Han pasado dos días desde que Minju vino a mi casa. Ella está bastante enojada, trata de ocultarlo cuando le marco, pero creo que se le olvidó que la conozco mejor que a nadie y sé muy bien que ella está enfada con Joohyun por haber interrumpido, y conmigo porque según ella yo pude haberle dicho que se marchara. Vaya, no hay nada peor que Minju celosa.

Hoy se celebraría una cena en el hotel Imperial Palace por el cumpleaños del director ejecutivo que anteriormente manejaba la empresa a cargo de nuetsro grupo IZ*ONE, era bastante extraño que celebrara invitando a casi todos los empleados de la empresa, por lo general él era un hombre que solo compartía este tipo de ocasiones con familia y amigos cercanos y no era porque fuera reservado, en realidad él era demasiado codicioso como para gastar en una fiesta que disfrutaría tantas personas a las que no les toma importancia.

En fin, eso es lo de menos, lo importante es que me reuniré con Minju, tal vez no como yo quisiera ya que la presencia de Jaemin es inevitable, pero en esta situación el tan sólo verla me causa alegría y emoción.

En estos momentos estoy agradecida de que aún no termine su contrato al cual solo le quedan unos meses de vida.

Me comencé a vestir y arreglar desde muy temprano, estaba ansiosa porque llegara la hora de ir a la dichosa fiesta y poder verla. Para mí el no verla dos días es como una eternidad, es como si me quitaran una parte de mí.

¿Puedo vivir sin ella? La respuesta es sencilla y es ¡sí!, lo hice por bastante tiempo, pero ahora las cosas son distintas y aunque tal vez pueda seguir viviendo sin ella, pero mi existencia es completamente distinta sin Minju, es como un vacío que pide a gritos ser llenado pero que no importa lo que hagas, jamás es llenado. Es como dejar de ser completamente feliz y te conformas con pasar sólo buenos ratos, como si solo respiraras con un pulmón o todo se volviera condenadamente largo y la mayoría de las cosas se volvieran fastidiosas.

Yo puedo vivir con todo eso, pero ahora que sé lo que es vivir con Minju, todo lo que he hecho es vivir a medias y me rehúso a volver a ello.

Llegué a el hotel y era de las primeras en llegar, además de mí, sólo había diez personas aunque cuatro de ellas terminaban de dar detalles en la decoración, el resto eran invitados.

Un organizador se acercó a mí, me dió la bienvenida y me indicó dónde era mi lugar, poco a poco el lugar se fue llenando mayormente de personas con las que casi no había tenido más de una conversación formal y de trabajo en su gran mayoría eran los integrantes de nuevos grupos y eran muy, muy, muy pocos con lo que tenía amistad.

Una de las primeras en llegar fue Eunbi junto a su familia, era difícil conversar ahora que tenía hijos, más si los pequeños la interrumpían cada cinco minutos pidiéndote algo o acusando a su otro hermano de estarlo molestando. La conversación se terminó cuando tuvo que salir corriendo a disculparse con uno de los invitados porque el pequeño había derramado todo su jugo en su bolsa. La mayoría de las parejas que tenía hijos no asistían a este tipo de eventos con sus hijos pequeños, pero Eunbi no encontró a nadie de fiar que pudiera cuidarlos, por lo que decidió llevarlos.

En realidad este tipo de eventos eran demasiado tediosos y sobre todo para unos niños, la gran mayoría terminaba haciendo bromas para no aburrirse y si algo sabían hacer los hijos de Eunbi y Sakura eran hacer bromas.

Al poco tiempo llegaron Hyewon, Hitomi y Nako y después de cinco minutos llegaron Wongyoung y Yujin, ambas fueron sentadas juntas, e inmediatamente llego Chaeyeon con su pequeña hija.

Luego llegaron Yuri y Yena juntas, como era de esperarse, ahora me pregunto qué le habrá contestado Yuri, pero por lo que veo, creo que aceptó a Yena.

La fiesta dió inicio con un pequeño banquete, Joohyun llegó acompañada de su hija y se sentó junto a mí. Yo aún estaba intrigada de lo último que me dijo antes de irse de mi casa, ¿Qué significa? ¿Por qué lo dijo? Pero aunque estaba a casi nada de preguntárselo siempre había algo que me lo impedía y seguíamos comiendo.

Yeri se acercó a mí y me pidió que la sentara en mi regazo, yo no sabía qué hacer, la niña quería que la sostuviera como si fuera alguien cercana, cuando en realidad sólo nos habíamos visto un par de veces.

— Yeri cariño, no molestes a Chaewon — la regañó Joohyun.

Al ver su cara de tristeza y su resignación decidí que era mejor acceder al pequeño capricho de una niña que lo único que buscaba era más afecto.

— No te preocupes, está bien.

La cargué y la senté sobre mis piernas, mientras ella seguía comiendo. El momento fue interrumpido por el sonido de mi celular, era la notificación de un mensaje de texto, rápidamente lo saqué de mi bolsa y abrí el mensaje.

De Minju:
Parece que te estás divirtiendo mucho.

¡Mierda!

Giré desesperadamente mi cabeza tratando de buscar a Minju en las mesas y cuando la encontré un escalofrió recorrió todo mi cuerpo y mi piel se erizó, ella tenía una mirada penetrante completamente fija en mí y eso me asustó, por instinto yo tragué saliva.

Nuestras miradas quedaron fijas una en la otra durante más de un minuto o eso me pareció a mí, cuando aparté mis ojos de ella pude notar que obviamente estaba sentada junto a su esposo quién tenía su mano en el muslo de Minju. Eso también me hizo enfadar.

Volví a mirar el mensaje en mi teléfono y contesté el mensaje de Minju.

Para Minju:
Nos vemos en el estacionamiento. Cerca de mi auto.

Aparté a Yeri de mi regazo y le dije a Joohyun que tenía que salir un momento, ella sólo asintió con la cabeza y comenzó una conversación con uno de los chicos nuevos de la empresa, creo que tiene unos dieciocho años.

Tratando de evitar a todos los invitados me escabullí hasta el estacionamiento, me acerqué a mi coche y me apoyé sobre la puerta del piloto esperando a que ella llegara.

Los minutos comenzaron a trascurrir, pero ella no llegaba, creo que está bastante enojada, tanto que ahora ya no quiere hablar conmigo, sin embargo ese pensamiento desapareció cuando la ví acercándose lentamente, es momento de preparase para la batalla.

— ¿Ahora sí quieres hablar conmigo? — ella inmediatamente adoptó la posición de pelea, la cual era posar ambas manos en su cintura y recargar más su peso en un pie.

— Creo que es imposible evitar tus celos, ¿verdad? — agregué un tono de broma para aligerar el ambiente pero solo logré enfadarla más.

— Esa mujer quiere algo contigo.

— Vamos Minju debes estar jugando, ella es completamente profesional.

— Pues parece que tú se lo quitaste.

— Eso es mentira, ¿no crees que si sintiera algo por mí ya me lo hubiera dicho?, digo, ya estamos bastante mayorcitas como para estar jugando a los enamorados de secundaria, además, si ella llegara a confesarme ese tipo de sentimientos sabes que yo no le correspondo. Tal vez yo debería ser la que se preocupara, en todo caso Jaemin parece querer tocarte todo el tiempo.

— Es completamente distinto.

— ¿En qué? ¿En que tú estás casada con él? ¿Qué yo solo soy la amante?

— No es eso, es solo que yo no lo puedo evitar.

— Claro que puedes.

— No, no puedo.

— Mierda Minju, yo también me muero de celos y quiero arrancarle la cabeza cada vez que veo que te toca y mis pensamientos al saber que vives con él no me dejan dormir, pero tú de buenas a primeras haces el show de tu vida porque vez que hablo con Joohyun, pero lo peor de todo es que yo no tengo el derecho de enojarme.

— No quise decir eso.

— Pues lo dijiste...¿sabes?, todo esto es una mierda.

Saqué las llaves del coche y quité el seguro, quería irme y alejarme de toda esa mierda. Estaba furiosa pero más que eso estaba triste al ver que nada de esto estaba funcionando.

— ¿A dónde vas?

— Me largo.

— No te puedes irte así, estamos hablando.

— No, yo ya terminé, que tengas buenas noches.

Ella tomó mi brazo y se acercó a mí.

— No te vayas — dijo en un susurro.

Me quedé inmóvil pero aún sostenía la manija de la puerta y aún seguía dispuesta a irme.

— Lo siento, perdóname por decirte tantas estupideces.

Ella se detuvo y dió un gran suspiro.

— Yo no debí decir esas cosas, debí pensar en cómo también te sentías tú, perdóname, por favor no te vayas, quédate. — ella se acercó más y me abrazó por la espalda rodeando mi cintura con sus brazos y recostando su cabeza en mi hombro— Quédate conmigo

Mi mano se apartó de la manija y dejé que por un instante todo ese calor que estaba inundando mi cuerpo me llenara de tranquilidad, que vaciara mi mente de todo aquello que me había agobiado hace unos instantes y que ahora sólo pensara que valía la pena cada momento amargo que pasaba con Minju si cada uno de ellos terminaba de esta manera.

— Perdón — ella seguía susurrando en mi cuello.

Aparté sus manos de mi cintura y me dí media vuelta para poder mirarla cara a cara.

— Yo también lo siento, me porté como una niña — tomé su rostro entre mis manos y la besé.

Era un beso delicado, pero ardiente, cualquier beso con ella era como degustar un chocolate que dejaba el sabor en tu lengua por días y al cual te hacías adicta.

Minju lamía mis labios y se paseaba por ellos con su lengua, yo quería hacer las cosas más difíciles por lo que no abrí mi boca, y no fue hasta que ella mordió mi labio con desesperación que yo le concedí el acceso y fue un momento maravilloso cuando nuestras lenguas se tocaron y lejos de luchar por el dominio, ambas se dedicaron a dar pequeñas caricias, acompañados de roces lentos que prolongaron el beso aún más.

Ella abrió la puerta de mi coche y ambas entramos en los asientos trasero, donde había más espacio en el carro, ambas sabíamos a dónde iba esto.

— Tenemos que hacer esto rápido, sino nos descubrirán.

Minju alzó su hermoso vestido negro y bajó sus bragas. Sin apartar nuestras bocas acerqué mi mano hasta su intimidad y al acariciarla pude sentir que ya estaba húmeda, ¿es posible mojarse tan rápido?, bueno no lo sé, simplemente lo ignoré y me apresuré a seguir mi trabajo.

Comencé por penetrarla con solo dos dedos, ella soltó un pequeño gemido y acerco más su cadera a mis dedos arqueando su espalda de una manera tan sensual, que me calentaba más.

El espacio era bastante incómodo, aun así aceleré el movimiento de mi mano y en el trascurso antes de llegar al orgasmo agregué el tercer dedo. Ella se movía bastante en el asiento trasero y hacía aún más difícil mover mi mano, por lo que con mi mano libre abracé su cintura y con unas ultimas embestidas, Minju liberó todos sus líquidos en mi asiento trasero.

Sólo había respiraciones, ambas estábamos cubiertas de sudor, y el cabello y vestido de Minju eran un desastre, con ayuda de los espejos del coche pudimos arreglar un poco nuestro aspecto, compartimos un último beso y ella fue la primera en regresar.

Cuando más parece que Minju y yo estamos al filo de nuestra relación, es cuando experimento ese horrible temor de en verdad perderla y acabo haciendo las cosas más locas, como por ejemplo ahora, acabo de tener relaciones con ella en mi coche en un estacionamiento a unos metros de cientos de personas.

Fue bastante excitante, pero ya no podemos hacerlo más, debemos ser más discretas por lo menos hasta que se divorcie de Jaemin.

Lo peor de todo es que aún me siento caliente y tengo que pasar varias horas ahí dentro fingiendo que no pasa nada cuando en mi cabeza estarán cientos de fantasías.

Esta va ser una noche muy agitada.

Por favor, de ahora en adelante, no me odien a Minju:(