𝟯𝟬 Evangeline
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──¿Es en serio? ──Un Jungkook adormilado se pasea por la isla de la cocina, la cual parece que fue invadida por un huracán.
Taehyung apaga una de las hornillas de la cocina, donde estaba su creación gastronómica; pasta, y se voltea viendo a Jungkook hecho un desastre recién levantado; sonríe por ello.
──Luzco genial, ¿cierto? ──Le giña un ojo.
──Claro, ¿y a mí no me pudiste pasar la invitación por dm para lucir decente?
──Le quita el factor sorpresa. ──Concluye, a su vez empieza a recoger todo el caos de la encimera, en cada paso es vigilado atentamente por los ojos del otro.
──¿Qué sorpresa? ──Alza una de sus cejas.
Taehyung sabe que su cena todavía no comienza y ya va pidiendo a toda fuerza del más allá para no perder la paciencia con Jungkook.
──Dios, eres imposible. ──Rueda los ojos. ──¿Ves esa mesa adornada con rosas y velas, Jeon? ──Señala al lugar indicado. El menor gira su cuerpo hacia donde indica Taehyung y abre sus labios.
──Oh.
──Sí “Oh” ahora ve y toma asiento mientras termino acá. ──Se queja en tono tosco.
Jungkook va y se sienta en una de las sillas.
──No deberías abrir la silla tú y después de que me siente, cerrarla. ──Expresa. No lo culpen, solo quiere presionar algunos botones del hombre, a su vez su mirada recorre la mesa; sonríe.
Era una mesa de cristal, pero Taehyung le había puesto un mantel blanco y pulcro. Velas, rosas, copas y platos, todo convina entre sí con la ilusión de crear un ambiente de cita ──según la deducción de Jungkook──
──¿Puedes solo quedarte en silencio mientras acabo? ──Pregunto al borde de la súplica.
──Vale. ──Complace un Jungkook totalmente divertido de la situación.
¿Dónde estaba el Kim Taehyung, mordaz, engreído, altanero, etc, etc? Con el Taehyung que en su vida hubiera hecho el mínimo intento de una cita, solo porque su casi algo se lo pidió y él estúpidamente no hizo el intento de negarse. No se explicaba cómo estás cosas le salían tan natural a Jungkook.
«Escribió Still With You» Se recuerda.
Aquel rockstar promiscuo, es mucho más de lo que parece.
Al pasar de diez minutos, por fin Taehyung había terminado la tediosa tarea de recoger y limpiar toda la cocina. Por dios, ni siquiera tuvo que lavar los trastes, lo hizo el lavavajillas. Lo importante es que había acabado ya.
El castaño se despoja del delantal con diseño floral y lo deja doblado en el estante designado ──sí, Jungkook tenía un estante exclusivo para delantales de mil colores y diseños──.
De la encimera toma los dos platos de pasta carbonara ya servidos y los lleva hasta la mesa que decoró mientras trataba de no vomitar por lo cursi que se veía el asunto.
──Volví. ──Anuncia colocando un plato frente al azabache y otro al frente del asiento propio.
──Cómo es posible que seas tan desastroso cocinando y no te hayas ensuciado ni un poco el traje. ──Niega con la cabeza mientras Kim sola se alzó de hombros.
Ah, sí, Taehyung portaba un deslumbrante traje Céline negro y con brillo. Se veía etéreo según el buen criterio muy objetivo de Jungkook. Pero es que a ese sujeto le podría quedar hasta un saco de papas, pero aquello no era algo que el menor estuviera dispuesto a soltar.
──Cosas de personas bonitas. ──Concluye tomando la costosa botella de vino y sirviendo en ambas copas.
──Egocéntrico.
──Sincero.
──Lo que sea. ──Con su tenedor toma algo de la pasta, sin muchas expectativas lo lleva a su boca.
Taehyung detalla cada expresión del rostro contrario, esperando algún signo de agrado o desagrado. Él cocinaba genial, no podría no gustarle, ¿cierto?
«Ay mierda, ¿y si es alérgico al tocino o simplemente no le gusta alguna de las especias?» Y en esos pensamientos se tiró al caño la seguridad de Taehyung; efecto “Planificar una cita y que todo salga perfecto” le dicen.
Entonces no evita sonreír cuando Jungkook frunce el ceño y gime satisfecho con el plato preparado.
──¿Por qué me habías privado de esto? ──Pregunta el azabache tomando enseguida otro bocado.
──Apenas pisamos el departamento. ──Mentira, él aprendió la receta tan solo hace veinticuatro horas con el fin de hacerla para la cita.
──Dios, es increíble. ──Gime sin prestarle atención a Taehyung, este mismo comenzó a comer.
Y Kim hizo un trabajo tan excelente que durante los próximos quince minutos su cita no tuvo atención para otra cosa que no fuera la pasta.
Maldición, Taehyung le quería buscar algún tema de conversación ¿eso se hace en las citas, no? Pues no, al parecer Jungkook si le daba la importancia necesaria a la comida.
No debió cocinar tan bien.
──Gracias. ──Murmura el rockstar tomando su copa.
Taehyung levanta ambas cejas; solo hizo lo que Jungkook había pedido.
──¿Por qué? Solo decoré una mesa y te hice de comer. ──Pregunta realmente interesado.
El cantante ríe.
──En mi mundo la comida casera es escasa y esta fue increíble. ──Empieza. ──Mm, ¿Kim Taehyung, estás tratando de conquistarme a través del estómago? Porque está funcionando. ──Y toma un sorbo de vino para disimular la vergüenza.
Para una persona que dice no haber definido sus sentimientos, las palabras de Jungkook tienen un efecto cálido en el corazón de Taehyung.
──¿Qué tan bien funciona?
──Te lo diría, pero ya me he avergonzado lo suficiente estás últimas semanas. ──Dice sincero, porque ni esos sorbos de vino podrían hacer que suelte su descubrimiento poco reciente; está un poquito enamorado. Si su asistente por lo menos dijera que se gustan mutuamente, lo podría considerar, mientras tanto, es tema zanjado.
Taehyung asiente y de un movimiento toma todo el contenido rojizo de la copa y sirve más.
──Juguemos algo. ──Demanda cambiando por completo el rumbo de la cita. Jungkook deja su copa en la mesa y alza una de sus perfectas cejas.
Ay por dios, Taehyung nunca mintió en que cada cosa que sucede en su vida ──o la mayoría de ellas── las planeo y este inocente juego no es la excepción a la regla.
──Te escucho.
──Cinco preguntas, totalmente abiertas. Mil dólares al otro si decide no responder. ──Suelta las reglas del indefenso juego, nótese el sarcasmo.
──Jodidamente ambicioso, pero no. ──Declina la oferta y se inclina para tener a Taehyung más cerca. ──Eso no compraría lo que quiero.
¿La parte de su vida que no controla? Jeon Jungkook.
──¿Qué quieres? ──También se inclina, dejando los rostros de ambos hombres a escasos centímetros.
──Si dejas de responder aunque sea una sola pregunta, tus bonitos labios estarán alrededor de mi polla. ──Pide tan bajo que podría ser confundido con un susurro, uno que el castaño escuchó a la perfección.
Las palabras de Jungkook no debería mandar una corriente de excitación por todo su cuerpo. «Pero lo hace porque jodidamente te encanta» susurra maliciosamente su conciencia.
¿Y si Taehyung se saltó el paso de gustar?
──¿Y si pierdes tú? ──Inquiere para detener el desarrollo de sus pensamientos.
──Lo que quieras, sin discusión.
Sí, para Jungkook eso involucra todas y cada una de sus cuentas bancarias si así Taehyung lo pedía.
──Bien, solo no te arrepientas luego. ──Sonríe tomando otro sorbo de vino y posteriormente acaba con los centímetros que lo separan de Jungkook y deja un húmedo beso con sabor a vino en la comisura de los labios de Jeon. Se retira, toma asiento adecuadamente.
──Soy todo menos un cobarde Tae. ──Se endereza en su asiento.
──Sí tu lo dices, cielito.
──Empieza.
──Si solo hubiéramos sido dos personas en un bar que terminan en un hotel, ¿tendríamos algo mínimamente similar a lo que ocurre ahora?
──Tan interesado en una noche que según tú, no pasó. ──Ríe.
──Responde.
──Sí, porque de una u otra manera estamos hechos para coincidir. Lo seguirías negando y yo sería un maldito insistente.
──¿Por qué insistir?
──Esa es otra pregunta. ──Inquiere.
──Responde. ──Insiste sin motivo aparente.
Jungkook lo mira, toma una bocanada de aire y lo suelta.
──No eres ni un poco perfecto, pero dios, es como si tu simple persona fuera magnética y constantemente me atrajera. Todo eso que debo odiar y es un defecto, solo te hace más atractivo. Así que ese Jungkook insistiría, porque tú eres incluso más inalcanzable de lo que yo lo soy. ──Sus palabras fluyen con tanta facilidad que le resulta aterradora, pero no hay mentiras en ellas.
Taehyung es su inalcanzable y por todos los astros reunidos; Jungkook no pensó que pudiera existir un inalcanzable para él y luce tan perfecto esta noche.
──Oh. ──El monosílabo se desliza de su boca sin poder manejar las palabras del azabache.
──Dejé sin palabras a Kim Taehyung, guau. ──Bromea intentando aligerar el ambiente.
──No lo esperaba. ──Confiesa mirando a Jungkook de forma extraña según él mismo.
──Sí, yo tampoco esperaba que tú me gustaras, pero uno no puede obtener siempre lo que se desea.
El vino ya está haciendo efecto, porque Jungkook puede estar siendo algo boca suelta, y puede que Taehyung no esté soportando esa avalancha de honestidad.
Kim traga saliva, empujando el huracán que ocurre dentro de él.
¿Cómo te sientes cuándo alguien te gusta? Acaso pone tu mundo de cabeza y desordena tu vida medida con regla; sin fallas, perfecta, ¿pero la vida de Taehyung era perfecta o totalmente monótona y calculada?
──Vienes tú. ──Se aclara la garganta. ──Pregunta.
──¿Tú color favorito?
──¿Rojo? ──No esperaba una pregunta tan sencilla.
Jungkook suelta una carcajada.
──Es pregunta o afirmación. ──Encarna una ceja.
──Afirmación, solo no lo esperé.
──Es bueno conocer incluso los detalles “tontos”. ──Imita las comillas con sus dedos.
──Okay, otra pregunta. ──Ve a Jungkook deslizar por su garganta lo último del líquido de su copa.
──¿Por qué esforzarte en una cita qué prácticamente te obligué a hacer? ──Dice en un tono que pretende ser neutro, pero no lo es, Taehyung no debe ser experto para saber lo ansioso que el rockstar está por la respuesta, no lo culpa.
“¿Para qué esforzarse si yo no te importo lo suficiente?” así se lee entre líneas dicha pregunta.
──¿Crees qué lo vi cómo una obligación? ──En vez de responder lanza otra pregunta.
──Lo es un poco. Ugh, ahora que lo veo, es tan patético. ──La vergüenza ensombrece los rasgos de Jungkook.
──Perdí, lo siento. ──Terminó el juego.
Kim Taehyung no tenía una respuesta que no involucre que Jungkook asuma que él puede estar desarrollando algún tipo de sentimiento.
──Increíble. Prefieres darme una mamada a exponer los sentimientos que tengas o no tengas. ──Exclama incrédulo, incluso algo herido.
──Jungkook, no puedo darte falsas ilusiones. ──Suspira sabiendo que su cita probablemente había quedado arruinada. ──No hasta que no tenga claro si me gustas.
──Te libero de la mamada. ──Se levanta de su silla dispuesto a irse a su dormitorio o el estudio de grabación, pero repentinamente se vuelve a sentar. ──¿En serio no lo tienes claro?
» ¿Ni una mísera vez causé algo? un corazón acelerado, mariposas revoloteando en tu estómago. Mierda, en serio nada de lo que digo te afecta mínimamente. Y al otro lado estoy yo, que me encantó el simple hecho de que hicieras la cita más cliché del mundo incluso si yo pedí por ella.
A Taehyung le revolvió todo ver los ojos de Jungkook brillar con furia, pero también tanto anhelo.
──Tú dijiste que tomarías lo que pudiera ofrecer. ──Murmura por lo bajo y el menor asiente.
──Y no mentí, porque incluso diciendo todo esto sé que seguiré esperando algo que no sucederá. Creo que es más factible esperar a que me dejes de gustar. ──Con lo dicho esta vez si se levanta de la mesa decidido a irse.
──¿Te gusto siquiera? ──Taehyung estaba siendo tan cruel para Jungkook. Este yacía lo suficiente cansado emocionalmente como para contradecir a su asistente.
──Ojalá me gustaras, ojalá. ──Suspira y se da la vuelta finalizando este viaje de emociones.
Taehyung a pasos largos va tras él y enrolla sus falanges alrededor de la muñeca del azabache.
──Jungkook. ──Este se voltea, en sus ojos destellando el último rastro de esperanza que posee.
──¿Sí? ──Inquiere apenas.
Taehyung luciendo marchito le dice.
──Siento arruinar todo. ──No era realmente lo que quería decir, pero es lo que sus labios pronuncian y con ello Jungkook entiendo que no debe esperar milagros.
──Lo arruiné yo solo, Tae. ──Es su respuesta, sonríe apenas y usando un poco de fuerza se suelta del agarre contrario, le da la espalda a Taehyung y se aleja.
«¿En serio, Taehyung? Te estás muriendo por probar sus labios y abrazarlo en el proceso, ¿y no sabes qué siente?» Regaña la conciencia del castaño.
Uno, dos y…
──¡Mierda! ¡¿Cómo sé lo que siento cuándo jamás me había sentido cómo me siento contigo?! ──Explota por fin, Jungkook detiene su andar pero continúa dándole la espalda. ──¿El corazón acelerado? No, no solo se acelera, cada vez que algo mínimamente cursi sale de tu boca, también mi corazón se siente cálido, y ni siquiera sé qué es cálido, pero así se siente. ¿Revoloteo de mariposas? No me jodas, tú y yo nunca tendremos de esas, creo que lo más similar sería un conjunto de abejas haciendo fiesta en mi estómago. Porque qué crees, nada de lo que me hagas sentir puede ser leve; somos absurdamente intensos, entonces todo lo que sentimos debe ser igual de intenso y se supone que deba entenderlo, cuando claramente no lo hago, porque ¡mierda! No es ni de cerca comparable a lo que alguna vez sentí por otro chico.
Jungkook puede sentir su respiración atascada, está estático en su lugar, sin saber qué decir o hacer. En definitiva eran intensos, porque esa confesión era tremendamente intensa para venir de Kim Taehyung.
Y por el poder del enamoramiento, el cantante suelta una risita que logra por fin que Taehyung aparte los ojos del suelo y lo vea, Jungkook yace mirándole sonriente o con ese par de constelaciones que tiene por ojos brillando en su máximo esplendor.
Jungkook camina hacia su cita de la noche hasta tenerlo a escasos centímetros de distancia.
──¿Es tú declaración de amor, Kim? ──Sonríe como el bobo que es.
Taehyung termina de atraerlo cuando posa cada brazo por sobre los hombros de Jeon.
──No, pero estoy considerando que probablemente me gustes. ──Explica distraído acariciando con sus dedos el cabello creciendo en la nuca del azabache.
Jungkook quiere ronronear por el tacto, pero se niega, eso no es rockstar de su parte, ¿pero acaso la situación lo era?
──Si te hace sentir mejor. ──Concede con sus ojos cerrados disfrutando de las caricias contrarias.
──Callete. ──Besa castamente los labios empapados en vino.
Los labios de Jungkook mezclados con vino, podrían ser una nueva adicción para el castaño.
──Tú también me gustas de la misma manera. ──Dice perezoso, buscando más de los suaves belfos de su cita.
──Entonces no nos gustamos. ──Murmura sobre los labios de Jungkook.
──Una mierda.
Tomando a Taehyung de la cintura, lo atrae para seguir su sesión de besos perezosos, mierda, se siente bien dejar de ser intensos y apasionados a veces para tomar las cosas con calma.
Es como la intoxicación de nicotina en el cuerpo humano.
🥂
Ahora vuelvan a leer
el título del capítulo y
entiendan la referencia.
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