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❝ Capitulo once² ❞

🕰️🎧 ࣪˖ 𓄴 SECRETS presents to you
▬ ▬▬ act two: chapter eleven

¡Tessa!

El miedo seguía presente en su cuerpo aún cuando el grupo ya se encontraba en el sótano de los Wheeler, el cual se había vuelto oficialmente el cuartel general del grupo al parecer; Tessa se preguntaba seriamente como es que Karen y Ted Wheeler veían normal que su hija mayor hiciera una pijamada con los amigos de su hijo menor, su ex novio, la ex niñera de su hijo y una chica que ellos dos no conocían de nada.

Sin duda los señores Wheeler pasaban muchas cosas por alto.

Sin embargo, Tessa prefirió no indagar en ese tema y se concentró mejor en la información que Nancy y Robin habían obtenido en el psiquiátrico, y que había logrado salvar a Max; según lo que contaron, cuando todo el grupo ya estuvo reunido, fue que Victor Creel aseguraba que un demonio habitaba la nueva casa donde él y su familia se habían mudado y, que tras un mes de completa paz, las cosas comenzaron a volverse extrañas y aterradores.

-Nos dijo que el demonio jugaba con sus mentes. Los hacia ver cosas que en realidad no pasaban -habló Nancy.

-Justo como lo hace Vecna -recalcó Robin.

La rizada asintió en su dirección y prosiguió a relatar lo demás que Victor les había contado; les hablo de como el "demonio" había matado a su esposa, Virginia Creel; como él, Victor, quiso escapar junto con sus hijos pero terminó siendo prisionero de su propia mente, reviviendo sus peores recuerdos de la guerra mientras sus hijos sufrían el mismo destino que su madre; les contó cómo, mientras experimentaba el terror de su pasado, escuchó la voz de un ángel que lo guió de regreso a la realidad.

Una donde su familia entera había sucumbido y él había sido declaró culpable de sus muertes.

Una vez que Nancy terminó de narrarles la historia que el mismo Creel les había contado, el sótano se quedó en silencio mientras todos procesaban lo que eso signicaba.

-Asi que, ¿la voz de ángel que escuchó Victor, era la música que sonaba por la radio? -preguntó Steve unos momentos después.

Nancy y Robin asintieron.

-El Doctor Hatch comentó, que la canción indicada, puede ser un gran estímulo para la mente.

-Sobretodo si la canción tiene un significado personal -agregó Nancy-. La música puede llegar a partes del cerebro que las palabras no pueden. Los mantiene cuerdos a la realidad.

-Y por eso Max ha logrado escapar -decretó Lucas mirando a la pelirroja, que estaba recargada sobre el pecho de Tessa con sus auriculares puestos.

Nuevamente Nancy y Robin asintieron, confirmando lo que el menor dijo.

-La música es una ayuda, pero no es la solución al problema -decretó Tessa, quien no había vuelto hablar desde que lo ocurrido en el cementerio con Max. Estaba acariciando el cabello rojo de la menor cuando volteo a verlos-. Max no puede vivir con auriculares puestos por el resto de su vida.

-Ni tu tampoco -objetó Steve sentando en el sofá individual frente a ellas-. Ninguna de las dos puede.

-Y tienen razón -afirmó Nancy de acuerdo con ambos-. Pero por ahora es lo único que las mantendrá a salvo hasta que encontremos una solución para quitarles la maldición de arriba.

Nadie objeto. Todos estaban de acuerdo con eso; Por ahora, lo único que podían hacer era asegurarse de que, tanto Max como Tessa, tuvieran a la mano la voz de su ángel para mantenerlas a salvo.

Pero había un pequeño inconveniente con la voz de ángel de la mayor.

-Hay un problema -comentó Tessa momentos después. Todos voltearon a verla-. No tengo mi Walkman conmigo.

-¿Cómo que no tienes tu walkman? -preguntó Steve con el rostro serio.

La chica meneó la cabeza.

-Lo deje en mi mochila, y esta....

-¿Y dónde está tu mochila? -cuestionó él sin darle tiempo a terminar.

-Es lo que iba a decir -reclamo ella-. Deje mi mochila en Records el mismo día que salimos a buscar a Eddie.

-¿Y Leila? ¿no se la habrá llevado al tráiler? -preguntó él.

Pero ella negó.

-Esta guardada en el depósito, en mi locker. Yo tengo la llave.

-Entonces vamos a Records, recoges tu mochila y escuchas a...

-No se puede -protestó Tessa-. Tengo la llave de mi locker, pero no de la tienda.

-Pues rompemos el cristal de la puerta -objetó él como si nada. Tessa lo miró con reproche mientras que los demás parecían ser espectadores de un partido de tenis.

-No voy a allanar mi trabajo, Steve -objetó ella-. Mañana por la mañana podemos ir y...

-No. ni lo pienses -refutó Steve mirándola con el ceño fruncido-. No podemos esperar hasta mañana. Vecna sin duda no va a esperar hasta mañana, Tessa.

-Es solo una noche, Steve.

-Muchas cosas pueden suceder en una noche.

Tessa soltó un suspiro exasperado. Comenzaba a perder la poca calma que aún tenía. Nancy, al notar eso, intervino.

-Lo que menos necesitamos es llamar la atención de la policía, Steve -explicó ella-, si vamos ahora, sin duda lo haremos y no podremos hacer nada para ayudarlas.

Tessa hizo un gesto afirmativo hacia la rizada. Steve, por otro lado, comenzó a negar con la cabeza.

-No. Es muy arriesgado esperar hasta mañana.

-Y es más arriesgado tener a la policía pisandonos los talones mientras intentamos detener a un malvado hechicero interdimensional -objetó Nancy-. Escucha, la idea de que pase la noche sin su canción favorita tampoco me gusta, pero tampoco podemos arriesgarnos a llamar la atención. Eddie también podría salir perjudicado.

Y a pesar de que Steve no estaba para nada seguro de dejar las cosas así, lo terminó aceptando por Tessa, quien aún mantenía un gesto asustado tras el accidente en el cementerio.

-De acuerdo -aceptó él-. Pero en cuanto salga el sol iremos a Records por tu Walkman -puntualizó él.

Tessa asintió, estando de acuerdo con él.

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Todos estuvieron de acuerdo de que debían turnarse en rondas para vigilarla tanto a ella como a Max por la noche. Y si bien la idea de alguien observandola dormir no le agradaba nada a Tessa, tampoco puso queja alguna al respecto.

Era muy consciente del peligro que tenían arriba y de lo preocupados que estaban todos; el casi perder a Max había encendido los interruptores de alerta máxima en cada uno, incluyendola a ella.

Esa noche Tessa apenas logró pegar un ojo. La imagen de Max flotando en el cementerio y con la mirada perdida en algún lugar de la mente de Vecna no le permitía descansar bien; la pelirroja les había contado, con algo de dificultad tras vivir aquel momento, lo que había visto durante su trance; les contó cómo Vecna habia jugado con su mente usando la imagen de Billy; les contó como huyó de él en el cementerio y terminó en un lugar completamente desconocido para ella.

De solo imaginar el tormento que Max vivió ahí, la hacía sentir unas tremendas ganas de llorar. Le había prometido a Billy, durante su funeral, cuidar de Max como no había podido hacer con su hermano, Chris. Y el saber que Max había sufrido de ese modo, que por poco moría ahí mismo, la hacía sentir que no estaba cumpliendo con su palabra.

-¿Estás bien?

La voz de Steve entre aquel silencio la sobresalto. Tessa giro el rostro hacia el chico que, a diferencia del resto, se encontraba más despierto que nada.

Tessa suspiro y asintió levemente.

-Si, solo estoy preocupada, es todo.

-¿Qué te preocupa exactamente? -preguntó él recostado en uno de los sillones individuales.

-Max -respondió ella sin pensarlo-. Prometí cuidar de ella, Steve. Lo prometí y hoy casi ella... -su voz flanqueo.

-Hey, lo que pasó con ella en el cementerio, no fue tu culpa -repusó él incorporándose del sillón para mírala con seriedad.

Pero Tessa negó con la cabeza.

-Debi suponerlo, Steve. Debí vigilarla cuando estaba vulnerable. Debí...

-No podías saber que Vecna se aprovecharía en ese momento. Nadie podia hacerlo -objetó Steve-. No fue tu culpa. Debes dejar de cargar con peso que no te corresponde.

-Pero...

-No es tu culpa que Vecna haya regresado. Como tampoco lo es que las haya elegido a Max y a ti. Nada de lo que está pasando es culpa de nadie. Solo de él. De Vecna -señaló Steve-. Asi que deja de culparte; No está en tus manos el saber lo que podría pasar o no. Nadie aquí piensa que eres culpable de algo, Tess. Nadie -aseguró él.

Tessa no sabía que responder. Era increíble como Steve tenía la capacidad de hacerla sentir mejor con sus palabras. El como la hacía sentir que todo podría salir bien aunque el propio entorno dijera lo contrario.

Pero sobretodo, era increíble el modo en el que él hablaba con ella cuando fue ella quien lo lastimó.

Y de tan solo recordar ese detalle, sus ojos se cristalizaron y el remordimiento hizo acto de presencia en ella. Frunció el ceño levemente y miró a Steve con la duda plasmada en su rostro.

-¿Por qué? -inquirió ella de repente. Steve la miro sin entender, a lo que Tessa continúo-. Terminé contigo, Steve. Te rompí el corazón y te dije cosas hirientes aquel día, y aún así, aquí estás. Preocupado por la chica que te lastimó. Que te dejo sin explicación alguna. Y yo... No lo entiendo, ¿sabes? No lo entiendo, ¿Por qué sigues ayudándome?

Sus palabras dejaron atónito a Steve; sería una tremenda mentira decir que esas mismas dudas no habían rondando en su cabeza los últimos días. Pero el saber que Tessa estaba en peligro; Que su vida pendía de un hilo y podría morir... la idea de ayudarla, tanto a ella como Max, surgió de forma automática. Ni siquiera se puso a pensar en el daño emocional que ella le había provocado al romper; Ni siquiera le importó que ella lo hubiera ignorado esos últimos dos meses cuando bien, ahora, podría no volver a verla nunca.

Simplemente no le importó todo lo que hizo. Lo único que quería, que deseaba, es que ella estuviera a salvo. Ella y la chica que llevaba cuidando como su hermano nunca hizo desde hace dos años.

Entonces Steve supo la respuesta a su pregunta, y respondió con honestidad:

-Porque no importa lo que hagas o digas, Tessa. Yo seguiré ayudándote a pesar de todo; pudiste haberme roto el corazón. Pudiste haberme alejado sin explicación aparente. Pero nada de eso importa porque eres tú, Tess; antes de ser mi novia, eras mi amiga. Mi mejor amiga me atrevería a decir. Antes de esos meses juntos, teníamos años de amistad que terminaron uniendonos. No porque las cosas no salieron bien como pareja, quiere decir que botaremos todos esos años de amistad y apoyo mutuo. ¿No crees? ¿No crees que... podemos seguir juntos, como amigos por lo menos? -preguntó con un deje de esperanza en su voz.

Una esperanza que Tessa era incapaz de quitarle. No está vez. Asintió en su dirección y le sonrió levemente.

-Si lo creo, Steve. Claro que podemos.

Y por primera vez en mucho tiempo, Steve volvió a sentirse feliz por estar junto a ella.

Aunque sea como amigos.

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25 de Marzo del 86'

Por más que lo intentó, Tessa fue incapaz de dormir aún después de su plática con Steve; se acomodó una y otra vez en el sofá, buscando alguna posición cómoda para que finalmente pudiera descansar tras varios días agitados, más no lo consiguió.

T

odos estaban dormidos, incluido Dustin, a quien le correspondía vigilarlas en ese momento. Tessa soltó un resoplido y se incorporó con irritación en el sofá y vio que la luz del día ya se asomaba por la ventana del sótano.

-Yo tampoco pude dormir.

La voz de Max la sobresaltó. La menor se encontraba recostada en el sofá con sus auriculares alrededor del cuello, y aún así, Tessa fue capaz de percibir la canción favorita de Max por lo bajo.

-¿Estuviste despierta toda la noche?

-Es difícil dormir con la música a todo volumen -reconoció ella señalando sus auriculares. Tessa la miró con mueca.

-Lamento eso, pero es la única solución por ahora.

-Lo sé, y lo entiendo -respondió Max incorporándose en el sillón-. Sabes, estuve pensando que... No solo Kate Bush me salvo -dijo ella.

Tessa volteo a verla confundida.

-¿A qué te refieres?

-A que... También recordé los buenos momentos con todos; pensé en Lucas, en ti, en Dustin, en El... En todos ustedes. Si, escuché Running up that hills allá, pero creo que fueron mis recuerdos los que me dieron la fuerza suficiente para poder huir, y la canción fue la que me guío de regreso a la realidad.

-Max...

-No quiero que te pase lo mismo, Tessa. Pero... Si llega a pasar, piensa en las personas que amas. Ellos serán tu fuerza.

Y si bien sus palabras le dejaron un extraño sabor en la boca, Tessa asintió.

-Lo haré.

-Bien, estaré más tranquila así -dijo Max, pero en eso su estómago rugió y la mayor lo notó enseguida. Por lo que dejó el tema de lado y se levantó del sofá.

-Venga, seguro la Señora Wheeler ya está preparado el desayuno.

Y de este modo, ambas chicas se dirigieron a las escaleras silenciosamente y dejaron a los demás dormir tranquilamente.

-¡Buenos días, chicas! -las saludo Karen Wheeler con su típica sonrisa amable en cuanto ambas llegaron a la cocina.

-Buenos días -saludaron ambas.

-¿Durmieron bien? -preguntó la mamá de Nancy, a lo que ambas mintieron y dijeron que si-. Me alegro; saben, estaba pensando hacer pancakes para desayunar, ¿Que opinan?

-Me parece una buena idea -respondió Tessa. Max asintió junto a ella-. ¿Quiere que la ayude a hacerlos?

-Oh, no te molestes Tessa.

-No es ninguna molestia, Sr. Wheeler -aseguró ella acercándose a la mayor-. Es lo mínimo que puedo hacer por permitirnos quedarnos.

-Sabes que esta siempre será tu casa, Tessa. También la tuya Max -les dijo.

-Gracias -respondió Max con pequeña sonrisa-. Estaré con Holly.

Tessa volteo a verla y asintió.

-Cuando estén los primeros te aviso, no quiero que te saltes el desayuno.

Max nuevamente asintió y se dirigió al antecomedor donde la menor de la casa se encontraba coloreando.

-¿La cuidas como una hermana, verdad? -le preguntó Karen Wheeler mientras sacaba un tazon para la mezcla de los pancakes.

Tessa volteo a ver a la pelirroja que dibujaba junto a Holly, quien le había prestado sus crayones y unas hojas. Inspiró profundamente y asintió hacia Karen.

-Le tengo muchísimo cariño, a ella y a todos allá abajo -señaló ella sacando la leche del refrigerador.

-Pero sobretodo a Steve, ¿No? -inquirió la mayor, sorprendiendo a Tessa. Karen wheeler chasqueó la lengua a la vez que comenzaba a partir los huevos-. Oh vamos, los vi muchas veces juntos por el pueblo. Hacían una hermosa pareja. Se les veía muy felices juntos.

Tessa sonrió por lo bajo al oir eso, sin embargo, en cuanto captó la forma en que Karen la estaba viendo, se sonrojó violentamente y desvío la mirada hacia la mezcla.

-Sabes, muchas veces las personas no están listas para estar juntas todavía. Deben pasar por situaciones o circunstancias en la vida que los preparen para estar con esa persona de forma definitiva. Tu y Steve son muy jóvenes todavía, pero, en un futuro, tal vez puedan volver a estar juntos. Y quién sabe, tal vez esa vez las cosas vayan mejor entre ambos, ¿No crees?

Y Tessa realmente quería creerle. Vaya que lo deseaba. Pero nuevamente había un problema: no sabía si lograría llegar al final de ese día.

No obstante, tampoco iba a responderle eso a la mamá de Nancy. Por lo que se esforzó en sonreír y le dio la razón a la mujer.

-Por ahora somos amigos, pero como usted dice, tal vez en un futuro...

Karen asintió y le sonrió abiertamente para después ponerse hablar sobre lo preocupante que estaban las cosas en el pueblo; todos estaban asustados por los últimos dos asesinatos en esos días. Según lo que le contó Karen, la policía seguía sin decir algún nombre de algún posible sospechoso y aquello la tenía ansiosa y preocupada.

En ese momento, Ted Wheeler entro en la cocina con su periódico matutino en la mano y las saludo a todas con un "buenos días". Y sin bien su esposa lo saludo con un beso en la mejilla, no dejó zanjado el tema.

-Deberían dar más información al respecto -soltó ella mientras sacaba el jarabe para los pancakes y los colocaba sobre la barra. Tessa se dedicó a darle vueltas a los pancakes en el sartén-. Quiero decir, que tal si el sospechoso está cerca de nosotros y no lo sabemos porque no tenemos ni idea de quién es. ¿Me doy a entender?

Tessa tragó saliva y asintió. No estaba para nada cómoda hablando de ese tema cuando ella era muy consciente de la verdad. No obstante, fingió todo lo contrario.

-Si, pero... ¿No será que ni policía saben quién es el responsable? -preguntó como quien no quiera la cosa.

-Eso mismo he dicho yo -objetó el Señor Wheeler sentando en la barra con su periódico abierto-. Deberían llamar al FBI, ellos si que sabrían hacer su bien su trabajo.

Y si bien Tessa estaba de acuerdo con él, se alegraba enormemente de que ese no fuera el caso. Bastante peligro corrían con la policía buscando a Eddie, lo que menos necesitaban es que el gobierno también estuviera metido en eso.

Karen Wheeler, por otro lado, miraba de forma reprobatoria a su esposo mientras le servía su café.

-Ya están los primeros -anunció Tessa acercando el plato con media docena de pancakes recién hechos-. ¿Gusta algunos? -le preguntó al padre de Nancy, quien negó con un gesto.

-Siempre prefiero tomar mi café primero, gracias Tessa.

Está asintió y dejo el plato sobre la barra para acercarse a Max y a Holly.

-¿Cómo les preparó sus pancakes?

-El mío con mucho jarabe extra, porfavor -pidio Holly.

-Jarabe extra, anotado. ¿Y tú Max?

-¿Hay mermelada? -preguntó la pelirroja parando la música y bajándose los auriculares por un momento.

Karen habló detrás de ellas.

-Tenemos de fresa, ¿Te gusta esa?

Max asintió volteando a verla.

-Gracias, Sra. Wheeler.

Está le sonrió abiertamente y prosiguió a buscar la mermelada en la alacena.

-Entonces unos con jarabe extra y los otros con mermelada. Ahora les traigo su orden -bromeó Tessa inclinándose ligeramente en dirección a Holly, quien se rió juguetonamente.

No tardó nada en prepararlas ambos platos, los cuales dejo enfrente de sus respectivos dueños junto con un vaso de leche fría.

-Desayuna tu también, Tessa -le dijo Karen desde la cocina-. Yo preparo la siguiente ronda.

-Gracias Karen -y aunque no tenía mucho apetito, tomó los últimos dos pancakes del platos. Y tras prepararlos con un poco de mantequilla y mermelada, se sentó frente a Max y desayuno junto ambas chicas.

Una vez que las tres terminaron de comer, Tessa recogió los platos y los llevo al fregadero, donde la mamá de Nancy le insistió en dejarlos ahí y que ella los lavaría.

-Bueno, pero entonces yo hago los demás -señaló Tessa el sartén donde estaban cocinandose dos pancakes recién vertidos.

La señora Wheeler entrecerró los ojos en su dirección y terminó sonriendo.

-De acuerdo.

De este modo, ella lavó la loza y Tessa prosiguió a hacer los demás pancakes. Estaba terminando de hacer el tercer par, cuando Nancy y Dustin aparecieron por el pasillo bastante agitados. Más al verla a ella y Max bien, suspiraron aliviados.

-¡Buenos días chicos! -saludó Karen terminando de lavar los últimos platos-. ¿Todo bien? -preguntó al verlos tan agitados.

Sin embargo Nancy y Dustin asintieron.

-Si. Si, todo está bien -aseguró Nancy volteando a verla.

Tessa le sonrió levemente y prosigo a sacar los dos pancakes del sartén para llevarlos junto a los demás.

-Ella está bien -les murmuró al estar cerca de ambos.

-¿Y tú? -le preguntó Dustin.

-Todo bien -les aseguró.

-Saben, me parece muy dulce que se mantengan así de unidos -señaló Karen acercándose a la barra junto a ellos.

-Podrían mantenerse unidos en otra casa, para variar -objetó Ted de forma indirectamente directa. Pero Nancy paso de él y se acercó a Max.

Por otro lado, Karen se dirigió a Dustin.

-Sabes que eres bienvenido cuando sea -le dijo.

-Claro -respondió él-. Son como mi familia. ¿Puedo? -preguntó señalando los pancakes.

-Por supuesto -le dijo Karen y le tendió un plato limpio para que se sirviera.

-Si, ¿Por qué no? Llévate todo lo que tenemos -soltó Ted de forma irónica.

Tessa se abstuvo de poner los ojos en blanco. A veces olvidaba lo directo e irónico que podía ser el padre de Nancy.

Dustin, por otro lado, tomó su comentario con bastante humor.

-Bueno -y prosiguió a servirse a su gusto.

Tessa reprimió una risa y se acercó a donde Max y Nancy estaban hablando.

-¿Esto es lo que viste anoche? -escuchó que le preguntó Nancy a Max. Tessa se paró detrás de ellas y observó los dibujos que la menor había hecho mientras ella ayudaba con el desayuno.

-Si, se supone que es eso -respondió Max-. Pensé que sería más fácil dibujarlo que explicarlo. Pero no.

Sin embargo Tessa no estuvo de acuerdo con ella, porque en cuanto sus ojos se posaron en un dibujo en particular, sintió un vuelco en el estómago.

-¿Eso es....? -y tomó el dibujo para acercarlo a las tres; Se trataba de unos pilares hechos de enredaderas, que surgían de la tierra roja y rodeaban, o más bien aprisionaban, los cuerpos de Chrissy y Fred.

-Era como si estuvieran en exhibición -explicó Max, Tessa se estremeció al oir eso-. y también había una niebla roja por todos lados Era como un sueño. Una pesadilla -se corrigió.

-¿Crees que Vecna solo quiere asustarte? -le preguntó Nancy.

-¿Con Billy? Sí. Pero cuando llegué aquí... -titubeo, como si no estuviera segura de como explicar lo vio. No obstante, continúo-. No lo sé, se sintió diferente. Parecía casi sorprendido, como si no me quisiera ahí.

-Quizá te metiste en su mente -opinó Dustin, llamando la atención de las tres. Se había acercado a la mesa con su desayuno en mano y había tomado asiento al otro lado de la mesa, junto a Holly, quien ahora jugaba con un juguete suyo de luces-. Él invadió tu mente, ¿no? ¿Es una locura sugerir que terminaste en la suya? Como las calderas de Freddy Krueger -agregó al final una comparación.

Sin embargo, antes de que alguna pudiera decir algo, la menor de la casa se dirigió a él:

-¿Freddy Krueger? -inquirió con curiosidad.

-Es un tipo todo quemado con navajas en vez de dedos. Te mata en tus sueñ...

-¡Dustin! -lo reprendia Tessa con una mirada incrédula. El rizado volteo a verla sin entender que pasaba hasta que notó la forma en que ambas mayores lo miraban y luego miraban a la niña.

Entonces entendió el error que había cometido.

-Lo siento. Es una película. No es real.

Sin embargo Holly ya estaba bastante asustada. Tessa rodó los ojos y negó con la cabeza; solo a Dustin se le ocurriría hablarle de eso a una niña.

-Solo piénsenlo. ¿Y si de alguna manera abriste una puerta al mundo de Vecna? -prosiguió Dustin-. Quizá la respuesta que buscamos está en alguna parte de estos dibujos increíblemente vagos. ¡Demonios! Necesitamos a Will.

-No me digas -reprochó Max-. Los llamé de nuevo está mañana pero sigue dando ocupado.

-¿Otra vez? -inquirió Tessa extrañada y max asintió. Estaba apunto de comentar que aquello no era normal, cuando Nancy tomo un dibujo y le preguntó a Max si aquello era una ventana.

-Si -afirmó ella.

-Un vitral con rosas -indicó Nancy sin despegar su mirada del dibujo.

-Si. ¿Ves? No soy un desastre total -objetó Max hacia Dustin, quien le hizo una mueca.

-Si, bueno, ayuda que la haya visto antes -comentó Nancy para sorpresa de todos y entonces, sin dar explicación alguna, comenzó a doblar cada uno de los dibujos y los fue juntando de forma que cada parte encajaba con otra parte, como un rompecabezas.

Cuando todos los dibujos estuvieron juntos, Nancy tomo un plumón negro del estuche de su hermana y comenzó a dibujar lineas que terminaban de unir un dibujo con otro.

-Son partes de una casa -señaló Tessa mirando lo que Nancy estaba dibujando.

-No cualquier casa -respondió Nancy con el semblante serio. Entonces colocó el dibujo del vitral de rosas donde la puerta de la casa debería estar-. Es la casa de Victor Creel.

Antes aquella revelación, Tessa frunció el ceño e intercalo su mirada entre el dibujo y Nancy.

-¿Estás segura?

-Muy segura -respondió Nancy y se puso de pie para dirigirse a paso apresurado hacia el pasillo.

-¿A dónde vas? -le preguntó Dustin.

-A despertar a los demás.

Los tres voltearon a verse con desconcierto y entre ambas chicas recogieron los dibujos y se apresuraron a seguir a Nancy junto con Dustin, quien antes de salir de la cocina tomó un poco más de comida bajo la mirada estupefacta de Ted Wheeler.

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Despertar a los demás fue tarea sencilla. Aunque todos estaban sumamente agotados, nada más oir la urgencia en la voz de Nancy mientras bajaba los escalones de madera, vino quitando todo rastro de sueño en sus cuerpos.

Una vez que todos estuvieron despiertos y sentados alrededor de la mesa del sótano, Nancy prosiguió a contarles lo que había descubierto. Entre los cuatro volvieron a ordenar los dibujos en la mesa y permitieron ver a los demás la casa que Max había visto, por partes, en la mente de Vecna.

-Es la casa de Victor Creel -señaló Robin con los ojos desorbitados. Nancy asintió en su dirección-. Pero, ¿por qué estaría la casa de Victor ahí?

-No tengo idea -respondió Max.

-Solo hay un lugar donde podríamos encontrar una respuesta -habló Nancy y señalo la mesa.

Y todos estuvieron de acuerdo; era hora de visitar la Casa Creel.

No obstante, primero tenían una parada importante que hacer, y al parecer Steve estaba más ansioso de llegar ahí cuanto antes.

-Reduce la velocidad, hay menores atrás -objetó Tessa mirando a Lucas y Max en los asientos traseros. Ambos chicos, aunque intentaban disimularlo, se sujetaban de los asientos como si sus vidas dependieran de ellos. Lo cual era cierto.

Steve los miró por el retrovisor y redujo la velocidad de su auto. A los pocos segundos, detrás de ellos, Nancy hizo lo mismo. Al ser un grupo grande, habían acordado dividirse en dos autos para ir más cómodamente. También estaba la opción de la camioneta de los Wheeler, sin embargo ese día Karen tenía cosas pendientes y no podían hacer uso de ella.

De este modo, el grupo se dividió y comenzó a dirigirse al centro del pueblo, donde Records ya debería estar abierto al público.

Y tal cual lo esperaban, el letrero de abierto les dio la bienvenida en cuanto Steve aparco frente a la tienda.

-No tardo, vuelvo enseguida -dijo Tessa y bajo del auto para dirigirse a paso nervioso a la tienda. El recuerdo de la visión de Leila en su tráiler había tomado lugar en su mente durante el camino. Sabía que todo había sido producto de Vecna, pero las palabras que había usado, y la forma que había tomado, le habían calado a Tessa.

Inspiró profundamente antes de cruzar las puertas de cristal de la tienda.

-¡Tessa!

DJ fue el primero en voltear a verla, pero fue Leila quien exclamó su nombre y corrió abrazarla. En cuanto la rodeo en sus brazos, Tessa supo que no estaba molesta con ella, al contrario, estaba preocupada. Y eso la hizo sentir culpable.

-¿Dónde te habías metido? Estábamos preocupados por ti -dijo DJ acercándose para abrazarla también.

Tessa tragó el nudo que sentía y se separó de ambos para ver el reloj de la tienda. Debía apresurarse, no podían perder más tiempo.

-Lo siento, no quería preocuparlos, pero ahora no puedo explicarles -respondió y rodeo al par para dirigirse al almacén. No obstante, Leila y DJ se pararon en frente de ella.

-Espera, necesitamos saber qué pasa -objetó DJ cruzándose de brazos-. Vimos las cintas que dejaste en el tráiler.

-¿Las escucharon?

-No. Pusiste en la nota que hasta la noche no lo hiciéramos.

-¿Qué rayos está sucediendo, Tessa? -inquirió Leila con gesto preocupado-. No apareces desde el domingo. Jason vino a buscarte.

-¿Qué? -inquirió ella, deteniendose de golpe-. ¿Cuando?

-Ayer, vino con los demás del equipo. Te estaba buscando como loco.

-¿Les dijo el motivo? -preguntó ella intentando lucir tranquila, pero la verdad es que por dentro estaba agitada; al final, lo que Lucas les había dicho era verdad. Carver y los demás la estaban buscando tanto a ella como Dustin, y eso no era bueno.

Leila y DJ negaron.

-No, solo dijo que tenía que hablar contigo -tessa asintió y continúo su andar hacia el almacén-. ¿Qué está pasando Tessa? ¿Por qué Jason te busca?-le preguntó Leila siguiéndola junto con DJ.

-No es nada -respondió ella rodeando un organizador de discos en medio del camino-. Luego les explico todo pero enserio, ahora no tengo tiempo.

-Nunca tienes tiempo...

-Estamos preocupados por ti....

-Por favor, dinos que está pasando...

-¿Tessa?

-Tessa...

-¡Paren! -Explotó exasperada y cerró los ojos intentando mantener la calma. Sin embargo, en cuanto el silencio reino alrededor de ella, volvió a abrir los ojos y sintió como su alma caía al piso.

DJ y Leila ya no estaban.

La tienda se encontraba completamente sola y la luz del día había desaparecido a través de los ventanales.

-¿Lei... DJ....? -Los llamo Tessa pero no obtuvo respuesta alguna. En eso una corriente helada la golpeo por la espalda y una voz la llamó desde atrás.

-Tessa...

Su corazón se detuvo por un segundo.

Esa voz. Esa maldita voz la conocía muy bien...

Tessa giro lentamente y sofoco un jadeo al ver la figura que surgía de la oscuridad al otro lado de la puerta que daba al almacén.

Ahí, acercándose a paso lento a ella, estaba él.

-Billy... -musitó su nombre con la voz temblorosa.

El chico sonrió ladinamente y continúo su andar hacia ella.

-Siempre huyendo, ¿No es así? Siempre evitando la verdad...

-No, eso no es cierto.

-Por supuesto que es cierto; siempre has sido buena mintiendo; Lo hiciste conmigo. Lo hiciste con Steve. Lo hiciste con tus amigos. Y con Max.

-No, yo no le he mentido...

-Le dijiste que la salvarias. Le dijiste que todo estaría bien... Y no es así, Tessa. Ella no está a salvo.

-No.... Cállate....

-Admitelo Tessa, todas tus promesas... Terminan en palabras vacias.

-No...

-Eres una chica rota que nunca cumple lo que dice...

-No... ¡No, aléjate de mi! -pero sus pies tropezaron con uno de los estantes de cassettes y Tessa cayó al suelo de espaldas.

El impacto la aturdio por un momento. Pero al alzar la vista hacia Billy, se encontró con el mismísimo Vecna enfrente de ella.

-Tessa, es tiempo...

Y sin esperar un segundo más, se puso de pie y salió corriendo de la tienda a toda prisa.

Tenía qué huir de él.

No podía dejarlo ganar.

No podía dejar Max.

No podía dejar a Steve.

No podía...

No obstante, sus peores pesadillas cobraron vida frente a ella y se detuvo de golpe en medio de la calle.

-¡Tessa, ayúdame!

-No... No es cierto -jadeo con el rostro consternado por la visión-. No es real, no es...

-¡Tessa! ¡Ayudame! -berreo el pequeño Chris arrastrándose por el asfalto entre los cristales rotos del auto.

-No es real.... No es...

-¡Lessie!

-¡Chris! -gritó tessa. Era él. Tenía que ser él; solo su hermano la llamaba de esa forma.

Solo él.

Sin embargo, con cada paso que daba hacia Chris, el suelo bajo sus pies se extendía y la alejaba más de él.

-¡Tessa!

-¡Chris! -chilló Tessa afligida por no alcanzarlo-. ¡Chris!

Pero entonces el cuerpo de su hermano se quedó inmóvil, y Tessa gritó de dolor al mismo tiempo que caía junto a él.

-No, no, no. ¿Chris? ¡Chris!

-Todo puede terminar Tessa.

Con la respiración agitada y el rostro lleno de lágrimas, Tessa levantó la mirada y se encontró con Vecna caminando hacia ella.

-Unete a mí, y deja que el dolor se vaya.

-¡No, aléjate de él!

-¿De quien?

Entonces Tessa bajo la mirada y se encontró con sus brazos vacíos. Chris ya no estaba. El accidente donde sus padres y hermano murieron ya no estaba detrás de ella.

-Ven conmigo Tessa. Regresa con tu...

-¡No!

Y nuevamente se puso de pie y comenzó a correr para alejarse de él. Dobló por la calle donde el Arcade del pueblo estaba y siguió corriendo hasta llegar a uno de los parques más cercanos de ahí. Se detuvo, mirando a su alrededor con desesperación. Buscando alguna salida.

-¡Steve! ¡Steve por favor! ¡Robin! ¡Dustin! ¡Ayudanme! ¡Steve!

Pero por más que gritaba sus nombre, sus plegarias eran en vano.

Tic, tac, tic, tac...

-¡STEVE!

Y en eso una luz roja la deslumbró más allá de dónde estaban los columpios y una niebla blanca surgió de los árboles detrás del parque.

Tessa volteó sobre su hombro, buscando signos de Vecna cerca. Más no había nadie detrás de ella. Y tampoco iba a quedarse esperándolo. Ni loca.

Por lo que corrió hacia aquella luz, y al traspasar la niebla blanca se encontró en un lugar totalmente diferente. Más logró reconocerlo casi al instante: Enredaderas en forma de pilares que surgían del suelo en afilados picos. Niebla roja rodeando cada pequeña parte del lugar. Y enormes pedazos de lo que alguna vez fue una casa, flotando en el cielo rojo y lleno de relámpagos.

Había llegado al lugar que Max había dibujado. Había entrado a la mente de Vecna.

Y si bien no deseaba estar ahí, debía encontrar una manera de regresar a la realidad antes de que fuera demasiado tarde para ella. Dio un paso al frente, con todas las intenciones de acercarse a la Casa Creel, cuando sintió algo húmedo y viscoso bajo sus pies.

Tessa sofoco un grito cuando se percató de que el suelo estaba cubierto de sangre. Sangre oscura y espesa que se adheria a sus tenis blancos de una forma asquerosa; Ignorando la bilis que intentaba subir por su garganta, Tessa comenzó a caminar hacia el frente, adentrándose aún más en aquella pesadilla.

Los dibujos de Max no estaba muy alejados de la realidad. Pero sin duda alguna la realidad era más aterradora. Cuando Tessa llegó a la altura de donde las escaleras en espiral estaban, finalmente fue espectadora de la exhibición que Max había mencionado momentos atras.

Esta vez fue incapaz de sofocar un jadeo. Ver los cuerpos de Chrissy y Fred incrustados en aquellos pilares había sido, sin duda, un gran golpe para sus emociones; Sus extremidades se encontraban doblados de forma antinatural y desgarradora de ver. Sus bocas, abierta de forma brutal y con la mandíbula doblada de forma irreal. Y los ojos...

Dioses, Tessa sin duda no podría olvidarlos nunca. Cuencas negras y sin vida, con sangre oscura escuriendo de las orillas.

La imagen era tan brutalmente aterradora, que sintió unas tremendas ganas de llorar.

-¿Qué te parecen, Tessa? -sobresaltada, giro en redondo y vio a Vecna al otro lado de la exhibición, muy cerca de ella-. Muy pronto Max se unirán a ellos.

-¡No! ¡Dejá a Max! -pidio ella retrocediendo dos pasos atrás, pero en eso algo crujió bajo su pie y al levantar su tenis, todo un nido de arañas salió corriendo.

Y si bien Tessa no le tenía miedo a las arañas, se estremeció en su lugar y retrocedió otros dos pasos por la impresión.

-No te harán nada, no si yo no quiero -dijo Vecna a tan solo un metro de ella.

-¡Dejame en paz!

-No puedo hacer eso.

Y como si hubiera leído sus intenciones, una enredadera surgió de la nada y la apreso del pie, logrando que Tessa cayera de bruces al suelo.

-¡No! -gritó e intento sujetarse de algo mientras era arrastrada hacia atrás. De un momento a otro su cuerpo dejó de sentir el suelo y su espalda impacto contra uno de los pilares vacíos. Más enredaderas surgieron y la apresaron de los brazos. Tessa gritó llena de terror pero su grito se sofocó en cuando sintió como otra enredadera le rodeaba el cuello.

Apenas logró tomar aire cuando está comenzó a ejercer fuerza. Sus ojos desorbitados por el miedo vieron a Vecna parandose justo en frente de ella, mirándola. Cazandola como un depredador hacia con su presa.

Miles de pensamientos devastadores pasaron por su mente en ese momento. Vecna la tenía sometida y no había forma de salir de esa. No está vez. El miedo y la desesperación se mezclaban por todo su cuerpo, haciendo que su corazón latiera aún más fuerte y la necesidad de respirar se volviera aún más fuerte.

«No lo lograré» pensó. «No saldré de aquí»

Y justo cuando estaba por dejar de forzajear, escuchó una melodía a lo lejos.

La melodía de su canción favorita en los últimos meses.

Y, para su sorpresa y alivio, vio que a los lejos, detrás de Vecna y de todos aquellos pilares puntiagudos, la niebla roja se arremolinaba en torno a una luz brillante. Una luz que creció más y más y le permitió ver parte de la tienda Records al otro lado.

Tessa!

-¡Despierta!

Tessa! ¡Regresa!

-¡Estamos aquí, Tessa!

Eran las voces de Steve y sus amigos, rogando para que ella volviera a la realidad.

-Ellos no pueden ayudarte, Tessa -habló Vecna tras ver el portal que se había abierto detras de él-. Hay una razón por la cual te alejas de ellos. Una razón por la que les ocultas la verdad... Tu perteneces aquí, conmigo.

-Tu.. no estás aquí de verdad -logro gesticular con la presión alrededor de su cuello.

-Si lo estoy, Tessa. Y es hora de que te unas a mi.

-Jamás -masculló.

-Entonces no tendré opción -y alzo sus garras alargadas sobre ella, justo por encima de su rostro, el cual se había alzado debido a la repentina presión que la enredadera había ejercido en su cuello.

-¡Tessa!

Alcanzó a oír el gritó desesperado de Steve. Y, con algo de dificultad, vislumbró entre los dedos de Vecna la imagen del portal; su cuerpo, en el mundo real, había comenzado a flotar al igual que el de Max. Todos se encontraban gritando su nombre con desesperación, pero era la voz de Steve quien destacaba entre todos.

No solo estaba gritando por ella, estaba desgarrandose la garganta ahí mismo para traerla de regreso al mundo real.

La desesperación la embargo. Verlo ahí, gritando su nombre, la hizo sentir de una forma que nunca más quería sentir.

Debía salir de ahí.

Debía llegar hasta él.

¿Pero cómo?

«Recordé los buenos momentos con todos» la voz de Max resonó en su memoria de una forma lejana. «Fueron mis recuerdos los que me dieron la fuerza suficiente para poder huir»

Y entonces supo que hacer. Esos últimos meses, luchando para mantener sus recuerdos apartados de ella, sin percatarse de que también estaba alejando los buenos. Los que la hacían feliz.

Tessa cerró los ojos, y dejo que los recuerdos volvieran a ella sin presión alguna para detenerlos.

We're leaving together...

«Porque no importa lo que hagas o digas, Tessa. Yo seguiré ayudándote a pesar de todo» recordó a Steve diciendo eso anoche.

But still it's farewell...

Recordó su primera cita con Steve, donde la llevo a cenar y terminaron bailando bajo la luz de las estrellas en la terraza donde antes vivía ella.

And maybe we'll come back...

Recordó la noche donde ella, Steve y Robin fueron al nuevo karaoke del pueblo; el como Steve cantaba a todo pulmón con ella mientras Robin y toda la gente en el lugar los apoyaba con entusiasmo.

To earth, who can tell?

Recordó su última pijamada con Max y Eleven, poco antes de que la segunda dejara el pueblo. Recordó como peino el largo cabello pelirrojo de Max y le pinto las uñas de los pies a Eleven.

I guess there is no one to blame

Recordó las noches jugando Calabozos y Dragones con los mocos; recordó los días jugando con Jonathan cuando eran niños; recordó como mecía en el columpio a Chris cuando este aprendió a equilibrarse; recordó las tardes horneando pasteles con su madre y las mañanas en el auto con su padre mientras escuchaban Rock and Roll para ir a la escuela.

We're leaving ground

Recordó el último momento bueno con DJ y Leila, cuando los tres se supieron a cantar y a bailar para subirle el ánimo a la azabache.

Will things ever be the same again?

«Te amo, Tessa» recordó la sensación de los labios de Steve sobre los suyos.

Y entonces abrió los ojos a la vez que un gritó brotaba de su boca con fuerza.

No supo como fue capaz de controlar las enredaderas; solo fue consciente de que había caído de bruces al suelo y Vecna había retrocedido aturdido.

Ese era el momento, no tenía tiempo que perder.

It's the final countdown...

Y salió corriendo con dirección al portal.

No obstante, Vecna no la iba a dejar ir tan fácilmente. Y Tessa lo supo en el momento en el que, por el rabillo del ojo, vio como una de las paredes de la casa que frotaba sobre ella, se precipitada velozmente en su dirección.

Tessa cayó al suelo esquivando por los pelos el impacto. Sus ropas y parte de su rostro se cubrieron de sangre oscura pero poco le importo. Volvió a ponerse de pie y corrió como nunca antes lo había hecho en su vida; corrió sin mirar atrás y con un único pensamiento en mente.

Llegar al portal que la llevaría de regreso a la realidad. Una realidad donde Steve la estaba esperando.

-¡Tessa, despierta!

La desesperación estaba en cada particular de su anatomía. Sentía como sus piernas le ardían debido al esfuerzo que estaba ejerciendo en ellas. Sentía como su corazón latía velozmente dentro de su pecho debido al miedo de ser aplastada por unos de los proyectiles que Vecna estaba lanzado contra ella para detenerla.

Pero aún así no se detuvo.

Siguió corriendo.

Siguió esquivando.

Siguió escuchando las voces que la llamaban del otro lado.

-¡TESSA!

Un jadeo brotó de sus labios justo en el momento en el que su cuerpo cruzaba el portal.

Y entonces, de un momento a otro, Tessa abrió los ojos y sintió como su cuerpo se precipitaba hacia el suelo.

No obstante, el golpe que debía ser fuerte, fue amortiguado cuando unos brazos la atraparon en el aire. Más eso no evito que la inercia jugará contra ellos y Tessa y Steve terminarán tumbados en el suelo con las respiraciones agitadas por el aterrador momento que acaban de vivir todos ellos.

-¡Tessa!

-¡Tessa!

Escuchó gritar a todos a su alrededor, pero Tessa estaba más concentrada en aferrarse a Steve, quien en lugar de alejarse para dejarla respirar, la atrajo más hacia su cuerpo de forma desesperada.

-Creí te perdía, Tess. Creí que te perdía -sollozó Steve contra su cabeza.

-Estoy bien -musitó Tessa como pudo, pues se encontraba tan agitada y asustada, que su voz apenas y salía de sus labios-. Estoy aquí.

-Estas aquí -repitió él abrazándola contra su pecho.

-Lo estoy, Steeve. Lo estoy.

Tessa había sobrevivido a la maldición de Vecna.

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𝐁𝐚𝐫𝐛𝐬 © | 𝟐𝟎𝟐𝟐

No saben cómo me mate el coco para escribir este capítulo (incluso arme un vídeo de como sería el trance de Tessa con la canción de The Final countdown para inspirarme) pero creo que quedó como quería y como lo imaginaba gg. ¿Qué les pareció? ¿Qué sintieron con el trance de Tessa? Seguramente querían leer todo desde la perspectiva de Steve y los demás peroooo... eso será en la historia de Leila y Eddie. Ahí verán la reacción de Steve en todo su esplendor gg.

De hecho, todas las escenas que no aparezcan en este libro, estarán en el libro de ELETRIC LOVE, el cual ya tiene portada combinada con este ✨ ¿Ya la vieron? Todavía no tengo fecho para comenzar a publicar el segundo libro, quiero concentrarme totalmente en este primero.

Btw, para los amantes de Eddie, no sé si lo sepan pero mi Babe -munsoncult tiene una historia de él que es ✨🛐 tremenda joyita. Joan y Eddie son mis protegidos. Además de que esa historia es parte de una duologia que les juro que es ARTE.

Vayan a echarle un vistazo, les juro que no se arrepentirán.

Bueno, es todo lo que tengo que decir por ahora, espero les haya gustado este capítulo. Nos vemos cuando tengo el siguiente listo ✨🖤

BARBS HARRINGTON

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