━Capítulo Cinco
( 𝓔𝓷 𝓹𝓵𝓪𝔂𝓵𝓲𝓼𝓽 𝓡𝓮𝓿𝓸𝓵𝓾𝓽𝓲𝓸𝓷 )
❝ 𝐍𝐎𝐕𝐀𝐓𝐎𝐒, 𝐁𝐔𝐄𝐍𝐀 𝐒𝐔𝐄𝐑𝐓𝐄 ❞
╔═══ 𓏲✮⊰ •˙ ❅✾❅ ᭕𖤐⊱ ═══╗
〘 ✰. ༄☼ 𝐂𝐚𝐩𝐢𝐭𝐮𝐥𝐨 𝟎𝟓 ☼ ༄. ✰ 〙
-- infiltrados --
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FINAL PARTE Ⅰ
CUANDO THOMAS Y GALLY TERMINARON CON SU MISIÓN, tuvieron que ser muy sigilosos así que buscaron refugio en una vieja iglesia abandonada por ahí.
Gally le quitó la bolsa de la cabeza a Teresa y la chica pudo ver a sus exs compañeros frente a ella. Tomo una bocanada de aire antes de girarse a ver a su secuestrado. Pero quedó muda.
-¿Gally?
-Esto es lo que va a pasar -
le explicó, ignorando la reacción de ella -. Te haremos y unas preguntas y tú nos dirás lo que necesitamos saber.
Sin embargo la chica no
parecía prestarle atención,
pues se mantenía ocupada viendo el lugar que la rodeaba un tanto desconfiada.
Pero ella no era la única desconfiada, todos los jóvenes frente a ella también estaban igual o peor con solo verla.
-Empezare con algo simple -continuó diciéndole Gally, a la vez que se acercaba más a ella -.
¿Dónde está Minho?
-No creerán enserio que les...
Teresa desvío la mirada
hacia Thomas, probablemente buscando algo de ayuda.
Lo mismo hizo cuando vio a
la chica que en su momento fue su amiga, Lía la miró melancolía pero con furia en sus ojos.
En cuanto Gally noto esto rápido se interpuso entre los chicos y Teresa, evitando el contacto.
-No lo mires a él. ¿Por qué lo miras? -cuestionó Gally con rudeza, logrando que Teresa lo mirara nuevamente -. Mírame a mí. Él no va a ayudarte. Ni Lía.
Lía se mantenía recargada en
la pared, junto a su hermano. Al escuchar las palabras de Gally, se vió obligada a bajar la mirada al suelo algo aún melancolíca.
A pesar de todas las ganas que tenía de soltar un buen golpe a Teresa, solo se contuvo y apretó los puños con fuerza un poco.
-Sabemos que Minho esta en el edificio. ¿Dónde?
-Esta con los demás, confinado -respondió Teresa, luego de unos segundos en los que pareció dudar -. Subnivel tres.
-¿Cuántos son? -preguntó esta vez Newt.
-Veintiocho.
Todos se giraron a ver a Brenda, quien se encontraba en un rincón jugando cartas con Jorge. Desde que habían empezado con lo que sería un interrogatorio la chica no había dicho una sola palabra.
-Creo que puedo con eso -respondió la azabache.
-No... ¡No lo entienden! -exclamó Teresa, con la voz entrecortada -. Todo el nivel está restringido y necesitan validar con huella digital.
-Por eso vendrás con nosotros.
Por primera vez Thomas
le dirigía la palabra a Teresa.
-Yo digo que no es necesario...
Después de decir aquello,
Gally se puso de pie para acercarse hasta una mesa donde había distintos objetos. Tomó
un pequeño bisturí y se acercó a Teresa de manera amanzante.
-...No completa solo su dedo.
Al ver lo que probablemente su amiga podría ser capaz de hacer, sorpresivamente fue Lía quien no tardó en acercarse a calmarlo.
-Gally cálmate -pidió acercándose un poco más.
-¿Lía? Lo esperaba de todos menos de tí -respondió Gally
al verla -. ¿Acaso la sangre te pone mal? Te apuesto que ella
a sido aún peor con Minho.
-Ese no es el plan -comentó Thomas, mientras le quitaba el bisturí de las manos -. Cálmate.
-Eso no servirá -agregó
Teresa -. Si quieren lastímenme. Pero ni asi van a poder entrar, el censor detectará...
-Tenemos marca -respondió Lía, con un tono agrio.
Thomas comenzó a acercarse
a la pelinegra lentamente, bajo la atenta mirada de todos.
-Propiedad de CRUEL -mencionó Thomas, poniéndose de cuclillas aún con el bisturí entre las manos -. También
nos ayudarás con eso.
--- ✮✧☾✧✮ ---
Después de unos minutos había llegado el turno de Lía, la chica se encamino hacia Teresa no sin ver como Thomas se alejaba bastante molesto de la chica pelinegra.
-Siéntate.
Lía obedeció y rápidamente se sentó en la silla que estaba frente de ella, sin decir ni una palabra.
-Relájate, esto te va a doler.
Después de decir eso, Teresa
hizo un pequeño corte el la nuca de Lía. Al sentir aquello la joven soltó un quejido de dolor pero no tardó en contenerse un poco.
-Parece que el proceso se adelantó -comentó Teresa al ver la herida en la sien de la chica.
Teresa esperaba que al menos
la insultar tal vez, pero Lía no le dijo nada. Cosa extraña en ella.
-¿Cuándo sucedió?
Una vez más Lía no respondió.
Simplemente contuvo esa ira
en sus puños los cuales apretó para contenerse, pues si lo lo hacía lo más probable es que terminara haciéndole daño a Teresa debió a la conversación.
-Ava me comentó una vez de esto pero no creí que el avance fuera increíble... desconozco un poco sobre el tema pero se que tus habilidades físicas y mentales son más rápidas que las de un humano normal... ¿cómo es que puedes dominarlas si...
-Quieres callarte de una vez -
la interrumpió Lía, haciendo que Teresa se callara al instante -. Tú mejor que nadie sabes bien lo que CRUEL a echo conmigo así que no te esmeres en parecer una imbécil sorprendida, por favor.
-Lía yo solo... -intentó decirle pero se cortó a sí misma -. Yo se bien por lo que estás pasando...
-¡No, no lo sabes! No sabes ni
un poco lo que se siente que todo el mundo crea que eres una tonta arma -comenzó a explicarle con la voz alzada, sus ojos una vez más se cristalizaban -. Ponte en mi lugar por una vez en tu vida.
»Nunca has sentido como un maldito chip toma el control de tí, como a veces no sabes ni qué demonios estás haciendo... ¿Que sentirías Teresa cuando intentes tomar tus propias decisiones y no puedas? ¡Porque tú cuerpo y mente ni siquiera te pertenece!
Teresa no respondió, tenía
razón. Lo que dijo no fue lo mejor pues no tenía derecho
a hablar de lo que no sabía.
-Es molesto no saber ni como actuar cuando intenta tener el control -continuó la castaña -. Pero lo peor es saber que ya no eres humana cuando toda esas muertes recaen en tí. Cuando mi cuerpo no es más que solo una arma de pelea y mi mente una maldita bobeda de información.
-Lía se que estás molesta -interrumpió Teresa, intentando calmarla -, pero te aseguro que todo lo que estaban haciéndote es por una buena razón...
-¡Cállate de una vez, tú no
sabes nada porque solo vez por tí! -gritó Lía molesta, llamando la atención de sus compañeros.
Al escuchar los gritos Thomas se acercó a ambas alarmado, sabía que no era buena idea que ambas estuvieran juntas por un rato. No después de todo el daño causado.
-¿Qué está pasando?
-Nada, ya terminamos -respondió Teresa con simpleza.
-No aún no -la contradijo
el azabache, antes de señalar la sien intacta de Lía -. Sabemos lo que sucede si Lía pisa territorio de CRUEL con esa cosa en ella.
Teresa sabía bien a lo que Thomas se refería al parecer ya todos estaban al tanto de lo que sucedía con la castaña. Sabía que si retiraba el chip de control las cosas serían más complicadas si seguían con el PROYECTO 00.
-¿Qué esperas? Apresúrate a retirarle el maldito chip.
Teresa no tuvo de otra que obedecer, después de varios minutos así como quejidos de
Lía el chip que tenía incrustado en la sien fue retirado. Aquello había cortado la conexión que tenía Ava con Lía, la misma con la que siempre la controlaba.
El pequeño chip metálico salió echo pedazos, este fue colocado en un plato de cristal. En cuanto Thomas lo vió asintió satisfecho antes de dejárlas a ambas solas.
-Estas cometiendo un grave error Lía...
-El peor error que has
cometido Teresa es unirte con unos asesinos -respondió Lía, convencida de sus palabras.
-Se que tú crees eso pero es
solo porque no sabes bien lo
que intentamos hacer -explicó Teresa, con los ojos llorosos -.
Todo lo que hacemos es por el bien de todos, solo intentamos encontrar una cura a el virus...
-Y acabar con todos si así lo requiere su estúpida cura -Lía rápidamente se puso de pie -. Me da asco hasta donde pueden llegar sus malditos experimentos con tal de seguir con todo esto.
-No lo entiendes. Si tan solo dejaras que Ava te ayudará las cosas dieran distintas -sollozó, intentando acercarse a Lía -.
Lo hacemos por tu bien... soy tu amiga y solo quiero lo mejor para tí, tienes que creeme.
-¿Amiga? ¿Tú? Por favor -
la risa sarcástica de la castaña
no tardó en hacerse presente -. ¿Quieres que te crea después de todo lo que has hecho? ¿Segura que pasar tanto tiempo tras esos aparatos eléctricos no te quemó las neuronas? Solo escuchate.
-E-entiendelo por favor... podemos volver a ser a-amigas
si tan s-solo tú... -Teresa en ese momento comenzó a llorar -.
Yo se que tú t-también quieres el bien de todos... déjame ayudarte. Lía... Se que ambas podríamos hacer del mundo un lugar mejor.
-No Teresa. Yo jamás
lastimaría a mis amigos ni a inocentes con tal de hacer del mundo un lugar mejor.
En ese momento una Lía diferente comenzó a hablar con madurez, a Teresa le era casi imposible reconocer a la joven que llegó a conocer. No sabía cómo después de todo lo que había pasado podía mantenerse así de fuerte, así de valiente.
-Lo que hiciste no tiene
perdón, no intentes convencerme porque no lo lograrás... yo tomé una decisión. No volveré contigo, ni con CRUEL. Estoy arta de toda esa mierda, solo quiero ser libre.
Adiós, suerte con tu dichosa cura.
Lía comenzó a caminar lejos de Teresa, con el corazón acelerado probablemente por todo lo que
le había dicho. Intentó calmarse a sí misma y se dirigió con todos los demás para así preparse, pues todavi faltaba la peor parte.
Teresa seguía atónita en su
lugar sosteniendo entre sus manos unos pañuelos con sangre de Thomas y Lía que logró tomar al extraer sus localizadores.
Tenía que admitir que en lo profundo de su alma quería que Lía se uniera a ella, pero estaba más que claro que después de lo que habían echo con ella estaba herida y no podía seguir así.
Después de lo que ella le había dicho estaba claro que la había perdido, la única amiga que tenía se había ido por culpa suya.
El error había sido suyo y las cosas ya no iban a cambiar, tal vez si hubiera echo las cosas bien desde un principio ella seguiría
a su lado. Todos sus amigos...
--- ✮✧☾✧✮ ---
Después de la discusión con Teresa, era algo complicado mantenerse tranquila más al saber que no dejaría de ser el blanco de CRUEL. Lía sabía a
lose atenía estando allá pero
no podía dejar todo botado.
Así que intento calmarse
aunque fuera un rato, no espero volver a usar el uniforme una vez más pero sin embargo aquí estaba intentando ponérselo.
Ella no era la única todos pues Thomas, Gally y Newt también lo harían. Ciertamente está era una buena idea para así poder entrar sin que nadie los viera hacerlo.
-Ey...
En cuanto escuchó aquella voz, Lía se giró encontrándose con su hermano que comenzaba a estar cada vez más cerca de ella.
-Hola -saludó la joven con una débil sonrísa -. ¿No deberías de estar preparándote con Brenda?
-Si, pero... -suspiró frustrado buscando las palabras correctas -. Quería verte una última vez.
-¿Qué dices? Oye no será la última vez que nos veamos tonto -respondió ella, acercandose al chico para darle un abrazo.
-Eres como una osita cariñita.
-No arruines el momento -musitó entre risas, antes de separarse y tomar sus manos.
-. Volveremos todos a salvo.
-Eso espero.
-¿Sabes que te quiero
a pesar de que seas un hermano pobreprotector?
-Lo sé her-hermana...
Lía se separó un poco en
cuanto escuchó los leves sollozos de Jack, no sabía que le sucedia pero debía de saberlo.
-¿Estás bien?
Jack negó al instante.
-Sabes que puedes contarme lo que sea, te escucharé.
-Es solo que... no puedo evitar ponerme nervioso, es patético lo sé -comentó, riendo entre unos suaves sollozos al decir lo final.
-No, no lo es. Todos estamos iguales te lo aseguro.
-Tengo miedo de fallar Lía, le hice una promesa a una pequeña le prometí que la salvaría, que nos iríamos a casa... juntos...
Aunque Jack no lo mencionó
en ese momento, Lía sabía de sobra que probablemente se trataba de alguna de sus tantas compañeras que tuvo mientras estaba en el laberinto B.
-Su nombre es Sophie, es una niña de mi laberinto. No sé aún siga con... -tragó saliva de tan solo pensar aquello -. Pero yo le hice esa promesa y la cumpliré.
-¿Cu-cuántos años tiene?
-Solo tiene nueve años. Duele saber que siendo solo una niña CRUEL hizo algo tan terrible como enviarla al laberinto.
Los recuerdos de Chuck no tardaron en llegarle, ella sabía lo que se sentía perder a un amigo pequeño. Pero sabía mantenerse fuerte por él, por todos.
-Créeme... te entiendo perfectamente -respondió a pesar del rostro sorprendido
de su hermano -. Pase por lo mismo. Tranquilo la vamos a encontrar, te lo aseguro.
-¿Y si ella?
-No pierdo las esperanzas,
ella sigue allá afuera esperando ir a casa con su familia -musitó con una sonrisa melancólica -. Es mi turno de consolarte, ahora ponte de pie y ve con Brenda. Todavía queda mucho por hacer.
Él asintió, ambos se desearon suerte el uno al otro. Después de todo la necesitarían. Ninguno de los dos sabía si se volverían a ver después de eso pero mantenían la fe intacta, debía de ser así.
La castaña se preparó para ponerse el enorme traje de la guardia de CRUEL. No quería pero iba a ser necesario. Ya iba bien armada solo faltaba eso y podrían irse todos a su misión.
Soltó un suspiró antes de hablarle a la nada y comenzar a vestirse con aquel traje.
-Solo falta poco, no desesperes mi amor...
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Ya habían pasado varios
minutos desde que el grupo había abandonado el cuartel de Lawrence. Lía iba con Thomas y Teresa. Ambos la escoltaban.
Aunque en un principio se hubieran negado, ahora aquella joven quien los ayudaba a entrar a la base de CRUEL pues ella era la única que tenía acceso a todas las puertas y pisos de ese sitio.
Teresa seguía caminando a paso lento y tranquilo, se dirigían a la entrada central del cuartel al que estaban a punto de entrar ahora.
-Sigue avanzando -ordenó Thomas a Teresa, una vez los tres cruzaron las puertas del lugar y el detector les permitió entrar.
Lía se encontraba demasiado nerviosa, después de despedirse de Jack, Brenda y Sartén; quienes harían la parte de transportar a todos los inmunes, se habían ido directamente a las instalaciones de CRUEL. Y sus nervios seguían.
Gracias a la idea de Newt de infiltrarse con ayuda de los trajes de guardias, ya estaban dentro y no habían levantado sospechas.
Al estar dentro de las instalaciones, tanto Thomas como Lía están atónitos viendo
a través del casco que llevaban en sus cabezas. Vaya que aquel lugar era una maravilla enorme.
Un soldado se acercó a ellos
y con una seña les informo que
lo siguieran, aquel soldado no
era más que Newt encubierto.
Así que Teresa se apresuró
una vez más a seguir a Newt, mientras detrás de ella a Thomas y Lía. Siguiendo las indicaciones de la pelinegra en cuestión de unos minutos se encontraban en el estacionamiento de CRUEL.
Ahí Gally los esperaba, vestido con el uniforme de un guardia. No perdieron más tiempo y solo se dirigieron a las escaleras de incendios. Usando las huellas dactilares de Teresa lograron abrir la puerta frente a ellos.
No había nada, ni guardias ni cámaras pero aún así los chicos se confiaban, llevaban sus armas listas por si tenían que disparar.
Solo por si acaso Lía iba unos cuantos pasos al frente, vigilando el perímetro lista para atacar a quien se interpusiera ante ellos.
Había sido difícil de
comprender pero finalmente, habían comprendido todo lo
que pasaba por su amiga cada vez que sus habilidades físicas/mentales se apoderaban de ella
y era ahí cuando aparecía una chica humana casi distinta.
Una máquina de pelea humana.
Es por eso que la habían dejado ir adelante para protegerlos tal como ella les había pedido desde un principio. Se sentía aún más segura si ella iba cuidandolos. En principio no quisieron pero pues ella era la que más sabía pelear.
-Vamos, rápido, rápido.
-Esperen, esperen -Gally se apresuró los detuvó al ver lo que estaba buscando desde hace rato.
Todos se detuvieron al escucharlo. Gally se encontraba frente a un monitor de cables que controlaba cada rincón de toda la gigantesca instalación.
Después de todo solo estaba haciéndolo lo que le habían prometido a Lawrence, poder entrar a CRUEL y su revolución de la que tanto hablaban.
-Puedo entrar a esto.
Dicho esto el chico no dudó
en levantar su casco, para así comenzar a trabajar en eso.
-Quédate aquí -le ordenó Thomas a Teresa, luego se dirigió a Gally -. El walkie-talkie.
Rápidamente el nombrado le pasó el artefacto, para así poder continuar con su trabajo.
Mientras tanto los demás aprovecharon el pequeño momento para tomarse un
corto minuto de descanso.
Tanto Lía y Newt se quitaron los cascos, de sus trajes realmente estaban asfixiandose ahí dentro.
En cuanto el casco fue retirado de su cabeza, Lía comenzó a inhalar una y otra vez aire fresco mientras observaba con temor en lugar donde se encontraba.
Newt por otro lado comenzó a toser, a la vez que se recargaba en uno de los barandales.
La castaña se acercó a él rápidamente, bajo la atenta mirada de Teresa a unos pocos metros de donde estaban.
-¿Te encuentras bien, Newt?
Pero no recibió respuesta por parte del chico, él simplemente se aparto un poco antes de volver a recomponerse por un segundo.
Ambos se dieron la vuelta, para así darle la espalda a Teresa.
-Newt.
-Estoy bien, estoy bien -musitó casi para si mismo.
Pero aquella no era la respuesta que probablemente ella esperaba ya que sabía que el estado de su amigo no era el mejor. El mismo se lo había dicho para que negar.
Sin embargo la situación no
era la mejor para hablar de eso, no con Teresa allí presente así que simplemente asintió no tan convencida pero lo hizo.
Pero aquel extraño comportamiento no había pasado por desapercibido
para Teresa, quien en tan solo segundos ya se encontraba intentando averiguar que sucedía con Newt. Eso solo
podía indicar una cosa.
-Sartén, estamos dentro -comenzó a decir Thomas por su walki-talkie -. ¿Cómo vas?
Rápidamente se escuchó la voz del chico por la línea.
"Estoy llegando. Saluda a Minho de mi parte"
-Así será amigo -respondió Thomas, antes de desconectarse.
Justo en ese preciso momento Gally por fin logró abrir la tapa del monitor de los cables. Pero sin embargo había una infinidad de estos, así que solo los revisó.
Lía se mantenía atenta a los movimientos de Gally, vaya que tenía habilidad para este tipo de cosas. Realmente no sabía que él supiera hackear redes o eso.
Sin embargo sus pensamientos se vieron interrumpidos en cuanto el walkie-talkie que llevaba en su cinturón comenzara a sonar.
Se apresuró a tomarlo y escucho atenta aquella voz tan conocida.
"Lía, ¿cómo van con eso?"
-Bien, Gally se está encargando del monitor -contestó ella, una vez que escucho a su hermano -. ¿Y ustedes? ¿Cuál es su situación?
"Nuestra situación es que estamos en ello"
"Brenda ya te dije que yo era el que iba a hablarle"
Lía contuvo la risa al escuchar los reclamos de ambos jóvenes que se peleaban por el artefacto.
Por el tono bajo que utilizaban
se percató de que había personas por la zona. Así que le susurró:
-Asegúrense de estar preparados -les informó.
"Sabes que ahí estaremos"
Lía no dijo nada más, luego
de escuchar a su hermano por último vez se desconectó.
Gally conectó un extraño
aparato directamente a uno de los cables, así les daría acceso a los rebeldes a cada rincón de CRUEL. Todo estaba listo.
-Muy bien, listo.
Después de años en los que los rebeldes intentaban recuperar lo suyo, ese día había llegado.
--- ✮✧☾✧✮ ---
Después de un muy largo
camino que implicó pasar por muchas puertas y escáners, por fin el grupo consiguió llegar al subnivel, donde estaba Minho.
Lía pudo escuchar varios murmuros provinientes de la puerta frente a ella y todos sus compañeros, es por eso que en cuanto notó esto les hizo una seña a los chicos para que así se mantuvieran bastante alerta.
Al abrirla se encontraron con varios guardias, una vez que las balas eléctricas tocaron a cada uno y también los puñetazos que soltó la castaña lograron que los hombres yacieran inconscientes.
Los niños inmunes que se encontraban dentro del lugar no dudaron en ocultarse, presas del pánico al escuchar todo el ruido.
Una vez se deshacíeron de todos los hombres que resguardaban la habitación, Lía fue la primera en acercarse hasta todos esos niños que se encontraban en sus celdas.
Rápidamente abrió la puerta, sacándole un pequeño grito a uno de los inmunes que estaba pegado a la puerta viendo todo el desastre que pasaba allá afuera.
En cuanto vió sus rostros asustados, una sensación de culpa y familiaridad llegó a ella. Esos mismo rostro inocentes llenos de pánico eran los mismos a lo que llegó a torturar hace años... pero no por gusto.
Al instante retiró el casco de su cabeza para así intentar que los niños se calmaran, pero todo fue muy diferente. Al ver su rostro no tardaron en sorprenderse.
-Hola niños -saludó Lía
con una sonrisa, intentando ser amable para no asustarlos -. Bien, si quieren ser libres vamos síganme... rápido, rápido...
Sin embargo ninguno de
los niños se movió ni un sólo centímetro de la habitación, seguían teniendo miedo.
-¿Es que acaso quieren quedarse aquí? -preguntó a
los niños, quienes se miraron entre sí unos segundos -. En marcha, todos. Salgan rápido.
Al estar ya todos los inmunes liberados de sus celdas, entre los cuatro reclutas se organizaron para tener a los niños tranquilos y en un solo lugar agrupados.
-Bien, ¿Quién de ustedes se llama Sophie?
En cuanto Lía soltó la pregunta, los inmunes se miraron todos entre si murmurando cosas que no la castaña no logro entender.
En el fondo tenía la pequeña esperanza que alguna de las tantas niñas que había allí fuera ella, le había dicho a su hermano que iba a encontraría, que ella seguía ahí afuera con vida así que esperaba que así fuera.
Hubo unos minutos de silencio, suficientes para que Lía perdiera todas las esperanzas hasta que...
En el fondo de todos esos inmunes una pequeña manita fue alzada, aquello le devolvió todas las esperanzas a la castaña, quien ahora sonreía contenta.
En cuanto sucedió esto, los inmunes se apartaron de ella dejando a la vista a una niña de la edad de Chuck tal vez, cabello castaño oscuro y ojos mieles.
-Acércate -pidió Lía, con voz calmada para no asustarla.
Obedeciendo aquella orden, Sophie se acercó despacio hasta Lía. Su rostro demostraba cuan asustada y confusa estaba.
-¿Conoces a Jack?
Sophie asintió.
-Oye no muerdo -soltó la castaña, viéndola de reojo -. Él no a parado de buscarte. Jack me pidió que viniera a rescatarte.
-¿Enserio? -preguntó la pequeña en un tono alzado, luego sonrió avergonzada por ello.
-Así es.
-¡Oigan! -el grito de Gally
los hizo girarse hacía él, quien
ya estaba frente a la bóveda -. Esto me llevará más tiempo.
-Carajo, no está aquí...
Las cosas se les estaban complicando aún más, habían logrado encontrar a los inmunes pero el chico al que buscaban no se encontraba en ese sitio.
Por más que escanearon con la mirada entre todos esos jóvenes simplemente Minho no aparecía.
Aquello no hacía más que enfurecer a Lía, quien creía
que está podría tratarse de
un engaño más de Teresa.
Es por eso que en un arranque
de enojo se acercó peligrosa a Teresa, tomándola por el cuello de su blusa hasta hacer que su cuerpo impactará violentamente contra la pared más cercana.
Realmente ya estaba arta de
que cada cosa que hicieran para encontrar a Minho terminara fallando y yendose a la mierda.
-¿¡Dónde demonios está!?-
le gritó Lía furiosa, a la vez que apretaba el agarre que tenía -. ¡Habla, maldita sea! ¿¡Dónde!?
-Lía cálmate...
-¡No Thomas, quizás es alguno de sus engaños! -rugió molesta.
-S-solo déjame revisar el monitor -pidió Teresa, notando como los ojos de su atacante se volvían oscuros.
Lía se vió obligada a tener que soltarla para que pudiera revisar el dichoso monitor. Tecleo varias cosas hasta que logró dar con la ubicación exacta de Minho.
-Alguien se lo llevó al ala médica -informó Teresa, antes de girarse hacia un chico en específico -. Thomas, está al otro lado del edificio.
-Esta bien, llévame con él Teresa -respondió finalmente.
-Yo voy contigo -exclamó Lía, a lo que Thomas asintió.
-Yo iré con ustedes.
-No, no, no, tú debes quedarte aquí con Gally a esperar el suero -contradijo Thomas al instante en que escuchó a Newt decir eso.
-No pueden hacer esto solos
-insistió el rubio, ignorando por completo la orden de Thomas -. Minho es primero, no lo olviden.
Thomas se quedó en silencio unos momento, probablemente analizando sus palabras.
Lía por otro lado se acercó a Sophie, luego de haber recargado su arma. La niña solo le sonrió.
-¿Tú eres de los buenos o de
los malos? -preguntó la niña un tanto asustada al verla acércarse.
-De los buenos -respondió Lía, luego de arrodillarse pata estar a su altura -. Es por eso que todos nosotros venimos a rescatarlos.
Sophie asintió un vez más.
-¿Cuál es tu nombre? -le preguntó la niña, Lía pareció sacada de onda un momento.
Estaba tan en su mundo que
se le había olvidado presentarse.
-Amelia -contestó con una gran sonrisa -. Puedes decirme Lía, así me dicen mis amigos.
-Es un lindo nombre.
-Escucha Sophie -comenzó a explicarle la castaña, tomándola de los hombros -, quiero que ayudes a mi amigo a que todos los inmunes estén tranquilos.
»Nosotros no les haremos
daño, venimos a rescatarlos
para que sean libres, ¿si? -
ante esto Sophie asintió seria -.
Se que puedes, eres valiente
me lo dijo mi hermano Jack.
La presión de sus palabras hicieron que la pregunta que quería soltar Sophie se quedará atascada en su garganta.
-¡Lía ya es hora!
-¡Voy! -respondió la castaña, poniéndose de pie -. Ya sabes que hacer, pequeña. Cuídate.
-Tú también cuídate mucho nueva amiga Lía.
Sus palabras la enternecieron y sin resistir, Lía abrazó a la niña con cariño. Sophie era un ángel tal como Jack le había contado.
-¡Váyanse ya, no pierdan el
tiempo! -gritó Gally a los chicos -. Nos veremos atrás.
-Si, está bien -respondió Thomas rápidamente, yéndose.
Los tres amigos y Teresa comenzaron a caminar lejos del grupo, siendo liderados ahora por la pelinegra con ellos.
-¡Novatos! -gritó Gally
a Thomas y Lía, haciéndolos girarse por algunos pocos segundos -. Buena suerte.
Nadie dijo nada más, el
cuarteto de chicos comenzaron
a irse del lugar dejando a Gally con aquella bóveda que tenía que abrir y con todos esos inmunes.
Todavi tenían una misión y
era encontrar a Minho así que lo mejor iba ser apresurarse antes de que fuera demasiado tarde.
--- ✮✧☾✧✮ ---
Teresa continuaba adelante, caminando por el lugar siendo escoltada por tres guardias. La pelinegra no tardó en dirigirse al primer ascensor que encontró.
-¿Por qué no abre? -
musitó Thomas algo irritado, presionando los botones.
Después de que el elevador emitiera un ligero sonido, por fin se abrió permitiéndoles el acceso a éste. Fue un alivio para todos pero justo cuando esperaban que las puertas se cerrarán alguien lo impidió con ayuda de su mano.
Podrían estar tranquilos, sin embargo el hombre que acababa de ingresar era Janson.
Lía casi le regazaba a
todos los santos para que no
la descubriera ni a ella ni a los chicos, después de todo Lía y Thomas nunca habían sido del agrado de aquel hombre.
Rápidamente Janson le pico al piso al que se dirigían y todo el lugar se vio envuelto en una gran y silenciosa incomodidad.
-Trabajas tarde -
comentó Janson a Teresa,
luego de unos segundos -.
Hay algo que me gusta de tí, y
es que por más desalentadora que sea la situación no te das
por vencida. En momentos así
es bueno confiar en alguien.
-Lo tendré en mente -respondió ella, bastante tensa.
Sin embargo Teresa no era la única que se encontraba en aquel estado, los tres chicos ahora encubiertos también lo estaban a pesar de que no se podía ver por los enormes trajes que llevaban.
-Hay algo que debes saber.
Lo digo como amigo -volvió a decirle Janson, viéndola -. Lía y Thomas están aquí.
En cuanto los nombrados escucharon a Janson decir aquello rápidamente se dieron algunas miradas cómplices a la vez que no dudaron en sujetar con fuerza sus armas por si los había descubierto disparar.
-Vigilancia los vió fuera de
los muros -explicó Janson -. Y lo más probable es que intenten conectarse contigo. De ser así me lo dirías a mi primero, ¿si?
-¿Vas a matarlos?
-¿Sería un problema? -cuestionó el hombre, curioso.
Como si de un milagro se
tratase justo en ese preciso momento el sonido del ascensor se hizo presente, abriendo las puertas de este frente a ellos.
-Aquí bajo -musitó Teresa
aún igual tensa, saliendo de allí.
En cuanto la pelinegra
salió del ascensor, Newt se apresuró a seguirla seguido por Lía y finalmente por Thomas.
Aquel encuentro tan incómodo con Janson le había dejado un muy mal sabor de boca a Lía, no podía pasar desaparcibido lo que dijo acerca de matar a ambos.
Sin embargo dejo sus teorías para después y siguió avanzando por el pasillo cubierto de cristal.
-Thomas escúchame ese
suero no salvará a nadie, podría darle más tiempo pero...
-No le hagas caso -murmuró Newt al escuchar a Teresa.
-¡Tienes que esucharme Thomas! Sabes lo que sucede allá afuera, gente muere. Hay algo en tu sangre que es diferente.
Thomas simplemente intento ignorar su intento de persuadirlo y siguió caminando, ahora girando hacia la izquierda donde se encontraron con una puerta de cristal al parecer blindada.
-Abre -ordenó Thomas.
-¡Déjame hacer pruebas con tu sangre! -insistió la pelinegra, a la vez que presionaba su dedo en el identificador -. Te protegeré, lo prometo.
-¿Protegerme? -preguntó Thomas con furia e ironía en la voz, mientras quitaba el casco -. ¿Así como protegiste a Minho?
Lía solo observaba la escena a unos cuantos metros, bastante sorprendida por lo que acababa de hacer Thomas. Aunque luego de escucharlo ella también había estado dispuesta a hacer aquello.
Y aún más cuando pensaba en Minho, no podía evitar pensar que gracias a Teresa el asiático estaba viviendo en un infierno.
-Hablo de cuántos más
quieren -continuó Thomas
en el mismo tono -. ¿A cuántos más deben de atrapar, asesinar
y torturar? ¿Cuando acabará?
-Acabará cuando encontremos la cura.
-¡No hay una maldita cura! -gritó Thomas, irritado de tanta insistencia por parte de ella.
-No puedas tu tiempo. Teresa tomo su decisión.
En cuanto Janson junto a su hombres de acercaron a ellos
de manera peligrosa, Lía fue la primera en alzar su arma en contra de ellos. Ambos bandos
estaban listos para dispararse.
La castaña no tenía miedo de disparar sin embargo Thomas se precipitó a sus acciones y cuando menos lo esperaba el azabache tomo a Teresa del cuello y ahora apuntaba directamente a su sien.
-¡No se acerquen! -gritó Thomas, apuntandole bien a su cabeza -. ¡No sé acerquen!
-Tranquilo, Thomas -
intentó Janson calmar al chico, mientras que se acercaba -. Te conozco, no vas a dispararle.
-¿Crees que no lo haré? -retó Thomas, sin soltar el agarre.
-Entonces. Dispara -
comentó Janson expectante, bajando su arma un poco -. Prueba que me equivocó
El silencio reinó, todos espectantes tanto los guardias
y Janson como Lía y Newt, que esperaban que lo que acababa de decir Thomas no lo cumpliera.
Presa del miedo, Teresa logró liberarse del agarre que tenía el azabache de ella y empujó a los chicos del otro lado de la puerta. Una vez que el cristal descendió por completo quedaron dentro de cuatro paredes que lo tenían encerrados sin una escapatoria.
Fue cuestión de segundos para que Janson comenzara a disparar directamente a los cristales. Pero estos no se rompieron, las balas solo rebotaban produciendo una vibración un tanto extraña.
El enojo de Janson se hizo presente al ver como una vez más estaba fallando frente a los dos reclutas rebeldes a los que tanto odio les seguía teniendo.
Es por eso que molesto comenzó a golpear los cristales con fuerza pero ni así pudo pasar a ese lado.
Al menos por un rato se
habían logrado librar de Janson, y aunque a Lía le costará reconocer que Teresa los había ayudado tenía que aceptarlo.
Así que antes de irse le dedicó una última mirada a la pelinegra en agradecimiento la cual rápido fue correspondida por la chica.
Aquel gesto había logrado
que el odio que tenía la castaña por Teresa se redujera un poco. Si seguía así incluso ese odio se podría ir, tal vez ya era hora de dejar pasar ese error y perdonar.
Incluso ella misma lo había
dicho en una ocasión que todos cometían errores pero que todos merecían ser perdonados. Pudo perdonar a Gally también podría hacerlo con Teresa o eso creía.
Sosteniendo su arma con
fuerza y aún con su casco puesto, Lía se puso en marcha yendo tras sus dos amigos.
Mientras que el sonido de una alarma no dejaba de resonar por todo el lugar, alertando a todos.
Todavía quedaba ir a por Minho, porque después de tanto buscar de tanto tiempo de hacer hasta lo imposible por encontrarlo ahora estaban a nada de dar con él.
Pensar en aquello hacia que
una extraña pero maravillosa sensación se instalará en Lía.
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