Había un punto.

Un punto en que todos se rendían, en el que te das cuenta que ya es inútil seguir en un lugar donde ya todo está hecho pedazos, ese punto donde ya sabes que no vale la pena ignorar los problemas.

En este caso Jisung ya había llegado al suyo.

Ya no le veía sentido a su relación, a veces, sólo a veces, parecía que sólo seguían por Beomgyu, por más que este no entendiera lo que sucedía, sabía que Minho no quería dejarlo por su bebé.

Beomgyu. Beomgyu.

Siempre es Beomgyu.

Su hijo había llegado para dejar inestable su maldito noviazgo, ese bebé lo ha hecho inseguro, ese bebé tiene toda la atención de Minho.

No No No No.

Borra esos pensamientos, eres una mala mamá, borralos.

Había una parte traicionera de su mente que le hacía pensar cosas ridículas, tenía que cambiar, si, lo tenía que hacer, el era el problema...sólo él..pero..

Jisung había llegado a su punto.

Era trece de noviembre, Beomgyu había cumplido ese día siete meses, Minho se había levantado de buen humor, así que decidió que quería hacerle una mini celebración de cumple mes al pequeño, nada muy grande, sólo algo para disfrutar con su hijo.

El mayor invitó a sus padres, y Jisung había temblado bajo la noticia...

Todo parecía ir normal, sólo era una reunión con unos amigos de Minho que tenían bebés y sus padres, nada del otro mundo, todo iba a ir bien, el se encargaría de la comida y de su hijo, nada complicado, solo tendría que cuidar que Beom no se ensucie y que los invitados estén bien, si, solo eso.

Claro, pero la suerte de Jisung era horrible.

Sus suegros no eran precisamente malos, a excepción del señor Lee,no eran unos brujos, aunque en realidad si lo eran, Jisung sabía lo perfeccionistas que son, y lo muy idealizado que tenían a su hijo, unos padres abogados los cuáles solo querían que su hijo fuera igual de exelentes que ellos, señores los cuales seguían juntos por apariencia, un matrimonio desagradable.

Para ellos Minho era el perfecto de la relación, Jisung siempre era el que cometía los errores, nunca Minho, si ellos discutían de seguro era Jisung que tenía la culpa, si Beom lloraba y se lastima, Jisung siempre sería el culpable.

Su suegra siempre le daba consejos para "tratar" a Minho y a su hijo, y Jisung no es mal agradecido, los consejos siempre son de ayuda, pero definitivamente los de la señora Lee son un poco...asfixiantes, y fuera de lugar, por no decir que eran demasiado incómodos

"Está comida está insípida, ¿Esto es lo que le das de comer a mi hijo y a mi nieto?"

"Deberías dejar de dormir tanto y cuidar a beomgyu como se debe, ¿No te da vergüenza? Cuando Minho era bebé el siempre estuvo conmigo, después de todo los bebés tienen que estar más apegados con las mamás "

"Pobre de mi hijo, trabaja todo el día, y de paso llega cuidando a mi nieto, se merece algo mejor"

Joder, odiaba a esa señora.

Ella decía que no lo hacía con mala intención, pero Jisung sabía que lo hacía con todo el veneno del mundo, después de todo ella nunca estuvo muy de acuerdo con su embarazo, ella de seguro quería que su hijo fuera más grande para ser padre, pero el lo había "arruinado"

Pero ahí estaba, consintiendo a Beom cada vez que iba.

El señor Lee es otro caso...el lo hacía sentir incómodo... dándole miradas inapropiadas, a veces Jisung lo notaba mientras el le miraba el trasero, incluso cuando estuvo embarazado el señor lo miraba de esa forma tan... desagradable.

Odiaba ese sentimiento de asco que le daba al pensar lo que ese señor hacía con su mirada, no lo respetaba para nada, ni siquiera por ser el novio de su hijo ni la madre de su nieto.

Nunca le había dicho a Minho sobre eso, no quería darle otro problema, y sinceramente no creía que Minho le creyera, era tan deprimente pensar en que si pareja no le creería si le habla del acoso de su progenitor.

Suspiró triste.

Terminó de decorar unos galletas aptas para bebés y las dejo en la mesa, y fue a la habitación para despertar a su hijo que estaba dormido en su cunita, no se había despertado en todo el día, por eso Jisung había estado haciendo cualquier labor del hogar que se necesitará.

—Beomgyu, bebé, despierta— Llamo a su bebé con cuidado y este poco a poco se fue levantando, haciendo ruiditos extraños.

— Ma — habló, Jisung suspiró con dulzura, el a veces era lindo.

Lo tomo entre sus brazos y lo llevo al baño, ya no tenía tanto miedo al cargar a beomgyu, el había crecido un poco más, así que su miedo por dejarlo caer había disminuido un poquito, el bebé también había dejado de ser tan berrinchudo con Jisung, así que el pensaba que eso era sinónimo de que su hijo ya lo estaba queriendo poco a poco.

Aprovechando la tranquilidad del bebé, lo baño con agua tibia, lo cambió y le puso su ropa más bonita, le hecho cremita en sus brazos y piernas y un poco de perfume ni muy fuerte para que no le hiciera daño, le peinó su cabello liso, y ya beomgyu estaba listo

Se arregló un poco él y salió de la habitación, enseguida Beomgyu fue arrebatado de sus brazos por una de las primas de Minho, que adoraba al bebé.

Con la mirada busco a Minho, quien se encontraba hablando con sus padres en la mesa del comedor, no dudo mucho en dirigir sus pasos hacía allá.

La sonrisa encantadora de Minho lo recibió, y también su mano en su cintura.

Jisung recuerda que cuando el y minho se estaban conociendo lo primero que lo cautivó fue su sonrisa y la manera tan posesiva en la que tomaba su cintura cuando iban a algún lugar, el rubio se sentía en las nubes cada vez que sucedía, y aún el mayor tenía ese efecto en él, las mariposas en su estómago estaban más revueltas que nunca.

—¿Que haces, amor?— amor, había extrañado tanto ese apodo, hace tiempo que no lo escuchaba, sobre todo desde hace unos meses, un pequeño sentimiento de nostalgia lo invadió.

Recuerda esos momentos cuando estaba en la universidad y Minho lo iba a buscar para comer, iban a lugares tan bonitos, caminaban agarrados de las manos y Minho siempre lo llamaba así, amor.

Jisung extrañaba esos momentos tan lindos que vivió con su novio, lo extrañaba tanto.

Ahora estaban distantes, no hablaban mucho para no hacer molestar al otro, trataban de repartirse algunas cosas para no tener que pelear innecesariamente, siempre manteniendo la calma por Beomgyu, pero sabían que en cualquier momento iban a explotar.

Cómo ahora.

Se supone que todo iba bien, el cuidaba de su hijo, Beomgyu poco a poco lo aceptaba, el también estaba dando su mejor esfuerzo, claro que lo hacía, pero el nunca sería suficiente para nadie, nunca fue lo suficientemente para sus padres, para Minho tampoco y mucho menos para sus hijos, y era bien sabido desde el principio que los señores Lee le iban a causar problemas, el lo sabía muy bien.

—Beomgyu tiene el pañal mal puesto, pobre de mi nieto, teniendo que pasar esto — decía la madre de Minho, mineras sostenía al bebé que ciertamente estaba incómodo con su pañal mal puesto.

Jisung solo pudo bajar la mirada avergonzado, por hacer todo rápido le puso mal el pañal a Beom, Minho lo miro levemente con desaprobación, y seguido de eso tomo al niño para ir al cuarto.

—Ya lo iré a cambiar — anuncio, su madre asintió molesta, Jisung era el que tenía que atender al niño, no su hijo.

—Ni un pañal le sabes poner a mi nieto, en uno de estos días vas a terminar matandolo.

Jisung estaba incómodo, sintió algunas miradas sobre el, la señora había usado un tono de vos alto, lo suficiente para que algunos escucharan y sepan lo miserable que es.

El señor Lee también lo miraba, atento a sus muslos, la señora seguía hablando mierda de el, tenía la mirada baja, pronto sintió que la música infantil paraba, como si todo estuviera enfocado en el, escuchó perfectamente el comentario de una de las amigas de Minho "Que mala madre" por supuesto, ella solo se guiaba de las tonterías que decía su suegra, bajo la mirada lo más que podía, mordió sus labios para no tratar de llorar, se repente se sentía tan sofocado, sentía que se asfixia, ella seguía hablando, corrigiendo, sintiéndose superior a el, su suegro seguía mirándolo incorrectamente y solo quería huir.

—Hubiese preferido que mi hijo se quedará con Ryujin, su compañera de clases, que buena muchacha...

Y eso fue suficiente para que Jisung, lleno de ansiedad y enojo, soltará una cachetada a la señora Lee, una que resonó por todo el apartamento,  algunos bebés lloraron enseguida

—¡Cállese!¡Usted no sabe lo que dice! ¡Mejor haga que su marido la mire solo a usted! — grito, unas lágrimas cayeron por sus ojos.

Ella iba a replicar, seguro lo iba a golpear de regreso, pero el sonido del golpe de una puerta la detuvo, Minho salió del cuarto hecho una furia.

—Han Jisung métete enseguida al cuarto y joder que lo harás por tu bien.

Jisung lleno de nervios o hizo, salió corriendo al cuarto tratando de evitar las miradas que los presentes le otorgaban.

—Lo siento mamá, hablaré con el.

—Estoy indignada hijo, aún no puedo creer como te pudiste meter con ese muchacho tan salvaje, pero no me hiciste caso...

Ella seguía hablando y hablando de Jisung, Minho solo pudo callar, para seguidamente despedir a los invitados, sin duda nunca había pasado tanta pena.

Cuando todos se fueron, incluído sus padres, Minho se dirigió al cuarto.

Jisung estaba envuelto en sábanas con su hijo al lado, y a su alrededor un frasco de pastillas para dormir.

Joder, no sé salvaría cuando se despertara, estaba harto de el comportamiento de Jisung, completamente harto.

hola si, corto el capítulo para tener que escribir en el otro ✌️✌️

Regreseeee y más fuerte que nunca jejejeje ahora sí me encerrare a escribir hasta acabar la historia

Pregunta.

¿Empatizan con Jisung?

OJALA NO QUEDÉ EN FLOP 🙏

Espero les guste, voten y comenten! 💕