Capítulo 95
Día antes del ataque
[El trauma de Iono y el Festival de Mascaras]
[Villa Versui]
Narrador Neutral:
Anteriormente, Adaman y Iono habían empezado una cita, en la que fueron a comer en un restaurante para luego marcharse en dirección al cine del pueblo. Desde su retirada del restaurante transcurrieron dos horas, en las cuales ellos dos expendieron viendo cierta película.
Ahora son las 19:30, poco quedaba para el festival, pero ahora centrémonos en ellos dos.
Dentro del cine, después de haber visto la película, situados en la taquilla, Iono se alejó mucho durante un breve instante de Adaman porque al parecer tenía una llamada perdida en su Smartrotom.
Con este último, se quedó parado viendo junto a Celebi todas las películas que habían en la cartelera, por lo menos así podría distraerse mientras la streamer conversaba con quien sea que estuviese al otro lado de la línea.
— ¿Cuanto tiempo queda para el festival? — preguntó Celebi.
— "Dos horas, creo" — respondió Adaman.
— Y que con tu kimono, ¿no vas a comprar uno para ti?
— "¿Con esta vestimenta no es suficiente? parezco aún más culto con esto que con un kimono" — dijo.
— Eso es verdad.
Nuestro protagonista se hallaba relajado, ya solo quedaba tener una conversación en algún lugar un poco más íntima con Iono, necesitaba saber algo más de ella, pero no conseguía recordar que. Sin embargo todos sus pensamientos se detuvieron al sentir un dedo índice tocándole el hombro por detrás. Celebi tampoco los pudo prevenir.
— Hola Adaman — dijeron dos voces.
Se volteó y vio a la dos personas a las que nunca hubiera deseado encontrarse ahí mismo, en su cita con Iono. Eran nada más ni nada menos que Akari y Rosa, que por alguna razón también se encontraban en ese cine en esa misma hora.
— ¿¡EH?!
— ¿Te ocurre algo? — preguntó Akari.
— ¡¡Andaa!! Pero si son mis dos amigas Rosa y Akari qué sorpresa verlas por aquí jeje!! — disimuló Adaman, nervioso.
— "Le ocurre algo..." — pensaron las dos, sospechando.
— "Celebi, ¿donde está Iono...?" — preguntó Adaman, tenso y con una sonrisa falsa.
— Mantén la calma, aún sigue lejos de aquí, trata de no hacer la conversación tan larga o ya sabes lo que pasará... — contestó el Pokémon singular con una voz miedosa.
— "Ok ok"
— ¿¿Adaman vas a ver una película?? — preguntó Rosa.
— ¿Yo? No, de hecho ya acabé de verme una con... cierto amigo mío — se ríe nerviosamente.
— ¿Quién?
— Tu hermano Nate, ahora mismo está-
— ¿Mi hermano? Juraría que antes lo vimos caminar en dirección contraria por la calle antes de entrar al cine... — dijo Rosa, con una mano en el mentón.
— Cagaste — dijo Celebi.
— Me dijo que tenía que buscar algo del hotel, yo en cambio me quedé aquí viendo la cartelera — mintió Adaman.
— Oh entiendo — sonrió Rosa.
— "De la que me salvé..."
— Me sorprendes, se puede ver con claridad que cada vez más mejoras tu forma de mentir, antes eras un inútil — comentó Celebi.
— "Cebolla, no me obligues a hablar de tus deterioros" — molesto — ¿Ustedes van a ver una? O ya van a salir.
— Vamos a ver una, Sabi se negó porque era una de terror, por lo que ahora está durmiendo plácidamente en el hotel — explicó Akari.
— Okey, ¿no sé os hace tarde? tampoco queda mucho para el festival de esta noche — preguntó el jerarca.
— De hecho si, debemos entrar ya, vamos Rosa — dijo Akari, empezando a caminar.
— Ok, nos vemos Adaman — se despidió la castaña, alegre.
— Bye-bye...
Las dos entrenadoras se fueron para ver su pendiente película, dejando a los dos solos de nuevo, y a tiempo de que Iono llegara.
— ¡Hey Adaman! — le dio un corto abrazo — ¿te hice esperar mucho?
— De la que te salvaste — dijo Celebi.
— No tanto tranquila, solo 20 minutos — sarcástico.
— ¡! Perdón jeje... era una llamada muy importante y necesitaba aclarar muchas cosas en ella — explicó la streamer con una gota estilo-anime en su cabeza.
— Quedan dos horas aproximadas para que empiece el festival, ¿quieres hacer algo más o podemos dar por acabada la ci-
— Quiero hablar un poco más contigo en un banco, ¿podemos? — suplicó, interrumpiéndolo.
— Al menos déjame acabar la pregunta...
...
Narra Adaman:
Finalmente salí del cine evitando el encuentro de Akari y Rosa con Iono, de haberse visto un gran problema se habría hecho presente para mí...
No caminamos mucho para llegar a uno de los cuantos bancos que habían en Villa Versui, cuando nos sentamos ahí empezamos a conversar como lo hacíamos habitualmente, sin embargo, en un punto, un ser hizo de su aparición en frente nuestro cuando el sol se ocultó.
— Iono, mira eso — dije, de brazos cruzados.
— ¿Mh? El que? — giró la mirada.
Delante nuestro, a unos cuantos metros de distancia había un Pokémon muy pequeño pero visible, era una vasija negra y blanca controlada por lo que parecía ser una esencia de color verde en su interior, poco tiempo nos dimos cuenta de que era un té matcha.
— ¿A-Adaman que es ese Pokémon? — preguntó Iono, podía sentir que empezaba a tener miedo.
— No lo conozco, espera.
Saqué el Smartrotom de mi bolsillo para abrir la Pokedex y registrar a esa especie en ella, la información fue la siguiente, su nombre es Poltchageist y no tiene nada en común con otras especies parecidas como Sinistea o Polteageist.
No era difícil saber de qué especie provenía, el Sinistea que le regalé a Carmine es bastante idéntico, será su evolución.
Tipo Planta y Fantasma
Se rumorea que el resquemor de un individuo que practicaba para la ceremonia del té murió sin dominar el arte, poseyendo el matcha y dando lugar a un Pokémon.
Oh no.
Si según la Pokedex esta especie fue antes un humano a la par que tiene el tipo fantasma, eso quiere decir que lógicamente y literalmente es un fantasma. Teniendo Iono al lado, tanto Celebi como yo sabíamos lo que iba a pasar.
— Adaman... — dijo el Pokémon singular.
— "¿Si...?"
— Si es un fantasma ya sabes lo que significa, ¿verdad? — con temor.
— *asiento con la cabeza, nervioso y preparado* Eh... Iono tengo que advertirte de algo importante.
— ¿El que?
— ... ¿Prefieres que me explique bien o que te lo diga directamente?
— ¡Dilo!
— Es un fantasma.
— ... ... ¿Qué?
Cuando nos fijamos bien, ese Poltchageist se había desplazado para estar a tan solo tres metros de nosotros, no tenia intenciones de atacar, pero aún así asustaba. Aunque hablando de asustar había que ver la reacción de Iono.
La streamer dio un grito tremendo de terror, acto seguido se abalanzó sobre mis brazos cerrando los ojos para evitar seguir viendo esa pequeña criatura.
— ¿¡Qué hace un fantasma aquí?! Mátalo mátalo ahora mismo!!! — gritó asustada.
— ¿¡Qué lo mate, estás loca?! Tiene el mismo derecho a vivir que nosotros! — dije incrédulo y asustado, pero riéndome por dentro.
— ¡¿Te importa más un simple Pokémon fantasma que yo?!
— No es simple, y además no vas a morir porque sea un fantasma en verdad él está más asustado que tú — respondí.
— ¡M-muy asustado no parece...!
Lo peor era que tenía razón, ese Poltchageist se acercaba si, pero según Celebi me decía no venía de forma amigable, como se siga acercando tendremos un problemas
— Bueno igual no muy asustado está pero no significa que sea capaz de matarte aún — dije, sacando un objeto de la mochila — ¿Sabes lo que es esto?
— ¿Una baya Higog? — dijo entre mis brazos.
— Correcto, este tipo de baya tiene un sabor exquisito para los Pokémon que aman el picante, sin embargo para los que no les causa una severa confusión — explique — "Celebi, cuál es su naturaleza"
— Naturaleza osada — respondió.
— "Bien" En este caso como bien me dijo mi compañero, ese Poltchageist no ama el picante.
— ¿Y como lo sabes? — preguntó Iono.
— Modesta, Osada, Serena y Miedosa, esas son las naturalezas que tienen los Pokémon que odian el picante — dije — Así que es tan fácil como lanzársela...
Por si no eres tan experimentado con este tema podría explicarte lo que son las naturalezas de los Pokémon, cada individuo nace con una ventaja en una característica y una desventaja en otra, por ejemplo, la naturaleza Firme permite a un Pokémon ser fuerte en Ataque Físico pero débil en Ataque Especial, aunque a veces hay casos en los que un Pokémon puede tener todas las características equilibradas.
Le tiré la baya Higog para que esté se la comiera, y como bien lógica era mi explicación este empezaba a marearse.
— ... y luego verás que ya no querrá atacarte para luego acabar retirándose.
— Wow... — aliviada.
— ¿Ves? Así de fácil es librarse de un Pokémon salvaje, aunque hay muchos otros tipos de bayas que te pueden ayudar a salvarte, ciertamente.
— ... Gracias por enseñarme pero... ¿cómo sabes tanto acerca de eso? Por no decir de que sabes mucho acerca de debilidades y resistencias — preguntó la líder de gimnasio.
— En mi pueblo natal la agricultura era muy buena, y junto a mi madre siempre recolectaba las bayas que crecían de nuestros cultivos.
— Hum.. interesante.
— ... Iono tengo que preguntarte algo...
— Si dime.
— Pero antes de nada, ¿podrías bajarte? — pregunté.
— ¿Uh? — se sonroja — ¡L-lo siento!
Rápidamente se sentó correctamente en el banco, dándose cuenta de lo que hizo, aunque no entiendo porque se perdona.
— ¿Q-que querías preguntarme...? — preguntó mirando hacia otro lado.
— Espero que no te parezca muy profundo y privado el tema, pero necesito saberlo cuanto antes para tranquilizarme, ¿porque le tienes miedo a lo fantasmas, de dónde nació esa fobia? — pregunté.
Como vi venir, al escuchar mi pregunta Iono dejó de estar nerviosa para luego ponerse seria, estaba pensando en que decirme, Celebi y yo esperábamos ansiosos una respuesta que pudiera convencernos.
— Te lo diré, porque lo saben muy pocas personas y te quiero mucho para seguir ocultándotelo: — dijo, cerrando los ojos.
...
Narra Iono:
Cuando era pequeña, yo, mi familia y todas las personas cercanas a mí éramos muy experimentados acerca de los Pokémon de tipo fantasmas.
¿Porque? Por alguna razón en el bosque más cercano empezaron a inmigrar esa especie de Pokémon.
Ese no era el problema, en aquel entonces no les temía a esos Pokémon.
Nací siendo hija única, el problema es que era demasiado extrovertida, mi padre trabajaba siempre fuera y mi madre tenía mucha presión con el trabajo doméstico en nuestra residencia. Sin su cariño, me sentía demasiado sola, y siendo quien era eso era muy malo para mi salud mental.
Abreviando, aunque me sintiera sola en mi casa, en la escuela tenía muchos amigos, eso era lo que me relajaba. O más bien lo que me impedía empeorar y deprimirme.
Llegó el momento en el que mis padres se dieron cuenta de eso, no podían dejar que su hija, que según ellos era muy especial, siguiera sola, sin nadie con quien hablar en sus tiempos libres. Una chica tan activa y en la que tenían tantas expectativas.
Fui ahí cuando me ayudaron a conocer a Kano, el hijo menor de mis vecinos, tenía la misma edad que yo, pero la diferencia era que era introvertido, aún así me pareció muy lindo la vez que lo conocí. Luego de conocernos mejor y compartir más tiempo juntos finalmente me enamoré de él.
Sin embargo me veía incapaz de expresar mis sentimientos a esa edad, por lo que no dije nada.
Un día, paseando, encontramos en el bosque cierto lugar rocoso donde siempre descendían del cielo Drifloons, Pokémon globos de tipo Fantasma y Volador. Era una manada bastante grande.
La primera vez que la vimos fue uno de los momentos mas hermosos de mi vida, esos globos fantasmagóricos eran amigables y muy agradables, y junto con la persona que amaba, fue algo inolvidable.
Regresamos a casa con euforia, y de ahí nuestros padres nos dieron el permiso de visitar esa manada siempre que quisiéramos, que la mayoría de veces era en el atardecer.
Pero también algo cambió, siempre nos advertían de que debíamos apresurarnos y hacernos amigos lo más pronto posible de esos Drifloons, ya que, según las Pokedex y profesores contaban, esa especie de Pokémon tiende a llevarse niños que odian al cielo. Sin embargo, en aquellos tiempos eso solo era un rumor, algo que más bien solo era una leyenda para dar miedo.
Pasaron los meses, y con eso nos hicimos amigos inseparables de todos esos Drifloons, Kano y yo formamos una familia entre humanos y Pokémon en ese humilde bosque.
Hasta que... un día...
Nos olvidamos completamente de las posibilidades que la vida conlleva, posibilidades que podrían arruinarnos un gran lapso de nuestras vidas.
Un día cualquiera, de entre el grupo de globos encontramos uno muy diferente al resto, no era amigable, pero tampoco nos hacía daño. Era uno que no habíamos visto nunca.
Cuando Kano agarró uno de los hilos del Pokémon, este no se lo pensó y lo despegó del suelo, ascendiendo poco a poco sin dejar caer a Kano. En ese momento me acordé de todas las advertencias de mi familia, fui idiota y ese error mío lo pagaría todo con él.
Intenté decirle que bajara, que se intentara soltar, pero no había manera, Kano parecía estar poseído mientas ese globo se lo llevaba.
Ahí fue cuando empecé a gritar, luego llorar y luego huir, habían raptado a Kano, desapareció junto a ese globo, y ese fue la última vez que lo vi con vida.
Volví a quedarme sola, y todo empezó a empeorar, ahora tenía pesadillas, en las que aparecían todo tipo de Pokémon fantasmas, raptando amigos míos de la escuela, jugando con ellos, dañándolos, y en la peor de las pesadillas que tuve, matándolos...
Gengars... Bannetes... Dusknoir y Dusclops... Todo tipo de monstruos oníricos que hicieron de mi vida infantil un infierno.
Al límite de mi salud mental, dos semanas después decidí salir sola de casa para respirar la brisa del exterior, pero ni siquiera eso iba a ser posible.
Tan solo abrir la puerta, me encontré en frente de mí un cuerpo destrozado, aplastado y masacrado de un niño, que parecía haber muerto de caída. No me fue difícil adivinar quién era...
El charco de sangre era inmenso, y cuando me di cuenta de que eso ya no era una pesadilla me quedé en shock, Kano había caído desde más de 1000 metros de altura para estrellarse contra el suelo en frente de mi casa. Aquel Drifloon que se lo llevó, finalmente, lo soltó desde el cielo.
... No se cuando tiempo me quedé paralizada en frente del cadaver, pero mi madre me rescató y me llevó entre sus brazos al darse cuenta de todo.
La recuperación no fue fácil, fueron dos años que necesite para al menos olvidarme de él.
Aún así, ese trauma me seguiría por la eternidad.
Después de cinco años, aprendí a tomar mi fobia como algo un poco más cómico, ya que antes ver fantasmas era un terror absoluto para mi, me ponía a llorar y huía sin importarme nada. Ahora solo me asusto, y eso es gracias a Mismagius.
Cuando era un Misdreavus, me salvó la vida cuando tenía ocho años, eso me hizo amarlo e ignorar si era un fantasma o no, él era un Pokémon amable de verdad, uno que nunca me haría daño, y que fue tan generoso que se dejó atrapar cuando me convertí en entrenadora.
Con el paso del tiempo, empecé a ser feliz cuando me convertí en streamer, por alguna razón me hacía demasiado popular en poco tiempo, hasta que, con tanto dinero cayendo sobre mi familia, decidí mudarme a Paldea para conseguir un nuevo trabajo como lo que ahora soy líder de gimnasio.
Sin embargo, aún teniendo a un ser querido que pueda enfrentar tus miedos es imposible eliminar un trauma de la mente.
El espíritu de Kano siempre me perseguirá, hasta toda la eternidad.
Después de su horrible y atroz muerte...
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Narrador Neutral:
Luego de haberlo contado todo, Iono, ya satisfecha, acabó su explicación con un comentario suyo acerca de lo que le pasó.
— Desde ese entonces nunca he vuelto a ver un Drifloon en todo mi tiempo de vida — dijo — Y me aterra, porque estoy segura de, cual sea el momento que me vuelva a encontrar uno, volverá a nacer ese miedo tremendo que tenía antes, y que esas pesadillas volverán... algún día de estos...
Luego de escuchado todo, Celebi no sabía qué decir, y menos mal, porque no era él quien tendría que opinar o consolar a la pobre líder de gimnasio de Paldea, tendría que ser Adaman, que estaba pensativo, porque él también recordaba sucesos que le ocurrieron en un algún tiempo de su vida, pero no conseguía concretar cuáles.
— Cuando era un niño hice algo que estaba prohibido — dijo Adaman.
— ¿?
Celebi, atento, agudizó el oído sabiendo que lo que sea que estuviera a punto de contar el jerarca iba a ser nueva información de su pasado.
— A diferencia de ti no fue un descuido, lo hice sabiendo que iba a pagar unas consecuencias enormes...
— Ya... entiendo.
— Solo intento consolarte, hay personas que pasan por infiernos peores, sé que perder a tu amigo de esa manera es algo horroroso, lo siento mucho, pero nadie nunca dijo que la vida fuera un camino de flores... en mi opinión, yo creo que es un camino de fuego — dijo Adaman.
— ... ¿Tú perdiste a algún ser querido de una manera parecida? — preguntó Iono.
— ... — pensaba — Prefiero no hablar acerca de eso.
— ... Ok...
Adaman se levantó, estirando los brazos, sacó su teléfono para ver la hora.
— Se nos hace tarde y debo arreglarme para el festival, me gustó vivir este paseo contigo Iono — empezó a caminar.
— ...¡Espera!
— ¿Qué?
Para sorpresa del jerarca, Iono se había levantado también para estar a tan solo centímetros de él, no se esperó un movimiento tan rápido como el de esa chica.
— ¿N-no se te olvida algo? — preguntó, empezando a sonrojarse.
— ¿Mh..? — confundido.
Adaman empezó a pensar en que podría haberse olvidado o saltado, al principio estaba muy confuso, al punto en el que estaba por rendirse y preguntar, pero cuando reflexionó acerca de la razón por la que se hallaba solo con ella pudo tener una idea. Una que podría ser arriesgada, aún así no iba a tener miedo en un momento tan íntimo como ese.
Sin pensarlo, y aprovechando que ella ya estaba cerca de él, acercó su rostro.
Iono y Adaman se dieron beso, uno que duro aproximadamente 4 segundos.
Cuando se separaron Iono estaba muy feliz, había deseado mucho ese segundo beso después de la última y primera vez que lo hizo con el jerarca, con este último volvió a voltearse junto a Celebi para volver a caminar en dirección al hotel.
— Nos vemos en el festival — se despidió Adaman.
— Si, nos vemos — dijo ruborizada.
— ... — .
Celebi solo estaba pensando en lo que dijo Adaman, varias cosas se estaban entrelazando, aquel pergamino... aquello que hizo que estaba prohibido, el Pokémon singular estaba dispuesto a resolver ese puzzle que Adaman le había propuesto indirectamente.
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30
MINUTOS
DESPUÉS
En la habitación de Adaman:
— ¡Al fin empieza el festival! ahora tenemos que caminar hasta el Centro Cultural, y traer dinero, que de seguro habrán todo tipo de manjares — dijo Celebi, activo.
— Cebolla tragona — dijo Adaman.
— Un poco de respeto, cada quien tiene sus defectos — molesto.
— *suspira* ¿En fin donde crees que nos esperará Carmine, crees que está en la entrada del hotel esperándome con los demás?
— Existen probabilidades — de brazos cruzados.
— ¿Y dónde está Victini, también se fue al Monte Ogro a entrenar con los demás legendarios?
— No lo he visto hasta ahora, así que supongo que sí se habrá ido con ellos, ¿como piensas ejecutar el calentamiento mañana antes del ataque de los generales, habrás pensando en eso cierto?
— Es muy tarde para empezar un calentamiento, Celebi.
— ¿De verdad?
— Si, lo que debemos hacer ahora es la preparación, ¿acaso no has pensado en los habitantes de esta villa? Todo tiene un orden, hay que empezar por refugiar a los habitantes y luego crear un plan antes de que lleguen a la comarca, ya sea dividiéndonos en grupos para derrotar a cada general.
— Tienes razón, no puede pasarnos lo mismo que en Ciudad Castelia, si vamos preparados podremos ganar esta batalla — dijo el Pokémon singular.
— Pero bueno, de eso nos preocuparemos mañana, hoy Arceus nos ha dado una fiesta que disfrutar, no la desperdiciemos — dijo Adaman, abriendo y saliendo por la puerta.
— Verdad no te falta, vámonos.
...
Casualmente, ambos, jerarca y Pokémon se cruzaron por los pasillos con Perrin, descendiente de nuestro protagonista, pero extrañamente ella no llevaba Kimono.
— ¿No vas a ir al festival? — preguntó Adaman.
— No es eso, lo que ocurre es que no tengo la costumbre de celebrarlo, pero sí que tomo fotos siempre que puedo de los fuegos artificiales, aunque me da la sensación de que este año voy a fotografiarte más a ti — explicó la peliazul.
— ¿A mí? — confundido.
— Obviamente, seré la primera fotógrafa en este mundo con fotos de su antepasado, ¿no es increíble? — alegre.
— Oh, claro — dijo Adaman, con una gota en la cabeza.
Cuando atravesaron la salida del edificio, las personas que los esperaban fuera eran la pareja de Iono y Kieran, todavía no había rastro de la hermana del pequeño entrenador azabache, pero lo que solo ocupó la vista del jerarca fue el kimono que la streamer se había puesto.
Cuando Celebi y Adaman giraron sus miradas incrédulas para ver a Kieran, este se ocultaba avergonzado con una mano el derrame nasal que tenía siempre que la veía.
— Hola Adaman, hola Perrin — saludo Iono
— Hola — devolvieron el saludo.
— ¿D-dónde está tu pareja, más bien mi hermana? — preguntó Kieran, intentándose quitar la sangre de la nariz.
— ¿No está aquí? — preguntó Adaman.
— Creo haberla visto subir a su habitación porque se le había olvidado algo — dijo Perrin.
— Pues acertaste — dijo la voz de Carmine.
La hermana de Kieran apareció justo en ese momento, vestida con el mismo kimono que les había jurado llevar, de color azul. Como bien se tenía que llevar, su máscara era azul y recordaba a cierto compatron.
— Que hermosa te ves Carmine — dijo Adaman, con una mano en el bolsillo.
— Se que intentas ponerme nerviosa, no te servirá — de brazos cruzados.
— Tenía que intentarlo.
— "¿Pero como puede ser que se tengan tanta confianza...?" — pensó Kieran, incrédulo.
Respecto al comentario del jerarca, Iono trató de ocultar sus celos, iba a tener que hacerlo hasta que acabase el festival, ya se había preparado mentalmente, o eso creía.
— ¿Dónde están los demás, somos los últimos que quedan por venir? — preguntó Perrin.
— Antes de llegar al hotel me encontré con Rosa y Akari, me dijeron que iban a apresurarse para llegar primeras al Centro Cultural por lo que supongo que ellas ya estarán esperándonos allí — dijo Iono.
— Pues vayamos, no tenemos a nadie a quien esperar — dijo Carmine.
Todos asintieron estando de acuerdo con ella, preparados, alargaron el paso hacia el centro cultural de Noroteo, donde celebraría el susodicho evento.
Pero... centrándonos en otra parte de la villa, se hallaban encerrados en tres cubos mágicos los malévolos compatrones de Kitakami, rendidos ante el poder de Victini usando Vasta Fuerza, no podían escapar de su prisión.
Por lo menos, y un alivio para ellos, sí que podían hablarse entre sí ya que las paredes psíquicas creadas por el Pokémon singular de tipo fuego no bloqueaban el sonido.
— [¡¡¡Aaaghh!!! Todo es por la culpa del Refulgente, de no haber aparecido habríamos matado a todos esos entrenadores!!!] — maldijo Fezandipiti.
— [Y no solo eso, Munkidori a ti también te robaron la máscara, ¿cierto?] — preguntó Okidogi.
— [¿A ustedes también? Que derrota más incomprensible... derrumbados por dos denigrantes seres singulares...!] — dijo Munkidori.
— [Desde luego, esto es deshonroso, ahora con esas máscaras, Ogerpon tomará la venganza que tanto ansiaba...] — dijo Fezandipiti.
— [¡Si tan solo la manera de romper estas barreras se hiciera presente ante nosotros...!] — exclamó Okidogi.
— [No nos descontrolemos, hay que permanecer en calma, he tenido una visión...] — reveló el mono, estimulando su gran cerebro.
— [Dínosla]
— [Mañana Kitakami será víctima de una fuerza perniciosa, un suceso ineludible que aterrará a todos los seres vivientes, el creador del caos que se aproxima nos liberará de estos muros irrompibles, y..
— [¿Y?]
— [En mi visión observo en todo su cuerpo a alguien particular... no a la perfección, está presente ante mí de forma borrosa, su cabello es rubio... viste una especie de kimono negro y rojo... y el aura que desprende es acogedora...]
— [¿Algo te dice que ese humano será un problema para nosotros?]— preguntó Okidogi.
— [No, nada me dice nada, lo único que sé es que ese humano va a estar en esta región en una medida de tan solo cinco minutos, luego desaparecerá...]
— [¿Que clase de humano puede aparecer en una región, destruirlo todo y luego desaparecer en tan solo cinco minutos...?]
— [Lo malo es que es una visión, no estamos seguros de que lo que dices sucederá, aún así tenemos que rezar por ser liberados mañana] — dijo Okidogi.
Los tres Pokémon legendarios, sin nada más que decir, cerraron los ojos para intentar dormir y matar el tiempo de la vida real en sus sueños más profundos.
.
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[Centro Cultural de Noroteo]
Al llegar, la primera persona con la que el pequeño grupo se cruzó fue Irida, ella ya tenía en la mano una manzana caramelizada.
Respecto al centro, este estaba lleno de entrenadores/as jóvenes con kimonos mayoritariamente de color verdes, la decoración era muy bella, lámparas de papel por doquier, como también habían todo tipo de tiendas con máscaras y comida tradicional a la venta.
— ¿Con qué pareja viniste al festival? — preguntó Celebi.
— Es un turista joven de por aquí, tampoco le deis mucha importancia — contestó la jerarca — Ahora creo que estaba comprando manzanas.
— ¿Tú qué quieres hacer primero? — le preguntó Adaman a Carmine.
— ¿Qué pregunta es esa? Lo primero que siempre se hace al primer momento es comprar manzanas caramelizadas, luego alguien ya se divierte a su manera — dijo la azabache.
— Lo dices porque tienes hambre — dijo Adaman.
— ¡Eso no es verdad! — molesta.
Llegaron Akari, Rosa, Liko y Sabi, tiempo después Marnie y Gloria, con eso el grupo ya estaba bastante formado para seguir esperando a la gente por lo que decidieron ir a una tienda todos juntos para comprar esas deliciosas manzanas.
Al llegar, Adaman detuvo a todos.
— Que nadie saque su dinero, invito yo a todos — dijo el jerarca — Menos mal que me traje el dinero suficiente.
— ... — todos se callaron, incluido Celebi.
— ¿... Que? — preguntó Adaman.
— Creo que hay dos palabras que podrían describirte Adaman — dijo Irida.
— ¿Cuáles?
— Maldito... — dijo Hilda.
— ... millonario — acabo Rosa.
— ¿¡COMO?! Encima que soy amable con ustedes y me insultan?! — incrédulo.
— Bueno, es que te lo buscas... — dijo Celebi, burlándose.
— *se le ocurre una idea para molestarlo* No puedo creer que seas así Adaman, nos decepcionas... — dijo Carmine.
— ~¿¡Hermana pero que- ah... ya entiendo...~ — susurró Kieran, captando la broma.
— ¿Así que te importa más tu dinero que nosotros verdad? no tienes vergüenza — dijo Gloria.
— Em... jeje, Chicos... — dijo Liko, atemorizada — mejor detener la broma que si no-
— *empieza a soltar humo por las orejas* ¡Está bien, si no queréis que invite no invito! Ahí os quedáis! Ngh! — dijo enojado, pero de forma cómica.
El jerarca empezó a retirarse del sitio dando pasos muy largos, molesto, maldiciendo y con Celebi detrás suyo.
— ¿Creen que lo hicimos enojar...? — preguntó Rosa, apenada y mirándolo a lo lejos.
— ¿Tu eres boba? por supuesto que lo hicimos enojar — dijo Marnie, suspirando.
— ¿Se enojó de verdad...? — preguntó Gloria, con una lágrima.
— Si... — asintió Iono, suspirando.
— De todas formas os lo buscasteis... — dijo Akari — ¿Verdad que si Sabi? ... ... ¿Sabi?
Cuando giro si cabeza se dio cuenta de que la peliturquesa no se hallaba allí con ellos, se había ido.
— ¿Adonde fue Sabi...? — preocupada.
— ¿Y dónde está mi hermano? — preguntó Carmine, mirando a todos lados — ¿Él también se fue?
— Hola chicos — llegó Nate, todo inocente — ¿Habéis probado los helados? Están muy ri-
— ¡AHORA NO ES EL MOMENTO! — dijeron todos a la vez.
— ... ... ok — con una lágrima.
...
Con Adaman, este recorría el Centro cultural junto con la compañía de Celebi, se le veía molesto, y la verdad era que no tenía adonde ir.
— ¡Desagradecidos...! como se atreven a decir que me importa más el dinero cuando estoy pagando por ellos! — dijo Adaman, enojado.
— Adaman — dijo Celebi.
— ¡Simplemente no es entendible...!
— ¡Adaman!
— ¿¡Que?!
— Te das cuenta de que era solo una broma, ¿verdad?
— "Y a mí qué me importa que sea una broma o no" — dijo telepáticamente.
— En fin, te ves muy gracioso y tierno estando enojado de esa manera — burlándose de él.
— ... *suspira* ¿Mh?
Lo que detuvo a Adaman fue algo que vio por el rabillo de su ojo, cuando se volteó curioso vio lo que parecía ser unas vallas de hierro separando un acantilado del centro cultural, allí se encontraba Arven, apoyado sobre esas vallas, mirando al cielo mientras la brisa nocturna le daba en la cara.
— ¿Arven, qué hace solo aquí?— preguntó Celebi.
— ...
— ¿Adaman? — dijo el Pokémon singular al verlo tan callado.
— "Esta llorando" — serio.
— ¿Que? — sorprendido — Y como lo sabes?
— "Aura, gracias a ella puedo saberlo... ¿pero qué le sucede..?" — pensó Adaman, confuso.
El jerarca se acercó, lentamente para no alertar al entrenador rubio, cuando se fijó bien este solo tenía pocas lágrimas en su rostro, por lo que tampoco estaba llorando a cantares como creía.
— ¿Arven, te ocurre algo? — preguntó Adaman, acercándosele.
— Oh, eres tú Adaman — se limpió las lágrimas — No, solo estaba recordando recuerdos pasados...
El peliazul, para hacerle compañía, se apoyó a la valla de al lado.
— Espero que no te sea tan privada la pregunta, ¿pero qué recuerdos? Por mucho que me ocultes las lágrimas ya sabía que llorabas — preguntó Adaman.
— Tranquilo, no me resulta difícil hablar sobre eso, pero sí recordarlo, supongo que debería contártelo porque hasta ahora no te conté nada acerca de mi pasado — dijo.
— Pues adelante, tú decides.
— ... Tampoco quiero explicarme mucho, cuando era un crío no recibía el afecto suficiente de mis padres, sé que es algo muy típico y que a muchos niños les ocurre, pero estoy seguro de que lo mío no fue tan casual...
— ¿Qué pasó?
— Murieron.
— ¿Tus padres...?
— *asiente* Aparte de hacerme pensar que no les importaba una mierda se fueron de este mundo sin siquiera...
Las manos del rubio empezaban a temblar, Adaman lo notó, pero no comentó el detalle.
— ...sin siquiera darme un beso la última vez que los vi con vida.
Adaman le puso una mano en el hombro y le aconsejó algo.
— Cálmate — dijo el jerarca, serio.
— ¿Eh?
— Estás muy estresado, no paras de temblar, eso te puede afectar a la salud más de lo que crees.
— ... Tienes razón, pero... me es imposible, ellos eran la única familia que tenían, y ese maldito accidente que ocurrió en el Área Cero los mató, me siento impotente..
— ¿Impotente porque?
— ¿Qué porque? Ya no están en este mundo, y de haber sido más maduro podría haberme encariñado con ellos, ¿qué sentido tiene ser un humano que tuvo unos padres que ni siquiera lo amaban?
— ...
— *una lágrima salió de su ojo derecho* Estoy cansado Adaman, cada día me pesan más los músculos... se me agotan las ganas de vivir... siento no habértelo dicho antes, pero la verdad es que nadie más que tú lo sabe.
— "Celebi, ¿no puedes consolarlo tú?"
— Mi poder de la esperanza solo funciona mediante un gran vínculo, solo tengo la habilidad de consolarte a ti, y si quisiera hacer un vínculo con él entonces nos llevaría meses... — explicó triste.
— "Ya veo... entonces tendré que ser yo quien lo consuele" ... Si no tienes ganas de vivir quiero aconsejarte algo que puede serte de ayuda amigo.
— ¿El que?
— Gasta tus últimos alientos en descubrir que te puede llevar a una vida alegre, eso es lo único que me queda por decirte, Arven.
— ... No sé si podré conseguir eso, pero lo intentaré, gracias.
— *sonríe*
Adaman recibió un pequeño susto al recibir un abrazo por la espalda, era Sabi, su guardiana, que de alguna manera pudo escaparse de Akari para llegar hasta él.
— ¡Hola Adaman! — dijo Sabi.
— Buenas noches Sabi, ¿te estás divirtiendo?
— ¡Si!
— Me alegro, o vaya Kieran, tú también viniste — dijo viéndolo llegar.
— M-me preocupé porque la broma de nuestros amigos estaba llegando lejos, pero ahora veo que estabas hablando tranquilamente con Arven — explicó el pelinegro.
— Tampoco te lo tomes tan preocupadamente, solo fue un berrinche mío — explicó.
— De los miles que tiene — acabo Celebi.
— "Cállate" — con una sonrisa falsa.
— La hermana de Kieran te está buscando por todas partes — dijo Sabi — Pronto empiezan los fuegos artificiales.
— "¿¡Tan pronto?!" — pensaron Celebi y Adaman.
— Bueno Arven, deberías reunirte con tu pareja, hay que irse al otro acantilado del centro, Kieran tú ve con Iono y ya nos veremos allí — dijo apresurado.
— Ok — dijo Kieran, marchándose.
— Yo también voy a buscar a Aoi — el rubio se fue corriendo.
— Pequeña Sabi, tú te vienes conmigo — dijo el jerarca, empezando a caminar.
— ¡Ey! Ahora ya no soy tan pequeña...! — burlona y orgullosa — Ahora tengo 16 años.
— Di lo que quieras, tú siempre serás mi pequeña guardiana de la Tundra Alba — sonriendo.
— *se sonroja* Bueno vaaalee...
— Por cierto, por poco se me olvida, ¿sabías que tu Braviary está en esta época?
— ¿¡De verdad, dónde dónde?!
— En Paldea, hay una niña llamada Poppy que lo está cuidando, cuando acabe el siguiente ataque de los generales iremos a recogerlo ¿si?
— ¡Vale! — feliz.
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Narra Celebi:
El final del día se acerca, ya nos reunimos con todos los demás en el sitio indicado del centro, estando preparados para visualizar en primera fila los fuegos artificiales más bonitos de nuestras vidas.
Pero antes de nada, debíamos aclarar aquella broma que se hizo con Adaman...
Todos exceptuando a Carmine se perdonaron por hacerlo enojarse, este se rascó la cabeza.
— Solo era un simple berrinche ocasionado por una simple broma, tampoco os lo toméis tan en serio no estoy enojado con ustedes... — dijo Adaman — Pero si queréis estar tranquilos os perdono.
— ¡¿De verdad?! Gracias!! — agradeció Rosa, y después le siguieron los demás.
— ¿Y tú no vas a disculparte? — le preguntó Kieran a su hermana.
— ... — de brazos cruzados.
— Déjala, es demasiado orgullosa como para disculparse con una persona "decepcionante" como yo — se burló Adaman.
— ¡Oye tú mismo lo dijiste, fue una broma ok?! — con vergüenza.
— Ahora que lo pienso, ¿Arven donde te habías metido antes, estuve tiempo buscándote y al final fuiste tú quien me encontró a mí — preguntó Aoi.
— Bueno... estaba... — sin saber qué decir.
— Conmigo, estaba hablando tranquilamente conmigo — respondió Adaman.
— Oh, entiendo — sonríe — Entonces no debí preocuparme mucho.
— "Te debo una Adaman" — pensó Arven.
— ~Adaman, estás seguro de que nada raro pasó, te conozco mucho~ — susurró Liko, preocupada.
— ~No, solo fue una conversación no te preocupes~ — dijo el jerarca, colocándole una mano en la cabeza.
— ¿Porque tienes la costumbre de poner una mano en mi cabeza...?
— Porque te ves demasiado tierna estando preocupada, creí que ya te lo había dicho antes — confesó.
— Ah, conque era eso... — con una gota en la cabeza.
Últimamente le estuve leyendo la mente a Adaman, y me llevé la sorpresa de que está pensando demasiado en todas las entrenadoras de este grupo, es cierto que son hermosas, que él es un mujeriego y todo lo demás... pero en este caso se le ve un poco preocupado, ¿acaso solo quiere quedarse con una de ellas... o todo lo contrario? No lo sé, pero creo que tampoco debería importarme, no soy un humano.
— Los fuegos artificiales están a punto de empezar — anunció Nate.
En fin, acabemos este día de descanso con un buen festival de fuegos artificiales.
Todos se juntaron en un mismo lugar para verlos unidos, es una lástima que Victini ni los demás legendarios estuvieran aquí, pero si queremos ganar la batalla de mañana es lo mejor que pudimos hacer, ya que es probable que muera gente...
— ¡Mirar! — exclamó Leaf, emocionada.
— ¡Woooww...! — gritaron todos ellos, fascinados, exceptuando a Adaman, Kieran y Carmine.
Es bellísimo...
— ... ... Oh — dije.
Fijándome bien y agudizando la vista, me pareció ver a cierto objeto sobrevolando el cielo, desplazándose a través de esos fuegos artificiales sin resultar dañado ni quemado.
Finalmente pudo reconocerlo.
— "Vaya, al parecer esta noche hemos tenido una visita" — pensé, sonriendo.
Cuando la criatura acabó su espectáculo, hizo una reverencia sin que nadie la viese y se introdujo en un Ultraumbral, yéndose a otro mundo luego de haber fascinado a todos los habitantes de esta comarca.
Todos aplaudieron con ganas, el festival había terminado.
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15
MINUTOS
DESPUÉS
Bajando las escaleras del centro cultural, Adaman y yo éramos los últimos en salir, abajo, extrañamente para nosotros, nos esperaban todo nuestro grupo con una sonrisa valiente.
— ¿Chicos, sucede algo? — preguntó el peliazul.
— ¿Qué si sucede algo? — preguntó Kieran, sonriendo.
— Ya nos estás contando el plan para mañana líder, ¿acaso te has olvidado? — preguntó Nate, sonriendo también.
— Eh?
— Mañana es el día de la verdad... — dijo el castaño — ¡Mañana mataremos a esos malditos generales asesinos de una vez por todas y vengaremos la muerte de todas esas personas!
— ¡¡¡SIIII!!! — levantaron el puño.
— Chicos... — susurró Adaman, enorgullecido — Bien, mañana a las tres en punto fuera del hotel, tengo un plan para la preparación del ataque, ahora a dormir, ¡que el tiempo es oro!
Sin miedo a la muerte, todos los entrenadores, decidido a vengar todas las muertes en Ciudad Castelia, se fueron a dormir sabiendo que mañana sería un día muy largo y duro, mientras que Necrozma seguía entrenando a los Pokémon legendarios de Adaman.
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[En el océano, cerca de Noroteo]
— Ghetsis — dijo N, mirando al horizonte.
— Si N, queda poco, mañana por la noche llegaremos, y la destrucción de Noroteo estará asegurada —contestó el otro general.
— No solo eso, finalmente mataremos a Adaman, cumpliremos el sueño de nuestro señor... e invocaremos de una vez por todas al Gran Sinnoh — explicó el peliverde, con una maxifruta en su mano.
— *sonrie* Bien dicho N, ejecutemos ese plan.
— *respira profundamente* "Espérame Adaman, espérame..."
Ambos bandos, generales del imperio de Giratina y entrenadores del grupo de Adaman, estaban dispuestos a prepararse para concluir la larga batalla que inició en Ciudad Castelia.
Lo que ellos no sabían es que...
Adaman y N, ambos humanos, mañana estarán por alcanzar el 200% de su potencial como entrenadores Pokémon.
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Fin del cap.
Bueno hasta aquí este capítulo, posiblemente el siguiente ya empezará el último ataque de esta historia, acabando la primera parte de esta.
No voy a mentir que estoy nervioso, porque realmente no sé si voy a describir perfectamente los combates que se aproximan en el final de esta historia, ya que quiero que sean los más épicos.
Espero que apoyen y voten, lo agradecería.
Fin del cap.
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