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━Capítulo Uno


❝ 𝐄𝐑𝐄𝐒 𝐏𝐄𝐋𝐈𝐆𝐑𝐎𝐒𝐀 𝐍𝐎𝐕𝐀𝐓𝐀❞



╔════ 𓏲✮⊰ •˙❅✾❅ ᭕𖤐⊱ ════╗

〘 ✰.༄☼︎ 𝐂𝐚𝐩𝐢𝐭𝐮𝐥𝐨 𝟎𝟏 ☼︎༄.✰ 〙

-- novata --

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DESPERTÉ. SIN SABER COMO ERA POSIBLE PERMANECER INCONSCIENTE durante todas esas horas, mis ojos se abrieron en el momento en el que volví a la vida y de pronto el aire era algo escaso en mis pulmones.

Mi garganta estaba seca y la respuesta estaba clara pues llevaba horas sin beber líquido
lo que la hacia doler, era una rara sensación de ardor mezclada con un escozor.

Mis adoloridas rodillas
estaban apoyadas en el suelo y mis manos se aferraban con toda la fuerza que podían ser rejas, cosa que hacía con bastante dificultad mientras inhalaba.

Lo único que se podia escuchar en el lugar era el sonido de mi agitada respiración combinado con un ruido extraño que parecía un metal chocando contra otro.

Quería ponerme de pie pero
era tan difícil, mi cuerpo pesaba de pronto y estaba tan adolorido que me era imposible moverme.

Con varios quejidos y algo de esfuerzo pude ponerme de pie. El piso abajo de mí empezo a de la nada a sacudirse de una manera constante de un lado a otro, cosa que me hizo querer vomitar. Ya de pie me sostuve a una reja.

Observe donde me encontraba. Estaba dentro de una especie de elevador que subía sin parar, rodeado de cuatro grandes rejas metálicas y cientas de cajas que se encontraban esparcidas en su pequeño interior.

Pero ese extraño silencio fue interrumpido por un gruñido bestial. Definitivamente todos mis sentidos estaban paralizados y el miedo los acompañaba. De un momento a otro estaba mi espalda pegada a la reja de a lado a nada de comenzar a llorar del miedo. La cosa se fue, más bien el elevador fue rápido y no le dió tiempo para trepar debido a la velocidad con que este subía.

Y por más que intentaba pensar positivo nada funcionaba, el miedo me superaba por mucho.

Abraze mis rodillas y escondí
la cabeza entre estas mientras cerraba los ojos para no ver la oscuridad que me rodeaba por completo. Deseaba con todas mis fuerzas que todo esto fuera solo un mal sueño, una broma de mal gusto y que cuando despertará viera la linda luz del día pero esto era una pesadilla viviente.

En mi cabeza había un tornado de preguntas sin respuestas que empezaban a carcomerme.

Me encontraba tan concentrada en mis pensamientos que grande fue el susto que lleve cuando una alarma resonó tan fuerte como para hacer que instantáneamente cubríera mis oídos, quería saber qué estaba pasando o como tenía que reaccionar tenía idea mi la mas mínima idea de que hacer.

Mis ojos en marcha. No tenía ninguna idea si funcionaría, pero sabía que si me quedaba sentada y sideacer nada el miedo volvería otra vez y se apoderaria de mí.

Corrí hacía las cajas que estaban dispersadas por todo el lugar, así que abrí y rebusque en dentro de cada una. Una tras otra pero solo encontraba objetos que no podía recordar, comida y otras cosas.

Eran provisiones, lo que me llevo a pregúntame mentalmente el porqué de aquellas provisiones.

Nada. Ya llevaba varios minutos buscado en la cada caja pero no había nada que pudiera ayudar, por lo que con cada minutos que pasaba comenzaba a desesperme puesto a que no tenía resultados.

La última caja, toda la esperanza recaía sobre aquella misteriosa caja de solida madera.

La abrí y busque entre todas esas cosas. Llegue a pensar solamente por un momento en darme por vencida pero antes que lo hiciera mis ojos se encontraron con una navaja.

Era pequeña pero se veía muy afilada y realmente me serviría de mucho solo por si las cosas se salían de control. En estos casos lo mejor era prevenir.

Un mareo recorrió mi débil cuerpo el cuál fue acompañado de una punzada en mi cabeza que me hizo gemir del dolor.

Tomé la navaja en mis manos y con mis manos temblorosas la escondí en uno de mis bolsillos.

Al menos ya tendría con que defenderme del lo que me depara el futuro allá arriba, de nuevo pude escuchar los rechinidos que provocaba el viejo engranaje de aquel elevador y la alarma que sonaba a mi alrededor.

Eso era todo lo que necesitaba para que mi cabeza se partiera en mil fragmentos, con tanto ruido las punzadas aumentaban y el dolor era insoportable.

Me arrincone de nuevo a la esquina de las rejas esperando que todo acabará, mire sin pensar para arriba y me encontré con una potente luz cegador de un color rojo.

Estaba por llegar a mi destino por lo que el elevador subía cada vez con más intensidad.

La situación era desesperante
y ya no lo podía soportar ni un segundo más, como pude me incorporé del suelo y me aferre a la reja que estaba encima de mi cabeza. La luz roja seguía ahí.

-¡Por favor... ayúdenme! -grité lo más fuerte que pude, pero solo sentí como mi garganta se desgarraba.

Era raro, no recordaba ni siquiera como sonaba mi voz. Después de minutos por fin podía hablar y escucharme.

Golpeé repetidas veces las rejas mientras pedía ayuda a gritos pero nadie contesto en respuesta.

La luz que antes era roja cambio a un color verde, la alarma dejó de sonar y de pronto el elevador paro en seco haciéndome caer.

Mi cabeza fue la que se llevó la mayor parte del impacto y poco a poco mi vista se tornó borrosa mientras miraba como las rejas y la luz brillante estaba ahí.

Todo empezaba a desaparecer,
a esfumarse. No quería cerrar los ojos porque tenía miedo de no volver a abrirlos más pero poco a poco se iban cerrando hasta el punto de que todo se volvió solo oscuridad y silencio.

Luego entre las tinieblas una misteriosa voz resonó en mi cabeza, se oía lejos pero con cada segundo la oía más cerca. Esa voz me parecía algo conocida ¿pero de dónde? Era una voz femenina.

Solo una palabra decía y era lo mejor que podía haber escuchado.

"Lía".

De pronto ya no escuché nada más y supe que no volvería a ver la luz del día. Tal vez despertaría o tal vez no...





--- ✮✧☾✧✮ ---







Era un día pacífico como todos los demás perfecto para seguir con sus actividades diarias.

Todos los habitantes del área se encontraban llevado a cabo su rutina diaria, como todos los días cuando una alarma resono.

Sabían lo que eso significaba,
un nuevo novato estaba por llegar al igual que provisiones como cada mes que pasaba.

Ansiosos por conocer a su nuevo compañero todos los habitantes emprendieron una carrera hasta la caja, los primeros en llegar fueron los líderes: Alby y Newt y pronto el resto de los chicos.

Una vez que la alarma dejó de sonar y la caja paró, Gally abrió las puertas de aquella caja. Por órdenes de Alby, Newt sería el encargado de darle la bienvenida al nuevo novato.

Cuando las puertas estuvieron abiertas por completo Newt miró por un momento a los habitantes quienes miraban curiosos la caja.

Soltó un suspiro y pronto bajo para ver al nuevo chico del área.

Una vez adentro de la caja examinó cuidadosamente su alrededor buscado al novato, pero no pudo verlo por ahí.

Había suministros como siempre y después de unos segundos pudo ver las piernas del chico que se encontraba en un rincón recostado en el frío suelo.

Su rostro no era visible porque una capa de oscuridad se lo impedía, no se movía en lo absoluto pero respiraba lo que indicaba que seguía con vida.

Con suma cautela se acercó para verlo mejor, pero al hacerlo se quedó plasmado de la impresión.

Tenía frente a él lo que nunca creyó ver en su vida, una chica.

Retiró un mechón para ver
mejor su rostro, era hermosa a simple vista. Sus párpados aún estaban cerrados y su respiración era tranquila, tenía varios rasguños en el cuerpo, algunos golpes y sangre en la frente seca.

Al estar cerca de ella una sensación de emociones desconocidas empezaron a apoderarse del rubio.

Podia sentir como su corazón latía rápidamente y los nervios se hacían presentes, la chica le traía cientos de distintas sensaciones.

-Newt, ¿qué ves? -preguntó uno de los chicos desde arriba.

Se incorporó con lentitud y
miró a los habitantes del área con una expresión de confusión.

Nadie comprendía que pasaba pero las cosas se estaban poniendo tensas al igual que el ambiente.

-Es una chica.

En cuanto el chico dijo eso murmullos se desataron en el lugar, comentarios buenos y algunos malos.

Todos parecían estar igual de impresionados y emocionados por ver a la única chica del área.
No tardaron en darse empujones para lograr verla mejor.

Por otro lado Newt seguía atónito viendo a la chica con atención, había algo en ella que lo hacía sentirse raro cerca de aquella desconocida.

Todo sucedió tan rápido...
la chica había abierto por completo sus ojos y al verse en un lugar que nunca antes había visto en la vida reaccionó de
una forma no tan amable.

Con algo de miedo tomo la navaja que traía entre los bolsillos de su pantalón y apuntó directo al rubio para que no se le ocurriera pasarse de listo con ella.

El chico permanecía en su
sitio algo asustado pero tenía
que controlarla antes de que cometiera alguna cosa de la
que luego se arrepintiera.

Se acercó un poco a la castaña y ella amenazó de nuevo con usar su arma en su contra si daba un paso en falso. Pudo ver sus ojos, eran de un color un verde.

Podía notar el temor en su mirada y la desconfianza pero él lo entendía a la perfección.

Era una chica en medio de cientos de desconocidos era claro que estaba demasiado asustada como para razonar.

-¡Alejate! -gritó asustada la joven justo al ver al chico rubio acercarse -. ¡No me obliges a usarla niño rubio!

-Woah, woah novata, baja
eso ¿quieres? -el chico aunque estaba asustado, apuntó hacia
la navaja que ella traía en sus manos-. No voy a hacerte daño, te lo prometo... solo, solo confía en mí ¿de acuerdo?

La castaña no bajo su arma solo se quedó un momento en silencio mirando su navaja, luego al suelo y finalmente al desconocido.

-Bien, dame tu navaja novata -ordenó lentamente y se acercó, de un movimiento se la quito.

Dudatiba medito lo que haría,
no podía confiar tan fácilmente de un desconocido pero era la única opción que tenía... Aunque tenía una idea que podía sonar algo alocada que probablemente la sacaría de ese horrible lugar.

Si de algo estaba segura
es que no se quedaría ahí,
mucho menos con cientos de desconocidos que la veían con cara de hambrientos y locos.

-¿Va a subir? -preguntó el líder desde la superficie en un grito, mientras miraba a ambos.

Newt miro a la chica antes
de girarse a Alby y decirle la respuesta. Al parecer ya estaba un poco más tranquila o al menos eso creía el chico.

-¡En un momento! -contestó Newt antes de mirar a la chica y dedicarle una sonrisa sincera -. ¿Que te parece si salimos de este lugar? ¿Que dices novata?

Con algo de desconfianza la nueva chica del área asintió y pronto los chicos les lanzaron una soga para que pudieran subir a la superficie donde todos los esperaban, más bien estaban esperándola. Todos tenían mucha curiosidad de ella y más por ser la primera y única chica de ahí.

La castaña tomó la soga entre
sus manos y se aferró a ella con algo de fuerza. Estaba algo débil ya que sus fuerzas no resistían
y era difícil para ella subir sin tener que caerse o resbalarse.

-¿Quieres que te ayude? -preguntó Newt al ver que la novata no podía subir y caía.

-No gracias, yo puedo -
dijo segura de sí misma.

Cuando estuvo fuera de la
caja vio a un montón de chicos mirándola como si fuera algo de otro mundo, cosa que la hacía sentir incómoda.

Varios rostros curiosos la miraban desde pies a cabeza y algunos llegaban al punto en el que se empujaban para verla.

-¡Yo la quiero!

-¡La novata si que está buena!

-¡La separó para mí!

Esos y otros gritos eran los que
le ponían la piel de gallina a la castaña. Quería huir y no volver, creían que solo por ser una chica podían divertirse un rato. Ella no sería ningún objeto de nadie.

Newt aún sostenía entre sus manos la navaja de la castaña
y sin más la joven rápidamente
le arrebató el arma, dando así
el inicio a su plan de escape.

En menos de un segundo la chica se encontraba corriendo lo más rápido que sus piernas daban, a la vez que se movía con una gran e impresionante velocidad. Más de cuarenta chicos corrían por el área con el objetivo de atraparla.

El aire limpio se estampaba en
su sudoroso rostro. Corría a gran velocidad por los terrenos del área y miraba todo lo que estaba a su alrededor con curiosidad, sin detenerse. Árboles, cabañas, corrales y demás era lo sus ojos podían captar a la vista.

Por un momento se sentía libre pero todo eso acabo cuando varios gritos se oyeron tras ella.

¿Que era lo que querían de ella?

No tenía idea pero no dejaría que la atrapan, no se quedaría ahí.

-¡Novata detente!

Ahora corría con más fuerza,
con más agilidad dando grandes pasos decididos pero la verdad es que no tenía ni la menor idea de a dónde se dirigía o que podía hacer para desacerce de ellos.

Cada paso que daba era más veloz, se podría decir que todo
su cuerpo y mente estaba en un estado de sincronización. Aquel instinto de supervivencia la obligaban a huir del peligro.

Pero se asusto más al haber recorrido casi todo el lugar y no había ni un solo rostro de chica. ¿Ella era la única chica del lugar?

Los gritos aumentaban y cada vez se oían más lejos de ella.

Quería parar pues sus piernas aún seguían débiles y sus golpes despertaban el dolor. Pero no podía, tenía que seguir.

Todo su sistema se empezaba a conectar, cada parte de su cuerpo despertaba. Podía sentir la adrenalina recorrer sus venas enviado un mensaje de alarma a su cerebro, era una sensación bastante placentera y valiente.

El paisaje fue desapareciendo, sus ojos observaban con miedo
y curiosidad los grandes muros frente a ella. Podían medir entre cien metros de altura y rodeaban toda la zona, estaban cubiertos por gruesas enredaderas y por el echo de que estaban abiertos de par en par pensó en una puerta.

En su interior podían verse gigantescos pasillos que daban escalofríos con solo verlos.

Esa debía ser la salida de ese lugar, estaba segura de eso. ¿Qué acaso ellos no la querían dejar irse? Esa debía ser la respuesta a su pregunta, el problema eran ellos no ella y su actitud rebelde.

-¡Qué no entre al laberinto! ¡Carajo, alguien detengala ahora!

Poco a poco empezaba a dejar atrás a sus perseguidores, cosa que la hacía sentir libre.

La velocidad de su pasos aumentaban y con ellos el miedo que Lía sentía al estar cada vez más cerca de lo que suponía era la salida de aquel lugar.

Ahora tenía un mar infinito
de preguntas sin respuestas carcomiendole el cerebro con cada segundo que pasaba.

¿Cómo es que habían construido esos muros?

¿Porqué sentía escalofríos al verlos?

¿Estaba cometiendo un error o era solo la presión del momento?

Realmente no tenía una respuesta para sus preguntas pero no era un buen momento para detenerse y empezar a investigar cómo lo haría la Lía que ella conocía, era momento para seguir su camino lejos de esos extraños desconocidos.

Tenía la mirada fija en los grandes muros, su mente seguía activa y concentrada en lo que haría pero cuando menos lo esperaba una fuerte punzada se instaló en su cabeza como cuado estaba en el elevador pero está vez con más intensidad. Algo le decía que tenía que parar pero ya no podía hacerlo, su cuerpo empezaba a pesar y el dolor de este a aumentar mucho más.

Desvío tan solo por un segundo la vista de aquellos muros para observar a los chicos que venían atrás, no tenían oportunidad.

De pronto todo pasó en cámara lenta, al mirar enfrente algo o alguien hizo que la castaña fuera a parar al suelo, el impacto fue algo muy fuerte y su cabeza se golpeó lo que ocasionó que sus ojos fueran cerrándose hasta perder por la conciencia.

Para la suerte de todos los habitantes y de los líderes que estaban asustados de que la novata entrará al laberinto, cierto corredor había llegado
en el momento indicado.

Minho pensaba llegar temprano para ver al nuevo novato del área pero en su lugar se encontró con algo muy veloz y peligroso.

Una chica corriendo asustada hacia el laberinto para escapar del área. Esto sí que era lo mejor que había visto en los tres años de estar encerrado en el área.

Pronto los habitantes y los líderes se acercaron con la respiración demasiado agitada de tanto correr hacia el líder de los corredores.

Sonrisas de alivio se dibujaron en los rostros sudados de los líderes al ver que su compañero había detenido a la novata antes de que cometiera una estupidez que pusiera su vida en riesgo.

-Buen trabajo Minho -
felicitó Alby al corredor con
una sonrisa pacífica.

Hubo un momento de silencio
en que solo solo se dedicaban a observar a la nueva. Solo estaba desmayada y eso era un alivio.

Minho sin querer miraba
atento cada facción de la chica,
le parecía atractiva físicamente
y de modo que le daba algo de miedo por ser la única chica que veía en su vida o que recordara.

Hasta que un carraspeo lo trajo de vuelta en si.

-Bien creo que será mejor llevarla con los Doc's para que la revisen antes de que despierte -informó el líder del área con algo de seriedad, luego alzó la vista hacia Minho -. Al terminar de revisar los mapas quiero que la vigiles ¿entendido Minho?

El corredor lo miro mal y rodó los ojos algo molesto por el simple hecho de trabajar como niñero.Pero no podía contradecir a Alby, órdenes eran órdenes.

-Okey, lo haré -respondió.

-¡Bueno aquí no hay nada
que ver, vuelvan a sus trabajos shanks! -dijo el segundo al mando, dando aplausos para que todos volvieran a sus cosas.

Pronto ya no había nadie pero uno que otro mirón que alzaba
la vista hacia la muchacha que seguía desmayada.

Minho se acercó a ella con cautela y la tomo entre sus brazos, no pesaba tanto como
él pensó y eso era un alivio.

Pronto empezó a caminar con ella en brazos hasta la cabaña de los Doc's para que la revisaran y al terminar de hacerlo vendría a vigilarla como Alby le dijo.

En su camino hasta la cabaña
de los Doc's, Lía se empezó a remover un poco lo que le saco un susto a Minho que creía que podía despertar y volverse una psicópata como hace momentos.

Sin embargo no paso nada, solamente se removió entre sus brazos y se acercó más a su pecho para abrazarlo un poco más mientras murmuraba cosas que no entendía del todo bien.

Minho no supo que si agrado o
lo asustó pero solamente sonrió.






--- ✮✧☾✧✮ ---








Después de unos minutos
había llegado a la cabaña donde se encontraban los Doc's del área, quienes ocupaban ese puesto eran Jeff y Cliff.

-Necesito que revisen a la novata -informó el corredor cuando se acercaron a él.

Ellos solo asintieron y Minho no tuvo más opción que dejarla.

Con cuidado la recostó en una
de las tantas camas que habían en el interior de aquella cabaña
y se alejó un poco pero antes de irse les dijo algo más a los chicos.

-Cuidenla bien y ni se les
ocurra tratarla indebidamente o yo mismo me encargo de hace que se arrepientan -dijo serio, antes de salir de la cabaña.

Durante unos cuantos minutos
emprendió una corta caminata hasta la sala de mapas, mientras lo hacía trataba de recordar donde había visto a esa chica.

Cientos de sensaciones se desataron sobre Minho, que aún traía en la cabeza el perfecto rostro de la nueva novata.

-¡Hey Minho! -gritó Ben, esperando al asiático-. ¿En qué piensas? Te veo muy distraído.

-En nada que te interese -
dijo restándole importancia y se adentro al interior de la cabaña.

Durante varios minutos ambos corredores estuvieron revisando cada pista que pudiera sacarlos de ese lugar, pero como todos los días anteriores no había nada.

-Tres años... -murmuró el rubio algo frustrado.

Minho por su parte se mantenía serio en su lugar observado cuidadosamente la maqueta del laberinto y los trazados de planos que ya tenían listos en la mesa.

-Creo que es mejor dejar
todo para mañana, por cierto
¿ya viste a la nueva novata?

Ante esto el corredor se
limitó a asentir y no pudo evitar sonreír cuando sin proponérselo. Aquel momento fue extraño, no estaba acostumbrado a lidiar con chicas rebeldes algo muertas.

-Por lo que e oído está
buena -Ben parecía estar más en su mundo al decir eso.

-Sucio garlopo miertero...
-susurró Minho, divertido dándole un ligero codazo -. Hablando de la novata Alby
me pidió que la cuidara, adiós.

Ben hizo una mueca y le
lanzó un grito que su compañero alcanzo a escuchar desde lejos.

-¡Suertudo!

Minho solo rió y siguió su camino hasta la cabaña de los Doc's para supervisar a la nueva novata, y aunque le parecía una idea bastante absurda tener que cuidar de una chica no podía negar que le era nuevo y le daba un poco de curiosidad.













--- ✮✧☾✧✮ ---











Al cabo de unos minutos caminando por los grandes terrenos del área había llegado a su destino, ningún chico médico se encontraba por el lugar y con cuidado entro a la cabaña.

Al llegar miro a la chica que seguía desmayada en la cama por lo que tomo asiento en una silla
y se dedicó a mirarla un rato.

-¿Minho de niñera? -dijo con ironia para si mismo, mientras la observaba -. Por favor es lo más absurdo que jamás he escuchado.

De pronto algo lo tomo por sorpresa, la chica que estaba inconsciente empezaba a reaccionar y abría sus ojos.

Miro con detenimiento donde
se encontraba: una habitación, cama ¿Qué era este lugar? No lo sabía pero estaba algo asustada.

-Vaya parece que la bella durmiente por fin desperto
-la castaña se asustó al ver
a un chico asiático cerca de ella mirándola con una sonrisa.

-¿Quién eres tú? ¿Dónde rayos estoy? -cuestionó algo asustada, mirando con desespero el lugar.

Lía observo con cuidado al extraño que tenía enfrente.

Un chico asiático, de ojos oscuros, cabello corto negro, labios un poco pequeños pero rosados y algo carnosos, brazos fuertes y tez algo bronceada, él solo la miraba con curiosidad.

Sus ojos observaron que la puerta estaba cerrada y ahora no era un buen momento para salir corriendo como lo hizo hace unas horas. Y menos con el chico vigilandola a centímetros.

Fue rápida y tomo la navaja que se encontraba en un pequeño cajón a lado de la cama, Minho no pudo distinguir como lo hizo pero en menos de un segundo la castaña sostenía entre sus manos el arma punzocortante mientras esté rozaba el cuello del asiático.

Su mirada era decidida pero tenía una pinta de miedo que Minho pudo notar en ellos sabía que todo esto le resultaba muy complicado para ella.

-Lo volveré a decir una
vez más, ¿Donde estoy y quién carajos eres tú? -preguntó
seria acercando un poco más la
navaja al cuello del chico.

-Eres peligrosa novata -
dijo mirándola a los ojos divertido y eso la molestó.

-¡Respónde!

Minho no se dejaría intimidar tan fácilmente ni mucho menos por una chica así que antes de que ella supiera sus movimientos aprovecho la oportunidad.

Con un movimiento ágil el corredor logro hacer caer a la castaña a la cama y se colocó encima de ella sin aplastarla.

Lía no tenía idea de que hacer pero no dejaría que ese idiota se aprovechará de ella, sin embargo podría defenderse porque el le había quitado su única arma.

-Escuchame bien niña, estás en el área. Todo lo que viviste en tu miertera vida ya no existe más, no hay tiempo para lamentarse -comenzó a decirle serio y luego casi con enojo -. ¡Así que deja de ser tan cobarde y grosera con los que te ayudan! ¿¡Entendido?!

Las palabras de aquel extraño
le resultaban hirientes. Se sentía algo y asustada y confundida, pues aún no tenía todo claro y la manera tan brusca en la que le habló le afectó un poco.

Hubo un momento de silencio entre ambos donde solo se escuchaban sus respiraciones y ambos se miraban a los ojos asustados, los ojos verdes de la chica analizaban cada detalle del rostro de Minho al igual que él.

Parecía como si sus ojos estuvieran conectados porque
no apartaban la vista del otro.

Minho se incorporó rápidamente y la miro por un momento sin saber que decir.

-Supongo que debes tener hambre ¿No, novata? -pregunó el chico con una pequeña sonrisa.

Cuando la palabra hambre
salió de la boca de Minho una sensación de vacío se activo en el estómago de la castaña, llevaba horas sin probar alimento.

De un momento para otro su estómago comenzó a rugir.

-Si -musitó con algo de vergüenza por el sonido que hacia su estómago.

-Sígueme.

Lía hizo un esfuerzo por incorporarse de la cama, el cuerpo le dolía un poco y sus piernas se sentían algo débiles.
Al estar de pie se tambaleó.

-¿Puedes tú sola? ¿O
quieres que te ayude? -preguntó Minho con los brazos cruzados desde la puerta.

-No, yo puedo.

Se pudo mantener de pie por unos minutos pero cuando estaba por cruzar la puerta su cuerpo casi cae por la falta de equilibrio, por suerte Minho
fue rápido y evitó que cayera
al suelo. La castaña no pudo sentirse algo nerviosa.

-Yo podía solita -se quejó ella, pero sabía que mentía con eso.

-Si como no -dijo con ironía
y comenzó a caminar a lado de la castaña hasta el comedor.




















--- ✮✧☾✧✮ ---














Ambos adolescentes caminaban por el área mientras hablaban
un poco. Minho ayudó a Lía a ir hasta comedor y sujetaba de la cintura, cosa que hacía sentir un poco nerviosa a la chica nueva.

En el cielo ya se podían ver los rojizos colores del atardecer lo que indicaba que iba a anochecer muy pronto. Por ende todos ya iban por sus cenas al comedor.

-¿Recuerdas algo de ti? -preguntó Minho, aburrido
-. ¿Tu nombre quizás?

Pareció dudar la pero unos segundos después tres letras salieron de su boca, era lo que ella pensaba era su nombre.

-Lía.

-¿Qué dijiste? -pregunto confundido al oírla.

Hasta lo que sabía todos tardaban unos días en recordar su nombre y ella lo hacía ahora.

-¡Lía! Ese es mi nombre -
dijo enfadada, parecía que odiaba repetir las cosas.

-Lindo nombre, novata - mencionó el chico con una sonrisita que la contagió.

Por su camino al comedor
se toparon con un chico de cabellera rubia que Lía reconoció al instante, era el chico al que amenazó con cortarle el cuello
y al que le arrebató la navaja.

El se acercó un poco a ambos jóvenes y Minho detuvo el paso.

-¡Minho! Me alegra que hayas despertado novata. ¿Cómo te sientes? -preguntó Newt, una vez se acercó.

-Bien... supongo... -dijo ella en susurros, ahora se sentía mal de haber sido tan agresiva con él.

-Que bueno, espero nos llevamos bien y bienvenida al área novata -dijo con una sonrisa serena, aunque Lía se sintió enojada por el apodo.

-No me llames novata, mi nombre es Lía -reclamó la castaña algo enojada y Newt
rió al ver su rostro furioso.

-Para mí seguirás siendo
la novata hasta que llegue el próximo larcho del mes -explicó riéndose -. Por cierto, Alby no te dará la visita guiada hasta mañana porque ya está oscureciendo...

-¿Nos acompañas al
comedor? -cuestionó Minho y
el chico negó rápidamente.

-Tengo algunas cosas pendientes. Mejor adelantense, los alcanzo luego -comentó Newt, yéndose lentamente.

En menos de cinco minutos ya
se encontraban en lo que para
los habitantes era un comedor o la cocina que era liderada por su cocinero estrella Sartén.

Un moreno se acercó a ellos cuando los vio, no dudó en saludar a Minho y en darle una mirada curiosa a Lía.

-¿Podrías darnos algo de comer? -hablo el asiático y
el cocinero solo rodó los ojos.

Dos emperedados y un vaso
de zumo fresco fue lo que el cocinero del área les pudo dar y ambos jóvenes se fueron a sentar a una banca de madera que se encontraban por la zona.

Se sentaron sin querer el frente el uno del otro. Minho comía
tan tranquilo devorando un rico sandwich mientras que Lía solo se sentía vigilada por tantos ojos viéndola desde lejos, pronto esa sensación desapareció y como si nada también se dedicó a darles grandes mordidas a su sandwich.

-¡Dios que hambre! -exclamó Minho.

-Todos se me quedan viendo raro -mencionó Lía en susurros.

-Eres la única chica entre cientos de idiotas con hormonas alborotadas -habló Minho con su sarcasmo, viéndola - ¿Que
te hace pensar que no te miran como si fueras un sandwich?

-Vaya, no me había dado cuenta.










--- ✮✧☾✧✮ ---












La noche por había caído en
el área. los oscuros colores de la noche se pintaban en el cielo.

Los habitantes se encontraban encendiendo una gran hoguera para empezar con la celebración del nuevo novato, está vez una novata como pasaba cada mes.

La fiesta había comenzado y todos los chicos se empezaban a reunir para animar el ambiente, algunos tocaban instrumentos musicales que ellos mismos habían construido, mientras que los demás bailaban animado un poco más el ambiente tan serio.

Lía se mantenía alejada del grupo. Se sentía incomoda al estar rodeada de hombres que no conocía y eso la aterraba.

Permanecía sentada en un
tronco mientras miraba los muros que rodeaban el área como todos lo llamaban.

Había algo en se lugar que le provocaba miedo pero ese miedo le decía que tenía que hallar una salida y si no entraba al laberinto la curiosidad la iba a matar.

El crujido de las ramas secas
le dió a conocer que alguien se acercaba a donde estaba. Era ese tal Newt al que había amenazado lo que la hacía sentir aún mal, debía pedirle una disculpa.

-Lindo cielo ¿No lo crees Lía? -cuestionó el chico mientras se acercaba al tronco, ella se apartó y él tomó asiento junto a ella.

-Si, es lindo.

-Para ser tu primer día en el área no te fue tan mal -comentó Newt, antes de darle un largo trago a su extraña bebida.

-Salí corriendo como una loca
y casi asesino a dos chicos -al decirlo se puso roja, uno de esos chicos era él -. ¿Está bien eso?

Él solo rió divertido. Lía lo
miro confusa. ¿Acaso no le enojó que casi lo degollara?

-Estabas asustada es normal que reaccionarias de esa forma.

-Eso no me quita lo psicópata
-comentó contradicciendolo de nuevo, se sentía mal por haberse comportado de esa forma.

Newt termino de beber un
poco de su extraño líquido y le ofreció a probar a la castaña.

-Prueba, para que te hagas mujercita -mencionó el rubio mientras le ofrecía de aquella extraña bebida en un frasco.

La chica dudó un momento
pero no quería quedar como una tonta así que se lo arrebató de las manos el frasco de vidrio y le dió un sorbo largo, era algo fuerte y quemaba su garganta pero no lo escupió como todos los demás.

Una vez que terminó su sorbo
le pasó de vuelta aquel frasco al rubio que seguía impresionado
y lo único que hizo fue reírse.

-¿Qué es tan gracioso? -cuestionó la ojiverde con el ceño fruncido, un poco molesta.

-Es que la mayoría de estos larchos siempre la escupen y
tú... no -definitivamente estaba muy sorprendido de aquello.

Era ahora. Tenía que hallar respuestas antes de que su cabeza estallara de tanto pensar.
Se armó de valor y tomo aire antes de empezar a hablar.

-¿Qué hay allá afuera?

-El laberinto -respondió serio, con la vista en los muros -. Cada mañana al abrirse esas puertas los corredores buscan una salida.

-¿Corredores?

El rubio sonrió y miro hacia
la dirección donde se encontraba Minho, quién estaba tranquilo estando alejado de todo el resto.

La castaña y el asiático cruzaron unos segundos miradas, pero fue ella quien la aparto en seguida.

-Él es Minho, el líder de los corredores -mencionó Newt, señalandolo a lo lejos -. Es uno de los más fuertes por aquí.

-Y el más idiota -musitó la chica, antes de rodar los ojos.

-Ese idiota como tú lo acabas de llamar te salvó la vida -comentó Newt, mirándola con reproche-. Quién sabe que hubiera pasado si Minho no hubiera llegado justo a tiempo. Nadie a sobrevivido una sola noche en el laberinto.

-¿Qué les pasa?

-Los llámanos penitentes -contestó Newt, con la mirada puesta en los muros enfrente -. Claro que nadie los ha visto y vivido para contarlo.

Pronto hubo un sonido metálico oque se escuchó a lo lejos.

-¿Qué fue eso?

-Es el laberinto cambiando.

Lía entendió por primera vez como se sentía su nuevo amigo, el miedo y desesperación a no saber lo que les delataba ahí. Así que sin pensarlo se acercó y posó su mano en el hombro de Newt quien sonrió casi al instante.

-No pareces ser una loca
como dices más bien... una
chica asustadisa -dijo antes
de soltar una suave risa.

Lía solo sonrió y le dió un leve codazo en el hombro, era lindo estar con el chico. Se sentía muy tranquila y a gusto con él.

Luego de un rato Lía decidió que quería dormirse, Newt se ofreció a llevarla a donde dormiría.

Al llegar vieron una cabaña de madera la cual que se encontraba un tanto cerca de la finca.

-¿Esta es tu cabaña? -
preguntó Lía observando, aquella construcción a lo que
él asintió con la cabeza.

Abrio la puerta de la cabaña dejando ver su interior una pequeña cama, un cajón a su lado y varias cajas apiladas.

Era pequeño pero acojedor y daba gracias a dios que por lo menos algunos de ellos fueran comprensivos con ella.

-Espero sea comodo, no es mucho pero... -comenzó a decirle, señalando el lugar -. Al menos aquí estas más segura, apartada de todos esos idiotas.

-Muchas gracias Newt, de verdad gracias por todo. Yo... quiero pedirte una disculpa por lo de hace rato fui muy...

-No es nada. Ahora a dormir, mañana será un día muy largo y cansado -explicó moviendo las manos -. Y tienes que reponer las fuerzas perdidas, ¿entendido?

Lía asintío con una pequeña sonrisa, que demostraba lo muy agradecida que estaba con él.

-Buenas noches Newt que descanses -se despidió Lía con una sonrisa, bostezando.

-Descansa Lía -dijo el
rubio para luego empezar
a alejarse de la cabaña con
una sonrisa en el rostro.

Lía no tardo en cerrar la
puerta de la cabaña donde se quedaría durante los proximos días al menos hasta que los constructores tuvieran lista su cabaña, pero por ahora está
seria su nueva habitación.

Luegos de unos minutos decidió que era hora de descansar un poco ya que mañana sería un día difícil y los próximos iguales.

Empezó a quitarse las botas cafeses al igual que la camisa color verde militar de mezclilla
y la dejo en la cajón de a lado.

Con pesadez y cansancio se tiró
a la cama para poder dormir o al menos intentarlo, al hacerlo miró al techo mientras recordaba todo lo que había pasado el día de hoy.

Sus pensamientos se tornaron oscuros y mas preguntas estaban formandose en su mente pero no tenían las respuestas que quería.

De la nada lágrimas empezaron a descender de sus mejillas.

Tenía miedo. Quería llorar,
gritar, salir corriendo y no regresar mas pero no podía.

De pronto varias preguntas revolotearon en su cabeza todas apuntaban al laberinto, había algo en el que le llamaban la atención. Quería ver que había tras esos gigantescos muros...

Sus ojos comenzaron a cerrarse, la luz se extinguia y está era reemplazada por la oscuridad de su mente mientras que todo empezaba a apagarse y el sueño la invadió por completo hasta que había ganado la batalla.















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PRIMER CAPÍTULO EDITADO

Antes que nada voy a decirles que iniciaré con la edición de los capítulos ya publicados así que tal vez cuando los vuelvan a leer van a estar... diferentes pero equis así les gustará más.

Ahora sí, ¿Qué les pareció el primer capítulo de este fanfic? ¿Bueno, muy exagerado, largo muy corto? ¡Digan! ¿Y que pasa con la edición? ¿Creen que está mucho más monis así?

A mí la verdad me gustó
mucho como me quedó este cap, aparte es uno de mis favoritos :b

Les recuerdo que si les a gustado me dejen su votito como apoyo y comenten, amo sus comentarios xD

Pueden agregar este fic a sus listas de lecturas también, yo solo digo claro o.o

Se les quiere linduras <33








































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