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Capítulo 77

Capítulo 77

La espada que cayó en toda la desgracia

[Region de Noroteo/Kitakami, Villa Versui]

{En el futuro}

Narra Celebi:

Se nos acercó un hombre adulto, moreno y vestido de profesor, con bata blanca y ropa morada, lucía unas gafas de forma hexagonal, y su pelo tenía dos diferentes tonalidades del color morado.

— ¿Y este quién es? — preguntó Victini.

— ¿Quién eres? — preguntó Carmine.

— ¿Como que quién es? — dijo Kieran — Tienes que ser demasiado ignorante para no reconocer al famoso profesor Jacq, si no recuerdo mal tu trabajas en las Academias Naranja y Uva, ¿cierto? — interesado.

— Así es chico, me alegra que alguien nacido en Kitakami pueda reconocerme, es todo un cumplido para mí — sonriendo.

— ¿A qué se debe tu repentina aparición? — preguntó Adaman, sin poder verlo.

— Ah sí, se me olvidó explicar que hago aquí, primero de todo, vine a esta comarca con el objetivo de estudiar especies que no viven en Paldea por un corto periodo de tiempo, menos de dos meses para ser exactos, pues verás, estuve viendo a escondidas el combate que tuviste contra ese entrenador y su Zeraora, y al ver el Aegislash que usabas para combatir pues... me asuste a la vez que me impresione— dijo.

¿Qué, a qué se refiere? Va muy rápido...

— ¿Te asustaste?

— Recuerdas al entrenador que te lo intercambio, ¿verdad? — preguntó Jacq.

Mi amigo recordó la última y primera vez que vio a ese entrenador llamado Calem, que según él mismo contó provenía de Kalos, pero tuvo que viajar a esta comarca en busca de una especie de Pokémon que recientemente consiguió gracias a nosotros.

— ¿Calem se llamaba? Creó que lo recuerdo — contestó el jerarca.

— Okey, y como veo has intercambiado un Pokémon por su Aegislash.

— ¿Como sabes eso? — preguntó Kieran.

— ¿A vosotros no os lo dijeron? — preguntó — Ese entrenador ya lleva pidiéndole a todos los habitantes de Noroteo por un Pokémon paradoja con el fin de separarse del Aegislash que ahora tienes tú, es un rumor que cómo estás viendo es real — dijo.

— ¿Separarse, acaso ese entrenador odiaba a ese Pokémon? — preguntó Carmine, seria.

— No, pero ese tampoco es el problema, os explicaré: él se fue de Kalos por una sola razón, quería proteger a Aegislash, ¿la razón? El gobierno de esa región quiere atrapar a ese Pokémon que ahora tienes tú, joven entrenador.

Nos sorprendimos, recuerdo haber confesado anteriormente que tenía mis sospechas acerca de Aegislash, sentía que lo rodeaba una aura muy mala, que algo no andaba bien con él.

— Calem se fue con el fin de proteger a Aegislash, pero ahora, consciente de que toda su región sabe que es él quien tiene en su haber a esa espada tenía que intercambiarselo a otro entrenador por su bien — explicó.

— ¿Y porque el gobierno lo quiere capturar? Hizo algo malo? — preguntó Kieran, confuso y asustado.

— *suspira* Ese Aegislash tiene más de 800 años, es el Pokémon más viejo de dicha especie, vivió de generación en generación siendo empuñado por una cantidad desconocida de reyes de Kalos, el problema es que tuvo la mala suerte de ser elegido por los gobernantes más crueles de la región, quienes hicieron barbaridades matando a cantidades incalculables de gente inocente, cuando todos y cada uno de ellos fallecieron, las oscuras almas de todos ellos se adentraron en el cuerpo de Aegislash, ellos se adentraron en su cuerpo por que creían que de esa manera seguirían vivos y así ver a través del uní ojo que la espada tenía, el resultado fue un cambio sobrenatural en la aura honorable que Aegislash tenía antes, convirtiéndose en una marioneta controlada por los espíritus de esos reyes asesinos— explicó.

Silencio...

Eso no me lo esperaba, sabía más que nadie que el aura de esa espada era muy maligna, pero no creía que ese Pokémon iba a tener tantos años y un oscuro pasado por detrás, y menos ser poseído por una gran variedad de almas a la vez.

— ¿Me estás diciendo que hay más de un asesino controlando a esa espada de forma espiritual...? — preguntó Kieran, incrédulo.

— Siento mucho decirlo, pero es la verdad, aún así, Aegislash fue y es un Pokémon demasiado amable e inocente para dejarse controlar tan fácilmente por los crueles reyes que lo intentan poseer, es por eso que Calem intenta protegerlo, porque no es malo, él no mató a nadie, ni tampoco quiere hacerlo, y claro, cómo estáis viendo, ese gobierno no entiende ese último dato  — dijo.

— ... — Adaman estaba callado, escuchando con atención.

— Igual Calem te mintió, pero solo quería el bien para Aegislash, quizá es una forma muy directa y fácil de decírtelo pero... te acabas de convertir en el entrenador de un Pokémon endemoniado, que está en búsqueda y captura — dijo Jacq.

— ...

— ...

— ¿Adaman, que hacemos? — pregunté, impactado.

— ¿Quieres que busquemos a Calem para hablar más seriamente de este tema? — le preguntó Carmine a Adaman, de brazos cruzados.

— ... No.

— ¿Qué? — dijimos todos a la vez, sorprendidos por escuchar esa respuesta negativa.

— No lo hagamos, Jacq, tú mismo has dicho que Aegislash es un Pokémon inocente, si dejamos que el gobierno de Kalos lo capture, seguramente experimentarán con él, hasta el punto en el que seguramente lo matarán, de momento quiero quedarme con él, ya se verá si esos reyes están dispuestos a hacerme daño — explicó.

— *sonríe* ¿Como te llamas? — preguntó el profesor.

— Adaman, un gusto en conocerte, y también mis agradecimientos por haberme explicado toda la historia de mi Pokémon — dijo.

— No hay porque agradecerme nada Adaman, yo debería dar las gracias por tener la paciencia de escuchar mi advertencia, es más, tu respuesta a cuidar de ese Pokémon me ha conmovido, por lo que...

Jacq sacó de su mochila un huevo de manchas azules, viendo el tamaño de su mochila, parecía tener más huevos Pokémon dentro, eran dos, lo único de lo que ellos no tenían conocimiento era el color naranjoso y verde que tenían esos dos.

— Un huevo — dije.

— ¿Un huevo, de qué?

— Nacerá un Piplup de él, por favor acepta el regalo, estoy seguro de que al igual que Aegislash tú también podrás criarlo de manera correcta— dijo.

Esas eran buenas noticas, un futuro y intimidante Empoleon podría estar en nuestro equipo si aceptamos cuidar del huevo. Como es obvio al escuchar el nombre de la especie de Pokémon que pronto saldrá de él Adaman no se vio en condiciones de negarse.

— ¿Está seguro de esto?

— ¡Por supuesto!

— Está bien... — agarra el huevo — Gracias, lo cuidaré bien.

— Eso espero, y gracias a vosotros, no os metáis en problemas con ese Aegislash, ¡nos veremos pronto! — dijo, despidiéndose.

— Nos vemos! — dijimos todos, exceptuando a Adaman.

— ¿Y bien, ahora que hacemos? — preguntó Carmine.

— Con todo el tiempo que ya habrá transcurrido de seguro Aoi y Arven habrán acabado con su pequeña misión, volvamos al hotel, de seguro todos querrán reunirse allí — dijo Kieran.

— Pues venga, arreando, reunámonos con todos — dijo Carmine, empezando a caminar.

— Adaman — dije, volteándome.

— ...

No contesta.

— ¿Adaman?

— ... ¿Qué?

— ¿Vamos?

— ... Si — empezando a caminar con el huevo.

— ... *suspira*

A el punto de vista de todos, parece que Adaman este padeciendo bipolaridad, pero la realidad es que el aura afecta de forma inesperada e inmediata a la mente, por lo que es normal verlo en un momento normal y tranquilo, y en otro serio y siniestro.

Aun así me preocupa, me da la sensación de que, a pasar del tiempo, el aura empieza a ejercer más de lo que puede dar, los efectos negativos perdurarán hasta más de dos días, pero a cada hora son más difíciles de manipular, el último día y hora serán los peores, porque no reconoceremos a Adaman como lo que era antes.

Pero como él mismo me dijo, era mejor no preocuparse por el futuro porque de esa manera no podríamos avanzar ahora en el presente, era de esperarse una frase así de un fanático del tiempo.

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15
MINUTOS
DESPUÉS

Narrador Neutral:

Transcurrido un cuarto de hora, nuestros tres entrenadores acompañados de dos Pokémon singulares llegaron a la zona central de Villa Versui, se hallaron finalmente en frente del hotel, y ahí se iban a quedar hasta que los demás entrenadores llegaran al punto de encuentro en el que ellos estaban.

Después de otros cinco minutos, finalmente llegaron todos los demás, exceptuando a Arven y Aoi, que todavía seguían dentro del hotel Arceus sabrá que haciendo.

— ¡Hola Adaman!

Rosa saltó para abrazar al jerarca, mientras que a este no se le notaba ningún cambio ni reacción en su cara al tener el cuello rodeado por dos brazos. Seguía serio, como una estatua.

— Rosa apártate un poco de él, ¿quieres? — dijo Iono, celosa como lo era habitualmente.

— *suspira* ¿Dónde están Aoi y Arven, todavía no alquilaron los dormitorios, sí que van lentos entonces no creéis? — preguntó Nate, extrañado.

— ¿A quien llamas lento? — preguntó la voz de Arven.

Todos se voltearon, ellos dos habían regresado, y con buenas noticias.

— Dicho y hecho, alquilamos las habitaciones — dijo Aoi, contenta.

— ¿Yei, y cuando os costó? — preguntó el hermano de Rosa.

De repente el castaño empieza a quejarse de dolor, porque siente un tirón en su cabello de parte de su hermana, que estaba enojada con él.

— ¿A ti no te dijeron que es de mala educación preguntar por el precio de algo? — dijo la castaña.

— ¿Y podemos ir ahora mismo? — preguntó Liko.

— Por supuesto, pero antes de nada el propietario os quiere conocer a todos vosotros, dice que no ha tenido más hospedajes en todo lo que lleva de vida y eso le impresionó tanto que lo impulsó a conocernos — explicó Arven — Por lo que antes de subir a los dormitorios nos dirigiremos a su despacho y hablaremos con él, ¿os parece?

— ¿Vosotros os quedáis aquí? — le preguntó Leaf a los hermanos azabaches.

— Queremos acompañaros, igual logramos sacar durante la conversación algunas dudas que tenéis — contestó Kieran — Y tú también vienes, no te escapes — le dijo a su hermana.

— Ni que fuera un Pokémon salvaje — le dijo de forma cortante y molesta.

— Pues bueno, no perdamos más tiempo y vayamos — dijo Hilda.

— Si! — dijeron todos, exceptuando a Adaman.

Pero Celebi y Kieran se detuvieron al ver que el jerarca no avanzaba, estaba parado, mirando al cielo.

— ¿Adaman? – preguntó Celebi.

— ¿Sucede algo, Adaman? — preguntó el niño azabache.

— ... Ir vosotros, yo me quedo fuera, no os preocupéis no me iré — dijo, de forma tranquila.

— E-está bien... — dijo Kieran.

— ¡Enano alarga el paso! — exclamó Carmine.

— ¡Que ya voy! — volteándose molesto con ella.

— "Celebi, tú también ve con ellos" —.

Eso ya asustó al Pokémon singular, esa fue la peor y además, la primera vez que Adaman le pidió algo así, alejarlo de él, o más bien, dejarlo solo, ya sea por un corto periodo de tiempo.

— ¿Estarás bien?

— "Claro, solo quiero quedarme aquí porque estoy seguro de que en estas condiciones estar dentro de algún edificio me agobiaría mucho, estoy demasiado cómodo fuera" —.

— Okey, ya volvemos — convencido — Vamos Victini.

— Ok — asiente.

El jerarca, afortunado de conseguir lo que él quería, se quedó observando como sus dos compañeros singulares se alejaban con todo el grupo de entrenadores, tenía la visión aural, eso se podía notar gracias al brillo azulejo que sus ojos tenían mediante esa adaptación.

— ... *suspira* Al fin, hay pocos momentos en los que estoy solo...

Dirigió la mirada al cielo, tardó en darse cuenta que el estado meteorológico de aquel día era muy diferente a los anteriores, ningún rayo solar podía tocar la superficie de la tierra, el cielo estaba completamente nublado, y no especialmente de tonalidades claras.

Si bien podía ser, habían probabilidades de una larga lluvia en la comarca.

— "Akari, Sabi, si es que vosotras sois las únicas que seguís con vida, sería un milagro encontraros cuando antes" — pensó.

Sin importarle, Adaman se quedó parado en medio de toda la plaza, mientras todos los habitantes, excursionistas y visitantes lo miraban con confusión al pasar cerca suyo, lo miraban como un bicho raro, como si fuera un Pokémon salvaje, o pero aún, como si fuera el mismísimo ogro que según la leyenda narra, intentó devastar toda Villa Versui: Ogerpon.

— Perdone... — dijo alguien.

Adaman, conmovido por escuchar a su izquierda una voz de un niño muy joven decidió voltear su cabeza para verlo, según vestía, tenía que ser probablemente un habitante de la comarca, sumando el dato de que no lo conocía.

— ...

— ¿Señor, m-me puede ver con esa venda? — preguntó el joven.

— Por supuesto que te puedo ver — sonrió de forma leve — Es magia Pokémon, ¿sabes? — mintió para intentar quitar esa inseguridad que tenía el infante.

— Jeje — se rió.

Adaman se agachó para estar a la altura del niño.

— Dime, ¿hay algún problema, algo ha sucedido para que tengas que acudir a mi? — preguntó Adaman.

— N-no es eso señor, ¿usted no fue el héroe que salvó a Galar de un posible desastre natural, quien detuvo junto a sus compañeros a las aves legendarias? — ilusionado.

Adaman se sorprendió, pero tampoco mucho, tenía que llegar el momento en el que alguien que lo conociera por las noticias lo reconociera en persona, pero era sorprendente ver que se trataba esta vez de un niño pequeño y tímido.

— Digamos que si lo soy, ¿te sorprende verme aquí? — sonrió.

— No sabe cómo le he estado admirando durante estos últimos días, soy su fan! — exclamó.

— *sorprendido* Quien lo diría, pues tú eres la primera persona que me lo dice.

— Jeje... Y bueno, después de escapar de Ciudad Castelia, ¿te encuentras bien? — preguntó el niño.

Misteriosamente, el ambiente empezó a cambiar, y no de buena forma. Algo andaba mal, o mejor dicho algo empezaba a ir mal.

— ¿Qué si me encuentro bien? Como me ves, estoy como nuevo, no tienes nada por lo que temer — contestó.

— N-no me refería a eso...

— ... Entonces... ¿a qué?

— Ya sabes... te encuentras bien emocionalmente, ya corrió la noticia de que tuviste pérdidas en tu equipo en aquella ciudad — dijo — Ese entrenador castaño que fue asesinado junto a su Samurott, el otro entrenador con polo rojo que se halló con la cabeza torcida, y por último, el sacrificio que ejerció Red... en la torre central... — muy deprimido.

— ...

— ...

— ... ... ... ¿Que dijiste? ...

— ¿Eh? No tengo razón? En las noticias lo decían... te encuentras bien?

— ...

.
.
.

Fin del cap.

La historia continúa...

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