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Capítulo 52

Capítulo 52

La leyenda del Trio Tao y los Espadachines Místicos

[Región de Unova, Mansión de Adaman]

{En el futuro}

Narrador Neutral:

— ¿Trío Tao? — preguntó Adaman.

— Si — asintió Marnie — Se trata de una leyenda muy antigua en esta región, y si, son tres Pokémon legendarios.

— Antes de que sigas hablando, ¿en qué momento has sacado el tiempo para estudiar acerca de la mitología de otras regiones, tu trabajo como líder de gimnasio no te ocupa tanto tiempo del día no es así?

— ¿De qué estás hablando? Es obvio que ocupa mucho espacio de mi tiempo diario, pero a veces me aburro por la noche cuando no tengo sueño — contestó.

— Ah, ya veo, bueno prosigue.

— Bien, creo que podría saber el motivo por el cual sentimos esa presencia, es por la leyenda — dijo.

— Mh... — pensó con una mano en el mentón — Después de que una ave legendaria me haya quemado el alma no te puedo decir que no te creo, ¿pero cuál es la razón? Que tiene que ver esa leyenda con lo que nos está pasando?

— Escucha, ejem ejem: hace muchos años, un meteorito pequeño cayó contra la superficie de la tierra, cerca de un pueblo llamado Pueblo Lacunosa, los habitantes en aquel entonces desconocían el dato de que aquel meteorito estaba congelado — explicó.

— ¿Un meteorito congelado? — fruncí el ceño.

— Ajá, según todas las teóricas indican, de allí nació el desconocido y denominado Pokémon Legendario Original, ese ser tan poderoso no pudo contener toda su energía en un solo cuerpo, por lo que decidió separarse en tres cuerpos que ahora llamamos Pokémon legendarios, dos de ellos se llaman Reshiram y Zekrom, y el ser que nació de la cáscara que dejó el Pokémon original se llamó Kyurem, o como mucha gente le conoce: "el monstruo" — explicó.

— Es decir, de un solo ser nacieron tres Pokémon legendarios, ¿no?

— Exacto.

— Me estoy haciendo una idea...

— Bien, el último Pokémon que te dije, Kyurem, era muy diferente a sus dos hermanos, él quería proclamarse como el más poderoso de los tres, y lo hizo, porque gracias a su origen ganó la capacidad de absorber a sus hermanos y hacerse mucho más poderoso fusionando su cuerpo con los de ellos dos — dijo — Bien, ahora que te he contado esto, será mejor empezar a contarte otra parte de la leyenda, pues resulta que en otra parte de Unova, al mismo tiempo que impactó el meteorito, se creó un incendio en un bosque muy cercano, allá el Pokémon singular Keldeo, parecido a un unicornio por ese cuerno que tiene en la frente perdió a sus padres en ese incendio forestal.

— "¿Un Pokémon singular, es decir, alguien como tú no?" — le preguntó Adaman a Celebi.

— Si, somos pocos los Pokémon singulares que existimos comparados con todos los legendarios, por eso nuestra amistad es más cercana — explicó.

— Sigue explicando — dijo Adaman.

— El pobre Keldeo fue entrenado por tres Pokémon legendarios que lo rescataron de aquel incendio, son tres espadachines, que no tardaron en convertirlo en uno de ellos, de allí se formaron los espadachines místicos, el único dato importante es que Keldeo era mucho más poderoso que sus maestros, él era el Pokémon elegido, el único Pokémon que podría vencer a Kyurem cuando este atrapó a sus amigos espadachines.

— Hm...

— Lamentablemente la historia acaba ahí, nunca se supo quién ganó el combate, si Keldeo o Kyurem, lo único que se sabe es que cada uno anda por su lado, uno desarrollándose en una montaña, y otro estudiando a los humanos desde cerca a la vez que los protege de las garras del Pokémon legendario de tipo hielo — explicó.

— ¿Dijiste estudiando a los humanos?

— Eso mismo, lo que quiero decir... es que, puede haber la posibilidad de que esa presencia sea Keldeo —.

— ...

— Adivinó, ¿no me crees verdad? — sería.

— No es eso, ya te dije que de ahora en adelante creería en todo, me persigue un demonio con un dragón capaz de viajar por el tiempo ¿entiendes? Pero honestamente me resulta increíble pensar que un unicornio me está observando desde la lejanía...

— *suspira* Se dice que cuando más calmado y en estado de paz esté una persona más atraerá a Keldeo, y cuanto más asustada o aterrorizada esté más se alejará — explicó Marnie — Pero bueno, esos son mitos, pero lo que se sabe es que esos legendarios existen de verdad.

— Ya veo... Gracias por la información Marnie, ahora sé mucho de mitología de esta región gracias a ti — le dije.

— Tampoco hacía falta que me elogiases... — rozándose un brazo con la mano y un poco sonrojada mirando hacia otro lado.

— "Celebi, ¿tú crees que sea él...?"

— No tengo ni idea... pero cuál sea la presencia también me puede ver a mi, si se trata de Keldeo tenemos que sacarlo cuando antes de su escondite, hay que darse prisa a partir de ahora — dijo Celebi.

Adaman sintió la preocupación en la mente de su amigo, sabía que algo no andaría bien si no avistaban a Keldeo cuando antes.

— Cierto... los generales podrían venir en cualquier momento a atacar la ciudad, no podemos dejar que tomen en su control a Keldeo... — dijo Adaman.

— Tienes razón pero... ¿tú crees que Keldeo sería su prioridad? — refiriéndose a Kyurem.

— *suspira* Quién sabe — dijo.

— Hola Adaman — dijo Irida, de brazos cruzados.

— Hola Irida, veo que ya estamos todos aquí — dijo Adaman.

Y era cierto, todos los habitantes de la mansión estaban en la entrada preparados para salir, cambiados y peinados, pero había algo raro, los únicos que saludaron fueron Irida y todos los chicos del grupo.

El jerarca no se dio cuenta de que las entrenadoras que se encontraban allí no le habían devuelto el saludo, estaban calladas.

— Eh Adaman... — dijo Arven, con una gota en la cabeza, poniéndole una mano en el hombro — Creo que no te escuchan...

— ¿Mh? — dijeron los dos jerarcas.

Adaman se había olvidado de que llevaba puesto el traje y que parecía una persona totalmente diferente, de ahí el porque todas estaban con la abierta y sin saber qué decir.

— ¿Es en serio? — dijo Irida, sabiendo que era la única que no estaba babeando al ver al jerarca.

Adaman miró a su compañero invisible, no pudo con la manera en la que este le estaba mirando.

— Ya te dije, hoy nada de relaciones sexuales — dijo.

— "Que no voy a hacer nada de eso... ¿Y qué problema hay si lo hago?" — preguntó.

— Pues sí que hay un problema imbecil, que haré yo si empiezas a hacer el delicioso en nuestra habitación, los dos sabemos que sería incómodo, muy incómodo—.

— "Sentido común Celebi, de verdad crees que si voy a tener sexo voy a dejar que estés en la habitación, te mandaría fuera" — respondió.

— ¿Ah estupendo y yo que, me quedo fuera sin cama y sin poder dormir? —.

— "Vete a la habitación de Irida, ella te conoce" —.

El jerarca se sorprendió al ver a Gloria, con aquella blusa gris que habitualmente llevaba no se podía apreciar el vestido rosa que tenía debajo, se veía más hermosa, tuvo que reconocerlo.

(Obviamente, ignoren al Zacian)

— ¿Me queda bien sin el abrigo, verdad?— alegre.

— Si, es la verdad — respondió.

Irida se enojó y jaló de la oreja del Adaman, obviamente queriendo parar esa conversación.

— Bueno será mejor que vayamos ya a la ciudad — dijo la rubia.

— ¡Duele imbecil! — quejándose.

— ¡¿A quien llamas imbecil?!

— A una jerarca presumida que ni siquiera se pone un vestido para salir de noche, ¿¡porque no te has puesto un vestido?! quería verte más hermosa...! — llorando al estilo anime.

— Primero, de presumida no tengo nada, y segundo, ¿qué te importa si voy con un vestido o no? Esta ropa me queda bien! — molesta.

Todos los miraban con una gota en la cabeza, hasta que llegó la amable de Marley para poder despedirse de ellos.

— Que tengan una buena noche — dijo Marley, haciendo una reverencia.

— ¡Hasta luego Marley! — se despidieron, saliendo de la mansión.

— Nos vemos pronto, Marley — dijo Adaman, con Liko a su lado.

— Lo mismo digo — sonrió.

Adaman se dio la vuelta, pero cuando lo hizo, se quedó paralizado.

Algo le ocurría en la mente, no era un recuerdo, o eso creía, estaba experimentando lo que la gente llama como "ver un fantasma". Al ver por primera vez con atención el rostro de Marley algo extraño recorrió todo su cuerpo.

— ¡Espera! — volteándose.

Pero ella ya no estaba.

— "Se fue" — pensó.

— ¿Te pasa algo? — preguntaron Celebi y Liko a la vez, preocupados.

— Nada, es... un déjà vu — contestó.

— ¿Un déjà vu? — preguntó Celebi, confundido.

— "Si... algo me dice que conozco a esa mujer desde antes..." — extrañado.

— ¿Qué...? Como conocerás a una persona del futuro eso es irrealista — dijo Celebi.

— "No lo sé..." Bueno vayamos.

...

El grupo de entrenadores tuvieron un pequeño viaje para llegar a la ciudad donde supuestamente la líder de gimnasio Elesa iba a hacer un evento, bajando por la montaña que anteriormente habían escalado con sus monturas para llegar a la mansión.

Y todo eso mientras cierto potro observaba atentamente a Celebi desde las sombras del bosque, escondido.

Llegaron a Ciudad Castelia, y como bien se sabía el sol se ocultó por completo haciendo que reinara la noche. Todas las luces procedentes de los edificios, faroles y coches iluminaban la noche de una forma muy hermosa, a pesar de la hora, las calles seguían inundadas de gentes y entrenadores.

Celebi miraba con una sonrisa a los dos jerarcas, estos se veían sin palabras al comparar el verdadero aspecto de una ciudad de noche con una de su época. Un verdadero espectáculo de luces.

— Es cierto, es la primera vez que veis una ciudad tan grande de noche — dijo Celebi.

— "Increíble..." — dijeron los dos jerarcas.

El grupo después de avanzar más acabaron entre los montones de gente, y con eso el miedo a separase creció, así que decidieron tomar un plan.

— ¿Cuándo empieza el evento de Elesa? — preguntó Adaman, estresado.

—Y tú porque quieres saber eso — dijo Irida, enojada — Ya te dije que no voy a dejar que vuelvas a romperle el corazón a otra esposa en esta época!

— ¿¡Qué porque?! Pero si es la primera razón por la que hemos venido aquí! — dijo Adaman — Además cuando he dicho yo que me quiero casar con Elesa si ni siquiera la conozco!

— ~¿Arven una pregunta, tú sabes porque se pelean tanto...?~ — le preguntó Víctor.

— ~No lo sé, pero por alguna razón Irida siempre se enoja cuando Adaman coquetea con mujeres~ — dijo.

— Como se den cuenta de que tuvo 18 esposas Adaman estará jodido... — dijo Celebi, sudando.

— Ah, ya sé — dijo Adaman — Somos diez, dividámonos en tres grupos, dos de tres y uno de cuatro, dudo que mientras esperemos al evento no nos separaremos con toda la cantidad de gente que hay aquí, vayamos a visitar lugares y a comprarnos materiales para la mansión, ¿qué os parece? —

— ¡Buena idea! — dijeron todos.

— ¿Y quién va con quien? — preguntó Irida.

.
.
.

Narra Adaman:

No han pasado ni cinco minutos desde que nos separamos.

Respecto a la forma en que creamos los grupos digamos fue un poco extraña.

En pocas palabras, somos tres chicos en todo el grupo, pues que cada uno vaya en uno. Fácil y sencillo.

Voy con Liko y Gloria, mientras que Arven va con Irida y Marnie, y ya sabréis con quién va Victor si sabéis cuáles son las chicas que faltan.

Ahora me encuentro caminado con ellas dos en las aceras de la gran ciudad, viendo totalmente sorprendido la forma en que los humanos de este entonces iluminan las ciudades: ya sea con faroles, carteles o incluso con propios Pokémon voluminosos.

Mi mirada se encontró con cierta tienda que solo vendían libretas y lápices. Casualmente habían baños para hacer las necesidades.

Realmente no quería ir al baño, pero algo me llamó la atención y no pude evitar mentirle a mis compañeras.

— Voy al baño, esperadme aquí — dije.

— Ok no tardes mucho — dijo Liko.

Honestamente hablando, tu y yo sabemos que no es una buena idea dejar a entrenadoras tan hermosas como Liko y Gloria en medio de la calle, de noche entre la multitud de gente, en este mundo existen y siempre deambulan a sus anchas personas con mentes muy retorcidas, capaces de causarle mucho daño a otras sin arrepentirse ni un poco de ello.

El caso es que hoy me encuentro con ganas de jugar con el diablo, más bien digamos que me siento osado. Por lo que me atrevería a dejarlas unos dos minutos fuera mientras intentaba hacer lo que quería hacer, que no era ir al baño, repito.

Cuando volví junto a Celebi me di una palmada en la cara, sabía que era mala idea, pero paso: dos personas de aproximadamente 25 años estaban hablando con ellas dos.

Querían tener sexo con ellas, obviamente.

Todavía viendo como ellos hacían el espectáculo delante de la gente me enojé en silencio.

No porque sea celoso, no me considero una persona de ese tipo.

Me enojo porque detesto a dos tipos de personas en este mundo, las que ignoran el valor de una vida inocente, y las que ignoran la dignidad de una vida inocente.

Liko y Gloria son dos entrenadores con un futuro muy abierto ante ellas, apenas han empezado su aventura, realmente, y nunca perdonaría que unos cerdos como esos dos destruyeran por completo la voluntad que tenían ellas dos, además de la virginidad, claramente.

— Adaman — dijo Celebi.

— Lo sé lo sé — dije con molestia.

Me empecé a acercar a paso silencioso, con las manos en los bolsillos, y sin vergüenza a empezar una pelea en medio de la multitud con tal de salvar la virginidad de ellas dos.

— L-lo sentimos pero no queremos ir con ustedes... — dijo Gloria.

— ¡No digas eso hermosa, hoy podría ser la mejor noche de vuestras vidas venir con nosotros!

— Pero... — dijo Gloria, preocupada.

— "¿Dónde está Adaman...?" — pensó Liko con miedo.

— ¿Eh, nos estáis escuchando? Venir con nosotros — dijo el otro chico.

— Ha dicho que no — dije, calmado.

Uno de los chicos me oyó y volteó su mirada para intentar localizarme.

Cuando lo hizo, no vio a nadie, más bien a nadie que hubiera dicho eso, pero cuando volvió a mirar delante suyo se asustó al verme cara a cara con él, no sabía cómo había llegado hasta ahí y aunque yo tuviera un estado tranquilo y sosegado se intimidó ante mi presencia. No sé si es por el traje, por mi mirada o por mi tono de voz.

— ¿Y tú q-quién eres?! — molesto — Estábamos hablando tranquilamente con estas chicas y has venido tú a estropear la conversación!

— *suspira* Supongo que en esta época la gente no sabe decir la verdad cuando ya es obvia... — dije, rascándome la parte trasera de mi cabeza con una mano.

— ¿¡Eh?! — confundido y molesto.

La gente empezó a rodearnos, sabiendo que una pelea de humanos era inminente, mis dos compañeras se preocuparon por mí, pero que se le iba a hacer, empecé el problema y voy a acabarlo. Por mucho que fueran dos contra uno no iba a retroceder, no contra este par de inútiles.

...

Fin del cap.

Equipo Normal:

Legendarios:


La historia continúa...

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