
Capítulo 88
¡Gente tan solo quedan 4 días para el segundo DLC de Pokémon Escarlata y Púrpura VAMOOOOOOOOOOOOOOOSS!
Ejem, sigamos con la historia.
Capítulo 88
Descendencia
[Región de Noroteo/Kitakami, Soto Sempiterno]
{En el futuro}
Narrador Neutral:
En el capítulo anterior, Adaman había conocido a una persona encapuchada, estos dos se conocieron, descubriendo que esta se llamaba Perrin, con Carmine, esta había entablado conversación con lo que parecía ser una ilusión de N, donde estuvo decidida a mantener una promesa que hizo con esa alma perdida de otra época.
Volviendo con los dos entrenadores peliazules, estos llegaron hasta la tienda de campaña que pertenecía a Perrin, después de encender una hoguera, Adaman había activado su visión aural para verle el rostro a la chica.
Y... aquí nos quedamos, sigamos con la historia y descubramos la reacción de nuestro protagonista.
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Podemos ver que, a Celebi, que ya había salido de la tienda de campaña, tenía la mejor de las impactadas expresiones que un Pokémon como él puede expresar, estaba incrédulo, al igual que Adaman. El color de pelo, el color de sus ojos, y ese pequeño símbolo con forma de diamante que llevaba escondido en su ropa, todo indicaba a que si, los planetas sí que se habían alineado, no se habían encontrado con una persona cualquiera, en ese desolado bosque, en esa lejana comarca.
— Si, sé que es muy sorprendente — dijo Perrin, levantándose — Y la verdad no sé si es casualidad o no, pero es fascinante que me encuentre a alguien que sea tan igual a mi, ¿tú no piensas lo mismo?
— ...
— ¿Adaman, te ocurre algo...?
El jerarca no sabía cómo canalizar las cosas en aquel instante, aún estando en blanco, el aura no aprovechó la oportunidad para poseerlo, porque está ya no quería dañar a más gente, por alguna razón desconocida. Sabiendo que Celebi estaba viendo lo mismo que él, empezó a caminar en dirección contraria.
— Perrin, si no te molesta, voy a caminar, quiero estar solo durante un rato... — dijo Adaman.
— E-está bien... — asintió.
Celebi, sabiendo que no podía dejarlo solo y que tenían una conversación pendiente, siguió su dirección para hablar en privado con él, dejando a Perrin con su Growlithe de Hisui al rededor de la hoguera.
...
Los dos se alejaron lo suficiente para que Perrin no pudiera escucharlos desde la lejanía, la niebla se despejaba por la noche, y lo único que todavía podían sentir desde lejos era la iluminación que emitían las llamas de la hoguera.
Adaman se paró en un tronco, todavía incrédulo a lo que le acababa de ver, es más, todavía no procesaba bien lo que vio, a eso sí que se le podía denominar un trance.
— Por fin te alcanzo... — dijo Celebi.
— ...
Adaman no estaba en shock, solo estaba sorprendido, pudo sobrellevar bien la sorpresa que a cualquiera le habría parado el corazón. Aún así le costaba mucho analizarlo. Porque era más confuso de lo que parecía.
— Adaman, creo que no hace falta confirmar quién es ella, porque ya lo debemos saber... — dijo Celebi, sentándose en su hombro.
— Si, es demasiado claro...
— Esto es increíble... — dijo — Primero fue la descendiente de tu hermana, ¿y ahora la tuya? Como puede ser nuestro destino tan único...?
— ... — de brazos cruzados, pensando — ¿Crees que en su familia estoy olvidado?
— ¿Mh? Porque preguntas eso?
— Empecé a sospechar quién era en realidad, no me lo creía, pero debía serlo, estoy seguro de que ella es mi descendiente ya que dijo hace pocos momentos "el tiempo es oro" una frase que yo mismo inventé, una frase que nadie me contó — dijo.
— ... ¿Pero entonces porque ya no la dices?
— Por alguna razón, en Hisui, me prometí mentalmente utilizar esta frase con la persona que más importante sea para mí, y tenia pensado utilizar esa ley, como antiguo líder que era, como una tradición con mis futuros familiares que estaban por venir, usar esa frase con la una persona que les parezca relevante, si ahora Perrin la está diciendo es porque mi yo del pasado cumplió con su cometido — explicó en voz baja.
— ... ¿Y quién fue?
— ¿Que...?
— ¿Con quién compartiste esa frase?
El jerarca, sabiendo que ese era el momento perfecto para abrirse un poco más con su mejor amigo, decidió decir la verdad.
— *suspira* Akari — contestó — Fue ella.
— La chica que salvaste en el mundo distorsión antes de viajar en el tiempo, ¿verdad?
— *asiente*
— Lo suponía, había que tener agallas para sacrificar tu vida ante el que supuestamente es el futuro destructor del universo —.
— ... Puede que esto sea una alegría, quien lo iría a pensar, encontrarme con una persona con la misma sangre que yo, pero... aún así, ver sus ojos, y el aspecto actual que tiene ella me hicieron recordar a mi yo del pasado...
— ¿Y porque?
— ... ¿Es que no me ves? Yo ya no soy quién era antes.
— ...
— Y no me refiero a que sea un asesino, si, mate a un niño, si, no pude evitar las muertes de esas cuantas personas que N mató con su Kyurem, sé que no soy un monstruo, pero aún así, yo no era así, el Adaman, líder honorable del Clan Diamante que yo era, el cual siempre motivaba a sus guardianes y entrenaba día sí y día también a Rei, ese Adaman ya no existe...
Adaman se sentó, apoyando su espalda en el tronco.
— Está mierda de guerra y aventura ha eliminado todo lo que tenía, mi orgullo, mi hogar y mis seres queridos... ahora soy una persona más en esta época.
Celebi no sabía qué decir, porque si, viéndolo de ese lado, en verdad lo único que le quedaba a Adaman era el presente y el futuro, el pasado, desgraciadamente no, por culpa de Volo, por culpa de Giratina.
— Siento haberte transmitido mi maldita desgracia, pero viendo a mi descendiente me acabo de dar cuenta de que después de todo mi vida ya no tiene sentido, estoy dándome cuenta de todo ahora mismo... — se disculpó el jerarca, cabizbajo.
— ...
— No me voy a rendir, pero estoy seguro que llegará el día en el que muchos de mis nuevos amigos morirán, y no sabré qué hacer más que irme con ellos al cielo.
— *escuchando*
— ¡De no haber leído ese maldito pergamino, mi padre podría haberme convertido en ese otro Adaman...!
Enojado y arrepentido, Adaman dio un puñetazo contra el suelo, y esta vez, el aura no fue la causante, si no su yo de verdad.
Celebi se sorprendió, porque fue la primera vez que escucho algo así de la boca del jerarca.
— ¿Dijiste pergamino? — confundido.
Adaman, sabiendo que había cometido un error al haberlo dicho en voz alta, decidió callarse, todavía no estaba preparado para hablar de su pasado, ese día llegaría, pero por ahora, no sabremos qué fue lo que le deparó la vida en Hisui cuando todavía no era un hombre hecho y derecho.
Celebi fue consciente de eso, así que decidió ignorar el tema y concentrarse en decir lo que ya tenía planeado decirle a su amigo.
— Quizá nos ha tocado una vida muy desgraciada Adaman.
— ...
— ¿Pero sabes que es lo más importante?
— ¿El que?
— Que estamos unidos — contestó — No estamos solos, ¿en qué momento de esta aventura nos hemos separado? Nunca.
— A qué te refieres con eso.
— No importa lo que la vida tenga preparado para nosotros, al fin y al cabo todos reciben los mismos malos momentos que esta depara, somos seres vivos, y debemos entender eso, entender y aceptar que la vida va por páginas, como un libro, y que ese libro no lo puedes escribir tú — dijo — ¿Te acuerdas de ese puerto?
— Que puerto.
— Donde todo comenzó, en Paldea, donde nos conocimos, donde tú no me llamabas cebolla ni yo poliamoroso, porque no nos conocíamos, y míranos ahora, somos inseparables, ¿es que no lo ves Adaman? Tenemos que ver todo por el lado positivo, estamos en una aventura para salvar billones de vidas, ¡es increíble! Y no importa si nos morimos, no debemos temerle a la muerte, de igual forma si lo hacemos acabaremos siendo héroes intentando salvar al mundo.
— *sonríe, cabizbajo*
— Hemos aprendido que debemos aceptar las muertes que habrán en un futuro, así que te diré una cosa, amigo mío.
Celebi levantó el puño, para que Adaman se lo chocase, una forma de decir que no se iban a rendir hasta que lograsen su objetivo o muriesen intentándolo.
— Ánimo — dijo — Nadie puede vivir la vida que nosotros estamos viviendo, somos únicos, somos especiales, así que ahora ve con Perrin, y cuando veas el momento, dile quién eres en realidad, y si no lo haces te obligaré — sonrió.
Adaman, sin decir nada, se levantó y le chocó el puño a su amigo, pero podíamos ver que nuestra cebolla triunfó al ver su orgullosa expresión que tenía en el rostro.
— Tienes razón, a veces hay que olvidarse de todos los problemas, así que sigamos viviendo, ya sea deprimidos y alegres en esta cruda realidad — dijo, dándole la vuelta y empezando a caminar.
Celebi observaba como se iba con satisfacción.
— Ah, Adaman, una última cosa.
— "Dime"
— ¿Tú crees que alguien le llamaría monstruo a una persona que salvó por lo menos un millón de vidas en Ciudad Castelia? — preguntó.
— *mirando hacia adelante*
— Tal vez no pudiste salvar unas pocas, pero tuviste el valor de enfrentarte solo a alguien que era más fuerte que tú — refiriéndose a N —recibiste quemaduras, recibiste daño mental y físico, y estás vivo, como una pieza, sé orgulloso de quién eres Adaman, así es como las personas sobreviven, como bien dice el dicho: El más fuerte sobrevive.
Todavía sin detenerse, Adaman sonrió por última vez.
— Quizá no soy un ser de luz... — dijo Adaman.
Pensó muy bien la forma en la que expresarse, pero lo consiguió.
— ... Pero mientras este orgulloso de mi mismo podré estar satisfecho de quién soy en la actualidad.
Adaman se voltea para verlo.
— Celebi, gracias por volver a consolarme, delante de ti parezco un niño de cinco años, cuando en verdad tengo más del triple de esa edad.
— Para mí es tarea fácil consolar, así que como buen educado que soy te dire: de nada.
— *se ríe en voz baja* Vámonos.
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Dentro de la tienda de campaña de la supuesta descendiente de Adaman. Gliscor ahora se había montado encima del pobre Growlithe para dormir, al parecer, nos tocó un escorpión sonámbulo.
Centrándonos en lo importante, Perrin también estaba ahí dentro con ellos dos, esta, expresando seriedad, estaba sentada, mirando ciertas fotos muy recientes en su cámara.
Si nos fijábamos bien, en esas fotos se hallaba Adaman, se las había tomado cuando este estaba concentrado con otras cosas, pero era curioso, la chica solo se fijaba en el arete blanco que tenía el jerarca en uno de sus oídos, algo sabía o pensaba ella que nosotros no.
Adaman y Celebi llegaron a la tienda, pero tan pronto como la peliazul escuchó cerca los pasos del jerarca apagó la pantalla de la cámara y la escondió detrás suyo, esperando a recibir de una manera normal a su compañero.
— Hola — saludó Adaman.
— Hola, todavía te sigues viendo sorprendido — dijo.
— Si, pero tampoco me fui por la sorpresa, tenía cierto tema que hablar con mi amigo — dijo— Pero si, es demasiada casualidad que seamos idénticos, sobre todo el mismo color de pelo.
— Concuerdo, supongo que puedes verme en este instante.
— Si — asintió — Mh... que extraño, Carmine todavía no está aquí.. "¿Habrá salido del bosque...?"
— Si todavía no ha llegado existen dos posibilidades, que la bestia la atacó o ya salió del Soto — dijo Perrin, levantándose y saliendo de la tienda — ¿Quieres que la busquemos?
— ¿Por la noche?
— Si, a esta hora es cuando menos niebla hay, ¿o acaso tienes sueño? — preguntó.
— No, no tengo sueño.
— Perfecto, pues en un cuarto de hora partimos, prepárate — dijo, sonriendo.
— *asiente* Por cierto Perrin...
— ¿Sucede algo?
El jerarca alzó la cabeza con los ojos cerrados, pensando en hacerlo o no, pero al recordar como abrazó a la descendiente de su hermana Mai en la mansión de Unova sabía que ahora que tenía a una familiar suya del futuro en carne y hueso delante de él debía hacer lo mismo, y con más razones.
De forma rápida, atrajo a Perrin hacia él con sus brazos y le dio un gran abrazo, simbolizando todo lo que hecha de menos, todo lo que pereció en Hisui, todo lo que Volo destruyó.
La chica peliazul, sorprendida y como es de suponer al no conocerlo mucho tuvo un sonrojo notable en sus mejillas, pero se dejó abrazar, por muy confusa que esté, mirándolo con incredulidad.
— ¿A-Adaman?
— No digas nada, en algún momento ya sabrás porque lo hice — dijo, separándose y empezando a recoger sus cosas.
— ¿Eeeehhh...? — confundida.
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Narra Adaman:
Después de recoger la tienda, el material y guardar en las Pokeballs a todos nuestros Pokémon exceptuando al Growlithe de Perrin, estábamos preparados para emprender el camino de vuelta y salir de una vez por todas de lo que era ser un bosque infernal. Sin pensar nada más, alargamos el paso.
La niebla se había disipado, eso era lo bueno, pero ahora todo estaba consumido en total oscuridad, la única luz que teníamos era la de la luna, que por cierto, era llena.
Y era curioso y un poco extraño, un sexto sentido me decía que a cada paso que daba la luna se volvía cada vez más roja, quizá son mis alucinaciones.
Tenía que admitirlo, a pesar de haberla conocido hace pocas horas, debía aceptar que mi descendiente era muy hermosa, quizá mis amigos tienen razón y de verdad yo también lo soy y así los genes van heredándose. Bueno eso no importa, el tema es que no solo es ella, lo que me sorprende es su carácter, es idéntico al mío, callada en los momentos más tranquilos, y una chica madura que sabe controlar muy bien sus emociones. O al menos es así como muchos describen mi propio carácter, uno de ellos, Celebi.
Aunque... hablando de su carácter, ahora está un poco más callada de lo normal, no sabía porque, pero sabía que algo no andaba bien.
E incluso el aura ya me advertía de ello, algo malo iba suceder, y yo iba a tener que sufrir y superar ese problema que se avecinaba. Un problema muy grave.
Por Arceus... estoy cansado... ¿cuando terminara este día? Ahora tendré que enfrentarme a otra situación? Quiero dormir... quiero dormir...
— No te aflojes, todavía nos queda mucho para llegar, aguanta— dijo Celebi, dándome palmadas en la cara.
— *suspira* "Ya lo sé... y porque no me haces levitar y así salimos más rápido de este bosque?"
— Porque no puedo, yo también estoy cansado, y mi telequinesis solo es eficaz cuando tengo fuerzas.
— ¿A ti algo no te da la sensación de que no vamos a poder salir sanos y salvos de este bosque?
— "Justo estaba pensando en eso, ¿porque será, será porque la luna estará llena y la perfección de su forma nos da esa mala sensación?"
— ¿Será por la actitud sospechosa de tu descendiente...?
— "¿O será porque la luna cada vez se vuelve más roja...?"
Nuestras mentes empezaban a confundirse con tantas posibilidades que habían, por lo que mi compañero singular y yo decidimos callarnos para no llamar a la mala suerte.
Y qué lástima, está ya había llegado desde hace rato, solo que no nos dimos cuenta desde que llegó.
...
Narrador Neutral:
Con la hermana de Kieran, la pobre, después de hablar con la ilusión de un año niño peliverde, expendió mucho tiempo buscando a Adaman, pero no tuvo éxito en su búsqueda, por lo que, exhausta y aprovechando la oportunidad de que la niebla ya no estaba en el Soto Sempiterno buscó la salida.
Si, era cierto que su Mightyena podía recordar y seguir el olor de lo que sea, pero lastimosamente no lo hizo con la ropa de Adaman, lo hizo con el camino de vuelta a la entrada del bosque. Por lo que solo le quedaba esa opción. Desafortunadamente no alcanzó a ver el humo de la hoguera que Perrin y el jerarca fabricaron.
Y lo logró, gracias a su Pokémon, salió del Soto Sempiterno antes que Perrin y Adaman.
— *jadea* Lo logré.. salí... — cansada y guardando a su Pokeball.
Se dio la vuelta, sabía que su amigo seguía allá dentro, pero no podía volver a meterse, por mucho que no hubiera niebla podría perderse de igual forma, tenía que pensar alguna forma para encontrarlo, o también esperar a que este saliera.
Pero tampoco iba a imaginar que Adaman tuviera un gran problema por delante antes de poder salir.
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Adaman, Perrin y Celebi ya llevaban un gran trayecto recorrido, ningún Pokémon salvaje se les aparecía, aunque es cierto que los Pokémon arácnidos le perdonaron la vida al jerarca por un pacto que estos hicieron.
Sin embargo, finalmente, su paso fue interrumpido, un temblor notable les hizo agacharse, así teniendo la probabilidad de que, fuese lo que fuese que estuviera rondando por ahí no los pudiera alcanzar a ver entre los arbustos.
Los temblores eran fuertes, ese Pokémon caminando cerca de ellos.
— ~No hagáis mucho ruido~ — susurró Perrin, moviéndose sigilosamente.
— ~Bien pero que es eso, ¿es la bestia de la que tú hablas?~ —.
— ~Si, solo pasaremos para verla, no vamos a combatir contra ella~ — dijo la peliazul, seria.
— ~¿Y porque no tenemos la opción de combatir?~ — preguntaron Adaman y Celebi a la vez, en voz baja.
— ~Sería un suicidio, ese Pokémon es muy poderoso, mucho, nadie ha podido avistarlo y mucho menos derrotarlo en este territorio~ — respondió.
— "¿Tan fuerte es...?"
— No lo sé, pero tampoco podemos menospreciarlo por haber combatido contra un Kyurem Blanco, el territorio marca mucho la ventaja en un combate, quizá la bestia de la que está hablando podría tener un poder equivalente al de un legendario si nos enfrentamos cara a cara con ella... hay que tener cuidado — aconsejó el Pokémon singular.
— *traga saliva* "Está bien" ~ Perrin, ¿como es esa bestia? Tu me dijiste que era la única que la pudo ver, por lo que sabrás su forma~.
— ~Lo sabrás cuando la veas, tu me dijiste que reconocías especies extintas, ¿verdad?~.
— ~Si, ¿pero que tiene que ver...?~
— ~Ven aquí~ — dijo, apartando unos arbustos.
Ambos, jerarca y Pokémon, hicieron caso y se acercaron agachados hacia donde estaba ella para ver en la dirección que ella indicaba, ahí fue cuando por fin lo vieron, al Pokémon más fuerte del Soto Sempiterno, y el más feroz.
La luna se volvía sangrienta, y con ello nuestros protagonistas se llevaron una buena sorpresa al ver el aspecto de la "bestia" de la que Perrin siempre habla.
— ~Adaman, te presento a Ursaluna, en su forma Luna Carmesí~ — le presentó.
— *sorprendido y confundido*
— ~Con una altura de más de dos metros y medio, un peso de más de 300 kg, una piel cubierta de una tierra tan dura como el acero, y lo más importante, la marca esférica y roja que tiene en la frente, ese oso gigante es capaz de erradicar un pueblo entero con sus feroces ataques especiales~ — explicó Perrin — ~ Por dónde va, la luna empezará a volverse carmesí, es un arma de matar, y no perdonará a nadie que se meta en su camino.
Adaman y Celebi se miraron confundidos, tenían muy claro que ese Ursaluna provenía de Hisui, tenía que serlo, pues solo esa especie se encontraba en esa región extinta.
Pero era imposible... no había ninguna lógica aparente para verlo allí, vivo y no extinto, luego de tantos años que pasaron.
¿Como es que todavía seguía vivo uno de esa especie? Hisui se hallaba muy lejos de Noroteo.
¿Como es que pudo inmigrar hasta aquí?
¿Como es que su aspecto es tan diferente, a eso se le podría llamar evolución?
Seguían apareciendo preguntas y preguntas en la mente de nuestro pobre confundido jerarca, pero debía centrarse. Si no quería morir, a manos de una especie que supuestamente también estaba viva en su época.
— ¿Un Ursaluna...? "¿Aquí en esta región?" — preguntó Adaman.
— Anda, lo conoces — dijo Perrin.
— Si, ya te dije que sabía de especies de Hisui, ¿pero como es posible que haya viajado tan lejos para llegar hasta aquí? ese Pokémon debe tener más de 300 años — preguntó Adaman.
— Yo creo que se la razón — dijo Celebi, pensando.
— "¿La sabes?"
— Antes de que su raza se extinguiera supongo que ese Ursaluna, que es el último, se las haya apañado para llegar hasta aquí, caminando muchos kilómetros de distancia, por mar y tierra, quizá se deba a todo el esfuerzo que hizo su cambio de forma y naturaleza, aprendiendo a caminar con dos patas, y un cuerpo mucho más robusto, tal vez, como Perrin no está diciendo, su forma de atacar también ha cambiado.
— "El último Ursaluna de la historia... este momento es único al parecer"
— Si, pero como bien nos está advirtiendo tu descendiente, no hagamos nada más que observarlo, podríamos meternos en un gran problema si nos considera sus enemigos o presas — dijo.
— "Está bien, aún así, ha sido muy bonito ver a un ser de mi época todavía vivo" — sonrió — Oh, se me desactivó la visión aural, menos mal que fue a tiempo para verlo.
— ~¿Quieres que te guíe?~ — preguntó Perrin.
— ~Tranquila, ya es tarea de mi compañero~.
— ~Ok, pues vayámonos antes de que pueda vernos~ — dijo, empezando a caminar.
Alejándose del Ursaluna, este se hacía el despistado, pero, en la lejanía, les lanzó una mirada de odio con su ojo totalmente opaco, haciéndonos saber que ya sabía que lo estaban espiando. Haciéndonos saber que ya el problema había empezado. Adaman no sabía que iba a tener que prepararse para uno de los combates más importantes para su desarrollo como el portador del aura de Dialga.
Pero tampoco sabía que todos los problemas vendrían a la vez.
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Fin del cap.
Aviso que el siguiente capítulo quizá tardará un poco más de lo normal en llegar, tengo que concentrarme mucho para describir muy bien un combate y el siguiente cap vendrá sobre eso. Solo son posibilidades, igual me resulta fácil.
La historia continúa...
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