El sol se alzaba por encima de la ciudad, bañando las calles en un resplandor dorado.

Valentina había pasado la noche en vela, con su mente girando en torno a la problemática del contrabando de adiamantum y sobre sus sentimientos confusos hacia Logan que con cada segundo que pasaba se volvía más fuerte.

Logan y Wade, por su parte, habían estado trabajando incansablemente durante la noche. Tras un par de contactos con informantes de confianza, habían reunido información vital sobre Emir y su club privado. A medida que la mañana avanzaba, estaban en la sala de estar del apartamento de Wade, revisando notas y organizando los datos en la computadora.

Después de pasar la mañana investigando sobre Emir, finalmentente Valentina apareció en el departamento, cargando dos portaternos.

─¡Pitufina!─Wade la abrazó apenas abrió la puerta.

─Hola─sonrió viendo a Wade y luego a Logan mientras entraba al lugar.

─Valentina─dijo Logan, alzando la vista apenas la vió.

─¿Cómo va todo?─preguntó observando la mesa llena de papeles y notas de colores a medida que se acercaba─. ¿Encontraron algo?

─Tengo lo que necesitas saber─respondió Logan con ese frío tono de siempre.

Ella se sentó cerca de él, dejando sus cosas a un lado, sintiendo la tensión habitual cada vez que sus miradas se encontraban y ese cosquilleo interno que se estaba haciendo costumbre.

─¿Qué descubrieron?─preguntó, tratando de mantener un tono profesional aunque su corazón latía con fuerza.

─Emir no es solo un simple contrabandista─ comenzó Logan, con su voz grave extendiendo una foto del susodicho─. Es uno de los principales distribuidores de adiamantum en la región. Sus clientes son una mezcla de figuras influyentes, desde políticos hasta líderes de organizaciones criminales. El club que dirige es un lugar de encuentro para ellos.

Valentina sintió un escalofrío recorrer su espalda mientras lo escuchaba y miraba la foto de Emir.

─¿Y su clientela? ¿Sabemos más de ellos?

─Al ser un grupo selecto, hay rumores de que algunos de ellos están involucrados en actividades aún más oscuras─contestó Logan sonriendo ligeramente, su atención estaba centrada en Valentina, quien se estaba ajustando el cabello a su lado.

─¿Tú también viniste a hacer una investigación sobre Emir, o solo a lucir bien?─bromeó Wade, señalando a Valentina.

─Ambas cosas, en realidad─respondió ella, con una sonrisa juguetona─. Puedo ser la chica linda e inteligente del grupo

─Entonces pitufina, tú serás la que tenga que jugar el papel más arriesgado─habló Wade mirándola fijamente.

Logan volvió a alzar la mirada.

─Wade...─dijo cruzándose de brazos─. Acordamos no hacerlo.

Valentina frunció el ceño y observó a ambos.

─¡Ay, por favor! Val puede hacerlo─refutó Wade cruzándose de brazos también, mientras reía─. Emir no sé le va a resistir...

─Es peligroso─volvió a decir Logan ahora molesto.

─Pero puede funcionar─Wade se encogió de hombros restándole importancia.

─¡Harás que la maten!

─¡Ya basta!─exclamó Val ciertamente estresada con la situación─. Wade, ¿Qué quieres que haga exactamente?

─Ay muchas cosas que me gustaría que hicieras preciosa─contestó Wade sonriendo de oreja a oreja mientras ponía los codos sobre la mesa y su rostro era apoyado por ambas manos.

Logan gruñó por lo bajo y rodó los ojos malhumorado ante su actitud.

─A este pendejo, se le ocurrió la brillante idea de enviarte a con Emir...─contestó Logan fulminando con la mirada a Wade─. Para seducirlo y conseguir información.

Valentina levantó una ceja y luego miró un punto fijo en el lugar, mientras reflexionaba en silencio.

─Te lo dije, es una pésima idea─recriminó Logan luego de ver la expresión de Val.

─No. Al contrario, es una buena idea─asintió ella soltando un suspiro, dejándose caer por completo en el asiento─. Lo haré.

─¿Qué?─Logan se sorprendió.

Wade comenzó a reír porque la expresión de Logan, era todo un poema.

─¡Te lo dije!─se burló sacándole la lengua.

─Debes estar bromeando, niña─Logan la observó, con preocupación evidente─. No deberías ponerte en peligro así. Podemos buscar otra manera.

─Primero que todo, no soy una niña─negó ella cruzándose de brazos y de piernas.

Logan comenzó a reír burlonamente.

─Oh sí, claro que lo eres.

─Ya te dije que no soy una niña─contestó entre dientes.

Wade rompió la cuarta pared.

─Mis amadas lectoras. Esto se está volviendo un dramón─hizo un gesto dramático y rodó los ojos─. ¿Están seguras de que no quieren que les traiga palomitas para lo que se avecina?

Logan y Valentina se miraron, y en ese instante, el aire se volvió pesado de significado. La mezcla de preocupación, rabia, celos y deseo se reflejaba en sus miradas.

─Que sí.

─Que no.

Valentina sintió que su corazón latía con fuerza.

Cada vez que sus miradas se encontraban, había una chispa que no podían ignorar, pero se entremezclaba y la confundía por completo debido a los sentimientos encontrados por aquella insignificante discusión.

─¡Que sí!

─¡Que no!

─¡Una niña! ¡Eres una niña bruja!─Logan la fulminó con la mirada golpeando la mesa con los puños─. ¡Una niña bruja tonta y demente, igual que este cara de escroto, que no entiende las consecuencias de sus actos!

Logan señaló a Wade, mientras este se llevaba la mano al pecho ofendido.

─¡Y tú, un anciano gruñón!─exclamó Val ofendida acercándose desafiante, ya perdiendo la paciencia─. ¡Por dios! ¡Eres tan arrogante y... Borracho!

─¡Tascalate!─gritó Wade con entusiasmo levantándose del asiento, luego de estar disociando y recordar que tenía una botella─. ¿Quieren un poco?

Su intervención llamó la atención de ambos y luego solo el silencio y la tensión se hizo presente.

Val se sentía frustrada por culpa de Logan, y sus sentimientos confusos hacia él, no la ayudaban en absoluto a discernir que era lo que realmente pasaba entre ellos en ese preciso momento.

La tensión era palpable, como si el aire mismo se hubiera vuelto denso. Aún sentía el palpitar de su corazón resonando en sus oidos debido a la discusión.

Por otro lado Logan, luchaba contra sus propios sentimientos que creía haber comprendido durante la noche mientras manejaba, más parecían no ser específicamente lo que estaba sintiendo ahora.

Una mezcla entre preocupación y admiración, y también rabia o quizás celos, se encajaba como una estaca en su corazón y no sabía cómo enfrentarlo, ni menos expresarlo.

─Oigan, si quieren mejor me pongo una faldita coqueta y lo seduzco yo─Wade se encogió de hombros─. Tengo trucos bajo la tanga, digo la manga...

Val y Logan lo observaron frunciendo el ceño pero no dijeron nada.

─Vamos chicos, dejemos las discusiones insignificantes para otro momento─agregó Wade mirándolos a ambos─. Hay que concentrarse en lo importante y no tenemos mucho tiempo.

Wade fue a la cocina por la botella de tascalate y volvió al minuto con tres vasos.

─Deberás ser extremadamente cautelosa─rompió el silencio Logan, resignado ante lo que iba a suceder─. Tienes que ser convincente. No solo seducirlo, sino que ganarte su confianza... Infiltrarse en su círculo, es una carga pesada. ¿Estás segura de que estás lista?

Val buscó la mirada de Logan, pero sus ojos se encontraban en el vaso de licor que Wade estaba sirviendo.

─Lo estoy─respondió Valentina con determinación, mientras la decepción se reflejaba en su rostro─. No dejaré que esto me detenga. Necesitamos información sobre el paradero del adiamantum, y en lo posible saber que es lo que traman, por el momento, el plan más certero, es este.

Logan frunció el ceño, y la miró fijamente. En ese instante, una ola de emociones cruzó por su mente una vez más.

Sabía que Valentina era capaz, que tenía la fuerza necesaria para afrontar la misión, pero también sentía que se estaba exponiendo a demasiado peligro, cuando quizás podía haber otro modo de conseguir lo que querían. Sin embargo, no había forma de convencerla de ello y de contemplar un nuevo plan en una línea de tiempo tan corta, por lo que se resignó a insistir y tragarse sus sentimientos al respecto.

─Tengan, aliviemos la tensión con un poco de alcohol y luego acordamos un plan para atacar está noche ¿Si?─dijo Wade extendiendo los vasos a cada uno.

Val observó de reojo a Logan, sintiendo la incomodidad entre ellos, mientras este se bebía el licor de un solo sorbo con esa actitud tan áspera y fría característica de él.

─¿Está noche?─preguntó ella frunciendo el ceño─. Ok, entonces ¿Cuál será el plan?

─Tu irás por Emir y yo voy a escudriñar en su oficina─contestó Wade extendiendo un plano del club sobre la mesa.

─¿Cómo conseguiste esto?─señaló el plano.

─Eso no importa pitufina─Wade le restó importancia al asunto─. Mientras tú seduces al pendejo y tratas de sacarle información, yo andaré de vieja metiche en su computadora. Si ese wey tiene un negocio con el adiamantum, entonces debe tener una lista de clientes, una factura o alguna mierda por el estilo.

─Ok. Me parece un buen plan─asintió─. ¿Y Logan?

─Te acompañará en caso de que las cosas se pongan peligrosas.

─Entonces será mi chaperon─soltó ella de malas ganas al notar que ahora, estaba bebiendo de la botella como si de agua se tratara.

─¡Oye tú! Relaja la raja, y no te tomes todo mi tascalate

─Chúpame un huevo─respondió Logan desinteresado.

Wade abrió los ojos sorprendido en un gesto dramático y rompió la cuarta pared.

─A la fila perras, yo voy primero.

Volvió a la conversación.

─El bolas tristes aquí presente se hará pasar por un cliente más del lugar y ya. Y cuando crea conveniente intervenir, podrá enterrarle las garras en el culo a quién se le cruce

Logan gruñó en una sonrisa torcida mientras bebía.

Valentina lo observó no muy convencida de ello y luego soltó un suspiro. Aún estaba molesta por su comportamiento anterior. Lo que menos quería ahora, era tenerlo cerca vigilandola como si fuera su papá.

Logan observó a Val de reojo sintiendo esos sentimientos repentinos que venían a él, cuál ola para arrastrarlo a un debate moral entre lo que era correcto y lo que sentía cada vez que la miraba.

─Bien. Entonces, ahora solo hay que planificar un plan de escape─dijo Val mirando a Wade y luego a Logan.

No tardaron mucho en idear un plan de escape y un plan B, por si no resultaba algo como lo habían planeado. Acordaron pequeños detalles.

( • • • )

El lugar era elegante estaba lleno de un suave murmullo y risas, con luces tenues que resaltaban los detalles en oro y madera oscura.

Logan, con un traje negro bien ajustado que acentuaba su figura musculosa, llegó media hora antes al club y se sentó en la barra con un vaso de whisky en la mano. Sus ojos, observadores y atentos, escanearon el lugar en busca de cualquier señal del objetivo de su misión.

Un bartender, se acercó con una pequeña bandeja de cócteles salados.

─Un pequeño aperitivo para el caballero. No querrá bailar con el estómago vacío, ¿verdad?

Logan lo miró de reojo con el ceño fruncido, tomando un sorbo de su whisky.

En ese momento, los ojos del bartender se desviaron hacia la escalera.

─Wow...─susurró impresionado.

Valentina estaba bajando de las escaleras, y su presencia iluminó el lugar. Llevaba un elegante vestido verde que abrazaba su figura de manera perfecta, tacones que la hacían parecer aún más imponente y su melena se la había cortado y ahora le llegaba a los hombros. Cada paso que daba atraía todas las miradas, y el murmullo del bar se desvaneció por un instante.

Logan, que había estado girando su vaso, perdido en como se movía el licor dentro de este, miró al bartender y siguió su mirada hacia la escalera.

Al ver a Valentina, su expresión ruda y seria, cambió a uno totalmente sorprendido. Su corazón latió más rápido, y por un momento, se sintió paralizado. La belleza que emanaba era abrumadora. Se veía diferente y tan hermosa que parecía sacada de un libro.

Valentina, concentrada en su misión, caminó con gracia hacia la pista de baile, observando a su alrededor. Los tonos de la música clásica comenzaron a llenar el aire y, de repente, uno de los tangos mas populares de Carlos Gardel, comenzó a sonar, haciendo que algunas parejas se retiraran de la pista, dejando espacio para otros que deseaban bailar.

Logan, sintiendo una mezcla de deseo y determinación, se levantó de su asiento y se acercó a ella desde atrás, su voz baja y grave resonó en el suave murmullo de la música.

─¿Bailas?─preguntó con un tono casi desafiante.

Valentina se giró lentamente, su expresión facial neutral, casi indiferente.

─¿Sabes bailar tango, Logan?─arqueó una ceja mientras lo examinaba con detenimiento, sintiendo ese cosquilleo de siempre y su corazón acelerarse poco a poco.

Logan recordó su misión en Argentina, donde había aprendido a bailar por obligación. La memoria le trajo un leve destello de confianza.

─En una misión, tuve que aprender. Espero no haberlo olvidado─contestó con una sonrisa nostálgica.

Una chispa de sorpresa brilló en los ojos de Valentina, pero rápidamente la ocultó. Ella sabía que había algo más que simplemente bailar entre ellos, y el aire se llenó de una tensión palpable. Sin embargo, aún estaba molesta por lo que había pasado entre ellos hace un par de horas atrás.

─Esta bien, pero no te acostumbres─dijo ella seria y desafiante.

Logan sonrió levemente y extendió su mano hacia ella. Valentina, después de un momento de duda, la tomó.

Al unirse en la pista de baile, la música envolvió su mundo. La cercanía entre ellos aumentó con cada giro, cada paso. Sus cuerpos se movían en perfecta sincronía, pero la conexión iba más allá de la danza.

Las miradas eran intensas, y cada roce, cada contacto físico, parecía encender una chispa en el aire. Logan sintió su corazón latir con fuerza mientras giraba a Valentina, sintiendo la suavidad de su vestido y la tensión de su cuerpo cerca del suyo.

─Nunca pensé que bailar tango sería tan... complicado─comentó Logan casi en un susurro.

─¿Complicado? ¿O tal vez solo estás deseando que esto no termine?─contestó ella mirándolo por sobre su hombro.

Logan le dió la vuelta y se detuvo un momento, con su mirada fija en la de ella. Había algo en sus ojos que lo atrajo, una mezcla de desafío y vulnerabilidad.

─Tal vez. Pero no es eso...─soltó con sinceridad y luego su mirada bajó por unos breves segundos a los labios de Val─. Lo que sea que planees hacer, solo ten cuidado. Este tipo no es alguien con quien quieras jugar.

Valentina sintió un nudo en su pecho. Sabía que él estaba luchando con sus propios sentimientos, pero también sabía que había algo especial entre ellos y ahora lo estaba entendiendo finalmente.

─¿Y tú quién eres para darme consejos? Solo eres un admirador que se siente confundido─refutó lanzándole una mirada desafiante.

─¿Confundido? No, yo diría que soy más como un hombre que se preocupa por la seguridad de la mujer que está a punto de entrar en la boca del lobo─replicó Logan, sintiendo la tensión entre ellos crecer.

Logan se inclinó hacia adelante, su mirada fija en Valentina, mientras sentía que un torrente de emociones lo invadía. La música continuaba sonando, envolviendo sus cuerpos mientras danzaban, y el mundo exterior se desvanecía. La tensión entre ellos era palpable, y cada paso se sentía como un juego entre el deseo y el miedo.

─Me subestimas Logan─ella se separó brevemente─. ¿Puedes confiar en mi? Soy perfectamente capaz de cuidarme sola

Logan la miró a los ojos, buscando alguna señal de que ella entendiera la profundidad de su lucha interna. La cercanía entre ellos lo hacía sentir expuesto, vulnerable de una manera que no había experimentado en mucho, pero mucho tiempo.

Él se detuvo, sintiendo cómo el corazón le latía con fuerza. A pesar de sus miedos, algo en su interior lo empujaba a seguir.

─Confío en ti Val─dijo con determinación─. Por favor discúlpame por lo de esta tarde

Valentina sonrió levemente. Se acercó un poco más, dejando que sus cuerpos se rozaran con suavidad. La música del tango siguió llenando el espacio, y cada nota parecía resonar con la tensión entre ellos.

Ella pudo notar facciones de su rostro que antes no había notado a simple vista, como las delgadas líneas de expresión cerca de sus ojos, y de su frente, y el pequeño lunar en su mejilla cerca de su barba. Estaba volviéndose loca, deseaba que aquello no terminara nunca.

─Está bien, solo no me vuelvas a llamar niña bruja─su mirada fue atrapada por aquellos ojos oscuros llenos de misterio y deseo.

Logan asintió.

─Solo si tú no me vuelves a llamar anciano gruñón─sonrió de lado provocando un millón de emociones y sintiendo al mismo tiempo, cómo la tensión se transformaba en algo más.

Con cada giro, cada movimiento, se permitió dejar de lado sus preocupaciones y entregarse a la magia de la noche. Valentina se movía con gracia, y a medida que sus cuerpos se entrelazaban, ambos sentían la conexión crecer.

Los ojos de Logan no se apartaban de los de Valentina, y ella, a su vez, se sentía segura en su presencia. Cada vez que él la sostenía más cerca, el mundo se desvanecía un poco más.

A medida que la música se intensificaba, Logan la llevó a un giro rápido, y ella se dejó llevar, riendo suavemente mientras sus miradas se encontraban. En ese momento, todo lo que había entre ellos se sintió como una promesa.

En un movimiento sensual y casi eléctrico, una de las manos de Logan, se posó sobre la pierna descubierta de Val, debido a la obertura del vestido, y subió suavemente por su muslo hasta la cintura, provocando un tormento de emociones que le nublaron la razón en ese momento.

─Tal vez deba aprender a bailar más a menudo. ─susurró Logan en su oído.

─Tal vez deberías─sonrió Val en un tono travieso.

La música comenzó a llegar a su clímax, y la pista de baile se llenó de energía. Logan, sintiendo que la atmósfera se cargaba de emoción, decidió arriesgarse un poco más. Con un movimiento inesperado, la atrajo hacia él, y la envolvió en un abrazo más cercano.

─Val...─susurró Logan mirándola fijamente sintiéndose hipnotizado por su mirada─. Necesito decirte algo...

Val, desvío su mirada y de repente, vio a un hombre alto, con un aura de poder. Su presencia era dominante.

Era Emir.

Sus ojos se encontraron, y en ese instante, Valentina sintió una mezcla de intriga y desafío.

El hombre le sonrió de manera calculadora, sus labios curvándose con un aire de interés. Val, con un gesto sutil, le devolvió la sonrisa, coqueteando de forma juguetona, como si estuviera lanzando un anzuelo.

Logan, que había estado disfrutando del momento con Valentina, sintió que el aire se le escapaba de los pulmones cuando notó la conexión entre ella y el contrabandista.

─Manos a la obra...─susurró ella mirando por última vez a los ojos a Logan, para luego separarse de él y alejarse.

Su corazón latía con fuerza mientras observaba cómo Val se alejaba de él, como si fuera atraída por el magnetismo del hombre que representaba un peligro inminente. La cercanía de Val y el jefe de los contrabandistas lo llenó de celos, una emoción que no pudo evitar experimentar y que finalmente logró aclarar sus sentimientos hacia ella.

Mientras Valentina intercambiaba palabras con el hombre, Logan se sintió como un espectador distante en su propia vida.

Con un nudo en el estómago, decidió que no podía quedarse allí, mirando cómo se desarrollaba esa escena. Sin decir una palabra más, se dio media vuelta y se dirigió hacia la barra, tratando de ahogar su rabia en un trago.

Al llegar, se apoyó en la barra sintiéndose frustrado y confuso. En ese momento, su auricular comenzó a sonar. Era Deadpool, su voz inconfundible resonando en su oído.

─¡Hola, Logancito! ¿Estás viendo esto? ¡Es como una telenovela de bajos presupuestos!─dijo en tono burlón.

Logan hizo una mueca.

─Ya se me hacía raro que no estuvieras de parlanchín ¿Ya te infiltraste? ¿Que haces?

Wade quién se había escabullido por el techo y por el conducto de aire del club hasta la oficina de Emir, estaba urgeteando entre papeles y carpetas.

─¡Chipi! Dejando de lado la mastubadita que me di mientras ustedes bailaban, pues estoy buscando algún archivo sospechoso en este cuchitril

Logan frunció el ceño y rió levemente por lo bajo.

─Eres un enfermo hijo de puta─respondió bebiendo de un sorbo el Wisky del vaso.

Valentina sonrió con encanto mientras danzaba con Emir, un hombre cuyo porte imponente y mirada penetrante dejaba claro que no era alguien con quien jugar. Su voz era suave y seductora, mientras hablaba.

Ya se habían presentado y generado una conexión que por momentos parecía desvanecerse, pero que Val retomaba con fuerza.

─Es fascinante cómo se mueve el mercado del adiamantum. He escuchado tanto sobre su organización. Debo decir que admiro su trabajo─soltó Val de la nada.

Emir, entrecerró los ojos con una sonrisa arrogante, se inclinó un poco más cerca, como si compartiera un secreto.

─Apreciar el arte del contrabando es el primer paso para entender el poder que uno puede tener, Valentina. Pero permíteme decirte, hay más en esto que lo que se ve a simple vista.

Ella asintió, sosteniendo su mirada, impulsando la conversación hacia un terreno más profundo.

─Estoy interesada en saber más. Después de todo, la información es el nuevo oro, ¿no crees?

Justo en ese momento, un hombre alto y robusto, vestido con un traje oscuro ajustado, se acercó a ellos con una expresión grave en su rostro. La intensidad de su mirada interrumpió el juego de seducción entre Valentina y Emir.

─Emir─dijo el hombre con urgencia, ignorando por completo la presencia de Valentina. ─Necesitamos hablar. Es importante.

Emir, visiblemente molesto, frunció el ceño.

─¿No ves que estoy ocupado, Marcos? ¿No puedes esperar un momento? Esto es privado.

Marcos, su mano derecha en los negocios turbios de contrabando de adiamantum, no se inmutó ante la reprimenda.

─No puedo, Emir. La situación es grave. Hay problemas con el último envío.

Emir frunció el ceño, claramente irritado por la interrupción. Sin embargo, el tono de su subordinado no dejaba lugar a dudas: era importante.

─¿Qué sucede?─preguntó, su voz perdiendo la suavidad mientras su atención se centraba en el hombre.

El hombre inclinó ligeramente la cabeza hacia Valentina, reconociendo su presencia antes de continuar.

─Hemos encontrado algo... algo que podría complicar las cosas. No es el momento para discutir aquí.

Valentina, observó la tensión que surgió entre ellos, decidió aprovechar la situación. Con un gesto sutil, se apartó un poco, sugiriendo que no estaba interesada en ser parte de una conversación que podría volverse peligrosa. No obstante, su mente estaba alerta, captando cada palabra.

El jefe de los contrabandistas miró a Valentina, evaluando su reacción.

─Un momento, Valentina. ¿Qué tal si te quedas? Puede que esto te interese.

Ella sonrió de nuevo, aunque esta vez era una sonrisa más calculada.

─Claro, estoy aquí para aprender.

─Bueno ¿Que tal si conversamos en un lugar más privado?─sugirió Emir señalando un espacio más alejado de la abrumadora presencia de las personas a su alrededor.

El hombre alto se permitió una leve mueca al ver la dinámica entre ellos, sabiendo que Valentina era un comodín en la situación.

Emir guío a Val y a su hombre hacia una habitación alejada del bullicio y la luz eran menos intensas. Allí una cortina de perlas se abrió ante ellos, mientras dos guardias resguardaban la entrada.

Val volteó a ver a Logan desde la distancia, mientras se quitaba el auricular con disimulo.

Una vez dentro, se acomodaron en el sofá mientras Emir les ofrecía algo para beber.

─¿Entonces? ¿Qué es lo que sucede?─Emir bebió de su vaso sentándose al lado de Valentina, rodeándola con uno de sus brazos por sobre su hombro.

─Es sobre el último envío. Hay... rumores de que algo ha salido mal. No queremos que la atención de las autoridades se centre en nosotros─contestó el hombre que los acompañaba.

Emir lo miró, con su expresión endureciéndose.

─¿Qué tipo de rumores?

─Uno de nuestros hombres ha desaparecido y hay rumores de que la policía está tras nuestros pasos.

Valentina, intentando parecer indiferente, escuchaba con atención cada palabra. A pesar de su estado emocional, su mente se activaba, atando cabos sueltos mientras los hombres discutían.

─¿Desaparecido? ¿Cómo es eso posible?─ preguntó Emir, su voz tensa─. No podemos permitir que esto afecte nuestras operaciones. ¿Qué sabes exactamente?

Marcos se pasó una mano por el cabello, visiblemente frustrado.

─Estuvimos en contacto con él durante la noche antes de que se fuera a la entrega. Ahora no responde a sus mensajes y nuestros hombres dicen que pudo haber sido capturado por alguien que está detrás de nosotros.

─Esto es inaceptable─dijo Emir con un tono decidido mientras se alejaba de ella tirando el vaso de licor al suelo provocando el sonido del cristal rompiéndose. Se acercó peligrosamente a Marcos y lo tomó del cuello de la camisa acorralandolo a la pared con furia─. No puedo permitir que nuestra red se vea comprometida. Si la policía se entera, será un desastre para todos nosotros. ¡Necesito que encuentres a ese hombre y que lo traigas de vuelta! ¡Sea como sea!

Valentina, absorbiendo la información, sintió cómo las piezas del rompecabezas comenzaban a encajar.

─¿Y qué planean hacer para resolverlo?─ preguntó ella haciéndose la desinteresada, aunque su mente corría rápido.

Emir se pasó una mano por la cara, frustrado volteando a ver a Val.

─Primero, necesitamos encontrar a ese hombre. Sin él, no podemos seguir con la operación. Después, debemos asegurarnos de que nadie más sepa lo que ha pasado. Si hay un traidor entre nosotros, debemos actuar rápido.

Valentina mantuvo su expresión neutra, pero por dentro se preguntaba si podría usar esta información a su favor.

─Parece que tienen mucho en juego─dijo, su tono aparentemente despreocupada mientras bebía de su vaso.

─Es más de lo que imaginas─respondió Emir, mirándola con intensidad.

Mientras tanto, Logan, desde la barra, observaba aquella habitación al otro lado de la pista de baile con creciente preocupación. Sabía que Valentina estaba tejiendo su red de información, pero el peligro estaba más cerca de lo que ella imaginaba. Decidido a no dejar que la misión la pusiera en riesgo, se preparó mentalmente para intervenir si las cosas se salían de control.

La atmósfera se tornó densa mientras el jefe de los contrabandistas y su hombre de confianza intercambiaban miradas cargadas de tensión. Valentina, consciente de ello decidió que era el momento de jugar su carta más audaz.

─Si hay un problema, tal vez podría ayudar a solucionarlo. He trabajado en situaciones complicadas antes... y tengo contactos que pueden ser útiles─ofreció, manteniendo una calma que ocultaba su creciente ansiedad mientras bebía de su trago.

Mientras tanto, Emir se cruzó de brazos, claramente intrigado por la audaz propuesta de Valentina.

─¿Así que tienes contactos que pueden ayudarnos? Eso es interesante─respondió, esbozando una sonrisa que no alcanzaba sus ojos─. Pero debes entender que no puedo arriesgarme a confiar en alguien que acaba de llegar.

Valentina sintió que el tiempo se le escapaba. Tenía que actuar rápido.

─Entiendo tu preocupación, pero si no haces nada, podrías perderlo todo. Mi propuesta es simple: si me dejas ayudar, te demostraré mi valor. Si no, podrías estar arriesgando más de lo que imaginas.

Emir se quedó en silencio, reflexionando sus palabras.

Logan seguía con el alma en un hilo observando de vez en cuando hacia aquél lugar.

─¿Ya encontraste algo, Wade?

─Nones. Ya comienzo a estresarme ¿Cómo vas tú pitufina?─preguntó tirando papeles y abriendo cajones por todas partes, hasta que encontró una laptop.

Val que ya no tenía el auricular, no contestó ni hizo ruido alguno ante la pregunta, causando la preocupación de Logan.

Marcos, que había permanecido en silencio hasta ahora, observaba con atención. Su mirada era penetrante, como si tratara de evaluar la sinceridad de Valentina.

─¿Y cómo podemos estar seguros de que no eres un peligro para nosotros?─preguntó, con su voz grave resonando en el aire.

Valentina sintió la presión, pero no flaqueó.

─Podemos establecer un trato. Dame una oportunidad para demostrar mi valía. Si no cumplo, pueden deshacerse de mí.

Emir evaluó sus palabras, sus ojos brillando con una mezcla de curiosidad y escepticismo, luego observó a Marcos por un par de segundos.

─Está bien, Valentina─dijo Emir asintiendo─. Te daré la oportunidad que pides. Pero recuerda: si esto sale mal, no dudaré en actuar.

Logan se sintió inquieto al no ver movimiento ni respuesta de parte de Val. Sabía que ella estaba jugando con fuego, y el peligro era inminente. Sin embargo, no podía intervenir sin comprometer su identidad encubierta.

La incertidumbre lo estaba volviendo loco.

─Ahora, hablemos de lo que hemos descubierto─continuó Emir cambiando de tema─. Hay rumores de que alguien está al tanto de nuestros movimientos ¿No?. Entonces necesitamos asegurarnos de que no haya filtraciones, que el último envío llegue sin problemas y ese hijo de puta aparezca.

Valentina, sintiendo que la conversación se tornaba más peligrosa, decidió usar su ingenio.

─Puedo ayudar a rastrear esos rumores. Si hay alguien infiltrado, puedo averiguar quién es. Solo necesito acceso a la información que tienen.

Emir la miró, considerando su propuesta.

─No estoy seguro de que eso sea posible─negó con la cabeza mirándola con dureza y cierta desconfianza─. La información aquí es delicada, y no puedo arriesgarme a que caiga en manos equivocadas.

─Quizás deberíamos ser más cautelosos─intervino Marco dirigiéndose a su jefe─. No podemos permitir que alguien que acaba de llegar se involucre en nuestros asuntos más sensibles.

Logan sintió que el tiempo se le agotaba. Sabía que tenía que proteger a Valentina, pero también que no podía revelarse. Tenía que encontrar una manera de intervenir sin comprometer su misión.

Emir volvió a mirarla pero con su expresión ahora más seria.

─Valentina, quiero que sepas que la confianza es un lujo que no podemos permitirnos perder.

Ella asintió y al segundo disparos lejanos comenzaron a escucharse y con ello, los gritos y la desesperación de las personas que comenzaban a correr por todos lados.

─¡Y ahora que putas está pasando!─exclamó Emir, para luego ver entrar a Logan con sus garras llenas de sangre y un temperamento frívolo y rudo que le puso la piel de gallina luego de verlo escupir una bala.

Val lo observó entre sorprendida y molesta por su cruda e inesperada intervención.

─Mierda...

▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃

𝐍𝐎𝐓𝐀 𝐃𝐄 𝐋𝐀 𝐀𝐔𝐓𝐎𝐑𝐀

Holis!
¿Cómo están mis hermosas y queridas lectoras?
Espero que estén teniendo un lindo día 🌸
Quería disculparme por la tardanza, enserio lamento haberlas hecho esperar tanto. Se que les dije que el jueves lo subiría pero sinceramente no tuve el tiempo de terminar el capítulo. Les pido mil disculpas, gracias por sus lindos comentarios, y por su apoyo.

A todo esto, la historia ha llegado a 1.56 k de vistas *chilla en modo Thor* JAJJAJ muchas, pero enserio muchísima gracias por su apoyo.
Espero que les haya gustado el tercer capítulo. Ya estoy trabajando en el siguiente, prometo recompersarlas, eso, comenten y voten, las tqm <3
Se me olvidaba, ya estoy desarrollando una historia de Deadpool x oc fem y otra de Wolverine y Deadpool x oc fem, so, cuando acabe esta historia, subiré la de Deadpool primero y luego la del poliamor JSJKDJD Porque fueron sus favoritas y bueno, ya se viene lo chido ajkdjd
Atentas 💖
▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃