04:00 a.m

No ha podido pegar un solo ojo desde hace seis horas, quedando despierto desde las nueve de la noche. Estaba sentado en su escritorio repasando todos los ramos que le pasaban en su carrera, siempre que tenía insomnio hacía aquello para no desperdiciar esas horas o no pensar demasiado en las cosas. La luz de su computadora alumbraba su rostro.

Un suspiro salió de sus labios.

Recargo su espalda en el respaldar de la silla de su escritorio, estilo sus brazos para juntarlos arriba de su cabeza y quejarse por la tensión de sus músculos de la espalda tras estirarse. Al percatarse de que otra noche más no podría descansar, se levantó de la silla para tomar su sudadera roja junto a sus audífonos negros para conectarlos a su celular y escuchar música. Agarro las llaves para salir del departamento, sin querer chocando a un chico que estaba caminando a su dirección contraria.

—Perdón —se disculpó sin mirar al chico por tener su mirada pegada en el suelo.

Sin esperar respuesta corrió hasta las escaleras de emergencias. No quería esperar el ascensor, ya que todas las energías de las que quería librarse se volverían más en ese lugar pequeño y cerrado.

Abriendo la puerta de un golpe bruto, la brisa revoloteó sus hebras oscuras. Respiro para poder tener tranquilidad, empezó su rumbo sin sentido, donde lo guíen sus pies al ritmo de la música.

Siendo las cuatro cuarenta de la madrugada las calles estaban sin vida alguna, algún que otro perro callejero se veían salir de los callejones para ir en busca de alimento, o un gato paseando por allí a esas altas horas de la noche.

[☀️]

Tras caminar por unos minutos más, llegó al río Han, sentándose a orillas del río para ver el agua tranquila que de vez en cuando unas pequeñas ondas se formaban por las hojas que caían de los árboles o de los mismísimos peces que nadaban.

Se recostó dejando sus manos cruzadas en su estómago, "Another Love" se reproducía en su celular, nunca tuvo un amor sincero y dejó de querer uno hace unos años atrás. Si alguien tiene el coraje y hace que su corazón deje de ser un témpano de hielo, será una persona digna de admirar, pero como esta la crianza y la verdad de las personas es escasa, será complicado de que allá alguien así en este mundo.

Dejando atrás aquellos pensamientos cerró sus ojos para descansar un momento, pero de repente sintió como sacaban sus audífonos, haciendo que se asustara y se levantó asustado, viéndolo allí con una sonrisa cálida.

—Así que, acá era donde te dirigías a toda prisa —observó el lugar desolado.

Su mirada se unió junto a la de Chan, un chico que hablaba unos minutos en el ascensor o cuando desayunaba en compañía del otro en la cafetería del lado de su universidad.

—Perdón… no me había fijado que estabas en el medio del pasillo —se disculpó un poco apenado.

Kim sintió como su cabeza pasó de estar en el duró suelo, a estar en las piernas de Chan. Quedando aún sus miradas unidas, sin ninguna gota de incomodidad por mantener un contacto visual tan largo con alguien.

—No te preocupes, me despabilaste por unos momentos —Río restándole importancia.

—¿Qué haces despierto a estas horas?

—No lo sé. Fui a comprar comida.

—Ramen instantáneo no es comida Chan-ah.

—No he tenido tiempo de ir a comprar la comida del mes, aparte es algo fácil y rápido de preparar.

Chan dejó de mirar a WooJin para voltear su mirada para buscar algo en la bolsa que lo acompañaba, después de ello volvió a unir su mirada con la de Kim, y le entregó un bocadillo de arroz junto a algas, más conocido por "oniguiri".

—En realidad fui por un antojo —habló con la verdad, abriendo un paquete del bocadillo y cambiarlo por el de WooJin que aun no lo abría.

—Gracias —se sentó para comer junto a la compañía de Bang.

—Creo que arruine tu momento de tranquilidad —habló ahora el apenado mirando el río.

—No, para nada. Estaba por irme, al llegar al departamento de seguro que se iba a acabar. Nada dura para siempre —Se encogió de hombros.

—Pero si lo cuidas, tal vez si dure para siempre. Si tienes una taza y la cuidas, llegará a ser una taza especial por todos los momentos que tuviste cuando la cuidabas —Suspiró.

—Tienes razón. Eso ocurre cuando te sacrificas para comprarla, pero si te la regalan, te da igual.

—¿Y si es una persona especial quien te la regalo? ¿Cambiará el hecho de que sea una simple taza?

WooJin volteó a ver a su menor, este miraba con una gran tranquilidad el agua, la brisa movía sus hebras rubias y se notaba que él admiraba el paisaje por hacerlo, no por olvidarse de sus problemas.

—Creo que eso nunca lo sabré, saber quiénes serán tus personas especiales es un trabajo muy largo y difícil de llevar si tu confianza es escasa —susurro desviando su mirada del perfil de Bang.

—¿Soy yo una persona especial para ti?

WooJin volvió a voltearse.

Sus ojos dieron junto a los de Chan, haciendo que un leve frío recorriera su espalda. Chasqueo su lengua para mirar al río una última vez para levantarse rápidamente sacudiendo sus pantalones.

—Es hora de irse, mañana hay clases. Que tengas una linda noche Chan —se despidió para marcharse.

Chan soltó una sonrisa al ya no tener a WooJin a su lado. Sabía que WooJin era un poco antisocial, y que él solamente hablaba con él por unos minutos.

[...]