

─Ella ya no puede volver, pero siempre estará contigo, protegiéndote desde el cielo─ lo separa de ella y lo observa a sus hermoso ojos verdes, que en un momento le provocaron temor, pero ahora que Genzo se muestra como alguien apacible, empieza a sentirse bien al ver esas dos esmeraldas que por fin pueden brillar en todo su esplendor.

─Chikane...

─Intentemos ser amigos, ¿sí?

─¿Después de todo lo que hice? ¡Estuve apunto de violarte!

─Pero no lo hiciste. Si lo hubieses hecho, ahí sí me costaría más perdonarte, pero nada de esto es tu culpa, por más que lideraste cosas horribles, sería muy hipócrita echarte la culpa a ti de todo.

─Oh... Chikane...─ sonríe temblorosamente por las lágrimas─¿Entonces me dejas estar contigo?

─Sí, Genzo. Sí.

Ambos se sonríen levemente. La rubia pasó de tenerle miedo a ese chico, a tenerle compasión y a respetarlo; Genzo pasó de maltratarla y liderar las violaciones de los demás hacia ella, a considerarla alguien importantísimo.

─Chikane.

─¿Sí?

─Voy a sacarte de este lugar.