La boda de Yuri y Yena había llegado por fin. La ceremonia fue de lo más emotiva, cuando ambas pronunciaron sus votos y el escuchar el "Sí, acepto" hace que hasta el más rudo se le salga una que otra lágrima, más si se trata de dos personas que quieres, con las que convivías casi las 24 horas del día los 7 días de la semana.

¿Quién diría que todo esto pasaría?, que llegaría el día en que Yuri y Yena terminarían casadas. La verdad es que no me lo esperaba, pero creo que de eso se trata la vida, simplemente llegan cosas inesperadas, circunstancias que cualquiera cree que jamás pasarán, simplemente pasan.

Y aquí estoy, sentada junto a mi familia viendo con gran dicha cómo las dos comparten lo que es uno de los mejores días de su vida. Bueno eso era lo que yo quería creer, pero la verdad es que quería vivir ese día con alguien más junto a mí en el altar.

— ¡Minju!, ven. Yuri y Yena quieren que nos tomemos una foto las doce juntas — dijo Yujin tomándome del brazo y llevándome hasta el jardín de este inmenso salón de fiestas.

— Por fin llegan, vamos dense prisa porque me muero de hambre — dijo Hyewon jalándome del brazo hasta colocarme a su lado.

No me sorprende que tenga hambre, está embarazada y sobre todo ella siempre tiene hambre. Hay cosas que jamás cambian.

La foto no tardó mucho. Me pregunto cómo se verá esta foto comparada con una de nuestro debut, supongo que es mucha la diferencia.

Cuando todas comenzaron a dispersarse, Yuri se acercó a mí.

— En verdad no puedo creer que todo esté pasando, hace unos años pensaba que ni aunque me apuntaran con una pistola volvería al altar. Jamás me imaginé que volvería a casarme y mucho menos que sería con Yena.

— Créeme, muchas cosas locas han pasado últimamente.

— Sí, tienes razón. Aún sigo en shock con lo de Chaewon y tu prima Sohee, cuando me enteré que andaban. Nunca pensé que era tan en serio.

— ¿Tú ya sabías que andaban?

— Sí, me enteré como una semana después de que se volvieran una pareja oficial. ¿Qué acaso tú no lo sabías?

— Me acabo de enterar hace apenas unos días. Me enteré de su relación y su compromiso al mismo tiempo.

— Me imagino que quedaste congelada cuando te enteraste.

— No sabes cuánto — sí, ella no tiene ni idea.

Para Yuri, yo solo jugaba con Chaewon, creo que para todos los que alguna vez se enteraron de lo que en verdad pasó conmigo y ella, incluso Chae piensa eso, pero todos se equivocan, absolutamente nadie parece saber lo que en verdad siento.

— No te preocupes, Chaewon está en buenas manos, bueno, creo que no es necesario que te lo diga, tú muy bien sabes cómo es Sohee, y Chae está loca por ella.

— No hace falta que lo digas.

Sí, no hacía nada de falta que volviera a mencionar la parte del amor incondicional de Chaewon a Sohee

— ¡Chicas vengan acá, vamos a brindar! — dijo Chaeyeon.

Nos acercamos a una mesa donde ya estaban casi todas. Wongyoung me entregó una copa con vino y Yena le dió una a su esposa. Este brindis solo sería entre nosotras doce y creo que el resto de los invitados lo entiende perfectamente. La primera en tomar la palabra fue Yena.

— Chicas, o debería decir, mujeres. — todas nos reímos por su comentario—. Quiero hacer este brindis por todas nosotras, por mi ahora esposa, — puso su mano libre en la cintura de Yuri — pero sobre todo quiero brindar por la felicidad, la felicidad de cada una de nosotras.

Choi terminó y levantó su copa.

— Por un año más de amistad — dijo Yuri.

— Y por IZ*ONE, que fue y es más que un girl group — terminó Chaewon y todas bebimos.

Yena y Yuri pidieron tomar más fotos de cada una de nosotras junto a ellas, fueron demasiadas fotos, pero todo mundo no solo quería guardar los momentos en su memoria sino también capturarlos en una foto.

— Lo siento chicas pero tengo que volver a mi mesa, creo que Jaemin ya estuvo bastante tiempo cuidando a Niki, y por lo general esa combinación termina en desastre.

— Esta bien, pero Yena y yo les tenemos una sorpresa así que más les vale mantenerse cerca.

Volví a mi mesa y Niki jugaban con su osito de felpa junto a Jaemin, me parecía algo raro, por lo general Niki se pone algo inquieto cuando se trata de lugares concurridos pero ahora estaba bastante tranquilo.

— Él está muy quieto — le dije a Jaemin mientras me sentaba a su lado.

— Sí, creo que fue porque durmió bien. ¿Sabes? a veces creo que tu hermana lo cuida mejor que nosotros.

Niki comenzó a moverse de un lado a otro y eso quería decir que quería caminar un poco. Lo tomé en brazos, me puse de pie porque lo más apropiado sería llevarlo a caminar al jardín, tomé su manta y su oso de felpa.

— Ayer regresaste muy temprano ¿Pasó algo?

— No nada, solo pensé que había permanecido demasiado tiempo lejos de Niki, y que lo mejor sería regresar temprano.

— Ten cuidado Minju, no querrás que nuestro hijo tenga mamitis.

— Es natural que una madre quiera pasar tiempo con sus hijos, tú también deberías querer pasar tiempo con él.

— Yo paso tiempo con él, solo dices eso porque estas de mal humor.

— No estoy de mal humor.

El ambiente se volvió algo tenso y antes de que los dos hiciéramos una escena, caminé hasta el jardín con Niki en brazos.

Bajé a Niki hasta que sus pies tocaron el pasto y lo tomé de las manos para ayudarlo a caminar, aunque ya daba pasos solo, aún necesitaba de ayuda.

El día tenía un clima perfecto, no hacía ni calor pero tampoco hacía frío. Continúe ayudando a mi hijo a caminar, a él le gustaba mucho explorar cada rincón, era difícil mantenerlo limpio ya que siempre terminaba manchando su ropa con tierra, pintura, papilla o lo que tuviese enfrente, creo que la nueva mancha de hoy será pasto.

Una suave brisa comenzó a mover las hojas de los árboles y luego de minutos la brisa se volvió en un brusco viento arrebatándome la manta de las manos.

Cargué a Niki para poder buscar la manta.

— Se te perdió esto — dijo Chaewon apareciendo de la nada con la manta en su mano.

— Gracias — tomé la manta de su mano.

— Gran fiesta, ¿no crees? — dijo contemplando las distintas flores que nos rodeaban.

— Sí, todo es estupendo, una gran boda.

— Bueno, seguiré mi camino.

Ella comenzó a caminar y sé que lo que estoy a punto de hacer me va a meter en un gran lío pero no puedo vivir entre la amistad y noviazgo, no puedo vivir de esta manera con Chaewon, eso me vuelve loca.

Bueno, tú dejaste que Chaewon viviera así por años.

Maldita conciencia, aparece en los peores momentos.

— ¡Chaewon!

Ella se detuvo y dió media vuelta.

— Espera aquí, por favor.

Me dí media vuelta y regresé a la mesa. Le pedí a Jaemin que cuidara un momento a Niki y salí corriendo otra vez al jardín, lo que estaba a punto de hacer él no debía presenciarlo, aunque sé que él es muy pequeño y no tendría conciencia de lo que pasa, me sentiría avergonzada de que él presenciara todo.

Cuando ví que Chaewon estaba parada en ese lugar, esperándome, mi corazón comenzó a dar un golpeteo muy distinto al que siempre solía hacer, me sequé el sudor de mis manos en mi vestido y me acerque lo suficiente.

— ¿Qué pasa?

— Quiero hablar contigo.

— Muy bien, adelante.

— Te quiero hacer una pregunta — ¿cómo comenzar?, ¿cómo decirle todo lo que tengo atorado en el corazón?

— Entonces hazla.

— ¿Alguna vez te has arrepentido de lo que pasó entre ambas?

— No puede ser Minju. ¿En serio me estás preguntando eso?. Pensé que te había quedado claro lo de nuestra última charla.

— Por favor, solo contéstame. Solo eso te pido.

— ¿Sabes?, sí me arrepiento de haber tenido algo que ver contigo. Ahora sé que debí haberle hecho caso a mi sentido común y no haberme metido contigo, — mis lágrimas comenzaron a salir sin parar eran duras sus palabras — pero me arrepiento más de no haber aprovechado al máximo ese tiempo. Lo desperdicié saciando mi lujuria y mi deseo que me olvidé de saciar la sed más grande que fue la de mi amor por ti.

Mi corazón volvía a latir, mis ojos se ensancharon y las lágrimas cesaron.

— Pero los arrepentimientos ya no tienen espacio en mi vida, ahora las cosas son como siempre debieron ser, tú con tu familia y yo a punto de casarme con Sohee.

— ¿Tú la amas?

— Sí, y mucho, por eso me caso con ella.

— ¿No hay nada que pueda hacer para impedirlo?

— No.

La seguridad con la que hablaba me hacía dar cuenta que en verdad el corazón de Chae ya no era para mí.

— ¿Sabes?, es algo raro porque ahora eres tú la que quiere parar mi boda y yo hace unos años rogaba porque fueras tú la que no se casara, repetía una y otra vez en mi cabeza "Minju, por favor, no te cases" como si el repetirlo muchas veces fuese a evitarlo, pero me dí cuenta que las cosas pasan por una razón y nuestro lugar en este mundo es ser solo amigas y ex colegas, y muy pronto familia.

— Chae, soy yo la que ahora repite en mi mente "Chaewon, por favor, no te cases"

— Te lo digo por experiencia, no funciona.

lloren.