Capítulo 69
Capítulo 69
Posibles consecuencias y el salvador de ellas
[Región de Unova, en el mar]
{En el futuro}
Narrador Neutral:
En el barco, exceptuando al piloto, ya todos estaban reunidos en un mismo lugar, Irida y Celebi habían tenido la idea de revelarles sin remordimientos que era lo que le sucedía a Adaman, que ya llevaba dos horas inconsciente.
— ¿Dónde está ahora? — preguntó Marnie, refiriéndose al jerarca.
— Dentro, esta durmiendo en una cama— explicó Irida — Ahí se quedará hasta que despierte.
— ¿Y queda mucho para eso...? – dijo Iono.
— Nadie sabe, no hay ninguna señal que nos indique que despertará tarde o pronto — contestó.
— ...
— ¿Qué sucede? — le preguntó Nate a su hermana, que estaba cabizbaja.
— De haber llegado un poco más pronto podríamos haber evitado que lo dañasen tanto... — deprimida, refiriéndose obviamente a Adaman.
El castaño le puso una mano en el hombro.
— No te deprimas, hemos improvisado y hemos hecho todo lo que hemos podido, por lo menos gracias a nuestro rescate sigue vivo — intentando animarla.
— Si, tienes razón.
— En fin, la razón por la que os he reunido aquí no solo era para hablar acerca de lo que le está sucediendo a Adaman, será mejor presentaros a este pequeño Pokémon que veis aquí — dijo Irida.
Celebi sacudió la mano, en seña de saludo, finalmente, se hizo visible ante todos, pero no iba a hablar telepáticamente con ninguno de ellos a menos que sean Adaman o Irida, por alguna razón.
— Ese es el Pokémon que nos ayudó a rescatar a Adaman — dijo Rosa, sorprendida.
— Si, es un Pokémon singular, se llama Celebi, y ciertamente antes de todo esto era invisible — explicó la rubia.
— ¿Invisible...? — dijo Liko confundida, y también impactada — Eso quiere decir que...
— Este Pokémon estuvo con Adaman desde el primer minuto que llegó a este mundo, pero se hizo invisible para los demás de modo que solo él pueda verlo, habría mucha gente que lo reconocería y eso les podría haber metido en problemas, él está al tanto de todo, sabe mucha información que nosotros no, y es un viajero del tiempo—.
— Woww... — dijeron todos a la vez, incomodando a la cebolla.
— ¿Tu estuviste todo este tiempo con nosotros? ahora me estoy avergonzando aún mas de todo lo que hice... — dijo Iono.
— "Sabía que esto iba a ser mala idea, pero es lo que hay" — pensó Celebi, riéndose nerviosamente.
— ¿Y puede hablar? — preguntó Aoi.
— No, pero sí que puede telepáticamente, aunque solo lo hace conmigo y con Adaman por alguna razón, él ha sido su mejor amigo hasta entonces gracias a todos los momentos en los que le ha llenado de esperanza y motivación, sin él, Adaman no habría llegado hasta aquí — dijo.
— Entonces deberíamos agradecerte todo lo que has hecho por nosotros hasta ahora— dijo Carola.
Celebi hace señas con las manos para indicar que no había porque hacer eso.
— Primero de todo, Iono, ¿podrías contarle a tu amiga Elesa todo lo que está pasando? es mejor que también esté al tanto de todo — dijo la jerarca.
— Por supuesto, Elesa ven conmigo — amablemente.
— Voy.
— Ahora sí, centrémonos en lo que está ocurriendo — dijo Arven, sentado y de brazos cruzados.
— ¿Qué le sucedió a Adaman? – preguntó Liko.
— *suspira* Es aura, despertó Aura en medio de su combate a muerte con N — dijo sin contemplaciones.
— ¿¡Aura?! — gritaron todos menos Carola.
— ¿Pero qué tipo de aura, la común o la extraña? — preguntó la general del equipo magma.
— Según Celebi me dijo y como todo indica, es la extraña, es decir, Adaman es el primer humano en despertarla, en todo el período de nuestra existencia como raza humana — dijo Irida.
— Y si despertó Aura... ¿porque ha acabado así, ha sido N quién creó sus heridas? — preguntó Nate.
— El Aura no daña instantáneamente a una persona, más bien con el tiempo, eso quiere decir que fue N quien lo dañó tanto —.
— ¿C-con el tiempo... Adaman estará bien, verdad? — dijo Rosa, atemorizada.
— Si no hacemos lo que Celebi quiere hacer, entonces todo irá a peor, usar sin saber los límites esa energía tiene unas graves consecuencias al usuario que la emplea, daños físicos, fracturas de huesos o músculos, y si vamos aún más alla ya son daños mentales, por ejemplo, si dejamos a Adaman en ese estado cambiará su forma de ser, su forma de pensar o incluso podría perder algunos recuerdos si todo sale mal — dijo la rubia, de brazos cruzados.
— ... Eso sería muy malo para él, seguro que hay una manera de evitar todo eso, ¿verdad? — preguntó Hilda, que ya se había recuperado.
— ¡Hilda! ¿Te encuentras bien? — dijo la hermana de Nate preocupada por su estado emocional.
— ... Es muy difícil asimilarlo, todo ha pasado muy rápido, pero me doy cuenta de que no voy a hacer nada lamentándome todo el rato, debo seguir adelante y vengar a mi hermano... por desgracia ni Leaf Gloria todavía no lo han superado, están en la proa del barco, llorando seguramente — dijo la entrenadora castaña.
— ¿Y cuando nos queda de tiempo, el aura no tardará en dañar a Adaman, verdad? — preguntó Aoi.
— En dos o tres días empezarán a venir los efectos negativos, pero tenemos un plan para que pueda superar estos efectos evitando la muerte.
— "Solo hay una manera..."— dijo Celebi, con Keldeo al lado escuchando la conversación.
— "¿Todavía no me dijiste, adonde nos vamos ahora?" — preguntó Irida a Celebi.
El Pokémon singular sonrió mientras miraba a la jerarca.
— A la Isla Libertad.
Sin detectar su presencia, por encima de las nubes un Archeops los estaba vigilando a la vez que siguiendo.
— Bueno — dijo Rosa — Yo me voy a entrenar a mis Poke-
Nate le agarró una de las coletas a Rosa, impidiendo que se vaya.
— Tu no te vas a ningún lado! — con una vena en la frente — Hay que dormir!
— ¡Pero no tengo sueño...! — un puchero.
— ¡Y a quien le importa!
Arven y Aoi miraron con una cara de poker a Hilda, que los miraba con normalidad, como si verlos pelear fuera común.
— En pocas palabras, amor de hermanos — dijo Hilda.
– Odio de hermanos, querrás decir — corrigió el rubio.
— No, amor de hermanos, créeme, de ser odio se estarían apuntando con dos AK-74.
— Con bazookas — corrigió Aoi.
— Mejor dicho...
.
.
Transcurrieron 20 minutos, todos estaban durmiendo, intentando recuperar todas esas horas nocturnas que expendieron en intentar derrotar a los generales en Ciudad Castelia.
Todos se sentían mal por Adaman, podía ocurrir cualquier cosa, ¿la más posible? Que cambiase para siempre. Sería su castigo por intentar matar en un abrir y cerrar de ojos a N, por utilizar la energía de un dios como si fuera una simple herramienta de combate.
Celebi y Keldeo estaban hablando tranquilamente en la proa del barco, eran Pokémon muy bien desarrollados y podían aguantar semanas sin dormir.
La jerarca del Clan Perla no podía dormirse, no sabía si era por el lugar o por la preocupación que sentía en su interior hacia Adaman.
Se levantó y se dirigió al cuarto del jerarca, que debía estar inconsciente. Al llegar abrió la puerta.
Se sorprendió al ver que a un lado de la cama estaba Rosa, sentada en una silla de forma muy correcta viendo con atención como el jerarca, durmiendo, tenía una venda blanca que le cubría los dos ojos.
— ¿Rosa?
— Que susto me diste... — en voz baja.
— Esto si que me sorprende, no sabía que Adaman te interesaba tanto, estás preocupada por él, ¿verdad?
— B-Bueno — apartando la mirada.
— ... *suspira* ¿Que te hizo pensar que era especial?
— Em... pues — nerviosa — Lo primero fue la compasión que sentí por él al darme cuenta de todo el infierno que tuvo que pasar para llegar hasta aquí, y también fue algo que nunca olvidaré que dijo en un paseo por el río cerca de la mansión...
"Cada vez... empiezo a preguntarme más si debería viajar solo, porque la presión que cae sobre mí puede más conmigo, no quiero que os pase nada malo, nunca me lo perdonaría, no voy a permitir que nadie más muera a mi alrededor — tranquilo pero muy enojado por dentro — Nadie más"
— Su deseo por proteger a los demás es muy admirable.
— ¿Estas segura de que solo te dijo eso? — preguntó Irida.
— Em...
"
Sin previo aviso y sin remordimientos, el jerarca abrazó con una mano la cintura de la entrenadora castaña, acercándola a él, sin dejarla decir nada acercó su boca a su oreja y con una voz seductora y muy baja dijo...
— ~Tu no te quedas atrás con tus atributos, tu también eres hermosa~ — sonriendo.
Dicho esto se separó de Rosa y esta se quedó petrificada, además de tener toda la piel de su cara roja. "
— Ehh si si fue solo eso jeje — sonrojada.
— Ya veo...
— Ahora que estás aquí quería preguntarte... ¿porque Adaman tiene una venda en los ojos? — preguntó la castaña.
— Ya lo dije antes, el aura empieza a hacer efecto lentamente desde el primer segundo que aparece, y como está yendo todo al parecer está dejando ciego a Adaman — reveló.
— ¿¡QUÉ?! Y según vosotros hay alguna manera de evitar eso?! — preocupada.
— Celebi me dijo que conoce a un viejo amigo suyo que vive en la Isla libertad, según él ese puede salvar la visión del jerarca.
— Que alivio... — dice.
— Aún así el efecto no será instantáneo, lo más probable es que Adaman tenga que ir con esa venda por unos tres o cuatro días cuando despierte, sin ver absolutamente nada — de brazos cruzados.
— Tendrá que esforzarse...
— ... Ajá.
...
A la mañana siguiente.
Era la una de la tarde, nuestro grupo había descansado mas de lo previsto culpa de las horas perdidas para reconciliar el sueño en Ciudad Castelia, pero Celebi estuvo atento para despertar a todos al ver tierra firme en el horizonte.
— "¿Ahí es donde está tu amigo?" — preguntó Irida.
— Ajá, si todo sale bien podrá ayudarnos a tratar el aura de Adaman — contestó Celebi.
— "Me parece bastante raro verte tan relajado y empatico con él, siempre os vais insultando diciéndoos "cebolla" o "poliamoroso" "— dijo Irida.
Al Pokémon le creció una vena en la frente.
— Para empezar, ni cebolla ni poliamoroso son insultos — molestó.
— "Pero los usáis como uno"
— T-tampoco.
— "Te tiembla la voz"
— Que no, déjame en paz.
...
El barco desembarco en la orilla de la Isla Libertad, los únicos que bajaron fueron Nate, Rosa e Irida, Celebi y Keldeo, los demás se quedaron vigilando y esperando en el barco por si algún problema aparecía, debían curar a Adaman cuanto antes, si, pero también tener precauciones.
Un Archeops, luego de ver que se detuvieron en esa isla, cambió de dirección para regresar a Ciudad Castelia.
— [¿Se te ocurre alguna manera de que venga a nosotros?] — preguntó el potro a Celebi.
— [No hay porque llamarlo, él siempre se la pasa paseando por aquí, y más cuando hay visitantes] — respondió.
— [Entonces según tú ya nos estará observando, ¿verdad?]
— "Celebi, ¿y ahora que?" — preguntó Irida.
— Espera, dame un momento de concentración... — cerró los ojos.
— O-okey... — sería.
— [¿Que vas a hacer?]— preguntó Keldeo.
— [Gritar como si fuese un Exploud]
— [¿Ese es tu plan?]
— [Él es muy despistado, así que calla y tápate los oídos]
— [Que gracioso eres] — sarcástico.
Obvio, Keldeo no podía taparse los oídos.
— [Es mi don]
Celebi empieza a inhalar aire asustando a la jerarca y a los demás, acto seguido gritó como si no hubiese un mañana.
— [¡VICTINI, SAL DE DONDE SEA QUE ESTÉS Y VEN AQUI!] — dijo.
El grito se escuchó por toda la isla, era imposible que ningún Pokémon de la isla no escuchase su llamado. De la luz del sol se reflejó un ser de proporciones pequeñas que cayó de forma meteórica contra el suelo.
— [Míralo, ahí esta] — le dijo Celebi a Keldeo con poco interés.
El Pokémon que aterrizó desde el cielo era nada más ni nada menos que otro Pokémon singular, con una "V" en la frente de color naranja, que su color recordaba al mismísimo elemento del fuego. Tenía los ojos azules y bastante grandes, y su cuerpo un poco más de la estatura de Celebi.
Es Victini, el Pokémon representante de la victoria.
— Nate ese no es...
— Ese es Victini, nuestro padre siempre nos habló de él — respondió su hermano.
El Pokémon singular empezó a estirar varias partes de su cuerpo, con los ojos cerrados sin siquiera ver a quien le había llamado. Se acababa de despertar.
— [¡Ahh hacía tiempo que no tenía visita en esta isla, en fin, que es lo que quieren estos agradables humanos de m-
Victini se interrumpió al ver a sus dos amigos singulares delante de él.
— ...
— ...
— ... [¿Y bueno?] — preguntó Keldeo.
— [¿Y bueno?! Que carajo hacéis vosotros dos en mi propia isla?] — preguntó incrédulo a Keldeo y Celebi.
— [Venimos a darte una taza de té] — dijo Celebi — [No es momento de bromear que crees que venimos a hacer imbecil!? venimos a pedir de tu ayuda]
— [De todos los Pokémon singulares a los que acudirías en ayuda yo sería el último, y no me lo niegues]
— [No, no lo niego pero en este caso tú eres el único que lo puede resolver, ¿me entiendes?] — dijo Celebi.
— [Deberá ser un problema bastante grave, está bien, escucharé, además debemos celebrar esta pequeña reunión después de tantos años, hablemos con más privacidad, ¿queréis?] — ideó Victini.
— [Esta bien lo que tú digas] "Irida será mejor que volváis al barco, regresaremos cuanto antes solo dejarnos hablar con tranquilidad" — le dijo mentalmente a la rubia.
— "De acuerdo" Nate, Rosa, volvamos al barco — dijo — Ellos ya vendrán cuando acaben.
— Ok, vamos herma-
— ¡Yo quiero quedarme! — llorando cómicamente.
— Pero me cago en la... ¡tu te vienes conmigo, acaso eres un Pokemon?! — agarrándola del brazo con una vena en la frente.
— Me gustaría ser uno...! — llorando.
Irida los miraba con un facepalm, además de soportar las futuras peleas del jerarca y Celebi iba a tener que escuchar las peleas de esos dos entrenadores.
...
[A ver, primero de todo, os he extrañado mucho amigos míos] — dijo Victini, alzando los brazos.
Los tres se dieron un abrazo.
— [¿Que le pasó a tu cuerno, Keldeo?]
— [Kyurem, ya sabes, mi archienemigo de toda la vida] — explicó.
— [¿Habéis tenido un enfrentamiento con él?] — preguntó de brazos cruzados.
— [Será mejor explicártelo todo desde cero...] — dijo Celebi.
De ahí le explicaron toda la aventura que tuvo el Pokémon singular junto a Adaman, desde Paldea, o mejor dicho el Templo de Hisui hasta esa Isla. Absolutamente todo.
— [... En aquel momento Adaman distrajo a Kyurem conmigo y aprovechó para intentar matar con la lanza de su Pokémon a ese maldito general] — explicó Keldeo.
— [Ya veo] — dijo Victini — [que maravillosa jugada...]
— [Pero fue un completo desastre, el aura de Adaman se desactivó y tuvieron que venir esos dos entrenadores a salvarle, tuvimos que abandonar la ciudad para poder alargar nuestra distancia de la de los generales, pero estos de seguro estarán por venir nuevamente para intentar matar a nuestro amigo] — dijo Celebi.
— [Resumiendo, me estáis diciendo que ese jerarca puede morir de mil maneras, ¿cierto?]
— [Mas o menos, si, o es la aura quien lo mate o ese peliverde loco] — dijo Keldeo.
— [¿Y que podría hacer yo para salvarlo, cuál es vuestro plan?] — de brazos cruzados.
— [¿Acaso te han reiniciado la mente, eres un androide?] — preguntó Celebi.
— ...
— ...
— [¿Eso es un cumplido o un insulto?]
— [Ninguno de los dos, bobo, es una pregunta, ¿acaso te has olvidado de quién eres?]
— [Eres el Pokémon victoria, Arceus te dio el maravilloso poder de asegurar la victoria a cualquier ser vivo, en pocas palabras, tú nunca has perdido un combate gracias al conjuro que te otorgo nuestro padre] — explicó Keldeo.
— [Pues ya sabes, si estás tú estará totalmente asegurado que Adaman supere los efectos negativos del aura, por lo que podrá sobrevivir, aun ya sea con cambios en su cuerpo o mente]
— *suspira* [Parece muy fácil decirlo pero mi poder no es tan simple como creéis...]
— [¿Ah no?]
— [No me jodas... ¿y porque?] — preguntó Celebi.
— [Es cierto que mi poder asegura la victoria en cualquier situación en la que tenga que colaborar, pero también es un trabajo, muy duro de hecho, necesito tiempo para hacerlo y a veces, si me descuido, falla] — explicó.
— [Vale, es horrible escuchar eso, honestamente] — comentó Celebi.
— [Pero no os asustéis, si queréis que os ayude os ha tocado el menor de los problemas, lo difícil está en asegurar la victoria en un combate complicado, pero si se trata del bienestar de una persona enferma eso es tarea fácil para m-
— [¿¡Y porque rayos no lo dijiste antes?!] — le interrumpió Celebi estirándole de sus mejillas.
— [¡AH, duele duele duele, párate cebolla! — quejándose — [Tampoco era mala idea advertiros de algunos fallos en mi poder, ¿verdad, verdad?!]
— [¿Nos ayudarás?] — preguntó el potro.
— [Luego de ver que el universo que nuestro propio padre creó está en peligro, debo colaborar, además, llevo años deseando una aventura de este calibre, por lo que os acompañaré, a ti y a tu amigo jerarca] — le dijo con una sonrisa a Celebi.
— [No lo dije antes así que... yo también os acompañaré, cuenta conmigo] — dijo Keldeo.
— [Os lo agradezco amigos míos, pues volvamos al barco, ¡es hora del ritual!] — dijo Celebi.
— SI!
De ahí se regresaron al barco, con muy buenas noticias que contar.
.
.
.
Fin del cap.
Equipo Normal:
Legendarios:
La historia continúa...
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