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|𝟐𝐎| ➟ 𝐕𝐢𝐬𝐢𝐭𝐚。

— ¿En verdad crees que sería lo adecuado? — dijo Minju cruzando sus manos en su pecho.

— Sí, deberías de regresar y arreglar las cosas con él.

— Espero que no estés tratando de alejarme de tí, porque de una vez te advierto que eso va ser imposible.

Me acerqué a ella y la envolví entre mis brazos y después le dí un pequeño beso en la frente.

— Yo jamás permitiría que eso pasara. Quiero que siempre estés junto a mí y lo último que haría sería ahuyentarte de mi lado.

— Pero es tan difícil volver, sé que tengo que decir las cosas de frente y terminar con la farsa de este matrimonio que he llevado, pero tengo tanto miedo.

— Ya hemos hablado de esto. Yo también tengo miedo, pero ya no podemos vivir así, por lo menos yo ya no puedo.

— Yo tampoco puedo.

Ambas nos quedamos calladas, pero este silencio era cómodo, de esos silencios que pocas veces logran cautivarte con su tranquilidad.

— Iré con él, pero creo que solo será posible hasta dentro de unos días, bueno o hasta que estas marcas desaparezcan— dijo señalando las mordidas en su cuello.

— No me culpes, porque yo también tengo bastantes aquí — dije mostrándole mi hombro—, y no hablemos de mi espalda porque eso sí es un desastre.

El timbre de la puerta interrumpió la conversación que casi terminaba en un candente beso.

— ¿Esperas a alguien tan temprano?

— No, pero seguro es mi manager. Voy abrir.

Abrí la puerta pero para mi sorpresa era Yuri la que estaba parada del otro lado. Como ya era costumbre de ella, sólo entró sin esperar mi autorización.

—Vaya Kim Chaewon, ¿cuánto tienes sin limpiar tu departamento?, esto parece un chiquero. — Ella se detuvo cerca de la cocina y recogió unas bragas de Minju— Parece que alguien tuvo una noche loca, no me digas que acabo de interrumpir.

— No, yo no tuve una noche loca, solo está algo desordenado — dije arrebatándole las bragas y escondiéndolas entre unos cojines de los sillones.

— Algo es poco para describir este desastre.

— ¡Chae! ¡¿Quién era?! — dijo Minju saliendo de la habitación— ¡Oh, Yuri! ¡Qué sorpresa!

— Y no sabes cuánto — dijo Yuri

¡Mierda!

Ambas compartieron un abrazo y Yuri me miró profundamente. Estoy en problemas.

— Me extraña mucho verte por aquí, sobre todo tan temprano — Dijo Jo soltando a Minju.

— Bueno, me he quedado unos días con Chaewon, las cosas con Jaemin no están saliendo muy bien y Chae me dijo que podía quedarme.

— Sí, ella es tan buena — dijo con obvio sarcasmo—, pero supongo que como viejas amigas tuvieron un montón de diversión estos días.

— Sí, me la pasé muy bien. Voy a extrañar mucho este tiempo cuando vuelva con Jaemin, aunque como se lo he contado a Chae, no estoy segura de que mi matrimonio se pueda rescatar.

— Te comprendo. Parece que quieres unirte al club divertido: el de la soltería y acostones sin compromiso.

— No creo que lo de los acostones se me dé bien.

— Sí, creo que tienes razón.

¿Cómo es que Minju no nota sus insinuaciones y sarcasmo?

— Bueno el motivo de mi visita no fue el de enterarme de tu futuro divorcio y lo siento por eso, pero en realidad necesito hablar contigo Chaewon y ahora se volvió muy urgente.

— Entonces las dejo solas para que hablen — dijo Minju y se marchó a la habitación.

Yuri esperó a que Minju cerrara la puerta e inmediatamente me confrontó.

— Eres una idiota — dijo lo más bajo posible.

— Ya lo sé y lo siento, pero ya no pude contener más todos los sentimientos que he guardado durante tantos años.

— Eso lo entiendo perfectamente, pero te digo que eres una idiota porque hace apenas unos días tú te atreviste a juzgarme por mis acostones con Yena, cuando tú ahora haces lo mismo y creo que no hace falta que lo recuerde pero, con una mujer que aún está casada.

— Soy una imbécil y lo sé, ¿Pero qué más puedo hacer?

— Estás escogiendo a la peor consejera...

Ella comenzó a reírse sin parar.

— ¿Qué te pasa?

— Es que es irónico. Tan, tan irónico.

— ¿Y por qué es irónico?

— Porque justo en la boda de Minju tú me dijiste que jamás te meterías con una mujer casada y yo te dije que no dijeras cosas de las que después te retractarías, y mira lo que tenemos justo en este momento.

Ella continuó burlándose de mí durante unos tres minutos más.

— Muy bien ya que acabaste de burlarte, ¿me podrías decir el motivo de tu visita?. Es Yena, ¿verdad?

— Sí, es ella.

— ¿Qué paso?

— Quiere terminar con su novio y formalizar algo conmigo, ayer por la noche me dijo que me amaba.

— ¿Y eso es malo?

— Tú no entiendes. En este momento estoy aterrada, se supone que las cosas no terminarían así.

— Las cosas no siempre salen como uno quiere.

— Y lo peor de todo es que yo también siento algo.

— ¿Algo como amor?.

— Podría decirse.

— ¿Cómo que podría decirse? Yuri, ahí tienes a una mujer que está dispuesta a dejarlo todo por tí, a arriesgarlo todo, y lo mejor de eso es que tú también le amas pero te da miedo asumirlo porque piensas que todas las relaciones amorosas terminan mal y que todos somos unos farsantes, pero si dejas pasar esta oportunidad de ser feliz serás parte de los que tanto odias y son los farsantes. ¿Fingirás que no te mueres por aceptar su propuesta?, ¿fingirás que no sientes nada por ella y te darás la vuelta por un error que no cometió ella? Piénsalo antes de decir no, pero también antes de decir sí.

— No me atrevo a contestarle...por lo menos no ahora, como tú lo has dicho debo pensarlo bien.

Ambas nos quedamos calladas y pensando en la situación actual de ambas.

— ¿Crees que esto entre tú y Minju por fin vaya a funcionar?

— No lo sé, quiero creer que sí, pero tú sabes que un divorcio no es fácil y nuestra actual relación no puede mantenerse mucho tiempo a escondidas, siendo las dos figuras públicas lo hace más complicado.

— Déjame advertirte que si alguna vez algún paparazzi las llega a atrapar terminaran en un gran lío que no quiero ni imaginarme el tamaño del escándalo que se va armar.

— Mientras se arreglan las cosas nos veremos con discreción, generalmente en mi departamento.

— Eso espero... creo que mejor me voy, no quiero que Minju salga de esa habitación e intente sacarme los ojos por estar hablando mucho tiempo a solas contigo.

— Minju no haría eso.

— Ambas sabemos que eso es mentira. Ella es muy celosa y posesiva contigo, da miedo.

La acompañé hasta la puerta y ahí nos despedimos con un abrazo.

— ¡Nos vemos Minju!

— ¡Adiós Yuri!

— ¿No era mejor ir a la habitación y despedirte de ella?.

— No lo creo, además está bastante lejos.

— Siempre fuiste tan holgazana.

— Como digas, adiós y cuídate.

— Adiós y tú también cuídate, pero sobre todo piénsalo bien.

Ella se fue y cuando regresé a la sala Minju ya estaba ahí.

— ¿Por qué tanto misterio entre tú y Yuri?

— Sólo son negocios.

— No me habías dicho que tenías negocios con ella.

— Apenas hemos hablado de ello, pero no tenemos nada definido.

— Tampoco sabía que tenías planes de entrar al mundo de los negocios.

— Tengo uno que otro secreto guardado.

— Me encantaría saberlos todos.

Por su voz ronca sabía que esto era una proposición algo indecorosa y yo estaba fascinada con participar, pero algo que me encanta hacer con Minju, aparte de hacer el amor, es tener nuestros juegos preliminares, y siempre empiezan como ahora con un juego de palabras.

— ¿Por qué mejor no los descubres tú misma?.

— Esa idea es mejor, pero tengo otra que me encanta: ¿por qué mejor no mezclamos ambas?.

— Tienes las mejores ideas aquí.

Ella se sentó en mi regazo y comenzó a besarme al cuello, mientras yo le susurraba al oído cuanto la deseaba.

Llegó la noche y el teléfono de casa comenzó a sonar y era de recepción.

— Señorita Kim, llegó un paquete para usted.

— Ahora mismo bajo —colgué y fui por lo que fuera que había llegado para mí.

Abajo había un joven esperando para que le firmara y saber que lo había recibido y pudiera irse. Me sorprendió saber que era Yuri quién lo mandaba, ¿Qué era lo que me había mandado?

Subí al departamento y la curiosidad me mataba, Yuri nunca me mandaba nada. Apenas entré al departamento y abrí la caja tenía muchas bolsas de plástico adheridas y eso lo hizo más difícil. Adentro de la caja había otra nota y otra bolsa pero esta vez sí era la última o eso quería pensar.

'Espero que te la pases bien
Atte: Jo Yuri'

Abrí la bolsa y mis ojos casi salieron de mi cráneo al ver lo que era.

— ¡Kim Chaewon! ¡¿Qué haces con esa correa?!

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