|𝟓𝟏| ➟ 𝐍𝐨 𝐍𝐨𝐬 𝐌𝐨𝐥𝐞𝐬𝐭𝐞𝐧。
Y tenía razón para estarlo, el control remoto cayó de sus manos al ver las imágenes en el televisor.
Estaban bastantes imágenes considerables de ella y Minju en el balcón de su futura casa. Era imposible negar que hubiera algo más que amistad entre las dos, eran imágenes bastantes fuertes, ¡de ellas besándose!
No es que le asustase lo que dijeran los medios de comunicación, es solo que no quería que esto saliera a la luz de esa manera, quería que el público se enterara cuando ellas lo decidieran, no cuando a un paparazzi se le ocurriera cagarla.
— ¡Chaewon! ¡¿Chaewon, estás bien?!
Yena seguía gritando a través del celular, temía que su amiga se haya desmayado de la impresión.
— Aquí estoy — respondió Chaewon desganada.
— ¿Estás bien?
— Sí, solo algo sorprendida.
— No te preocupes, todo estará mejor pronto.
— Sí, me las he visto en peores. Lo que me preocupa es la reacción de Minju... Además no sé porqué armaron tanto alboroto, tenemos años retiradas del medio. Creía que cuando diéramos a conocer la noticia a muy pocos les importaría.
— Chaewon, es que esto no se trata precisamente de ustedes, lo que intentan los medios es joder a Woolim. Si quisieran joderlas a ustedes, primero les hubieran mandado las fotografías y las hubieran intentado chantajear o algo por el estilo, pero quieren a la compañía y todo esto es una reacción en cadena.
— Ahora sacarán conclusiones de cosas del pasado.
— Sí, eso es lo que me temo.
— ¡Demonios! No me importa que quieran joder a esa empresa de mierda, bueno sí, un poco, pero lo que me importa es que será a nosotras a las que arrastren en el problema.
— Yuri y yo pasamos por lo mismo hace años, y te debo advertir que no es fácil.
— Me lo imaginaba.
— ¿Qué vas hacer?
— Primero, quiero descansar, esperar que Minju despierte, contarle lo que pasa e ir con Niki a explicarle también lo que pasa... Aunque pensándolo bien, mejor llamo a mi suegro para que lo mantenga alejado de cualquier aparato o cosa donde se encuentre información sobre el escándalo. Los medios son muy duros, lo último que quiero es que escuche a personas idiotas criticando a su madre.
— No te preocupes por eso, Niki es bastante maduro para su edad. Te aseguro que entenderá a la perfección.
— Eso espero, todo esto es muy frustrante... Será mejor que llame al papá de Minju, nos vemos Yena...
— Espera...Antes de que cuelgues, felicidades por tu compromiso.
— Gracias, por fin lo logramos.— comenté con una pequeña risa
— Y tú creías que sería imposible.
— Eran malas épocas.
— Ya no te distraigo más, adiós.
— Adiós.
Chaewon se llevó las manos al cabello y tiró de él hacia atrás varias veces, se sentó en el sofá y cerró los ojos mientras todos sus pensamientos se peleaban en su cabeza por su atención.
Tenía que organizar todo, tenía que encontrar las palabras para decirle a Minju, para hablar con Niki y para dialogar con los medios de comunicación ya que su afán por derrumbar a un imperio como lo es Woolim las había colocado en las miradas de todos. Tomó su celular y llamó al papá de Minju que con gusto aceptó su solicitud de alejar a YoHan de esos medios de comunicación. Cuando terminó la llamada suspiró, como si durante toda la llamada hubiera contenido mucho aire en sus pulmones, y cuando volvió a concentrarse, miles de pensamientos volvieron a aquejarla.
— ¿Chae?
Chaewon salió de sus pensamientos al escuchar la voz de su prometida entrando a la sala.
— ¿Chae? ¿Qué haces aquí? — preguntó Minju sentándose sobre su regazo.
— Estoy pensando.
— ¿Y por qué no te quedaste en la cama conmigo? — dijo haciendo un lindo puchero que enterneció a Chaewon, y por un instante todos esos pensamientos que la agobiaban hace apenas unos segundos, desaparecieron completamente.
— Lo siento, tenía que atender una llamada y no quería despertarte.
Minju enterró su cabeza en el cuello de Chaewon y comenzó a besarla, llevando a las dos a un estado de descontrol en donde solo sus cuerpos eran los que actuaban. Con la poca cordura que le quedaba a Chaewon, apartó a Minju con sus manos
— Minju, tengo algo que decirte.
— ¿Pasa algo malo?.
— Podría decir que sí.
— No me asustes por favor, ¿qué ocurre?
Chaewon tomó aire y ordenó las palabras en su cabeza.
— Minju... Ayer un paparazzi nos captó en el balcón de la casa.
Minju se quedó callada, tal vez esperando a que Chaewon continuara de relatar.
— Y ahora las imágenes están por todos lados.
Las dos compartieron una mirada profunda. Ambas dentro de sus propios pensamientos. Minju tomó la mano de Chaewon entre las suyas y después sonrió de una manera dulce.
— Chaewonie, no tienes por qué preocuparte, son solo fotografías; además algún día lo iban a saber. Si llegan a preguntarnos o acosarnos, les contestaremos con la verdad, y ya no tendremos que escondernos, ya lo saben todos.
— ¿No te preocupa?
— No. Lo único que me preocupa ahora es nuestra boda. ¿A ti te preocupa?
— Yo... Yo. Bueno. No sé. Quizá... Quizá un poco.
— No te preocupes, ya hemos lidiado con medios de comunicación. Sé que habrá rumores e inventaran todo tipo de escándalos, pero lo último que quiero es permitirles que arruinen estos momentos de felicidad junto a mi nueva familia.
Chaewon tenía casi su boca colgando por la reacción de Minju.
— Pero tendré que explicarle a Niki de una manera más detallada la situación, hay algunos medios que realmente no respetan nada y no quiero que le hagan daño.
— No te preocupes, le llamé a tu padre para que lo mantuviera fuera de los medios donde pudiera leer pestes o una noticia mal fundamentada.
— Piensas en todo Kim Chaewon, luego te daré tu recompensa.
— Eso me emociona mucho. Tal vez un beso ahora me haría bien.
— Eres una tramposa.
Minju volvió abordarla sentándose en su regazo y conectaron sus labios sin la mínima espera, pero era demasiado pronto para que Chaewon recibiera su recompensa y el destino lo sabía e inmediatamente los teléfonos de ambas comenzaron a sonar. Se apartaron y compartieron una mirada que solo los cómplices comparten después de hacer una fechoría.
— Te dije que después te compensaría.
Dos meses después
Minju se encontraba frente al espejo, su maquillaje era natural pero era suficiente para resaltar sus rasgos finos y esa hermosa sonrisa que desde que había formalizado su relación con Chaewon, rara vez desaparecía. Había terminado de arreglarse y se dirigía a su despedida de soltera organizada por sus viejas amigas.
Bajó las escaleras y encontró en la sala a Chaewon y Niki. Esta noche Chaewon tenía prohibido, por pedido de Sakura, acercarse a donde sería la despida de soltera, además de que le encomendó el cuidado de Niki. Ambos estaban con una manta en sus piernas y un bol de palomitas, los dos no apartaban la vista de la TV, no querían perderse ningún detalle de la caricatura frente a ellos.
Minju se aclaró la garganta intentando llamar su atención. Solo logró la de Chaewon, que en cuanto la vió al lado del sofá se puso de pie.
Ambas se acercaron a la puerta para despedirse.
— Kim Minju, te estaré vigilando. Nada de locuras de despedida de soltera, ¿entendiste?.
— Sí, lo sé. Eso solo lo hacía contigo.
— Y una cosa más... No regreses tan tarde, yo también te haré tu despedida de soltera.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro