
•01
Jungkook trató de sobremanera mantener su ansiedad para él mismo mientras le quitaban las esposas.
Reconoció los rostros de ambos guardias que lo escoltaban a través de los pasillos, su tío le aseguró que eran de confianza y que solo ellos dos podían ayudarlo en cualquier cosa que necesitase durante su retorno a la cárcel.
—La historia es que se hizo un intercambio— comenzó a contarle uno de ellos— con la salida del Jeon mayor, usted regresa, van a iniciar un proceso, un tipo de reprimenda para los policías que alteraron la paz del país al alegar que usted había escapado— Jungkook asiente, se supone que la cárcel de alta seguridad a la que fue trasladado, lo regresó por motivos desconocidos, como si nunca hubiese escapado— no está de más repetirle, señor, que su tío me ha pedido que le recuerde que no tiene que hacer esto.
Sunghoon parecía empatizar bastante con los sentimientos que el regresar allí despertaban en él, así como sabía que Jungkook se había prometido no volver a mancharse las manos con sangre ajena. Pero no importaba, él debía y quería ayudar a su tío a acabar con Kang y todos sus matones de una vez por todas.
Igual, él se lo debía. Cuando su pervertida esposa drogó a Jungkook hasta casi la inconsciencia y no pudo mover su cuerpo, él no hizo nada, no le importó que abusaran de él quien solamente hacía trabajos para la familia de el hombre a pesar de que este trabajaba para la ley.
Jungkook era joven y ya estaba bastante trastornado, cargaba con tres muertos en la espalda y había sentido alivio de conocer a personas amables con él, lastimosamente Jungkook siempre estuvo rodeado de porquería.
¿Qué importaba si su lista se alargaba? Sería con los nombres de quienes estaban amenazando a su familia, con el nombre de quien quería asesinar a Minseo debido a que Jungkook mató a su esposa. Suspiró viéndolos abrir una celda diferente, más apartada y que ocuparía él solo.
—Kang ya sabe que está aquí, debe estar en camino a cerciorarse por él mismo si es verdad— asiente— evite comunicarse con alguien del exterior durante un tiempo, mientras se aburren de vigilarlo cada segundo. Comenzaremos a correr la voz sobre su regreso, sabe que buscarán la manera de provocarlo...
Vuelve a asentir.
—No reaccionaré, entiendo.
—No, de hecho, reaccione— arrugó el ceño—hágalo, defiéndase de todo y de todos, no tiene que medir sus límites, debe convertirse en la piedra en el zapato de Kang, si los superiores se dan cuenta de que él no puede mantener a los prisioneros bajo control, volverán a degradarlo, eso le quitará poder.
Observó a sus pies, pensativo. El segundo guardia decidió hablar.
—Piense en que si él gana más contactos y reconocimiento, no será difícil para él volver a atacar a la señorita Minseo— amplió los ojos, levantó la mirada hacia él quien asentía— intentaron matarla la noche que regresó a la ciudad mientras iba rumbo al hogar del patrón.
Un hueco se hizo en su pecho, la angustia.
—¿Y ella cómo está?
—Bien. Fue bien protegida y ya está con la señora Jeon.
—Sana y salva.
—Muy bien— pronunció con dificultad— deberían irse, será sospechoso si se quedan mucho más tiempo.
Fue a dejarse caer en la incómoda cama, cerró los ojos visualizando a Minseo, al menos, podía aplaudirse por confiarle su vida al hombre correcto. Yoongi la cuidaría.
Otra vez estas cuatro paredes.
Hizo una mueca de molestia por las vendas y curaciones a su piel lastimada.
—Te advertí que tengo manos bruscas, tenías que haber dejado a la enfermera curarte— Yoongi le reprende.
Minseo suspira, su cabello sigue húmedo luego de la larga ducha que tuvo apenas llegó, Jian la recibió con un abrazo y palabras de alegría pues había estado muy preocupada debido a todo lo ocurrido. Una pesadilla.
—Yoongi— él le hizo un gesto avisando que la escuchaba— ¿Por qué no me siento segura aquí?
Tiró al bote de basura el último algodón y la observó.
—Tal vez porque sigues asustada— se coloca de pie, Minseo le agradece— yo agradezco tu confianza, espero que puedas descansar.
Logró sonreírle con suavidad antes de verlo irse, le apenaba un poco ser una molestia, no sabía si estaba siendo paranoica, pero nadie le daba confianza, solo él y únicamente porque Jungkook se lo había pedido. Cerró los ojos pensando en él, en cómo estaría, incluso el deseo de llorar debido a la preocupación parecía estar a punto de ganar la batalla que Minseo tenía consigo misma intentando ser fuerte.
—Te amo. Te amo— Jungkook cerró con más fuerza los ojos, ignorandola— Te amo mucho.
—Eres tan cursi que es incómodo— musitó con pereza, Minseo solo se burlaba— si quieres que tengamos sexo, solo debes decirlo directamente.
—Claro, tu siempre estás listo y dispuesto para tener sexo.
—Por supuesto, el día que yo me niegue a hacerte el amor, es porque me estoy muriendo o directamente ya me morí— ella lo miró mal y él volteó los ojos— también te amo, muchísimo.
Refugiarse en los momentos juntos en el pueblo sería su única motivación para continuar esperando a verlo. Un par de toques a la puerta la hicieron abrir los ojos para ver a Jian entrar, tenía su ropa de dormir puesta y se acercaba con timidez hasta sentarse en uno de los bordes de la cama.
—¿Te molestaría si duermo aquí contigo?— pregunta y Minseo suspira con alivio.
—Eso me daría mucha paz, de hecho— llevó una de sus manos a su pecho, dónde su corazón estaba y la restante, Jian le dio un apretón—siento miedo y mi corazón estrujado.
—Oh, cariño...
—No creí que sería tan difícil volver a estar sin él alrededor pero— hace una mueca— él estaría regresando a casa a esta hora, gritando desde la entrada y luego me buscaría... primero en la cocina y luego en la habitación...
Negó con la cabeza, dejándose abrazar de Jian, buscando calidez de una madre.
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