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|𝟑𝟓| ➟ 𝐋𝐚 𝐃𝐞𝐬𝐩𝐞𝐝𝐢𝐝𝐚 𝐃𝐞 𝐒𝐨𝐥𝐭𝐞𝐫𝐚。

Vi a Chaewon alejarse y en ningún momento volvió su vista a atrás. ¿En verdad esto era todo? ¿Así es como acabaría?

No era posible que un sentimiento tan hermoso, algo tan profundo termine de esta manera tan seca, tan terrible. Me niego a creer que esto es todo entre Chaewon y yo.

Pero creo que fueron suficientes emociones por hoy necesito que todo este asunto se enfrie y entonces debo actuar. Tal vez parezca ser la peor persona por hacerle esto a Chaewon y a Sohee, pero ya no quiero desperdiciar más años de mi vida, no quiero estar más tiempo sin estar a su lado. Sé que ella aún me ama, lo sé y lo puedo sentir, tal vez sus palabras me digan todo lo contrario pero lo que he aprendido en este tiempo es que la vida no es de palabras, sino de acciones.

Por las circunstancias muchos pensaran que estoy equivocada y a ellos solo les diría que somos nosotras dos las únicas que podemos sentirlo, que al mirarnos podemos notar ese algo en nuestros ojos que jamás puede verse en otra circunstancia y situación. El resto del mundo solo es un espectador, creo que lo que han visto en una milésima parte de lo que en verdad pasa y siento dentro de mí.

Durante la boda fueron pocas las veces que logré verla nuevamente. La seguía con la mirada pero aun así ella lograba escabullirse entre los invitados. Pasaron varios días y al despertar un lunes me topé con la noticia de que Chaewon anunciaba su retiro del medio artístico, mi corazón se contristó al leer la noticia completa y de cómo su último concierto sería llevado a cabo dentro de dos semanas en Seúl, el comunicado no tenía más especificaciones y como era de esperarse, tampoco mencionó nada de la boda.

Sabía que su boda sería completamente privada y secreta, pero me parece algo imposible tener un matrimonio a escondidas, sobre todo cuando vives en Japón; este lugar la conoce perfectamente, no dudo de que pronto las revistas estén llenas de fotografías de ella y Sohee. Claro, otra manera de añadir más sal a la herida.

Esa misma tarde, la mayoría de mi familia acordó ir a ver el último concierto de Chae, todos en la casa estaban emocionados, incluso la abuela había comenzado hacer su maleta, a mis tíos y a Sohee era casi imposible encontrarlos siempre iban de un lugar a otro; querían dejar todo listo antes de su partida, aun cuando había contratado una planificadora ellos querían estar involucrados.

La boda estaba a la vuelta de la esquina y parecía que no había nada que lo impidiera, cada vez eran menos mis esperanzas.

Yena y Yuri se encargaron de organizar una despedida de soltera para Chaewon, todo se llevaría a cabo en Corea. Aún me encontraba indecisa si me atrevería a pararme en la despedida de soltera o aún peor si tendría el valor de pararme en la boda y escuchar cómo pronunciarán sus votos de amor, esos mismos que yo también pronuncié y creo que también destrozaron el corazón de Chaewon.

La semana pasaba cada vez más rápido, parece que el tiempo siempre te va a llevar la contraria, cuando quieres que avance rápido este se hace más lento y viceversa.

Ahora estábamos tomando un avión que nos llevaría directo a Seúl. Sentía el corazón en la garganta, era como si cada paso que diera, cada respiración, cada parpadeo, acortara el tiempo que restaba para la boda. Eso era lo único que pasaba por mi cabeza todo el tiempo y cuesta admitirlo, pero estoy aterrada.

Apenas y subimos al avión, Jaemin y Niki cayeron a dormir, y creo que así es mejor, el viaje es algo largo y espero en verdad que así sea, aún no tengo las agallas para estar frente a Chaewon.

Pero por más que quisiera detener el tiempo llegamos a Seúl, era de madrugada y había pocas personas y ahí Chaewon estaba esperándonos. Se veía cansada, podía notar las ojeras debajo de sus ojos.

Supongo que estos días han sido muy pesados para ella, el tener un concierto en solitario es muy cansado. Ella comenzó ayudar a Sohee con sus maletas y apenas hubo un pequeño contacto de sus ojos con los míos, apenas fueron unos segundos cuando ella apartó su mirada con enfado.

— Vamos Minju, no te quedes ahí parada — dijo mi padre tomando una de mis maletas y ayudándome a llevarla— ¿Qué pasa? Te he notado algo perdida en tus pensamientos.

— No es nada, solo que es algo raro toda esta situación.

— ¿Qué situación?... ¿Te refieres a la boda de Sohee y Chaewon?

La vergüenza inundó mis mejillas con un color rojizo, bajé mi rostro un poco y asentí.

— Bueno, no sé qué se te hace raro. Chaewon y tú siempre se llevaron muy bien, creo que deberías estar saltando de alegría porque se convertirán en familia.

— Papá, creo que no lo entenderías.

Más bien te asustaría saber lo que siento.

— Bueno, entonces explícame.

— Dejémoslo así.

— Está bien, solo porque estoy cansado dejaré de insistirte. ¿Qué tal van los preparativos para la despedida de soltera?

— No sé muy bien. Las que se encargaron de eso fueron Yena y Yuri, ambas están muy emocionadas, sobre todo porque la despedida será aquí en Corea.

— Hay que apurarnos antes de que nos dejen — dijo mi padre acelerando el paso.

Al ver las calles de Seúl me dí cuenta que tenía varios años sin venir. Las últimas veces, Jaemin había venido solo a visitar a su familia, ambos ponemos como excusa que algunas cosas de mi trabajo me impiden viajar, algunas cosas nunca cambian y otras lo hacen radicalmente.

Lo que nunca cambia es el ver toda esta ciudad y que inevitablemente mi mente se inunde de recuerdos, recuerdos que en su mayoría son agradables y me llenan de nostalgia, logrando que derramara algunas lágrimas, me era inevitable. Dí gracias que todos ya estaban dormidos dentro de la camioneta.

Los dos días siguientes fueron monótonos o más bien yo quise que así fueran, casi no quería salir del hotel donde nos hospedábamos, pero el día del concierto fue inevitable no salir y llegar hasta ahí, que desde que empezó hasta el final derramé lágrimas, era justo el momento en que veías como alguien grande en la música se retiraba, alguien con quien llegué a compartir tantas canciones, escenarios y una importante parte de mi vida la pasé con ella.

Cada canción trataba de corearla mientras ella la cantaba, pero el nudo que se formaba en mi garganta cada vez me impedía el seguir hasta que la canción terminara.

El concierto llegó a su fin y toda la familia fue llevada por seguridad al camerino de Chaewon. Cuando caminábamos por el pasillo me encontré con el resto de las chicas que también esperaban ver a Chaewon.

Yena sostenía una enorme caja de regalo.

Cuando Chaewon abrió la puerta del camerino todas las personas que nos encontrábamos en el pasillo nos cargamos de melancolía. La primera en abrazarla fue Sohee, que no se avergonzó de besarla en los labios frente a todos nosotros, poco a poco todos se acercaron a dar un abrazo a Chaewon. Cuando, inevitablemente, llegó mi turno, intenté disimular la incomodidad que existía entre las dos.

— ¿Estás lista para la despedida de soltera de mañana? — me dijo Yuru mientras terminaban los abrazos.

— Por supuesto, siempre he estado preparada.

— A Minju no hay que preguntarle esas cosas, solo menciona el alcohol y ella estará presente — dijo Sakura riéndose

— Por supuesto que no, admito que muchas de las veces me he pasado de copas, pero no es para tanto.

— Solo no te vayas a poner como en mi despedida de soltera — dijo Yuri

— ¡Yah! Basta chicas, les prometo que me comportaré.

— Solo estamos bromeando Minju, en una despedida de soltera se hace de todo menos comportarse — dijo Sakura dándome una palmada.

— Por cierto el lugar que alquilamos tiene habitaciones para que podamos permanecer ahí toda la noche, así que dile a Jaemin que no te espere despierto

— No creo que vaya a ser necesario que me quede.

— Minju, no te vayas atrever a irte temprano porque sino yo misma te mato. Se supone que es la despedida de soltera de Chaewon, era la que pensábamos que jamás sentaría cabeza.

— No puedo prometerles nada.

— Con eso me conformo.

Estaba a punto de salir de entre todas las personas que aún seguían abrazando a Chaewon, cuando una mano me detuvo.

— Minju, ¿que acaso ya no vas a saludarme? — dijo la madre de Chaewon.

Al verla después de todo este tiempo no pude evitar abrazarla fuertemente. Era la Sra.Kim, la única mujer que me hizo sentir otra vez el calor de una madre y el volverla abrazar después de todo este tiempo, me hacía sentir reconfortada.

— Pero mírate nada más, eres toda una mujer. Hace tanto que no te veía, incluso a Chaewon rara vez la veo, ¿puedes creer eso?

— Así siempre ha sido con Chae, a pesar de todos estos años ella jamás cambia, solo hay que ver su altura para comprobarlo.

— Pobre de mi niña, nunca creció más. Bueno, me tengo que ir, pero creo que nos estaremos viendo mucho.

— ¿Cuándo parten a Japón?

— Esperamos que en tres días.

— A todos no queda un largo viaje.

— Así es querida.

Era inevitable no estar aquí, justo frente al bar. No quería estar aquí. Odiaba el hecho de estar aquí, odiaba el hecho de que Chaewon se fuera a casar.

— ¿Qué esperas? Hay que entrar — dijo Hyewon jalándome del brazo.

La música retumbaba por todas la paredes del establecimiento, apenas y podía ver lo que pasaba dentro, solo había una luz tenue de color verde. Había algunas mujeres en la pista bailando, eran pocas pero por el espacio reducido casi no se notaba.

— ¡¿Puedes ver a alguna?! — gritó Hyewon para poder percibir su voz de entre la música.

— Tal vez en la barra.

Caminamos entre las mujeres que charlaban con un copa o bailaban. Era difícil llegar a la barra, no por la multitud o por el espacio, sino porque tenía que saludar a casi todas las mujeres, de la mayoría apenas y recordaba sus nombres, y algunas experiencias pasadas.

Nos acercamos a la barra y logramos ver a Chaeyeon junto con Eunbi. Nos acercamos y ambas nos entregaron una copa.

— ¡Vaya fiesta. Esta vez Yuri y Yena se lucieron! — dijo Eunbi acabando su bebida de un solo trago.

— ¡¿Por qué llegaron tan tarde?! — dijo Chaeyeon

— ¡Eso es porque Minju tardó una eternidad para acabarse de arreglar! — contestó Hyewon y yo imité la acción de Eunbi terminando mi bebida de un solo trago.

— Vaya, parece que todas quieren noquearse con la bebida. — bromeó Chaeyeon — Desde que empezó la fiesta ninguna ha parado de beber, incluso creo que Yuri y Yena ya pasaron a la ronda de la cama.

— Ese par de calientes — dije tomando otra copa.

Sakura se acercó junto a Nako, esta última ya en un estado algo dudoso.

— Vaya, que calor hace aquí, pero que fiesta.

— ¿Alguien ha visto a Chaewon? — preguntó Nako.

— Me parece que fue al baño. Creo que se tomó muy en serio lo de la despedida de soltera y ha bebido como jamás la había visto — dijo Eunbi

— Seguro que ahora está vaciando su estómago — supuso Hyewon

— Yo no sé ustedes, pero yo voy a bailar — dijo Sakura. Ella, Eunbi y Hyewon se fueron perdiendo lentamente en la pista.

— Oye Minju, no te excedas con la bebida, acabas de llegar y llevas como cuatro tragos — habló Chaeyeon

— No pasa nada Chaeyeon, estamos divirtiéndonos, además solo llevo tres.

— Sì, pero llevas apenas cinco minutos aquí.

— Mira, no te preocupes. Ten — le entrego un trago— hay que beber juntas. Hay que darle también a Nako

— No creo que ella necesite otro trago, a menos que quieras que se desmaye.

Nako estaba recostada sobre la barra y comenzaba a murmurar cosas incoherentes. Yo seguía bebiendo sin parar, poco me importaba lo que me decía Chaeyeon, además si iba a estar aquí, por lo menos me divertiría inconscientemente, quería llevar a mi mente a ese estado no pensante que solo el alcohol y Chaewon podían lograr, y si no podía tener a Chaewon entonces tendría al alcohol.

Poco a poco las copas se iban vaciando así como mi sentido común. Terminé caminando hasta la pista de baile y comencé a moverme sin siquiera saber si mis pasos seguían el ritmo de la canción. La intensidad iba subiendo poco a poco, el tiempo avanzaba y luego de un par de canciones sentí como alguien rodeaba mi cintura con sus brazos.

El calor que sentía mi cuerpo era algo inigualable, era como si mi instinto animal tomara control sobre mí. Comencé a moverme junto con los brazos que seguían aferrándose a mi cintura, poco a poco me acerqué hasta que mi trasero estaba pegado junto a su parte íntima. La humedad entre mis piernas crecía cada vez que ella rozaba su centro contra mí.

— Vamos a una habitación — susurró Chaewon en mi oído.

Yo no contesté, la tomé del brazo y la arrastré hasta la parte trasera, seguimos por un pasillo totalmente oscuro hasta llegar a la última habitación. Entramos y cerré la puerta. Tomé el dobladillo de mi blusa y la saqué de mi cuerpo dejando mi torso cubierto con solo mi sostén.

Lo siguiente fue una colisión de besos. Ella me besaba con locura, recorría cada centímetro de mi boca con su lengua y lo hacía con maestría. Sin el mínimo pudor tocaba mis pechos, el sabor del alcohol se mezclaba en nuestras bocas y me embriagaba cada vez más. Ella comenzó a besar mis mejillas y trazó un camino hasta descender a mi cuello. Ella, y solo ella sabía el lugar correcto para lamer, besar y chupar. Gemía y gemía solo para ella.

Todo mi cuerpo temblaba y parecía que estaba al borde del orgasmo, solo besos y caricias le bastaban a mi cuerpo para llegar al límite.

Ella apartó sus labios y sus manos de mí solo para poder quitar su camisa, yo aproveché para quitar mis pantalones y quedar solo en ropa interior. Ella volvió a abrazar mi cuerpo con posesión, acercó su nariz a mi cuello y aspiraba muchas veces, acariciaba este con su nariz y su aliento me provocaba cosquillas, sus caderas se mecían sobre las mías o quizás era al revés.

Esto cada vez era más y más caliente, llegamos a la cama y para ese entonces ninguna tenía alguna prenda que pudiera cubrirnos. Ella con rapidez colocó su cabeza entre mis piernas, y como dije antes, ella era la única que sabía donde lamer, besar y chupar.

— C-Chaewon... Ah, ah.

Ella me volvía loca, mi cuerpo se estremecía cada vez que su lengua entraba y salía de mi vagina. Mi cuerpo estaba cerca del orgasmo y ella lo sabía. Justo antes de que pudiera terminar, ella se alejó de mi dejándome en un estado tortuoso.

— Por favor Chaewon, te necesito, no me dejes así, tócame otra vez.

— ¿Eso es lo que quieres?

— Sí, hazme tuya.

Ella subió sobre mí y comenzó a besar mis pechos, lamía alrededor de mi pezón para después besarlo y succionar de él. Yo apretaba más su cabeza contra mi pecho, estiraba su cabello cada vez que la excitación me era difícil de controlar.

En mi vientre ya no había mariposas en este momento lo que tenía era un incendio.

— Yo también te necesito Minju.

Mi mente no lograba tener una idea coherente de lo que estaba pasando, lo único que funcionaba era mi cuerpo cargado de lujuria. Toda esta lujuria que estuve guardando solo para Chaewon.

Ella abrazaba mi cuerpo de una manera impresionante, era tan fuerte su agarre que sería imposible que nos separaban. Entre nuestros cuerpos ella coló su mano entre nuestros vientres, ella me acariciaba subiendo y bajando su mano desde mis senos hasta la parte más baja de mi vientre, cada vez hacia estos recorridos más lentos y se acercaba a mi entrada que gritaba por su penetración.

— Ya... no puedo más... por favor Chaewon.

Mi tortura era su regocijo y parece que ella quiere que llegue hasta mi límite de desesperación.

— Solo un poco más y tendremos lo que ambas queremos — susurró dejando su aliento excesivamente caliente sobre mi oído.

Su mano llegó hasta mi vagina que estaba completamente húmeda y con breves caricias comenzó a masturbarme. Mis caderas se balanceaban contra su mano en busca de más contacto y por más que rogaba, ella seguía burladose y dejando solo caricias.

—Chaewon... aahh

Finalmente respondiendo a mis súplicas, ella deslizó sus dedos dentro de mí con gran facilidad. Mi interior se adaptó a sus dedos y ella comenzó a entrar y salir con un ritmo constante, mis caderas querían seguir su ritmo pero cuando aceleró se me fue imposible. Una enorme presión en mi vientre me aviso que estaba cerca, que solo bastaban unos cuantos empujes y terminaría corriéndome en su mano, pero Chaewon tenía otros planes.

Sacó su dedos y los sustituyó con su boca, y solo bastó ese instante para que terminara en su boca. Todo mi cuerpo temblaba y desde hace muchos años que no me sentía de esta manera, tan deseada, tan satisfecha.

Ella recostó su cuerpo desnudo contra el mío, podía sentir su sudor mezclándose con el mío. Me encantaría permanecer así por mucho, mucho tiempo, me encantaba sentir su cuerpo contra el mío.

El silencio llenó la habitación, nuestra respiración había vuelto a la normalidad y todo parecía completamente calmado. Chaewon no se movía y mucho menos parecía que quisiera hablar. ¿Estará dormida?

Intenté moverme para recostarla a mi lado, pero ella reaccionó y se aferró a mis caderas. Su repentina acción me asustó pero no podía negar que amaba que se aferrara tanto a mi cuerpo.

Me quede así disfrutando el momento, pero ella comenzó a balancear sus caderas provocando que nuestros centros chocaran. Un pequeño gemido se escapó de mi boca, más ella continuó con su labor.

Finalmente alzó su mirada y pude ver esos ojos llenos de lujuria y posesión. Aceleró su balanceo y cada vez eran más duros e intensos. Abracé su torso con mis piernas y mis brazos rodearon su cuello incitando a un contacto más profundo. Mi cuerpo y el suyo comenzaron a temblar provocando que una ola de placer me invadiera todo el cuerpo.

Llegué al orgasmo junto con un enorme gemido, Chaewon siguió balanceándose alargando mi orgasmo y provocando el suyo.

El sonido constante de alguien caminando por el pasillo me hizo despertar para después de tomar conciencia y darme cuenta que no estaba en mi casa o en algún lugar conocido.

¡Mierda! ¡¿Dónde estoy?!

Mi cerebro comienza a funcionar causándome un espantoso dolor de cabeza y fue durante esa agonía que recordé que me encontraba en una de las habitaciones del bar donde fue la despedida de soltera de Chaewon.

¡Chaewon!

Quito la sabana y me encuentro con mi cuerpo completamente vestido. ¿Estoy vestida?. pero anoche... anoche...Chaewon y yo...¿qué rayos pasó?.

Me senté al borde de la cama y traté de aclarar mi mente, me aterraba pensar que todo fue un sueño y también me aterraba el pensar que me atreví a meterme con la prometida de Sohee.

Quizás si no tuviera este dolor de cabeza, este ardor y dolor entre mis piernas lograría pensar mejor. Espera.. me levanté de la cama y con molestia al caminar, llegué hasta el espejo. Me revisé de arriba a abajo y pude notar todas esas marcas en mi cuello. Ahora era evidente que anoche había tenido actividad sexual. Pero ahora tenía más preguntas que respuestas. ¿Por qué estaba vestida? ¿Dónde estaba Chaewon? ¿Cómo reaccionaré cuando esté frente a ella? ¿Qué va a pasar ahora entre las dos? ¿Solo fui una aventura de despedida de soltera o solo por anoche dejó salir todos sus sentimientos?

Mi celular comenzó a sonar, alguien me estaba llamando. Inspeccionaba toda la habitación tratando de encontrarlo. Estaba en la mesa de noche y la persona que llamaba era Jaemin.

— Minju, por fin contestas. ¿Dónde estás?

— Estoy en el bar de anoche.

— ¿Aún sigues ahí?. Tienes que apresurarte nuestro vuelo sale en tres horas.

— Mierda, lo había olvidado. Voy en camino.

— Espe...

Colgué y salí casi corriendo del establecimiento. El personal de limpieza me miraba algo extraño pero no me detuve.

Llegué en taxi al hotel donde toda mi familia estaba hospedada, y justo antes de entrar me detuve, vi mi reflejo en la puerta de entrada. Vaya, me veo terrible y debo apestar peor que un drenaje, traté de acomodar mi cabello usando mi mano pero poco pude hacer para mejorar mi imagen. Dí un largo suspiro y con ayuda de un botones entre al hotel.

Para mi mala suerte me encontré con Sohee y sus papás en recepción.

— Minju, por dios, ¿qué te paso? —dijo mi tía.

— Nada serio, digamos que tuve una noche agitada.

— Creo que la despedida de soltera de Chae se extendió más de lo esperado — dijo Sohee

Justo antes de que mi tío hiciera algún comentario desagradable quería que la tierra me tragara de un solo bocado. Chaewon estaba saliendo de uno de los ascensores y se dirigía justo a donde estaba.

— Vaya, Minju, ¿qué te ha pasado?

Tuve una noche salvaje contigo, eso pasó.

— Creo que se le pasaron las copas a mi sobrina — dijo mi tío.

— Algo así.

— Pensé que esta vez no tomarías tanto, pero bueno, era una despedida de soltera — dijo Chaewon aferrándose a la cintura de Sohee.

Sí, la abrazaba justo frente a mí; casi de la misma forma que me abrazaba anoche, la abraza ahora a ella.

Y para colmo hablaba conmigo como si anoche no hubiera pasado nada. Me tenía que ir, no habí terminado de empacar. Me marché furiosa de ahí, no podía soportar toda esta locura.

Hace algunas horas se aferraba a mi cuerpo como si fuera su oxígeno y ahora parece que nada de eso importa.

El viaje en avión fue espantoso, apenas y pude dormir, eran todas esas imágenes de la noche anterior, era todo lo que estaba por pasar. Todos dormían cómodamente en sus asientos mientras yo tenía una batalla interior sobre qué hacer. Había muchas ideas locas en mi cabeza, enfrentar a Chaewon era la que me parecía más lógica.

La más descabellada y mi último recurso era impedir la boda, en mi imaginación todo terminaba bien, ambas nos fugábamos y por fin terminábamos juntas, pero como lo dije antes, solo era mi imaginación.

Terminé recostándome y mirar fijamente el techo esperando que el cansancio hiciera su trabajo pero ya lo había intentado de todo y nada funcionaba. ¿Cómo fue que terminé así?

Cuando aterrizamos era de noche y todos fueron directo a sus casas, solo quedaba un día para la boda y mañana todos estarían dando los últimos toques a los preparativos de la boda. Se supone que mañana al atardecer habría un último ensayo, al cual yo no asistiría, suficiente tengo con tener que ir a la boda.

Cuando llegamos a casa, Jaemin, él fue directo a la cama y yo le di un baño a Niki para después llevarlo hasta su cama y esperé hasta que se quedara dormido.

Salí un momento al patio trasero quería que mis pulmones se llenaran de aire puro, quizás con mi cuerpo bien oxígenado se me ocurriría una brillante idea.

Tomé mi teléfono, me armé de valor y mandé un mensaje a Chaewon.

Para: Chae
Necesitamos hablar

Esperé unos segundos cuando obtuve la respuesta.

De: Chae
Sobre que?

Para: Chae
Prefiero decirtelo en persona, crees poder mañana?

De: Chae
No lo creo. Puedes ahora?

Para: Chae
, en dónde?

De: Chae
Es algo tarde, podemos hablar en tu casa?

No creo que mi casa sea el lugar ideal para hablar de todo lo que pasó en su despedida de soltera, pero no tengo más opciones y tampoco tengo tiempo.

Para: Chae
Si

Me quedé estática después de haberle contestado.. Tenía que pensar muy bien qué tenía que decirle. Esperé quince minutos cuando mi celular volvió a vibrar.

De: Chae
Estoy afuera de tu casa

Mis piernas temblaban y con pasos inseguros me acerque hasta la puerta, con la mano temblorosa abrí la puerta y vi como ella bajaba de su auto. Despacio ella se acercó hasta donde yo estaba. Todo a mí alrededor estaba calmado, las casas de mis vecinos estaban en completa quietud, todos dormían y solo estaba la luz pública para iluminarnos.

— ¿De qué quieres hablar conmigo?

— Supongo que hablaremos aquí.

— Me parece bien, pero ¿por qué quieres hablar conmigo a esta hora?

— Yo...— tenía las palabras atoradas en la garganta y sentía que me iba a desmayar— Nosotras nos acostamos.

— ¡¿Qué dices?!

— No trates de negarlo, no trates de fingir que no pasó.

— Quizás nos acostamos pero eso fue hace ya varios años atrás, no sé por qué lo mencionas ahora.

— No mientas, nosotras hicimos el amor en tu despedida de soltera.

— Pero que cosas dices Minju, en toda la despedida de soltera nunca me acerqué a ti, creo que estabas más ebria de lo que pensaba. ¿Cómo se te ocurre decir semejante cosa?

— Por favor deja de negarlo. Sé que lo que pasó fue real.

Sí, estaba ebria, pero no tanto como para alucinar ese tipo de cosas.

— Yo no sé lo que pretendes lograr o lo que quieres, pero ya basta, ya me cansé. Me voy a casar con Sohee y punto final, pase lo que pase voy a casarme con ella. No sé qué estaba pensando cuando accedí hablar contigo.

— ¿Por qué eres así Chaewon? — las lágrimas comenzaron a bajar y recorrer mis mejillas.

— No sé de qué hablas.

Se apartó de mí sin decir nada más, subió a su coche y se fue.

Ahí va mi último recurso.

Fue tan breve que se me escapó de las manos, apenas y le dije unas cuantas líneas de todo el diálogo que había diseñado. Se supone que iba a defenderme con uñas y dientes, y actué como un gatito asustado.

Bueno, creo que así es la vida, así me tocó vivir.

Mi teléfono vibró indicándome un mensaje. Era de Chaewon.

De Chae:
Lo admito, sí pasó, pero eso no cambia nada.

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