𝗥𝗨𝗡𝗡𝗘𝗥𝗦 - 03
—Hace mucho tiempo no me sentía así de bien -musitó Nayeon estando recostada en el sillón, T/n le estaba suministrando un suero por medio de vía intravenosa, Nayeon en casi dos semanas había recuperado su color natural de piel, aquellas ojeras negras habían desaparecido de su rostro y su cabello rubio había recuperado su estado natural, estaba saludable, casi como si nunca hubiera estado a punto de morir- Me alegro haberte hecho caso al venir contigo -dijo- ¿Dónde aprendiste todo eso?
T/n sonrió, está deshecho la aguja después de sacarla del brazo de Nayeon.
—En medio oriente -respondió T/n, está retiro su tapabocas para luego desecharlo también- Antes de esto pertenecía a las Fuerzas del mantenimiento de la paz de la ONU, estuve cinco años en Irak, allí aprendí todo lo relacionado a medicina y curación, cirugía reconstructiva y tratamiento de... -titubeó- Hasta que fui trasladada aquí -dijo, luego tomó asiento en el sillón frente a Nayeon mientras está reposaba unos cuantos minutos, la rubia le prestaba mucha atención- Luego, meses antes del inicio de la infección, cuando se abrió la frontera del paralelo 38 fui enviada junto a las primeras misiones de paz a distintas ciudades de Corea del Norte, quedándome en la capital varios meses.
—¿Estuviste en la capital? Wao -musitó la rubia, la azabache asintió sonriente- ¿Cómo fue que terminaste aquí?
—Terminé mi servicio dos meses antes del día cero -esta respondió- No quise estar mucho más tiempo alejada de mi familia, llevaba meses sin ver a mis padres e incluso años sin ver a mi hermana menor -agregó- Quise iniciar una carrera en medicina, le tomé cierto cariño a esa disciplina durante mi servicio, así que... Intenté convertirla en mi vocación, pero... Solo pude hacer el examen de ingreso a la universidad, días después inició este apocalipsis.
Nayeon asintió, está cerró sus ojos.
—¿Tú eras una idol, no es así? -T/n preguntó, Nayeon abrió los ojos sorprendida para luego asentir.
—¿Cómo lo supiste? -preguntó.
—Tarde un poco en reconocerte, digo, sigues teniendo el mismo rostro, solo que... Has madurado, cambiaste mucho, tanto así que no pude saber quién eras hasta ahora -T/n respondió riendo, causando el mismo efecto en Nayeon- ¿Eras parte de Twice, cierto?
—Lo soy, o bueno, lo era... -dijo, si rostro mantuvo una sonrisa triste- Ellas...
—¿Ellas...?
Nayeon negó casi de inmediato ante la pregunta inconclusa de la azabache, la cual soltó un pequeño suspiró.
—Bueno, realmente no lo sé -dijo Nayeon- Antes de que esto sucediera estábamos practicando una coreografía para una serie de conciertos que daríamos en Japón, las ocho pudieron viajar juntas, pero yo me quedé aquí un par de días más en el cumpleaños de mi madre -esta dijo- Se suponía que mi vuelo saldría ese día en la noche, pero repentinamente cancelaron todos los vuelos salientes hacía Tokio, luego... Llegaron los zombies -agregó- Nunca más pude saber algo de ellas, si ellas murieron o siguen vivas... Jamás podré saberlo.
La azabache de inmediato sintió una opresión en el pecho. —Disculpa si fui imprudente -dijo- No quería hacerte recordar algo tan privado y triste como eso...
Nayeon negó.
—No, no te preocupes -dijo la rubia- Eso es algo de lo cual debería de haber hablado con alguien hace mucho tiempo, pero como sabrás los zombies solo quieren comernos y no saber como nos sentimos -la broma hizo que el ambiente pesado se desvaneciera, T/n rió suavemente- Un día tendré que superarlo, darle un cierre definitivo y seguir mi vida... Pero no quiero olvidarlas, ¿Sabes? -dijo- Después de todo ellas ocho eran mi familia, y nunca pude despedirme de ellas... Realmente las extraño mucho.
—Lo sé -musitó T/n- Mi hermana también era una idol, era su más grande sueño desde que era una niña, agradezco mucho que lo haya podido cumplir por lo menos durante un tiempo -luego de ver su reloj de mano la azabache asintió, fijando su mirada a través de la única ventana en la habitación que no estaba tapiada de madera, notando como el cielo se estaba oscureciendo- Bueno... Ya puedes levantarte, tu recuperación va muy bien, sanas bastante rápido.
Nayeon se sentó en el sofá, sobando suavemente la piel en dónde la azabache había clavado la aguja.
—¿Ya es hora de encerrarnos? -esta preguntó, la azabache asintió después de asomarse a la ventana, en ese momento en la calle se empezaron a escuchar los típicos sonidos nocturnos.
Gemidos de agonía y de dolor. Los sonidos de la muerte.
—Seria lo ideal, prepararé la cena y te daré tus medicamentos, luego podremos descansar hasta mañana -esta dijo, lentamente corrió una enorme lámina de madera para tapar la ventana, haciendo el menor ruido posible para no alertar a nadie indeseado afuera- Nuestras provisiones durarán algunos días más, tal vez dos semanas, pero tendremos que salir a buscar más agua.
—¿Tan rápido se acabó?
—Una persona enferma de fiebre necesita estar muy hidratada para no morir por deshidratación, y si quise traerte para ayudarte era mi deber mantenerte viva, así que no te sientas culpable por eso, ¿Ok?
Nayeon asintió sonrojada, la azabache la había atrapado con el pensamiento.
—Nuestro único problema es que en Seúl ya no quedaban lugares en dónde poder buscar comida, y al menos le quedan unos seis o siete años más para que la contaminación del río Han disminuya lo suficiente para que sea potable sin necesidad de ser hervida.
—¿Qué haremos entonces?
Nayeon ya se había hecho a la idea de permanecer junto a T/n hasta que ella decida que quiera continuar sola. La azabache tenía razón al decir que estar acompañada era algo medicinal, y su compañía era buena, grata, casi haciéndole olvidar el mundo y en la situación en la que vivían. Ella había pasado años sobreviviendo por su propia cuenta en el apocalipsis, por supuesto ella no quería vivir así nuevamente.
T/n sonrió al notar como Nayeon se incluía en sus planes de una manera que se podía suponer era permanente.
—Tengo una idea, pero no sabría si sería algo viable o no -exclamó la azabache buscando un par de latas de comida para calentarlas en la estufa- Durante meses he pensado en ir hacia una ciudad costera, o algo similar -dijo- El calor y el aire salado del océano hacen que los zombies se descompongan más rápido que en las ciudades grandes, además, el ejército evacuó a la mayor cantidad posible de personas hacia el campo y hacia las zonas más despobladas de Corea del Norte, así que ciudades costeras como Busan o Ulsan están relativamente vacías de Zombies y de personas, lo cual podría significar...
—Más alimentos disponibles para los que se quedaron, los cuales son pocos -Nayeon complemento las palabras de T/n, está se sorprendió un poco y asintió- ¿Sería una buena opción?
—Es la única que hay -respondió T/n- Podríamos... Buscar un vehículo de los que hay aquí abajo y que ya están adaptados para el viaje, hay una gasolinera cerca, y los alimentos que nos quedan más el agua serán suficientes para cubrir el viaje completo y unos cuantos días en Busan o Ulsan mientras buscamos donde instalarnos. ¿Qué dices? ¿Vendrías conmigo?
—Por supuesto -respondió Nayeon sin pensarlo dos veces, T/n sonrió enormemente- ¿Cuando saldríamos?
—Mañana mismo, a primera hora -respondió la azabache, esta le entregó a Nayeon una lata de comida, la rubia agradeció y empezó a comer- Debemos de aprovechar cada minuto de sol para no tener problema en el camino... ¿Sabes manejar un arma?
Nayeon asintió.
—Perfecto -dijo T/n- Come y duerme, mañana haremos una travesía por casi todo el país, necesitamos estar muy descansadas.
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