Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

━Capítulo Dos





















































❝ 𝐄𝐌𝐏𝐄𝐙𝐀𝐌𝐎𝐒 𝐄𝐒𝐓𝐎 𝐉𝐔𝐍𝐓𝐎𝐒, 𝐃𝐄𝐁𝐄𝐌𝐎𝐒 𝐓𝐄𝐑𝐌𝐈𝐍𝐀𝐑𝐋𝐎 𝐉𝐔𝐍𝐓𝐎𝐒 ❞















╔═══ 𓏲✮⊰ •˙ ❅✾❅ ᭕𖤐⊱ ═══╗

✰.༄ ☼︎ 𝐂𝐚𝐩𝐢𝐭𝐮𝐥𝐨 𝟎𝟐 ☼︎༄.

-- viaje --

╚═══════════════════╝




































































































































LA MENTE DE LÍA NO PODÍA DESCONECTARSE, NO DESPUÉS DE QUE SUS PENSAMIENTOS se convirtieran en un torbellino que no la dejaban descansar. Se había planeado bien lo que iba a hacer y después de un rato meditó todo con sumo cuidado. Estaba lista.

Lía sabía que tenía que
hacer algo por Minho, esto
no era ningún capricho como
todos podrían pensar se trataba de salvar a un amigo, un gran compañero y a una persona importante para ella.

Su plan no dejaba de ser arriesgado pero haría todo lo posible por traerlo de vuelta. El uno al otro se habían prometido que nadie lo iba a separar, que pasará lo que pasará iban a estar juntos y la habían roto.

Pero no podía ir nadie más que ella sola y ya. La ayuda la había pedido hace unas horas a quien creyó podía ayudarla y lo único que recibió fue un sermón de el porque no iban a arriesgarse. Es por eso que estaba dispuesta a ir sola hasta donde estaba CRUEL.

Estar despierta todas esas horas le sirvió para ajustar algunas cosas en su plan así como para planear como saldría del refugio sin que nadie notará su ausencia.

Es por eso que una vez todos estuvieron completamente dormidos, Lía siendo lo más silenciosa que pudo se puso las botas y la chaqueta para luego colgarse la mochila que estaba bien escondida a un lado de su hamaca y encaminarse lejos.

La mochila iba bien
equipada, pues ya la había
echo desde hace horas porque aunque nadie más lo supiera su idea de irse del refugio había surgido desde hace horas.

Aparte de algunas cosas que consideraba necesarias también iban dentro y fuera de esta varias armas y algunas municiones.

Pues conociendo el peligro
de la misión lo mejor era ir bien preparada a la batalla.

Para su buena suerte nadie se despertó y pudo salir a la zona despejada, viendo cómo aún era de noche. Si se apresuraba a irse nadie notaría que ella no estaba al menos hasta el día de mañana.

Tenía todo listo lo único que faltaba era conseguir un auto de los tantos que tenían parados.

Rápidamente de encamino a dónde tenían los automóviles pero no pudo evitar percatarse que alguien la seguía, pensó que podría ser solo su imaginación pero el sonido de los pasos esta vez sí logró ponerla en alarta.

Con cuidado siguió
avanzando mientras intentaba sacar el arma de su cinturón y una vez que lo tuvo en mano no dudo en apuntar a quien fuese que la estaba siguiendo.

El desconocido solo pudo levantar las manos en son de
paz, pero ella no bajo el arma aún seguía asustada y no era
una buena señal. Pero el miedo desapareció cuando la luz de la luna iluminó el rostro del chico.

-¿Pero que mierda Thomas?
-cuestionó Lía confusa, para luego bajar el arma -. ¿Se puede saber por qué demonios estabas siguiendome?

-¿Se puede saber porque demonios estabas llendote? -preguntó Thomas, acercándose.

-¿Debería de darte explicaciones?

-Ibas a irte por la noche
sola a quien sabe dónde y todavía preguntas lo obvio -masculló el azabache irritado.

-Nadie está dispuesto a
seguir a está loca así que iré yo por mi cuenta -respondió Lía finalmente, antes de guardar el arma en su cinturón y ponerse en marcha hasta los automóviles.

Sin embargo Thomas no estaba dispuesto a dejarla ir sola así que antes de que pudiera dar un solo paso más la tomó de la muñeca a la fuerza para detenerla.

-No dejaré que vayas sola -
dijo Thomas serio, mientras ella forcejaba para soltarse.

-¿Qué? ¿Vas a cuidarme? -cuestionó enfadada -. Por favor, ambos sabemos que nunca he dependido de nadie para acabar con cada idiota que se atraviesa.

-Lía entiéndelo...

-No tú entiende de una vez
que si vamos los dos juntos es probable que uno no regrese -respondió ella una vez que el chico dejo el agarre de su mano -. No quiero ponerte en peligro Thomas, no tienes por qué.

-Claro que tengo, Minho es
mi amigo y nos necesita -le
dijo con una severa mirada de reproche -. Así que iremos los dos porque no te voy a dejar ir sola y se acabó, ¿Entiendo?

Lía no pudo seguir reclamando, él tenía un muy buen punto y si iba a seguir insistiendo lo mejor era hacerle caso de una vez. Por eso mismo asintió algo molesta.

-Ven, demonos prisa -dijo
ella en susurros, comenzando a caminar hacia los autos.

Thomas no dijo nada más, simplemente se apresuró a seguirle el paso. Ya estaba
todo listo solo necesitaban la camioneta y podrían irse.

Sin embargo justo cuando estaban por acercarse a una de estas una voz hizo que ambos se sobresaltaran debido al susto.

-¿A dónde creen que van?

En ese instante una lámpara
fue encendida, dejando ver al chico que tenían enfrente. Sin embargo esa voz era conocida.

-Newt...

-Lo ví venir siempre
hacen estupideces -comentó
el rubio, mientras se acercaba a ambos -. No dejaré que hagan otra, iré con ustedes.

Rapidamente Newt tomó las mochilas de ambos chicos y se dirigió hacia la camioneta. Lía y Thomas se miraban el uno al otro sin saber cómo actuar o al menos que decirle a su amigo de esto.

-No Newt, esta vez no...
-dijo Thomas, llendo tras
él -. Aunque encontremos
a Minho no hay garantía de
que volvamos.

-Thomas tiene razón Newt -apoyó la castaña acercandose
a ambos -. No sabemos que puede haber allá afuera o que
tan peligroso puede ser...

-Es por eso que necesitan ayuda, ¿no?

La puerta de la camioneta
fue abierta dejando ver a las personas que estaba dentro.

Lía sonrió al ver a su amigo Sartén, quien se encontraba en
el asiento del piloto y con una sonrisa los saludaba. No sabía porque no le sorprendía ver a Jack en el asiento del copiloto.

La mirada del chico deducia que probablemente estaba enojado
y eso la castaña lo entendía bien, le debía una buena explicación.

-Chicos enserio no es
necesario que arriesguen sus vidas -comenzó a decirles Lía con una expresión seria.

-Comenzamos esto juntos, deberíamos terminarlo juntos.

Algo que estaba más que claro era que todos estaban dispuestos a arriesgarme con tal de ayudar
a cualquiera. Siempre había sido así desde que tenían memoria.

Lía no pudo reclamar más, no después de haber escuchado a
su amigo decir aquellas palabras. Eso demostraba que todos iban a ayudar a pesar de lo que sucedía.

Lo que si pudo hacer fue
soltar un suspiro de frustración
y acercarse a la camioneta.

-Sabía que me ignorarian
son tan tercos -murmuró Lía con una sonrisa -. Pero ahora solo somos nosotros, yo creo que debemos hacer esto juntos.

-De a acuerdo -confirmó Thomas luego de unos segundos -. Traigámoslo de vuelta.

Luego de haber recibido luz verder por parte de Thomas, todos comenzaron a subirse a la camioneta en silencio para no ser descubiertos, estaban listos para emprender el peligroso viaje.

Así que una vez la camioneta estuco encendida y comenzó
a alejarse del refugio no hubo marcha atrás. Podría ser una gran locura pero estaba listos para comenzar esta aventura juntos, tal vez sería su última
no lo sabían con exactitud.























































--- ✮✧☾✧✮ ---



































Una suave brisa agitaba con delicadeza las altas hierbas del lugar, mientras que la luz del día se empeñaba en molestar los aún cerrados párpados del asiático.

El chico fue abriendo poco a poco sus ojos, viendo cómo las hojas secas de un gran árbol.

Así que extrañado por lo que veía se incorporó del suelo. Para apreciar una vista que lo dejaría igual o aún más impactado.

Después de tanto tiempo
había vuelto a lo que por
años considero un infierno
pero que ahora era mucho
más hogar que el solitario
y abrazador desierto.

-No... -musitó con la voz entrecortada, aún atónito.

Su cabeza seguían sin creer lo que estaba viendo, era el área. ¿Pero como era posible si todo había quedado destruido? Pues los penitentes habían echo de las suyas en aquel solitario lugar.

Aún en un estado de shock, Minho caminó con cuidado por el lugar. Ciertamente no parecía el mismo lugar que él conoció.

Había mucha más vegetación. También habían varias hamacas colgadas a algunos troncos, unas telas grandes cubrían la zona en la que tenían todas las chozas.

Por otro lado de lejos pudo observar lo que podría ser la cocina. Está era solo una mesa repleta de alimentos y especias colgadas de algunas ramas.

Muy cerca de la cocina
había un sendero que llegaba directamente al el muro de nombres. Lo único que había cambiado es que no había ni
un solo nombre en éste.

Estaba igual de desolado
el lugar que cuando el llegó.

Aún con la vista puesta en el sendero logró divisar desde su lugar tres siluetas conocidas, que al parecer estaban grabando un nombre más al enorme muro.

Al percatarse de que se trataba de sus amigos Thomas, Chuck y Alby no dudó en querer gritarles.

-¡Eh! -gritó Minho, intentando llamar su atención.

Sin embargo ninguno parecía haberlo escuchado porque ni
se inmutaron ante su presencia.

De pronto escucho algunos
pasos provinientes de algún lugar cercano a su posición.
El asiático se giró algo alarmado, buscando al responsable pero no
emcontro nada solo las hierbas moviéndose de un lado al otro.

Las pisadas no cesaron, esta
vez fue más rápido y logro ver
a una persona hacia la derecha.
La silueta le ayudo a pensar de quién podía tratarse y lo supo.

A pesar de todo lo que había sucedido no podía creerse que
se trataba de ella. Debía de estar soñando porque sabía bien que ella no podía estar en ese sitio.

-¿Lía? ¿E-Eres tú? -cuestionó el asiático con la voz temblorosa y el corazón latiendo con fuerza.

Sin embargo la chica salió corriendo hacia quien sabe dónde. Desapareciendo entre todas esas chozas de una manera un tanto extrañas y confusa.

-¡Ey, espera! ¡Lía vuelve! -gritaba con desesperación en un intento de alcanzarla -. ¡Lía por favor vuelve! No te haré daño...

Pero por más que le suplicará que volviera, Lía era mucho más rápida casi tanto como el día en que había llegado por primera vez al área, imparable. En menos de un segundo la perdió de vista cuando ella se adentro a una de las chozas y todo fue diferente.

La oscuridad de un pasillo
fue todo lo que lo rodeaba. De pronto unas luces comenzaron
a iluminar el pasillo una vez que
Mimho se adentro a aquel sitio.

En ese preciso momento un sonido muy conocido se hizo presente, alarmando al asiático. No podía creer que sucediera.

No supo ni como pero
cuando menos se lo espero
se encontraba corriendo por
la infinidad de pasillos que lo rodeaban mientras intentaba escapar del penitente que lo perseguía. Sin embargo por
más que intentaba huir de el
siempre lograba encontrarlo.

De un momento para otro
todo su cuerpo se sentía pesado, y sus brazos y piernas dejaron de correr. Sin saber cómo de la nada su cuerpo impactó con el techo.

Pero por más que intento moverse y por más que gritó con desesperación su cuerpo no se movió. Solo permanecía estático en su lugar. Luego un metálico sonido se hizo presente por ahí.

El penitente se encontraba
sobre Minho, la criatura clavo una de sus patas metálicas a un lado de la cabeza del asiático y luego en el otro lado.

Los gruñidos de la criatura
fueron acompañados de los gritos de terror de Minho.

-¡No! -gritaba el asiático aterrorizado.

Tal vez no lo sabía pero
todo había sido producto de
una simulación, con tal de que
la máquina que llevaba en el cuerpo le quitará sangre.

Al ver el estado en que se encontraba el recluta el doctor encargado de este experimento le indico a una doctora que usará el tranquilizante para relajarlo, lo cual pareció funcionar pues dejo de suplicar y gritar desesperado.

El doctor con ayuda de una linterna con aspecto de bolígrafo se encargó se revisar los ojos del chico. Su estado parecía mucho al de alguien que estaba en coma.

-No es tan eficaz como el laberinto pero funciona -informó el doctor, mirando a
ambas mujeres doctoras.

-Es Prometedor -opinó
Ava, mirando a la pelinegra que la acompañaba -. Pero hay que trabajar en una muestra mayor.

Obedeciendo al órdenes
de su superior, los doctores siguieron con su experimento. Solo se necesito presionar
un botón para que los una vez más la respiración del chico volviera a ser agitada y luego los sus gritos también volveron.

Teresa observaba a quien fue
en un principio su compañero, de algún modo se sentía culpable de todo lo que le estaba pasando a Minho. Pero intentaba apartar esos pensamientos, todavía tenía muchas cosas más importantes.

Sin embargo el amargo sentimiento de culpa seguía ahí, torturandola cada vez que lo veía sufrir, que lo escuchaba.

















































































































































--- ✮✧☾✧✮ ---

























































El viaje no había ayudado a
Lía a despejar su mente. Viendo pasar diversos lugares su mente daba vueltas en pensamietos que lo que hacían eran agobiarla.

Hubo un momento en que
tanto silencio y el cansancio lograron hacer que la chica
se quedará dormida casi todo
el viaje. Cosa que le ayudo a reponer fuerzas perdidas.

Sin embargo no había de
que preocuparse pues todo el viaje había estado tranquilo.
No había indicios de cranks y mucho menos de CRUEL.

-¿Ya llegamos?

-No exactamente -respondió Thomas a Lía, revisando una vez más el mapa entre sus manos.

-Demonios, me duele la
espalda -se quejó Lía, viendo
de mala manera el asiento -. Estúpido asiento incómodo.

Tanto Newt como Jack soltaron una risa al ver la cara que hizo.

-Vaya por fin despiertas
bella durmiente -musitó Newt, intentando calmar su risa.

-¿Bella durmiente? -cuestionó Jack, con el ceño fruncido -. Querrás decir bestia durmiente. La muy asquerosa me babeo.

-Como vuelvas a llamarme
así te sacó a patadas del auto -respondió Lía a su hermano de una manera tan amenazante.

-Como digas... bestia durmiente.

-No quiero ser paranoica
pero tanto silencio no me da buena espina -comentó Lía, ganándose una mirada por
parte de los chicos en el auto.

-Presiento lo mismo.

-Pero que negativos son -les dijo Jack a ambos, con una severa mirada de reproche -. No es como si nos fuéramos a quedar atrapados en algún túnel o algo así y luego los cranks. No teman.

Jack soltó una risa nerviosa de tan solo imaginarlo. Lía miro a su hermano de mala manera, no lo admitía pero lo que acababa de decir le había metido miedo.

-Quieres dejar de asustar personas.

-Yo no asustó a nadie solo
doy mi humilde opinión -dijo
el castaño, moviendo su dedo índice como si la regañara.

-Pues tu humilde opinión
me asustó baboso -reclamó Lía.

-Que delicadita -se quejó haciendo una mueca -. Perdón es que estoy nervioso y me pongo bastante irritante.

-Si ya vimos...

-Lo importante es que al menos ya estamos cerca, ¿no?

-Vaya que estamos cerca -respondió Thomas, haciendo a Lía tragar saliva nerviosa.

Lía no pudo evitar sentir como
la curiosidad le ganaba así que pese a los reclamos por parte de su hermano, la chica se inclino a la ventana y se asomo curiosa.

-¡Lía estás aplastandome! -volvió a quejarse el castaño.

Ella le hizo una seña para que guardara silencio y siguió viendo por la ventana de la camioneta.
A unos cuantos metros estaba lo que podría ser el último retén.

Sartén detuvo la camioneta y pronto los cinco chicos bajaron para ver más de cerca el lugar.

Sin embargo no era el terrible estado en el que se encontraba el sitio si no que el oscuro túnel por el que tenían de pasar era lo que más preocupaba a Lía. Sabía que algo malo sucedería ahí adentro.

Pero no se animó a decir nada
a nadie para no sonar paranoica.

-¿Enserio quieres entrar?

La pregunta de Newt tomo a todos por sorpresa, pero Thomas no pareció haberle prestado mucha atención. El chico seguía revisando el mapa en sus manos. Al parecer no había otra ruta.

-No quiero sonar negativo
pero si fuera un crank es justo en ese túnel dónde me metería -agregó el rubio, señalando hacía aquel oscuro y tenebroso lugar.

-Es aquí donde concuerdo
con Newt -opinó Lía, recuerdo una mirada sospechosa de Jack -. Mi humilde opinión, claro.

-No sean tan positivos chicos -les dijo Sartén sarcásticamente.

Después de eso alzó las
manos en señal de paz para
luego caminar despacio a
dónde se encontraba Thomas.

-Creo que no hay mucho
para elegir -respondió Thomas como respuesta definitiva.

-Eligeria tirarme de ese puente antes que pasar por ahí -señaló el puente a unos pocos metros de ellos -. Nada puede ser peor que una horda de cranks malolientes y hambrientos. ¡Ya llévame dios!

-Amigos -comentó Lía llamando la atención de sus compañeros -, si no termina matandome un maldito crank seguro lo harán los malos
chistes de Jack.

Todos miraron por última
vez el túnel, tragando saliva nerviosos. Sabían que algo
malo pasaría no necesitaban comprobarlo para saberlo algo
se los advertía. Pero después de
todo no había otra opción.

-Iré adelante -informó
Newt, para luego irse al auto dejando a los demás allá.

Jack se acercó a su hermana
para obligarla a caminar al ver que ella se quedó parada en su lugar viendo hacia el túnel.

-¿Qué pasa?

-Solo algo te aseguro y es
que ahí adentro -señaló Lía
con su mano el túnel -, nos esperan muchos amigos.

El chico frunció el ceño, no dudaba de su hermana aún no comprendía bien como es que siempre sus presentimientos nunca fallaban pero confiaba en
sus palabras. Algo malo estaba por venir y no faltaba mucho.

Ambos jóvenes comenzeron
a caminar a la camioneta como los demás, pero aquel maligno presentimiento no desaparecia.







































--- ✮✧☾✧✮ ---

























La camioneta ya se encontraba dentro del túnel. El lugar tenía un aspecto demasiado tétrico y había un olor moribundo dentro de éste. Estaba tan oscuro lo que obligó a Sartén a encender todas las luces del auto para iluminar.

Tanto Thomas como Jack decidieron encender unas linternas que llevaban para ayudar a iluminar el sitio.

-Este lugar me pone la piel de gallina -murmuró Jack, viendo con cuidado por dónde iban.

-No eres el único, hermanito -comentó Lía, disimulando que no sería ni una pizca de miedo.

-Bien... ya estamos dentro.

Una vez que Sartén informo aquello, Lía sacó una pistola
que llevaba en el cinturón. Sabía que haber traído a sus bebés había sido una buena idea.

-No tienes que acelerar Sartén.

Fueron solo unos pocos
minutos la tranquilidad del
viaje, pues a varios metros de ellos se encontraba parado un crank. Este no había ningún movimiento sospechoso solo
estaba ahí parado sin más.

Sartén detuvo la camioneta en seco al verlo. Y todos miraron a Thomas esperando recibir algún consejo o alguna indicación.

-Está bien -murmuró
Thomas, intentando calmar
al chico -. Solo es uno así que... avanza muy lento Sartén y rodéalo. Estaremos bien.

-Muy lento... muy lento -musitó Sartén, conduciendo despacio luego de escucharlo.

Mientras Sartén conducía,
los demás iban nerviosos en
sus asientos espectantes a lo que pudiera pasar. Todo estaba en completo silencio pero a pesar
de esto la castaña escuchó ruidos un tanto extraños cerca suyo.

Por un instante llegó a
pensar que era Jack el que estaba susurrando cosas extrañas pero él estaba a su derecha y Thomas no podía ser porque él estaba a un lado de Jack bastante lejos.

Por inercia giró su cuello lentamente a la ventana a su izquierda, se llevó un enorme susto al ver lo que la acechaba
desde afuera de la camioneta.

El susto la hizo soltar un grito
de terror, los chicos se giraron
a verla en cuanto la escucharon percatandose del crank que se encontraba cerca de la ventana.

-Abre, abre -ordenaba la mujer crank, mientras forzaba
la manija de la puerta.

Lía sintió repulsión al ver el aspecto tan asqueroso de la mujer crank, pero el miedo podía más que el asco que sentía en esos momentos. Quería ayuda.

Pero lo peor fue cuando el
sonido de unos golpes en la ventana de Thomas se hicieron presentes. Un nuevo crank había aparecido y quería entrar.

-Sartén, ¿qué esperas?

-¡Tenemos que irnos! Arranca.

Todos comenzaron a gritar desesperados al ver como más y más cranks los rodeaban, nadie se sentía a salvó y el echo de que Sartén no arrancará la camioneta los ponía aún más estresados.

-¡Maldita sea Sartén, arranca
de una vez la camioneta! -gritó Lía, asustada al ver que la mujer golpeaba el vidrio con fuerza.

-¡Sosténganse!

En moreno aceleró con
fuerza el auto, haciendo que algunos se aferraba con fuerza a sus asientos. Se habían logrado deshacer de los cranks pero uno
de ellos se había subido al cofre de la camioneta, asustandolos.

-¡Deshazte de él, Sartén! -
gritó Thomas desesperado, viendo cómo el crank golpeaba
el vidrio del parabrisas.

-¡Eso intento!

Por más que Sartén movía el volante de un lado a otro con la intención de quitar al crank de encima pero no parecía ceder.

-¡Agarrense!

Sartén condujo lo más rápido que pudo directamente hacia un auto que se encontraba parado por el lugar, para así deshacerse de aquella espeluznante criatura.

-¡Sartén cuidado!

Sin embargo el conductor no
se percató que había una rampa. Aquello hizo que la camioneta se fuera solo por un lado llendose de un costado y cuando menos lo esperaban la camioneta se volcó.

Lía sintió como su cuerpo caía con fuerza hacia donde era el techo, puesto a qué se volcaron, la mochila cayó encima de ella.
Lo que le saco un jadeó de dolor.

-¿Todos están bien? -preguntó Thomas, tosiendo.

-Mi brazo -se quejó Lía soltando algunos quejidos.

-Auch mi cabeza -gimió de dolor Jack, cuando está impacto de lleno contra el techo.

-Mi mano... agh.

-Sartén tápate los ojos -advirtió Thomas, antes de romper una de la ventana
a un lado -. ¿Estás bien?

-Ah sí... mi mano...

En cuanto Thomas estuvo
fuera del la camioneta, intento abrir la puerta la cual estaba
bloqueda, pues sus amigos no dejaban de golpear desesperados por salir pero era muy difícil abrirla al menos para él solo.

-Sartén, sal del otro lado.

El azabache se dirigió hacia
la puerta del copiloto, justo en
el momento en que Newt salía
de la camioneta y cayó al suelo.

-¿Estás bien Newt?

-Si eso creo -contestó el rubio, poniéndose de pie.

Jack con algo de esfuerzo
logró salir por el mismo vidrio que rompió Thomas, con mucho cuidado de no cortarse con estos y pensaba que su hermana iba tras de él pero se equivocó.

-¿Lía estás bien?

-Si... es solo que mi brazo -jadeó la castaña cuando intento moverse -. Duele mucho...

Tanto Lía como los demás pudieron oír a la perfección unos lejanos alaridos de cranks que no estaban muy lejos. Lo que alarmó a los chicos, pues sus dos amigos sin seguían dentro del automóvil.

Por eso entre Thomas y
Jack se apresurarón a ayudar
a Lía a salir de la camioneta
con cuidado de no cortarse
con los vidrios en el suelo.

Todos se quedaron atónitos cuando vieron que a unos metros de ellos había un crank que de la nada comenzó a correr a ellos.

Newt no dudó en sacar un
arma de su cinturón, y obligó a que la castaña se pusiera tras él.

-¡Ay carajo! -gruñó frustrado el rubio al ver que no tenía balas.

-¿Sartén que haces? Debemos irnos ya -cuestionó Thomas al ver que el chico volvía al auto.

-Sartén, ¿¡que esperas!? ¡Sal!

-Esperen...

El pánico aumentaba al ver
como el crank se acercaba más a ellos en solo segundos, pero lo peor fue que no era uno si no que ahora la cantidad aumentaba.

-¡Maldita sea Sartén! ¡Sales o voy por ti pedazo de garlopo! -gritó Lía desesperada al ver a los cranks acercarse cada vez más.

La castaña intentaba estar tranquila pero los gritos de
sus amigos y los alaridos de los cranks cada vez más cerca no ayudaban mucho. Decidida al ver como las criaturas estaban aún
más cerca saco el arma que aún permanecía en su cinturón y no
dudó en darle varios tiros a uno.

Mientras tanto Sartén salió rápidamente de la camioneta volcada con una escopeta en manos que al instante mato al
otro cranks de varios tiros.

-Buen tiró -elogió Sartén, aún atónito por eso.

-Lo mismo digo -respondió ella con una sonrisa.

-O sea que nos hiciste sufrir adrede -se quejó Jack al ver el arma que portaba su hermana.

-No seas tan...

Lía no pudo terminar de pues
en ese preciso instante varios alaridos volvieron a escucharse
a lo lejos, pero esta vez no era uno o dos cranks si no cientos.

-¡Vamos! ¡Hay que correr! -ordenó Thomas a los chicos.

Nadie dudó ni por un instante
en dejar de correr, tenían como propósito no terminar siendo devorados por los cranks que a algunos metros más atrás iban de ellos sin dejar de perseguirlos.

Todos corrían lo más rápido
que podían hasta el otro lado del túnel para poder perder a los cranks pero aquel túnel parecía no tener salida alguna.

Sartén fue el único que se
quedó parado en medio de
la carretera disparando a los cranks con el arma que llevaba derribando a algunos cuantos pero eran muchos para él.

Thomas se detuvo en seco
al ver que estaban rodeados
de cranks y pronto todos los chicos también lo hicieron.

-Mierda son demasiados...

Al ver la situación tan delicada en la que se encontraban Lía no dudó en recargar una vez más su arma y comenzar a dispararles a los cranks, acabando con unos.

-¡Ten! -gritó Lía, lanzandole una pistola a Jack-. ¡Ayúdame!

Entre los dos empezaron a matar cranks, acabando con varios.

-¡Mierda somos como un súper dúo dinámico! -gritó eufórico el chico, disparando con ganas.

-¡Vas a acabarte las balas! -
lo regaño su hermana alzando la voz por encima de los disparos.

Parecía que nada podía
salirles peor hasta que cuando Sartén intento recargar una vez más la escopeta algo ocurrió.

-¡Está vacía!

-¡Demonios no quiero morir! -sollozó Lía, al ver la multitud de cranks que se acercaba a ellos.

-¡Señores fue un gusto conocerlos! -gritó esta vez Jack, dándole un abrazo a la castaña.

No podía culparlos, después de todo al parecer no había alguna salida solo esperar a que aquellas bestias acabarán con sus vidas.

Los cranks comenzaron a rodearlos, lo que obligó a los chicos a agruparse para estar juntos mientras el miedo se
hacía presente al instante.

-Lo siento Lía... -murmuró Jack, afligido.

-¿Por?

-Por haberme comido tu estofado anoche -volvió a murmurar y ella lo dedico
una mirada algo sombría.

Cómo si de un milagro se
tratase de pronto una camioneta se estacionó rapidamente frente a ellos, logrando derribar a todos los cranks que los rodeaban.

-¡Rápido! ¡Entren! -ordenó Brenda, comenzado a disparar a los cranks que se acercaban.

Siguendolo sus ordenes todos subieron presurosos al auto, una vez que todos estuvieron arriba, Jorge arranco la camioneta para dejar muy atrás a los cranks.

Cuando vieron nuevamente la luz del día pudieron percatarse de que habían salido del túnel y que habían dejado del otro lado a todas esas espantosas criaturas.

-Que impresión, duraron casi un día -dijo Jorge, mientras los miraba por el espejo retrovisor.

Sonrisas de alivio se dibujaron en los rostros de los chicos, ahora estaban a salvó y eso era lo único que debía de importarles y ya.

-¿Están bien? -preguntó Thomas a sus amigos, todos asintieron rápidamente.

Lía sonrió pero hizo una mueca al sentir que el dolor en su brazo volvía, resulta que el impacto la hizo aterrizar sobre ese brazo y ahora lo tenía un poco adolorido.

-¿Te duele?

-¿Tú qué crees? Pues claro
que me duele -le respondió Lía a Jack sarcásticamente.

-Uno siendo amable y tú de gruñona -musito él indignado.

-Pues preguntás lo obvio.

-Solo quería ser ¡a-ma-ble!

-Aquí vamos de nuevo -murmuró Newt, presintiendo el rumbo de su conversación.

-Inmadurez de hermanos en tres... dos... uno... -contó esta vez Sartén, viéndolos.

-¡Tú nunca eres buena conmigo! Te la pasas siendo mala.

-¿Disculpa? Hago lo que puedo.

-Si claro, por eso me
maltratas... -dijo Jack, irónico.

-¿Maltratarte? ¿Yo? ¿Cuando?

-Siempre.

-Eso no es...

La risa de Brenda hizo que ambos hermanos se cayaran y se miraran avergonzados antes de volver a sus respectivos lugares.

La chica miró al grupo con
una sonrisita, o tal vez miraba a Thomas, quien solo le sonrió.

-Lo siento, no quería involucrarlos.

-Ey -intervinó Sartén, al
ver los rostros de sus rescatistas -. Creo que lo que intenta decir es gracias por salvarnos.

-No fue nada -respondió Brenda con una sonrisa, antes de girarse nuevamente al frente.

-No se hagan ilusiones, ese retén era la última defensa de la ciudad. Si ese lugar cayó, seguro
la cayó la ciudad -les advirtió Jorge, sin dejar de conducir.

-Si... -murmuró Newt,
viendo por la ventana
-. O hallaron otro modo
de detener a los cranks.

En cuanto Newt dijo eso, todos
se giraron a ver lo que el chico veía. Parecían sorprendidos de ver una enorme barrera sobre lo que podría ser La Última Ciudad.

Jorge detuvó la camioneta y
así todos pudieron bajar para observar más de cerca la ciudad a la que tendrían que entrar para poder rescatar a su amigo.

-Pasamos tres intentando escapar y ahora queremos
volver a entrar -comentó Newt, mientras veía el lugar, llamando la atención de sus compañeros.

-Que irónico.

Lía miraba con detalle la inmensa ciudad, no podía
creer hasta donde había llegado CRUEL con tal de escapar del desastre que desde un principio ellos mismos ocacionaron.

Si algo sabía es que ya había estado ahí hace años, fue donde trabajo con Ava cuando aún seguía las órdenes de CRUEL pero no recordaba del todo los pasajes o coordenadas bien.

Sin enbargo haría todo lo
posible por rescatar a Minho aún si eso le costaba la vida propia y aún si arriesgaba su libertad por la de él. Él si la merecía más.

-Jorge, ¿cómo entramos?

-No me lo preguntes hermano -respondió el hombre a Thomas -. Los muros son nuevos, es la respuesta de CRUEL para todo.

-No resolveremos nada
desde aquí -comentó Brenda,
al ver que todos permanecían
en silencio -. Vámonos.

Todos empezaron a seguir a Brenda a la camioneta, pero cierta chica aún seguía en su sitio con la mirada puesta en aquella ciudad mientras su mente seguía desconectada de todo el mundo.

Al ver ese lugar recordó
algunos de los momentos buenos que tenía de su estancia en esa ciudad. En algún momento de su vida no todo era tan malo.

-Tierra llamando a Lía -
dijó Thomas, pasándole su mano por la cara de ella -. Me asusta cuando te quedas viendo así.

-Oh... perdón entonces.

-¿Qué tanto pensabas? Parecias perdida en tus pensamientos -cuestionó, luego de mirar hacia la ciudad y luego hacia Lía.

-En nada solo... en cómo
haremos para rescatarlo -respondió segundos después.

-Por ahora intenta tranquilizarte, ya veremos cómo -le dijo Thomas, ella suspiró y sonrió antes de alejarse.

Thomas vio a su amiga irse
con los demás a la camioneta, pero el seguía viendo hacia allá. Newt se acercó hasta el chico.

-¿Crees que Minho esté ahí? -preguntó Newt a Thomas, viendo de lejos a cierta castaña.

-Hay que averiguarlo.

-¿Sabes que Teresa estará ahí, cierto?

Thomas miró a Newt por un momento, su pregunta no pudo responderse porque el azabache no sabía cómo responderla.

No sabía si estaba listo para
ver a quien en su momento fue parte importante para él, fue su amiga, él confío en la pelinegra
y luego de todo lo que vivieron juntos termino traicionandolos.

Pero el simple echo de escuchar su nombre, lograba confundirlo.











































































































Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro