❝ Capítulo Diez ❞
🍨⚓ ࣪˖ 𓄴 SECRETS presents to you
▬ ▬▬ chapter ten
❝ the beginning ❞
Era el momento de la verdad.
Era tiempo de saber que había en esas malditas cajas.
Steve sujeto un cutter que Dustin había traído en su mochila -no pregunten porque traía uno-, y con este rasgo la cinta adhesiva que sellaba la caja. Dustin volvió a guardar el cutter una vez que Steve se lo regreso.
Robin, Sinclair y yo nos acercamos más a ellos para ver el interior de la caja. Dentro había un caja más pequeña de metal con una herradura circular en el centro.
Steve nos miró. Tomó la palanca que había en la herradura, la giro y está se abrió, dejando salir humo.
Todos nos acercamos más. Adentro de esa caja de metal había un contenedor con cuatro palancas iguales a la anterior pero más pequeñas.
— Definitivamente no es comida china.— comentó Steve.
Dejó la tapa de metal arriba de otra caja, y cuando iba a girar una de las cuatro palancas, nos pidió alejarnos un poco.
Las tres retrocedimos, yo un poco menos que Robin y Sinclair, pero Dustin permaneció en su lugar.
— Aléjate un poco —le indicó Steve alejándolo con la mano.
Dustin resistió.
— No —dijo él.
— Aléjate — volvió a insistir Steve.
— No —exclamó Dustin con determinación.
Steve volvió a insistir pero Dustin se volvió a negar.
— Si tú mueres, yo tambien —le dijo él para sorpresa de Steve; el corazón se me derritió de ternura al ver que Dustin realmente quería a Steve. Y podía apostar lo que sea a que haría cualquier cosa por él y viceversa.
Steve era ahora su hermano mayor. Era importante para Dustin.
Y no me molestó. Al contrario, me alegro ver que Dustin había encontrado alguien más.
Alguien que no lo abandonó... Como yo lo hice.
— Está bien —desistió Steve, permitiendo que Dustin se quedará con él.
Entonces Steve giro la manija y saco un cilindro con un líquido verde brillante.
—¿Qué demonios? —murmuramos los dos al mismo tiempo.
—¿Qué es eso? —preguntó Robin.
Pero entonces el cuarto se sacudió violentamente.
Nos quedamos helados.
—¿Me pareció a mí o la sala se movió? —preguntó Dustin.
—Trampas cazabobos —musitó respondió Sinclair mirando la habitación.
Y como si su comentario fuera un activador, el cuarto volvió a sacudirse pero con más intensidad.
—Debemos irnos —indique con preocupación.
—Tomemos eso y vamonos —concordó Robin conmigo tomando el cilindro para guardarlo en la mochila que Sinclair traía.
Mientras tanto Dustin caminó hacia el panel de la puerta y apretó un botón.
—¿ cuál oprimo, Érica? —cuestionó Dustin oprimiendo uno de los botones del panel con urgencia.
—Oprime el maldito botón, nerd —le respondió ella.
—¿Cual? Estoy oprimiéndolo.
Ambos empezaron a discutir; Robin, Steve y yo tratamos de hacerlos callar pero no paraban. Harto, Steve se acercó al panel.
—Solo oprime el botón —indicó Steve apartando un poco a Dustin. Oprimió el botón pero nada sucedió.
Y eso no era bueno.
Todos empezaron a subir la voz al mismo. Yo, por mi parte, me había quedado helado.
Esto no estaba nada bien. Ellos no deberían estar aquí. Comenzaba a ponerme nerviosa, cosa que no debería hacer en una situación así.
Estaba a apunto de gritarles que pararan de discutir cuando Steve palmeó con fuerza el panel y una enorme puerta roja comenzó a descender en la pared y nos dejó más encerrados de lo que estábamos.
—Mierda —musite.
De un momento a otro el cuarto empezó a caer, literal. Podía sentir el vértigo en mi estómago lo que hizo que me sujetará a lo primero que tenía cerca. La mesa.
— Mierda —escuche que mascullaba Steve.
Y entonces todos empezamos a gritar del miedo.
—¡Mierda! ¡Mierda! —chillaba Dustin. Y sí no fuera por el hecho de que estábamos cayendo vete a saber cuántos metros, me hubiera reído, pero en estos momentos me estaba cagando del mismísimo miedo.
Vi como Dustin empezaba a oprimir más botones con desesperación, intentando buscar alguno que parara esa cosa.
—¡Estamos cayendo! ¡Estamos cayendo! —gritó Steve.
—¡No me digas genio! —grité cínicamente sujetandome con más fuerza a la mesa.
—¿Por qué no funciona el botón? —lloriqueo dustin con la voz aguda.
Sinclair corrió hacia él y lo movió de un empujón.
—¡Presiona el botón! —le gritó ella.
—¡Ya presione el botón! —le chillo Dustin.
— ¡Vamos, presiona algo! —le gritó steve.
En eso el cuarto se detuvo bruscamente y por el movimiento caí al suelo de culo junto a Steve. Yo salí mejor parada que él, porque una de las cajas cayó justo sobre sobre él.
—¡ah! la entrepierna —se quejó a mi lado—. Me aplastó la entrepierna.
Escuche a Robin quejarse, seguramente había caído igual que nosotros. Me levanté del suelo e intente ayudar a Steve pero la caja pesaba demasiado.
—¡Dustin! Ayudame a quitarle esto —le pedí.
Entre él y yo le quitamos la caja de encima. Steve suspiró.
—¿Están todos bien? —preguntó Robin, pero Steve estalló.
—¿Yo? ¡Genial! ¡Ahora sé que Rusia no hace buenos ascensores! —replicó y quitó a Dustin del panel.
—Es obvio que los botones no funcionan — dijo Robin al ver a Steve presionarlos todos.
—Son botones, deberían funcionar —objeto Steve.
— Si, si tuviéramos una tarjeta —repuse.
—¿Qué?
—Es electrónica, como la puerta de carga —señale—. no funciona sin tarjeta, ósea que...
—Estamos atrapados —concluyó Dustin.
— Así es —afirme.
Steve empujó la puerta pero note su gesto de rendición.
—Solo para su información, nerds, se supone que me quedé a dormir en casa de Tina, y Tina siempre me cubre —comentó Sinclair—, pero si no llego mañana a la fiesta del tío Jack, y mi mamá se entera de que ustedes son responsables, irá tras ustedes, uno por uno y los degollara.
—No me importa Tina ni la fiesta del tío Jack —exclamó Steve perdiendo la paciencia. Sinclair lo miró incrédula—, tu mamá no nos encontrará si morimos en un ascensor ruso.
La mocosa se callo, pues Steve tenía razón, difícil de creer pero si.
—¿Y si trepamos? —sugirió Dustin señalando hacia arriba, donde había una escotilla en el techo.
ㅤㅤㅤㅤㅤ
ㅤㅤㅤㅤㅤ
ㅤㅤㅤㅤㅤ
ㅤㅤㅤㅤㅤ
ㅤㅤㅤㅤㅤ
ㅤㅤㅤㅤㅤ
ㅤㅤㅤㅤㅤ
ㅤㅤㅤㅤㅤ
ㅤㅤㅤㅤㅤ
ㅤㅤㅤㅤㅤ
ㅤㅤㅤㅤㅤ
ㅤㅤㅤㅤ
ㅤㅤㅤㅤㅤ
ㅤㅤㅤㅤㅤ
ㅤㅤㅤㅤㅤ
ㅤㅤㅤㅤㅤ
ㅤㅤㅤㅤㅤ
ㅤㅤㅤㅤㅤ
ㅤㅤㅤㅤㅤ
ㅤㅤㅤㅤㅤ
ㅤㅤㅤㅤㅤ
ㅤㅤㅤㅤㅤ
ㅤㅤㅤㅤㅤ
ㅤㅤㅤㅤㅤ
ㅤㅤㅤㅤㅤ
ㅤㅤㅤㅤㅤ
ㅤㅤㅤㅤㅤ
ㅤㅤㅤㅤㅤ
ㅤㅤㅤㅤㅤ
ㅤㅤㅤㅤㅤ
ㅤㅤㅤㅤㅤ
ㅤㅤㅤㅤㅤ
ㅤㅤㅤㅤㅤ
ㅤㅤㅤㅤㅤ
ㅤㅤㅤㅤㅤ
ㅤㅤㅤㅤㅤ
ㅤㅤㅤㅤㅤ
ㅤㅤㅤㅤㅤ
ㅤㅤㅤㅤㅤ
ㅤㅤㅤㅤㅤ
ㅤㅤㅤㅤㅤ
ㅤㅤㅤㅤㅤ
●●●
—¿Y bien? —pregunté una vez que Steve y Dustin bajaron del techo.
Ambos hicieron un gesto de negación. Inspire profundamente e intente tranquilizarme. Podía sentir como esa presión en el pecho aumentaba con la minuto que pasabamos ahí dentro y eso no era bueno.
—Chicos... —los llame cuando realmente comencé a sentir como todo se movía bajo mis pies. Sin embargo ninguno me escucho, se encontraban discutiendo para hallar alguna forma de salir de ahí.
Pero sus gritos tampoco me ayudaban a tranquilizarme.
—Chi... —no pude terminar. El pecho se me cerró de golpe e intente tomar aire por la boca pero me resultó imposible. Las piernas comenzaron a pesarme y en cuestión de segundos había caído al suelo con un gesto de desesperación en todo mi cuerpo.
—¡¡Tessa!! —escuché que gritó Sinclair.
Y lo próximo que sentí fui a Steve tomándome del rostro para buscar mi mirada.
—Vamos Tess, respira conmigo —pidió él con preocupación.
Intente hacerlo, pero el miedo que sentía en aquellos momentos era demasiado.
No quería que nada malo les pasara por mi culpa.
—¿Qué le sucede? —preguntó Sinclair, y podría jurar que escuche un atisbo de preocupación en su voz.
—Está teniendo un ataque de pánico —le dijo Dustin.
Comencé a hiperventilar. Los ojos picarme debido a las lágrimas y mi pecho comenzaba arder. Apreté fuertemente los ojos, intentando controlar el miedo.
Pero no pude hacerlo.
—Tessa.. Tessa, mírame... mírame —pidió Steve moviéndome el rostro. Abrí los ojos—. Respira conmigo ¿Si? Intenta respirar conmigo.... inhala y exhala —lo hizo varias veces para que siguiera su ritmo, pero por más que lo intentaba mi pecho no cedia. Comenzaba a sentir entumecido el cuerpo. Las piernas comenzaban a sentirse livianas.
Steve no sabía que hacer, podía verlo en su mirada.
Pero sin duda lo próximo que hizo me dejó tan helada y estupefacta, que todo se detuvo a mi alrededor.
Cuando sentí sus labios estamparse sobre los míos, mi respiración agitada se detuvo de golpe. Mi corazón brincó tan fuerte en mi pecho, que se detuvo el dolor. Mis ojos se abrieron tan grandes, que sentí que se me saldrían.
El beso no duró mucho. Pero podía jurar que lo sentí infinito.
Y cuando Steve se separó de mis labios, me di cuenta que me encontraba bien.
Miré fijamente sus ojos avellanas, los cuales brillaban más de normal.
—Tu... ¿Cómo...?
Steve tragó saliva y retrocedió un poco. Parecía nervioso.
—Yo... Lo siento. Actúe sin pensar.
—Pues ha funcionado —dijo Sinclair.
En eso recordé su presencia y la de Robin y Dustin. Estos últimos nos miraban atónitos a mí a Steve.
Me aclare la garganta, intentando no demostrar mi nerviosismo.
—Gracias —le dijo a Steve.
Este asintió y me ayudó a levantarme.
No obstante, tan pronto estuve de pie, me atrajo hacia él y me abrazo.
—Todo estará bien, Tess. Hallaremos una forma de salir de esta.
Y quise creerle, pero dentro de mi sabía que esto apenas había comenzado.
▊▋▊▌▊▍▎▊▊▋▊
𝐁𝐚𝐫𝐛𝐬 © | 𝟐𝟎𝟏𝟗
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro