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━Capítulo Cuatro
















































❝ 𝐈𝐍𝐂𝐋𝐔𝐒𝐎 𝐋𝐎𝐒 𝐌𝐀𝐒
𝐅𝐔𝐄𝐑𝐓𝐄𝐒 𝐄𝐍 𝐀𝐋𝐆𝐔𝐍 𝐏𝐔𝐍𝐓𝐎
𝐒𝐄 𝐑𝐎𝐌𝐏𝐄𝐍 ❞



















































╔═══ 𓏲✮⊰ •˙ ❅✾❅ ᭕𖤐⊱ ═══╗


〘 ✰. ༄☼ 𝐂𝐚𝐩𝐢𝐭𝐮𝐥𝐨 𝟎𝟒 ☼ ༄.✰ 〙

–— sentimientos —–

╚══════════════════╝
































EL PEQUEÑO GRUPO
HABÍA LOGRADO SALIR DEL TÚNEL, por fin habían logrado llegar hasta La Última Ciudad.

Al salir a las calles de la
enorme y maravillosa ciudad
lo primero que vieron fue como estás estaban repletas de gente.

Seguían siendo prófugos por
lo que mezclarse entre toda esa gente fue la mejor opción así pasaban de desaparecidos. Les tomo un poco salir de las calles pero lo lograron sin ser vistos.

Los chicos miraban con asombro todo lo que los rodeaba, desde los grandes edificios iluminados hasta los trenes que transitaban por la zona. Al ver aquello la misma sensación de familiaridad volvió a Lía, ya había estado ahí.

—Es tan perfecto que asusta —comentó Lía, aún atónita ante la vista que tenía de la ciudad.

—Estamos muy lejos del área —comentó esta vez Newt.

—Siento que ya...

Las palabras de la chica
se quedaron atoradas en su garganta pues al escuchar
una voz de una mujer por un megáfono se calló al instante.

“Quince minutos para el
toque de queda, manténganse fuera de calles. Recuerden que
es por su propia seguridad, gracias por su atencion”

—Mas vale que salgamos
de las calles —informó Gally, logrando tener la atención de
sus compañeros —. Sé que es difícil pero, es como si ya lo hubieras visto.

No entendieron bien, o al menos Thomas y Newt que se miraron el uno al otro algo confundidos.

Lía por su parte lo entendió a la primera, no era secreto que ella había trabajado con CRUEL hace algunos años y había habitado en aquella ciudad por eso es que al verla los recuerdos llegaban.

No hubo tiempo para ponerse
a meditar sobre nada, los chicos tuvieron que seguir a Gally por entre las calles. Claramente eran muy cuidadosos para que no los fueran a ver las patrullas que se encontraban por la gran zona.

Tuvieron que esconderse un par de veces para así no ser vistos por las patrullas que transitaban.

—Aumentaron la seguridad —mencionó Gally, antes de girarse hacia los tres chicos —. Supongo que ustedes tiene algo que ver. Hay que irnos de aquí.

Tardaron alguna pocos
minutos en llegar a un edificio,
el que por lo visto según Gally era la entrada a las instalaciones
de CRUEL. Dónde estaba Minho.

Entre los tres ayudaron
a Newt a subir arriba del muro frente a ellos. Una vez arriba las miradas de los Gally y Thomas
se dirigieron hacia la castaña.

Pero ella no se sentía
preparada para subir más al
ver el muro frente a ellos. El vértigo a las alturas no podía estar más presente ahora.

—Rapido, sube Lía.

Lía miro de reojo a Gally, quien al igual que Thomas puso sus manos para que subiera sus pies y escalará, para así subir hacia donde se encontraba el rubio.

—Yo... no creo...

—Te recuerdo que no tenemos mucho tiempo —musitó Gally.

Luego de escuchar el
comentario de su compañero,
Lía no tuvo de otra que escalar poniendo sus pies sobre las manos de ambos chicos.

Una vez allá arriba, Newt se encargó de ayudarla a ponerse
de pie pues daba la impresión
de que en cualquier momento iba a caerse o algo así.

—¿Estás bien?

—Si, solo que... —pensó viendo hacia abajo, mala idea —. No soy fanática de los lugares tan altos.

—Si ya lo noté.

Mientras tanto Thomas y Gally seguían allá abajo, preparándose para subir con sus compañeros.

El chico intento hacer lo
mismo que hizo con Lía pero Thomas solo negó y subió por
su cuenta, no se fiaba de él.

Una vez todos estaban arriba, comenzeron a moverse por los bordes del muro siendo lo más cuidadosos para no ser vistos por algún guardia así como para no terminar cayendos o resbalando.

Llegaron a una tarraza,
desde la cual se podía apreciar
a la perfección las instalaciones iluminadas de CRUEL.

—Ahí esta —les dijo Gally a
sus amigos —. Si CRUEL tiene a Minho ahí es donde debe estar.

Todos miraban curiosos el edificio a unos cuantos metros, ninguno tenía la menor idea de cómo lograrían entrar o salir si parecía ser un sitio muy seguro.

Gally extrajo un telescopio
que tenía escondido en una de las esquinas de la terraza y pronto comenzó a acomodarlo para así ver mejor la zona de cerca.

—Lawrence lleva años intentando entrar —comenzó
a explicarles —. Pero está lleno de soldados, vigilancia en todas partes y escáners en casa piso...

—Parece una fortaleza.

—Una fortaleza para
prisioneros —agregó Lía
al escuchar a Newt.

—Dijiste que sabías cómo entrar.

—Tal vez.

Todos se giraron el instante a Gally una vez lo escucharon, era obvio que ninguno de esperaba ese comentario después de todo.

—¿Tal vez? —preguntó Thomas indignado y furioso al escucharlo —. ¿Cómo que tal vez?

Gally sabía lo sus palabras no lograrían nada al menos en el azabache a su lado, por eso solo decidió que lo mejor sería que él lo viera con su propios ojos así que comenzó a alejarse lento.

—Acércate.

Thomas no dudó en acercarse
al telescopio para observar mejor, pero lo que vio en el lo dejo atónito en ese instante.

Lo peor fue que supo lo que Gally intentaba comunicarle desde un principio, pero no estaba seguro.

Lía y Newt se observaron confusos entre ambos, ninguno sabía a lo que estaba pasando ni el porque Thomas parecía como si hubiera visto algún fantasma.

Sin embargo la castaña pudo percatarse de lo que sucedía, a ella tampoco le gustaba la sola idea de que esa chica los ayudará después de lo que hizo pero no había otra más solamente esa.

—Dije que sabía cómo entrar, no que te gustaría...



















































































——— ✮✧☾✧✮ ———












































Después de haber estado un
rato en la ciudad, observando el lugar que los rodeada, los chicos se vieron obligados a volver al cuartel de Lawrence. Aún tenían que volver para comunicarles lo que había sucedido durante ese viaje a la enorme ciudad.

Thomas era quien iba adelante del grupo y quién se veía mucho más afectado luego de lo que vió por el telescopio. Ni Newt ni Lía lograron hacerlo entrar en razón, él solo intentaba ignorarlos.

Lía también se sentía mal, especialmente luego de ver lo mismo que Thomas. No podía creer que la misma chica a la
que en su momento considero una verdadera amiga, tal vez
la única, sería a quién le pedirían ayuda luego de lo que había echo... que fue traicionarlos.

—Iré a hablar con él —informó Newt a ambos chicos, con una mirada dirigida específicamente a Lía —. Ahorita vuelvo.

Ella asintió lentamente, Newt
se fue con Thomas no sin antes sonreírle a Lía y la castaña solo correspondió la sonrisa. Gally
no pasó esto por desapercibido, sin embargo no comento nada.

—Veo que algunas cosas
nunca cambiarán —comentó Gally luego de unos segundos.

Lía se giró a mirarlo bastante confusa, mantenía el ceño algo fruncido y su rostro no dejaba
de deducir su incomprensión.

—¿A qué te refieres?

—Nada, sigamos —dijo luego de reír un poco, para intentar seguir caminando pero eso no sucedio.

—Gally.

El chico se vio detenido en cuanto la castaña lo detuvo al jalarlo de su chaqueta. El sonrió, no sabía si decírselo o no pero ante su insistencia no tuvo más de otra que empezar a hablar.

—Solo digo que algunas cosas
no cambian a pesar del tiempo, las miradas tampoco —explicó.

—¿Miradas? No entiendo.

—Cosa de hombres.

—Cosas de hombres —repitió Lía, imitando su voz mientras hacia una mueca —. Si como sea.

—Me refiero a que la mirada
de Newt haci tí nunca cambiará —le dijo antes de alzar sus hombro y sonreír un poco.

—Y según tú, ¿cómo me mira? —preguntó con una suave sonrísa, cruzándose de brazos.

—Con... ¿amor? —cuestionó casi para si mismo, riendo nervioso —. Es esa misma mirada llena de anhelo con la que no a dejado de verte desde que llegaste al área.

Lía seguía sin entender, solo
se dedicaba a verlo curiosa cosa que en algún punto logró hacer que la mirada directa de Gally perdiera efecto. Intimidaba.

—Casi la misma mirada con la que Minho te mirá.

La chica sonrió débilmente
pero lo hizo. La simple mención de su... ¿novio? Si así se le podía llamar a la extraña relación que tenían. Estaba segura que así se les podía decír a una pareja.

—¿Desde cuando sabes tanto de miradas, eh Gally?

—No lo sé —murmuró para sí mismo, serio antes de verla a los ojos decidido —. No sabía bien por qué todo el mundo te miraba con buenos ojos, admiro que era una sensación tipo de asco.

—¿Asco?

—Si, todos te admiraban
hasta te tenían respeto el mismo que yo tarde años en ganarme
—explicó, la sonrisa de Lía poco a poco se desvaneció —. Y eso... me molestaba siendo sincero.

»Tú comportamiento en un principio me pareció inmaduro —Lía frunció el ceño molesta pero le puso atención —, pero cuando entendí por todo lo que tenías que pasar supe el por qué.

»Eras solo una chiquilla
solitaria y miedosa que no
sabía que hacer, que no tenía
a nadie más que a sí misma. Dejaste en claro que no tenías miedo de seguir tu sola y lo lograste, eso y más te convierto en una de las personas más respetadas en el área. Y...

—Los celos —completó ella, riendo por lo bajo.

—Exacto. Fue eso mismo lo que le llevó a comportame como un tonto, juro que la simple idea de haberte lastimado me atormentó durante días. No supe lo que hize hasta que me detuve a pensarlo.

La mirada de Gally se
conectó con la de Lía, era esa mirada con la que se vieron desde que se reencontrado.

Una mirada suplicante.

—Admito que... luego de esa pelea que tuvimos las cosas me parecieron distintas —explicó.

—Claro, porque te gane —volvió a interrumpir Lía, orgullosa.

—Te deje ganar —le dijo sonriente, antes de suspirar —.
Me di cuenta que eras fuerte, muy fuerte. Solo recordar eso
me duele el brazo. Pero... ¿sabes de qué más me di cuenta?

Lía negó.

—De que estaba equivocado contigo, que esos mismos celos eran los que no me dejaban ver la gran persona que eras y que sigues siendo —la mueca de Lía cambio hasta parecer atónita —. Se bien que me perdí de una gran amiga y eso hasta la fecha es algo que sigue siendo doloroso.

»A lo que me refería en un principio es que pues... bueno
no quería decirlo pero creo que ya es hora de que lo sepas. Hubo un tiempo... en el que tú... te me hacías bo-bonita osea siempre lo has sido pero... —las mejillas del chico se pusieron rojas y luego no dejaba de pasar los dedos por su cabello preocupado —. Rayos, creo no debí haberlo dicho...

—Gracias, creo —mencionó ella igual de sonrojada y sonriente.

—Y bueno me gustaste —soltó.

—Wow —exclamó Lía, haciendo unos gestos con las manos —. Eso sí que no me lo esperaba.

—Créeme ni yo lo hacía.
Pero después de ver a esa chica decidida, temorosa y valiente
no pude evitar caer... fue extraño como si trajera bichos en el estómago. Iugh, una sensación asqueroso pero linda...

»Todo eso se fue por la
borda en cuanto ví que no tenía esperanzas contra Minho. Tú lo quieras, y a mi solo me veías como un enemigo mortal.

Lía suspiró, notoriamente melancólica por lo que escuchó.

—Se llaman mariposas no
bichos —explicó Lía, está vez riendo con fuerza —. Y eso debe ser lindo. Entonces... en otras palabras te guste, porque ya sabes lo que dicen por ahí...

—Del odio al amor solo hay un paso —dijeron ambos al unisono, luego se vieron y rieron juntos.

—O un empujón —dijo Lía, haciendolos reír más fuerte.

Gally no le avisó en cuanto el chico dejo de reír y la vio no pudo ver reflejada a en esa chica a la joven que conocido en el área. Los recuerdos llegaron y no pudo evitar abrazarla contra él.

La risa escandalosa de la
castaña paro en cuanto estuvo conciente de que Gally la abrazaba con algo de fuerza.

—Gally, ¿Qué...

—Lo siento, perdóname Lía nunca quise tratarte de ese modo —musitó Gally, sollozando cosa que sorprendió a la chica —. Mi intención nunca fue hacerte daño ni mucho menos tratarte mal... intenté detenerme pero alguien
o algo me obligaba a hacerlo...

Lía permanecía estática en los brazos de Gally, no fue hasta unos minutos pasados en que por fin reaccionó. Lo único que hizo fue corresponder el abrazo y acariciar la espalda de él.

—Cálmate Gally. Se que nunca tuviste la intención de dañarme —murmuró con voz ronca —. Teníamos diferencias y eso yo lo se mejor que nadie. En ocasiones llegamos a querer matarnos por esas mismas actitudes pero eso ya pasó, ya perdone todo eso.

»Por eso quiero que podamos ser amigos, ya sabes empezar desde cero, ¿me entiendes? Recuperar todo ese tiempo perdido.

—Gracias...

Gally simplemente se alejó de ella, alzando un poco el rostro.

—No lo digas a nadie nada
de esto —advirtió, quitando las pocas lágrimas de su cara.

—Créeme que no. Me tomarían por loca.

Lía comenzó a caminar a un lado de Gally, ambos iban tranquilos luego de haberse dicho todo eso. Ahora sí podrían comenzar una verdadera amistad, pues después de haber cerrado esas antiguas cortadas del pasado todo estaba listo para comenzar desde cero.

Después de todo ese tiempo por fin habían logrado perdonarse el uno al otro y eso era un alivio.

—Incluso los más fuertes en algún punto se rompen, Lía.




































































——— ✮✧☾✧✮ ———





































Una vez que el cuarteto estuvo
en las instalaciones de Lawrence preparon todo para convocar a los demás a una junta y así crear un plan para entrar a CRUEL.

Thomas parecía inconforme
con el plan que explicaba Gally, nada de lo que decía le estaba gustando y menos el hecho de que él sería quien se encargaría de convencer a Teresa y traerla.

Lía por su parte permanecía en un rincón espectantes e igual de desorientada que el resto, tal vez más pues así como Thomas no se sentía muy segura de este plan.

Estaba dispuesta a hacer
todo con tal de rescatar a Minho, a todas esas víctimas de CRUEL pero no sentía preparada, ya estaban a nada de comenzar
con el plan y ella seguía igual.

—No, debe haber otra forma.

—Si, ¿cómo? —preguntó
Gally, irritado al escuchar
las negaciones de Thomas
—. Viste el edificio, ella es
la única forma de entrar.

—¿Enserio crees que nos va a ayudar?

—No estoy pensando pedirle permiso —respondió Gally.

—¿Me estoy perdiendo de
algo? —cuestionó Brenda algo desorientada e indignada luego de haberlos escuchado —. ¿Es la misma mujer que nos traicionó, verdad? ¿La misma idiota?

—Me agrada —soltó
Gally con una pequeña sonrisa, refiriendose a Brenda.

—Oigan, ¿Qué sucede?

Pero nadie le respondió a Brenda. El silencio comenzó
a hacerse presente, nadie sabía
que decir pues la situación estaba muy tensa cuál cosa podría alterar el rumbo de las cosas por eso no hablaron.

—¿Temes que tu noviecita salga herida?

Todos se giraron hacia Newt en cuanto esucharon la pregunta que le hizo a Thomas. Por el tono que utilizaba parecía molesto y era extraño pues él rara vez se molestaba con sus compañeros.

Pero lo más extraño fue
que el tenso ambiente paso a
ser uno un tanto incómodo.

—Esto no solo se trata de rescatar a Minho, ¿verdad?

—¿Cómo? ¿De que hablas?

—De Teresa. Para empezar, es por ella que Minho desapareció. Al fin tenemos la oportunidad de recuperarlo ¿Y qué? —respondió Newt alzando la voz, mientras
se acercaba cada vez más a Thomas —. No quieres hacerlo ¿por ella? Porque en el fondo aún te importa, ¿verdad? Aceptalo.

Todos lo presentes de miraron entre sí confusos al ver la escena, nadie sabía por qué el rubio se comportaba de esa manera tan agresiva, algo muy impropio de él. Pero nadie pudo decir nada.

—Newt...

Thomas intentó hacer entrar
en razón a su amigo o al menos explicarle las cosas bien pero ni siquiera le dió algo de tiempo.

—¡No me mientas!

El rubio tomo con fuerza a Thomas de su chaqueta e hizo que el cuerpo del azabache impactará contra la pared.

Instantáneamente el rostro
de Thomas comenzó a ser el de uno presa del pánico, realmente no tenía idea de que demonios le pasaba a Newt. Siendo sinceros empezaba a tenerle miedo .

Lía jadeó asustada el ver la escena a unos pocos metros del rincón en el que se encontraba. Al igual que todos se encontraba atónita y bastante asustada.

—¡No! ¡Me! ¡Mientas!

De un momento a otro el
rubio pareció relajarse. Esa agresividad se esfumó en menos de un santiamén, ni el mismo sabía lo que estaba pasandole pero no sé sentía como él.

Al ver el rostro asustado de Thomas y a si mismo siendo básicamente un lunático no
dudó en soltar al azabache.

—Lo siento...

Al darse la vuelta se encontró
con los rostros igual de asustados que el del chico a un lado suyo. No pudo evitar sentirse mal pero sobretodo avergonzado por todo lo que acababa de hacer y decir, así como de hacerlos pasar aquel mal rato con su comportamiento.

Su mirada escaneó el lugar
hasta que unos conocidos ojos verdes se cruzaron con los suyos.

Pudo notar como los ojos de
Lía se cristalizaban, como el miedo crecía en ella al verlo.
Se sentía como un monstruo.

—Lo siento.

Newt no dijo nada más solo ignoró todas las miradas que le daban y salió del lugar mientras agarraba su brazo con fuerza.

Una vez más el lugar volvió
a quedarse en completo silencio, pues nadie sabía que acababa
de pasar ni que debían decir.

—Iré a hablar con él.

Todos se giraron hacia Lía,
quien dió unos pasos adelante decidida a cumplir lo dicho.

La mirada de Thomas se dirigió hacia ella y luego de un pequeño asentimiento por parte de este,
la castaña salió afuera del lugar.









































——— ✮✧☾✧✮ ———




















Lía subía varios escalones
hasta que por fin llegó al techo. Sabía bien que ahí era donde estaba y lo comprobó cuando lo vió sentado en aquel lugar.

No importaba que los rayos del sol golpearan su rostro, el cual se encontraba más que perdido, ella sabía bien que intentaba volver en sí. Calmarse unos momentos.

Pero también sabía que algo andaba mal, para que Newt se comportará de aquella manera era que algo estaba mal con él o que algo le preocupaba. Seguía sin entender el por qué, no sabía si era la presión del momento
o que se trataba de algo más.

Alejó todos esos pensamientos
de su cabeza, lo que menos quería ahora era pensar en cosas. Ahora solo importaba Newt.

La castaña se acercó sigilosa hasta él, pero el chico rápido se percató de su presencia y por unos segundos se giró hacia ella antes de volver la vista al frente.

—¿Qué fue todo eso? —preguntó Lía, acercándose lentamente.

—Lamento que tuvieras que presenciar eso —se disculpó el chico, antes de subir la manga
de su chaqueta —. Parece que ya no puedo seguir ocultandolo.

Una vez más Lía pareció
atónita al ver el brazo de su amigo. Soltó un ligero jadeó de sorpresa luego de ver aquello. Varias venas comenzaban a ser más notorias, pues sobresalían
de su piel blanca. Estás también
estaban acompañadas por unas cuantas heridas y costras.

Lía intentó mantenerse firme mientras se ponía de cuclillas a un lado de Newt, viéndolo bien.

—Newt, ¿Por qué no me lo dijiste?

—Eso no cambiaría nada —contestó con simpleza, haciendo un corto silencio —. Solo se que CRUEL me envió al laberinto por alguna razón. Tal vez para poder diferenciar a los inmunes como tú de la gente como yo.

—No digas eso Newt, aún podemos hacer algo —respondió Lía, intentando no romperse —. Podríamos encontrar esa cura...

—No Lía, todo acabo...

—No, eso no es cierto si pudiéramos encontrar la cura todo sería distinto —comenzó
a explicarle, pero esta vez su voz si se quebró —. Newt no puedes hacerme esto... tú no...

—¿Cuál es el punto? No
tenemos tiempo. Ahora lo que importa es rescatar a Minho
—respondió con una sonrisa melancólica —. Él nos necesita
y si existe la posibilidad, por mínima que sea de rescatarlo
de ese lugar lo haremos aún sin importar cuál sea el costo.

—¿Por qué dices eso? ¿Newt te has vuelto loco? —cuestionó Lía alzando la voz y con lágrimas de impotencia —. Puede que Minho sea la principal búsqueda de esta misión pero eso no quiere decir que tú nos dejas de importar.

»Porque a pesar de todo
sigues importandome... a todos ¿okey? Así que deja de pensar
de ese modo porque estás mal.

—Solo digo la verdad.

—¿Es por él, no? ¿Crees que
te dejaría a un lado solo por él?

Newt miró hacia otro lado, no quería responder su pregunta ya que sabía que si lo hacía tan solo terminaría revelando demasiada información que no quería pero un día tenía que hacer y era hoy.

—Lía no creo que...

—¡Respóndeme!

El rostro conmocionado de
Lía era el detonante para que terminara de soltar la verdad, pero ver cómo lágrimas de importancia y tristeza salían eran lo peor que podía ver.

—Siempre fue él, en todo momento siempre fue Minho
—soltó Newt, conteniendo las ganas de sollozar —. Antes las cosas parecían ir bien, pero no
sé que pasó de pronto toda esa cercanía entre ambos se fue al demonio cuando empezaste a volverte más cercana a Minho.

Entonces la chica comenzó a recordar algunas cosas que vivió en el laberinto, las expresiones de Newt, su manera de actuar, todo. Incluso esa rara sensación de calidez cuando estaba con él, era esa misma maravillosa pero desconocida sensación.

¿Acaso él estaba... No, se
negaba a creer en que eso era pero de la nada las palabras de Gally llegaron a su mente y todo parecía aclararse poco a poco.

El problema es que no quería jugar con sus sentimientos, no quería herirlo con aquellas malas decisiones que tomaba presa del pánico y de su impulsividad.

—Y aprendí a aceptarlo... pero estos meses me han echo ver qué creí que ya había quedado en el pasado sin embargo... parece que no —continuó hablando con voz ronca, tomando suavemente la mano de ella —. Aprendí que por más que el tiempo pasara, que por más que me negara a pensar en ello siempre volvía al inicio...

»Maldita sea Lía, ¿que me
has echo? Solo se que a pesar
de todo lo que sucedió, a pesar de Minho y las circunstancias en las que nos encontramos estos sentimientos nunca se han ido.

En ese momento Newt fue acercándose lentamente hasta ella, sus rostro estaban muy cerca hasta el punto de que sus respiraciones eran una sola.

—Nada de lo que pase hará que deje de quererte de esta forma —murmuró Newt, antes de que sus impulsos reprimidos surgieran.

Intentó separarse. Lía intentó detenerse, poner las cosas claras pero no pudo. Sus sentimientos seguían ahí ocultos, porque aún tenía sus confusiones. A pesar de todo seguía siendo humana y no podía evitar cometer errores.

Besar a quien consideraba
su amigo mientras pensaba
en aquel chico al que amaba desde años era uno de ellos.

Pero no pudo hacerlo, sus sentimientos seguían ahí dentro asfixiandola de algún modo.

Pero lo peor es que
correspondió el beso, al sentir
los cálidos labios de Newt sobre los suyos, Lía solo pudo mover los suyos mientras que algunas lágrimas caían por sus mejillas.

¿Qué estoy haciendo? Penso Lía, aún con sus labios sobre los de él.

Parecía que simplemente lo
hacía por puro instinto, casi con coraje más porque ya ni siquiera sabía bien que pasaría después de eso. Solo para olvidar todo lo que la atormentaba día tras día.

—Pero nunca has sido mía y eso es algo que debo de entender —musitó Newt, luego de separarse de ella por falta de aire.

—Lo siento Newt... pero
esto no es lo correcto —dijo
Lía, obligandose a ponerse de
pie aún con su ojos llorosos y
la voz entrecortada —. Yo no
puedo hacerle esto... perdón.

Antes de que el rubio pudiera decir nada más, Lía se soltó del agarre y salió corriendo lejos del lugar con las lágrimas redando por sus mejillas. Tenía una gran confusión, sus emociones tanto como sus sentimientos estaban echo un maldito lío y no sabía lo que debía de hacer con ellos.
































































——— ✮✧☾✧✮ ———
















































El silencio de la habitación en
la que encontraba Minho se vio interrumpido cuando algunos guardias entraron a está y de una manera brusca lo obligaron a sentarse en una silla frente a una mesa completamente vacía.

Su mirada se encontraba
perdida en algún rincón de la habitación, mientras que su cuerpo parecía que colapsaría
en cualquier momento debido
a lo mal que se encontraba.

—Minho, ¿me escuchas? —preguntó Teresa, pero lo único que recibió fue un suspiro y ella continúo —. Hay una niñita, se llama Sasha. De infectó hace tres semanas, pero Minho tú la vas a salvar y podrías salvar a muchos otros —explicó la pelinegra con un tono de voz lleno de ilusión —. Todo lo que estamos haciendo aquí funciona, ¿lo entiendes?

Sin embargo no recibió respuesta alguna del muchacho, quien aún permanecía quieto en su silla con la mirada perdida.

—Solo quería que lo supieras.

Ante esto, Teresa se puso
de pie dispuesta a marcharse resignada pues creía que él no iba a escucharla. Así que soltó
un suspiro y comenzó a caminar a la puerta de la habitación.

—Teresa...

En cuanto la chica escucho el débil murmuro de Minho no dudó en darse la vuelta y volver con él para corroborar si aquello era real o solo imaginaciones.

—¿Minho? —cuestionó
Teresa mientras se acercaba al asiático, pronto sus miradas se conectaron —. ¿Dijiste algo?

—¡Traidora!

La pelinegra no tuvo tiempo ni siquiera para reaccionar, el chico había sido más rápido. El asiático sostenía a Teresa de su bata y sin más impactó su frágil cuerpo con la mesa que estaban enfrente.

—¡Confiábamos en tí!

Pero en cuanto los gritos de hicieron presentes, los guardias no tardaron en entrar para así detener al agresivo asiático que seguía impactando el cuerpo de Teresa contra aquella mesa.

Sin embargo al asiático no parecía importarle en lo más mínimo si le hacía daño a esa chica, al contrario pensaba
que se lo merecía, eso y más.

Al ver como los guardias entraban a la habitación y
pronto se lo llevarían, con unos segundos de ventaja logró tomar una llave que salió del bolsillo
de Teresa durante el forcejeo.

—¡Suéltenme! ¡Suéltenme!
—gritaba Minho, intentando zafarse del agarre de los guardias —. ¡Te mataré traidora! ¡Tú nos mataste a todos! ¡Tú la mataste, es tu culpa maldita asesina!

Eso fue lo único que salió de la boca de Minho antes de que los guardias que lo retenían usarán sus armas en el para así lograr que se desmayara. Teresa salió de la habitación muy asustada luego de haber escuchado al asiático.

Tal vez tenía razón, ella de
cierto modo había contribuido junto a Ava para que Lía fuera
lo que ahora era. Esa máquina...































——— ✮✧☾✧✮ ———































Tal como Gally le había dicho, Thomas se encontraba en aquel lugar esperando que Teresa por fin apareciera por aquella zona.

Mientras tanto observaba como la gente iba y venía de aquí para allá, todos llevaban cubrebocas. Algunos abordaban el tren o solo salían de entre las grandes calles.

Luego de unos minutos la vió, después de meses la volvía a ver. Teresa se encontraba al otro lado de las vías, justamente frente a él.

La mirada de la pelinegra delataba su estado de ánimo,
no hacía nada más que estar en sus pensamientos. Parecía triste y nada lograba hacerla volver.

No fue hasta que la joven escuchó los gritos de un hombre que negaba estar infectado, solo así volvió en sí. Cuando desvío la mirada justo hacia el frente y no pudo creer a quien estaba ahí.

Sintió como su corazón volvió a latir con fuerza, en ese momento quería correr hacia él. Después de tantos meses estaba ahí, justo enfrente de ella. Tan cerca pero tan distante a la vez que le dolía.

Intentó gritar su nombre pero
en ese preciso momento el tren paso enfrente de ambos y tan solo por unos instantes lo perdió de vista. Cuando el tren terminó de pasar lo vió, esta vez Thomas se daba la vuelta y se alejaba.

Fue cuestión de unos segundos para que las piernas de la chica se movieran involuntariamente hacía el otro lado, cuando por fin el semáforo se puso en verde.

Hacía un esfuerzo enorme
para poder avanzar entre todas esa multitud de personas que
no dejaban de atravesarse en su camino. Tenía que darse prisa para no perderlo de vista.

En cuanto logró salir de
entre las abarrotadas calles, pudo verlo a unos metros más
de ella. Thomas caminaba por
la zona más alejada del lugar.

Thomas no dejaba de caminar intentando hacer que Teresa lo siguiera, cosa que al parecer si estaba funcionando. En ningún momento se atrevió a ver atrás solo siguió el camino que debía.

—¡Thomas!

Teresa corrió con más rapidez
en cuanto vió como el azabache se adentraba a un oscuro pasillo. No había nadie más que ella o al menos eso pensó, el sonido de su agitada respiración hacia eco.

Instantáneamente miró en
todas las direcciones pero
no lo vió. Fue entonces que se preguntó si solo había sido una imaginación o si era real.

Justo en ese momento de entre las sombra apareció la silueta de Thomas, quien se acercaba a ella mientras retiraba su capucha.

—Thomas...

—Hola Teresa —saludó el azabache, acercándose a ella.

—No deberías estar aquí. Si Janson se entera que estás aquí...

—No voy a quedarme —
la interrumpió Thomas, mientras se acercaba más a ella —. Solo, quería verte... ¿te arrepientes? De lo que nos hicistes...

Teresa se quedó en silencio por unos escasos segundos. Los gritos de Minho llamándola traidora,
la muerte de todos esos inmunes y todo lo que le había echo junto a Ava a Lía decían todo que sí.

Eso la hacía querer dejar todo
y volver con sus amigos, la hacía querer arrepentirse porque solo a veces pensaba en todo lo que le había echo a esos chicos y solo se cuestionaba si hacia lo correcto.

Pero en cuanto los recuerdos
de su familia que había sido contagiada por aquel virus y todos esos niños infectados le llegaban a la cabeza cualquier pensamiento contrario se iba.

—A veces —respondió tras un silencio —. Pero hice lo que creí correcto... y volvería a hacerlo.

Thomas no dijo nada más, muy en el fondo deseaba que hubiera al menos una esperanza para que Teresa se arrepientiera pero por lo visto seguía siendo esa misma chica que los había traicionado.

—Bien.

Después de eso el silencio
volvió a crearse una vez más, pues el chico no dijo nada solo retrocedió un poco haciendo que la pelinegra se confundiera.

No tuvo tiempo de hacer ni
un sólo movimiento o algo de pronto alguien le tapó la cara
con una oscura bolsa dejando
ver nada más que oscuridad.



























































































——— ✮✧☾✧✮ ———





































Mientras tanto en las instalaciones de CRUEL, Ava
se encontraba en su despacho observando por el enorme ventanal frente a ella a la vez
que analizaba la complicada situación por la que estaban pasando todos en aquel lugar.

—¿Ya relajándose un poco? —preguntó Janson, mientras se adentraba al despecho de Ava.

—Que belleza, ¿no?

Ambos observaron las maravillosas vistas nocturnas que les dejaba apreciar la gran ciudad frente a ellos.

—Es un ciudad hermosa.

—Los muros —agregó
Ava, luego de unos segundos
—. Es increíble lo que se puede lograr cuando la supervivencia peligra.Si presionas lo suficiente harán lo que sea. No hay línea que no cruzarían.

—Solo fue un contratiempo, nada con lo que no hayamos lidiado.

—Esta vez no. El virus esta en
el aire, esta dentro de los muros —respondió la doctora, haciendo que la mirada de Janson fuera una de preocupación —. El suero era nuestra última oportunidad.
Quien no esté infectado lo estará en un mes. Y dos de nuestros  mejores reclutas aún siguen allá afuera mientras aquí fallamos.

—Podemos manejarlo —dijo Janson, llamando la atención de la mujer —. Solo tenemos que evacuar al personal esencial y instalar otra zona segura más al norte. Aún tenemos a veintiocho inmunes en este edificio y vamos a encontrar más. Le aseguro que incluso traeremos a sus sujetos potenciales, este segura de eso.

Ava lo miro algo incrédula,
sabía que traer a sus dos mejores reclutas iba a ser difícil, pues
les resultaba casi imposible.

—¿Lo harías? ¿Los cazarías
hasta que no quedará ninguno? —le preguntó Ava a Janson pero él no respondió —. ¿Crees poder traer a Lía y Thomas una vez más? A pesar de todo lo que les hemos echo... ¿de todo lo que
les hemos echo pasar?

Ava miró con por unos
segundos la ciudad frente a
ella, recordando como dos chicos que ella misma se encargó de crear y manipular a su antojo ahora no eran más que dos simples rebeldes peligrosos.

Recordando todas esas veces en las que se negaban a aceptar su realidad, hacer las pruebas o en las que simplemente la llamaron monstruo sin corazón luego de ver cómo dañaban a sus amigos.

Por eso los amargos recuerdos
la hicieron llevarse el vaso de cristal a los labios para así darle un trago a su alcohólica bebida.

—Al menos les dimos los recursos para sobrevivir —dijo Ava, unos segundos después —. Tal vez ellos tengan éxito en lo que nosotros fallamos.

Janson miró como la doctora de incoporaba para posteriormente salir del lugar pero el hombre no estaba dispuesto a dejar todo así.

—¿Enserio está diciéndome que se da por vencida? Después de todo.

—No se trata de darnos por vencidos, si no de saber cuándo perdiste.

Y dicho esto, la doctora salió
del despacho sin nada más que decir. Sin embargo esto no iba a ser el final, no para él. Pues en sus planes no estaba rendirse.

Por eso mismo pondría todo el marcha, era hora de que las cosas dieran un giro inesperado.

—David quiero todo listo para el PROYECTO 00, esta vez yo mismo me encargaré de traer a A0...




















































































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