|𝟑𝟏| ➟ 𝐌𝐚𝐬 𝐂𝐞𝐫𝐜𝐚。
- Minju -
Después de dos horas, la mayoría había regresado a sus casas, no sin antes despedirse de mi abuela con un beso en la mejilla. Solo quedábamos en la casa: mi padre, Sohee, Chaewon, Jaemin, obviamente mi hijo y yo.
Todos estábamos en la sala mirando una película, mientras mi abuela ya dormía en su habitación. Los que quedábamos dentro nos quedaríamos a pasar la noche en la casa, podría decir que teníamos suerte que había las suficientes habitaciones para todos, pero yo no lo llamaría precisamente suerte, ya que Chaewon y Sohee compartirían habitación, y lo peor de todo es que era la habitación que está justo al lado donde yo me quedaré; solo espero no llevarme ninguna sorpresa, después de todo están a punto de casarse, no me sorprendería que ellas tuvieran actividades íntimas y el tan solo pensar a Chaewon tocando y acariciando el cuerpo de alguien mas me hacía enfurecer, pero más que enfado era tristeza la que me embargaba.
Esta noche podría catalogarla como la más frustrante de mi vida; primero me entero de que Chaewon está comprometida, después que en realidad mi padre sí acepta este tipo de relaciones, y para colmo, él esperaba que yo terminara con Chaewon, esto sí es para arrancarme todo el cabello de la cabeza, y para finalizar ella dejará su carrera. Todas estas noticias me había dejado en shock.
— Minju, me iré acostar con Niki — dijo Jaemin levantándose del sofá.
Yo no dije nada solo asentí con mi cabeza y él salió de la sala
— Chicas, las dejaré solas, creo que está a punto de vencerme el sueño — dijo mi papá que acompañó a Jaemin hasta el segundo piso.
— Y dime, Minju, ¿irás a la boda de Yena y Yuri? — me preguntó Sohee mientras Chaewon permanecía observando solo el televisor.
— Naturalmente, digo, soy la dama de honor, no podría faltar — espero que mi tono haya disimulado perfectamente mi enfado hacia Sohee
Por supuesto que estoy enojada, ¿y como no estarlo?, ella está comprometida con el amor de mi vida y yo solo puedo quedarme sentada viendo el espectáculo desde primera fila, no es como si pudiera escapar de la boda de mi prima y mi vieja mejor amiga. Aunque claro no tengo derecho de enojarme, después de que yo fui la que alejó a Chaewon con todas sus fuerzas, pero aún cuando no se me ha concedido ese derecho, no puedo evitar sentirlo, es simplemente un instinto de todos los humanos.
— Podríamos sentarnos todos juntos, así Chaewon y tú podrían ponerse al tanto de lo que ha pasado en sus vidas, por lo que sé, tú y ella tienen un tiempo distanciadas.
¿Qué tanto sabes Soso?... ¿Acaso quieres que me ponga al tanto de como tú y Chaewon se enamoraron y se dieron besitos, quieres que escuche esas historias de cómo se juraron amor eterno bajo la luz de la luna?
Por favor, ya no estoy para esas estupideces.
— Sí, claro, sería una buena idea.
Vaya, ahora soy una hipócrita, ¿cuántos descubrimientos me falta por hacer esta noche?
— Son casi las dos de la mañana, creo que también subiré a recostarme. — dijo mi prima y se inclinó más hacia Chaewon que estaba a su lado— Te espero arriba, no tardes ¿si?
Compartieron un beso, que creo fue innecesario, y salió. Esperé unos segundos y me levanté de mi lugar, me acerqué a la escalera, cuando escuché la puerta cerrarse me quedé en el mismo lugar hasta que el sonido del televisor era lo único que se escuchaba y regresé rápidamente dispuesta a enfrentar a Chaewon, a tener nuestra primera conversación después de dos años, ya que durante toda la noche solo cruzamos como máximo diez palabras.
— Parece que hoy llegó el día en que mi pesadilla se cumpliría — dijo Chaewon levantándose del sillón—. Hoy sería el día en que será inevitable que hablemos, ¿verdad?
— No, no te equivocas, tenemos que hablar. Me sorprende que aún pienses que hablar conmigo es como una pesadilla.
— No es como una pesadilla, es una pesadilla — ¿En serio me odia tanto?— por dios, deberías de ver tu cara, solo era una broma— comenzó a reír
— ¿Estabas jugando conmigo?
— Sí, era pequeña broma.
— Entonces, ¿ya no estás enojada conmigo?
— Hace tiempo que dejé de estarlo, digamos que llegó el punto en que me pareció inútil e infantil tratar de odiarte, además, creo que es momento de que hagamos las paces, después de todo terminaremos siendo familia.
— Es extraño, estos últimos dos años solo pensaba que quizás ya no nos volveríamos a ver.
— Es difícil deshacerse de mí, y a juzgar por tu cara creo que te ha sorprendido mucho el verme aquí.
— Casi me da un infarto, pero me alegro que por fin hayamos hecho las paces.
Yo me acerqué dispuesta a cerrar esta conversación con un abrazo, pero antes de que pudiera envolver mis manos en su torso ella se apartó.
— ¿Qué haces?
— Solo quería darte un abrazo, espero que no hayas pensado que quería hacer algo malo.
— Perdón, es solo que no nos hemos visto en mucho tiempo y se me hace algo raro después de lo que pasó.
— Tienes razón, pero creo que deberías de dejar eso atrás, después de todo vamos a ser familia y creo que los demás podrían sospechar si actuamos como si nos acabáramos de conocer.
— Sí, es mejor que actuemos con normalidad.
— ¿Entonces puedo abrazarte ahora?
— Supongo que está bien.
Nos quedamos paradas una frente a la otra esperando que la otra comenzara a hacer contacto, pero ninguna hizo nada por quince segundos. Yo alcé y abrí mis brazos, esperando a que eso le diera paso a abrazarme, pero extrañamente las dos nos encontrábamos en la misma posición, esperándonos una a la otra. Frustrada por nuestra torpeza yo intenté acercarme a ella, pero en mi intento choqué con su cabeza, pero no podría resignarme, necesitaba darle un abrazo, con eso me conformaría.
Terminé por abrazar fuertemente su espalda y ella correspondió abrazándome por los hombros, quizás era el abrazo más fuerte que había dado en toda mi vida.
Fue lo que muchos llamarían un simple contacto, lo que cambió todo, sentía cómo mi sangre recorría cada parte de mi cuerpo, mi respiración se cortaba aunque extrañamente era la primera vez en dos años que verdaderamente sentía que respiraba y al mismo tiempo que me faltaba el aliento, volvía a sentir que vivía y que no solo estaba resignada a existir sino que realmente podía experimentar cómo cada uno de mis sentidos se reanimaban.
Estos dos años podrían parecer poco tiempo, pero yo lo sentí como toda una vida.
Y me bastó un instante para darme cuenta que durante estos dos años solo eran significativos gracias a Niki y también bastó solo ese instante para darme cuenta que el saber que Chaewon se casaría con Sohee me resultaba más doloroso y sabía que no estaba preparada para ver cómo la última esperanza de que ella y yo estuviésemos juntas se esfumara lentamente y lo que un día creímos tener en nuestras manos ya no está.
Quizás mi relación con Chaewon sea como una de esas que he leído en los libros, donde es tal la fuerza de atracción de ambas personas que les es imposible estar juntas y que su destino es simplemente no estar juntas. El pensar que quizás ese es nuestro lugar en nuestra vida me rompe el corazón.
Chaewon se apartó de mis brazos y me dió una sonrisa incómoda.
— Sabes, por un momento pensé que tal vez tú y Joohyun terminarían juntas.
— La gran mayoría pensaba así y a pesar de que yo les aseguraba que entre ella y yo no había ese tipo de sentimientos, todos seguían insistiendo, aunque creo que lo único que querían todos era que yo sentara cabeza con alguien.
— ¿Cómo conociste a mi prima?
¿Qué mierda me pasa?, ¿cómo se me ocurre preguntarle eso?, no quiero saber su empalagosa historia de amor que solo terminará por destrozarme más de lo que ya estoy.
"Debes admitir que solo lo haces por pasar tiempo con ella"
— Fue cuando vine a Japón con Yena y Yuri, ella se estaba hospedando en el mismo hotel que yo, recuerdo que dijo que había salido de vacaciones. Ya sabes, comenzó con una pequeña charla en el vestíbulo y después en una cita, de ahí en adelante no paramos, y míranos, estamos a punto de casarnos.
— Me alegro por ustedes.
Ambas nos quedamos calladas y mis oídos volvían a escuchar el sonido del televisor.
— Tienes un lindo niño.
— Gracias.
— Creo que se parece más a ti.
Ella se acercó lentamente a mí, ¿qué demonios?, parecía que me quería besar, ella está cada vez más cerca, mi corazón comenzó a bombear más rápido de lo normal, ella estaba a punto de besarme y yo estaba lista para el contacto, es innegable que entre las dos hay una fuerza de atracción inexplicable y que no importa el tiempo que pase o las circunstancias que nos rodeen, ninguna puede resistirse a la otra.
— ¿Esto es un Cheeto? — dijo Chaewon apartando el pedazo de comida chatarra de mi cabello.
Esto no puede ser.
— ¿Cómo llego eso ahí? — me dijo sin dejar de mirarlo y agradecía eso porque sino se daría cuenta de lo sonrojada que estaba en estos momentos, eso y a la oscuridad de la habitación.
— Yo no lo sé.
— Estoy algo cansada, me iré a dormir, nos vemos mañana.
Ella no esperó mi respuesta y subió las escaleras para reunirse con Sohee, quien era la que ahora recibía los acalorados besos de Chaewon y yo no podía hacer nada para evitarlo.
La mañana comenzó muy agitada, el llanto de Niki fue mi despertador y yo no había dormido lo suficiente.
Jaemin apenas y se había movido, él estaba durmiendo como tronco mientras que Niki lloraba desconsolado.
Bajé las escaleras con él en mis brazos que ya estaban algo cansados. Quizás tenga hambre y por eso su llanto, después de haberlo revisado y arrullado ya no encontraba otra explicación más que esa, aunque Niki jamás se despierta a esta hora o por lo menos no porque tenga hambre.
Entré a la cocina donde había dejado su comida, para mi sorpresa Chaewon estaba sentada bebiendo café y con su mirada fija en su teléfono.
— Buenos días Minju — dijo sin haber levantado la mirada. ¿Cómo sabía que era yo?
— Buenos días.
— Parece que tienes un pequeño apuro entre las manos.
— Sí, no ha parado de llorar, creo que tiene hambre.
— ¿Quieres que te ayude sosteniéndolo?
— ¿No te importa verdad?.
— No para nada.
Ella se puso de pie y se acercó para que le entregara a Niki. Mientras ella lo sostenía, yo me apresuré a preparar un poco de leche en su biberón, pero fui interrumpida por la melodiosa voz de Chaewon que le cantaba una canción de cuna a Niki. Él poco a poco fue apaciguando su llanto hasta que este cesó y él tenía su mirada fija en Chaewon.
Creo que Niki y yo tenemos más en común de lo que esperaba, a los dos nos calma el escuchar a Chaewon cantar, es como si al oírla cada músculo se relajara y pudieras estar completamente en paz.
— Minju, buenos días. — dijo Sohee quien estaba entrando a la cocina—. Buenos días también a ti pequeño Niki.
Sohee se acercó a acariciar a Niki que aún estaba en los brazos de Chaewon, en ese mismo instante podrías capturar una fotografía de la familia feliz y perfecta. Espera, cuando se casen ellas... ¿querrán tener hijos?
Interrumpiendo la escena de película romántica les quité a mi hijo de las manos y comencé a alimentarlo
— Oye Minju, te quería pedir un favor — dijo Sohee
— ¿Qué pasa?
— Me preguntaba si podrías acompañar hoy a Chaewon a recoger su vestido, ella es algo tímida, y para nuestra desgracia yo también tengo que recoger mi vestido hoy y es al otro lado de la ciudad.
— Sí, no te preocupes le pediré a Jaemin que cuide de Niki.
— Muchas gracias.
Como acordé con Soso, acompañé a Chaewon a recoger su vestido y el proceso había sido más rápido de lo que esperaba, cuando íbamos de regreso ninguna decía nada solo escuchábamos las canciones de la radio y yo de vez en cuando las cantaba.
Ella de pronto frenó asustándome.
— Rayos, lo olvidé por completo. — dijo golpeándose la frente — ¿Te importa si hago una parada antes de llegar a casa?, tengo que comprar algo.
— Sí, no importa.
Ella tomó una desviación y regresó un kilómetro hasta pararse frente a un local que parecía estar abandonado debido a la fachada.
— Espérame aquí, no tardo.
¿Dónde rayos estamos?
Esperé unos quince minutos y estaba bastante aburrida, ¿por qué tarda tanto? Me bajé del auto y entré al mismo local en el que Chaewon había entrado.
Cuando por fin mi mente logró procesar todo lo que estaban viendo mis ojos, lo único que pude hacer es quedar paralizada en la entrada.
¡Esto es una sex shop!
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