— Mamá, mamá apresúrate

— Ya voy, no te preocupes

— Apresúrate, ya va a llegar papá

— Niki, tranquilízate. ¿Te aseguraste de tener todo en tu mochila?

— Sí, ya revisé dos veces mami

Esta era la primera vez que pasaría navidad sin Niki, esta vez era el turno de Jaemin de pasar navidad con él en Seúl. Ya había pasado más de un año de que los dos nos separamos, y por una parte fue de lo más sencillo, los trámites fueron rápidos y aunque nuestras familias se desconcertaron con la noticia, la mayoría presentía que este día llegaría.

Pero la prensa siempre lo hacía difícil, ya teníamos bastante tiempo sin que ninguno de los dos estuviera directamente relacionado con el medio, y aún así la noticia del divorcio dió mucho de qué hablar y los chismes no fueron la excepción. Lo primero que se especuló fue infidelidad, no sé por qué siempre quieren hacer todo como en una telenovela.

Bueno, durante nuestro matrimonio sí le fuí infiel a Jaemin, pero ese no fue el motivo de nuestra separación.

El sonido del timbre inundó toda la casa e inmediatamente Niki corrió a la puerta, con algo de esfuerzo la abrió y se abalanzó a los brazos de Jaemin, quien tuvo que soportar el peso de Niki con una sola mano ya que con la otra sostenía un regalo.

— Vaya, no puedo creer lo grande que estás — dijo Jaemin.

Cuando él ya no logró sostener a Niki, lo bajó.

— Hola Minju.

— Hola Jaemin, pasa.

Jae entró y Niki corrió subiendo las escaleras, supongo que iba por algunas de sus cosas.

— Si quieres puedes sentarte mientras bajo las cosas de Niki

— No te preocupes, te ayudaré a bajar las cosas, él parece ansioso por irse.

— Me parece normal, no te ha visto en dos meses, bueno, por lo menos no físicamente.

— Sí, tienes razón.

Los dos llegamos hasta la habitación de Niki, donde él ya se encontraba tomando una mochila pequeña.

— Papá, ya tengo todo listo.

— ¿Entonces qué estamos esperando?. Despídete de mamá mientras yo subo tu equipaje al coche.

Jaemin bajó con las maletas en mano dejándome a solas con Niki.

— Pórtate bien y obedece a tu papá, no olvides llamarme todas las noches ni de lavar tus dientes.

— Está bien mami.

Él se acercó y me dió un abrazo.

— Te voy a extrañar — le dije dándole un beso en su frente.

— Yo también mami.

— Vamos, tu papá te está esperando.

Cuando salimos de la casa encontramos a Jaemin acomodando las cosas en el maletero. Niki entró al auto en la parte trasera e inmediatamente se colocó el cinturón de seguridad.

— Sabes que esto se va a complicar cuando termine su preescolar — dijo Jaemin lo suficientemente bajo para que Niki no escuchara.

— Sí, lo sé, pero aún no quiero pensar en eso.

— Te equivocas, creo que los dos debemos estar pensando en eso, la decisión que tomemos no debe ser algo a la ligera.

— Lo estaré pensando.

— Eso espero, nos vemos dentro de unas semanas.

— Adiós.

— Adiós.

Poco a poco el coche de Jaemin se fue alejando dejándome completamente sola.

Era la noche de la cena de navidad y con mucha melancolía fui en coche hasta la casa de mi abuela. No recuerdo la última vez que llegué sola a esta cena, no me duele estar sola sino estar separada de las personas que más quiero, tener a Niki tan lejos y a Chaewon tan cerca pero ahora algo intocable para mí.

La última vez que tuvimos una conversación fue la noche en que me negaba rotundamente nuestro encuentro en su despedida de soltera. Las demás veces que nos hemos topado solo hemos compartido un triste saludo que deja mucho que desear. La mayoría de mis familiares y algunos amigos pensaban que con la boda de Sohee y Chaewon yo estaría dando brincos de alegría, que ahora las dos seriamos más cercanas pero pocos conocían la triste verdad de las dos.

La casa de mi abuela como siempre era muy cálida. Mi papá, mi abuela, mis hermanos, sobrinos, tíos, primos, cada uno estaba ahí pasando una noche agradable, en compañía de una cena deliciosa a lado de los que más quieres.

Desde el sillón donde estaba sentada podía ver perfectamente a Sohee y Chaewon conversando animadamente con Jisung en uno de los rincones de la sala.

Yo no tenía muchos ánimos de hablar o de hacer algo, no solo era por estar tan cerca de Chaewon, eso me seguía doliendo como los mil demonios pero poco a poco me iba acostumbrando a ignorarnos mutuamente, lo que en verdad me entristecía era no poder estar cerca de Niki.

No quería arruinar la noche de nadie por lo que me paré y caminé hasta el patio trasero, apenas abrí la puerta, y de no ser por mi abrigo, el frío viento me hubiera congelado. Todo estaba inundado de nieve blanca y era difícil el tan solo caminar, lo único que pude hacer fue apartarme de la puerta.

Vaya, estoy cada vez más cerca de los treinta y he tomado más decisiones malas que buenas, esto en verdad es deprimente.

Mi vida sería un asco si no fuera por Niki, él ha sido lo que me mantiene cuerda, es quién alegra mi día. ¿Y si Jaemin quiere que se quede con él en Seúl? ¿O si él ya no quiere regresar?, ¿Cómo podría vivir con eso?

No, así no podría vivir.

Escuché como la puerta del patio volvió abrirse y cerrarse. Volteé a ver quién me haría compañía ahora.

— Hola.

— Hola.

Chaewon se paró a un metro de mí, y durante un largo minuto ninguna de las dos dijo nada, podía escuchar todo el ruido que se producía adentro de la casa.

— Está haciendo mucho frío — dijo frotando sus manos cubiertas por sus guantes.

— Sí, el clima de este año es más frío que los anteriores.

— Sí, así parece.

Volvió el silencio. En ningún momento hemos cruzado nuestra mirada, de vez en cuando miraba su perfil de reojo pero jamás sostenía mi mirada más de cinco segundos.

— ¿Y Niki?

— Viajó con Jaemin a Seúl, acordamos que este año pasaría estas fiestas con él.

— ¿Lo extrañas?

— Mucho.

— Por eso estás tan triste.

— Sí, jamás he estado tanto tiempo separada de él.

— Tal vez sea bueno para él estar un tiempo distanciado de ti y más cerca de su padre.

— ¿Qué estás tratando de insinuarme? ¿Acaso crees que no soy capaz de cuidar a mi hijo sola?

— ¡No! Yo no quise decir eso, perdón si así pareció... es solo que... perdón solo estoy diciendo tonterías.

— Perdón, creo que exageré.

— No, creo que sí dije las cosas mal, es que ahora todo es tan extraño.

—Sí, las cosas tienden a cambiar. Nunca nada se repite y nunca nada es igual.

— Sí, eso lo sé muy bien, pero jamás pensé que todo se tornaría tan extraño, al punto que ambas nos comportáramos como si nos acabáramos de conocer — dijo Chawon dando dos pasos más cerca de mí.

— Parece ser mejor así, ¿no lo crees?

— Me parece que fingir que apenas nos conocemos no es muy posible para ninguna, sobre todo cuando ambas nos conocemos mejor que nadie. Minju, me gustaría volver hacer tu amiga.

— No creo que sea posible, nuestra relación está muy quebrantada, está en un punto donde dudo que el daño sea reversible.

— Entonces hay que arreglarla. Ambas somos unas mujeres adultas, cerca, muy cerca de sus treinta. Me gustaría recuperar a mi amiga con la que pasé gran parte de mi vida.

No puedo Chaewon, aún es doloroso.

— Trataré de hacer lo posible, pero no te puedo prometer nada, Chaewon.

— No creo que lo posible sea suficiente.

— Entonces me pides mucho.

— De eso se trata la amistad, ¿no crees?

— ¿Te pasa algo?

— No, ¿por qué lo dices?.

— Porque apenas ayer fingías que yo no existía y hoy llegas como si nada y me pides reentablar nuestra vieja amistad.

— Creo que me dí cuenta que me estoy volviendo vieja y con eso entendí que no puedo seguir viviendo como si tuviera toda mi vida para arreglar cada uno de mis errores.

— Bueno, creo que acabas de sufrir una crisis por la edad, te doy la bienvenida al grupo.

Ambas hicimos una pausa, pero ahora este silencio era algo cómodo y reconfortante, era como si algo del peso de mis hombros fuera quitado, pero aún quedaba algo.

— ¿Qué sabes de Yuri y Yena? ¿Ya lograron adoptar? — le pregunté.

— Por lo que sé, ya habían autorizado, pero hasta dentro de un mes podrán llevar a la niña a casa.

— Por fin, las hicieron esperar mucho.

— Todos pensamos que sería más fácil por los tiempos en los que estamos, pero bueno hasta para una pareja hetero es difícil adoptar.

— Tienes razón... ¿Tú y Sohee han pensado en adoptar?

¡Mierda Minju, qué rayos acabas de decir!

— No, antes lo pensábamos pero queremos estabilizar un poco las cosas antes.

En fin, desde ahora publicare un capitulo por día.