Estaba otra vez encerrada en el auto, por ahora mi escondite, mi refugio, en verdad no puedo creer que haya pasado esto. Mi maquillaje, mi peinado, toda mi apariencia y mi vida es un desastre. No puede ser que esté viviendo de esta manera.

No quería volver a la fiesta, simplemente no podía, sería demasiado. No tengo el suficiente control como para regresar y que al verlas juntas no me derrumbe frente a todos los invitados.

— ¿Por qué?

Me recosté en el sillón intentando imaginar que sería de cada una de nosotras los años siguientes. Es más que obvio que nos veremos en las reuniones familiares, tendré que soportar verlas juntas, restregando en mi rostro como ellas lograron tener un matrimonio exitoso. Más adelante tendrán familia, seguramente Chaewon será una madre excelente al igual que Sohee, ambas siempre han sido tan buenas con los niños, no como yo que si no hubiera sido por Tzuyu, el pobre de Niki hubiera sufrido un infierno.

Sí, tendré que vivir con eso y mucho más, y solo me pregunto si alguna vez el dolor que comprime mi pecho cesará o simplemente algún día disminuirá un poco su intensidad.

Alguien golpeó el vidrio de la puerta del auto y al voltear estaba Jaemin frente mío esperando a que le abriera la puerta. No quería hablar con él, no quería hablar con nadie, pero ambos necesitamos muchas explicaciones.

Resignada abrí la puerta, pero me quedé sentada.

— Sabes que tarde o temprano tendrás que salir de ahí.

— Pues espero que sea más tarde.

— Minju, no te enfades conmigo, tú y yo sabemos muy bien que lo que pretendías hacer iba acabar muy, muy mal. Sé muy bien lo que ha pasado entre ustedes estos últimos años, sé que lo que han tenido es algo muy íntimo y que quizás ambas aún tienen sentimientos muy fuertes una por la otra y va mucho más allá de la amistad, pero en este momento estoy seguro, no sé por qué, pero Chaewon en verdad quería casarse.

— ¿Cómo sabes lo que pasó entre nosotras? ¿Quién te lo contó? ¿Fue ella?

— Tranquila... todo lo que sé fue porque en primer lugar fueron demasiado obvias y en segundo porque no soy idiota.

— ¿Qué es lo que sabes?

— Bueno que cuando ambos nos peleamos y te mudaste un tiempo con ella, tú y ella se hicieron amantes y bueno supongo que después todo se terminó con el embarazo. Debo admitir que cuando regresaste el maquillaje en tu cuello ayudó mucho, pero logré ver las marcas, al principio solo tenía la idea descabellada de que quizás Chaewon y tú hubieran tenido una noche loca, pero después mis sospechas se hicieron más fuertes y el día que lo confirmé fue cuando ella estaba en la casa y tú insistías en que saliéramos desde que puse un pie dentro de esta.

— ¿Cómo sabías que ella estaba adentro de la casa?

— Su auto estaba estacionado a dos calles de nuestra casa, tenías marcas en el cuello, tu rostro estaba llena de sudor y días antes te había escuchado hablar con ella por teléfono. Fueron muchas cosas las que te delataban y yo ignoraba como cada vez que me decías que ibas a visitarla regresabas con un rostro que tenía escrito "Acabo de tener el mejor sexo de mi vida" y cuando hablabas con ella por teléfono o te llegaban sus mensajes tu cara decía "Estoy perdida y locamente enamorada".

— ¿Y por qué no me dijiste nada?

— Pensaba hacerlo, quería pedirte el divorcio. No pretendía hacer un escándalo yo sabía que nuestro matrimonio no funcionaba y a esa altura estaba convencido que tus sentimientos hacia Chaewon no era solo amistosos o de hermandad, pero después pasó lo del embarazo y me acobardé, creía que lo mejor para Niki sería que sus padres estuvieran juntos, pero ahora ya no estoy tan convencido de eso.

— Yo también pensaba que era lo mejor para él, pero creo que le haríamos más daño si él solo viera que sus padres en verdad no se aman.

— Y que los dos son desdichados.

— ¿Y ahora qué vamos hacer? — le dije aunque ambos sabíamos la respuesta.

— Lo mejor será divorciarnos, ¿no crees?

— Sí, eso es lo mejor, pero creo que debemos esperar un tiempo para decirle a mi familia, por lo menos para que puedan disfrutar de la boda.

— Yo le diré a mi familia, aunque supongo que están al tanto de que nuestra relación nunca fue la mejor.

Ambos nos quedamos callados, solo se escuchaban algunas ráfagas de viento que amenazaban con hacerse más fuertes.

— Minju.

Yo fijé mi vista otra vez en él y terminó abrazándome fuertemente.

— Sé que duele, llora ahora todo lo que quieras.

Traté de reprimirlo, pero no pude, la tristeza y frustración lograron vencer a mi orgullo y terminé llorando en el hombro de Jaemin, en pocos segundos podía sentir la humedad en la hombrera de su saco.

Quería que todo esto fuera una horrible pesadilla, y que cuando despertara estuviera junto a Chaewon, que ella me abrazara y me consolara entre sus brazos para finalmente hacerme el amor y me hiciera olvidarme de este horrible momento, que me llevara a ese lugar de amor y placer donde solo nosotras dos podemos entrar.

Una fuerte ráfaga de viento me regresó a la horrible realidad, me aparté de Jaemin y limpié con el dorso de mi mano las lágrimas que aún resbalaban en mis mejillas.

— Será mejor que entres. Niki se asustará sino ve a ninguno de los dos.

— Te aseguro que está muy entretenido jugando con sus primos... ¿Estás segura de que estás bien?

— No, no estoy bien, pero creo que puedo soportarlo por lo menos por unas horas.

Sí, solo podre soportarlo por unas horas, lástima que esto se extiende mas.

— Te espero adentro.

— Sí, arreglaré mi desastre de maquillaje y trataré de hacer lo mismo con mi cabello.

— No hagas ninguna locura.

— No lo haré.

Jaemin caminó hasta que poco a poco su figura se fue perdiendo con la distancia. Regresé al coche a intentar arreglarme para volver.

-Chaewon-

Estaba completamente nerviosa, el corazón se me quería salir del pecho por lo fuerte que latía y mis manos parecían ser un manantial de lo sudorosas que estaban, pero era algo normal supongo, estoy a punto de casarme y el hecho de saber eso empeora las cosas.

No puedo engañarme, aún dentro de mí está ese rastro de duda sobre si estoy haciendo lo correcto, si en verdad esto es lo que quiero. He tomado muchas malas decisiones en mi vida y no quiero que esta sea una de ellas.

Llevo días sin poderme sacar a Minju de la cabeza, quizás sea porque le hice la peor de las canalladas, fue una bajeza de mi parte. Le negué en su cara lo que había pasado entre las dos en mi despedida de soltera haciéndola quedar como una mentirosa para finalmente aceptarlo en un mensaje como una cobarde.

Pero también estaba en un dilema, no podía aceptarlo frente a ella no solo por mi cobardía sino también porque realmente no sabía lo que había pasado conmigo esa noche. Una gran parte de mi quería culpar al alcohol, pero no podía engañarme, sabía que era algo más.

Quizás quería hacerle lo que una vez ella me hizo, o tal vez solo quería cometer mi locura de despedida de soltera o no lo sé.

Llegó la hora de la ceremonia y todo parecía ir tan rápido, cada vez faltaba menos para dar el sí y había una enorme guerra dentro de mi cabeza, no sé por qué habría de haberla, lo he dicho y me lo vuelvo a repetir así deben ser las cosas, quiero a Sohee. No hay por qué dudar.

Por fin la jueza comenzó por preguntarle a ella que sin pensarlo dio un sí rotundo, ahora la atención de todos estaba sobre mí cuando la jueza comenzó hacerme la misma pregunta, sentía como si de pronto una enorme piedra estuviera sobre mis hombros.

Pero con la misma seguridad que contestó Sohee, contesté yo con un sí. Pero aún faltaba más, esta era la parte donde había tensión sobre todo en lo invitados, ahora es cuando la jueza pregunta a la audiencia si hay algún impedimento. Lo primero que vino a mi mente fue a Minju intentando detener la boda. ¿Sería capaz de hacerlo? ¿Cómo reaccionaría si lo hiciera?.. Seguiría con la boda sin importar qué, casarme con Sohee es lo que quiero.

Una oleada de recuerdo invadió mi mente. Fue tan claro, fue justo cuando yo intenté detener su boda y fracasé como la peor de los miserables, en ese momento no me importó nada más que la loca fantasía de que quizás pudiera al final del día reclamar a Minju como mía y solo mía.

Me pregunto si Minju estará pasando por lo mismo.

Ese día fue uno de los peores de mi vida, mi corazón estaba completamente desecho, era un desastre y me aterra el pensar que quizás ella esté pasando por lo mismo.

Hubo un momento de absoluto silencio que terminó por la voz de la jueza concluyendo la ceremonia, inmediatamente todos solicitaron un beso al que no pude negarme aún cuando no era fanática de las muestras de amor en público, pero era mi boda y en una boda los besos son totalmente normales.

-Minju-

Cuando tuve el valor de volver a la fiesta traté de caminar lo más rápido posible y evitar a la mayor cantidad de personas.

— Minju, por fin te encuentro — dijo mi papá tomándome del brazo— ¿Dónde estabas?

— Tuve que ir por unas cosas al auto.

— ¿Pues qué buscabas que tardaste dos horas?...Bueno no importa. Ven, queremos sacarnos una foto de nuestra familia con Sohee y Chaewon, también deberías de sacar una con Jaemin, Niki y tú.

Claro papá, quiero tener una foto de la boda de Chaewon en mi casa para poder verla todo los días y recordar que no soy yo la que está con ella y que por más que lo intente jamás estaremos juntas.

-Chaewon-

Esto es todo, ya no hay vuelta atrás, nuestras vidas por fin tomaron el lugar que corresponde.

El padre de Sohee llamó la atención de todos los invitados pidiendo un brindis por nosotras, la nueva pareja.

— Por Sohee y Chaewon, que este día es el comienzo de toda una vida juntas.

Bebí de mi copa junto a ella, hasta el fondo y al bajar mi copa, por primera vez en toda la fiesta crucé mirada con Minju, que se encontraba a una mesa de distancia de la mía.

Fueron esos ojos castaños tan profundos y llenos de tristeza los que se incrustaron en mi corazón, casi podía trasmitirme todo eso que ella sentía. Pero esto es todo. No había vuelta atrás.