𝗢𝟮 𖥻 ❛ THE LOOK OF THE ABYYS
ᅠᅠᥫ᭡ ֹ ᅠ珍珠 ᅠ- # 𝗖𝗔𝗣. 𝗢𝟮 . 🥀
̶L̶̶A̶ ̶M̶̶I̶̶R̶̶A̶̶D̶̶A̶ ̶D̶̶E̶̶L̶ ̶A̶̶B̶̶I̶̶S̶̶M̶̶O̶ | ᅠsin editarᅠ𝘙𝘖𝘚𝘌𝘚 𝘈𝘕𝘋 𝘊𝘏𝘈𝘔𝘗𝘈𝘎𝘕𝘌
escrito porᅠᅠ⬦ᅠ H̆̈4n̆̈ă̈m̆̈ĭ̈x̆̈ 🥂
✹ ꒷ En ojos de Adam, un abismo se abre,
Donde la luz se pierde, y el alma se embriaga. Su mirada es un laberinto sin salida, Donde el corazón se pierde, y la razón se desvía. Como un faro en la noche, su mirada brilla, Y atrae a los náufragos, con su luz fatal y fría. En su abismo, el tiempo se detiene, Y el que se mira en él, se pierde en su propia mente. Así que si te miras en sus ojos profundos, Ten cuidado, no te dejes llevar por sus mareas sonoras. Pues en la mirada de Adam, hay un abismo sin fondo, Donde el alma se pierde, y el corazón se deshace en el viento.
En el abismo de sus ojos, lágrimas de vacío se derramaban como un río de desolación, sin luz, sin alegría, sin sentimiento, sin emoción. Sus dedos, como pétalos de una flor, moviéndose con gracia, emitían órdenes silenciosas a sus seguidores leales. Su cabello gris, como la niebla matutina, reflejaba honestidad y su piel pálida, como la porcelana lunar, brillaba con una luz suave.
En su hogar, gritos de angustia y dolor resonaban como un eco de desesperación, un goteo sangriento que llenaba el silencio, el gimoteo y la agonía que brotaban de la garganta de su madre, mientras sus manos apretaban su propio cuello, sintiendo el veneno que consumía sus entrañas.
Pisadas suaves, como las de un fantasma, se acercaron a la escena sangrienta, donde su padre yacía en el suelo, con cortes en la garganta y puñaladas en el pecho, sus ojos perdidos en el techo, sus brazos extendidos a los lados. Sus ojos se dirigieron hacia su madre, tirada de lado, con las manos en el cuello, sangre aún brotando de su boca abierta, una expresión dolorosa en su rostro, causada por el veneno.
Sus pasos se detuvieron en el medio de ambos cuerpos sin vida, Adam miró la sangre salpicada y las sillas tiradas, resultado de la pelea violenta que habían tenido sus padres.
──Oh... Mancharon la cocina ──fué lo único que dijo, su voz un susurro en el silencio.
──¡Lo juro! ¡Corría como un rayo, veloz, veloz! ¡Y luego hizo Auch, y yo dije "Wow" y el dijo "Pipipi" y- y- y luego Boom! ──Su voz se quebró en un gallo, como si tratara de expresar la locura que había vivido.
Su jefe, un hombre de mediana edad con barba y cara de mamón, suspiró y masajeó el puente de su nariz, mientras soltaba el humo de su cigarro.
──En resumen... Un lunático...
──¡Reptiliano! ──corrigió el joven, ganándose un codazo de su compañero de al lado──. Perdón, reptiliano ──murmuró en un tono más bajo y tranquilo.
Un tic nervioso apareció en el párpado del hombre, mientras miraba al joven con inexpresividad.
──Un reptiliano, un reptiliano los persiguió a pie detrás de la camioneta que iba a toda velocidad ──dijo en un tono tranquilo y a la vez escéptico.
Los jóvenes ladrones asintieron la cabeza varias veces, como autómatas. El jefe pasó una mano por su cabello con frustración.
──Los necesitas, recuerda que los necesitas ──susurró el jefe para sí mismo, tratando de recuperar su paciencia.
Pero antes de que pudiera recuperarla, el mismo idiota habló de nuevo.
──Y también lo atropellamos ──añadió, como si fuera algo de que estar orgulloso.
Un silencio incómodo se formó en el ambiente, como una nube de tormenta. El joven de ojos turquesas, aparentemente el menos imbécil de todos, miró el rostro de su jefe, cubierto por venas hinchadas de rabia.
──Por lo menos di que lo mataste ──dijo en voz tranquila y baja, peligrosamente tranquila y serena.
──No.
El jefe cerró los ojos con impaciencia, palmeando su propia frente con un sonido que hizo eco en el lugar.
──¿Por qué la vida es tan aburrida? Ojalá Dios me vea desde allá arriba y me mande dos vergotas para comérme- ──salió de sus pensamientos al toparse frente a frente con unos ojos verdes junto con una piel morena
Y ambos se quedaron petrificados, como estatuas de piedra, con sus miradas entrelazadas en un baile silencioso. La luz que los rodeaba parecía desvanecerse, dejándolos solos en un universo de dos.
Adam parpadeó, y su mirada se deslizó sobre el cuerpo del moreno, como una caricia suave. Una sonrisa lenta y traviesa se dibujó en sus labios, y simplemente siguió adelante, dejando a Dimitri sumido en un mar de confusión.
Dimitri se quedó inmóvil, como una roca en medio de la tormenta. Al girarse y ver la espalda de Adam alejarse, sus pensamientos estallaron en un torbellino de emociones. La calma que lo rodeaba se desvaneció.
«¡¿Qué hace ese idiota aquí?! ¡Se supone que solo opera en Alemania! » gritó para sus adentros, su mente empezó a crear escenarios ficticios sin lógica alguna «¡¿Vino aquí por el Zar?! ¡No lo permitiré! ¡Solo yo lo puedo matar!» empezó a mandar mensajes como loco a través de su celular.
En los rincones más recónditos de su mente, la imagen de esos ojos arcoiris parecía haberse instalado, como un fantasma que no podía ser exorcizado. La memoria de su brillo intenso y su color cambiante creaba un sentimiento de inquietud en su pecho, como si una parte de él quisiera huir de la atracción que ejercían, mientras que otra parte anhelaba sumergirse en su misterio, descubrir cada secreto que se escondía detrás de su mirada enigmática. La contradicción era agobiante, y sin embargo, no podía evitar sentirse atraído hacia él.
La voz melodiosa parecía haber roto el hechizo que lo mantenía sumido en sus pensamientos. Lee Wong se sacudió ligeramente, como si estuviera saliendo de un sueño.
──Oh ¿Eres tú? Ah sí, ¡Eres tú! ──cuando se giró a ver de quién se trataba de topó con una mirada que ya reconocía
──Eres… ──mustizó sin completar su oración
Adam asintió con la cabeza de manera exagerada. Luego, juntó las palmas de sus manos sobre su pecho, adoptando una postura que parecía una mezcla de inocencia y afectación. Su mirada se desvió hacia otros lados, como si estuviera buscando algo que no estaba allí, o como si estuviera tratando de evitar la mirada de alguien. Su expresión era tonta y distraída, pero había algo en su actitud que sugería que estaba ocultando algo detrás de su aparente ingenuidad. Algo de lo que Lee Wong pudo percatarse.
──Si, una camioneta me pasó por encima y fuiste el chico tan amable de llamar a la ambulancia.
Lee Wong pestañeó un par de veces, asintió la cabeza con lentitud.
──Si, fui yo ──hizo una pequeña pausa para después volver a hablar, dándose el tiempo para mirar su cuerpo de arriba a abajo──. ¿Cómo siguieron tus heridas?
──Estoy mejor, o eso creo ──dijo con una sonrisa leve, encogiéndose de hombros como si estuviera admitiendo una duda. Luego, sus ojos, como dos faros en la oscuridad, se posaron en la mirada de Lee Wong, y por un momento, parecieron absorber la intensidad de su mirada──. Por cierto ¿Cómo te llamas?
──Jung Lee Wong ──susurró con suavidad, su voz apenas audible, como si estuviera compartiendo un secreto íntimo. Sus ojos parecían haberse perdido en el abismo de colores que brillaban en los ojos de Adam, como si estuviera hipnotizado por la belleza y la complejidad de su mirada.
Adam repitió su nombre, "Jung Lee Wong", con una suavidad que parecía acariciar las sílabas. Su voz era como un susurro, una confidencia íntima, como si estuviera probando el sabor de las palabras en sus propios labios. La repetición de su nombre parecía tener un efecto hipnótico, como si Adam estuviera tratando de memorizar cada sonido, cada sílaba, cada letra. La mirada de Adam se mantuvo fija en Lee Wong, como si estuviera buscando una conexión más profunda, una conexión que trascendiera el simple intercambio de nombres.
──¿Acaso eres coreano? Tus facciones son adorables ──dijo sonriendo y cerrando los ojos
Un casi invisible sonrojo apareció en las pálidas mejillas de Lee Wong ante el repentino halago.
──Soy de Corea ──murmuró rascando su nuca y mirando en otra dirección, sintiéndose repentinamente tímido
Antes de que Lee Wong pudiera articular una sola palabra más, una mano enorme y fuerte como una tenaza se cerró alrededor de su cintura, atrayéndolo hacia atrás. Su espalda chocó contra el torso macizo de Caesar, el ruso mafioso, quien parecía estar emanando una aura de ira y descontento. La presión de la mano de Caesar era como un cepo, inmovilizándolo y dejándolo sin aliento. La mirada de Caesar, llena de una intensidad amenazante, parecía estar clavada en Adam, como si estuviera desafiándolo a hacer un solo movimiento en falso. El aire se cargó de tensión, y el silencio se hizo pesado, como si estuviera a punto de estallar en violencia..
──¿Con quién hablas, Abogado? ──la voz de Caesar era como un trueno en la distancia, profunda y amenazante. Sus ojos, dos pozos de hielo, se clavaron en Adam con una intensidad que parecía querer congelar su alma. La mirada de Caesar era como un juicio, un veredicto que ya había sido emitido: Adam era la peor escoria de la humanidad, un ser indigno de respirar el mismo aire que ellos. La ironía era que, posiblemente, Caesar tenía razón. La sonrisa de Adam, siempre presente, parecía ser una máscara que ocultaba una verdad mucho más oscura.
Las palabras se quedaron atascadas en su garganta, sus cabellos azabaches se alzaron con exaltación y miró a Caesar por encima del hombro con la boca entreabierta.
Sin embargo el de cabellos rubios simplemente siguió sonriendo sin inmutarse ni un centímetro ante la mirada amenazante del Mafioso.
─¡Oh, abogado! No sabía que tenías esa profesión ──La voz de Adam era como un cuchillo afilado, cortando el aire con una precisión mortal. Sus ojos arcoíris brillaban con una luz traviesa. Y luego, su mirada se posó en la mano de Caesar, que apretaba la cintura de Lee Wong con una fuerza que parecía irradiar posesión──. Tampoco sabía que tenías pareja ──la insinuación en su voz era como un veneno, que se infiltraba en el aire y lo envenenaba.
──¡Él no es- ──la protesta de Lee Wong fue interrumpida por la voz autoritaria de Caesar, que cortó el aire como un hacha.
──Bueno, ahora lo sabes ──la afirmación de Caesar era como un decreto, que no admitía réplica ni discusión. Su tono era firme, como una roca, y su mirada era una advertencia, que decía que no se debía cuestionar su autoridad.
El de ojos oscuros miró a Caesar con incredulidad e incluso con indignación.
Su garganta finalmente pudo ordenar las palabras que tanto quería decir.
──¡¿Desde cuándo?!
──Desde ahora.
Lee Wong negó varias veces con la cabeza en forma de negación.
──¡Tú y yo no somos pareja!
──¿Eso significa que estás libre? ──dijo Adam finalmente irrumpiendo en la conversación
Su quijada casi se cae.
¡¿Qué diablos les pasaba a esos dos?!
La mano de Caesar se movió con la velocidad y precisión, cubierta por un guante de cuero que parecía absorber la luz a su alrededor. En un instante, su mano había alcanzado la funda de su pistola, y en menos de un segundo, el arma estaba en su mano, apuntando directamente hacia la frente de Adam. La punta del cañón parecía una boca oscura y amenazante, lista para escupir la muerte en cualquier momento. El aire se detuvo, y el tiempo pareció congelarse, mientras la escena se mantenía en un estado de tensión mortal.
──¡Caesar! ──gritó Lee Wong alarmado
──En realidad… Apunta entre las cejas, si, es mejor que en la frente ¿No creés? ──habló el rubio con calma e indiferencia, aún con su sonrisa falsa
El coreano quedó completamente en silencio ¿De verdad acababa de darle una sugerencia de dónde apuntar el arma en sí mismo?
──Bien, que sea entre las cejas.
Salió de sus pensamientos al escuchar la voz de Caesar.
──¡No! ¡Nadie va a morir aquí! ──La voz de Lee Wong sonó firme y decidida, como si estuviera dispuesto a hacer cualquier cosa para evitar un derramamiento de sangre. Se puso entre los dos, como un escudo humano, y su presencia pareció tener un efecto calmante en la tensión que se había acumulado en el aire.
Caesar bajó la pistola a regañadientes, su rostro aún tenso y su mirada llena de una furia contenida. Parecía que solo la intervención de Lee Wong había evitado una tragedia.
Adam, por otro lado, solo soltó un sonido desanimado, como si estuviera decepcionado de que la situación no hubiera llegado a su clímax.
Y en su atrevimiento, sujetó la cintura del coreano por detrás, recargando su barbilla en su hombro mirando a Caesar con una sonrisa.
──Tranquilo, cariño. Solo bromeaba un poco ──la voz de Adam era como un susurro seductor, un ronroneo que resonó en el oído de Lee Wong y envió un escalofrío recorriendo su espina dorsal. La proximidad de Adam era casi abrumadora, y Lee Wong podía sentir el calor de su aliento en su oreja, lo que hizo que su corazón latiera más rápido.
La forma en que Adam lo llamó "cariño" fue como un golpe de efecto, una palabra que parecía tener un significado más profundo que una simple broma. Lee Wong se sintió desconcertado y confundido, sin saber cómo reaccionar ante la cercanía y la intimidad que Adam parecía estar buscando. Su cuerpo parecía estar respondiendo a la proximidad de Adam de manera automática, algo que intentó ocultar para evitar que la ira de Caesar aumentara.
El ceño de Caesar se arrugó aún más, como una tormenta que se avecina, pero sus ojos, como dos pozos profundos, revelaban un interés creciente hacia el hombre que se erguía frente a él. Aunque la irritación aún bailaba en sus pupilas como una llama que no se apaga, su mirada parecía estar absorbiendo cada detalle de Adam, como si tratara de descifrar un enigma. La forma en que Adam se acercaba a Lee Wong, con una familiaridad que rozaba la intimidad, parecía haber despertado una curiosidad en Caesar, una curiosidad que amenazaba con consumirlo.
Y mientras tanto, Lee Wong permanecía inmóvil, como una escultura de mármol, congelado en el tiempo. Su cuerpo parecía haberse vuelto de piedra, como si esperara que la escena que se desarrollaba a su alrededor se desvaneciera, y él pudiera escapar sin ser notado. Su silencio era como un velo que lo envolvía, una barrera que lo protegía del caos que lo rodeaba. Lee Wong solo se decía a sí mismo "Si no te mueves no te ven".
Ojalá fuera así de fácil.
──Aleja tus manos de él.
──¿Por qué debería?
──¿Acaso quieres un hoyo en la cabeza?
──No me vendría mal.
──¡Ya basta, los dos!
🥀--𝗡o sé porque le estoy echando ganas a la subtrama si la trama principal es el gogogo. En fin, cositas.
🥀--𝗙eliz navidad, ojalá un hombre chichón se los coja sin condón 💋
★ 𝘿𝙞𝙢𝙞𝙩𝙧𝙞 𝙡𝙚𝙨 𝙢𝙖𝙣𝙙𝙖 𝙪𝙣 𝙗𝙚𝙨𝙤
𝙚𝙣 𝙡𝙖 𝙣𝙖𝙡𝙜𝙖 𝙥𝙤𝙧 𝙡𝙚𝙚𝙧 𝙝𝙖𝙨𝙩𝙖 𝙚𝙡 𝙛𝙞𝙣𝙖𝙡 !!
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro