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Capitulo treinta y siete


“Un amor, dos bocas. Un amor, una casa. Sin camisa, sin blusa. Solo nosotros” - Sweater weather (T.N)


—¿Cómo has estado?—preguntó, un tanto incómodo con el silencio que reinaba—, realmente hace tiempo no te veía.

Habían estado metidos en el departamento desde hace varias horas, sin embargo, Namjoon se la pasaba fuera  con la excusa de tomar aire. Lo bueno es que Seokjin era bastante consentido por si viejo amigo, quien le compraba dulces, café, y cualquier cosa que quisiera comer mientras esperaban a que el pequeño omega tuviera fuerzas para levantarse. Con respecto al trabajo, eran sus propios jefes o tenían encargados para cubrir su ausencia, por lo que estar en ese lugar no era demasiado problema.

—Muy bien, aunque mucho trabajo. Pero ya sabes, siempre me gustó tomar fotografías. Lo nuevo es que comencé a implementar mascotas, y en verdad hay personas raras—ambos se rieron—, a mis hermanos también les va bastante bien... A Jennie más que a Taehyung, de hecho. Pero su omega también trabaja, así que creo que...

—¿Taehyung tiene omega?—frunció el ceño.

—Y un hijo de cinco años—sonrió con orgullo.

—Wow,  yo... No sabía. Lo he visto un par de veces pero siempre solo.

Namjoon se había alejado mucho tiempo de ellos por cuestión del trabajo, pero ciertamente porque el moreno se la pasaba encerrado en su departamento.

—Tienen un bajo perfil, por seguridad y elección propia. Me parece perfecto por mí pequeño sobrino. Y con respecto a... En realidad los tres hemos sentado cabeza, ya sabes.

—¿Tú también? Que bueno, me alegra saber eso—le sonrió, aunque el Kim mayor notó algo de burla—. ¿Cómo es ella?

—Es una chica muy linda, de ojos claros y cabello oscuro, vive en los barrios privados cerca de la montaña y es chef en el Baratti. Sirven buena comida ahí, por cierto—murmuró lo ultimo—, ¿y tú qué me dices?

—Yo no, supongo que mí destino es morir solo junto a mí preciada Karen—bromeó, echándose hacia atrás en el sofá. Karen era el nombre de su primer computadora donde había empezado a estudiar su carrera en linea, y había sido obsequiada por su difunta madre muchos años atrás—, aunque alguien me dijo una vez que si tanto amaba a mi computadora me casara con ella. ¿Crees poder asistir a mí boda?

—Nam, por dios—suspiró, cubriéndose el rostro por un segundo—, el día que dije eso estaba borracho y molesto contigo.

—¿Molesto?—frunció el ceño, realmente confundido—, yo no recuerdo haberte hecho nada.

—¡Porque comenzaste a salir con Hwasa, idiota!—confesó, sonrojandose al instante. Desvío la mirada hacia la televisión apagada, podía ver el reflejo del ingeniero allí—, no hablaba de tu computadora, pero no quise ser tan obvio.

Namjoon abrió la boca, más no dijo nada ante su propio desconcierto. ¿Con aquello, SeokJin quería decirle que había estado celoso de la que era su ex novia hace tantos años? Nunca llegó a notarlo, ellos eran muy buenos amigos en la secundaria y aunque el moreno siempre bromeaba con tener una cita romántica con su amigo, no se esperaba que él quizá si la deseaba de verdad.

—¿Dormí mucho tiempo?

SeokJin dejó de prestarle atención al moreno para ir con el cachorro que acababa de levantarse, la aparición de Soobin fue como un "Salvados por la campana". Caminó hacia el umbral de la puerta, desde donde el chico los miraba con los ojos levemente hinchados.

—Casi un día y medio, pequeño. Intenté despertarte varias veces antes, pero tus energías no eran las suficientes ni para contestarme una pregunta. ¿Cómo te sientes ahora?. Ven—extendió una mano para que se sostuviera hasta llegar al sofá.

Soobin tomó asiento junto a Namjoon, aún estando bastante adormilado.

—Tengo mucha hambre—murmuró.

—¿Desde cuándo no comes?—Namjoon observó como el menor jugaba nervioso con el borde de su camisa.

—Ca-casi tres días, por el tiempo que dormí. Solo he bebido café y agua.

SeokJin se horrorizó, mientras que Namjoon solo pudo negar con la cabeza en clara desaprobación.

—¿Puedo ir a la cocina?—consultó el fotógrafo, a pesar de ya estar encaminado hacia allí.

Ciertamente, no era la primera vez que entraba, ya que cuando Namjoon salió por algo de beber y comida rápida para no morir de hambre mientras esperaban a qué Soobin despertara, Seokjin tomó prestados un par de vasos plásticos y servilletas.

—Por supuesto, hyung—asintió, echándose hacia atrás en la comodidad del sofá. Cerró un momento los ojos, y cuando oyó al beta mayor rebuscando cosas en la alacena de la sala contigua, suspiró—. SeokJin hyung no ha sentado cabeza, solo está mintiendole, señor.

—Oye, ¿por qué el "señor"?—se rió, acomodándose junto al chico para también cerrar los ojos y relajarse un momento, y agregó en voz baja—; sé que miente porque nunca le han gustado las mujeres. Lo conozco bien, pero no entiendo porqué razón me mentiría.

Soobin no dijo nada durante unos minutos, hasta que recordó algo.

—Namjoon hyung, ¿le entregaste las carpetas a Jisoo?—parecía asustado de repente —, y-yo le sugerí que si quería encontrar a los chicos pidiera ayuda a inteligencia, pero n-no lo hice con la intención de dañarlos. Solo quería intentar calmarla.

Namjoon lo observó, negando con la cabeza.

—Descuida, entiendo porque lo hiciste y está bien. Y no, solo le entregué una carpeta con fotos de Busan, supongo que va a estar más enojada al ver cómo su omega le era infiel desde el principio.

Por alguna razón, los dos se rieron bajito. Jisoo se merecía aquello y más por todo el daño que causaba a su paso.

—Yo no los conozco, solo sé de ellos por lo que escuchaba en la empresa. Escuché por ahí que Jisoo había golpeado al Omega accidentalmente, y otros decían que fue porque él se acostaba con su hijo... No lo sé.

—Yo solo conozco a Jimin, es un buen chico—suspiró—, solía visitar mucho mi casa, se pasaba días enteros pegado a mi hermano menor. Y luego... Mi hermano t-tuvo q-que irse, ¿sabes? Entonces Jimin también dejó de ir a casa. Pero si alguien los conoce bastante, es ese hyung que está preparando algo de comer.

Soobin asintió. Ambos guardaron silencio por bastante rato, casi durmiendose, hasta que Seokjin y un aroma exquisito les hizo sentarse bien en sus lugares.

En una bandeja traía tres cazuelas con pasta, salsa, queso y carne. Ninguno de los tres había almorzado, por lo que les venía bien.

Seokjin había pensado en llamarlos al comedor, pero prefirió dejar que se sentaran en el suelo y usar la mesita baja. Después de todo, lo más probable es que Soobin aún se encontrara algo mareado y débil.

Comieron en silencio, puesto que en verdad el hambre era mucha. Los mayores se daban algunas miraditas que Soobin no podía ignorar por más que tratara, y de hecho, le daba mucha ternura verlos. Por alguna razón le recordaba a sus padres y sintió un poco de tristeza.

—Cocinas delicioso—halagó Namjoon de la nada, sonriéndole al otro Kim—, algún día te llevaré a casa para que me hagas de comer.

—¿Solo para hacerte de comer? ¿no quieres que te haga otras cosas?—preguntó juguetón, haciendo reír al menor que acababa de llenarse la boca de fideos—, ¡ay, soobinnie! Perdón, es que soy muy...

—Coqueto—completó el moreno, golpeando la espalda del más pequeño con paciencia—, ¿estás bien?

El omega asintió.

—Parecen una pareja casada—murmuró sonrojado, provocando en los mayores un sonrojo también—. Hmm, Jin hyung... ¿Puedo preguntar algo?

Namjoon presentía lo que era, por lo que colocó su cazuela en el centro, y por inercia, Seokjin hizo lo mismo con la suya.

—Claro, adelante.

—Tú conoces a YoonGi, ¿verdad?—preguntó el más pequeño, a lo que el beta respondió con un asentimiento—, bueno... Jisoo lo está buscando, dice siempre que... Es solo suyo y tiene que regresar con ella. Y una vez dijo que si lo encontraba lo iba a encerrar y mataría al cachorro. Pero estaba borracha, y-yo... Le sugerí buscarlo mediante inteligencia.

El fotógrafo se ahogó con el agua que bebía, puesto que los cabos en su mente se habían atado con rapidez y todo su cuerpo reaccionó en cuestión de segundos a su enfado.

Miró a Namjoon con el rostro enrojecido de la furia, ahora tenía sentido que estubiera en la empresa. No podía entender como él había sido capaz de participar en algo así.

—¡¿Eres imbécil o qué?! ¡¿Te das cuenta de que mi amigo está en peligro por tu culpa?! Todo nuestro esfuerzo por sacarlo de aquí, que diera a luz lejos de esa loca... ¡¿En vano por hacerle un trabajo a ella por dinero?!

Si bien Seokjin en un principio no estaba muy de acuerdo con la relación entre YoonGi y Jimin, su forma de pensar había evolucionado con el pasar de los días. Si YoonGi quería irse, Jisoo no tenía porque impedirselo.

—Jin, no es como tú crees...

—¡¿Ah, no?!—se levantó con brusquedad de la mesa, caminando hacia la cocina mientras seguía insultando—, ¡Y una mierda, joder, me cago en toda mi suerte!

Namjoon puso una mano suavemente en el hombro del pobre omega que temblaba. No por temor, sino por la culpa, si tan solo...

—Deja de pensar, ¿si? Seokjin se calmará en pocos minutos, no te preocupes por eso.

Soobin asintió con la cabeza y continúo comiendo mientras oía lo que Namjoon decía sobre una película de ciencia ficción para mantenerle distraído.

Seokjin regresó más calmado, avergonzado por su reacción, y con la cabeza baja se sentó, pero está vez junto a Namjoon. Había notado como el pequeño cachorro temblaba y no quería hacerlo sentir incómodo. Además, aunque no lo aceptara en voz alta, necesitaba un abrazo y quería que fuera Namjoon quien se lo diera.

—¿Estás bien?—preguntó bajito, tocando su brazo—, Jin... Te juro que yo no entendía porqué ella quería con tanta urgencia aquella información. Pero solo le entregué una carpeta y con ella no puede hacer nada.

—De solo pensar que ella logre encontrarlos e intente hacerles daño... M-me desespera—murmuró, pegandose más al cuerpo de moreno.

Namjoon entendió de inmediato lo que estaba buscando y pasó un brazo por su espalda, haciendo que el mayor recostara la cabeza en su hombro. Soobin les sonrió, sintiéndose reconfortado solo con verlos; no hacía ni un día que los conocía a ambos, y sentía que los quería mucho. Después de todo, nadie en la empresa se había preocupado tanto por él y estaría agradecido por siempre con ellos.

—Perdón si te asusté hace un momento, cachorro.

El menor negó.

—¿Qué vamos a hacer? Creo que... hay que avisarles que Jisoo los está buscando.

—Eso es verdad—asintió Namjoon, mirando al omega—, pero primero tenemos que hacer algo con tu situación. No puedes seguir trabajando con ella y soportar su maltrato.

—Pe-pero con el sueldo pago el piso, estoy estudiando en línea también... No puedo renunciar.

Seokjin tuvo una idea repentinamente. En su cabeza no sonaba tan mal, y de hecho, era buena.

—¿Y si trabajas para mí? Como asistente. Harás el papeleo y manejarás mi agenda, solo eso y por la misma paga, ¿qué dices? Además, te aseguro que vas a divertirte mucho cuando tenga sesiones de fotos.

—Y-yo... ¿en verdad crees que sea eficiente?

—Oh, Soobin, ¡serás el mejor!—lo animó.

—¡Por supuesto que sí!—apoyó el moreno—, y piensa en que tendrás más tiempo libre.

El menor se sonrojó, sintiéndose tímido de repente mientras tomaba la decisión asintiendo con la cabeza. Era la primera vez que por si solo, conseguía trabajo: su padre siempre le obligaba a trabajar en dónde él creía conveniente. Y aunque lo más probables es que estaría molesto, le importaba muy poco. No quería regresar con Jisoo.

—¿Puedo pedirles un favor más?—murmuró, mirando a ambos mayores.

—Claro.

—Dinos, cachorro.

—Quiero demandar a Jisoo—tragó saliva, sintiendo a su lobo ponerse inquieto—, pero primero quisiera hablar con YoonGi y Jimin.


Se sentía un niño pequeño cada vez que la secuencia se repetía, observando cómo el alfa iba de un lado a otro buscando las cosas necesarias.

—¡Yoon, ya puedes venir!—anunció.

El omega asintió para si mismo, y se levantó de la cama con algo de esfuerzo; se sentía pesado en general y sus pies estaban levemente hinchados. Según lo que Jungkook le había explicado por videollamada hace algunas horas, era algo completamente normal en los últimos meses de embarazo.

YoonGi a penas pisaba los seis meses y medio de embarazo, pero al ser trillizas, todo se adelantaba un poco.

—¿Podemos apagar la luz?—preguntó con inocencia, como si no supiera que la respuesta a su pregunta siempre era negativa.

YoonGi sentía vergüenza de su cuerpo desnudo. Más bien, vergüenza de que Jimin lo mirara así, lleno de estrias, y dejara de gustarle.

Jimin negó con una pequeña sonrisa en los labios, caminando hasta la puerta del baño para tomarlo con suavidad por los hombros.

—Sigues viéndote tan precioso como la primera vez que te quité la ropa, omega.

El sonrojo en las mejillas del peli-negro fue inevitable, por lo que bajó la cabeza como único método para esconderse.

Jimin dejó un beso en sus cabellos, y para sorpresa del omega, apagó la luz.

» —Pero entiendo lo que sientes y respeto si es lo que quieres.

Jimin había colocado algunas velas pequeñas sobre el lavatorio y junto a la bañera , cuidando que las cortinas estuvieran lejos para no causar un desastre. YoonGi sonrió por la actitud tan linda del alfa, olvidado sostener la toalla con la que se envolvía cuando tomó del cuello al rubio para besarlo.

El alfa pudo delicadamente sus manos sobre la cintura del mayor, abriendo la boca para darle paso a la lengua caliente de YoonGi. Le gustaba cuando él tenía el control, lo saboreaba de forma posesiva y demandante hasta hacerle suspirar.

» —Se va a enfriar el agua, bonito—susurró, alejándose unos cortos centímetros de su boca.

YoonGi asintió, pero antes de apartarse por completo besó una vez más los labios del menor, dejando una pequeña mordida en ellos cuendo una mano del chico bajó a su trasero.

Jimin sonrió, dándole paso a la bañera. Las velas alumbraban bastante a pesar de ser pequeñas, pero no se comparaban a la luz blanca del foco; para el omega era perfecto así.

YoonGi metió primero los pies en el agua, le llegaba un poco arriba de las rodillas. Jimin se desvistió con rapidez y fue a ayudar al mayor para sentarse. Él también había notado lo pesado que estaba, aunque ambos sabían que también se debía al embarazo. Jimin entró a la bañera, quedando detrás del omega para poder lavarle el cabello luego.

Habían adoptado la costumbre de tomar el baño a última hora, antes de dormir, porque era una forma de pasar tiempo juntos y también, por el miedo que ambos sentían de que le pudiera ocurrir un accidente al omega si entraba solo. No siempre Jimin se metía con el peli-negro a la ducha, sin embargo, se quedaba tras la cortina por cualquier cosa.

YoonGi se recostó sobre el pecho del alfa, cerrando los ojos un momento. Era muy cómodo estar así y sus hijas se relajaban mucho también.

—Mañama tengo la tarde libre, ¿quieres ir a dar un paseo en el centro comercial?

—Uhm...—fingió pensar, mientras jugaba con la espuma de la bañera—, ¿me estás invitando a una cita, acaso?

Jimin sonrió, abrazándolo por debajo de los brazos y apoyando la cabeza en el hombro del omega. Su aroma era extraño, pues la sutil fragancia de las cachorras era un poco más notoria y se mezclaba con la suya, pero seguía siendo igual de adictiva.

—No quise ser tan directo—murmuró, besando la marca casi invisible en el cuello del omega.

YoonGi soltó un suspiro, dejando caer un poco si cabeza hacia atrás.

—Me gusta cuando eres directo—habló con un tono de voz más coqueto.

Jimin sonrió, acercando su boca al oído del peli-negro.

—¿Ah, si?—susurró, causando estragos en el mayor y sus revoltosas hormonas—, no te imaginas las ganas de follarte que me están entrando justo ahora.

YoonGi se mordió el labio inferior, cerrando los ojos. Él también deseaba sentirlo con intensas ganas, pero no podían hacer nada hasta que las cachorras nacieran.

—Y me encantaría que lo hicieras, alfa. Pero...

—No necesariamente con lo que tú estás pensando—susurró juguetón, moviendo los dedos de la mano sobre el vientre del omega.

YoonGi captó la indirecta, riéndose bajito. Volteó la cara para besar fugazmente los labios del rubio.

—En ese caso... ¿no te parece que el agua está enfriándose mucho ya? Será mejor salir rápido.

Jimin con una sonrisa ladina se apartó un poco para comenzar a lavarle el cabello y enjabonar su espalda, mientras que YoonGi por su parte se encargaba de la zona delantera a dónde sus manos tenían acceso.

Esa noche reforzarían el lazo falso, y el alfa no podía sentirse más desesperado por oír aquella melodía tan hermosa que solo YoonGi era capaz de soltar para él.




Holi 😊

Les dejo este capítulo y me pondré a terminar el siguiente jijiji

Gracias por leerme, lxs amo mucho 💛

©ʏᴏᴏɴɴɪᴇxᴊɪᴍɪɴɪᴇ5

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