━Capítulo Dos
❝ 𝐁𝐈𝐄𝐍𝐕𝐄𝐍𝐈𝐃𝐀 𝐀𝐋 𝐀́𝐑𝐄𝐀, 𝐋𝐈́𝐀 ❞
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〘 ✰.༄☼︎ 𝐂𝐚𝐩𝐢𝐭𝐮𝐥𝐨 𝟎𝟐 ☼︎༄.✰ 〙
–— nueva vida —–
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SUS OJOS VERDOSOS SE ABRIERON RÁPIDAMENTE RECIBIENDO SEÑAL de que solo había sido una pesadilla.
Su cuerpo reaccionó de manera inmediata y se incorporó de la cama tratando de tranquilizarse.
Una fina capa de sudor cubría su frente, su respiración estaba acelerada al igual que los latidos de su corazón debido al miedo.
Esa pesadilla era lo peor que había vivido, se había sentido tan real que ni siquiera sabía si era verdad o solo era un sueño.
Era ella en la caja, estaba encerrada ahí pidiendo ayuda mientras voces desconocidas le susurraban cosas que no podía entender muy bien.
Algunos segundos después ya por
fin se sentía algo tranquila, sus ojos observaron el lugar.
Después de eso no podría volver a conciliar el sueño así que decidida se levantó de la cama.
Tomó su camisa del cajón y se pusó sus botas cafeses para luego salir de la cabaña en busca de aire fresco lo que la ayudaría a aclarar sus pensamientos.
Al salir una brisa de aire frío la recibió al igual que el silencio, parecía se muy de mañana porque no había nadie de pie y eso le agradaba un poco.
Podría salir y caminar libre sin que alguien la molestará, movió sus pies para emprender una caminata hasta un árbol.
Tenía la vista puesta en su objetivo pero las cosas dieron un giro inesperado cuando vio los grandes muros de piedra que la rodeaban por completo. Cegada por la curiosidad se dirigió hacia allá con pasos lentos que pronto se convirtieron en algo veloces.
Sentía como todo su en su interior era dominado por una sensación nuevo, como si estuviera hipnotiza por aquel lugar ya que sus pies caminaban sin detenerse y sus ojos solo miraban las aperturas de estos.
Se detuvo cuando estuvo frente a ellos. Pensó en lo que le dijo palabras de Newt, que nadie podía salir y sobrevivir ahí.
Estaba tan sumergida en sus propios pensamientos que no se dió cuenta de la presencia de cierto chico, al escuchar su voz lo primero que pudo hacer fue darle un puñetazo por impulso.
Minho se sobo la mejilla y después de ver lo que hizo, Lía se acercó un poco a revisar que no le hubiera hecho daño.
Solo había una marca roja en su mejilla izquierda, al ver que estaba algo cerca se apartó.
—Eso dolió niña —comentó el corredor, mientras se sobaba la parte afectada —. Si que sabes golpear con fuerza.
—Pues a la otra no vuelvas a asustarme de esa forma.
—¿No crees que es muy temprano como para querer escapar? —comentó irónico con una sonrisa cínica, viéndola.
—No intentaba escapar, solo... quería ver más de cerca.
Nadie dijo nada más y el silencio se hizo presente, Minho miraba los pasillos del laberinto mientras esperaba a Ben para partir como cada mañana a su intento de encontrar una salida.
Lía no podía evitar ver al asiático con curiosidad, cada parte de su rostro era analizada y estudiada por la chica. De cierto modo le parecía algo atractivo aunque odiaba su carácter.
El sonido de unas pisadas se escuchó a la perfección. Ambos adolescentes vieron que un chico rubio se acercaba hacia ellos con una sonrisa. Era el amigo y compañero de Minho, Ben.
—Hola Minho, ¿qué tal?
Sin pensarlo sus ojos la examinaron de pies a cabeza a la chica quien parecía algo incómoda pero se mantenía callada por el momento. Ben sonrió alegre y se acercó.
—Y hola para tí hermosura.
Lía rodó los ojos algunos molesta por el comentario, llevaba un miserable día aquí y todos creían que les pertenecia o algo así.
Pronto Alby se acercó a ellos y su rostro se tornó serio al ver a la castaña cerca de las puertas que conducían al laberinto, ayer se había comportado de una extraña forma y lo único que cruzaba por la mente del líder es que ella podría escapar.
—¿Qué haces despierta tan temprano novata? —pregunto algo serio y ella se mantuvo en la misma posición, tranquila.
—No pude volver a dormir y decidí salir a tomar aire fresco.
Al escuchar eso el líder pudo sentirse un poco más tranquilo aunque aún dudaba un poco.
Pronto una ráfaga de viento se hizo presente levantando polvo del suelo mientras que un ruido de engranajes viejos rechinaban sin piedad alguna desgarrando los tímpanos, los chicos parecían estar muy tranquilos mientras que Lía se encontraba aterrada.
Con esfuerzo logro mirar cómo esos grandes muros de piedra se separaban hasta formar una puerta dejando ver en su interior esos escalofríantes pasillos.
Minho y Ben avanzaron hasta el interior del laberinto en cuanto las puertas se abrieron.
La castaña se sorprendió un poco y desesperada intentó detener a Minno pero cuando estaba por empezar a correr una mano en su hombro se lo impidió y que se quedó ahí.
—¿A dónde van? —preguntó algo preocupada observando al chico a lado suyo.
—Estarán bien, ahora sígueme.
Lía soltó un suspiro lleno de frustración pero al parecer no tenía otra opción y comenzó a caminar junto al moreno.
No entendía nada de lo que pasaba pero lo mejor era aprender de este lugar ya que si estaban atrapados tenía que adaptarse de cualquier modo.
Después de unos cuantos minutos caminando en silencio por los terrenos del área por fin Lía ya se había dado una idea de que era lo que vendría.
Tal vez era la tal visita guiada que Newt le había mencionado.
—No quiero que me interrumpas, las preguntas serán al final ¿entendido? —dijo Alby caminando junto a la chica quien murmuró un “si” y solo siguieron su camino—. Escucha se que es difícil para ti poder adaptarte a este lugar pero tarde o temprano te acostumbrarás.
Lía no podía replicar, y si, quería huir como cualquiera lo haría pero tal vez Alby tenía razón y era tiempo de adaptarse.
—Se que todo esto es tan repentino, pero como te lo dije pronto ese sentimiento de miedo desaparecerá y comenzaras una nueva vida como cada uno de nosotros. No solo es difícil para ti estar rodeada de chicos, todos también están confundidos por tu inesperada llegada, para ellos también es bastantes complicado adaptarse a tener que convivir con una chica. No eres la única asustada, todos lo estamos.
Lía solamente caminaba en silencio junto al chico a paso lento. Cada palabra que decía el chico parecía darle seguridad. Ahora entendía que ella no era la única asustada, cada chico en el área también lo estaba por ella.
—Aquí empieza tu visita guiada. Una vez que te explique todo estarás lista para comenzar tu nueva vida en el área.
Después de unos cuantos minutos caminando por el área pararon el paso en un lugar que la castaña reconocía a la perfección, era de dónde llegó.
De dónde habían llegado todos los chicos del área. Una extraña sensación recorrió cada pequeña parte de su cuerpo, una imagen de aquella pesadilla apareció repentinamente en su mente.
Frente a ellos había una caja de metal que permanecía cerrada por completo. El día de ayer no había podido verla bien pero ahora sabía que era una simple puerta doble de metal con rejas que se encontraba apoyada contra el suelo, el color blanco de esta parecía volverse un poco oxidada y agrietada.
—Esto es la caja. Una vez por mes llega un nuevo novato como tú, siempre han llegado hombres a excepción de este mes que llegó una chica, nunca falla. Una vez por semana llegan suministros: como ropa, algo de comida. No necesitamos mucho practicamente nos abastecemos nosotros mismos.
Lía asintió aparentando estar tranquila pero en el fondo sentía tantas ganas de conseguir respuestas a sus preguntas sin embargo sólo se quedó callada.
—Esta caja es un maldito misterio. No sabemos de dónde vino, como llega hasta aquí, ni quién está a cargo de ella. Nadie sabe nada, solo despertamos en esa maldita caja con la mente en blanco y sin recuerdo alguno. Lo único que nos dejan conservar es nuestro nombre.
—¿Quién nos envío aquí? —preguntó Lía ansiosa después de unos segundos de silencio.
Alby la miro con el rostro serio y la mirada. Ella era diferente a todos los demás habitantes, era curiosa y demasiado valiente.
Sabía que las cosas cambiarían para siempre con su llegada, había algo en ella que se lo decía era como si pudiera presentirlo desde lo más profundo de su ser.
—No lo sabemos.
Alby comenzó a caminar en otra dirección, alejándose cada vez más de la caja así que Lía tuvo que seguirlo a unos cuantos pasos más atrás del moreno hasta que consiguió ir a la par.
Mientras caminaban Lía no dejaba de pensar en respuestas, su mente estaba ansiosa de saber más, pero era mejor guardarse sus dudas hasta el final o podría hacer que el líder terminará perdiendo la paciencia a causa de su imprudencia.
Así que se mantuvo callada y algo tranquila hasta que pararon su larga caminata en medio del lugar, la castaña miro todo.
El día de ayer no había tenido la oportunidad de ver el área con tanta claridad ya que su intento de escape no se lo permitió.
—El área está dividida en cuatro sectores —dijo el moreno levantando su mano para enumerarlos —. Los jardines, ahí están los cultivos —señalo hacia el noroeste, donde se podían ver tierra cultivada y varios árboles frutales —, el agua viene de las cañerías siempre estuvieron ahí de lo contrario ya hubiéramos muerto de hambre. Nunca llueve aquí —ahora señalaba al suroeste donde podía verse a simple vista eran varios corrales para ganado, una granja—. En el matadero se crían y matan animales, ya sabes.
El moreno señalo un edificio de madera algo grande que daba la apariencia de que en cualquier momento podría caerse.
—Por acá está la finca, ahí comemos y dormimos. Y más allá está el bosque, en ese lugar está el cementerio puedes ir a relajarte pero es un lugar muy solitario. Pasarás los próximos días con cada encargado de los diferentes trabajos, hasta que sepamos en que eres buena.
Estoy seguro de que serás igual o mejor que estos shanks. Tu trabajo será lo único que te mantendrá ocupada durante el día, el descanso es el almuerzo.
Lía sintió como la palabra cementerio le provocaba escalofríos y se preguntaba
para que quedarían lápidas unos simples adolescentes.
Alby noto la expresión de nostalgia y confusión de la chica así que prosiguió con su explicación para que supiera cosas importantes sobre cómo todo había cambiado gracias a que todos se lograron adaptar.
—Cuanta tranquilidad, ¿no? Es difícil de creer pero no siempre fue así, tuvimos días oscuros y perdimos a muchos por el miedo. Pero después de tanto tiempo hemos llegado lejos, se estableció el orden y creamos paz.
Caminaron un poco más en silencio cuando la castaña miro al frente se encontraban justo enfrente de aquellas grandes puertas por las que iba a salirse.
—Allá afuera está el laberinto —rapidamente la castaña miro los pasillos que se escondian dentro —. Hace tres años estoy aquí. Nadie a estado más que eso, los anteriores a mí están muertos. Todos estos años hemos tratado de encontrar una salida de este lugar pero no hemos podido. Afuera hay unas puertas que se mueven durante la noche al igual que estas. Se abren por la mañana a una hora específica y se cierran por la noche, siempre a la misma hora. Hacer mapas de la zona es complicado al igual que entrar y salir, todo lo que tenga que ver con el laberinto es complicado.
La castaña se mantuvo pensativa por un momento, examinando todo el lugar y viéndolo a detalle pero no pudo ver más allá de los pasillos cubiertos de oscuridad.
Alby pudo ver esa curiosidad reflejados en los ojos de Lía, era mejor que le advirtiera antes de que hiciera alguna tontería.
—Nadie puede cruzar las puertas,
nadie puede entrar al laberinto solamente los corredores. Rompe esa regla y si no te matan los penitentes lo haremos nosotros —advertió, bastante serio logrando que ella se asustara —.
El laberinto es un lugar peligroso Lía es por eso que no puedes entrar, nadie debe ni puede.
La chica miro una vez hacia ese sitio sintiendo como algo dentro de ella vibraba. El peligro no le importaba, había algo dentro de ese lugar que la hipnotizaba.
—Escúchame con atención Lía. Existen tres reglas en este lugar: uno; has tu parte no queremos holgazanes, dos, jamás lastimes a otro habitante, tres la regla más importante, nunca salgas de estos muros ¿entendido? —ella solamente se dedicó a asentir con la cabeza—. Esto es todo lo que hay, nos adaptamos y convivimos entre todos pacíficamente, si respetas este lugar y sus reglas tú y yo nos llevaremos muy bien.
Lía hizo una mueca, no comprendía ciertas cosas y se preguntaba porqué Alby le decía esas cosas tan extrañas.
—Okey, preguntas ahora. Puedes preguntar lo que quieras siempre y cuando esté dentro de mis conocimientos.
Lía rebuscó entre su mente pensando lo que preguntaría, llevaba toda la mañana deseando que este momento llegará.
—¿Por qué soy la única chica? —preguntó, con una postura seria —. ¿Quién me envio a este lugar?
—No lo sabemos, solo los creadores saben porque nos envían aquí —respondió Alby, encogiendose de hombros —. La mayoría son chicos pero esta vez es diferente, una chica.
La expresión del rostro de Lía era un mezcla de emociones, sentía que no resolvió todas sus dudas y eso era lo que ocurría.
Alby seguía en silencio esperando que ella volviera a hablar, pero no lo hizo.
—Eres diferente a todos nosotros novata, eres curiosa y valiente. Estoy seguro que tú lograrás cosas que jamás se han podido hacer. Ahora eres parte de esta familia —comentó para hacerla sentir tranquila, cosa que logró —. Ahora eres uno de nosotros, un habitante del área.
Alby saco de su bolsillo una pequeña navaja y se la entregó a Lía, quien la tomo entre sus manos sin saber que hacer.
Caminaron hasta un muro donde había nombres de chicos, algunos se encontraban tachados.
Lía comprendió que su nuevo compañero quería que grabará su nombre en el muro cerrando así el hecho de ya era un habitante más en el área.
Sus delicados dedos tocaron cuidadosamente aquellos nombres que estaban tachados sintiendo algo de nostalgia.
—¿Qué les pasó? —preguntó,
sin dejar de observarlos mientras examinaba todo el mural.
—Ya te lo dije, días oscuros Lía.
Había cientos de nombres en
esa pared echa de roca. Busco con la mirada un buen lugar para poder escribir su nombre.
Con algo de dificultad escribió su nombre: Lía, en un espacio entre los nombres de Alby y Minho quedando algo cerca de este último. Se sentía algo orgullosa de haberlo echo bien aunque se había tardado un poco pero estaba listo, ahora era un habitante del área.
—Bienvenida al área Lía.
——— ✮✧☾✧✮ ———
Al terminar la visita guiada, Lía se encaminó al comedor del área por órdenes de Alby ya que necesitaba comer algo.
Para su buena suerte ya había aprendido a memorizar algunos de los tantos lugares que había en el área. Cómo la cocina.
Cuando llegó se encontró con
un chico alto y de piel morena cuyo nombre era Sartén según había escuchado se llamaba.
El muchacho se negó a darle comida pero luego de que la castaña le exigiera que Alby la había enviado no tuvo más que aceptar y le dió el desayuno.
Se sentó en una de las tantas mesas del comedor, alejada del resto de chicos aunque una que otra vez recibía miradas curiosas por parte de estos. Lo único que hizo fue tratar de tranquilizarse y comer en silencio para así no llamar la atención del resto.
Pensamientos desconocidos no tardaron el colarse provocándole dudas de a montones a la chica.
Seguían sin entender como era que los chicos del área andaban de aquí para allá como si nada pasará. Tal vez ellos ya se habían acostumbrado a su nueva vida.
Era fácil decirle que tendría que comenzar de nuevo pero no tenían idea de cómo se sentía en estos momentos, sola.
Tenía miedo de su nueva vida, de comenzar de nuevo sin nada, sin recuerdos. Pero tendría que hacerlo muy pronto.
Al terminar su almuerzo Lía se incorporó de la silla y recogió los utensilios que había usado.
Se dirigió a la pequeña cocina que estaba detrás de todas las bancas y mesas donde comían todos los habitantes del área.
Al localizar el lavabo se acercó a el y comenzó a lavar su plato.
Una vez que termino de lavarlo se dirigió sin rumbo fijo a caminar por el área.
Observaba como habían chicos que caminaban de un lado para otro, todos cumpliendo su deber como siempre mientras que ella no podía evitar sentirse inútil.
Pensó que sería buena idea ir a un gran árbol que se encontraba en medio del área, parecía un lugar para relajarse un poco así que no lo pensó dos veces y se encaminó en aquella dirección.
Caminaba tranquila viendo todo con curiosidad como ayer, tenía miedo pero lo mejor era aceptar está nueva vida después de todo ya no tenía otra opción.
Sus ojos trataban de no conectar con los de ningún chico para no sentirse incómoda.
Iba tan distraída que no se dió cuenta de que había chocado con un chico hasta que su trasero toco el suelo con mucha rudeza.
Después de unos segundos no tardaron ambos en maldecir al responsable de la acción.
Al estar enfrente del muchacho Lía pudo ver al chico de cerca; era un rubio con ojos claros, con algunas pecas en rostro y unas cejas un tanto... peculiares. Daba la impresión de ser uno de esos tipos que ocasionan conflictos.
—Mas cuidado a la próxima novata —comentó el chico con molestia, antes de ponerse de pie y recoger las herramientas.
—Yo debería decir lo mismo, casi me golpeas con esa tabla —dijo Lía algo irritada pero él solo se rió con sarcasmo.
—Tú eres la que debería fijarse por dónde va, yo solo intento hacer mi trabajo.
Lía se quedó en silencio, pronto decidió que era mejor tener amigos que enemigos y pensó que hablando podrían dejar sus diferencias de lado y ser amigos.
—Bien, creo que empezamos con el pie izquierdo. Me llamo Lía —mencionó con amabilidad, extendiendo la mano —. ¿Y tú eres... —preguntó, esperando que dijera su nombre pero no.
Pasaron unos segundos y entonces decidió bajar la mano, él no era muy amable por lo que veía. Pero que malo, pensó.
—Gally —respondió con un tono agrio, observandola con asco —. No te esmeres en presentaciones, no pienso ser tu amigo ni mucho menos conocernos, novata.
—¿Cuál es tu problema? —preguntó Lía, apretando los puños con fuerza.
La chica no dudó en dar un paso al frente, demostrando que no tenía miedo, se sentía mal y está discusión la ponía peor.
—Ninguno, solo no me agradas eso es todo.
—¿Entonces porqué te empeñas en tratarme de ese modo? —cuestionó furiosa, viéndolo a los ojos —. No tienes ningún derecho a tratarme mal solo por ser eso.
—A mi no me importa cómo te sientas. Ahora apártate tengo trabajo que hacer —exclamó Gally igual de furioso, antes de hacerla a un lado con rudeza.
Sin embargo Lía no iba a dejarlo sin que le diera una respuesta, así que volvió a interponerse en su camino ansiosa de respuestas.
—Apartate, novata.
—No lo haré hasta que me digas el por qué no te agrado, ni siquiera me conoces bien...
—No necesito conocerte para saber que eres una de esas niñitas débiles y lloronas que necesitan que les digan que todo estará bien a cada rato, deja de creer que la fuerte porque no lo eres, a nadie le agradas y nunca serás aceptada en este lugar.
Luego de decirle aquello, Gally tomo sus herramientas para así poder irse no sin antes pasar a un lado de ella, dándole un rudo codazo que la hizo retroceder.
La castaña seguía inmóvil, reflexionando las palabras de Gally una y otra vez con los ojos cubiertos en lágrimas. Él tenía razón era un debilucha llorona que jamás sería una de ellos.
No resistía mas dolor, solo necesitaba estar sola por un momento así que emprendió una carrera dando grandes pasos veloces hasta el bosque donde nadie podría verla llorar.
De un momento a otro se encontraba en las profundidades del bosque corriendo sin parar, sintió como las ramas arañaban sus brazos y piernas pero le daba igual solo seguía corriendo.
Esas palabras se habían quedado adheridas a su mente que no podía sacarselas y daban vueltas.
“Eres una de esas niñitas débiles y lloronas”
“Deja de creer que eres fuerte porque no lo eres”
“A nadie le agradas y nunca serás aceptada en este lugar”
Lágrima tras lágrima recorrían sus mejillas cada vez que esas palabras se colaban a su cabeza.
No podía evitar sentirse mal después de todo lo se acababa de pasar. Por fin se detuvo, trataba de respirar mientras se recargó en el tronco de un árbol sin dejar de un lado el mal momento.
Solamente el sonido de su agitada respiración se escuchaba como un eco, fue descendiendo hasta que su espalda toco el tronco y su trasero el suelo.
Cerro los ojos para concentrarse en sí misma. No podía ser débil, ella era fuerte o eso creía...
—Todo estará bien, soy fuerte y no
tengo miedo, soy fuerte y no tengo miedo —se repetía una y otra vez, mientras abrazaba sus piernas y se mecía —, soy fuerte y no... tengo... miedo... —terminó rompiendo su voz con un sollozo que trajo aún más lágrimas.
Todo era mentira, tenía mucho miedo y Gally tenía razón, ahora mismo quería salir corriendo a los brazos de su madre y llorar sin parar. Pero no podía, no de quebraría hacia de fácil. No de daría por vencida y estaba más que dispuesta a demostrarle a ese Gally que no tenía miedo.
Después de varios minutos sola en el bosque, Lía decido que era momento de acabar con esto de una vez. Se había prometido a sí misma que no se dejaría pisotear por un idiota como Gally, ella era más fuerte que todos y se los demostraría.
Con algo de brusquedad se talló las lágrimas que brotaban de sus ojos erojos de tanto llorar y de un movimiento se puso de pie lista para emprender una caminata.
Aún no entendía por qué los chicos eran tan... imbéciles...
¿Solo por el simple hecho de ser mujer era débil? Pues no, había tomado una decisión que estaba clara. No se permitiría que nadie la viera débil y vulnerable sería lo contrario a lo que esperaba iba a ser fuerte y valiente.
Con esos pensamientos en la mente empezó a caminar directo a su nuevo hogar, lista para enfrentar lo que le deparará.
—No les des la oportunidad de pisotearte.
——— ✮✧☾✧✮ ———
El día estaba por terminar, los colores rojizos se podían apreciar indicando que pronto anocheria. Los corredores ya habían llegado al área hace unos minutos y las puertas se habían cerrado al igual que el paso.
Lía no aparecía por ningún lado y esto parecía afectarle al segundo al mando ya que no dejaba de preguntarse dónde podría estar ahora mismo.
Una sensación de angustia se empezaba a formar en su pecho.
Fue por es que le pidió a Chuck que saliera a buscarla. Pero por más que el niño preguntaba por ella y andaba de aquí para allá no había rastro de la nueva novata.
Justo cuando estaba por rendirse con su búsqueda, la vió.
Se encontraba sentada en una de las esquinas del mirador, viendo cómo los habitantes se retiraban y iban directo hacia el comedor.
Chuck fue silencioso a la hora de subir los escalones del mirador, no quería asustarla pero falló ya que ella pareció sobresaltarse sin embargo al ver que se trataba de un niño solo pudo tranquilzarse.
—Hola novata —comentó Chuck en susurros, acercándose un poco hacia la chica —. Oye... Newt me mandó buscarte, él está muy preocupado por tí...
Lía evitó querer reírse de la expresión del niño, sus mejillas estaban rojas como un tomate.
—¿Cómo te llamas? —preguntó curiosa, haciéndole una seña para que se acercará.
—Chuck...
Lía asintió, volviendo la vista al frente mientras Chuck igualaba su gesto. Silencio, y más silencio.
—¿Recuerdas tu nombre?
—Lía —respondió tranquila.
—Oh, lindo nombre —respondió sin saber que más decir —. Oye... Lía, ¿no crees que deberías ir con el resto? Enserio Newt está muy...
—Preocupado —completó ella, rodando los ojos hastiada —. Si lo se, no quiero ir. Él estará ahí.
—¿Quién?
—Como dijo que se llamaba —intentó recordar —. Oh, si... Gally.
—¿No me digas que te molesta?
—Es tan odioso.
—No le hagas caso, es un tonto —respondió Chuck, medio molesto —. Siempre busca la manera de fastidiar a los novatos como tú.
—Eso se nota.
—Solo no te dejes intimidar, nunca dejes que te hagan menos tú eres una de nosotros —le dijo con una gran sonrisa que logró tranquilizarla —. Ahora vámonos antes de que Newt se moleste.
Lía no tuvo más opción que seguir a Chuck, poniéndose en marcha hasta el comedo donde el resto los estaban esperando.
Mientras se encaminaban al comedor ambos iban hablando de cosas sin sentido pero muy divertidas, que subiera el ánimo de Lía en solo minutos.
Al llegar a la cocina, Newt fue el primero en acercarseles casi corriendo hacia ambos con el ceño algo fruncido y algo serio.
—¿Dónde estabas Lía? Te estuvimos buscando —informó Newt, cruzándose de brazos molesto y ella bajo la mirada.
—Estaba en el mirador.
—A la otra avisa, ¿sí? Me tenías preocupado... —carraspeó antes de corregirse, algo ruborizado —. Nos tenías preocupados a todos...
Chuck la tomó de la mano y se encaminaron a la mesa donde se encontraban los amigos de Newt.
Sartén le ofreció un plato con la cena a Lía con una sonrisa que ella le devolvió al instante.
La cena era algo incómoda en un principio pero después de un rato Lía se encontraba hablando con los chicos como si fueran sus amigos. Ellos la escuchaban y se ponían a hablar de lo que fuera.
Se había sentido incluida y eso la hacia sentir menos mal, tal vez podría adaptarse al área con amigos como estos chicos.
Al terminar su cena la castaña se incorporó del asiento y se dirigió hacia una de las mesas para dejar los utensilios utilizados y el plato.
Al encaminarse hacia allá choco accidentalmente con un chico al que conocía bastante bien.
Al aparecer al destino le encantaba que fuera torpe y siempre se golpeara con algo o alguien, que concidencia.
El estruendo de los platos y los cubiertos metálicos cayendo al suelo se ganó la atención de los chicos que estaban cenando.
Lía intento ponerse de pie y recoger todo lo que se había caído, pero lo único que hizo fue observar a Gally enojado.
—Lo siento Gally... —se disculpó sincera, tratando de ser amable mientras recogía lo que tiró —. No ví por dónde iba, lo siento...
—¡Por que siempre eres tú! —gritó furioso Gally, poniendo aun más nerviosa a la pobre chica.
—Yo...
—¡Mejor cállate de una vez y lárgate de mi camino! —volvió a gritarle, llamando la atención de todos los presentes —.¡Lo único que haces es ponerme de malas!
Minho veía desde lejos la escena,
ciertamente no quería intervenir pues meterse con Gally era como buscar la muerte. Si no te mataba a golpes lo haria de un coraje.
Además nadie se metía con él
y su banda de matones, asi que Minho no sería el primero. La novata debía aprender a no dejar que medio mundo la maltratara.
Intentó volver a lo suyo pero
los gritos innecesarios de Gally ya le habían quitado las ganas de comer. Ciertamente espetaba que la novata se defendiera por sola pero parece que no podía con ello o tal vez no quería hacerlo.
Tomó coraje antes de ponerse
de pie. Estaba arto de la actitud tan prepotente y altanera por parte de Gally. Siempre veía esto y ya no podía seguir así, además era una chica. ¿Cómo se atrevía?
—Oye... ¿a dónde vas? —cuestionó Newt en un susurro pero él solo lo ignoró.
—Déjala en paz Gally.
—Aw, la parejita —se burló, haciendo gestos raros viendo a ambos —. ¿Tanto te gustó cómo para querer defenderla, eh?
Minho apretó los puños, conteniendo sus ganas de soltarle un golpe pero sabía bien que si lo hacía tendría serios problemas.
Lía se encontraba detrás del corredor con una expresión de miedo y a la vez ruborizada por el último comentario. ¿Es que acaso todos por pensaban con el órgano viril y no con el cerebro?
—Escuchá Gally, no quiero problemas —comenzó Minho con un tono serio —. Pero una cosa es que te metas con un shank y otra es que lo hagas con una mujer. Al menos tenle algo de respeto...
Gally rodó los ojos molesto, al parecer le daba igual lo que le dijera Minho. Ella no era nadie como para exigirle respeto.
—Ten en cuenta que me tiene a mí —comentó en el mismo tono, sacándole una expresión atónita a la muchacha —. Cómo yo sepa que la vuelves a molestar, gritar o algo no dudaré en ir por tí...
—Como si me importará —comentó entre dientes con una sonrisa fingida y cínica.
Luego de eso Gally desapareció de sus campos de visiones, por
el momento al menos la dejaría en paz aunque no por siempre.
Lía seguía impresionada por
lo que acababa de presenciar.
¿Quién diría que el líder de los corredores, el chico con cara de que le importa un pepino iba a salir a defenderla? Pero que día.
—Cierra la boca, se te va a meter una mosca —se burló Minho con una risa al ver la cara que puso —. ¿Todo bien novata?
—S-sí, gra-gracias...
——— ✮✧☾✧✮ ———
Después de despedirse de los chicos, Lía se fue a la cabaña de Newt, que por estos días sería suya hasta que los constructores tuvieran lista una para ella.
Había hablado del tema con el segundo al mando, le insistió que podía dormir en las hamacas sin embargo él seguía negándose.
Al ir a la cabaña lo único que iluminaba su camino eran unas cuantas antorcha colgada en los postes que había por allí.
Después de unos minutos había llegado a la cabaña, al entrar lo primero que hizo fue tirarse a la cama. Se sentía exahusta tanto físicamente como mentalmente.
Su mente le recordó todo lo
que vivió en el día, la discusión con Gally, Minho defendiendola, todo. Hasta decidío que era hora de dormir, mañana iniciaría con las "pruebas" y debía descansar.
Se quitó las botas al igual que la camisa de mezclilla color verde militar dejándose solamente la blusa blanca de manga corta que traía abajo de dicha prenda.
Una vez lista se puso cómoda entre las sábanas que estaban a su alrededor e hizo un esfuerzo por desconectar su mente.
Hasta que lo único que hubo
fue oscuridad... una oscuridad que no la dejaba despertar. No hubo más que silencio...
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SEGUNDO CAPÍTULO EDITADO
HOLAAA CRAYOLASSS :b
He aquí una editora media torpe JAKAKAJA. Pero el punto es, ¿les gustó el cap? Diganse
Tuve, bueno más bien cambie unas escenitas no más por gusto como la del mirador. Y creo que la verdad si hacían falta porque la manera en que se conocieron Chuck y Lía no se menciona y GRAN ERROR MÍO GRAHH. Ciertamente así me gustó mucho más no se a ustedes :v
Por otro lado tenemos las interacciones con el chinito bb que se me enchina la piel no más de leerlas 7u7
Y... ¡por fas no hate ni a mi
ni a Gally! Sho lo escribí pero pss ese "odio" por así decirlo significa algo no saquen conclusiones aún. Pero si va a ver escenas en las que van a querer matar a Galileo :/
He aquí algo que hasta mí me desespera y es que Amelia alias Lía se deja pisotear bien feo :/ es que ella es "calmada" por ahora pero verán avances 7u7
Y pues que les pareció?
Espero les guste tanto como a mí. Gracias por leer, votar y comentar se aprecia mucho a esas lindas personitas e igual a los lectores fantasmitas ;3
Bueno hasta aquí llegue
hasta la próxima mis larchitxs un beso de penitente iug jaja
Fersh <33
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