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|𝟒𝟕| ➟ 𝐒𝐨𝐥𝐨 𝐓𝐮 𝐲 𝐘𝐨。

— Ya no más distractores — susurró Chaewon —, por unas horas solo seremos nosotras dos y nada podrá impedirlo.

La mayou colocó sus manos sobre la cadera de Minju y de un solo movimiento la hizo girar para ahora estar frente a frente. Ambas podían ver sus ojos demandantes y llenos de lujuria, llenos de amor contenido siendo liberado después de tanto tiempo.

Chaewon no quiso perder más tiempo y comenzó a devorar los labios de Minju, el primer contacto fue tan sorpresivo que las hizo estremecer, ambas había olvidado como se sentían los labios de la otra y volver a tener el sabor en su boca hizo que algo dentro de ellas comenzara a resurgir.

El beso se volvió intenso, eran breves los segundos que se separaban una de la otra para tener algo de aire y volver a conectar sus labios. Sus respiraciones se volvían pesadas y los jadeos eran los únicos sonidos dentro de toda la casa. Minju subió al mesón de su cocina y envolviendo sus piernas alrededor de Chaewon la acercó a su cuerpo.

Sintiéndose más confiada, Chaewon coló sus dos manos debajo de la blusa de Minju, llegando hasta el borde de su sostén, mientras sus lenguas estaban en una lucha intensa, sus manos se desvivían por acariciar cada parte de su cuerpo.

La ropa comenzó a estorbar y la primera prenda en salir fue la blusa de Minju que terminó sobre la mesa donde anteriormente estaban, ellas ni siquiera lo notaron, continuaron tocándose y besándose.

Chaewon acariciaba los pechos de Minju sobre su sostén, mientras la menor intentaba desabrochar los pantalones de Chaewon, las dos sabían dónde terminaría esto y ambas lo deseaban.

— V-Vamos a mi habitación

Ambas tuvieron que hacer un esfuerzo para utilizar sus bocas en algo que no fuera besarse, pero necesitaban cruzar palabras.

— ¿Dónde es tu habitación?

— Arriba, la primera puerta a la dere...

Minju no pudo terminar su frase cuando sus labios fueron poseídos nuevamente por Chaewon, y no solo iba a poseer sus labios sino también todo su cuerpo.

Minju aferró más sus piernas y sus brazos sobre Chaewon, ella levantó el cuerpo de la castaña y entre tropezones y choques, llegaron hasta las escaleras, estas iban a ser todo un reto.

Chaewon no podía más, su condición física y la necesidad entre sus piernas le impedía avanzar, lo único que quería ella y su cuerpo era poseer a Minju sin importar que fuera sobre las escaleras.

Se inclinó dejando a Minju recostada sobre los primeros escalones, ella recostó su cuerpo sobre el de la menor manteniendo su peso con sus dos manos a los lados. Chaewon atacaba el cuello de Minju hambrientamente, quería dejar una enorme marca sobre este, quería hacerla gemir hasta que quedara sin aire en sus pulmones y estaba a punto de lograrlo.

Minju no podía con tanta excitación, su pelvis se balanceaba esperando encontrar más contacto de Chaewon e inclinaba su cuello hacia atrás para darle más acceso a la boca de la mayor.

Pronto la camisa de Chaewon también salió volando dejándolas a las dos en las mismas condiciones, pero Chaewon no se quiso quedar atrás y logró colar una de sus manos entre el pantalón de Minju, encontrándose con una ropa interior muy húmeda.

A través de la tela comenzó a trazar pequeños círculos alrededor, la humedad cada vez era más intensa y Minju sentía que estaba a punto de morir, se mordía el labio con fuerza tratando de apaciguar sus gemidos pero poco le servía.

Trataba de seguir el ritmo de los dedos de Chaewon con su cadera pero era muy poca su paciencia. Con desesperación desabrochó sus pantalones y los bajó, dándole más movilidad a Chaewon.

— Chaewon, quiero que me toques.

— Lo estoy haciendo, cariño.

— Quiero que me toques más.

Chaewon entendió la indirecta y metió su mano entre la ropa interior de Minju.

Minju arqueó su espalda al sentir los dedos de Chaewon entrar en contacto directo con los labios de su vagina.

Chaewon no la penetraba simplemente disfrutaba masturbándola, le encantaba ver cómo su espalda se arqueaba, cómo cerraba sus ojos con fuerza y mordía su labios, le encantaba como reaccionaba ante su toque.

— Quiero más — dijo Minju mordiendo el labio inferior de Chaewon.

— Espera un poco.

Minju quería seguir hablándole pero toda aquella presión en su estómago y vientre le impedía pronunciar palabras coherentes y más cuando Chaewon ejercía más presión y aceleraba sus movimientos.

— He esperado año, por favor, no me hagas esperar más.

Recuperando sus fuerzas Chaewon volvió a levantarla en la misma posición en la que la había llevado hasta ahí.

Recordando las indicaciones de Minju, subió las escaleras. La desesperación y las ansias hacían que Minju pensara que quizás fue mala idea pedirle que la llevara a la habitación, ahora no le parecía mala idea hacer el amor en las escaleras.

Por fin llegaron a la habitación pero le había parecido una eternidad llegar hasta ahí, entraron sin la menor dificultad. Ninguna de las dos prestó atención a los detalles, simplemente siguieron con lo que estaban haciendo.

Con delicadeza, Chaewon colocó a Minju sobre la cama y se quedó de pie para quitarse sus pantalones mientras Minju le observa, ella no quiso perder el tiempo solo observando a Chaewon y sin decencia alguna se despojó de sus sostén frente a Chaewon, que al ver pasar el sostén a su lado subió lentamente la mirada que hasta hace poco estaba en sus pantalones y se encontró con los pechos de Minju desnudos justo frente a ella, invitándola a darles placer, el placer que ella también quería darles.

De un solo movimiento Chaewon se libró de sus pantalones y se recostó sobre Minju, asegurándose de quedar frente a frente. Su mano se encargó de atender los pechos de Minju mientras sus labios seguían jugando, luego de un beso apasionado, Chaewon trazó un camino con sus labios hasta el pecho de Minju.

Su primer movimiento fue besar la punta del pezón, pero la mano de Minju la empujó más hasta quedar sumergida entre los pechos. Chaewon se aventuró y comenzó a succionar el pecho de Minju, lo hacía como si de eso dependiera su vida.

Su boca se encarga del pecho de Minju mientras con su mano derecha seguía dando masturbándola.

— Te quiero abajo — dijo Minju jadeando y con su frente cubierta de sudor, ella sentía como estaba cerca del orgasmo pero quería más.

Chaewon, obediente a la solicitud, abandonó el pecho de Minju y bajó por todo su vientre dejando que su aliento acariciara la piel. Continúo hasta quedar frente a la área más necesitada de Minju y que pedía a gritos que la atendiera.

La mayor acarició los muslos de Minju que a pesar de todos estos años aún le seguían pareciendo una obra de arte. Después de acariciarlos besó ambos muslos para luego sujetarles fuertemente pero sin hacerle daño.

Se acercó hasta los pliegues húmedos de Minju dejando que su aliento fuera lo primero que llegara a ella, en respuesta la menor soltó un jadeo y toda su piel se erizo. Chaewon se burló un poco más quedándose en ese lugar con su cara a centímetros de poder cumplir con ella.

Y sin más preámbulo, su lengua hizo el primer contacto con los labios que estaban húmedos y desesperados.

Minju envolvió sus manos en el cabello de Chaewon haciendo más presión. La mayor comenzó a marcar un ritmo degustando cada parte de Minju, dejaba que su lengua recorriera cada parte de la intimidad y Minju le acompañaba moviendo su cadera.

Los jadeos se hicieron más fuertes y profundos parecía que Minju en cualquier momento colapsaría y viéndose más atrevida, Chaewon le penetró con la lengua. Con la ayuda de sus manos podía ir un poco más profundo y alzando un poco la vista podía ver y sentir cómo Minju se retorcía de placer, estaba a punto de llegar a su orgasmo y Chaewon con gusto se lo daría.

Precipitó el movimiento de su lengua y dejó de aferrarse a los muslos para así poder seguir complaciendo los pechos de Minju, ella aprovechó la oportunidad y envolvió sus piernas por los hombros de Chaewon y fue este movimiento lo que culminó todo.

Minju se vino fuertemente en la boca de Chaewon. La menor se aferraba al cabello de la pelicorto, mientras su cuerpo se convulsionaba al recibir tanto placer. Poco a poco el cuerpo de Minju se fue calmando y comenzó a recuperar la respiración.

Chaewon se encontraba recostada justo a su lado, ambas mirando al techo y esperando a que alguna de las dos dijera algo al respecto de todo lo que acaba de pasar.

Chaewon no dijo nada pero si se atrevió a tomar la mano de Minju y entrelazar sus dedos; esto podría parecer poco pero significa mucho para las dos, ya no solo era sexo, ya no se esconderían, ya no huirían.

Estaban agotadas y complemente sudadas, pero ahora estaban completamente aferradas una a la otra, era un abrazo cálido y lleno de amor.

— Chae...te amo — dijo Minju a punto de dormirse.

— Yo también te amo y jamás voy a tener suficiente de ti.

— Estoy agotada, parece que hubiera corrido dos maratones.

— Yo también estoy exhausta, será mejor que descansemos un rato.

— ¿Cuándo despierte...seguirás aquí?

— No voy ir a ningún lado, voy a quedarme aferrada a ti.

— ¿Lo prometes? — dijo Minju aún más somnolienta.

— Te lo prometo.

Ambas se quedaron dormidas aún abrazadas, esperando que cuando despertaran no se tratara de uno de esos sueños donde puede tomarse y cuando despiertas te das cuenta de que estas sola y tu realidad es aún más cruel de lo que era antes.

Pero no esta vez no sería así. Esta vez era realidad.

Minju fue la primera en despertar al escuchar el horrible sonido del teléfono de casa. Odió el día que se le ocurrió colocar uno en su habitación, haciendo un esfuerzo enorme alcanzó el teléfono y lo descolgó sin ver el identificador.

— ¿Hola?

— Minju, por fin contestas.

— Tzuyu, ¿qué pasa?

— Por tu tono de voz puedo deducir que estabas dormida y tuviste una tarde bastante entretenida, veo que ninguna de las dos pierde el tiempo.

— ¿Para eso me llamaste?.

— Hermanita, por si no lo recuerdas, tengo a cargo tu bendición, y solo te llamé para pedirte permiso de que se quede en mi casa.

¡Mierda, cómo pude olvidarme de Niki!

— No quiero causarte problemas, será mejor que vaya a recogerlo.

Minju intentó ponerse de pie pero Chaewon estaba aferrada fuertemente de su cintura.

— No te preocupes, él se la ha pasado jugando con mis hijos todo este tiempo y no creo que cause ningún problema. Él se porta muy bien, además así pueden aprovechar tú y Chaewon para ponerse al tanto, aunque creo que ya lo están haciendo.

— Que graciosa eres — dijo Minju con sarcasmo—, y gracias por cuidar de Niki.

— No te preocupes y ya no te quito más tiempo, disfruten del resto tarde y noche.

Minju estaba completamente sonrojada, pero estaba segura de que seguiría el consejo de su hermana, aún tenían más horas por delante.

Publique una nueva historia 2kim, por si gustan leerla ><

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