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🍭 ─── Capítulo Dieciocho

Jungkook veía a Yugyeom guardar sus cosas con bastante calma y no apresurado como siempre lo hacía. Entrecerró los ojos, analizando cada uno de sus movimientos y supo que algo estaba mal. Llevaba ya algunos días en ese estado; desganado y nervioso al mismo tiempo.

—¿Te sucede algo?

Yugyeom detuvo sus acciones y miró a Jungkook interrogante. Ladeó su cabeza a un lado cual cachorro y negó, —¿Qué podría sucederme?

—Es eso lo que te estoy preguntando. Desde hace días andas distraído y te pierdes en tus pensamientos —comentó Jungkook mientras jugaba con el borrador que Yugyeom aún no había guardado—. Además de que ya no corres como un desquiciado hasta la facultad de Bambam para esperarlo afuera de su aula.

Cuando el nombre de "Bambam" fue sacado a colación, el rostro de Yugyeom se tornó de un rojo potente y se vio como el chico se tensaba notablemente. Jungkook frunció el ceño y miró fijamente a Yugyeom, colocándolo aún más nervioso.

—¿Qué pasó con Bambam?

—¿B-bambam? Uh, n-nada. Todo está b-bien entre los dos —habló entrecortadamente Yugyeom, intentando demostrar seguridad y fallando sin ningún problema. Sentía la mirada de Jungkook en él y suspiró—. Sucedió algo... ¿Podemos hablar?

Jungkook relajó todas sus expresiones y asintió. Su amigo se veía algo contrariado y deseaba poder ayudarlo. Esperaron hasta que el aula estuviese vacía y tomaron asiento en una de las mesas, colocando las sillas uno al frente del otro.

—Modo serio —dijo Jungkook mientras pasaba una mano por al frente de su rostro y colocaba la expresión más neutral que tenía. Yugyeom rodó los ojos por su estúpido acto, pero decidió no decir nada—. Desde este momento seré el psicólogo Jeon y estaré a tu servicio. Todo lo que digas en la consulta no saldrá de aquí, ya que eso iría en contra de mi ética profesional. Comience, paciente Kim.

—¿En serio? Ya me estoy arrepintiendo —se quejó Yugyeom cruzándose de hombros.

—Le voy a decir a Bambam que lo andas ignorando, además de contarle que antes de ser novios lo acosabas y te aprendiste su horario para chocar "accidentalmente" con él.

—Psicólogo Jeon, suena muy bien, eh. ¿No quieres una bata? Puedo conseguir una.

Jungkook sonrió satisfecho y recostó su espalda en la silla, —Empieza a contarme qué fue lo que sucedió con tu novio.

—T-todo pasó el día en que f-fuimos al club. Ya-

—¡Oh, sí! ¡Te volviste mierda, amigo! —las carcajadas de Jungkook se escucharon por todo el salón y Yugyeom lo miró con molestia—. Casi me haces llorar cuando me dijiste que era tu mejor amigo, ¡Tierno, Gyeomie!

—¡Ahg! ¡No te voy a contar nada!

—Ya, ya, no aguantas nada —dijo Jungkook y movió su mano para restarle importancia—. Ok, luego de que te entregaras al alcohol, te llevamos a tu auto y Bambam se encargó de llevarlos a ambos hasta tu departamento, lo imagino... ¿Sucedió algo después? Nunca supimos que fue de ti después de ese día.

Yugyeom tragó saliva y desvió la mirada hasta la ventana del salón. Ese día estaba ebrio hasta la médula, pero podía recordar perfectamente lo que había hecho con Bambam. Cuando despertó completamente desnudo junto al tailandés, todas las imágenes de esa noche se arremolinaron en su cabeza, haciendo que recordara todo lo sucedido.

Desde ese día había estado algo distante con su novio, gracias a la infinita vergüenza de si mismo. ¿Cómo podía verlo a la cara como si nada? ¡De sólo ver el rostro del mayor, ya sentía sus mejillas calentarse de forma inmediata! Además de que se le hacía imposible borrar todas esas expresiones que había ocasionado en Bambam, logrando en él un sinfín de emociones y sensaciones que simplemente no podía ignorar.

Pero, —porque siempre hay un pero en todo lo que respecta a problemas— ¿Y si todo fue fingido? Porque era una posibilidad. Yugyeom había estado investigando e informándose sobre el tema él solo, ¿Pero si no fue suficiente? ¡Ahg, sentía mucha vergüenza ahora mismo! De sólo imaginar que fue un asco para su novio, sus ánimos bajaban más de lo que ya estaban últimamente en la que no había estado cerca de su lindo Bambam.

—Hey, ¿Qué tanto piensas? —Jungkook lo trajo de vuelta la realidad—. ¿Te aprovechas de que no te cobro la hora, verdad? Me decepcionas, Yugyeom.

—Pasó algo entre Bambam y yo...

Jungkook se sentó derecho y miró con atención a su amigo, —¿A qué te refieres? ¿Algo bueno o malo?

—¿B-bueno? —contestó inseguro y sacudió la cabeza—. Ah, no lo sé.

—Dime qué fue lo que pasó y yo te digo.

Yugyeom mordió su labio y comenzó a jugar con sus dedos, evitando mirar a los ojos a su amigo, —P-puede que Bambam y yo... ya sabes... hubiésemos tenido algo de intimidad.

Lo último dicho, salió en un suave susurro que Jungkook pudo escuchar a la perfección. Abrió los ojos sorprendido, pero rápidamente relajó su expresión para no angustiar a Yugyeom.

—Woah, no me esperaba eso... —habló luego de un rato en silencio, intentando procesar la información dicha—. ¿Hubo penetracción? —preguntó y obtuvo un enorme sonrojo por parte de Yugyeom. El chico negó y pudo darse una idea de lo que tal vez ocurrió esa noche. Se tuvo que aguantar las ganas de sacar su lado de vieja chismosa para obtener hasta el último detalle de Yugyeom—. ¿Bambam está molesto contigo?

Otra negación fue dada por parte de Yugyeom y Jungkook frunció el ceño sin entender.

—¿Cuál es el problema entonces? ¿No te gustó lo que hicieron?

Las mejillas de Yugyeom se colorearon más y Jungkook abstuvo una burla por eso. Modo serio, se repitió.

—M-me gustó. Fue... interesante.

—No creo que "interesante" sea la palabra que defina exactamente lo que quieres, pero te lo dejaré pasar porque no quiero presionarte —dijo Jungkook, acertando en su suposición—. Tú y Bambam tuvieron un momento íntimo. Lo disfrutaste y Bambam no está molesto contigo, ¿Cuál es el problema? Aun no lo veo.

—Es que no sé si lo hice bien o si Bambam también la pasó bien —aclaró Yugyeom y Jungkook levantó las cejas, entendiendo bien por donde iba todo—. Me da vergüenza verlo a la cara luego de eso.

—Te haré algunas preguntas algo directas y debes responderme con sinceridad, ¿Si? —propuso Jungkook y Yugyeom asintió con miedo—. Esa noche, ¿Bambam se masturbó a si mismo?

—¿¡P-por qué quieres saber eso!?

Jungkook rodó los ojos por el dramático estado de Yugyeom, —Intento aclarar tus dudas, así que responde.

Yugyeom se cruzó de brazos y desvió la mirada, —N-no.

—¿Y tú lo hiciste con él?

Un chillido de queja salió desde lo más profundo del pecho de Yugyeom. Le dedicó una mirada suplicante a Jungkook, pero este no cedió ni un poco.

—L-lo hice al final nada más.

—¿Y le practicaste un oral o algo?

—¡Te estás excediendo!

—¡Solo quiero ayudarte, Kim Yugyeom! Así que responde —dijo Jungkook de manera digna. Obviamente se estaba aprovechando, quería saber qué fue lo que hizo su amigo. Con esa valiosa información podría chantajear a Lisa, Jackson o Jaebum.

—¡Ahg! ¡No hice nada de eso! —soltó Yugyeom exasperado—. Sólo nos rozamos y ya. Lo estuve besando y cuando ya estábamos a punto de acabar nos masturbé a ambos, ¿¡Estás satisfecho ahora!?

Jungkook parpadeó un poco y una sonrisa se formó en su rostro, —¡Eres tú el que debería de estar satisfecho!

—¿Q-qué?

—Es muy obvio que Bambam también lo disfrutó, no sé porqué lo dudas tanto. Deberías de dejar de ignorar a tu novio y volver a ser los de antes.

—¿Cómo estás tan seguro? —preguntó Yugyeom con duda.

—Dos hipótesis; o Bambam tiene la habilidad de venirse sin querer o tú haces magia con los besos y las caderas... la segunda parece más real y quiero creer en esa —dijo y le guiñó un ojo a Yugyeom, haciendo que se avergonzara y ocultará su rostro entre sus manos—. Ya sabía yo que esos movimientos de caderas que mostraste en la academia de baile te darían frutos.

Jungkook rió fuerte cuando Yugyeom tomó su bolso y metió la cabeza en el. Aprovechó de que no veía nada y le envío un mensaje a Bambam, avisándole que su tímido novio se encontraba ahí.

—¿Sabes lo que es el líbido? —preguntó Jungkook, viendo a Yugyeom aún con la cabeza oculta—. Es el deseo sexual de las personas. El líbido es muy importante a la hora de intimar con alguien, y quizás lograste que el líbido de Bambam llegará a ser muy fuerte... eso es increíble.

»A veces no importa mucho lo que haces a la hora de tener relaciones con alguien. Puedes ser muy experimentado en ese tema, pero no lograr despertar el deseo sexual en la otra persona. En cambio con Bambam, tú hiciste que su líbido estuviese muy presente. Lograste despertar en él un enorme deseo sexual por ti, y eso no cualquiera lo hace, así que no te sientas tan mal.

Tomó sus cosas y salió del salón, encontrándose a Bambam afuera. Se miraron por un momento y movieron sus cabezas a modo de saludo. Se hizo a un lado y dejó al tailandés entrar al salón.

Bambam entró en el aula y miró a Yugyeom tener la cabeza metida en su bolso. Se llevó una mano a la boca para retener su risa y se acercó sigilosamente hasta el menor. Estiró su mano y acarició suavemente el cuello de su lindo novio.

—Jungkook, basta.

—Si Jungkook te llega a tocar así lo mato.

Yugyeom dio un respingo y sacó rápidamente su cabeza del bolso, teniendo sus cabellos en diferentes direcciones y un notable sonrojo. Bambam sonrió por la adorable imagen y se acercó hasta dejar un corto beso en los labios de Yugyeom.

—Hola, Gyeomie.

—H-hola, Bambie.

La sonrisa de Bambam se agrandó y tomó la mano de Yugyeom, —¿Puedo ir a tu departamento? No nos hemos visto últimamente y te extraño mucho. Si no quieres, no importa, al menos ya te vi hoy.

Yugyeom se sintió mal y se recriminó a si mismo por ser mal novio y abandonar a Bambam. Se levantó de su asiento y abrazó al mayor con cariño, aspirando el dulce aroma que emanaba de su cabello. Dejó un beso en esa zona y se alejó un poco para dejar otro beso en su frente, otro en su nariz, y por último, uno en sus labios, quedándose un poco más ahí.

—Lo siento mucho, por ignorarte estos días. Fui un tonto.

Bambam negó y besó nuevamente a Yugyeom, —No te preocupes. Sabía que debía darte tu espacio.

Yugyeom volvió a abrazar a Bambam, sintiéndose tan bien con el hecho de saber que su novio lo conocía tan bien.

—Vamos a mi departamento, allá pediremos comida de tu restaurante favorito y todos los postres que quieras.

Bambam rió y se separaron, tomando sus manos y entrelazando sus dedos, emprendiendo camino hasta el auto del menor que los llevaría hasta el departamento del mismo.

Luego de un excelente almuerzo con postre incluido, ambos chicos se encontraban viendo televisión en la sala del menor. Acurrucados en los brazos contrarios y no queriendo separarse para recuperar el tiempo en el que estuvieron alejados.

Todo estuvo en total calma hasta que el sonido de llamada del teléfono de Bambam interrumpió toda serenidad.

El chico frunció el ceño y rodó los ojos con fastidio, estirando su brazo brazo para poder alcanzar el ruidoso aparato. Leyó el nombre de quien lo estaba llamando y abrió los ojos sorprendido.

—Ay, no. Mierda, mierda, mierda...

Bambam se levantó del sofá y se sentó, mirando el teléfono como si fuese un material radioactivo. Yugyeom frunció el ceño y se sentó a un lado del chico, mirando el celular y leyendo el nombre de "Mark" en él.

El irritante sonido paró y Bambam suspiró con alivio, desplomándose nuevamente en el sofá. 

—¿Quién es Mark? —intentó preguntar de forma suave, pero su tono salió un poco tosco.

Bambam miró a Yugyeom y alzó una ceja divertido, —¿Celoso, Yugyeomie?

El menor formó un quejumbroso mohín y se cruzó de brazos. Bambam sonrió y comenzó a reír por la expresión "molesta" de su novio.

—Ya, niño berrinche. Mark es mi jefe.

Yugyeom parpadeó un poco, —¿Jefe?

Bambam asintió, —Estoy trabajando en una pequeña cafetería.

—¿En serio? ¿Por qué no me habías dicho?

Yugyeom se sentía muy confundido por todo. Bambam se rascó la nunca y rió con nerviosismo.

—Puede que alguien no me quería cerca y no pude decirle que tenía un trabajo —dijo Bambam y miró cómo la expresión de Yugyeom decaía notablemente—. ¡Pero no te sientas mal! Es algo reciente, comencé hace dos días. A pesar de que tengo una beca completa y mi madre me envía dinero todos los meses, quise empezar a trabajar para aminorar la carga.

Yugyeom asintió lentamente y se relajó un poco, aunque la pequeña culpa lo recorría poco a poco. Iba a decir algo cuando el teléfono de Bambam comenzó a sonar, indicando que ese tal Mark estaba llamando otra vez.

—¡Contesta tú y dile que no iré porque estoy muy enfermo! ¡Muriendo! ¡Agonizando! ¡Mis últimas palabras!

Bambam le entregó el teléfono a Yugyeom y se tiró en el sofá como si estuviese muerto. Miró el teléfono y deslizó el botón de contestar, para luego llevarse el aparato hasta la oreja.

¡Hasta que al fin contestas! Estaba algo preocupado por ti. Falta media hora para que empiece tu turno y aún no has llegado —habló una persona a través del auricular y Yugyeom frunció el ceño. Era la voz de alguien joven. Miró a Bambam y este le hacía señas para que contestara.

—Hola, Bambam está indispuesto en estos momentos. Me pidió que le avisara de que no podrá ir este día al trabajo.

Uh, ¿Con quien hablo?

—Soy Yugyeom, su novio —dijo con voz orgullosa y escuchó la risa retenida de Bambam. Agarró un cojín del mueble y se lo lanzó—. Él está bastante mal, tiene una diarrea enorme que no lo deja estar ni un momento lejos del baño.

Bambam abrió los ojos y comenzó a negar con rapidez, pero Yugyeom sólo sonrió y lo ignoró por completo.

Vaya, que mal. Espero que se recupere pronto, avísale que puede faltar mañana si aún no se recupera.

—Muchísimas gracias. A Bambam le sería útil descansar, de verdad está muy, pero muy mal, con esta diarrea. ¡Parece interminable!

Yugyeom aguantó la enorme risa que quiso salir de sus labios al ver a Bambam con la cara llena de sufrimiento por la excusa que había utilizado. Se despidió de Mark y le entregó el teléfono a Bambam.

—Listo, Bambie.

—Eres cruel...

Y las carcajadas no se hicieron esperar, haciendo que los ojos de Yugyeom se llenaran de lágrimas por la incontrolable risa. Bambam lo veía mal desde el sofá, pero sin querer detenerlo ya que le gustaba ver a Yugyeom reír con tanto gusto, aunque fuese a costa suya.

Tomó la mano de Yugyeom y tiró de él para tenerlo nuevamente en el sofá. Se abrazó a él y se acomodó a lo largo del mueble.

—Me hiciste pasar pena con mi jefe, ahora dame mimos para recompensar el mal rato.

—La diarrea es una enfermedad que no puedes evadirla. Era imposible obligarte a ir a trabajar cuando estabas flojo —contestó Yugyeom y recibió un golpe por parte de Bambam. Rió flojo e hizo caso al pedido del mayor, comenzado a dejar suaves caricias en el pelo contrario—. Bambam... ¿Cuántos años tiene ese tal Mark? Porque suena bastante joven.

Bambam estaba un poco adormilado por las caricias en su pelo, pero estaba consiente a las preguntas de su novio, —Creo que es un poco mayor que Jaebum, pero no tanto. Es joven y extranjero. Vivió en Estados Unidos y está aquí desde hace dos años.

—¿Y es guapo?

—Mucho —un gruñido se escuchó desde el pecho de Yugyeom y Bambam rió—. No seas tan celoso~

—Entonces no digas que otros chicos son guapos —contestó Yugyeom algo molesto.

—Decir que otro chico es guapo no implica que quiera estar con él. Yo tengo ojos para ti y sólo para ti, así que calma tus celos y dame muchos mimos, porque mi corazón te extrañó demasiado.

Yugyeom se sintió un poco más aliviado y se dedicó a llenar de cariño a su lindo novio.

En las fantasías de Yugyeom, su crush era la persona más responsable del mundo. En la realidad, Bambam lo hizo mentir para no ir al trabajo y poder quedarse con él ya que lo había extrañado.

» nandaslovely «

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