Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

❝ Capitulo dos² ❞

🕰️🎧 ࣪˖ 𓄴 SECRETS presents to you
▬ ▬▬ act two: chapter two

the cheerleading show

21 DE MARZO DEL 86'

-Te vas a quedar a ver el show, ¿Verdad?

Tessa suspiró a la vez que le daba otra calada a su cigarrillo. No es como que la idea le agradará del todo, si era honesta. Prefería pasar ese tiempo libre fumando hasta que la hora de trabajar llegará.

No obstante sintió la mirada de Leila sobre ella al no oir una respuesta. La azabache había terminado de atarce sus tenis blancos correspondientes a su uniforme de animadora y esperaba una respuesta de su parte.

Tessa soltó un suspiro a la vez que exhalaba el humo por la boca.

-Solo porque te lo prometí -le dijo.

Leila sonrió abiertamente y se puso de pie de un salto.

-Me maquillo en el camino o sino Chrissy me matará por llegar tarde -dijo tomando su mochila.

Tessa aplasto la punta del cigarro en un cenicero y tomó su mochila del sofá.

Ambas salieron del remolque y vieron a Max acercarse a ellas con su mochila colgada al hombro, su walkman sujeto a sus caderas, sus audífonos alrededor de su cuello y su, últimamente, gesto de no querer hablar con nadie.

Ambas se limitaron a saludarla y subieron al auto de la mayor para partir hacia la secundaria de Hawkins.

El camino en si transcurrió con Leila maquillándose y hablando sobre lo nerviosa que estaba por la presentación. Al parecer tenía miedo de tropezar al realizar una pirueta y terminar haciendo el ridículo enfrente de toda la escuela. Pero Tessa, que no era nada tonta, sabía la verdadera razón de su nerviosismo. O más bien su nombre: Eddie Munson.

Era algo irónico: Leila llevaba semanas presentándose en otras escuelas y partidos del torneo de basketball y ahora se ponía nerviosa de hacerlo en la escuela solo porque Eddie Munson estaría entre el público.

Vaya que ese chico le gustaba. Y estaba segura que a él también le gustaba su amiga; era una lástima que ninguno de los dos se animara a formalizar aquella "no relación" que tenían.

-Deja de preocuparte. Lo harás bien -le dijo Tessa estacionando el auto en uno de los aparcamientos vacios del colegio-. Y en el dado caso de que te caigas, DJ y yo tenemos un plan para que todo el mundo olvide eso de inmediato.

-¿A si?

Tessa asintió y se giró hacia ella.

-La alarma de incedios -le dijo.

-¿La alarma de incedios? -inquirió Leila con una ceja alzada.

-La alarma de incedios -aseguró Tessa volteando a verla. Leila sonrió y tomo su mochila.

-Son los mejores. Te veo en el público -le dijo antes de bajar del auto para echarse a correr hacia el gimnasio.

-Espera... ¿Te quedarás para el show del porristas? -preguntó Max de pronto. Tessa volteo a verla y asintió en su dirección-. Pero ya te graduaste. ¿No te dirán nada si estás ahí?

Ella se encogió de hombros.

-No sí no se enteran. Puedo pasar desapercibida si quiero Max, ¿Lo olvidas? Por algo estuve en la agencia.

La pelirroja asintió, comprendiendo. Había olvidado la faceta de Tessa como agente. Vaya tiempos aquellos.

-Claro, lo olvidé. Te veré allá entonces -dijo sin ánimo alguno y bajo del auto para comenzar a seguir al tumulto de alumnos que se dirigían a la cancha.

Tessa soltó un suspiro y prosiguió a tomar su mochila del asiento trasero, de donde sacó unos lentes y una gorra de color negro que usaría para entrar al gimnasio. No era el mejor disfraz, pero era lo único que tenía. Además, los maestros eran tan despistados que no se darían cuenta de su presencia.

Bajó del auto con su mochila sobre el hombro y comenzó a seguir a todos hacia el gimnasio, sin embargo su camino se vio interrumpido cuando al intentar esquivar a un chico corriendo en dirección contraria, terminó chocando contra otra persona.

-Cuidado.

Tessa se tenso al oir la voz de Robin, y justo cuando pensó que tendría que abandonar su plan de asistir al show porque alguien ya la había descubierto, vio que su antigua amiga salía corriendo para alcanzar a sus compañeros de banda.

Suspiró aliviada y continúo su camino, sin percatarse de que cierto chico, que había ido a dejar a su amiga a la escuela, la había visto chocar contra ella; Steve no pudo dejar de seguirla con la mirada. Aún con esa gorra y esos lentes puestos, él reconocería a Tessa Jones donde fuera. No había forma de que no lo hiciera. Como tampoco había forma de que no se percatara del estado que tenía: estaba más delgada, tanto así que la chaqueta negra que él había regalo hace unos meses atrás, le quedaba algo grande. Su cabello castaño oscuro, ahora corto a la altura del hombro, hacia un gran contraste con la blancura de su tez. Y aunque tenía unos lentes oscuros ocultando sus orbes avellana, logró atisbar un color oscuro debajo de sus ojos.

Verla así le causó una punzada en el pecho, cosa que Steve se reprendio al instante. No quería sentir algo al verla. No quería seguir atascado en un pasado que le dolía recordar.

Un pasado que había sido tan corto, como feliz, para él.

Un pasado que se había terminado tan rápido como la sonrisa en los labios de ella.

Steve nunca comprendió porque Tessa había terminado las cosas entre ambos. El porque lo había alejado de su lado de la noche a la mañana.

Según él, no había motivos para separase. El amor que compartían era genuino y su relación estaba más que bien. Si, había que admitir que a veces llegaban a tener sus desacuerdos, pero toda pareja los tenía y ellos no eran la excepción a la regla.

Entonces, si las cosas estaban tan bien entre ambos... ¿Por qué ponerle fin?

Steve no lo sabia. Y por más que intentó preguntárselo a la chica, está siempre lo evadio.

No obstante, ahí estaba ella. Intentando pasar desapercibida para todos, cosa que estaba logrando con existo. Menos para él.

Justo cuando estaba tentado a bajar del auto para alcanzarla y poder hablar con ella después de dos meses sin hacerlo, alguien más lo hizo; Steve apretó el volante con fuerza al ver como DJ Powell pasaba su brazo por los hombres de Tessa y dejaba un beso sobre su mejilla.

Pero lo que terminó haciendo que Steve prendiera el auto y se alejara de ahí de inmediato, fue ver cómo ella le sonreía al moreno.

Tal vez no era necesario hablar con ella sobre el tema.

Al fin y al cabo, ella ya lo había olvidado.

ㅤㅤㅤㅤㅤ
ㅤㅤㅤㅤㅤ
ㅤㅤㅤㅤㅤ
ㅤㅤㅤㅤㅤ
ㅤㅤㅤㅤㅤ
ㅤㅤㅤㅤㅤ
ㅤㅤㅤㅤㅤ
ㅤㅤㅤㅤㅤ
ㅤㅤㅤㅤㅤ
ㅤㅤㅤㅤㅤ
ㅤㅤㅤㅤㅤ
ㅤㅤㅤㅤ
ㅤㅤㅤㅤㅤ
ㅤㅤㅤㅤㅤ
ㅤㅤㅤㅤㅤ
ㅤㅤㅤㅤㅤ
ㅤㅤㅤㅤㅤ
ㅤㅤㅤㅤㅤ
ㅤㅤㅤㅤㅤ
ㅤㅤㅤㅤㅤ
ㅤㅤㅤㅤㅤ
ㅤㅤㅤㅤㅤ
ㅤㅤㅤㅤㅤ
ㅤㅤㅤㅤㅤ
ㅤㅤㅤㅤㅤ
ㅤㅤㅤㅤㅤ
ㅤㅤㅤㅤㅤ
ㅤㅤㅤㅤㅤ
ㅤㅤㅤㅤㅤ
ㅤㅤㅤㅤㅤ
ㅤㅤㅤㅤㅤ
ㅤㅤㅤㅤㅤ
ㅤㅤㅤㅤㅤ
ㅤㅤㅤㅤㅤ
ㅤㅤㅤㅤㅤ
ㅤㅤㅤㅤㅤ
ㅤㅤㅤㅤㅤ
ㅤㅤㅤㅤㅤ
ㅤㅤㅤㅤㅤ
ㅤㅤㅤㅤㅤ
ㅤㅤㅤㅤㅤ
ㅤㅤㅤㅤㅤ
●🕰️●

-Repiteme de nuevo, ¿por qué acepté venir? -cuestiono Tessa hacia DJ, quien estaba sentado junto a ella en las gradas del gimnasio.

-Porque Leila te suplico toda la semana y aprovecho que estabas bajo los efectos de Mari para convencerte -respondió él barriendo la vista por todo el alumnado que se encontraba ahí.

Tessa chasqueó la lengua y DJ volteo a verla con una sonrisa juguetona.

-Vamos Tess. No puede ser tan malo. Además... El equipo de basketball tiene chicos muy guapos.

Y sonrió pícaramente. Tessa rodó los ojos con diversión y estuvo a punto de replicar que ella no estaba interesada en eso, cuando las animadoras de Hawkins salieron a la cancha gritando y agitando sus pompones con entusiasmo. En automático todo los alumnos comenzaron a aclamar y ovacionar al grupo. Tessa y DJ no se quedaron atrás en cuando vieron a Leila entre el grupo.

Y está no tardó en ubicarlos y saludarlos. Ambos levantaron sus pulgares en su dirección, deseándole suerte.

La banda escolar comenzó a tocar y las animadoras comenzaron su representación.

Tanto DJ como Tessa gritaron apoyando a Leila, quien se veía más relajada que cuando venían en el camino. Tessa estaba tan concentrada en ella que cuando DJ la codeo en el costado, está se volteo a verlo ceñuda. Sin embargo pronto se percató de que el moreno le estaba señalando a alguien entre el público, y cuando ella siguió la dirección de su mirada, vio a Eddie Munson mirando a Leila con un atisbo de sonrisa en el rostro.

Ambos se miraron con complicidad y volvieron a gritar el nombre de Leila.

La presentación llegó a su fin con una pirueta en el aire por parte de su amiga, quién aterrizo en brazos de unos chicos a la perfección.

El público aplaudió y las porristas animaron un poco antes de tomar asiento en el suelo, justo hasta al frente de todo el público. Leila volteo a verlos y les guiño un ojo antes de sentarse.

-¡Un fuerte aplauso para los tigres!

En eso el equipo de basketball salió corriendo hacia la cancha detrás de su capitán, Jason Carver. Un chico rubio, de complexión atlética y sonrisa encantadora que era novio de Chrissy Cunningham, amiga de Leila.

Todos aplaudieron y gritaron con entusiasmo, menos Tessa. Ella solo había asistido por Leila. Nada más. No había razón para entusiasmarse, ni mucho menos para alegrarse. No obstante en cuanto sus ojos captaron la figura de Lucas entre el grupo de chicos con uniforme de basketball, su rostro demostró sorpresa absoluta.

¿Desde cuando Lucas estaba en el equipo?

-¡Buenos días, secundaria Hawkins! -gritó Jason por el micrófono. La escuela respondió con más gritos.

El rubio saco el micrófono de su base y comenzó a caminar por la cancha.

-Antes que nada, escuchen -el público comenzó a cesar sus aplausos-. Quiero agradecerles a cada uno de ustedes. Sin su apoyo, no estaríamos aquí. ¡Un aplauso para ustedes!

Tessa rodó los ojos y cambio su peso de una pierna a otra. ¿Cuánto más tardaría todo eso? Moría por salir de ahí y fumar un poco.

-Y por supuesto, un agradecimiento especial a las mejores fanáticas, las más lindas: ¡Las porristas de los tigres!

Esta vez Tessa si que aplaudió para apoyar a su amiga.

-Chrissy...-dijo Jason hacia la porrista rubia que estaba junto a su amiga-. Chrissy te amo.

Leila le dio un suave empujón a su amiga, quien sonreía enternecida hacia su novio.

No obstante, tras unos segundos en silencio, el sembrante de Jason cambio a uno más serio y triste.
Tessa comenzó a sentir un mal presentimiento sobre eso.

-¿Saben? Creo que hablo por todos cuando digo que... Fue un año difícil para Hawkins. Perdimos mucho -dijo él, a lo que Tessa se removió-. A veces me pregunto: "¿Cuántas pérdidas puede soportar una comunidad?"

Tessa comenzó a sentir como su corazón se aceleraba. No le gustaba la dirección que estaba tomando aquel discurso.

-En estos días oscuros, necesitamos algo en qué creer -continuó Jason-. Así que, anoche, cuando íbamos perdiendo contra la Academia Cristiana, miré a mi equipo y dije: "Piensen en Jack. Piensen en Melissa. Piensen en Heather. Piensen en Billy".

Y como si el rubio le hubiera dado un puñetazo directo en el pecho, Tessa jadeo sintiendo como esté se encogia de dolor.

No podía evitarlo. Con solo escuchar su nombre su corazón sufría. La culpa aparecía y le recordaba que él ya no estaba más ahí.

Ya nunca estaría ahí.

Y, como si su mirada fuera un imán, capto a Max unas gradas más abajo que ella. Su corazón se encogió al verla tan incómoda, varios de sus compañeros la estaban mirando por la mención de su hermano.

Justo cuando estaba apunto de decir algo en voz alta para que dejarán de mirarla, Jason continúo y dijo algo que solo hizo que la presión que comenzaba a sentir en su pecho aumentara.

-Piensen en nuestro heróico jefe de policía, Jim Hopper; En todos nuestros amigos que perecieron en ese incedio. ¿Para qué murieron, para que perdamos contra una escuelucha? No.

-¡No! -gritó el público.

Tessa miró incrédula al rubio. ¿Enserio Jason Carver estaba diciendo eso? ¿Enserio estaba diciendo que sus muertes eran su motivación para ganar el campeonato?

Como si a Billy y a Hopper les importará eso.

-¿Para que volvamos a casa con la cabeza abajo? ¡No!

-¡No!

No podía seguir escuchandolo. No podía seguir ahí un segundo más.

-¿Tessa, a dónde vas? -escuchó que le preguntó DJ, pero ella no le respondió. Sentía como el aire comenzaba a faltarle. Sentía como todo le daba vueltas.

Mientras bajaba las gradas, siguió escuchando al capitán decir:

-¡Ganemos el partido! Ganemos por ellos. ¡Y eso es exactamente lo que hicimos!

El público festejo entusiasmado. Pero Tessa ya estaba caminando hacia la salida sin poder reparar en el festejo a su alrededor.

-Avergonzamos a esos bobos en su propia casa y ahora, esta noche, ¡Traeremos...

Pero no siguió escuchando lo que Jason decía, porque las puertas se habían cerrado detrás de ella y Tessa intentaba respirar sin éxito.

Odiaba eso, el no poder controlar sus emociones. Pero sobretodo odiaba cuando los ataques de pánico se hacían presentes y ella no podía luchar contra ellos.

Tessa terminó apoyada en una pared, hiperventilando antes de llegar al estacionamiento. Por más que intentaba llenar sus pulmones de aire, estos se rehusaban a cooperar con ella. Sus manos temblaban, al igual que sus labios y sus piernas. Cerró los ojos con fuerza y apoyo la cabeza hacia atrás, rezando para que todo se terminara de una vez.

Sus ojos se cristalizaron y la impotencia comenzó a crecer dentro de ella.

¿Cómo los alumnos ahí dentro podían festejar las palabras de Jason? ¿Cómo podían aceptar que un trofeo sin valor fuera comparado con las muertes de Billy y Hopper? Ambos habían salvado a Hawkins del Upside down y nadie lo sabía. No podían saberlo.

Nadie podía saber que Billy Hargrove y Jim Hopper habían muerto como héroes.

Y que una estúpida copa no los traería de regreso ni honraría sus muertes.

-¿Tessa?

Volvió a abrir los ojos y vio a Robin acercarse a dónde estaba ella con su uniforme de la banda y un gesto de preocupación. En su mente se maldijo por no haber sido capaz de llega a su auto.

-Venga Tessa, respira conmigo, concéntrate en mi -le pidio Robin al llegar junto a ella. Al parecer había entendido lo que pasaba. Tomó sus manos y comenzó darle un leve masaje en las palmas mientras inhalaba y exhalaba lentamente, para que ella la siguiera.

Tessa se esforzó en hacerlo y miró directamente a sus ojos azules.

-Eso es, concéntrate en mi -repitió Robin sin soltarla-. Concentrate en mi Tess...

Y ante aquel mote, un recuerdo surgió de su mente: tras otra noche llena de pesadillas, Tessa se había despertado completamente asustada y empapada en un sudor helado. Ni siquiera había abierto los ojos del todo cuando un gritó surgió de su garganta, despertando a Steve que dormía junto a ella.

El miedo que había sentido al verlo morir había sido tan real, que las lágrimas bajaban como cascadas por sus mejillas. Su corazón latía a un ritmo tan desenfrenado, que comenzaba a dolerle el pecho. Comenzó a hiperventilar a una velocidad alarmante. Tanto así que Steve se incorporó de un golpe de la cama y se sentó frente a ella.

-Tessa... Tess, estoy aquí. Respira conmigo, Tess. Respira conmigo -le pidió aquella noche mientras tomaba sus manos y le daba suaves masajes circulares en las palmas, igual que Robin ahora-. Estoy aquí. Concentrate en mi voz. Concentrate en mi Tess.

Esa noche Steve tardo un poco más en lograr tranquilizarla. Pero al final lo hizo y no se despegó de ella en ningún momento. Incluso cuando el ataque había pasado y ambos se encontraban acostados, abrazados, uno junto a él otro. Steve no la soltó. Ni cuando él se quedó dormido de nuevo y ella permaneció despierta, sumergida en el recuerdo del dolor que había sentido al creer que lo había perdido también.

Tessa sollozó al recordar que al día siguiente, después de ese ataque, ella terminó con Steve.

Sollozó al recordar la mirada rota en sus ojos avellana, incapaces de creer en las palabras que ella le había dicho.

-Ya no te amo, Steve.

Sollozó al recordar la agonía que había sentido al decirle esas cinco palabras, que claramente habían sido una mentira.

Sollozó al recordar que, a pesar de sentir eso, ella se había mantenido seria y determinada ante su decisión. Dejando que Steve se marchará con el pensamiento de que ella ya no lo amaba más.

Tessa sollozó tan dolorosamente, que Robin se preocupó aún más por ella. Volvió a repetirle que respirara con ella, y Tessa, con esfuerzo y dolor, la siguió; de este modo, un par de minutos después, Tessa se encontraba más tranquila y capaz de respirar con normalidad.

Soltó las manos de Robin al percatarse que aún las sujetaba. Bajo la mirada hacia sus botas, no queriendo verla al rostro tras aquel episodio. Respiró profundamente un par de veces, asegurandose de que aquel ataque había pasado del todo.

-¿Mejor? -le preguntó Robin.

Tessa asintió y evito su mirada, incómoda y nerviosa por estar cerca de ella de nuevo.

-Yo... Gracias.

Robin asintió, un tanto incómoda también.

-No hay de que. Agradezco ser amiga de Steve porque fue él quien me dijo cómo ayudarte en estos momentos, por sí él no podia estar presente y yo si.
No me refiero a que él sabía que terminarían o algo así. Me refiero a que, si él estaba ocupado con algo y no estaba contigo y yo si, supiera como ayudarte a superarlo. Tampoco estoy diciendo que este agradecida porque tengas ataques de pánico, no. Es horrible, una vez una prima mía tuvo uno y yo no supe cómo ayudarla...

-Robin...

-Me quedé paralizada viéndola. No sabía que hacer ni que decir.

-Robin...

-Pero ahora sí, así que le diré gracias luego a...

-¡Robin!

La rubia se calló y volteo a verla, apenada.

-Lo siento. Cuando me pongo nerviosa no paro de hablar.

Tessa asintió. Sabía que eso le pasaba a la chica.

-Yo... esté... supongo que no querrás hablar de esto, ¿Verdad? -le preguntó Robin.

Tessa tragó saliva y negó.

-Y también supongo que no querrás que se lo comenté a...

-¡No! Ni una palabra a Steve sobre esto.

Robin arqueo una ceja.

-No me refería a él.

Al darse cuenta de su error, Tessa se enderezó con un gesto serio en el rostro. Tomó la mochila que había dejado caer al suelo y se la colgó al hombro.

-Ni una palabra de esto, a nadie.

Y sin esperar una respuesta, o ver a Robin a la cara siquiera, se dio la media vuelta y comenzó a alejarse con dirección a su auto.

Lo que más quería era salir de ahí.

▊▋▊▌▊▍▎▊▊▋▊
𝐁𝐚𝐫𝐛𝐬 © | 𝟐𝟎𝟐𝟐

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro