🕰️🎧 ࣪˖ 𓄴 SECRETS presents to you
▬ ▬▬ act two: chapter three

❝ everything's fine  ❞

A diferencia de otros días de trabajo, donde Tessa debía estar en compañía de su jefe hasta que sus amigos llegarán de la escuela, aquel dia estaba sola atendiendo la tienda; El Sr. Wallace, jefe y dueño de Records, había salido de viaje con su esposa y le había dejado a Tessa la responsabilidad de abrir, cerrar y cuidar la tienda aquel fin de semana en su ausencia.

Una responsabilidad bastante grande para alguien que llevaba trabajando ahí más de medio año.

Tessa en realidad no tenía problemas en hacerlo . Tampoco es como si tuviera nada mejor que hacer en sus días.

—Aquí tiene, disfrute su compra —le dijo con una sonrisa plasmada en los labios a una cliente mientras le entregaba una bolsa con su compra.

La señora le deseo buen día y se marchó de la tienda. Nada estando sola, la sonrisa en su rostro se esfumó. Se acercó a la radio casetera que se escuchaba apenas levemente sobre el mostrador y le subió al volumen, haciendo que "You give love a bad name" sonara por toda la tienda.

Tessa salió de detrás del mostrador y tomo el carrito donde estaban todos los discos y cintas de música desordenados. Comenzó a caminar por las hileras de estantes que había en la tienda, ordenando y acomodando los discos que tenía en el carrito dependiendo del género de música y/o artista.

Se encontraba taradeado al son de "There's nowhere to run, no one can save me, the damage is done"  cuando el teléfono de la tienda comenzó a sonar. Tessa suspiro y corrió a bajarle a la música para luego responder el teléfono.

— Tienda Records, donde la música está al ritmo de....

—¿Tessa?

La chica frunció el ceño extrañada al oir a Dustin al otro lado de la línea

—¿Dustin? ¿Eres tú?

—Si, soy yo.

—¿No deberías estar en la escuela? —cuestionó.

—Eh, estoy en la escuela —respondió él—. Necesito un favor.

Tessa suspiró y apoyo un brazo sobre el mostrador.

—¿Qué tipo de favor?

—¿Recuerdas que a principios de este año Mike, Lucas y yo nos unimos a un club llamado "Hellfire club"?

—¿No es ese club donde juegan Calabozos y dragones con mi vecino, Eddie?

—Ese mismo —afirmó Dustin—. Está noche tenemos una campaña muy importante y Lucas no puede jugar por su estúpido partido de basketball. Eddie nos advirtió que debíamos encontrar un reemplazo o quedaríamos fuera de la campaña, ¿Podrías volver a tu puesto de "Tessa, la ladrona", y ayudarnos a...

—No puedo.

—¿Qué? ¿Por qué no?

—Le prometí a DJ y a Leila que iría con ellos al partido de esta noche.

—¿¡Por qué todos están con el partido!? ¡Vamos Tessa! Te necesitamos.

—Lo siento Dus, lo prometí. Si me lo hubieran dicho hace unos días atrás, aceptaría con gusto, pero ya quedé con los chicos y no puedo dejarlos plantados.

La chica escuchó al menor suspirar al otro lado de la línea con resignación.

—Esta bien. Seguiremos buscando a alguien más.

—Buena suerte.

Y colgó.

Dustin, en la escuela, sacó otra moneda y marcó al siguiente número que tenía en mente. El timbre sonó dos veces antes de que respondieran al otro lado.

—Family video, donde las peli...

—Steve, necesito un favor.

—No, no pienso dejar la tienda otra vez para ir a tu casa y llevarte la tarea que se te olvidó. Ya hablamos de esto, enano. Tu tarea, tu responsa...

—¿Qué? ¡No! No se me olvidó ninguna tarea...
creo—replicó Dustin.

—¿Entonces?

—Necesito que juegues con nosotros CyD esta noche. Nos hace falta una persona en nuestro equipo.

—¿Está noche? No, imposible. Tengo una cita.

—¿Otra?

—Eh, si.

—¡Oh vamos! Cambia tu cita por una vez. ¡Por favor! —rogó Dustin.

—¿Para estar contigo y Eddie "el raro" Munson? Eh si, paso.

—Estas celoso porque tengo otro amigo mayor —señaló él.

—Uhm, como sea. Además, me gusta mucho esta chica. Creo que puede ser... ¿Quién sabe? Quizá es la indicada.

—Eso dices con cada chica que sales.

—Eso no es cierto —repusó Steve.

—Eh, si —dijo él—. Desde que Tessa y tú terminaron no has parado de intentar olvidarla con otras chicas, y siempre dices que esa es la indicada pero, oh vaya, no lo es. Ninguna lo es. En lugar de estar saliendo con cuanta chica se te cruce, deberías intentar resolver las cosas con ella. Tessa es...

—No quiero hablar de esto Dustin —espetó Steve.

—Nunca quieres hablar de esto.

—Por algo será —murmuró él, pero claramente Dustin lo escucho—. Tengo clientes. Te llamo luego, adiós.

—No puedes llamarme de regreso, estoy... En la escuela —refutó lo último. Colgó el teléfono con molestia y alzo sus dos dedos de en medio en un gesto grosero.

Debía seguir buscando a alguien más.

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Steve no pudo sacarse las palabras de Dustin de la cabeza por más que lo intentó.

Sabía que Dustin tenía razón en algo de todo lo que le había dicho: él nunca quería hablar sobre el tema. Lo evitaba, de cualquier forma, que pudiera.

Dustin y Robin intentaron muchas veces hablar con él sobre su ruptura con Tessa. Intentaron preguntarle que paso y como estaba, pero Steve siempre evadia las preguntas y terminaba desviando el tema hacia otras cosas.

No quería hablar de ella.

No quería recordar lo feliz que fue con ella.

Además, aunque hubiera querido hablar con ellos, tampoco tenía muchas respuestas. No sabía el por qué de su ruptura. No sabía que había cambiado entre ambos. No sabía porque de un día a otro Tessa lo boto de su trailer como si todos esos meses juntos no hubieran significado nada para ella.

Lo único que sabía, y que no quería decirlo en su momento, era que estaba destrozado. Había vuelto a experimentar el dolor de un corazón roto, pero en esta ocasión el sentimiento había sido multiplicado por mil.

La ruptura lo había lastimado a tal grado, que Steve no quería ni siquiera pensar en ella. Porque hacerlo traía de nuevo el dolor y la tristeza.

Y él no quería seguir sintiendo ambas cosas.

Por eso salía con otras chicas. Y en parte Dustin también tenían razón en eso: él salía con otras para olvidarse de Tessa.

Y lo lograba por un corto periodo de tiempo, hasta que su mente jugaba cruelmente con él y algo traía a su memoria un recuerdo de ella; Un simple gesto, un aroma o una palabra detonaba los recuerdos que él, con mucho esfuerzo, intentaba olvidar.

Pero siempre terminaba perdiendo entre ellos. Y era ahi cuando se daba cuenta que esa chica no era la indicada y buscaba a otra.

Steve estaba atrapado en un círculo vicioso donde, por más que buscará e intentará, no lograba olvidar aquella chica de ojos avellana y sonrisa deslumbrante que aceleraba su corazón con su simple presencia.

Steve soltó una maldición por lo bajo al pensar de nuevo en ella y miró por los cristales de la puerta hacia el otro lado de calle, donde Tessa se encontraba recargada sobre una de las ventanas de la tienda de música y fumaba un cigarrillo.

No quería ni pensar cuantos cigarrillos llevaba ya en el día, y eso que apenas eran las 11 de la mañana; ese había sido un tema entre ambos que siempre detonaba una discusión; A Steve no le gustaba nada la nueva forma de vida de Tessa.

Cuando todavía estaban juntos, y él iba a buscarla a su casa o ella lo esperaba afuera del local para almorzar juntos o irse juntos, siempre la encontraba fumando.

Fumaba a cada rato, sin importarle el lugar o la hora.

Y si bien Steve estaba actuando hipócrita al no querer que ella fumara cuando él, hace unos años atrás, también lo había hecho cuando era el rey de Hawkins, se había dado cuenta del daño que eso provocaba al cuerpo y lo había dejado atrás.

Había intentando que Tessa lo dejara también cuando vio las incontables cajetillas en el bote de su basura. Aquello ya no era un simple pasatiempo, se estaba volviendo un vicio.

Y ni hablar de lo otro que fumaba. Todavía recordaba la noche que vio a Eddie Munson salir de su trailer con una sonrisa juguetona en el rostro y tambaleándose hacia su propio trailer. Steve entró confundido al trailer de Tessa y miró al trio de chicos riéndose como tontos en el sofá; DJ y Tessa estaban sentados con las piernas estiradas, una sobre el otro, y retorciendose de risa mientras Leila estaba acostada en el suelo agarrándose la panza por no poder parar de reír.

Steve miró totalmente incrédulo a su novia. Cuatro meses atrás ella había sido la única en resisitir una droga que los rusos les habían dado para hacerlos hablar y ahora estaba bajo los efectos de vete a saber que.

Leila fue quien reparo en su presencia primero y soltó una pequeña risa tonta.

—Oigan, ¿hay un chico guapo en la puerta o estoy demasiado drogada? —entornó los ojos en su dirección, intentando enforcarlo mejor por la poca iluminación que había dentro. Tessa y DJ voltearon y Leila hizo un puchero al identificarlo—. Ah no, es solo el niñero.

Y soltó una risota, haciendo que DJ y Tessa la imitaran. Steve apretó los labios para no decir nada al respecto del mote que la amiga de su novia siempre le decía. Al fin y en cuentas, estaba acostumbrado a que ella lo llamara así.

Tessa, por otro lado, destornillada de risa se levantó del sofá y se acercó a él. Rodeo su cuello con sus brazos y lo miro embelesada.

—Dejala, para mí eres el niñero más guapo de todos —e iba a besarlo en los labios, pero Steve corrió el rostro y sus labios impactaran en su mejilla. Tessa lo miró con un puchero—. ¿Estás molesto?

—¿Desde cuando te drogas? —le preguntó él directo y con el ceño fruncido.

Tessa entorno los ojos, pensativamente, y comenzó a contar con sus dedos.

—1...2...3... Como hace tres semanas. ¿No chicos?

Leila y DJ negaron.

—Un mes y medio —señaló el moreno con una sonrisa risueña—. Ella empezó hace un mes y medio.

Y se rió. Pero Steve no le encontró nada gracioso a su comentario, lo miro fríamente y apretó los puños.

—¿Qué pensaría tu padre, el sheriff, de que su hijo se droga en un trailer de Forest Hills?

DJ chasqueó la lengua e hizo un gesto con la mano, como restandole importancia.

—Mi viejo está tan ocupado con su trabajo que nunca está en casa. No se entera de nada.

Pero Steve bufó y se giró hacia su novia.

—Vi a Munson salir de aquí recién, ¿Es él el que les vende la droga?

Tessa se encogió de hombros.

—Eso no importa Steve —le respondió ella y sonrió mostrando todos los dientes—. Hace tiempo que no me sentía tan bien. ¿No puedes alegrarte de que, después de tanto sufrimiento, me sienta feliz y libre?

—No a consta de esto —dijo tomando una bolsita de plástico que estaba sobre la mesa de centro. La dejó en su lugar con algo de molestia—. Tessa, tu no eres así.

Pero ella lo miro confundida.

—Soy la misma Tessa de siempre, Steve.

—No. Mi Tessa no se ando drogando y fumando como si la vida dependiera de ello. Algo está pasando, ¿No es cierto? ¿Hay algo que no me estas diciendo?

Pero Tessa se separó de él y soltó una risita nerviosa.

—No, por supuesto que no. Todo está bien.

—¿Entonces por qué haces esto? —protestó él.

Sin embargo ella no tuvo una respuesta. Parecía estar incomoda con el tema y él lo notó.

—Vamos Harrington, déjala tranquila —le dijo DJ al ver a su amiga—. Tessa es lo suficientemente grande para saber lo que hace.

Pero Steve no tomo bien su intervención.

—¡Tu no me digas que hacer, Powell! ¡Que tu quieras meterte está mierda al cuerpo es cosa tuya, pero no metas a Tessa en eso!—le gritó e hizo el ademán se acercarse a él pero Tessa lo detuvo del brazo.

—¡Steve!

—¿¡Qué!?

Y entonces reparo en el sembrante de ella. La sonrisa ya no estaba, su mirada se habia endurecido, como si el efecto de la droga hubiera pasado de golpe.

—Él no me obligó a nada, yo quise hacerlo. Y no tienes porque hablarle así.

—¿Asi cómo? —inquirió él.

—Como un cretino.

Tan rápido como salieron esas palabras de su boca, ella se arrepintió. Steve la miró sorprendido, pero pronto su mirada trasmitió dolor.

—Steve, yo no... No quise decir eso.

—No, si quisiste —espetó él y se dirigió a la puerta—. Hablamos otro día, cuando esa mierda no esté afectando tus sentidos.

Y se marchó.

Tessa fue a buscarlo al día siguiente, cuando los efectos de lo que sea que había consumido habían pasado. Le pidió disculpas por la forma en que le había dicho y él también lo hizo por la forma en que le había hablado.

Y si bien ella le prometió que esa sería la ultima vez que se drogaria, Steve no pudo creerle del todo. Llevaba un mes y medio haciéndolo y no le había dicho nada.

¿Cómo podía esperar que le creyera?

Pero tampoco tuvo tiempo de comprobar si cumplía con su promesa o no, porque dos semanas después ella rompió con él.

Y Steve estaba seguro de que, aquella promesa que le había hecho hace unos meses atrás, la había roto ya incontable de veces.

Steve soltó un suspiro de resignación y se dio la vuelta, no queriendo ver a la chica que le había roto el corazón por segunda vez en su vida.

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—¿Estás segura de que estás bien?

Tessa bufó por segunda vez en todo el camino y miró a Leila por el retrovisor del auto.

—Si, lo juro —aseguró ella—. Me fui temprano porque no quería seguir escuchando a Carver. ¿Cómo soportan oir sus discursos mediocres?

DJ, sentado junto a ella, soltó una carcajada mientras Leila solo se rió levemente y negaba con la cabeza.

—Jason no es tan malo.

—Lo dices porque es novio de Chrissy —protestó DJ.

—Lo digo porque lo conozco desde los seis —repusó ella—. Si, ha cambiado algo ahora que es popular, pero sigue siendo un buen chico. Trata a Chrissy con respeto y a todas las otras chicas del equipo las trata bien.

—Que sea respetuoso no quiere decir que sea bueno dando discursos —señaló Tessa con gracia.

Leila alzo las manos.

—De acuerdo, eso no lo voy a negar.

Los tres rieron. En eso Tessa entró al estacionamiento de la secundaria y busco un lugar libre para estacionar el auto. Una vez encontraron uno libre, Leila bajo del auto y se despidió de ellos para correr hacia el grupo de animadoras que estaban reunidas en la entrada del gimnasio.

Leila y DJ esperarían un poco más para entrar. El partido todavía no comenzaba y ambos querían fumar un poco antes de ir.

—¿Me vas a decir la verdad del porque te fuiste antes? —preguntó DJ después de prender un cigarrillo y darle una calada.

Tessa suspiró, dejando salir el humo del suyo por la boca y se volteo a verlo.

—Dije la verdad.

—Leila podrá haberte creído pero yo no. Somos amigos Tessa, puedes decirme lo que sea.

Tessa le dio otra calada a su cigarrillo y dejo salir el humo lentamente. Apoyo la cabeza en el respaldo de su asiento y volteo a verlo con un gesto menos animado.

—Hopper era amigo de mis padres. Él, junto con Joyce Byers, eran como unos segundos padres para mí. Perderlo esa noche fue.... —inspiró profundo, tratando que su voz no se cortará al hablar de él—. Perderlo fue como revivir la muerte de mi familia. Así que, al escuchar a Jason hablar de él y del partido de la noche anterior fue.... Yo no...

—Ya, lo entiendo —irrumpió DJ al ver que el tema le afectaba—. Lo lamento Tessa. No sabía que Hopper había sido importante en tu vida.

—Lo fue.... Lo fue.

Y se llevó su cigarrillo otra vez a la boca. DJ la imitó y ambos dejaron salir el humo al mismo tiempo.

Diez minutos después, cuando ambos terminaron de fumar, bajaron del auto y comenzaron a caminar hacia el gimnasio, el cual se estaba llenado de espectadores para el gran partido de esa noche. El equipo de Hawkins, los tigres, y el visitante, los halcones, se encontraban calentando en la cancha mientras las animadoras de cada equipo alentaban en la orilla.

DJ y Tessa caminaron hasta las gradas del equipo de los tigres y subieron unos cuantos escalones hasta encontrar un lugar disponible. No obstante, y para la mala suerte de ella, el lugar estaba un escalón por debajo de donde Steve, y una chica que Tessa no conocía, estaban.

Nada más verlo ahí en compañía de otra chica hizo que Tessa sintiera una opresión en el pecho. Recorrió con la mirada todas las gradas, buscando otro lugar vacío disponible pero solo encontró uno en las gradas del equipo contrario.

—¿Leila se enojara sí nos sentamos en el público de los halcones? —preguntó Tessa inclinándose hacia DJ para hacerse oir entre todo el bullicio.

DJ meneó la cabeza y dibujo una mueca en sus labios.

—Lo más seguro —respondió él. Entonces captó como Tessa miraba por encima de su hombro con cierta incomodes y notó que Steve estaba justo detrás de ellos con Brenda, una chica de la escuela que compartía algunas clases con él.

Se inclinó hacia Tessa, acercando su boca hasta su oído para murmurar.

—Que no te arruine la noche —le dijo y entonces agrego algo que seguramente haría que se ganará un golpe de su parte—. Harrington debe mejorar sus gustos, ella no se compara contigo.

Tessa le dio un ligero codazo en las costillas haciendo que DJ soltara un quejido y se riera de su gesto ligeramente molesto.

En eso la banda de la escuela dejó de tocar y el director hablo por el micrófono que habían puesto a mitad de la cancha.

—Todo el mundo porfavor, de pie para el himno nacional —pidió. Todos, incluyendo al público y equipo rival, se levantaron—. Hoy escucharemos cantar a una invitada muy especial. Desde Nashville, ¡Nuestra Tammy Thompson!

El público comenzó a aplaudir pero Tessa estaba tan impresionada que apenas daba unos ligeros aplausos. El año pasado, tras todo lo que había pasado en Starcourt, Robin le había contado a Tessa su obsesión con Thompson, confesando así que la chica estaba interesada en el género feminino y no en el masculino. Lo que hizo que Tessa se quitará un peso de encima, pues ella había creído que Robin tenía un enamoramiento con Steve.

Nada más recordarlo le causo gracia, pero tan pronto como recordó eso también se entristeció por no poder compartir un momento divertido con Robin.

Tammy Thompson se encontraba ya frente al micrófono, por lo que Tessa se llevó la mano derecha al pecho y prosiguió a escuchar a la chica cantar el himno. Nada más empezar, Tessa bajo la mirada y apretó los labios. Había esperado que Tammy mejorase en todos esos años desde la última vez que la vio, pero seguía cantando igual de desafinado que antes.

Recordó que Steve una vez había mencionado que cantaba como un Muppet, y ahora que la escuchaba no podía evitar pensar en la comparación.

En eso escuchó a la chica que acompañaba a Steve decir:

—Wow, canta increíble, ¿No?

DJ y ella intercambiaron una mirada cómplice y apretaron fuertemente los labios para no soltar una enorme carcajada. Tessa no escuchó una respuesta por parte de Steve, pero se imagino el gesto incrédulo en su rostro.

Tan pronto como ese pensamiento surgió en su mente, se sonrojó y bajo la mirada hasta sus botas.

Una vez que Tammy Thompson terminó de cantar y que el público aplaudiera felicitándola, el director de la secundaria pasó al frente y dio un pequeño discurso de bienvenida a la escuela rival. Tessa no le presto mucho atención si éramos honestos. Estaba más interesada en calmar su acelerado corazón que en un discurso.

Una vez que el director termino de hablar, los equipos se adentraron a la cancha y se posicionaron para comenzar a jugar. Dos jugadores se colocaron uno frente al otro mientras el arbitro, con el balón en la mano, se posicionaba en medio de ambos; Sonó el silbato, lanzó la pelota al aire y el partido comenzó.

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𝐁𝐚𝐫𝐛𝐬 © | 𝟐𝟎𝟐𝟐

Vaya vaya, a qué no se esperaban otro capítulo... ¿Verdad? Jajaja pues este es para celebrar las ¡¡400k lecturas que tiene Secrets!! ✨🥳 ¡YEAH BABY!

Muchas gracias por todo el apoyo. Yo sé que los he hecho sufrir con esta historia y lamentablemente no eso no cambiará en este acto JAJAJA de adelanto pido perdón gg pero bueno, ¿Qué opinan de estos dos capítulos nuevos? ¿Qué esperan que pase en un futuro? Estaré leyendo sus comentarios.

Nuevamente gracias por el apoyo. Espero que disfruten está segunda parte tanto como yo ✨🖤

Besos 💋

BARBS HARRINGTON