
Capítulo 86
Capítulo 86
Entrada al Soto Sempiterno
[Region de Noroteo/Kitakami, Desfiladero del Cuerno]
{En el futuro}
Narrador Neutral:
Antes del ataque en el Eliseo Baldío.
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Finalmente, volvemos con Adaman.
Nuestro protagonista experimento una pequeña aventura en compañía de la hermana de Kieran, Carmine, con la cual había creado un buen lazo de amistad durante durante ese periodo de tiempo, y además, muy obviamente, acompañado de nuestro querido Celebi.
Consiguieron cruzar todo el río que se hallaba en las profundidades del Desfiladero del Cuerno, a cambio de su esfuerzo, lograron fortalecer a todos los miembros de sus equipos, evolucionandolos a sus envidiables etapas finales. Estaban mejorando, y era notable.
Lo único malo eran los famosos "celos del equipo Pokémon".
Ya sabéis, quizá no se observa mucho, pero él problema de ver que tus Pokémon se pelean entre ellos porque tienen ganas de pelear y ser mejor que el resto del equipo es mucho más serio de lo que aparenta.
Hubo un momento en el que Adaman, con tanto estrés, tenía ganas de volarse la cabeza con un disparo, pero lastimosamente para él, no tenía una pistola en la mano. Mas bien tenía una cebolla que habla al lado.
Cambiando de tema, habían buenas noticias, el aura dejó de molestar a Adaman. O al menos eso parecía, porque no habían cambios drásticos en la actitud del jerarca. ¿La razón? Un misterio.
Aunque lógicamente debía seguir con esa venda en la cara, que esa energía, al estar luchando internamente contra la de Celebi y Victini no esté afectando al cerebro no significa que no pueda afectar a otras partes del cuerpo. La ceguera seguía siendo posible. Al fin y al cabo.
Ambos talentosos entrenadores estaban caminando por una pequeña pradera en dirección a cierto bosque de la comarca, reinaba el silencio entre ellos dos, habían caminado durante bastante tiempo pero no podían deñtenerse, no podían perder más tiempo de lo que perdieron en su entrenamiento.
— ¿Estás cansado? — le preguntó Celebi a su compañero.
— "No, ¿y tu qué, cansado de tanto levitar?" — dijo Adaman.
— Incluso ahora sigues siendo muy gracioso, ¿eh? — con una vena inflada en la frente.
— "¿Cuando nos queda para llegar al Soto?" — se preguntó a sí mismo mirando el mapa.
— Me ignoras o qué — dijo Celebi.
— "Que no cebolla, tranquilízate — dijo — "Por cierto, Carmine está bastante más seria de lo normal, leyéndole la mente, sabes porque es?"
— Mh... no es un por un motivo en concreto, lo que sucede es que la hemos malinterpretado demasiado durante todo este tiempo — explicó.
— "... Quieres decir que en verdad la chica tiene una personalidad más madura de lo que aparenta"
— Si, deduces bien, pero es extraño, con la ausencia de su hermano se comporta mejor, ya no sea de forma perfecta pero ya no como una niña pequeña sin su juguete, y no mientas, con ese carácter se le ve mucho más hermosa —.
— "Es extraño y turbio que sea un Pokémon quién me diga eso".
— Cállate y opina.
— "Pero tienes razón, aunque en mi opinión yo creo que el carácter no marca la belleza..."
— No empecemos eh.
— "Pues callémonos y sigamos caminando" — dijo mentalmente.
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Cuanto más tiempo llevaban viajando sin transporte en el que subirse, más se fortalecían los dos entrenadores de distintas regiones y épocas, Gliscor aprendió la extraña habilidad para sanarse con el veneno, en vez de dañarse, esa habilidad tiene el nombre de Antídoto, dijo que había encontrado cierto objeto llamado Parche Habilidad cerca de un nido Teracristal, esa fue la causa de su obtención.
Prinplup y Hakamo-o, como bien se especificó anteriormente, habían evolucionado, y ambos se especializaron en el tipo de ofensiva que querían imponer ya convertidos en un orgulloso Empoleon y un musculoso Kommo-o.
Adaman, como es de suponer, estuvo entrenado los efectos positivos que la energía de Dialga le permitía utilizar.
La capacidad de pelear en un combate Pokémon sin utilizar la voz.
La nueva fuerza y velocidad que adquirió.
Y una mejora en todos los sentidos menos su visión le permitía percibir presencias en sus alrededores.
Con Ogerpon, este por motivos obvios no podía salir todavía de su Gloria Ball, mientras que Aegislash ya era un poco más extraño el caso, era él mismo quien no quería salir de su Pokeball, pero no le dieron importancia.
Después de tanto tiempo caminado, el silencio que había entre Adaman y Carmine se rompió al detenerse. La chica azabache veía algo delante de ellos dos.
— ... ... ¿Que? — dijo Adaman, sin ver nada.
— La entrada al bosque, hemos llegado — dijo.
— El Soto Sempiterno, el bosque más espeso, oscuro y neblinoso de esta región — dijo Celebi.
— Entremos — dijo Adaman, avanzando.
— ¿Estás seguro, así de decidido? — preguntó Carmine, de brazos cruzados.
— Que haremos si no, ¿ir marcha atrás?
Sin nada más que decir, ambos alargaron el paso, pero cada vez que pisaban el césped más se erizaba su piel. El color de las plantas cambiaba a uno más oscuro, las sombras empezaban a hacerse visibles en el suelo, y el campo de visión no era normal, solo podían ver más allá de siete metros, lo dicho, había niebla.
El cielo se nublo un poco, aunque también el atardecer empezaba a presentarse.
— El Soto Sempiterno es conocido por ser el bosque más frío de esta comarca... ¿crees que ha sido buena idea venir con esta ropa? — preguntó Carmine, rozándose los brazos.
— Es normal, todo indica que las nubes se encuentran mucho más bajas aquí, y siempre están más húmedas, es por eso que esta niebla es muy fría — explicó Adaman.
— ¿¿Y tú qué, tu no tienes frío con esa vestimenta tan ridícula?? — preguntó Carmine, mirándolo con desdén.
— Para tu información, esta ropa fue especialmente fabricada para soportar temperaturas bajas — contestó Adaman, ya hartándose —.
— No lo entiendo entonces — dijo Celebi — En el Pantanal Carmesí hace mucha calor, ¿porque irías vestido con un saco encima?
— "Viajaba muchas veces a la Tundra Alba para visitar a la pequeña Sabi y darle flores a Irida, se me volvió un hábito, pero ya sabes que esa zona de Hisui siempre esta nevada" — contestó.
— Que poliamoroso tan romántico.
— "Qué cebolla tan rica"
— Prohibido comerme hijo de-* — alejándose.
— "No lo haré, no me gustan las cebollas, y eso te incluye" —.
— Pues no lo parece, pareces un sacerdote con esa ropa si te digo la verdad — dijo Carmine, burlándose de él.
— Y que si hablamos de ti, muy original no eres al usar el mismo uniforme que miles de entrenadores llevan — se cruzó de brazos.
— La gente le tiene envidia a la Academia Arándano, por lo que me da igual, mh — se defendió.
— *suspira* Cambiemos a un tema más importante, conoces a las especies que rondan por aquí, ¿son un peligro? — preguntó el jerarca.
— Si no vamos preparados pueden serlo, en este bosque los Pokémon atacan si ven a su depredador más pequeño o débil que ellas, unos ejemplos son los Spinarak y Ariados, Houndour y Houndoom, y por último, Poochyenas y Mightyenas — dijo la chica enumerándolos — Además te recomiendo advertirle a tu compañero que esté atento a lo que haya en el suelo, una vez que pises un Spinarak la familia entera intentará matarte.
— ... Esta bien, "amigo, ya sabes" — dijo Adaman.
— Pf, como crees que no voy a estar atento a lo que haya en el suelo, soy un Pokémon singular después de todo — dijo confiado.
— "De esa manera me haces desconfiar mucho más de ti..." — comentó Adaman con una gota de sudor.
— Adaman, c-creo que la niebla empieza a expandirse... porque tengo mucho más frío... — dijo Carmine, atemorizada y acercándose al jerarca sin saberlo.
— Mh, suponía que esto debía pasar, es algo muy común perderse en medio de la niebla, hay que mantenerse cerca — aconsejó.
— ¡Eh! P-pero no creas que así puedas tocarme el cuerpo al estar cerca de mí, pervertido.
— ... ¿Sabes en verdad en lo que estoy pensando? — dijo.
— ¿El que?
— Estoy pensando en lo útil que sería abandonarte aquí, en medio de este bosque neblinoso — dijo sonriendo.
— ...
— ...
— Jaja, ¿sí que haces muchas bromas no es así Adaman? — dijo Carmine.
— Si, por supuesto, tienes toda la razón Carmine, cuántas bromas hago, jaja — sarcástico, con una sonrisa falsa.
Lo que interrumpió su estupida conversación fue un temblor demasiado notable en el bosque, un temblor posiblemente ocasionado por una pisada, eso obligó a los tres a detenerse, eso no era un Pokémon normal, no lo parecía, y lo que los ponía aún más tensos era la incapacidad de ver más allá de cinco metros, solo podían ver pocos arbustos y árboles, no Pokémon que se acercaban.
— ... ¿D-deberíamos avanzar? — preguntó Carmine.
— Si te digo la verdad, no estoy seguro... — dijo Adaman — "¿Celebi ves algo?"
— ¿Acaso tengo Rayos X en los ojos? No veo nada...! — dijo el Pokémon singular.
... ¡Buff buff! ....
Se escucho el ladrido de un perro cerca de ellos, Carmine se asustó, pero Celebi más que asustarse se sorprendió al ver la especie de Pokémon que les estaba ladrando en la cercanía, ya que se había acercado lo suficiente para poder ser avistado en esa niebla.
— ¿Q-q-que, que haces tú aquí?! — preguntó Celebi, muy confuso.
— "¿Qué ocurre, que ves?" — preguntó Adaman.
— ¿Si te lo dijera me creerías...?
— "Si, solo dilo"
— Es un Growlithe, pero su forma es de Hisui —.
— "Eso es raro, ¿seguro que la vista no te confunde?" — preguntó Adaman, sorprendido.
— Te lo juro, aunque ciertamente nunca se dijo que esas formas se habían extinguido — dijo Celebi — Aún así...
— ... "es imposible que se halle uno en esta comarca tan lejana — dijo Adaman — Esto es muy extraño..."
— Adaman, ¿que hacemos ahora? — preguntó Carmine.
La forma regional de Growlithe empezó a correr en la dirección contraria luego de llamar la atención con sus ladridos, perdiéndose en un camino invadido por la niebla.
— ¿Uh? Se va? – preguntó Celebi.
— Lo único que podemos hacer es seguirlo, si no nos acabaremos perdiendo de todas formas — dijo el jerarca.
No perdieron más tiempo, Carmine, y Celebi guiando a Adaman, empezaron a avanzar por la dirección en la que estaba huyendo el Pokémon tipo Roca y Fuego. De todos modos no les quedaba de otra, temían que aquella criatura que hubiera provocado ese temblor se estuviera acercando.
Entre la maleza neblinosa, ambos entrenadores seguían corriendo, Celebi sin perder de vista a ese Growlithe. Sin saberlo, se estaban adentrando mucho en este bosque, hasta un punto que sería imposible reconocer el camino de vuelta.
— ¿¡Estás seguro que es buena idea seguirlo?! a cada paso más nos alejamos de la salida! — preguntó Celebi.
— Ya lo dije, si seguimos caminando sin seguir a esa forma de Hisui acabaremos perdiéndonos también, ¿verdad, Carmine? — Preguntó Adaman.
Silencio...
Adaman y Celebi, asustándose, empezaron a detenerse.
— ... ¿Carmine? — preguntó Adaman.
Pero no hubo contestación, la niebla se hacía muy espesa a su al rededor, y más dándose cuenta de que ya las cosas empezaban a complicarse, se habían separado.
— ¿¡La hemos perdido?! — preguntó Celebi.
— No me jodas... ¡¿y como se supone que la vamos a encontrar?! esto parece la cocina de un restaurante! — dijo Adaman.
— No lo sé... esto es un problema, puede pasarle algo malo, debemos retroceder y olvidarnos del Growl-
Pero el perrito de fuego regresó entre los arbustos para volver a ladrar, ahí fue cuando ambos, jerarca y Pokémon singular, confirmaron la idea de que ese Pokémon los estaba guiando hacia algún sitio en concreto.
Ahí apareció la primera toma de decisiones, pero tanto Celebi como Adaman sabían que no estaban hablando de una niña débil, Carmine sabía cuidarse sola, confiaron en su bienestar.
— Celebi, sigámoslo, Carmine estará bien, ya la encontraremos — dijo Adaman.
— *suspira* Está bien...
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Después de una fría caminada, Adaman llegó hasta lo que parecía ser una desolada tienda de campaña, grande, pero una sola, parecía incluso haber sido abandonada. Estaba cerrada, pero fluía en el aire la sensación de que no se encontraba nadie dentro de ella.
Celebi y Adaman cruzaron sus miradas confundidas, no entendían la razón por la que ese Growlithe los había llevado hasta allí, este último dio unos cuantos pasos para sentarse al lado de la tienda.
Jerarca y Pokémon, los dos se acercaron a la tienda, Celebi la abrió sin miedo alguno, no había nadie adentro.
— Uh..?
— ¿Qué hay dentro? — preguntó Adaman.
— Hay fotografías esparcidas por todas partes, ¿quién estuvo aquí? — dijo, agarrándolas — Son de especies de Pokémon que viven en esta área, como las que Carmine nombró hace pocos minutos.
— "Fotografías de especies..." Será mejor que salgamos, quién sabe si el dueño o dueña está cerca — dijo.
— ¿Para que este Growlithe nos habrá invitado a venir aquí? — preguntó el Pokémon singular, saliendo de esta.
— ¿Acaso soy yo quien habla su idioma?
— Cierto, no sé ni para que pregun-
Cuando salieron, se dieron cuenta de un importante detalle, no había rastro de ese Growlithe, es como si se hubiese desaparecido, o hubiese huido.
— ... Espera espera, haber si lo entiendo, he visto muchas películas, ¿ese no era el típico Pokémon que es un fantasma y te guía hasta el punto en el que murió? — preguntó Celebi, confuso.
— No sé yo... — activando su visión aural.
— ¿Y porque?
El jerarca, ya siendo capaz de ver a través de su venda, señaló unas pequeñas huellas en otra dirección, ese perrito, después de todo, no se trataba de un fantasma, algo estaba tramando, pero era muy extraño.
— Esto no me da una buena sensación... ¿de verdad es buena idea seguir-
— Que te calles y sigamos a ese perro — le interrumpió Adaman, ya harto de sus preguntas.
El jerarca volvió a desactivar su visión aural, debía mantenerla guardada la mejor cantidad de tiempo para después perdurar con ella también la mejor cantidad de tiempo cuando un momento de peligro se haga presente.
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Habían malas noticias, ya no se podían escuchar los constantes ladridos de aquel perro de fuego, el sol empezaba a ocultarse en el horizonte y los rayos solares empezaban a cesar.
— No entiendo que hacemos en medio de la nada, de esta manera nunca encontraremos a los compatrones — dijo Celebi.
— Ya te lo dije, si quieren esconderse entonces estarían rondando ocultos por esta zona boscosa, según la lógica, claro, aunque existe la probabilidad de que estén en la otra punta de la región, cerca del equipo de Kieran — explicó Adaman.
— Pues imagínate esa maldita posibilidad, podemos estar viajando al rededor de toda una comarca en vano —.
— Cebolla, si mantienes esa cabezita negativa por supuesto que vas a atraer a la mala suerte.
— Para de llamarme cebolla, pareces un reproductor roto — dijo Celebi, ya con desinterés.
— Y cómo quieres que te llame, necesito ponerte un mote único para que marque nuestra asquerosa amist-
El ruido que hace un insecto al ser aplastado resonó, Adaman, con la expresión más tensa, se detuvo después de dar el último paso, mientras que Celebi se atemorizó más rápido que él al darse cuenta de su error.
— ...
— ...
— Celebi...
— ¿S-si...?
— ¿Me puedes explicar la razón por la que no estabas atento a lo que había en el suelo...? — preguntó, tenso.
— Em... ¿y que es lo que precisamente acabas de pisar...? — atemorizado.
— Tengo muy claro que es un insecto, así que como bien dijo Carmine deberá ser un... Spinarak.
— Je...
— ¿Y te acuerdas de lo que nos sucedía si pisábamos un Spinarak?
— Que la familia entera vendría a intentar vengarse de su muerte...
— Si... eso era.
Poco tiempo tardaron en darse cuenta de que, a pesar de que la niebla empezase a disiparse a su alrededor, de las ramas de los árboles se presentasen una gran cantidad de Ariados y Spinarak.
Juntando toda esa especie, podrían ser cuarenta fácilmente, y todos y cada uno de ellos observaban con odio a nuestros dos protagonistas.
— "Oh mierda" — dijo Adaman, con una sonrisa falsa.
— ... Y bueno... — dijo Celebi — ¿Que es lo que se dice en estos momentos, Adaman?
— ... ¿El que?
— ¡¡¡CORRE PERRA CORREEEE!!!! — empezó a retroceder.
Los Ariados furiosos empezaron a disparar proyectiles de su cuerpo empleando Pin Misil, estos iban en dirección al suelo con el fin de derrumbarlo todo.
— ¡Eh pero! ¡POKÉMON DE MIERDA no me dejes atrás que no puedo ver nada!!! — grito Adaman empezando a correr.
Los proyectiles colisionaron con la tierra creando varias explosiones de polvo, tapando la vista de todos los Pokémon presentes, Celebi y Adaman empezaron a huir volviendo por donde vinieron, sabían que no podrían combatir con tantos Ariados, eran demasiados.
Los Pokémon arácnidos no perdieron de vista a sus presas y empezaron a desplazarse en grupo hacia ellos, estaban dispuestos a matarlos con su potente veneno.
Ahí empezó la persecución en el Soto Sempiterno.
— ¡Eres muy lento, ¿acaso el aura no te hacía más veloz y fuerte?! activa tu visión aural! — gritó Celebi, molesto y asustado.
— ¡El aura no me corresponde ahora mismo, es muy temprano para usarla, ¿¡y además de quién coño es la culpa?! eres tú el imbecil que se confió diciendo que iba a ver lo que sea que estuviese en el suelo, y mira, ahora estamos huyendo de 50.000 arañas por haber aplastado a una de ellas!!! — gritó Adaman, corriendo — Además voy ciego, hazme levitar quieres?!
— ¡Esta bien!
El Pokémon singular usó su poder psíquico para tener el control total sobre el cuerpo del jerarca, lo separó del suelo y siguió huyendo de la manada de Ariados junto a él.
— ¡¿Alguna idea?! — preguntó Celebi.
— ¿¡Y lo preguntas TÚ, TÚ eres el que inició este problema busca TÚ la solución!
— ¡Has repetido TÚ tres veces!
— ¡Y a quien le importa!
Ambas especies, Ariados y Spinarak, utilizaron su movimiento característico Hilo Venenoso, expulsando una especie de tela venenosa pegadiza que se almacenaba en su abdomen.
Estos hilos que envenenaban al mínimo contacto empezaron a adherirse a los árboles cercanos a Adaman, la potencia con la que estos hilos se movían en el aire despejaban mucho más la niebla que los envolvía a todos.
Para evitar ser envenenados, Celebi cambió de dirección moviendo a Adaman en el acto.
— ¡Ah, ya se, saca a Aegislash, el veneno no surtirá efecto contra él al ser tipo acero podría servirnos de escudo!
— ¡¿Es que ya no te acuerdas?! Aegislash no quiere salir de su Pokeball!
— ¿¡Y porque raz-
Por mirar solo hacia delante, Celebi no estuvo atento a lo que Adaman tenía delante y controlándolo con telequinesia hizo que se estrellase de frente con un tronco.
— *boquiabierto* Adaman lo siento, lo siento lo siento lo siento en serio fue sin querer — impactado.
— Te juro que si salimos vivos de esta te mato...
El jerarca, levitando y retrocediendo a la vez, sacó una Pokeball de su bolsillo, después de haberla almacenado todo el tiempo posible, pensó que ya era hora de activar la visión aural de nuevo.
— Ya me cansé de todas esas arañas, incluso con un solo Pokémon las voy a obliterar — dijo, con una expresión enojada y con los ojos brillando de un color cian.
Lanzando la Pokeball, de ella salió su primer y mejor Pokémon, que capturó en el futuro, el escorpión volador, Gliscor.
— ¿Gliscor, y porque Glis-
— Cállate y observa — lo interrumpió Adaman.
Los Spinarak, apoyando a sus evoluciones que tomaban la ofensiva, utilizaron Disparo Demora para intentar atraparlos, disparando finas líneas de telaraña.
Gliscor, gracias a sus reflejos, hecho la cabeza para atrás esquivando la tela.
— "Agárrate a la telaraña" — ordenó Adaman, gracias a la capacidad de comunicarse telepáticamente que otorgaba el aura podía luchar sin hablar.
El escorpión acató la orden y con una de sus grandes pinzas se agarró a la línea de telaraña, ya aferrado a ella, empezó a columpiarse sabiendo que era lo que tramaba su entrenador.
— Impúlsate y usa Acróbata —.
Como si fuera una pelota muy ligera, Gliscor se impulsó con la telaraña y rebotó en todos los troncos del terreno, rebotando y propinando puñetazos a todos los Ariados que se hallasen cerca, causando un gran daño en ellos al recibir un ataque súpereficaz.
Las arañas contraatacaron usando Hilo Venenoso, expulsando redes tóxicas que se dirigían al escorpión.
— Ten cuidado, ese ataque envenena y baja la velocidad al mínimo contacto — advirtió Celebi.
— "No hay problema, porque..."
Gliscor se dejó atrapar por todas las telarañas, a pesar de recibir tanta substancia venenosa ni se inmutó del daño, sonrió y con sus afiladas pinzas se deshizo de todas las redes que lo atrapaban, no estaba envenenado.
— "A Gliscor ya no le afecta el veneno, su habilidad le permite sanarse al ser alcanzado por este" — explicó Adaman.
— Oh, cierto... había olvidado que aprendió la habilidad Antídoto, que íbamos a esperar de nuestro mejor Pokémon — mirándolo enorgullecido.
— "Y ahora le toca a él arreglar el problema" — pensó Adaman.
— ¿Como?
— "Celebi, es mi culpa, yo maté a ese Spinarak, si quieren algo a cambio entonces Gliscor se lo preguntará, no los voy a matar, no tengo razones para hacerlo y aunque las tuviera tampoco lo haría" —.
— No te equivoques, fue mi culpa al no estar supervisando el sue-
— "No te preocupes, ya tomo yo la responsabilidad".
— ... *suspira* ¿Porque tienes que ser tan amable y compasivo con los que te causan problemas...?
— ... "Supongo que mi padre me enseñó a ser así" — con una leve sonrisa.
El escorpión volador aterrizó en el suelo, y antes de que sus supuestos contrincantes empleasen más movimientos ofensivos levantó los brazos con el fin de demostrar que no querían pelear más, los Pokémon arácnidos se detuvieron.
— [No queremos pelear, nuestro entrenador se arrepiente mucho de haber hecho lo que hizo, no lo hizo queriendo] — dijo Gliscor.
— [¡Mato a uno de los nuestros, necesita pagarlo con sangre!] — dijo un Ariados furioso.
— ... Mh, dicen que no están satisfechos con un perdón — le dijo Celebi a Adaman, preocupado.
Adaman, viendo como todo se retorcía más de lo que ya estaba, acepto su error y levanto el brazo izquierdo, es decir, el brazo que no tenía esas vendas que siempre llevaba consigo.
— Diles que si quieren hacerme daño que me piquen y me envenenen por el brazo — dijo.
— ¿...Estás seguro?
— "Me podrás curar tu luego el veneno, ahora me toca sufrir un poco" — le dijo mentalmente.
— ... [Mi compañero os deja morderle el brazo, ¿os basta con eso?] — preguntó Celebi.
— [¿Una pequeña mordida venenosa por la muerte de un compañero nuestro?] — preguntó una araña — [No es suficiente, ¡una vida vale mucho más que eso!]
— "Pero que pretenden... ¿matarte...?" — pensó la cebolla.
— "Sería normal, vida por vida, después de todo, el problema es que no puedo morir, como estás viendo" — le contestó el jerarca.
— ... Mh, yo me quedo sin ideas, ¿tú no tienes ninguna? siempre se te ocurren ideas locas e inteligentes cuando juegas en serio.
— *se puso una mano en el mentón* Ya se, quizá será un trabajo muy duro, pero mis horas laborales con mi madre en mi antiguo hogar merecieron la pena, pregúntales si están cómodos en este bosque — dijo Adaman.
— Eh, está bien [Queremos preguntaros si os sentís cómodos en este frío y desolado bosque]
— [La verdad es que no, cada vez los alimentos se vuelven más escasos y los tiempos de niebla perduran más, nuestro sueño es vivir en alguna selva tropical donde no haya niebla y podamos vivir juntas] — explicó un Ariados.
Celebi le traducía lo que entendió al jerarca.
— Mh, quizá será un trabajo muy duro pero son muchos Pokémon, no puedo dejarlos aquí — pensó en voz alta.
— Puedes decir de una vez que es lo que estás planeando, deja de hacerte el interesado — dijo Celebi, molesto.
— Crearemos un nuevo hogar para ellas — sonrió.
— ... ¿Qué?/[¿Que?] — dijeron Gliscor y Celebi a la vez.
— Que no se nos olvide, quizá llevemos mucho tiempo sin regresar, pero seguimos teniendo una mansión, ubicada en Unova, con una Marley preocupada por nosotros, si la llamo por teléfono quizá podríamos empezar a construir un pequeño hábitat para estas arañas dentro de la mansión, piénsalo bien, sería hermoso volverme amigo de tantos Pokémon como unos valientes Ariados que se amen entre ellos — explicó Adaman — A ellos les agradará la idea, estoy seguro.
— ... Wow, volverse amigo de tantos seres vivos en poco tiempo, eso es típico de una película...
— Cuantas veces has dicho que algo es típico de una película, ¿vas al cine cada día o que?
— Cállate, ser un Pokémon moderno fue siempre mi meta en la vida.
El Pokémon singular procedió a explicar la nueva idea que Adaman quería hacer para pagar la deuda que tenía con la familia arácnida del Soto Sempiterno, un milagro para ellos, funcionó, eso convenció a todos los Ariados, y con eso se calmaron.
— [Un nuevo hogar, ¿en otra región?]
— [Si, allá podéis empezar una nueva etapa, y bajo nuestro cuidado os podemos dar la comida que más os convenga, creer en nosotros, es lo último que nos queda por ofreceros, más que ofreceros la muerte de mi compañero, queremos que tengáis un lugar en el que vivir] — explicó Celebi.
— [Oh, buena idea, más gente en la mansión] — comentó Gliscor.
Los Pokémon arácnidos se miraron entre ellos, no podían desaprovechar lo que la muerte de su compañero les podría dar, por lo que único que podían hacer para mejorar como colonia era aceptar la oferta.
— [Tenéis una semana como máximo, si no nos internáis en un nuevo hábitat haremos todo lo posible para hacer de vuestra vida un infierno] — advirtió un Ariados.
— [¡Os lo agradecemos, cumpliremos nuestra promesa!] — dijeron Gliscor y Celebi a la vez.
Adaman, viendo como sus dos compañeros hacían una reverencia, sabía que había triunfado y también hizo una para agradecerles a las arañas venenosas que le perdonasen la vida.
Ariados y Spinarak, ambas especies empezaron a retirarse y esconderse en la maleza, la persecución había terminado, y con eso nuestros protagonistas se salvaron.
— Oh... poco más y no nos llegan a perdonar — dijo un Celebi aliviado.
— ... Mh.
— ¿Que te ocurre?
— Ya se me ha desactivado mi visión de aura, que extraño... — se tocó la frente.
— ... Bueno, eso ya podremos resolverlo luego, ahora la niebla se ha disipado bastante, podríamos buscar a Carmine y salir de este infierno — ideó el Pokémon singular.
Desgraciadamente, la conversación fue interrumpida debido a un terrible temblor que batió sus corazones. En ese momento, debido al susto, dejaron de hablar y se mantuvieron en silencio.
Algo muy grande se acercaba a ellos, algo grande y feroz, pero la niebla lo envolvía, se camuflaba en ella, como una sombra en un suelo oscuro.
— Grrrr.....
La gravedad de su voz transmitía la sensación de que era muy feroz y furioso, sus pisadas cada vez se escuchaban más cerca, pero hubo un momento que, al estar en frente de ellos a unos cinco metros, se detuvo.
Adaman y Celebi, evitando soltar una sola palabra por la boca, empezaron a caminar lentamente sin hacer ruido, pensando que él monstruo de la niebla no los vería si se movían lentamente.
Milagrosamente, alguien apareció para arreglar la situación.
De los arbustos apareció una chica, con una extraña capucha hecha de hojas, seguramente para poder camuflarse, no se le podía ver el rostro. Ella se acercó corriendo hacia el jerarca y lo agarró por la espalda, llevándoselo consigo y escondiéndose en la maleza a la vez que se alejaban. Celebi reaccionó, y también los siguió.
La criatura, al ver que habían rescatado a sus presas, volvió a ocultarse en la niebla, rugiendo con fastidio.
...
Después de dos minutos corriendo entre árboles, los dos se detuvieron para descansar, uno sin saber que había pasado, mientras que la otra solo estaba jadeando por haber huido tan rápido.
— ¡Adaman! ¿Estás bien? — preguntó Celebi, llegando.
— "¿Qué paso, alguien me agarró por la espalda?" — dijo, levantándose.
— Es esa chica de allí, ¿Mh?
— "¿Qué ocurre ahora?"
— No le puedo ver la cara ni el pelo, supongo que está usando camuflaje con esa capucha, porque está fabricada de hojas — dijo el Pokémon singular.
—...
La chica misteriosa también se levantó, se volteó y su mirada se cruzó con la de Adaman, un silencio incómodo se creó entre ellos, pero lastimosamente no se iban a esperar que iban a conocerse en ese oscuro y desolado bosque siendo quienes eran en realidad.
.
.
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Fin del cap.
La historia continúa...
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