𝗥𝗨𝗡𝗡𝗘𝗥𝗦 - 08
El auto se detuvo a pocos metros de la entrada de una tienda de conveniencia algo destruída. Las puertas de entrada, que tenían todos sus vidrios rotos comenzaba a ser consumida por la maleza.
T/n bajo del auto mientras sostenía la escopeta entre sus manos, viendo hacia ambos lados y hacia adentro de la tienda -todo lo que podia- en busca de infectados. Al ver que no había nada cerca le indicó a Jihyo y a Nayeon que era seguro salir.
Las tres mujeres entraron a la tienda en busca de suministros, implementos de aseo y agua embotellada. Jihyo y Nayeon comenzaron a empacar en las mochilas todo lo que podían y que no estuviese vencido, T/n, mientras tanto, se aseguraba de que no hubieran invitados extra a su cacería de alimentos.
—Eso es todo -Jihyo dijo en cuando su mochila estuvo llena, seguidamente la puso tras su espalda y agarró el hacha con fuerza entre sus manos- No tengo más espacio.
—Yo también, llené la mochila con todas las botellas que pude -Nayeon también puso la mochila en su espalda, está frunció el ceño mientras sentía como el mal olor de los cadáveres se adentraba en su sistema- Huele asqueroso.
T/n río y asintió, luego abrió la mochila que ella llevaba y comenzó a echar las botellas que Nayeon no pudo.
—Su descomposición es muchísimo peor de lo normal, y por el virus, el proceso es más tardío -la mayor de las tres indicó, luego, con el equipaje lleno, lo cerro y lo colgó en su hombro- En Seúl tenía registro de cuánto tiempo tardaba un zombie en descomponerse por completo, y a día de hoy, cinco años después, aún no lo hacía por completo.
Jihyo abrió sus ojos sorprendida, Nayeon, por su parte, ya sabía de ello, T/n ya se lo había contado antes.
—¿A qué se debe eso? -preguntó la antigua líder, está caminó por delante de T/n y detrás de Nayeon en dirección al auto.
T/n descargó su maleta en el asiento trasero.
—Posiblemente, debido a la composición del virus, este afectó radicalmente al sistema nervioso humano, realmente no sé a qué se debe esto, pero sea lo que fuese, hizo que el proceso de descomposición cadaverica sea muchísimo más lento de lo normal.
Y mientras estás seguían hablando y guardando los suministros, la azabache frunció el ceño cuando sintió una corriente de aire frío chocar en su espalda y subir hasta su cuello.
T/n sintió como cada poro de su piel se erizaba, al mismo tiempo, escuchó como a lo lejos un gemido heló su sangre.
La azabache agarró con fuerza su arma, viendo en dirección al sonido.
No muy lejos de ellas, varios zombies deambulaban por la zona, al principio, no parecían ser una amenaza. Estos zombies eran de los anormales, de los que no buscaban morder e infectar. Pronto, un sonido en seco proveniente del mismo lugar las alertó a ellas y a los mismos infectados. Algunos de estos, con sus cuentas vacías o con la falta de uno solo se giraron hacia atrás en busca de algún sonido.
T/n cargó la escopeta y la alzó en la misma dirección a la que los infectados veían, notando como una pequeña horda se acercaba velozmente.
—Mierda... ¡Suban al auto, ahora!
Con la orden dada las chicas se subieron rápidamente. T/n, para ganar algo de tiempo, comenzó a disparar hacia los infectados. Gracias a su buena puntería está logró derribar a los primeros, luego, con ese pequeño espacio abierto está abrió la puerta del piloto e hizo el amague de subirse, pero algo a la lejanía llamó su atención.
Entre los zombies que se acercaban, está notó, entre ellos, uno que resaltaba más que los otros.
Algo en ese zombie llamaba su atención, aquella ropa putrefacta y que colgaba desprendida del cuerpo se le hacía conocida, ¿De dónde la había visto?
Mientras T/n pensaba, Nayeon comenzaba a impacientarse.
—¿¡Que estás haciendo!? -esta gritó en dirección a T/n- ¡Debemos de irnos!
Pero T/n no estaba en si.
Sus ojos estaban abiertos tanto como podían estarlo, su mirada, helada, se mantenía en una expresión de confusión, dolor, y lo que parecía ser furia. Nayeon se alertó aún más cuando vió como los ojos de T/n comenzaban a cristalizarse, ¿Que estaba pasando?
—No... -susurró T/n, está seguía mirando hacia el frente- No...
Los gemidos de los zombies eran más audibles cada vez más, estos estaban tan cerca que ya se podían notar perfectamente por los espejos retrovisores, eso y el hedor a muerte que los acompañaba.
—Ella no... No puede ser... Miyeon...
Nayeon entendió perfectamente lo que ese nombre quería decir, Jihyo, que estaba temiendo por su vida se metió al asiento del piloto y encendió el auto, Nayeon, que seguía un poco retraida metió a la azabache al auto. Si bien Jihyo nunca pudo obtener su licencia de conducir, está sabía algo, lo suficiente como para poder escapar de esa situación.
Conforme el auto se alejaba, T/n sacó la cabeza por la ventana del auto para hacer hacia atrás. Su largo cabello negro azabache revoloteaba con la corriente del aire. Metros después, cuando la horda ya había quedado atrás y el peligro había disminuido considerablemente la azabache regresó en sí y metió por completo su cuerpo al auto, su mirada estaba perdida en el infinito.
Nayeon secó el sudor de su frente, está llevaba un buen tiempo sin tener esa sensación de peligro y de muerte. Luego de unos segundos de auto reflexión y de agradecimiento interno está concentro su mirada en T/n.
—Oye... -esta dijo, llamando la atención de T/n- ¿Estás bien? -preguntó- ¿Que fue lo que sucedió? Nunca antes te había visto así...
T/n limpió las cosas lágrimas de su rostro y suspiró, está cerro sus ojos con fuerza, muy seguramente, recordando los motivos por los cuales quedó pasmada.
Jihyo observaba todo desde el espejo retrovisor.
T/n tragó duro.
—Yo... -T/n sollozó- Miyeon, ella... -luego llevó sus manos a su rostro, tapándose- Ella estaba ahí...
Jihyo, sin entender muy bien le dió una mirada a Nayeon por el espejo retrovisor. —¿Quién es Miyeon? -esta preguntó suavemente.
Nayeon, sin saber que responder solo se quedó en silencio.
—Miyeon era mi hermana -T/n respondió antes de que Nayeon pudiera decir algo, la azabache tenía su voz quebrada- Ella estaba ahí, con ellos... Con los zombies.
—¿Que? ¿No lo imagínate? -Nayeon pregunto dudosa- Podría ser una coincidencia solamente y ella...
—¡Reconocí a mi hermana Nayeon! -esta dijo, si rostro seguía dolido, lleno de lágrimas- ¡Sé cómo es ella, la recuerdo muy bien y el como estaba vestida el día que este apocalipsis de mierda empezó!
Su conversación quedó de lado cuando Jihyo frenó el auto abruptamente, cuando T/n alzó la mirada junto a Nayeon, nuevamente quedaron pasmadas.
No muy lejos de ellas, a tan solo unos cuantos metros de distancia un zombie algo fuera de lo normal estaba ahí de pie en la carretera. El comportamiento de este era bastante inusual, en lugar de estar atacando sin algún objetivo en mente este estaba de pie, parado de manera recta mientras las veía fijamente.
Ninguna de ellas entendía que era lo que estaba pasando.
Y Nayeon podía jurar que este zombie parecía estar sonriendo, retandolas a continuar.
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