Capitulo 18
Te habías encerrado en la habitación de tus padres para llorar y tratar de olvidar todo y a todos.
Habías intentando llamar a tus padres, pero la llamada de inmediato era desviada.
— Princesa, ven, sal por favor
Shinichiro a pesar de que estaba la puerta abierta no iba a abrir, si le pedías estar sola te daría tu espacio, si le pedías que entrará lo haría.
— Daddy... — susurra abriendo la puerta para verlo
— Mi niña, ven ya no llores — te dice el para abrazarte
Te carga y se sienta en la orilla de la cama contigo arriba de el mientras acariciaba tu espalda.
— Daddy... Si te pido un favor ¿me lo cumplirás? — preguntas bajo
— Claro que si bonita
— ¿Me ayudas a olvidar a Wakasa? Haz de mi cabeza un lió — susurra a su oído
Aún arriba de Shinichiro empiezas a buscar contacto con su pene frotandote encima de él.
— Princesa, no hagas eso...
— Por favor... Ayudame
— No intentes provocarme princesa, por que ya lo haces con tu sola presencia — te dice el haciendo que te calientes aun mas
— No quiero que después te arrepientas de esto, si estas segura que no sea por mero impulso — continúa
— Estoy segura
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No tardaste nada en juntar tus labios con los de el, Shinichiro lleva sus manos a tu cintura para ejercer presión contra el y sintieras su pene contra tu vagina.
Soltaste un leve gemido, Shinichiro muerde tu labio inferior haciendo que abras ligeramente la boca para luego introducir su lengua y jugar junto a la tuya.
Tratas de llevar tu mano al abdomen de Shinichiro para acariciarlo, pero el te detiene tomando tus manos.
— Princesa no, pondremos tu placer antes que el mío
Te levanta para luego acostarte en la cama y no dejar de besarte, sus manos exploraban tu cuerpo.
Metía sus manos y largos dedos por tu blusa alzandola, lleva una de sus manos a tus pechos mientras que la otra iba a tu cintura para alzarte y quitarte el brasier.
Quitando la blusa junto al brasier para dejar expuestos tus pecho, los mira con un brillo en los ojos, tratas de ocultarlos pero el te detiene.
— Son hermosos, no los cubras — te dice el con una sonrisa tierna y dulce
Besa uno de tus pechos para luego luego empezar a succionar y chuparlos.
Su otra mano viaja por tu abdomen hasta llegar a tu entrepierna, te quita el pantalón que traías puesto dejándote en bragas.
Pasa dos dedos por encima de la húmeda tela haciendo que te estremecieras y soltaras un chillido.
Con su mano libre baja tus bragas lentamente para dejarte totalmente expuesta ante el.
Quisiste cerrar las piernas por la vergüenza pero las sostuvo con fuerza para acercarse poco a poco a su feminidad
— Daddy no...
Shinichiro dio una lamida por toda la longitud, la chica gimió alto alzando sus caderas.
— N-no hagas eso, es asqueroso.
se quejó tratando de bajar las piernas, pero Shinichiro siguió con su tarea.
Succionó tu clitoris y lo lamió lentamente, bajó una de las piernas y puso dos dedos por encima de la vagina de para dejar que se mojaran solos.
Se acercó nuevamente con los dos dedos en entrada estirando sus paredes vaginales y con la lengua su
clitoris.
Su cuerpo estaba lleno de espasmos y su cara tensa, alzaste las caderas al sentir como sus dedos llegaban a su punto G robándole un alto y escandaloso gemido.
Tus paredes vaginales apretaban los dedos de Shinichiro mientras este moviendolos para prepararte.
— M-me voy a...— alzaste las
caderas poco importandole que se
acalambraran
Shinichiro sacó los dedos y palemeo su vagina con delicadeza, recibiendo una mirada de enojo combinada con excitacion.
— ¿Quieres correrte en mis dedos o en mi pene? — pregunta Shinichiro
Comienza a bajar sus propios pantalones, miraste el bulto en sus
boxers y un suspiro tembloroso salió de tus labios.
Cuando liberó su miembro volviste a
sentir las cosquillas en tu vientre bajo, por instinto cerraste las piernas.
— Entonces princesa
Muerdes tu labio inferior, sabias lo que querías pero también te daba vergüenza decirlo.
— Quiero tu pene
La erección de Shinichiro salió disparada hacia arriba y goteaba un liquido preseminal, la punta se veía brillosa y las venas se marcaban en la pálida piel de esa zona.
Masturbó un poco su miembro sin
apartar la vista de ti, el líquido
preseminal hizo que un sonido obsceno se escuchara por toda la habitación.
Shinichiro sin dejar de masturbarse siguió dándole atención a tu
clitoris, tratando de disimular que iba
metiendo poco a poco su pene.
La habitación estaba llena de tus gemidos combinada con los gruñidos de Shinichiro.
Y sin dejar de darle atención a tu clitoris se acerca a labios para besarlos.
Alineó su pene a tu vagina, sintiendo como de inmediato la punta se mojaba y mezclaba con tus fluidos.
Empieza metiéndola poco a poco, un pequeño dolor apareció de inmediato en ti, haciendo que soltara un chillido y Shinichiro se detuviera.
— Si es demasiado me detendré, no quiero lastimarte
— Umm, no, estoy bien
Shinichiro empieza a repartir besos por tu rostro para que fueras acostumbrando a su tamaño, en cuanto estuvo totalmente adentro se quedó quieto.
Podía sentir como apretabas su miembro, empezaste a mover las caderas levemente, el se acopla a tus movimientos.
— M-mas q-quiero más — pide entre gemidos
Una sonrisa aparece en tus labios, subes una de tus piernas a su hombro y empieza a moverse lento y poco a poco subir la intensidad.
Aumento la velocidad haciendo sonidos obscenos al chocar sus pieles, la habitación estaba llena de tus gemidos, aplausos, el respaldo de la cama chocar contra la padres de forma abrupta, gruñidos de Shinichiro y el rechinar de la cama.
Una de sus manos la llevó a tu pezon izquierdo y empieza a jugar con el, mientras que con la otra mano sujetaba tu pierna que estaba en su hombros y dejaba mordidas y marcas en ella.
Su mano dejó tu pezon y la lleva a tu clitoris para jugar con el, haciendo movimiento circulares ofreciéndote más placer.
Estabas por llegar al clímax, lo sabias por que tus gemidos cada vez eran más escándalosos, trataste de taparte la boca pero Shinichiro te lo impidió
— Quiero escucharte princesa
Shinichiro da unas ultimas penetraciones para luego los dos llegar al climax.
Podías sentir el líquido pegajoso y caliente llenarte por completa, y como su semen se mezclaba con su squirt
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Shinichiro sale de ti viendo como por tus muslos bajaban el elixir de los dos.
Cuando cayó en cuenta de lo que había hecho, no había usado protección.
— Princesa, ya vuelvo — dice de inmediato
— ¿A dónde vas daddy?
— Se me olvido usar protección, te comprare unas pastillas para el día siguiente, quedate aquí ¿si princesa? — dice mientras se acerca a ti y deposita un beso en tu frente.
— Bien... — dices cansada.
Llegaras o no a quedar embarazada, Shinichiro cuidaría de ti. Quedaste sola en la gran casa, tus párpados los sentías pesados y te quedaste dormida.
Durante ese tiempo habías logrado olvidar todo, pero en algún momento tendrías que enfrentar la situación.
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