0 0 2
— Me gustan las estrellas. —
— No me interesa. — Exclamó el rubio.
— Bakugou.... —
— A mi también Uraraka, a mi también. —
— Pero.... ¿Te hacen feliz? — Preguntó dudosa la castaña.
— No les tomó mucha importancia. — Explicó con su común voz rasposa.
— Deberías. —
Cada día era más extraño hablar con ella.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro