Aclaraciones:

Hola lectores, soy un fan de Pokémon y he decidido escribir mi primera historia de la compañía, así que ahora en adelante me perdonaré por las posibles faltas de ortografía que escriba más adelante.

Celebrando la despedida del azabache en el anime, la historia se centrará en otro protagonista de la saga Legends Arceus: Adaman, no aparece en el anime, pero lo he decidido escoger porque me atrae su diseño y creo que podría tener un buen papel.

Disculpadme pero soy nuevo en esto de los shipeos, esta historia tendrá sus momentos violentos, momentos de mucha pelea y también amorosos, pero ya os digo que habrá de todo, no solo de amor.

Esta historia podría tener spoilers del videojuego Pokemon Legends Arceus, también de otros como Pokémon Escarlata y Purpura, Pokemon Blanco y Negro, Espada y Escudo. Los nombres de los personajes provienen del inglés. La trama de la historia si que la invente yo.

Situando en el tiempo y espacio, la historia comienza después de haber capturado a Palkia y Dialga en la región de Hisui.

— Personaje hablando —.

— "Personaje pensando"—.

—*Personaje haciendo una acción*—.

— [Pokemon hablando] (En su lenguaje)

*Como último detalle, aviso que en mi historia el Aura tiene un significado diferente, es un poder con una trama que me inventé yo que ya se aclarará cuando se descubra*

Los personajes ni las imágenes de esta historia no me pertenecen, espero que disfruten leyéndola.
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Una aldea, la más expandida de todas en aquella región apartada de la violencia y extinción, donde convivían en paz y armonía seres humanos, a cubierto de los seres extraños que se encontraban robando libremente por fuera de la villa: Pokémon.

La vivienda más grande se encontraba al límite del mapa de la villa, llamada Jubileo, ubicada al suroeste de la región Hisui. La sede del equipo Galaxia.

Dentro de ella, hablaban en un cuarteto oscuro un joven entrenador, con un atuendo particular, una boina roja y una bufanda del mismo color, sus ojos tienen el mismo color que el de su pelo y en su vestimenta tiene grabado un símbolo amarillo y negro.

— General, el último tipo que nos hace falta no tiene ubicación, llevamos semanas buscándolo por toda la región y no aparece — reclamaba el joven entrenador.

Kamado, que era así como se llamaba el general de la sede, decidió de una vez apartar la vista la pared y girarse a ver al chico.

Lo que le sobresaltaba el rostro era su característico bigote, y su vestimenta estaba formada por un kimono negro y amarillo con el dibujo de un Golduck y una chaqueta marrón.

— Nadie dijo que contactarse con seres superiores a nosotros iba a ser tarea fácil joven entrenador — respondió.

— Me niego a vuestras ideas de buscar sin conocer alguna pista, la tabla terror no está en esta región, eso es lo que creo —.

El hombre mayor tardó unos segundos en responder.

— La intolerancia es un antivalor, que nos impide a los seres vivos mantenernos en grupo — dijo sabiamente Kamado.

— ¿Pues entonces que haremos? No podemos estar todos los días buscando de allí para allá sin resultados positivos — preguntó.

— Quien te ha dicho que no hemos encontrado lo que queríamos —.

— ¿Como dice? —.

— Sal afuera, Rei —.

Rei, que así se llamaba, hizo caso y salió afuera del cuarteto de Kamado, como era un piso tercero, no tenía más remedio que mirar que había abajo del todo, en la entrada de la sede.

Sus ojos se abrieron como platos y se quedó boquiabierto, Kamado se acercaba por detrás de él, para acompañarle la mirada a lo que fuera que estaba abajo.

— Veamos Rei, ¿de verdad creías que el equipo Galaxia no podría encontrar la última pieza? Somos capaces de cualquier cosa, todos nosotros, unidos —.

Abajo se encontraban dos grupos separados por color y vestimenta esperando y mirándolos fijamente, eran nada más ni nada menos que los dos clanes más conocidos de Hisui, los causantes de una guerra pasada, lo que la iniciaron y la acabaron.

— General, ¿porque están aquí todo el clan Diamante y todo el clan Perla? — preguntó sorprendido.

El clan diamante lo formaban entrenadores experimentados que se situaban en el Pantanal Carmesí, sus miembros van vestidos de un uniforme azul y siempre tienen sus ideales por la deidad del Gran Sinnoh, que según ellos, controla el tiempo, debido a esto es el porqué de su rivalidad con el clan Perla.

Su líder, el jerarca del clan, el encargado de mandar órdenes, era el único que iba vestido de una manera diferente a los demás.

Por otro lado, estaba el susodicho clan Perla, el que venera al mismo Gran Sinnoh, creyendo que controla el espacio. Su base se sitúa en la Tundra Alba, todos sus miembros van vestidos de blanco y rosa, con el símbolo de una perla, exceptuando a la líder que, igual que el otro, va vestida de una manera distinta a los demás, es jerarca, la cual usa un vestido rosado, encargada de dar órdenes para vigilar y proteger Pokémon señoriales.

Para Rei, eso le parecía un sueño, a pesar de estar los dos clanes enfrentados en el mismo lugar no se pelaban entre ellos, no discutían, no hablaban, se extrañó mucho.

— Rei, los Pokémon señoriales, gracias a ti y a Akari han sido calmados, y hemos podido detener a los Pokémon legendarios Dialga y Palkia para poder cerrar la grieta distorsional, no hay porque apresurarse, solo nos hace falta un último empujón para poder contactar con el Gran Sinnoh — le agarro por el hombro.

— Entiendo... y cuál es vuestro plan entonces —.

— Tenemos pensado volver al templo Rei — respondió el jerarca del clan diamante.

— ¿Volver al templo? ¿De que nos servirá? — preguntó Rei.

— La ultima tabla debería habértela entregado Dialga o Palkia, al igual que lo han hecho nuestros Pokémon señoriales, es un hecho, si algún lugar tenemos que inspeccionar tendrá que ser donde tuviste tu última batalla — explicó.

— ¿Y si no es así? Al igual eso no tiene nada que ver Adaman — preguntó la jerarca rubia del Clan Perla.

— Intentó no perder el tiempo, es algo sagrado — contestó.

— Y dale con el tiempo... ¿es que el gran Sinnoh al que veneráis solamente tiene el poder de contar los segundos? —.

— Escúchame, puedes insultarme a mi todo lo que quieras, no me importa, pero no le faltes el respeto a nuestra creencia, aprende a madurar — contestó de manera cortante Adaman.

— ¿A quien llamas inmadura? —.

— Irida estamos muy tranquilos ahora mismo, no empieces con tus quejas— dijo una voz infantil proveniente del clan Diamante.

Adaman giró la cabeza para ver a un miembro de su clan, con los brazos cruzados.

— Sabi, cállate — ordenó como lo hacía habitualmente con la niña.

— Vale líder... — asintió con una lágrima.

— Jerarca Adaman — le llamó Kamado.

Adaman volvió a girarse para verlo seriamente, lo cierto es que su semblante y su postura intimidaban incluso a sus propios miembros.

— No me ha disgustado tu teoría del templo, es más, yo creo que deberíamos inspeccionar el lugar — opinó el general.

— ¿General va en serio? — reclamó Irida.

— Voy en serio, ¿os ocurre otra opción, no verdad?

Adaman le sonrió de manera burlante a la rubia.

— ¿Ves? Aprende a manejar el tiempo hablando en cosas que valen la pena inmadura —.

— ¡No vuelvas a llamarme inmadura! ¿solo sabes meterte conmigo? — dijo molesta.

— Adaman — le mando a callar Kamado.

— Ejem, mis disculpas general — cerró los ojos mientras se afinaba la voz.

— Bien, ningún entrenador de la compañía Ginkgo ha podido acudir a nuestra misión de búsqueda, si queremos averiguar la incógnita del gran Sinnoh debemos trabajar en equipo, siendo vosotros sé que será una tarea dificil, pero es lo que hay, nos hace falta una sola tabla, la fantasma, y Spiritomb no nos la ha dado, es nuestra única opción, ir al templo — explicó Kamado.

Todos asintieron, se creó una nueva misión, y la última.

— Por cierto general, ¿y mi hermana, porque no ha acudido a esta reunión? — preguntó Rei.

Todos, incluido lo jerarcas, se callaron esperando la respuesta de Kamado.

— Ha desaparecido —.

— ¿¡QUE?! — gritaron todos a la vez.

— ¿Como que ha desaparecido? —.

— ¿Acaso has visto a tu hermana desde que acabamos la última misión? — preguntó Kamado serio.

— No... —.

— ¿¡Y que hacemos de brazos cruzados?! — preguntó a todos Irida.

— No es tan fácil, líder del clan Perla, ni siquiera sabemos dónde está ni que le ocurrió — contestó Adaman, todavía de brazos cruzados.

— Ah vale y prefieres quedarte aquí hablando tranquilamente, si que usabas bien el tiempo si — sarcástica y molesta.

— Estoy pensando en que podría haberle ocurrido a Akari, mientras tanto tú me estás molestando, ¿te tengo que describir mejor la situación? —.

— Discutiendo no vais a conseguir nada líder Adaman — interrumpió Arezu, otra miembra del Clan Diamante.

— ... Rei — le llamó el jerarca diamante.

— ¿Si? —.

— Céntrate, ¿que piensas que podría haber hecho tu hermana, te dijo que iba a hacer o algo parecido? — preguntó.

— Anda, pero si si que piensa... — Irida seguía sarcástica.

— Mh... creo que no, no tenía nada que hacer creo yo... — pensó frustrado el joven.

— ¿No tenía nada... que hacer? — repitió Kamado.

— "No tenía nada que hacer..." — pensó Adaman — ¡Lo tengo! Probable-

— Probablemente, Akira habrá sido inteligente y habrá hecho justamente la misión que estamos planeando — interrumpió a Adaman una chica del Clan Perla, llamada Palina.

— Eso mismo iba a decir yo... —.

—¿Mi hermana se ha anticipado...? —.

— Según la lógica y la probabilidad, si, tu hermana se ha anticipado a la misión antes que nosotros Rei — le dijo Irida.

— Si es que tú hermana ha decidió irse sola al templo de Hisui debe estar mas loca que un Ludicolo — comentó Adaman.

— Debemos irnos ya general, se lo suplico...—.

— Clanes Diamante y Perla, ¿aceptáis entrar en la misión haciendo una pequeña alianza? — preguntó Kamado.

— Si es por el bien de mi amiga diré que si a todo — respondió Irida, sin importarle estar junto a Adaman.

— No hace más de décadas que nuestra guerra terminó, nuestras antiguas civilizaciones nunca fueron recuperadas y lo único que nos queda son nuestras pequeñas bases ocultadas en el Pantanal Carmesí y bajo el templo Puntaneva de la Tundra Alba, me parece un momento que marcará mucho en nuestra historia, pero aceptaré, por el bien de esa niña — se rasco la cabeza Adaman.

— ¿Era tan fácil como decir que aceptabas sabias? — dijo Irida.

— No te hablaba a ti — dijo Adaman un poco molesto.

— Perfecto, Rei, quedamos a las cuatro y media en la sede, debemos partir todos en grupo hacia el Monte Corona — le dijo Kamado.

— Vale... — cabizbajo.

— Eh joven —.

— ?? —.

— Tú hermana estará bien, ella sabe cuidarse sola — Adaman intentaba apoyarlo.

— Si, seguro que lo estará —.

Todos los presentes de aquella reunión se empezaban a retirar por grupos, empezaba la cuenta atrás a la ida al templo.

— Espero que llegues a tiempo porque es lo único que se te da bien Adaman — se despidió Irida.

— Por una vez en la vida estoy de acuerdo en algo contigo — dijo para luego marcharse, rodeado de Mai y Arezu, dos chicas del Clan Diamante.

Irida lo veía marcharse, no sabía porque se quedó mirándolo. Entro en consciencia y se fue por su lado.

5
HORAS
DESPUÉS

En un combate formidable y violento, un Braviary y un Glaceon se enfrentaban muy heridos a una bestia maligna y enorme, todos los humanos presentes no estaban en buenas condiciones.

— ¡Esfera Aural!

El enemigo creo una bola aural y la expulsó para crear una explosión enorme en el Templo, despidiendo a los Pokémon y entrenadores presentes.

— ¡Vendaval! — ordenó Sabi, una del Clan Diamante.

Adaman, repleto de heridas, sangrando en el suelo y con un brazo fracturado, gritó con todas sus fuerzas para evitar que le hicieran daño a la pobre niña.

— ¡¡Sabi, escóndete, nos va a matar a todos!! — gritó.

Pero era demasiado tarde.

— No haber salido de tu escondite niñita, quien ose interponerse en mi camino será castigado con la fuerza de un Dios, ¡Golpe Umbrío! — ordenó una persona rubia.

Detrás de Sabi se creó un portal oscuro del que salió una ala y provocó un corte muy profundo en la espalda de la niña, salpicando sangre y haciéndola caer al suelo.

— *en shock* —.

— No hay otro camino... — dijo el rubio, pero fue interrumpido por un rayo hielo que dañó a su Pokémon.

— ¡Cobarde... eres un cobarde! ¡Como se te ocurre hacerle eso malnacido! Ventisca! — aparecio Irida.

— Garra Dragón —.

De un movimiento rápido el Pokémon abominable atacó al Glaceon de la jerarca, siendo un golpe crítico y derrotándolo.

— No hay otro camino, no hay otra alternativa, debo ser yo, debo ser yo quien toque la mano de dios, ¡a la gran deidad que vosotros, débiles jerarcas, veneráis! —.

Adaman usó todas las fuerzas que pudo para levantarse y correr en dirección a la niña herida.

— ¡Sabi...! — la intentaba despertar desesperado.

— ¡Llévatela, yo me ocupo de esto!

— ¡Ni en broma te dejaré sola!

— ¿¡Quieres que le ocurra lo mismo que a Kamado y a Rei?! — preguntó entre lágrimas la chica rubia.

Adaman le costó asentir y llevarse a la niña, así que llamó a su Braviary y le pidió llevársela lejos de aquí, eso hizo.

— ¡Te dije que no te dejaría sola maldita sea! —.

— Jerarca inepto... no te quedan Pokémon, no puedes hacer nada — dijo.

— ¡Adaman retrocede, tienes un brazo fracturado! — preocupada.

— No te preocupes por mi, tengo un plan — dijo.

2
HORAS
ANTES

Todos habían llegado al templo, los dos clanes y todo el equipo Galaxia, pensando que ningún combate inoportuno se estaba aproximando, en busca de Akira y en busca de la última tabla elemental, las columnas estaban derrumbadas y no parecía haber presencia de nadie.

— "Es aquí donde supuestamente debe estar mi hermana..." — pensó Rei.

— General, a sus órdenes avanzamos — dijo Adaman al lado del chico.

Kamado, vistiendo una armadura negra y resistente, respiro y expiró el aire para concentrarse si algo malo ocurría.

— Avanzen —.

Empezaron a subir las escaleras, lo cierto es que flotaba en el aire frío ese mal presentimiento de dolor y sangre.

— Está todo hecho trizas luego de la batalla con Dialga — miraba a su alrededor Irida, muy cerca de Adaman.

— Si, lo cierto es que este templo ya no debería existir más... — añadió el jerarca.

— General — dijo Rei.

— ¿Que? —.

— Hay alguien... ahí al fondo... de pie —
dijo con un poco de miedo.

Todos reaccionaron de la misma manera y agudizaron la vista para ver si el entrenador tenía razón. En efecto, al fondo del Templo estaba de pie una persona rubia, vestida de una manera muy particular, de espaldas a ellos.

—¿Y ese hombre? — preguntó en voz baja Irida.

Kamado mandó a callar a todo el mundo, esperando a que aquella persona se girase. La tensión se podía cortar con un cuchillo.

Cuando se giró, se presenció a un humano vestido del el verdadero Gran Sinnoh al que veneraron siempre los dos clanes durante ciclos, era rubio y tenía un semblante serio, parecía estar ocupado en algo.

— "Ya sabía yo que algo ocurría en el templo..." — pensó de brazos cruzados el jerarca Diamante.

— ¿Quien eres? Identifícate — ordenó Kamado.

— Probablemente, vuestro compañero con boina podrá responder a esa pregunta — dijo sonriendo.

Todos giraron sus cabezas para ver a Rei, pero este puso un semblante confuso, indicando que no sabía de qué hablaba.

— ¿Te conozco? — confundido.

El rubio se sorprendió, pero de un momento a otro se calmó y prosiguió.

— Ah, es verdad, nunca me has visto con este atuendo, soy Volo, ¿te acuerdas? Tu mercader, de la compañía Gingko — se presentó ante todos.

— "¿Volo...?" ¿Espera, que haces aquí? ¿Porque vas vestido así? — preguntó sorprendido.

— No preguntes cosas que no te ayudarán en nada, sé que es lo que buscáis — dijo.

— ¿Donde está Akari le has hecho algo? — preguntó amenazante Irida.

— Espera Irida — interrumpió Adaman — para empezar, debemos saber si tienes buenas intenciones, mercader de la compañía Gingko —.

— Llámame Volo a secas, fiel y honorable jerarca del Clan Diamante, cada uno tiene sus propias intenciones, ya sean buenas o malas — le contestó.

— ¿Donde está mi hermana? Volo dime que sigues siendo mi amigo.

— Tu hermana está viva, pero no está aquí, ha decidido venir sola para hacer suya la tabla terror — explicó.

— ¿Si no está aquí donde?

— ¿No deberías preocuparte por otra cosa Rei?

— ¿Que?

— Tienes la última tabla, ¿verdad? — supuso Adaman.

Sin abrir la boca, Volo se llevó la mano detrás de él para sacar una tabla morada, la última de las 18, la tabla terror.

— Lo sabía, esta en nuestra contra — dijo Irida.

— Volo, confiaba en ti... ¿que fue de toda la investigación que hicimos sobre la deidad Arceus?

— Hay Rei... de verdad me va a dar pena decirte esto, aunque suene egoísta, debo decir que llevo toda mi vida venerando a una deidad que no sabía que existía, ahora me doy cuenta de que sí y no estoy ni a un escalón de poder presenciarla con mis propios ojos, así que decidí alargar el paso y acudí en la ayuda de otro dios, aquel que desafío a Arceus, creando una grieta distorsional en medio de Hisui — cerró los ojos.

— ¿La grieta...?

— Si, aquella grieta Rei, de donde salisteis tú y tu hermana, realmente, venís de un hogar totalmente diferente... provenís de una dimensión distinta a esta, ¿pero porque, porque estáis aquí? ¿¡Porque habéis tenido que parecer justamente en el año en el que alcanzaría la gloria en su estado perfecto?! ¡¿PORQUE?!

Su grito se escuchó por todo el templo, Sabi, la niña pequeña del clan Diamante se escondió detrás de Adaman, con un poco de miedo.

— Yo tampoco se porque estoy aquí, Volo...—.

— ¿Y no has pensado en volver a tu verdadero hogar? — preguntó molesto.

— Si pero... este es el único viaje donde me he sentido... libre, he conocido a una infinidad de personas increíbles... entrenadores increíbles — explicó mientras miraba a los dos jerarcas con una sonrisa — a veces te das cuenta que siempre habías estado en tu verdadero hogar.

Volo lo miraba pensando en que decir.

— Pues entonces te haré irte a la fuerza — dijo.

— La grieta ha sido cerrada, no puedes hacer nada para devolver a Rei a casa Volo — dijo Kamado.

— Y tanto que puedo general, puedo hacerlo irse quitándole la vida, lo único que tengo que hacer... ¡ES QUITAROS LAS 17 TABLAS PARA INVOCAR A DIOS, Y OS MATARÉ SI OS INTERPONÉIS EN MI CAMINO!

Dicho esto, Volo sacó una Pokeball de madera.

— Y el destino de Hisui dependerá de un combate Pokémon, y no me importa quien sea mi contrincante, debatirlo vosotros — sonriendo.

Todo el equipo galaxia tenía miedo de lo que podía pasar si Volo conseguía derrotarlos a todos, podía salir muy mal y viendo como lo decía, los podría matar con sus Pokémon.

Rei estaba muy confuso, le habían explicado muchas cosas en poco tiempo y estaba muy preocupado por su hermana.

— "¿Quien debería dar un paso adelante?"— penso Arezu, nerviosa.

— ¿Adaman, que haremos? — le estiró de la ropa Sabi.

Adaman, inseguro, cruzó su mirada con la de Irida, no sabían quien de los dos tendría que pelear y vencer a Volo.

— *suspira* Voy yo — dijo Adaman, serio.

— No — alguien le agarró del hombro, era Rei— Adaman, desde que te conocí no he parado de sentirme inferior cuando estoy a tu lado, eres un entrenador valiente que no le teme a la derrota, tú madurez encaja con tu título de fiel jerarca de tu clan, sé que estamos en un momento difícil, pero es mi hermana, y es asunto mío, combatiré yo — le suplicó.

— Joven... —.

— Déjame demostrar que puedo estar a tu altura — le sonrió.

Irida los observaba, callada igual que todos.

— "Rei realmente ama a su hermana... espero que Volo no sea tan fuerte..." — pensó esta.

— De acuerdo, demuéstrale lo que vales, sin presiones — Adaman le dio una palmada en la espalda.

— Gracias —.

Volo esperaba paciente y con una sonrisa en su rostro, confiado.

— "Un hermano intentando salvar a su hermana, que patético se ve..." —.

Rei dio unos pasos adelante, serio y concentrado, preparado para comenzar el combate.

Volo levantó los brazos y se volteó para ver al cielo y cerrar los ojos.

— Este combate será presenciado aquí y ahora por el Gran Sinnoh en el templo de Hisui, una ofrenda para que puedan comprobar quién es el entrenador elegido — oró, luego de eso se volteó y miró directamente a los ojos de Rei.

Todos, callados, estaban preparados para ver el combate Pokémon de 6 contra 6 más difícil de su época, Rei contra Volo.

*empieza a sonar música de Cynthia*

El hermano de Akira sacó una Pokebola de su bolso amarillo para lanzarla, esta se abrió y de ahí se materializó un Typhlosion.

En la Pokedex escrita por el profesor Lavender:

Tipo Fuego y Fantasma.

"Mi teoría es que la montaña sagrada que se sitúa en el centro de Hisui tiene que ver en su apariencia. Se dice que purifica con sus llamas a las almas errantes y las conduce al otro mundo."

Volo hizo lo mismo, y de su Pokebola apareció Spiritomb.

En la Pokedex escrita por el Profesor Lavender:

Tipo Fantasma y Siniestro.

"Un ser capaz de conjurar maldiciones mediante pensamientos malévolos. Nació de la unión de 108 espíritus malignos."

— Apostaremos algo... si gano me darás las tablas —.

— Y si yo gano me devuelves a Akari y anulas tu plan de contactar con Arceus — dijo Rei.

— Aceptó —.

Luego de un silencio breve, el combate inició.

— ¡Nitrocarga! — mandó Rei.

Typhlosion se envolvió de un fuego vivo y a una gran velocidad se acercó al Pokémon Prohibido.

— Esquivalo — dijo Volo.

Spiritomb dio un brinco para poder esquivar el placaje ígneo del Pokémon de Rei.

— ¡Lanzallamas! — Rei se anticipó.

Desactivando nitrocarga Typhlosion expulsó por su boca un torrente de llamas moradas.

— Esquivalo de nuevo —.

El espectro se escondió dentro de su piedra espiritual, evadiendo las llamas.

— Usa Marcha Espectral— comando Rei, frustrado de no propinarle ningún movimiento.

— Hipnosis — Volo sonreía.

Siendo más rápido, Spiritomb consiguió adormecer con un poder oscuro al Typhlosion, provocando que no pudiera usar su ataque de tipo fantasma.

— "¡Mierda!" — pensó.

— ESTILO FUERTE: Bola Sombra —.

La potencia del movimiento de Spiritomb aumentó gracias al estilo fuerte, formando una bola fantasmal mucho más grande, Rei hizo lo que pudo para intentar despertar a su Typhlosion, pero no podía, se había dormido profundamente.

Lanzó la bola sombra y llegó a propinarle con facilidad al Pokémon de Rei, siendo súpereficaz y derrotándolo de un solo movimiento, impactando a todos.

— Typhlosion... — lo devolvió a su Pokeball.

— *Volo sonríe* —.

Todos estaban sorprendidos, no solo por el talento que ocultaba Volo en los combates si no el poder que tenía su Pokémon, tenían miedo, tenían miedo de perder y tener que morir a manos de él, todo dependía de Rei, y ya tenía un Pokémon menos que su contrincante.

— "Es fuerte..."— pensó Irida,

— ¿Lo estás viendo, Adaman...? — preguntó Volo, llamando la atención de este — ¿Estas viendo lo que menospreciaste, a la compañía que trastaste como una mierda antes de realzar tu clan?

— ...—.

— Siempre te has creído que solo nos tratábamos de mercaderes que buscábamos dinero por todas partes, ahora estás viendo de lo que puedo ser capaz, proviniendo de la compañía Gingko — serio.

Adaman seguía sin decirle nada, estaba callado y lo miraba fijamente con los brazos cruzados, mientras, Reí lanzó otra Pokeball, de allí apareció Ursaluna.

En la Pokedex escrita por el Profesor Lavender:

Tipo Tierra y Normal

"Tengo la teoría de que el terreno pantanoso de Hisui favoreció el desarrollo de su constitución robusta, como su capacidad de manipular la turba a su voluntad".

— ¡Carantoña!

Siendo mucho más rápido que el espíritu, el oso cuadrúpedo se acercó rápidamente para acertarle el ataque tipo hada, siendo súpereficaz y haciéndolo retroceder.

— Pulso Umbrío.

— ¡Esquivalo!

Ursaluna dio un salto hacia un lado para esquivar el ataque.

— ESTILO RÁPIDO: Paranormal —.

Gracias a una extraña fuerza psíquica y a la mejora de velocidad, Spiritomb apareció repentinamente detrás de Ursaluna y le atacó con energía psíquica.

— ESTILO FUERTE: ¡Arremetida! — gritó Rei.

Ursaluna se envolvió en una aura y arremetió con todas sus fuerzas hacia el Pokémon Prohibido.

— ¡Hipnosis! — mandó Volo.

Antes de recibir el ataque tipo Tierra, Spiritomb logró hipnotizar a Ursaluna, pero este siguió con su movimiento y lo arremetió, haciéndolo retroceder demasiado y cayendo derrotado por la potencia del ataque.

Spiritomb se quedó fuera de combate y Ursaluna, dormido y dañado.

— "Uno menos... pero todavía quedan unos 5 Pokémon poderosos que vencer..." — pensó Rei — "Y estoy en problemas, Ursaluna se está durmiendo..."

Todos los expectantes no se molestaron en felicitar a Rei, por el simple hecho de que el combate no había ni empezado. Volo no se quedó atrás, no dijo nada y sacó a su siguiente Pokémon, Roserade.

Tipo Planta y Veneno

"Las flores de los brazos poseen látigos espinosos impregnados de un veneno letal. Acorrala a sus presas con movimientos elegantes"

— ¡Acércate para utilizar cuchillada! — dijo Rei a su Pokémon.

El oso obedeció la orden y empezó a acercarse rápidamente, sus garras empezaban a brillar de un color blanco mientras se afilaban aún más.

— Púas — ordenó tranquilamente Volo, serio.

Roserade hizo un movimiento tan rápido que nadie lo pudo ver, Ursaluna estaba a poco metros de él para propinarle un tajo, pero este se dejó dar por el ataque tipo normal, sorprendiendo a Rei.

— ¿Te has dejado dar...? —.

— ¿Crees que alguien tan poderoso como yo se vaya a dejar dañar porque si? Mira a tu Pokémon, novato — sonreía.

— ¿Que?

Rei vio como Ursaluna se había envenenado solamente al entrar en contacto con Roserade, era su habilidad Punto Veneno.

— Es lo que hay cuando te enfrentas a Pokémon venenosos— dijo.

Rei no se maldeció por eso, tenia un plan en mente al ver el estado de su Pokémon.

— Puya Nociva —.

Roserade creó una larga espina en una rosa e intentó clavársela al Ursaluna para envenenarlo aún más, pero antes de poder hacer eso, Rei sonrió.

— Cuchillada —.

Ursaluna reaccionó mucho más rápido y gracias a su reflejo pudo propinarle la cuchillada en todo el rostro al Pokémon rosa, haciéndolo retroceder mucho, lo hizo con una fuerza que no se comparaba a los movimientos anteriores, cuando en verdad debería ser menor por el veneno.

— ¿Que, actuó más rápido que yo? Pero si está envenenado — se maldijo Volo, viendo a su Pokémon realmente dañado.

— Pensaba que ibas a ser lo suficientemente inteligente para saber que es lo que sucede, ahora veo que no, te lo diré, Ursaluna puede aumentar un cincuenta por ciento su potencia de ataque estando en un problema de estado, es su habilidad Agallas — explicó triunfante.

— Hmnf, admito que me has tomado por sorpresa novato, pero se te ha olvidado un pequeño detalle —.

— ¿Que?

Cuando miro al suelo se sorprendió, todo estaba plagado de púas que podrían crear heridas muy graves, y lo había causado Roserade de alguna manera.

— "Increíble... ha ejecutado el movimiento tan rápido que no me he ni fijado..." — pensó preocupado.

Ursaluna se había clavado unas cuantas, por culpa del dolor se resbaló y cayó al suelo, había conseguido potencia, pero estaba en muchos problemas como para poder ganar ese combate, el veneno lo dañaba lentamente.

— Un entrenador digno de los dioses debe estar atento a cualquier detalle en un combate, todos vosotros sois inútiles, no os merecéis esas tablas elementales, si me escucharais lo que intento deciros a lo mejor no tendríamos que llegar tan lejos, pero veo que todos no creen en el único futuro que le espera a Hisui — dijo molesto — ESTILO RÁPIDO: Danza Pétalo — ordenó.

Aprovechando el mal estado de Ursaluna, Roserade disminuyó la potencia de su movimiento para ganar más velocidad, atacando al oso con un tornado de pétalos afilados, siendo súpereficaz y sacándolo fuera de combate.

— "Volo sigue derrotando a sus Pokémon primero... veo mal la cosa" — pensó Kamado — "de verdad si que es un entrenador formidable, lastima que tenga que haberse transformado en un creyente obsesionado".

— "Necesita cambiar de estrategia, Agallas no era un plan lo suficientemente apto para esa situación... esto es un problema..." — pensó Adaman, serio.

Y ahí seguía el combate, cinco contra cuatro Pokémon restantes, y todo eso iba a marcar el destino de Hisui, de una manera u otra, depende de quien gane esa batalla decisiva.

Si no quiere perder a su hermana, tendrá que ganar, si no lo hace, todo cambiará para siempre.

Y todo continuará en la siguiente parte del prólogo.

Espero que os haya gustado la primera parte, no soy nuevo en esto pero nunca había escrito una historia de la franquicia Pokémon, espero que os pueda entretener cada capítulo de esta historia.

Continuará.