❝ LA OSCURIDAD ME CONSUMÍA POR DENTRO ❞

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〘 ✰.༄☼︎ 𝐄𝐱𝐭𝐫𝐚 01 ☼︎༄.✰ 〙

-- atrapada --

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VOCES, ERA LO ÚNICO QUE ESCUCHABA A MI ALREDEDOR. Sin embargo no eran más que un débil susurro. No sabía dónde estaba ni que pasaba pero todo era solamente silencio y paz.

Todo a mi alrededor era una espesa cortina de nrgrura, por un momento temí estar muerta pero era obvio que no. ¿Entonces en donde demonios estaba?

Mi mente flotaba en la infinidad
de la oscuridad en búsqueda de recuerdos o algo que ayudará a recordar que había pasado pero mi mente estaba completamente vacía y eso no estaba ayudando.

Minho.

Fue en ese momento en que
me pregunté dónde estaba y si estaba bien. Deseaba que sí.

Me dolía el cuerpo, lo suficiente como para no poder moverme sin quejarme. Incluso mis ojos pesaban demasiado y me era imposible abrirlos. Todo dolía y ardía, así que me deje llevar por las sensaciones que me invadian.

No supe que paso pero en algún punto mis oídos dolían el doble que en un principio, todas las voces a mi alrededor cada vez eran más audibles pero el dolor no se reducía en lo absoluto al contrario todo quería explotar.

Mis manos a mis costados empezaron a reaccionar lo supe cuando apreté ligeramente los puños, fue en ese instante que me di cuenta de que estaba atrapada por cintas alrededor de todo mi cuerpo. ¿Qué estaba sucediendo?

Fuese lo que fuese estaba atrapada y por más que
quisiera mi cuerpo no estaba reaccionando, todo me daba vueltas y la oscuridad de mi
mente me asustaba.

Pero lo que más me asustaba
era el inmenso dolor en mi cabeza; las sienes palpitaban, y sentía que en cualquier momento el cráneo se me abriría en dos.

-Gasas -oí que musitó una de las tantas voces con autoridad, un segundo después algo suave tallaba un lado de mi sien.

¿Pero que carajos ocurría? Necesitaba salir de allí ya.

Fue imposible no removerme del dolor que sentí cuando algo frío y metálico perforó en mi sienes.

-Doctor parece que está reaccionando -musitó una suave voz femenina con un
matiz de preocupación.

-Anestesienla de inmediato.

Poco a poco intente abrir los
ojos a pesar del dolor que sentía en mi cuerpo, una blanca luz me dió en la cara y fue ahí que ví no tan claro los rostros de doctores y un montón de enfermeros con cubrebocas y batas azules que llevaban artefactos extraños.

Fue imposible no sentir miedo
de lo que intentarán por eso no dude en removerme con fuerza en la camilla, tironenando de los cables conectados a mi cuerpo.

-Doctor, ¿qué hacemos? -cuestionó alarmada una mujer, viendo con espanto como era que su paciente quería liberarse.

-Sedenla, eso la calmara.

Después de eso tres enfermeros se acercaron con rapidez a la camilla dónde me encontraba, uno traía el sedante en sus manos y eso me asustó demasido pero lo que vino después fue peor.

Los otros dos hombres
restante me tomaron de los brazos con fuerza para que dejará de moverme de una
buena vez mientras que el del
sedante le daba unos suaves
golpecitos a la aguja con su
dedo índice y el pulgar.

Ellos querían volver a dormirme y yo no lo iba a permitir.

-¡No, déjenme! -grité
luchando por zafarme del fuerte agarre de los dos hombres mientras miraba asustada al enfermero con el sedante -.
¡Aleja esa cosa de mí! ¡No!

No sabía que hacer. Por primera vez sentía el miedo recorrer por cada una de mis venas. No quería ser sedada, manipulada por mis creadores de nueva cuenta, ser una estúpida máquina de muerte y destrucción que usan cada vez que se les venía en gana. No más.

Juré no volver a caer de nuevo
en sus garras y a pesar de lo que pudiera pasar luche hasta que
mis fuerzas me lo permitieron.

Sin embargo estaba demasiado debió y solo era una chica contra la infinidad de médicos del lugar.

Lo último que sentí fue dolor.

Aquella aguja se introducía en
mi piel como si me enterraran de la manera más lenta y torturosa un cuchillo. Por alguna extraña razón lo sentía, dolía como nada en el mundo. Lo siguiente fue el contenido de la aguja, el líquido frío recorrer cada vena hasta que llegó a todo mi sistema.

Todo fue oscuridad. Lo único que oí fueron voces y después nada...

-Que inicie el proceso de neutralización.

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Oscuridad.

Todo mi cuerpo se sentía ligero.

Desde la lejanía de dónde fuese que me encontraba sentía dolor,
demasido dolor.

Sabía bien que estaba paralizada por lo que fuese que navegaba en mi sistema como si nada.

Intentaba abrir los ojos, pero no podía. Algo no me dejaba volver a la realidad. Y lo sabía bien pues esto no era más que una ilusión creada a base de la anestesia y de los malditos doctores y sus cosas.

Por más que intentaba pensar que era lo que había pasado, solo sabía que me habían sedado luego de que despertará a mitad del alguna cirujía o lo que fuera.

Había peleado por liberarse y gritado con desesperación con
la intensión de que la liberarán pero no tuvo algún resultado.

Y desde ahí no podía recordar lo que había pasando.

El silencio era algo que en definición empezaba a asustarme de una manera escalofriante.

De pronto mis pies tocaron el piso, me sentía un poco extraña
y mi cabeza empezaba a doler.

Cerre los ojos y aún entre toda esa oscuridad no me quedo de otra que recostarme en el suelo, para luego empezar a sollozar con fuerza rogando despertar.

No sabía dónde estaba ni que pasaba, solo quería volver con mis amigos. De seguro debían
de estar muy preocupados.

Y los recuerdos de mi estancia en el laberinto comenzaron a fluir.

Recordaba los días en los que
me la pasaba bromeando con Chuck, los momentos en los que sentía que explotaría a causa
de Gally, las sensaciones que me provocaba recorrer el laberinto junto a Minho, las veces en las que ayudaba a Newt cuando podía en los jardines, todo...

Sin pensarlo aquello me tranquilizo.

Al cabo de unos segundos, algo llamo mi atención. La oscuridad comenzo a desvanecerse y fue reemplazada poco a poco por un pequeño camino que con cada paso que daba se iluminaba.

Hasta que llegué a una enorme puerta.

Justo en ese momento el miedo surgió una vez más, al igual que sus dudas. ¿Abría o no la puerta?

Sabía que si lo hacía algo allá
me esperaba, algo con lo que no iba a poder luchar, algo con lo que siempre deseé pero que a la vez me atemorizaba.

Quería conocer mi pasado, sin embargo el miedo no me dejaba avanzar. No estaba lista para ver lo que fue de mi pasado, para ver la clase de persona que fuí al ser parte en CRUEL y lo que paso.

Pero la impulsividad pudo más
y cuando la abrí la luz me cegó por unos segundos.

De pronto los recuerdos comenzaron a reproducirse
uno tras otro, como si fueran pequeñas pantallas que se desvanecían al instante.

Ahora por fin entendía todo
lo que hice y el porque de estas acciones. Toda mi vida fue tétrica antes de que ir al laberinto, ahora me arrepentía de haber sido parte de todas aquellas atrocidades con inocentes.

Aquello solo hizo que me
sintiera como un monstruo porque eso era. Había separado familias, matado personas inocemtes y echo de solo niños
seres despiadados sin corazón.

Entonces sentí lágrimas caer
por mis mejillas. Eran lágrimas de frustración, de coraje, pero sobre todo de impotencia. Me
sentía molesta y frustrada por
todo lo que hice. La ira recorría
mis venas y eso nublaba todos
mis pensamientos coherentes.

Odiaba a CRUEL con todo
mi ser del mismo modo que odiaba a Ava Paige por ser
la responsable de todo lo que
me había pasado, pero sobre
todo por ser la asesina de mis
padres. Eso no tenía perdón.

Sin embargo también estaba demasiado confundida y se debía a diversos recuerdos que no solo involucraba a una persona si no que a otra también. Lo peor es que los quería a los dos y lo que menos deseaba era que dejarán su amistad por mis decisiones.

Siempre fue así, desde que éramos pequeños. Siempre fui
la chica de la que se habían enamorado dos amigos, si tenía
a uno el otro sufriría al ocultar sus sentimientos con tal de no separar lo que siempre existió.

Todo era muy complicado.

Apesar de ser la supuesta
arma de CRUEL no era más que una simple humana que cometía errores, que no podía evitar sentir el dolor y demás.

Ahora todos esos sentimientos
y emociones se mezclaban, tenía que encontrar la manera de que estos se apagaran para que ya me dejarán tranquila. Al instante la oscuridad de mi mente volvió.

No supe más, solo que toda
esa oscuridad me atrapó de una atrayente manera y luego todo
se desvaneció a mi alrededor.

--- ✮✧☾✧✮ ---

Con la chica aparentemente sedada el proceso quirúrgico para retirar el neutralizador
fue menos complicado.

Ava fue la que había dado la orden que en cuanto la recluta A0 estuviera en el cuartel le retiraran el neutralizador pues quería que recordará todo lo que había echo y el porqué de todo eso, necesitaba que Lía volviera
a cómo diera lugar a su lado.

Ya se las arreglaría para hablar con ella y convencerla de eso una vez estuviera conciente, por eso mismo se lo había pedido en una reunión virtual a Janson.

Luego de que terminará la cirujía los especialistas y doctores se vieron obligados a asistir a una pequeña reunión que solicitó el subdirector de CRUEL, Janson.

En aquella reunión les explicaba la realización del PROYECTO 00.

Janson sabía que aún no era el momento sin embargo sus ansias por controlar lo incontrolable lo cegaron del objetivo principal así que esto lo estaban haciendo a las espaldas de Ava Paige.

-Como todos ustedes saben nuestra queridísima directora tiene planes con la recluta A0 -explicaba el hombre con una siniestra sonrisa, ganándose la atención de todos los presentes
-. Es a lo que llamamos el PROYECTO 00. Se preguntarán
en qué consiste y se los diré.

La sonrisa de Janson crecía conforme los segundos pasaban, tan solo hablar de todas las atrocidades por las que el sujeto A0 pasaría lo ponía de buenas.

Janson se puso de pie y con ayuda de una pantalla en la que mostraban imágenes de como probablemente sucedería todo comenzó a explicar de que iba
el dichoso proyecto.

-Hace tiempo que Ava tenía pensado convertir a un simple humano en una máquina, una que solo obedeciera órdenes suyas y funcionara como escolta personal -relató recordando
la vez en que ella se lo dijo -.
Y finalmente llegó ese humano.
Le dimos el entrenamiento que se requería así como todos los medicamentos necesarios y las inyecciones que reforzaron su sistema. Es por eso que Amelia poseé las características físicas y mentales que requieren.

El hombre cambio de imagen para explicarles mejor como serían los movimientos y las posibles reacciones del sujeto estando en la cirujía. Después comenzó a caminar al ventanal, que mostraban la ciudad.

-Ava creé que después de
que se retiré el neutralizador y sus recuerdos vuelvan eso la convencerá pero yo sé que eso
no sucederá -continuó, dándose la vuelta para encararlos por un
santiamén -. Lo que haremos será insertar la tarjeta de control, con eso dentro suyo obedecera órdenes sin rechistar, ya que el dichoso chip de voz de Ava no dió los resultados esperados.

»Una vez que la tarjeta de
control este dentro de ella solo introducirán los datos que les daré y todo estará listo.

Un silencio sepulcral se creó en
la enorme sala y los doctores sin más comenzaron a susurrar.

-¿Quedó claro? -preguntó entre dientes Janson mirando a todos los médicos del lugar.

Absolutamente todos emitieron sonidos de asentamiento y luego de eso la reunión finalizó.

De nueva cuenta el lugar quedó vacío. Janson aún miraba por la ventana con entusiasmo todos los enormes edificios llenos de luces pero sumidos en oscuridad.

Pero su silencio se vió interrumpido con la llegada de su asistente, sus pasos hacian eco en la silenciosa habitación.

Todavía no podía creer que aquel ser tan vil quisiera hacer de una niña alguien tan repugnante como él y todas esas personas.

David odiaba ser parte de CRUEL, siempre lo hizo por eso cuando su fallecida esposa Natalie le propuso huir lejos no dudo en decirle que sí. La vida lejos de ahí fue tranquila por unos años, después de todos no sabían en dónde podrían estar.

Sin embargo no podía escapar para siempre. La traición era algo que Ava odiaba con todo su ser y era castigado con muerte, ambos lo sabían pues tanto ella como David trabajaron años para CRUEL. Él como soldado y ella como una doctora.

Los encontraron y David sufrió las consecuencias de sus actos pues no solo le arrebataron a su esposa si no que le quitaron lo más preciado que tenía, sus hijos.

Recordaba la sangre en el suelo, estaba desangrandose y al borde de la muerte se encontraba sin embargo Ava le propuso volver a ver a sus hijos a cambio tendría que volver a la organización.

Si esa era la única manera de tenerlos aceptó.

Le dolía ver a sus hijos ser tratados como máquinas que solo servían para matar. Le
dolía entrenarlos y que ellos
solo lo llamarán entrenador
y no papá como lo hacían. Ni siquiera lo recordaban.

Le dolía que él fuera el que los sobrexplotaba, el que siempre les insistía que no era suficiente. Pero no porque quisiera hacerlos sufrir si no porque era la única manera de verlos aunque fuese de aquella manera tan cruel.

No podía rechistar y nunca lo hizo sin embargo al enterarse de las atrocidades que planeaban hacer con su niña no se contuvo, su pesadilla se hacía realidad.

-¡Maldito hijo de perra! -
gritó David colérico, agarrando a Janson del cuello de su chaqueta para tirarlo contra la mesa.

La ira cegaba a David es por eso que en cuanto Janson estuvo de espaldas en la mesa lo agarro y le plantó una infinidad de golpes.

-¡Es solo una niña! -sollozaba furioso, sin dejar de golpear su rostro a puñetazos -. ¿¡Por qué no pueden dejarla tranquila!?

Janson reaccionó escupiendo sangre por la boca y la nariz y aún herido le dió un golpe en el estómago a su asistente que lo
mandó al suelo un momento.

-¡Cuidado con lo que haces imbécil! -advirtió furioso a la vez que se tallaba la nariz que
no paraba de sangrar -. No sé
si sepas pero tu hija está en mi poder. Me pertenece, David. No es más que una simple máquina.

En ese momento la puerta fue abierta de malas formas y por ella entraron varios guardias de seguridad que tomaron por los hombros bruscamente a David.

-¡Ey, sueltenme! -gritó el hombre luchando por soltarse
de alguna manera pero eran dos contra uno solo -. ¡Malditos!
Como toques a mi hija no sabes de lo que soy capaz, rata.

-Yo no lo haré. Me aseguraré que seas tú quien la haga sufrir -explicó con el rostro lleno de sangre, dándole un aspecto más siniestro -. Tú mismo le darás
el mismo destino que a Natalie.
Y cuidado porque tengo todos los medios para decirle a tu niña quien eres. ¿Crees que ella va a poder perdonarte después de lo que le hiciste durante todos estos años? Por favor. Lía te odia.

Y con esas palabras resonando en su cabeza los guardias sacaron de manera ruda a David de la sala, mientras tanto Janson se limpiaba la sangre del rostro.

Era mentira.

David esperaba que su niña no
lo odiara de tal manera. Aunque sabía que era imposible, nadie la hizo sufrir más como él.

No solo la obligó a entrenar sin descansar si no que también fue él quien le arrebato al amor de su vida al enviarlo al laberinto.

Ojalá me perdones algún día mi niña, pensó para sus adentros.

--- ✮✧☾✧✮ ---

Después de que se desatará el caos en el cuartel a causa de la huida repentina del grupo A, todo mundo buscaba la manera de impedir que escaparán por órdenes de Janson.

Pero eso no impedía en lo absoluto que los chicos dejarán de buscar la salida, a ellos les daba igual el riesgo solo querían
huir de las garras de CRUEL.

Mientras tanto Aris, Jack y Winston corrían sigilosos pero apresurados por los pasillos
infinitos de aquel cuartel.

Nadie sabía a dónde iban,
solo los dos chicos tenían bien planeado lo que harían. Querían escapar pero ambos sabían a la perfección que no podrían irse aún sin la chica de ojos verdes.

De algún modo todas esas
noches de planeaciones y fugas entre los ductos habían sido
de mucha ayuda, pues tenían conocimiento acerca de todo
el perímetro del lugar así como los atajos y demás pasillos.

-¿Exactamente a dónde vamos? -cuestionó Winston mirando confuso a los chicos, mientras se apresuraba a no quedarse atrás.

-Ya lo verás -respondió Jack sin más antes de girar por uno de los tantos pasillos del lugar.

Continuaron su carrera sin problemas. Si, llegaron a toparse en unas pocas ocasiones con un par de guardias pero nada que no pudieran controlar aquellas balas paralizadoras en sus armas.

Su objetivo estaba en la habitación A-101, en la segunda planta. Era un área restringida a la que solo podía entrar personal con el escáner de retina ocular.

Toda esa alta seguridad la necesitaban para custodiar a
una adolecente de 16 años que estaba sedada por completo.

Para llegar a la segunda
planta tenían que tomar el elevador así que en cuanto
lo vieron corrieron hacia él.

En cuanto las puertas se abrieron de par en par los doctores y médicos que estaban dentro se arrepintieron de haber tomado el elevador. Aquellos jóvenes eran parte del grupo que huía.

Rápidamente Jack, que era
el que más violencia usaba,
tomó a uno de la bata y con
un tono amenazante habló:

-No quiero escándalo -
advirtió cuál asaltante de tratará, el pobre hombre tragó saliva nervioso -. Lo único que quiero es que nos lleves a la habitación A-101. ¿Comprendes?

El hombre estaba tan asustado que lo único que hizo fue asentir, después de todo el muchacho traía consigo un arma que por la seriedad de su voz no dudaría en usar si su paciencia de agotaba.

Aris presionó los botones indicados y en menos de unos minutos ya se encontraban en
la segunda planta, dónde había una infinidad de médicos llendo y viniendo de un lado a otro.

Con Jack siguiéndolo con una pistola el doctor los condujo por varios pasillos blancos como todos hasta que por fin dieron
con la dichosa habitación.

Tal como lo tenían en mente se necesito el escener para el ojo del hombre y con eso la puerta se abrió dándoles acceso a la gran habitación.

Una vez dentro observaron el lugar con detalle pero lo que más les llamo la atención fue lo que estaban haciendo y a quien.

Alrededor de la camilla en la
que se encontraba recostada Lía, había un montón de doctores con utensilios médicos en mano que en cuanto se percataron de la inesperada llegada de los jóvenes no dudaron en actuar al instante.

-No deberían estar aquí -advirtió uno de los médicos con el semblante preocupado.

-Avisa a los guardias -
pidió uno de ellos en susurros
a la enfermera a su lado y ella
no dudo en obedecer.

Antes de que el caos se desatará en la habitación y que todos los doctores buscarán la manera de salir del lugar, Aris bloqueo la puerta con ayuda de Winston mientras que Jack se acercó a la camilla y forcejeo contra todos los que se le atravesaban en su camino. Él solo quería traer de vuelta con ellos a la muchacha.

Jack logro desatar a la chica de las cuerdas que amarraban sus muñecas a la camilla y de un solo tirón quito varios cables de su cuerpo.

-¡Oye! -gritó un doctor y lo siguiente que sonrió Jack es que estaba en el suelo con la nariz sangrando -. No te llevarás a la paciente, con lo difícil que fue traerla hasta aquí.

-Lo siento -respondió Jack sonriente, incorporándose del sueño para tallar su nariz -. Pero yo nunca acepto un no por respuesta.

Justo al girar alrededor de ocho guardias los esperaban armados y dispuestos a dispararles. Los tres de detuvieron al instante, el chico del grupo A temía por sus vidas mientras que los otros dos ya sabían que hacer y no temian.

-Winston -lo llamó Jack, pasándole una pequeña pistola que podría servirle en defensa
-. Encárgate de los guardias.

-¡Jack, la puerta no resistirá
por mucho tiempo! -anunció Aris, luchando por qué la puerta no fuera derrumbada.

A pesar de la presión del momento y la infinidad de doctores que intentaban impedir el escape de su experimento,
Jack no permitiría que CRUEL volviera a tenerlos bajo su mando.

Lía se sentía aturdida, todo le daba vueltas y su vista estaba cada vez más borrosa. Fuera lo que fuera la habían drogado con analgésicos muy potentes.

-¿Quien eres? -cuestionó la castaña con un hilo de voz.

-Eso no importa ahora, tenemos que sacarte de aquí -respondió Jack, rodeando su cintura para ayudarla a ponerse de pie.

Pero Lía estaba tan débil a causa de lo que habían echo con ella que le era imposible mantenerse de pie por su propia cuenta. A duras penas lograba sostenerse de aquel chico desconocido.

-¡Jack la puerta! -exclamó Aris al ver qué cada vez más soldados querían tirar la puerta.

-¡Bloqueala carajo! -ordenó el chico, luchando por qué Lía no se fuera a soltar de su agarre.

Le tomó un par de minutos valiosos idear un plan de escape que los llevará rápido a la planta baja donde seguro ya estaban los chicos del grupo A.

Luego de que Aris y Winston bloquearan bien la puerta, los tres se equiparon bien a bien con algunas armas que encontron por ahí tiradas y pusieron en marcha el plan del muchacho.

-Okey, esto es lo pasará -anunció Jack reunido en un pequeño círculo confidencial junto a los chicos -. En menos de cinco minutos los guardias van a hacer caer esa puerta y cuando lo hagan nosotros tendremos que estar del otro lado corriendo por el pasillo hasta llegar a la planta baja donde todos nos esperan.

Al escuchar los golpes cada
vez más cerca no dudaron en separarse para escapar.

El plan de Jack no era malo pero si arriesgado y había pocas posibilidades de conseguirlo.

Los tres consiguieron hacer
una torre con varios muebles hasta que por fin llegaron hasta el ducto de ventilación de aquella habitación. Entre balanceos y
más Aris consiguió llegar arriba primero luego Winston, quién después ayudo a Lía a subir sin embargo fue todo un show.

-Anda Lía sube los pies -reclamó Winston algo nervioso, jalandola para el interior del
ducto de ventilación.

-¡Ya voy! -exclamó ella molesta.

Una vez la castaña estuvo arriba bien resguardada, Jack fue el siguiente en subir pero justo cuando iba a poner un pie arriba la puerta fue derrumbada por
los soldados de CRUEL.

-¡Rápido Jack, sube de una maldita vez! -exclamó Aris, preocupado.

El chico no dudo en acatar la orden de su compañero y es que en cuanto los soldados lo vieron no dudaron en cargar sus armas.

Con ayuda de sus amigos,
Jack pudo subir al ducto de ventilación justo antes de que uno de los soldados disparará hacía dónde él estaba pero para su suerte fallo el disparo y termino dándole a uno de los muebles por lo que escaló.

-¡Idiotas! -exclamó el chico eufórico por su hazaña y les sacó el dedo sin poder contenerse antes de comenzar a moverse por entre los ductos.

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-¿Falta mucho? -cuestionó Lía, desesperada por salir de aquel espacio -. Me duele la espalda de ir a gatas.

-No eres la única -murmuró Winston de mala gana sin dejar de gatear entre los ductos.

-No falta mucho, es solo girar
a la derecha... -les informó Aris quien los guiaba por el lugar, dió aquella vuelta y vió la escotilla que buscaba -. Genial, llegamos.

-Vaya, ya era hora -comentó Lía aliviada.

Entre Winston y Aris abrieron
la tapa del ducto de ventilación
y así pudieron bajar por ahí de uno por uno. Pero antes de hacerlo revisaron el perímetro que estaba vacío al parecer.

De nueva cuenta ayudaron a bajar a la castaña y sin más ya armados se echaron a correr, pues no muy lejos se oían una infinidad de gritos y voces.

Tenían que ayudar a sus amigos.

Era ahora o nunca...

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PRIMER EXTRA LISTO

HOLAAA BEIBIS, ¿cuando tiempo sin leernos, no? ¿como lxs trata la vida? Espero de maravilla pq a mi no tanto, la prepa me tiene loca y eso q apenas son cursos JAKJAKSJS

So wharever, ¿les gustó este extra? Fue el primero al que le avance hehe, obvio era en el que pensé desde un principio no se por que pero en fin.

Bueno, aquí vemos lo que pasó para que rescataran a Lía. Una escena que es relevante para el fic y la relación de hermanos de mis niñitos chiquillos ^^

Raza, ya saben. Dejen su
votito, comenten mucho y si quieren pueden agregar el fic a sus listas de lectura nosepo, ya es opcional si me siguen o no.

Eso sería todo por hoy, nos vemos los tqm <33