𝗽𝗿𝗼𝗯𝗮𝗻𝗱𝗼 𝗽𝗮𝘀𝘁𝗲𝗹𝗲𝘀
𝐂𝐇𝐀𝐏𝐓𝐄𝐑 𝟑
Un nuevo día. Una nueva vida. Minho y Minju estaban en camino a Han's Castle para escojer los tonos de color para el salón del vals. Al llegar fueron recibidos por la misma rubia linda y los guío al lugar de la ocasión de hoy.
— Buenos días. — Saludó el chico, sonriente. — Me llamo Hwang Hyunjin y soy el encargado para los colores de la boda. Siganme porfavor. — La pareja asintió y siguieron al rubio alto hacia la oficina. Habían muchos tipos de colores que para Minho todos eran iguales.
— ¿Es necesario esto? — Un segundo después de decir eso recibió un pequeño golpe en el brazo por parte de Minju. — ¿Que?
— Sí, es necesario. ¿Acaso creen que la boda es de color blanco blanco? No, no, no. — Negaba con la cabeza. — Son tonos color crema claro, fuerte, brillante, oscuro... — Siguió diciendo tonos de colores que Minho no sabía que existían. Minju asentía fascinada y miró de reojo a su prometido quién tenía una mueca.
— Mi amor... — Susurró mientras que Hyunjin seguía diciendo tonos de colores con los ojos cerrados. — No nos hagas quedar mal... ¿Por favor? — Minho asintió.
— ... Y canela. ¿Alguna pregunta? — Los dos negaron. — Okey, ahora elijan cualquiera de los que mencione. Aquí les dejo un cartel con los colores. — Hyunjin le entró el pequeño cartel a Minho. — ¿Quisieran alguna ayuda? No sean tímidos en preguntar. Recuerden, yo soy uno de los que organizaremos su boda. — La bella sonrisa del rubio hizó sonrojar a la castaña, algo que Minho no notó.
— Uh... No gracias. — Respondió Minho. Los dos salieron de la oficina y fueron a la sala más cercana de la gran habitación decorada y empezaron a ver de reojo los colores que se veían idénticos. — No entiendo. Todo se ve igual. — Minju suspiró y le quitó el cartel.
— ¿Sabes que? ¿Por qué no vas a probar algunos pasteles? Así podremos decidir el sabor. — Minho asintió emocionado y se paró de su asiento.
— ¡Claro! — Caminó feliz y salió de la habitación.
Empezó a buscar a alguna empleada para que lo ayude pero en vez de eso encontró al CEO.
— ¡Oh! — Se acercó al chico con una sonrisa boba en su cara. Pero el no estaba consciente de esa sonrisa. — Buenos días. — Jisung dió un pequeño salto del susto y volteó a verlo.
— Ah... Buenos días, Señor Lee. — Saludó. Minho sonrió nuevamente y miró la hoja que llevaba.
— ¿Esos son los preparativos para mi boda? — Jisung alzó una ceja y miró a la dirección que miraba el peli negro.
— Ah, sí. Son los que ahora están completo que solo sería el vestido. — Rió bajo. Minho puso sus brazos detrás de la espalda y miró curioso el collar que llevaba.
— Que lindo collar... ¿Dónde lo consiguió? — Jisung miró su collar y sonrió leve.
— La verdad no lo sé. Mi amigo me lo entregó cuando... — Dejó de hablar y sonrió nuevamente.
— Tal vez en una tienda online. — Minho alzó una ceja para después reír.
— Está bien, una pregunta. — Jisung asintió. — ¿Dónde buscó el lugar para probar pasteles? Minju me mandó pero no encuentro donde es. ¿Le molestaría ayudarme? — El castaño rió y después asintió.
— No es ninguna molestia. Ese es mi trabajo. — Los dos rieron y caminaron juntos hacia el lugar.
Entraron y Minho vió el paraíso. Habían muchos pasteles de bodas y un mesa en el centro con pedazos de cada una. Minho se controlo para no ir corriendo para comer los pedazos de tortas.
— Buenos días, Señor Han. — Todos los empleados hicieron una reverencia y Jisung solo sonrió.
— Buenos días, nuestro cliente Lee Minho va a probar todos los sabores para el pastel de su boda. Asi que traigan lo necesario. — Todos asintieron y mandaron a unos para ir por dos sillas, cucharas, vasos con agua y servilletas. Minho alzó una ceja y miró a Jisung.
— ¿También hacen mucha cosa para probar unos pasteles? — Jisung rió y asintió. Caminaron hasta los asientos ya puestos y se prepararon.
— Nosotros tenemos a los mejores panaderos, nos encanta la comida y sobre todo los pasteles. Espero y le guste. — Minho sonrió, agarró la cuchara y probó el primer pastel de sabor de vainilla. Saboreó y se quedó sorprendido por el delicioso sabor.
— ¡Wow! ¡Que delicia! — Quería comer más pero solo tenía que comer un bocado. Jisung notó los ojos de Minho, sabiendo que esté quería comer más. Sonrió y dijo.
— Adelante. — Minho sonrió y nuevamente comió del pastel. Fascinado por el sabor.
— ¡Me encanta!
“¡Me encanta!” Jisung abrió sus ojos sorprendido por la voz. ¿Otro recuerdo?
— ¡Me encanta! — El peli negro comía con delicia el pastel de vainilla que le compró el menor. — Es muy delicioso. ¿Dónde encontraste este lugar, Sung? — El recién nombrado rió bajo.
— Lo encontré en internet. — El chico que no se lograba apreciar la mitad del rostro tenía un poco sucio su labio inferior. Jisung sonrió y se acercó a él. Limpiando esa parte. — Estabas un poco sucio. — El chico sonrió tímido.
— ¿Señor Han? — Jisung se sorprendió y miró al pelinegro. — ¿Está bien? Se quedó viendo el pedazo de pastel de una manera que no sabría explicar. — Han rió y se disculpó.
— Sigamos con otros sabores. — Minho asintió. Jisung llamó para que traigan otro pedazo de pastel.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro