•20
—¿Recuerdas cuando te dije que yo había elegido estar aquí?— Minseo dejó la comodidad del pecho de Jungkook para levantar el rostro y darle su atención— Antes de sentir, antes de conocerte... no me importaba estar en la cárcel, me daba lo mismo y ahora... me gustaría tanto hacer planes estúpidos, de aquellos que requieren que yo esté fuera de aquí.
La punta de la nariz de Minseo se encontraba roja, irritada. Llorar nunca le hacía bien a su piel tan sensible.
—¿Qué planes?
Suspira profundamente, le gusta la calidez que la mano de Minseo posada en su pecho le brinda. Cierra los ojos durante segundos.
—Algo como, una cita. Una real, nunca he tenido una de esas, sería interesante ir a buscarte a tu casa, con flores porque iríamos a comer— resopla una risa— ¿Puedes imaginarme esperándote a la salida de tu universidad? Ayudarte a estudiar, aunque no sepa un carajo.
—Tu mamá me contó que eras el mejor estudiante, así que dudo de lo que aseguras.
—Mm, era bueno, es verdad. Pero, en ese entonces solo uno de nosotros podía estudiar y decidí que mi hermana tenía que lograr graduarse, mi madre y yo estábamos ahorrando para su universidad, faltaban años, así que teníamos tiempo de sobra para reunir tanto dinero como fuese posible— hace una mueca— pero ya sabes la historia, debe ser aburrido escucharme hablar de eso en cada oportunidad que tengo.
—No es así.
—A lo que quiero llegar es que, estoy rodeado de muerte, la mayoría impuesta por mi propia mano y todo por enojo, rencor.
Minseo se impulsó un poco, dejó un beso en sus labios y con eso Jungkook entendió que no quería escuchar más de sus advertencias.
—Si puedo imaginarnos teniendo citas— acaricia su mentón con el pulgar, viéndole a los ojos— y sé que son escenarios que no permanecerán en nuestra imaginación para toda la vida, sucederán.
—Estás atacándome con la esperanza. Tengo que recordarte que falta poco más de una década para lograr aquello y... no sé si quiero obligarte a esperarme— toma su mano, apartandola de su rostro— llegará otro sujeto.
—No empieces.
Quiso levantarse y lo hizo a pesar de los intentos de Jungkook por mantenerla allí y que lo escuchase. Él la imitó, siguiéndole el paso alrededor de la celda, de una esquina a otra.
—Es la verdad. Llegará otro sujeto, alguien con potencial de esposo, con un título, un pasado normal, un presente exitoso y un futuro increíble porque no mereces menos que eso.
—Voy a ignorar que estás hablando de estatus, de dinero y esas cosas que no son argumentos válidos para mí— se gira, su cabello le estorba un poco, así que lo tira fuera de sus hombros— Si deseas un título, nunca será tarde para obtenerlo, si quieres ser un esposo, qué bueno, yo también deseo ser una esposa, también quiero casarme en el futuro increíble que nos espera y es cierto, no tienes un pasado normal y tal vez tampoco un presente exitoso, pero está bien porque todos tenemos un proceso que es diferente y todo se da en su debido tiempo— encoge sus hombros— cuando salgas y comiences a hacer cosas que no puedes en este momento, ese será tu presente exitoso.
Jungkook siente el aire escaso en sus pulmones porque todo lo que Minseo dice, le desordena el pensamiento y alma de una manera tan placentera que no puede creer que ella sea real. Se acerca.
—Minseo...
—Déjame terminar. Es cierto que no sabemos si vamos a seguir juntos, pero mientras lo estemos, no me apartes, déjame ayudarte, seamos pareja, seamos amigos, seamos un equipo— lo señala— no te acerques como depredador.
Se detiene.
—Es que, estás muy lejos. No me gusta.
—Ah, pero no querías volver a verme hace un buen tiempo atrás.
—¿Qué puedo hacer si nunca obedeces a lo que te digo?— eso era cierto—Iba a decir que si tenemos un futuro... será cuando pueda darte todo lo que quiero darte.
Vuelve a resoplar, fastidiada.
—¡Que no quiero dinero!
—A ver, mujer, déjame terminar, carajo— ya puede volver a sentir el enojo en su tono de voz— Sé que no se trata de economía contigo, me acaba de quedar claro— relamió sus labios, aunque si lo necesitase, Jungkook podía darle lo que sea incluso con él encerrado— que si, que te quiero conmigo mucho tiempo, pero odio que mi mierda de situación sea un impedimento para mí, pensé que podía con ello pero me he dado cuenta de que no estoy satisfecho solo viéndote cuando a ellos les salga del culo autorizarme una maldita visita.
—¡Qué importa si nos vemos poco! Todavía podemos llamarnos o s-sobornar.
Se peinó el cabello hacia atrás, increíble.
—¡Eres tan terca como mi madre! Ni siquiera puedes decir bien la palabra sobornar sin sentirte culpable— él también la señala— eso es porque no tienes maldad en tu corazón.
—¿Y eso te molesta?
—No, me encanta.
—¿Entonces por qué insistes en terminar conmigo?
—Porque es necesario, en este momento es difícil que estemos relacionados, por lo menos déjame tener un tiempo para pensar y actuar en pro de encontrar una puta solución.
—¡Tuviste semanas lejos de mí para pensar tanto como querías!— le grita, Jungkook se queda mudo ante su mujer perdiendo la paciencia, nunca había sucedido— ¡¿No fue suficiente tiempo?! ¡¿Necesitas más?!
Él tenía un problema y ese era qué, si le gritaban, él también gritaba porque se sentía atacado.
—¡Pues es que no es una decisión que se pueda tomar tan pronto! ¡Estoy pensando en tu maldita seguridad!— se acerca dando una zancada— ¡Vamos a bajar el jodido tono porque yo no puedo conversar así!
Minseo estaba roja de la ira.
—¡Haz lo que quieras!— casi le escupe en la cara aquello, se aleja y da la vuelta en dirección a la salida— ¡No voy a seguir rogándote como una tonta!
Jala de la manecilla de la puerta y no cede a la primera, en el segundo intento aplica toda su fuerza hasta lograrlo, deja el lugar.
—Minseo— gruñe, da pasos cortos y comienza a seguirla— ¡Minseo!
Sale, ignora al guardia y a su tío de pie junto a la puerta, va detrás de Minseo que sigue sin rumbo en el pasillo.
—No puede ir por ahí— pronuncia el guardia algo nervioso.
El Jeon mayor suspira y sacude la mano, restándole importancia y niega.
—Tranquilo, él no dejará que le pase nada— chasquea la lengua— como podrás darte cuenta, es su perrito faldero— se carcajea— que no se vaya hasta que lo arreglen.
El guardia, bastante joven, hace una mueca.
—Algo me dice que podrían pasar días para que eso ocurra.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro