Pasando las semanas desde esa última charla con WooJin, Chan quiso tomar cartas en el asunto. Nada mejor que pedirle ayuda a su amigo que está en su cuarto año de psicología.

—Oh, Chan Hyung. ¿Qué le trae por acá?

—¿Aún sigue en pie de ayudarme con WooJin? —se sentó a un lado del castaño.

—Claro. Cuéntame.

—Hace dos semanas, hablamos de lo importante de cuidar un regalo de una persona especial. Él veía lo negativo, y yo lo ayudaba a cambiar ese aspecto de visualización, luego le pregunté si yo era alguien especial para él, pero se fue —contó, Minho asentía y escuchaba con atención.

—Estuviste bien, de hecho en WooJin se nota que te tiene confianza, más confianza que otra persona. Como me has contado, cada noche lo oías llorar y luego no lo veías por un tiempo, ¿porque no lo sacas de su departamento?. Tal vez ese lugar cerrado hace que recuerde cada palabra de sus padres, "Solo nos haces desperdiciar dinero." Puede ser que esa frase se repita en su cabeza cuando tiene algún dolor y no quiere ir al hospital o decirle a alguien contar de no oír eso —Hablo golpeando la mesa con su dedo. 

—¿Cómo hago eso?

—No es algo que se tome a la ligera, tampoco hay que obligarlo a que esté contigo. Si el siente una conexión, podrá confiar en ti y se abrirá para contarte lo que le ocurre. Empieza por cosas pequeñas, muestras de afecto, si ves que él se aleja o se tensa, pregunta si no le gusta o si le molesta.

Chan asintió y agradeció a Lee.

Ya tenía en mente con lo que podría iniciar, desde un inicio se percató qué algo andaba mal en WooJin. Solo lo "conoce" seis meses, y esos seis meses había escuchado un que otro llanto provenientes del departamento del al lado. Y vaya que le daba tristeza oír esos llantos tan nostálgicos para él, no podía hacer oído sordo y dejar que alguien esté sufriendo por sí solo. No era algo bonito.

[☀️]

Todos los de la clase de WooJin habían salido del salón, el último en salir había sido el. Kim se tomaba su tiempo en guardar las cosas, no quería salir tan apresurado ya que se podría caer o algo mucho peor, perder un lápiz. Estaba bajoneado, obtuvo un buen porcentaje según todo su salón, ¿pero solo un 80%? Eso era una mierda según WooJin, no era algo por lo cual estar contento.

"¿Cómo puedes ser un inepto?¿Acaso estudiar es un juego para ti?¿Con que mierda te has desconcentrado Kim WooJin?" —se regañaba tomando de un tirón su bolso enojado consigo mismo.

Al llegar a la puerta del salón que daba al pasillo, un cuerpo se colocó en su camino impidiendo salir.

—Permiso —pidió ya sin ganas.

—WooJin.

Kim levantó su mirada y maldijo por sus adentros. El chico que se cruzó en su camino era Lucas Shin, el chico que se creía una santa paloma pero no lo era. Shin era su antiguo mejor amigo, donde confío plenamente en él, pero se burló de las veces que lloraba al frente de él o cuando tenía sus leves ataques.

—Debemos hablar —lo empujó levemente hacia el interior del salón

—No tenemos nada de qué hablar, por lo que tengo entendido —trató de esquivarlo pero lo impidió.

—Vamos… no es nada grave.

—¿Grave? que hijo de puta eres. Es mejor que me vaya a que estar perdiendo el tiempo con un estúpido —soltó con fastidio.

—Kim…

—¡WooJinnie te estaba buscando! —exclamó Chan.

WooJin se alegró, había alguien que lo sacara de ese apuro. Pero lo que no se esperaba, fue que Chan le abrazara por los hombros y le depositara un besito en sus hebras oscuras, dejándolo con su mente en blanco.

—Oh, Lucas, ¿qué haces en el campus de humanismo? Científico está al otro lado, ¿se le perdió el norte? —preguntó con una sonrisa burlona.

—Nada Bang, solo venía de pasada para hablar con WooJin. Creo que hablaré con él otro día —miró por última vez a WooJin para luego marcharse.

—Es más falso que las flores de la señora Smith, solo que la diferencia es que las flores son más lindas que Shin —habló Chan suspirando.

—¿Por qué estás por acá? —preguntó el mayor restándole importancia de que Chan aún lo abrazaba por los hombros.

—Seguí a Lucas… Habló una que otra cosa. O sea, a unos chicos, pero yo lo oí y lo seguí.

Kim suspiró, era de esperar.

—¿Nos vamos juntos? —Bang miró a su lado y WooJin lo miraba con un brillito que antes no había visto.

—Uh, claro por qué no.

WooJin tomó su bolso para salir del salón con Chan detrás de él. Sentía una sensación de tranquilidad cuando estaba con Chan, pero al igual sentía miedo.

—Lucas seguirá molestando hasta que hable contigo… por lo que vi tu no quieres hablar con él, por lo tanto él seguirá buscándote, si quieres hablo con el.

—Chan-ah, ya has hecho suficiente. 

—Nunca será suficiente si sigues aguantando.

Chan quería abrazar a WooJin y cuidarlo, entregarle todas las muestras de afecto que tal vez solo recibió cuando era un niño.

—¿Te molesta que te abrace? —habló sacando de sus pensamientos a WooJin.

—Me tomó desprevenido… pero me gustaría que siguieras a siéndolo —las últimas palabras fueron casi ni auditivas, pero Chan las escuchó a la perfección.

—¿Qué tal si hoy volvemos al río Han? Sin apuro y sin correr, solo… sentir la tranquilidad por unos momentos —Chan miró a WooJin conectando sus miradas.

Kim asintió.

—Sonríe más mi pequeño osito, te ves bien así —acarició las hebras negras del mayor.

El corazón de WooJin se oprimió, unas ganas terribles de llorar se coló por todo su ser. Chan estaba poniendo su mundo de cabeza, pero no de la forma que todos lo sienten, si no de una manera totalmente cautivadora haciendo que se olvidara de sus problemas o eso creía él.

—Chan…

—Mmh.

—Gracias.

—No me agradezcas, es algo de voluntad, voluntad en hacerte feliz y hacer que te sientas bien. Quiero que seas feliz, ya sea juntos o por separado.

WooJin mordió su labio inferior para seguir caminando al lado de Chan, el resto del camino fue silencioso, pero acogedor. De vez en cuando WooJin volteaba a mirar a Chan pero este ya lo miraba dándole una sonrisa.

Todo podrá ir de maravilla, pero las recaídas serán lo que hará que dependerá de un hilo.

[...]